Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

NECESITABA PENSAR de qué trataría la historia. Por supuesto, el tema de los osos funcionaría bien para esto, dado que la niña no me dejaba ir (un oso). Pero, ¿conocía siquiera algún libro ilustrado que tuviera osos? El único en el que podía pensar era en el oso que apareció en ese cuento de hadas de Kintaro. La única otra cosa que se me ocurrió fue la canción “Bear in the Woods”. Traté de pensar en cosas de mi infancia, pero me di cuenta de que no había forma de recordar cosas que no sabías que existían. Todo lo que pude hacer fue hacer esta historia sobre algo cercano y querido para mí.

Empecé a dibujar una niña.

Lady Flora estaba mirando a mi lado. Ella podría haberse quedado maravillada por el hecho de que estaba dibujando, ya que estaba callada. Basé a la chica en Fina. Es más fácil dibujar cuando tienes una musa.

“Se parece exactamente a Fina, ¿no es así?”

“Bueno, eso es porque esto realmente le pasó a ella”.

“Oh, ¿de verdad?”

Fina, quien era el tema de esto, estaba lejos, bebiendo nerviosamente algo que la criada le había dado. Supongo que un plebeyo normalmente no experimentaría que una sirvienta le preparara el té. Quemé varias hojas de papel. Finalmente, llegué a la escena donde el oso (yo) haría acto de presencia.

“Vaya, qué oso tan adorable”.

Dibujé el oso de dibujos animados (interpretando mi papel). Bueno, el que apareció no fui yo, sino una caricatura de un oso real.

Realmente deseaba tener colores, pero pensé que estaba haciendo un buen trabajo solo con blanco y negro. Quizás la próxima vez trataría de buscar bolígrafos de colores.

“Vaya…”

Los ojos de Lady Flora brillaron mientras miraba el dibujo del oso.

“De todos modos, esta es la primera vez que veo dibujos tan lindos”.

“¿De verdad?”

“Conozco a muchos artistas, pero nunca antes había visto dibujos como este”.

Terminé de dibujar la escena del encuentro entre la niña y el oso.

“¿Qué le pasa a la chica?” Lady Flora me preguntó.

“Espera a que lo dibuje”.

“Entonces date prisa y dibuja, ¡rápido!”

Empecé a dibujar las siguientes escenas. Después de eso, terminé los dibujos en varias hojas más. Dibujé la escena de la niña volviendo a su pueblo al final y el oso volviendo a su casa en el bosque, y el libro de imágenes estaba terminado.

“Está hecho…”

Solo me tomó unas horas dibujar lo que fue más o menos un tour de force. Supongo que eso es lo que se puede esperar, considerando que no soy un autor profesional de libros ilustrados. Organicé los papeles y se los entregué a Lady Flora.

“¿Son para mí, oso?”

“Supongo que me encantaría que lo leyeras”.

“Gracias, oso”.

Ella tomó el libro feliz.

“Bien por ti, Lady Flora. Tendré esto encuadernado más tarde para que las páginas no se separen”.

Lady Flora estaba absorta en mi libro de imágenes. Lo más importante era que estaba feliz. No había usado mis habilidades de oso, sino mis propias habilidades para dibujarlo en esas horas. Sentí que era la primera vez que mis propias habilidades habían sido útiles en este mundo. Mientras estiraba los músculos de la espalda y relajaba los hombros, alguien llamó a la puerta y entró una doncella.

“Lady Flora, es hora de comer”.

“Entonces, ¿qué tal si salimos también?”

Ellelaura se puso de pie. Yo hice lo mismo.

“¿Ya te vas a casa, oso?”

Cuando Ellelaura le dijo a Lady Flora que nos íbamos, Lady Flora se aferró a mi ropa.

“Uhh, Lady Flora, volveré otra vez”.

“¿De verdad lo harás?”

“Estaré en la capital por un tiempo, así que volveré”.

“Está bien, ya veo”.

Su manita soltó mi ropa.

“Fina, nos vamos. No puedes lucir blanca como una sábana para siempre”.

“¿Y-yuna?”

Fina volvió a la realidad. Era como si estuviera en un mundo completamente diferente hasta ahora. Supuse que Fina se desmayaría si supiera lo que había en el libro de imágenes, así que me callé.

Dejamos a Lady Flora y los terrenos del castillo. Al final, los únicos lugares que pudimos ver fueron los campos de entrenamiento de caballeros y la habitación de la princesa, pero estaba harta del castillo. Tenía mis dudas sobre si la propia Fina lo disfrutó. Cuando regresamos a la casa de los osos, Noa estaba sentada en la entrada principal. Cuando se fijó en nosotros, se puso de pie y adoptó una pose furiosa.

“¿Dónde estaban todas ustedes?”

“En el castillo.”

Le di una simple explicación.

“¡Madre! ¿Por qué vas a lugares sin decírmelo? Por favor, llévame contigo”.

“Pero simplemente no te despertabas”, respondió Ellelaura con calma. “Además, decidimos que iríamos al castillo después de que yo llegara, así que no había forma de invitarte”.

