Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 14

Capítulo 79: El Residente Invisible

Aunque la civilización humana se había reducido a siete naciones, no todos disfrutaban de una vida próspera. Había un lugar alejado de las zonas urbanas que tenía un aire melancólico. Estaba situado en una zona remota en medio de Alpha. Y era el hogar de personas que habían caído en tiempos difíciles o habían sido exiliadas de sus comunidades.

Los beneficios que apenas quedaban de la civilización aquí eran completamente diferentes a los de las zonas urbanas. Estas zonas eran pobres. No había mansiones nobles a la vista y los campos no tenían fin, pero había alguna que otra instalación de producción anticuada a lo largo de los caminos agrícolas. Las casas de madera de apariencia incoherente estaban dispersas en todas partes, y la gente seguía llevando una vida anticuada.

Irónicamente, el mundo invadido por Demonios había devuelto a la humanidad sus buenas tierras.

Esta zona estaba aislada de las áreas urbanas, donde se mezclaban todo tipo de culturas y aparentemente rechazaban el desarrollo. Rodeadas de árboles, las aldeas daban una sensación de cerrazón y aislamiento. Pero también evocaban un sentimiento de nostalgia, como si fueran escondites para los que habían escapado del mundo terrenal representado en las pinturas.

Cuando cayó la noche en una de esas aldeas, el sonido de la grava resonaba por todas partes, por mucho cuidado que pusieran los viajeros. Aquellas pisadas toscas parecían afirmar que aquí no era necesaria la refinada etiqueta de los nobles.

Sólo la luz de la luna iluminaba la aldea. Pero si la luna artificial se cubriera de nubes generadas por el capricho del aparato meteorológico, la aldea quedaría en completa oscuridad. Una solitaria figura avanzaba a paso ligero por un pequeño camino. En un lugar tan remoto no había ni siquiera un Puerto Circular, y aunque corriera a toda velocidad, tardaría más de una hora en llegar al más cercano.

¿Qué hago? No puedo creer que no pueda alcanzarlos en un momento así. Es un auténtico aprieto, pero ¿no se han dado cuenta? pensó Felinella. Podía ver bastante bien en la oscuridad, pero no le gustaba la idea de caminar sola por un camino oscuro.

La única ventaja era que si la iban a atacar, sería por un humano. En una zona rural remota o no, los perros salvajes o las serpientes venenosas podrían ser tratados con magia. Pero la noche se sentía diferente en el pueblo. Felinella estaba acostumbrada a la vida noble de la ciudad, pero la noche era profunda y la asustaba instintivamente.

Como si tratara de disipar su miedo, se cepilló suavemente el largo cabello que le colgaba sobre su amplio pecho. Incluso ese gesto desprendía el refinamiento y la elegancia de una mujer sofisticada y la hacía destacar aún más bajo la luz de la luna.

―Este es el lugar… ―murmuró al llegar a lo que parecía una casa privada. Estaba construida lejos del resto de las casas de madera, y una simple luz anaranjada se filtraba desde el interior.

La chica se paró en la puerta principal de la desolada casa. De repente, la presencia que percibía débilmente en el interior desapareció… y su entorno quedó en absoluto silencio. Era un silencio artificial en respuesta deliberada al visitante.

Hablando de eso, nunca nos decidimos por una señal. ¿Qué debo hacer?, pensó la chica con una sonrisa traviesa. Cambiando su tono de voz, se puso una mano en la garganta y tensó la voz.

―Oh, querido.. ¿cuántas veces tengo que decírtelo? Si no necesitas cenar, tienes que decírmelo con antelación.

De repente, el sonido de unos pasos apresurados llegó desde el interior y la puerta se abrió de golpe.

―¡Felinella, deja de hacer eso! ―Del otro lado apareció el padre de la chica, Vizaist, con aspecto furioso. Era el jefe de la familia Socalent, una de las tres grandes familias nobles, y una figura destacada en el ejército.

Tenía una gran capacidad de combate y una gran complexión, estaba en la flor de la vida y su mente y su cuerpo gozaban de buena salud. Pero incluso este hombre, el feroz líder del departamento de inteligencia de Alpha, no era rival para su hermosa hija, que lo recibió con los brazos abiertos.

Las palabras de Felinella fueron como una frase mágica que forzó una respuesta condicionada de su padre. Con una gran sonrisa en su rostro, Felinella respondió:

―Entonces, por favor, déjame un medio de comunicación, padre.

