Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 2

Capitulo 8: Build Defensiva Y Encuentros

Parte 2

 

 

“¿Tenemos que… usar la llave en algún lado?”, preguntó Maple.

“Quién sabe”, dijo Sally. Ella le regresó los aretes a Kasumi. “Como sea, estos son tuyos”.

Publicidad M-AR-2

Discutieron las cosas un poco más, y decidieron que Kasumi debería quedarse con la llave también.

“Muy bien, de regreso por donde vinimos”.

Este era un camino sin salida, y podían ser atrapadas fácilmente.

No podían permitirse quedarse más tiempo.

Tras explorar un poco más, encontraron un agujero cerca del techo.

Publicidad G-M1



Estaba justo a mitad del pasillo—y no era algo que hubieran visto antes.

La suposición más obvia era que algo estaba oculto dentro.

“¿Podemos entrar?”.

“Uh… demasiado alto para usar Salto…”.

Estaba a unas buenas diez yardas por sobre ellas, y Sally no podía saltar tan alto.

Se detuvieron a pensar.

“……… ¡Esperen! ¡Shhh! …… ¡Oh, no!”.

Los oídos de Sally escucharon a algo arrastrándose hacia ellas.

Desde ambas direcciones.

Se las habían arreglado para evitar algo así todo este tiempo—de hecho, el grupo había evitado casi todo encuentro. Todo gracias a que Sally había estado muy concentrada detectándolos a tiempo.

Usando la dirección y la fuerza de los temblores para estimar la distancia y sus posiciones, ella había escogido cuidadosamente las mejores rutas.

Pero su suerte se había acabado.

Ella se equivocó sobre la posición de uno de los caracoles.

Publicidad M-M5

“¡El agujero es nuestra única salida!”.

“¡Sally, usa Salto! ¡Yo me encargo del resto!”.

No había tiempo para que Kasumi explicara su plan.

Ambos caracoles ya estaban a la vista.

“¡Salto!”.

Con la esperanza de alcanzar, Sally saltó—pero con las otras dos como peso extra, fue imposible.

“¡Tercera Espada: Luna Azul!”.

A mitad del aire, Kasumi aceleró.

El sistema aumentó su movimiento, enviándola hacia arriba.

Arrastrando a las otras dos con ella.

Kasumi giró en el aire, dejando un efecto de ataque detrás y propulsándose hacia adelante…

Cayendo justo dentro de la entrada del agujero.

Las otras dos fueron arrastradas también, y todas entraron de golpe. Sally miró por sobre la orilla a los caracoles debajo.

Estaban escupiendo cosas pegajosas, pero no podían alcanzarlas ahí.

“¡Parece que no pueden seguirnos!”, dijo, aliviada. Se recostó contra la pared de cristal, descansando.

“Ha-ha… Me alegra que haya funcionado”.

“Gracias, Kasumi. Salto no habría sido suficiente”.

“¡Eso fue asombroso!”.

“Luna Azul tiene un tiempo de recuperación bastante largo luego de cada uso. Si eso no hubiera funcionado, no me habría podido mover para nada, y los caracoles nos habrían derrotado. Fue una apuesta”.

Pero esa apuesta había funcionado.

Las tres chicas finalmente podían descansar.

Este agujero no era suficientemente grande para los caracoles.

“Descansar es bonito y todo eso, ¿pero no deberíamos revisar el agujero primero? No sabemos si hay monstruos aquí”.

“…………Buen  punto. Nunca se sabe. Estuve

asumiendo que los caracoles eran la única cosa en el calabozo”.

“Será mejor que confirmemos entonces”.

Se levantaron y avanzaron más profundo.

El agujero conectaba con una cámara circular.

Era una caída de cinco yardas hacia el suelo de abajo y había seis pasillos para entrar.

Desde la distancia, era obvio que esos pasillos eran suficientemente grandes para los caracoles.

Pero en la pared opuesta al agujero—había una puerta.

De sólo dos yardas de alto.

Definitivamente no tan grande como la de las habitaciones de jefe que habían encontrado antes.

“¿Creen que sea la salida?”.

“Espera.    ¡Vista    Aguda!    ………Hay  un  cerrojo.

Probablemente para la llave que encontramos. Creo que es seguro asumir que hay algo dentro”.

“Entonces… ¿vamos? No escucho ningún caracol cerca”.

“¿Oh?”.

“¿Segura?”.

Sally lo comprobó de nuevo.

Ambos pasillos estaban en silencio.

Ella escuchó otro minuto, pero no pudo escuchar caracoles.

“Muy segura. No hay ningún sonido”.

“Entonces… ¿vamos?”.

“¡Adelante!”.

Todas bajaron del agujero.

Maple y Kasumi confiaban en las habilidades de detección de Sally.

Sally, también, confiaba en ellas.

Y esas habilidades le habían dado una respuesta precisa.