“Podrías haber vuelto a la casa o haber hecho algo. Por favor, no me dejes fuera”.

“Entonces deberías levantarte temprano”.

“Ugh… está bien. Pero, por favor, asegúrate de despertarme la próxima vez”.

“Lo haré si no me dices ‘solo un poco más’ mientras duermes”.

Noa se puso roja y se quedó en silencio.

“Pero no puedo creer que supieras que estaríamos aquí”.

“Surilina dijo que estabas murmurando sobre pizza cuando te fuiste, madre. Supe a dónde fuiste de inmediato. Pero cuando llegué aquí, no había nadie alrededor. También me gustaría volver a comer pizza”.

“Bueno, entonces, estoy a punto de hacer algunas, ¿podrías echarme una mano?”

Me dirigí al horno de piedra y comencé a preparar la pizza. En realidad, los ingredientes que había preparado ayer seguían en el almacén de osos, así que todo lo que tenía que hacer era medirlos, poner los ingredientes y hornearlas. Terminé de prepararla, el horno comenzó a llenarse de calor y puse la pizza para hornearla.

“Vaya, eso huele delicioso”.

“Me gustaría comer algo tan delicioso como esto todos los días”.

“Vas a engordar”.

“¡¿Esto te hace engordar?!”

“Sí, ya que tiene mucho aceite. Como máximo, debes comerlo solo un par de veces al mes. Y, si comes demasiado, te cansarás, así que es mejor practicar la moderación”.

Sin embargo, no es como si te aburrieras si tuvieras muchas coberturas. Necesitaba buscar alrededor de la capital real y buscar más ingredientes nuevamente. La búsqueda del arroz, la soja y el miso continúa… La pizza terminó de hornearse, así que la saqué del horno. Lo corté en cuatro porciones y las emplaté.

“Bueno, entonces, estoy probando”.

“Esta caliente, así que por favor ten cuidado”, le advertí a Ellelaura, ya que era la primera vez que la comía. No sería bueno que se quemara.

“¡Oh! ¡Está caliente! Pero está muy buena”. Dejó que el queso se estirara mientras lo saboreaba.

“Sí, está delicioso”, dijo Fina.

Mientras todos comían, me dispuse a hornear otra. Ayer nos atiborramos hasta reventar intentando comer dos pizzas entre cuatro personas.  Hoy éramos otra vez cuatro personas, pero como Ellelaura era adulta, pensé que dos estarían bien.

“Yuna, puedo hacerlo”, se ofreció Fina a darme una mano entre bocado y bocado.

“Puedes seguir comiendo, Fina. Terminaré esto de inmediato”.

“Pero…”

“No te preocupes por eso”.

“Está bien.”

Fina pareció disculparse. Sin embargo, no necesitaba estarlo. Terminé de preparar la segunda pizza y comí junto con ellas hasta que la pizza terminó de hornearse. Dos pizzas resultaron ser la cantidad ideal con un adulto presente; Ellelaura también tuvo una opinión favorable de la pizza al final.

“Realmente parecía un poco aceitoso. Quiero algo refrescante ahora”.

“En ese caso, ¿te gustaría tener pudín para limpiar el paladar?”

“¡Me comeré uno!” Gritó Noa, levantando la mano.

“¿Pudín? ¿Qué podría ser eso?”

“Es una comida dulce y deliciosa”, comenzó a explicar Noa en mi lugar.

Era más fácil mostrárselo a Ellelaura, así que saqué los pudines de mi almacén de osos.

“¿Esto es pudín?”

“Uno para cada una”.

Ahora solo me quedaba una pequeña cantidad de pudín. Había comido varios de camino a la capital y desde que llegamos aquí. También me estaba quedando sin huevos, ya que los había estado usando en la preparación de comidas. ¿Quizás debería volcer a Crimonia y conseguir algo?

“¿Qué es esto? La pizza era maravillosa, ¡pero este pudín también es delicioso! Creo que la gente compraría esto si tuvieras un negocio”.

“Si tuvieras una tienda, compraría algunos todos los días”.

Tanto madre como hija me elogiaron a la vez. La apertura de la tienda podría ser factible si consiguiéramos más pájaros para poner huevos, pero ¿cuántos pájaros teníamos? Dejé esas cosas a Liz y Tiermina, así que realmente no lo sabía. Una vez que volviera a Crimonia, tendría que preguntar.

Parecía que Ellelaura y Noa querían comer más pudín, pero yo no podía ser tan libre con mis existencias, así que tendrían que aguantar. De todos modos, no sería bueno para ellas exagerar.

“Yuna, gracias por hoy”, dijo Ellelaura.

“Hacer una excursión al castillo también fue divertido para mí. Muchísimas gracias.”

Eso no fue una mentira. Me divertí más que suficiente viendo el interior del castillo, incluso si casi le da a Fina un aneurisma. Simplemente no pensé que me llamarían a la habitación de la princesa.