Mientras Vizaist gemía, los otros miembros del departamento de inteligencia habían aparecido silenciosamente detrás de él para observar la farsa. Sus cinco subordinados parecían exasperados, pero observaban a su líder y a su hermosa hija con ojos amables.

―Ejem… En fin, pasa ―se aclaró la garganta Vizaist y dijo.

En respuesta, Felinella se deslizó hacia la base de operaciones temporal que el departamento de inteligencia había preparado. El interior era como cualquier casa normal. Tenía un mínimo de mobiliario que demostraba que estaba habitada. Una tetera oxidada y demás añadían un aire de disfraz elaborado. El fuego de la chimenea mantenía la casa caliente y luminosa.

Tras el fallecimiento del anterior propietario, el departamento de inteligencia compró la casa, con muebles y todo. Por supuesto, no podían dejar que el gasto apareciera en ningún registro, así que la compraron a través de otra persona. Por cierto, aparte de Vizaist, los miembros iban vestidos como civiles para mantener sus identidades ocultas.

―Si de repente te escondes sin avisarme, no sabré dónde encontrarte, padre ―dijo Felinella con tranquilo enfado.

―Estaba a punto de volver para intercambiar información ―dijo Vizaist, excusándose mientras le entregaba una taza de aluminio con café instantáneo humeante―. Bueno, siéntate donde sea.

En el interior de la sala había cuatro escritorios agrupados, con diversos materiales esparcidos por ellos. Frente a ellos había una gran pila de papeles que parecían ser una compilación de información.

Podían parecer anticuados, pero para las actividades de espionaje, estos métodos podían ser más convenientes. A diferencia de los medios de grabación habituales, el papel podía quemarse, o tragarse, o destruirse de otras formas diversas.

Felinella bebió el café, calentando su cuerpo helado. Vizaist no era el único que quería intercambiar información. Enderezando su postura sentada, Felinella comenzó a hablar en un tono equilibrado.

―He visto cómo se resolvió el incidente con Alus. El líder de Aferka, Rayleigh Ron de Rimfuge Frusevan, intentó un golpe de estado y ahora ha perdido su posición. Después de eso, se anunció que Aferka se reorganizaría como una guardia de honor que informaría directamente a la gobernante bajo el liderazgo de la hermana más joven de los Frusevan, Lilisha Ron de Rimfuge Frusevan ―informó Felinella, y Vizaist escuchó sin ninguna sorpresa en particular.

―Guardia de honor, ¿verdad? Parece que la gobernante cruzó un puente peligroso. Me sorprende que Berwick aceptara una apuesta tan arriesgada ―Vizaist se sentó en una silla de madera rugosa y se acarició la barba―. Ah, Berwick envió a la hija de Frusevan a la Academia. Se le ocurren algunos trucos sucios. Entiende bien a Alus, o tal vez no lo entiende en absoluto… ―Dijo Vizaist con el ceño fruncido y un bufido, claramente sin diversión.

―Sin embargo, esta vez se consiguió la cooperación de la directora… Sisty Nexophia. Así que estoy seguro de que ella evitará que los rumores entre la nobleza sobre los problemas en torno a Alus se extiendan durante algún tiempo ―dijo Felinella.

Esta vez, Vizaist dio un golpe en la mesa, divertido.

―Ja, ja, esa es una buena noticia. Berwick ha estado jugando demasiado. Y Sisty conoce su debilidad. Sólo contar cuánto debe es suficiente para que uno se harte de él. Si Sisty se ha visto arrastrada a ello, más deuda habrá contraído Berwick.

Probablemente Berwick había considerado la posibilidad de que Sisty se involucrara, pero aun así, había aceptado el riesgo y había hecho que la hija menor de los Frusevan se acercara a Alus. Aunque todo no había salido exactamente según el plan, probablemente estaba dentro de las expectativas de Berwick.

En Alpha, siempre que la gobernante y Berwick trabajaran juntos, podrían resolver la mayoría de las cosas. Si había algo que no podían resolver, era la depresión de los involucrados. Esta vez en particular, sólo importaba una persona: el Magicmaster más fuerte de las siete naciones.

―Alus nació realmente bajo una estrella desafortunada ―dijo Vizaist. ―Ejem… ¿padre?