No había caracoles cerca. No había monstruos en ningún sitio.

Pero, dado lo que pronto ocurrió, deberían haber descansado en aquel agujero. Las tres chicas estaban demasiado cansadas para pensar correctamente.

Ninguna pensó que bajar del agujero cambiaría las cosas.

Al tocar el suelo, el cristal detrás de ellas creció— bloqueando el agujero.

Y aquel horriblemente familiar sonido hizo eco desde cada rincón del pasillo.

Ese horrible sonido de arrastre que ya se habían cansado de escuchar.

“¡R-Rayos!”.

“¿Ahora qué?”.

“¡Corran! ¡Solo eso nos queda!”.

Maple estaba equipada completamente.

Pero no tenían tiempo para esperar a que se desequipara todo y cargarla. Los caracoles ya estaban apareciendo desde los pasillos.

Había veinticinco yardas hasta la puerta.

Normalmente, una distancia insignificante, pero ahora—parecía demasiado lejano.

““¡Super Velocidad!””.

Sally y Kasumi se volvieron borrosas, acelerando, y arrastrando a Maple con ellas. Caracoles estaban entrando a la habitación, tres desde la derecha y tres desde la izquierda, dos de ellos en las diagonales por delante.

Esos dos estaban lanzando liquido pegajoso por doquier, tratando de evitar que ellas llegaran a la puerta.

“Hngg… ¡izquierda!”.

“¡Entendido!”.

Sally y Kasumi rápidamente giraron, siguiendo un camino seguro.

Maple estaba siendo arrastrada y no podía usar maniobras evasivas, así que tuvo que usar Devorador para escapar de lo pegajoso.

Los caracoles eran más rápidos que Maple, pero nada en comparación a Sally y Kasumi.

Siempre y cuando evitaran el líquido pegajoso, alcanzar la puerta sería simple.

“¡Kasumi! ¡La llave!”.

“¡Voy!”.

Kasumi abrió su inventario, tomó la llave, y la estiró hacia el cerrojo.

Publicidad G-M2



Pero entonces…

“¡Rayos!”.

Se escuchó un sonido pegajoso, y algo salió disparado de un caracol—algo que sólo podía describirse como un tentáculo.

Este le quitó la llave de la mano.

El tentáculo colocó la llave sobre la cabeza del caracol.

Luego, dicho tentáculo regresó al cuerpo del caracol.

“¡T-Tenemos que recuperarla!”.

“¡Pero no podré llegar con Salto…!”.

Sally a solas podría lograrlo, pero con Kasumi y Maple, estaba demasiado alto.


“¡No podemos detenernos! ¡Ya vienen!”.

Los caracoles estaban arrastrándose hacia ellas. Parar siquiera un segundo las dejaría cubiertas en el líquido pegajoso. Y podrían ser atacadas con los tentáculos de nuevo.


“Kasumi, ¿podrías usar Luna Azul?”.

“¡Necesitaría que me protegieran! ¡O me derrotarán antes de que el periodo de recuperación termine!”.

Más y más partes del suelo estaban siendo cubiertas en la baba.

No tenían mucho tiempo restante.

Fue Maple la que rompió este punto muerto.

“…… ¡Sally! ¡Corre hacia el agujero del que salimos!”,

gritó.

Sally la volteó a ver, y vio la confianza en sus ojos.

“…Entendido. ¡Bueno, que sea lo que tenga que ser!”.

Sally y Kasumi aceleraron.

Regresando hacia el agujero, queriendo escapar de los caracoles—

—que ya las tenían rodeadas.

“¡Yo me encargo! ¡Sexta Espada: Inferno!”.

Su katana se prendió en llamas, enviando fuego abrasador hacia los caracoles.

Esto no causó daño, pero provocó que estos se agitaran ligeramente—comprándole al grupo suficiente tiempo para esquivarlos. (Ellas ya habían probado esto en su camino hacia acá).

Publicidad M-M3

Los caracoles se giraron para seguirlas.

“¡Eso pensé! No son muy inteligentes”, dijo Maple.

Los caracoles estaban todos siguiéndolas.

Esto por sí solo hizo que las otras dos entendieran cuál era el plan de Maple.

“¡Hidra!”.

“¡Salto!”.

“¡Tercera Espada: Luna Azul!”.

Cada skill hizo su trabajo.

Maple hizo que los caracoles se agitaran ligeramente de nuevo, y Kasumi y Sally usaron esa oportunidad para saltar sobre los caparazones de los caracoles.

La skill de Maple había comprado suficiente tiempo para que Kasumi pudiera recuperarse luego de activar la suya.

“¡Nada de baba aquí arriba! Y…”.

Publicidad M-M1

Sally miró hacia adelante. Más caracoles, siguiendo el mismo comportamiento.

Uno de ellos tenía la llave.

Ya que los caracoles las habían seguido en una sola fila, formaron una línea recta casi hasta llegar a la puerta.