―Ah, lo siento. Eso no me corresponde decirlo a mí ―respondió Vizaist al suave reproche de Felinella rascándose la mejilla―. Bueno, no me preocupa demasiado ya que lo dices. Alus ya no es un niño, así que respetaré sus deseos.

Vizaist parecía entender perfectamente cómo se sentía Alus, aunque la actitud que éste tomaba con la gobernante carecía de todo respeto. Por eso el Magicmaster había tenido en realidad varias opciones. Podía haber desertado y abandonar Alpha para siempre o simplemente ignorar lo que estaba sucediendo.

Los que estaban en la cima absoluta de su campo solían tener la libertad de cambiar. Pero en el caso de Alus, el actual ranking 1, sus lazos sociales y nacionales estaban intrincadamente entrelazados, lo que hacía difícil dar el primer paso hacia la libertad.

Felinella miró fijamente a Vizaist mientras hablaba, preguntándose hasta qué punto pensaba en la libertad de Alus. ¿Se refería a la libertad de los militares o al tiempo libre suficiente para que Alus hiciera lo que quisiera? No… quizás se refería al exterior de este pequeño mundo.

Felinella se sentía atraída por Alus como mujer, pero tal vez su padre comprendía mejor que ella la clase de persona que era él. Sin saberlo, se sentía algo celosa de su padre.

Felinella se sorprendió de repente. Su padre la había mirado con severidad sin darse cuenta. En un intento de sacudirse el ambiente incómodo, Felinella cambió rápidamente de tema.

―Por cierto, me imaginaba que habías pasado a la clandestinidad por otro asunto, pero no pensé que fuera tan difícil encontrar tu ubicación, padre.

―Sí, acabo de terminar de reunir la información. Necesito presentar un informe a Berwick lo antes posible. Esta es una situación volátil.

Percibiendo una atmósfera inusual por su tono, Felinella preguntó con tensión:

―…¿Entonces era verdad?

Vizaist hizo una señal a sus subordinados, que se habían reunido con la información organizada en la mano. Felinella no era un miembro oficial del departamento de inteligencia, pero había estado ayudando a su padre en su trabajo hasta un punto que pondría a un soldado normal y corriente, por lo que el departamento de inteligencia no la trataba como una extraña.

―Por favor, echa un vistazo a esto ―dijo seriamente un miembro de aspecto sencillo que encajaría en cualquier sitio. Iba vestido con una camisa de trabajo desgastada, unos pantalones manchados de tierra y unas viejas botas de cuero.

Los cinco subordinados de Vizaist tenían ropas de aspecto sencillo, pero todos eran buenos miembros. Algunos tenían esposas e hijos, pero por su trabajo tenían que abandonar sus nombres y utilizar alias mientras se escondían aquí y allá. Ni siquiera Felinella conocía sus verdaderos nombres.

El hombre que habló tenía un aspecto completamente ordinario y probablemente podría pasar desapercibido en cualquier lugar. Utilizó un pequeño palo para señalar las fotos que parecían colgadas al azar en la pared.

―Primero, esta es una foto filtrada del objetivo.

―Esta imagen es bastante pobre.

El contorno de una persona era borroso, y Felinella apenas podía distinguir sus rasgos. Felinella se encontró entrecerrando los ojos para reconocer los detalles.

―Incluso esto era apenas una distancia segura. Esta mujer no es tan cautelosa como para tener una intuición muy aguda ―le explicó a Felinella otro hombre, que probablemente estaba a cargo de la fotografía―. Esta mujer se llama Mir Ostayka.

Tras una larga pausa, el hombre continuó.

―Es una fugitiva… de un lugar determinado. Ha estado involucrada en muchos asesinatos, incluyendo el de personalidades. Alguien que probablemente trabajaba para la familia Fable se acercó a ella y muy probablemente fue eliminada.

―¡¿Así que la familia Fable también la ha investigado?! ―preguntó Felinella.

Vizaist respondió personalmente a Felinella.

―Eso parece. Gracias a su sacrificio hemos podido volver con esta información.

Su objetivo probablemente no había esperado que dos personas la estuvieran observando.

―Frose es una instructora brillante, y está bien conectada. Debe haber investigado después de que apareciera un atacante en su finca ―dijo Vizaist.

Actuando en consonancia con las palabras de Vizaist, un subordinado presentó una foto de un retrato. Era de un hombre con el pelo canoso, impreso en papel de copia antiguo.

―Este es Vector. Un miembro de la antigua Aferka que fue eliminado por Selva Greenus en la finca Fable. Al igual que Mir, se escapó de donde estaba encarcelado.

Aparte de la miríada de documentos sobre Mir y Vector y otros más, Vizaist estaba observando detenidamente cierta lista en su mano. Era una lista de prisioneros que cumplían todos las mismas condiciones específicas.

―Estos son sus ‘aliados’ que conocemos ―explicó el subordinado―. Todos ellos son extraordinarios criminales mágicos. Y basándonos en el ataque a la familia Fable y en la gente reunida con Mir Ostayka, es probable que todos se escondan dentro de Alpha.

Vizaist extendió imprudentemente los documentos sobre la mesa y se apretó la sien. Felinella los miró por encima y formuló la pregunta que tenía en mente.

―Si son fugitivos, ¿de dónde escaparon? ¿Alpha tiene una prisión de clase especial? No puedo decir que haya oído hablar de algo así.

―Me imagino que no. Son gente que no podría estar viva, de un lugar que no existe ―Dicho esto, el subordinado estableció contacto visual con Vizaist.

Felinella también miró a su padre. Vizaist se encogió de hombros y agitó ligeramente la mano, dando permiso al subordinado para hablar.

―Cabe mencionar que en el registro todos ellos se resistieron al arresto, sufrieron un accidente durante la detención o murieron por enfermedad. Con su existencia ostensible borrada, estos criminales fueron reunidos en un lugar determinado… ―explicó. Cuando Felinella se dio cuenta de la gravedad de la situación, el hombre continuó―: Es un dominio bajo la administración de Iblis y Clevideet, o sea, el Mundo Exterior. Más concretamente, es una prisión secreta construida bajo tierra hecha específicamente para criminales mágicos importantes. Se llama Prisión de Troya. Se cree que todos escaparon de allí.

Felinella no dijo nada.

―Parece que los rumores son ciertos, y que existió. Acorralando en secreto a los presos más incorregibles, se les aplicaba ese castigo ya que la pena de muerte está prohibida ―añadió un Vizaist harto. La prisión de Troya… por supuesto Felinella no tenía conocimiento de su existencia. No había ejemplos de grandes estructuras en el Mundo Exterior, aparte de las bases militares.

Mientras pedía un trago a un subordinado, Vizaist dejó escapar un suspiro deprimido.

―Parece que la Prisión de Troya fue concebida originalmente como una instalación de investigación. Escuché que se construyó en el Mundo Exterior para llevar a cabo investigaciones que no podían realizarse en el Mundo Interior. En algún momento, se convirtió en un receptáculo para criminales mágicos peligrosos ―recordó con fastidio―. Pero estoy divagando. En cualquier caso, los criminales mágicos peligrosos son bastante molestos, y hay muchas críticas humanitarias al castigo que exprime la última gota de maná de los criminales. Así que, para evitar problemas, se matan dos pájaros de un tiro.

A Vizaist le recordó un dispositivo especial conocido como collarín que había visto en documentos de alto secreto. Según la explicación, era una herramienta mágica utilizada para calmar a los criminales desbocados, y sabía que probablemente se utilizaba en la prisión secreta.

―En el Mundo Exterior, cualquier fugitivo se enfrentaría a los Demonios. Y no serían capaces de llegar al dominio humano en un estado debilitado. Es realmente un lugar lógico para ello ―dijo Felinella mientras reflexionaba. En efecto, era lógico, pero si ese era el caso, ¿cómo se produjo una fuga?

―Bueno, no sé cuánto saben los altos mandos, pero estoy seguro de que Clevideet e Iblis están al tanto de la situación que ha ocurrido cerca de sus fronteras ―dijo Vizaist, consciente de que ya era demasiado tarde. Suspiró.

En ese momento, un subordinado miró un papel que tenía en la mano y dijo:

―La prisión de Troya está dividida en cinco capas, y los presos son ubicados en ellas según la gravedad de su delito. En la cuarta capa, los presos son criminales mágicos que son demasiado para que incluso los Magicmaster normales puedan manejarlos.

―¿Y qué hay de la quinta capa? ―preguntó Felinella.

El hombre se encogió de hombros.

―Desgraciadamente no hay muchos datos, pero basándonos en la profundidad de los bajos fondos, no sería extraño que hubiera criminales que incluso los Magicmasters de Dígitos inferiores tuvieran problemas para manejar.

A lo largo de la historia había habido varios criminales mágicos que hicieron cosas atroces como intentar derrocar a una nación, o incluso masacres. Sin embargo, excepcionalmente pocos de ellos habían sido Magicmasters propiamente dichos con un ranking propio. Al fin y al cabo, la clasificación existía junto con la lucha contra los Demonios, y sólo reflejaban la luz en la superficie.

Pero la oscuridad del mundo llegaba a una profundidad insondable donde no llegaba la luz. Por ejemplo, la organización de asesinos Aferka. Prácticamente no había nadie de la organización con un alto ranking entre los Magicmasters, sin embargo, a veces habían matado fácilmente a poderosos Magicmasters.

La luz y las sombras rara vez se mezclaban en el mundo, y del mismo modo tampoco lo hacían los estándares que utilizaban para valorar el poder. Cuando se trataba de una batalla a muerte, incluso los medios tabúes o heréticos se utilizaban sin piedad, haciendo que la brecha en los métodos de evaluación fuera aún mayor.

―De todos modos, según nuestra investigación, todos ellos son muy importantes. Algunos de ellos con un número bastante grande de personas asesinadas a su nombre ―dijo el subordinado.

―¿Han capturado a alguno de ellos? ―preguntó Felinella.

―Desgraciadamente no. Esto es sólo una especulación, pero a menos que se trate sólo de un grupo de excéntricos, creo que todos los prisioneros de la Prisión de Troya han escapado, aunque no sé cómo habrían sobrevivido al Mundo Exterior sin la capacidad de usar la magia adecuadamente. Sería razonable suponer que había alguien ayudándoles a salir desde dentro. Pero no sería precisamente sorprendente que alguien del inframundo se infiltrara en la prisión secreta e influyera en los acontecimientos desde dentro.

Al oír eso, Vizaist habló amargamente.

―Hablando de eso, recuerdo que Godma Barhong fue asesinado por alguien de la misma manera. El culpable entró tranquilamente en el cuartel general militar y hasta hoy se desconoce. Por supuesto, se investigó a fondo la posibilidad de un infiltrado, pero todos los sospechosos fueron descartados. Como resultado, se llegó a la conclusión de que fue una persona externa, aunque no puede haber muchos capaces de ello. O bien alguna gran organización como Kurama debe haber ayudado, o tal vez la misma persona está detrás de esto como aquello. Es de esperar que la investigación sobre esto arroje algunas pistas.

Mientras Vizaist gruñía, otro subordinado de complexión delgada despegó una gran hoja de papel y la puso sobre la mesa junto a la lista de delincuentes.

―Actualmente tenemos conocimiento de quince fugados. Entre ellos, estos son los que hay que tener en cuenta. Está la ya mencionada Mir Ostayka. Y este hombre… conocido como Dante. Pero a pesar de nuestras investigaciones, su verdadero nombre es desconocido.

Vizaist frunció el ceño.

―¿No puedes encontrar nada sobre él?

―Si es un huérfano, un niño abandonado o alguien borrado del registro familiar, no lo sabemos. Incluso podría haber perdido sus recuerdos, ser un hijo oculto de algún gobernante… Por muy duro que fuera el interrogatorio, guardó silencio sobre los asuntos más importantes. Es inusualmente robusto, tanto mental como físicamente, así que ni siquiera la persuasión psicológica o el suero de la verdad funcionaron. Tal vez sea un mensajero de Dios o del diablo. ¿O tal vez un humano artificial? ―El subordinado se encogió de hombros en broma, pero Vizaist no se reía.

―Ya está bien de bromas. Continúa ―dijo.

―Disculpe. De los que se esconden en Alpha, de la única que hemos podido confirmar la identidad es de Mir. Todavía hay muchos misterios en torno a Dante. Incluso las circunstancias de su captura son extrañas. Después de instigar una masacre de soldados en Iblis se rindió voluntariamente.

―¡¿Se rindió…?! ¿Un criminal mágico tan importante como él? ―Felinella levantó inconscientemente la voz, pero pronto se recompuso. Se sonrojó y se disculpó antes de instar al hombre a continuar.

―Tu sorpresa es comprensible ―dijo él―. Después de todo, se desconocen los motivos de sus crímenes o de su rendición, y es un hecho que muchos de los mejores Magicmaster de Iblis perdieron la vida poco antes de su captura. Pero incluso esta información está en el nivel de un secreto de estado, así que esto es lo máximo que podemos investigar. Por cierto, Dante fue retenido en la quinta capa y es completamente posible que haya liderado la fuga.

Tras esto, Felinella se dedicó a grabar en su memoria la información que había sobre la mesa. Aparte de lo mínimo, todos estos documentos acabarían siendo destruidos. Pero Felinella nunca había oído hablar de la Prisión de Troya y, francamente, no tenía ni idea de cómo los miembros del departamento de inteligencia habían reunido tanta información. Su padre era muy cercano a Berwick, y podría tener acceso a información de alto secreto, pero…

Podía ser reflexiva e inteligente, pero seguía siendo una niña y había muchas cosas del mundo que desconocía, y ahora incluso ella empezaba a sentir que las teorías conspirativas de las que hablaba la gente en la calle no estaban del todo equivocadas.

Por ejemplo, se preguntaba hasta qué punto el cataclismo de hace medio siglo había sido provocado por el ataque de Cronos, y si era cierto el número de víctimas que había provocado. Pero teniendo en cuenta el número de muertes y el colapso del orden, sabía que sólo sería para bien si todo era falso. Y ahora mismo, memorizar la lista de prisioneros era lo primero.

Mientras utilizaba al máximo su brillante cerebro, su expresión se congeló de repente y dudó de sus oídos ante las palabras de su padre.

―Primero hay que avisar a Alus. ¿Puedo dejar eso en tus manos, Feli?

Tras una pausa, Felinella se volteó hacia el padre y le preguntó de una manera extrañamente rígida y educada:

―Padre, ¿acaso estás tratando de destruir el amor de tu hija? No cabía duda de que Alus mantenía los asuntos militares a distancia. La expresión de Vizaist se puso rígida y trató de excusarse.

―No, ehm, los deberes y la vida privada deben estar separados ―dijo, tratando de dar una respuesta evasiva.

Felinella sofocó la actitud incoherente de su padre con una simple mirada.

―Lo entiendo ―contestó muy brevemente.

Dejando escapar un fuerte suspiro para calmarse, se dio cuenta de que, lógicamente, era el mejor método. En todo caso, se alegraba secretamente de tener una excusa para reunirse con Alus. Además, el departamento de inteligencia de Vizaist no se limitaba a recopilar información, sino que también la transmitía a las personas adecuadas en el momento oportuno. La información sólo tenía sentido cuando se utilizaba bien y sólo era valiosa cuando conducía a la acción.

Y en Alpha, nadie tenía más capacidad para actuar y hacer las cosas que Alus. Así que, aunque era necesario buscar el juicio de Berwick como responsable final de las decisiones en el ámbito militar, entregar información a Alus -la fuerza más fuerte de la nación- no iba en contra del propósito original del departamento de inteligencia. En todo caso, existían para entregarle información a él.

En otras palabras, las instrucciones de Felinella podían interpretarse como una información anticipada a Alus sobre el próximo movimiento que haría Berwick.

Notó que la atención de Vizaist se había desplazado repentinamente hacia la puerta principal.

―Por fin han llegado ―dijo Vizaist, y Felinella percibió que alguien estaba fuera.

Un hombre corpulento vestido con un overol se arrodillaba, respirando con dificultad, con la cara empapada de sudor. Su overol estaba húmedo de sudor, con algunas manchas oscuras que se formaban aquí y allá. Le costaba respirar y apenas formaba palabras.

―Capitán Vizaist… ―jadeó―, ¡La Única de Clevideet, Fanon, acaba de…!

¡Acaba de abandonar su nación y se dirige a Alpha!

―Cálmate y ve al grano. ¿Por qué un Único de otra nación se dirige a Alpha? ―Preguntó Vizaist al hombre.

Los Magicmasters Únicos eran los activos más valiosos de una nación; cada uno de ellos era el equivalente a un ejército. Que uno de ellos pusiera un pie en otra nación sin permiso era casi el equivalente a un ejército invasor y podía ser un grave problema político.

Felinella llenó de agua un vaso cercano y se lo dio al hombre regordete. El hombre lo engulló todo lo rápido que pudo, y luego respondió con rapidez e impaciencia.

―Es una información sólida de nuestro informante en Clevideet. Hay claros indicios de que la frontera ha sido traspasada. No se trata sólo de Fanon Trooper, sino también de su escuadrón.

―¡Tsk! ―Vizaist chasqueó la lengua. Bajó el tono y extendió un mapa de Alpha sobre el escritorio. Ahora tenían convictos fugados y un Único desenfrenado en sus manos.

―¿El gobierno de Clevideet no dijo nada de antemano? ―preguntó en voz alta Vizaist, claramente frustrado. Por supuesto, nadie de los presentes pudo responder. Su rostro se torció amargamente, y sólo pronunció una breve frase mientras marcaba afanosamente el mapa con un bolígrafo―. ¡Muévanse!

Los demás miembros intuyeron su significado y se apresuraron a arrojar a la chimenea los documentos sobre los prisioneros fugados y otras informaciones varias. Una vez completada la destrucción, todos se prepararon para sus próximas órdenes con determinación en sus rostros. Felinella, que sólo ayudaba a su padre ocasionalmente, se dio cuenta de que no habría sido capaz de leer su objetivo tan bien como ellos.

―Es claramente una situación anormal, pero no hay nada en el canal de comunicaciones de emergencia. Dudo que alguien dentro de la nación haya percibido la situación todavía. Afortunadamente, estamos cerca de la frontera ―dijo Vizaist.

El hombre sudoroso y regordete se colocó al lado de Vizaist, que miraba fijamente el mapa. Pronto los demás se unieron e intercambiaron información afanosamente. Utilizando el informe del hombre y la información de su agente en Clevideet, calcularon dónde deberían estar Fanon y su escuadrón en ese momento.

Felinella hizo tímidamente una pregunta pertinente:

―Por cierto, ¿sabes algo de lo que busca el escuadrón de Fanon Trooper?

―S-Sí… escuché que hubo un ataque terrorista dentro de Clevideet, pero perdí contacto en medio del ataque, así que no sé si es cierto o no.

―Entonces dudo que sigan algún procedimiento formal antes de entrar en la nación… ―Vizaist concluyó con una expresión amarga. Después de todo, el escuadrón de un Magicmaster Único se estaba moviendo sin ninguna notificación oficial. Si se parecía en algo al niño problemático de ranking 1 de su propia nación, era muy poco probable que Fanon siguiera los procedimientos adecuados―. Fugitivos y terrorismo, ¿no? Así que dudo que los movimientos de la Única de Clevideet no tengan nada que ver. De todos modos, no tenemos suficiente información tal y como está.

Teniendo en cuenta los graves asuntos que nos ocupan, los incidentes estaban casi definitivamente relacionados; sin embargo, el alboroto de Fanon Trooper podría suscitar más problemas. Un montón de trabajo extra acaba de caer en sus regazos.

¡Maldita seas, haciendo lo que te da la gana! Mi única opción es salir yo mismo, pensó Vizaist. Mientras daba órdenes a sus subordinados y reunía más información, Vizaist se devanaba desesperadamente los sesos.

Aunque ignoraran los puestos de control fronterizos, existía la red mágica establecida por las torres de vigilancia a lo largo de la frontera, cada una con guardias asignados. Pero como se trataba de una nación ajena, la situación excedía fácilmente su autoridad. Debido a los matices políticos que había detrás, les costaría decidir si empujar o tirar.

A pesar de su aspecto rudo, Vizaist también era políticamente hábil y podía comprender fácilmente la situación. Mientras reflexionaba, uno de sus subordinados le entregó un memorando con nueva información. Lo tomó y soltó un pequeño gemido.

―Uf, se están moviendo muy rápido. A este ritmo podríamos perderlos. No es bueno. Si cruzan la frontera a este ritmo, podría convertirse en un gran problema político.

Si las cosas se volvieran aún más problemáticas, no sería sólo una cuestión de perseguir a los prisioneros fugados. Podría incluso convertirse en un problema que hiciera tambalear al actual gobierno de Cicelnia. Y Vizaist y sus subordinados eran los únicos que realmente podían mover ficha. Era una suerte que estuvieran en una región tan remota. Una vez que tuvieran una buena idea de la ruta de Fanon, podrían tomar la distancia más corta posible para llegar al corazón del asunto.

―¡Reúne a todos los que estén fuera! Y envíenles las coordenadas ―ordenó Vizaist.

A las órdenes de su capitán, los subordinados, todos con ropas diferentes, respondieron al unísono.

―¡Entendido!