Y por pura suerte, el caracol que tenía la llave se había unido a la fila por último y se había colocado a un costado.

“¡Podemos recuperar la llave sin que el caparazón nos estorbe!”.

“¡Salto!”.

El caparazón era más alto que la cabeza del caracol, así que todo lo que tuvieron que hacer fue bajar un poco y tomar la llave.

“¡La tengo!”.

“¡Rápido!”.

Pero el suelo debajo estaba en tan malas condiciones que perdieron valiosos segundos.

Para cuando alcanzaron la puerta de nuevo, los caracoles ya habían lanzado baba y sus tentáculos hacia ellas.

Pero…

“¡Protección!”.

El escudo de Maple lo bloqueó todo.

Con ella como defensa, ni un solo ataque podría alcanzarlas.

“¡No los dejaremos hacerlo una segunda vez!”.

“¡Muy bien! ¡Está abierta!”.

Pasaron por la puerta, tambaleándose.

Al segundo en que todas pasaron, la puerta desapareció—ya no había posibilidad de que los caracoles las siguieran.

Y la cadena que las ataba se resquebrajó.

Habían completado el calabozo.

“Uf… estamos vivaaaaas…”.

“Qué… cansanciooooo…”.

“No quiero volver a ver un caracol en mi vida…”.

La habitación tenía cuatro cofres de tesoro y un círculo mágico.

“¿Los abrimos?”.

“Ooh, sí”.

Cada una se acercó a uno.

“¡Una lanza!”.

“Un escudo pesado”.

“En el mío había una varita”.

Las tres vieron cada objeto. El escudo pesado era lo único que alguna de ellas podía equiparse.

“Maple, puedes quedártelo. A mí no me funciona”, dijo Kasumi, entregándole a Maple el Geoda Amatista.

“¿Segura?”.

“Por favor, quédatelo”.

No era exactamente un intercambio justo, pero Maple le entregó la lanza, y Sally le dio la varita.

“Hmm… son buenos objetos”, dijo Kasumi, revisando los stats.

Los jugadores que pudieran equiparlos definitivamente estarían interesados.

“Queda otro cofre”.

Sally caminó hacia este.

Las otras dos miraron cómo ella abría la tapa.

“Hmm… tres pergaminos. ¡Eso es todo!”.

Asegurándose bien que no hubieran medallas, Sally tomó los pergaminos.

“Son idénticos. Todas podemos aprender la skill”.

Ella le lanzó a cada una un pergamino.

Una vez todo entró a sus inventarios, habían terminado con este lugar.

“¿Nos vamos?”.

“Sí. Cielos, esa caverna fue difícil. ¡Estoy agotada!”.

Se pararon en el círculo mágico y dejaron el calabozo.

Los estilos de juego únicos de cada una las habían ayudado a sobrevivir ilesas.

Cada una había cubierto las carencias de las demás.

Al fin, se encontraron de nuevo en el desierto.


“Ah… ¡el cielo de noche…!”.

“No estuvimos ahí tanto tiempo”.

“Pero es una buena vista para nuestros ojos cansados”.

Tras varias horas en la cueva, ver el cielo era una innegable fuente de alivio.

“Entonces, uh… se suponía que íbamos a luchar contra ti, Kasumi. Pero… creo que ya no hay necesidad”.

Tras haber cooperado tanto, Sally no estaba de humor para reiniciar su batalla.

Tampoco Maple.

“Yo tampoco pienso luchar”, dijo Kasumi. “Aunque desde un principio no pensaba hacerlo…”.

“¡Oh!”, dijo Maple. “¿Podemos agregarte a nuestra lista de amigos?”.

“Mm, claro”.

Las tres se registraron una a la otra, y luego se tiraron sobre la arena, mirando el cielo.

Entre su fatiga y su alivio, ninguna deseaba hacer nada más.

“Kasumi, ¿qué harás ahora?”.

“Hmm. Bueno, creo que deberíamos separarnos. Ahora que somos amigas, podemos encontrarnos cuando acabe el evento”.

“Puedes venir con nosotras si quieres”.

“¡Sí! ¡Por supuesto que puedes venir!”.

“Ha-ha. Aprecio la oferta, pero no esta vez. Siento que tener dos medallas de oro en el mismo grupo significaría tener que luchar mucho más”.

Ese era un muy buen punto.

Los demás jugadores sabían que Maple y Kasumi tenían una medalla de oro cada una.

Eso las convertía en objetivos tentadores.

Y si estaban juntas—eso duplicaba el valor de atacarlas.

“Oh… es una pena, pero es verdad”.

Publicidad M-AB

“Mm. Bien”, dijo Kasumi, levantándose. “Será mejor que me vaya”.

“¡Buena suerte!”.

“Igual ustedes”.

Kasumi agitó su mano una vez, y empezó a caminar por la arena.

Su inesperada cooperación llegó a su fin.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios