Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

Volumen 2

Capitulo 49: El Oso Informa De Que Va A La Capital

PRIMERO, me dirigí al gremio de comerciantes para decirle a Milaine que me marchaba de la ciudad. No había mucha gente en el gremio de comerciantes, posiblemente porque era más de mediodía. Cuando fui a la recepción, Milaine parecía aburrida.

“¿Yuna? ¿Que necesitas?”

“Me dirijo a la capital real por un tiempo, así que quería preguntarte si podrías dejarle a Tiermina las cosas de los huevos”.

En realidad, ella ya lo estaba manejando todo de todos modos. Lo máximo que hacía era opinar sobre los precios de vez en cuando.

“¿Vas a la capital real?”

“Solo tengo un trabajo rápido de escolta”.

“Veo. Bueno, ya que vas a la capital, estaré esperando los recuerdos”.

“Seguro, ¿hay algo que quieras?”

“Eso te lo dejo a ti”.

Cuando se trataba de recuerdos, comidas o cualquier cosa, esa fue la respuesta más difícil de obtener. Supongo que era mejor que si me hubiera pedido algo irracional.

“Esto no es realmente un recuerdo, pero puedes quedarte con esto, Milaine”.

Saqué un pudín del almacén de osos.

“¿Qué es esto?”

“Es un postre llamado pudín. Lo hice con huevos de kokekko. Ponlo en el refrigerador y cómelo en tu descanso. Déjame saber lo que piensas al respecto cuando regrese de la capital”.

“Muchas gracias. Me lo comeré más tarde. Por favor, recibe esto a cambio”.

Milaine escribió algo y me entregó una carta sellada.

“¿Qué es esto?”

“Es mi carta de presentación. Si le das esto al gremio de comerciantes de la capital real, creo que podrían darte un alojamiento favorable. Úsala si tienes problemas con ellos”.

Como estaba planeando visitar el gremio de comerciantes, acepté con gratitud la carta.

“No te olvides del pudín. Asegúrate de enfriarlo antes de comerlo”, le dije al salir.

Después de eso, solo necesitaba visitar tres lugares más: la casa de Fina, el gremio de aventureros y el orfanato. El gremio de aventureros era el más cercano en mi ruta. Cuando llegué allí, no estaba tan lleno. Llamé a Helen en la recepción.

“Oh, Srta. Yuna”.

“¿Podrías ayudarme con esto?”

Le entregué la carta de Cliff a Helen. Sus ojos escanearon su contenido.

“Procesaré esto en la recepción, así que, si puedes dejarme tu tarjeta de gremio, por favor”.

Se la pasé.

“Bueno, supongo que esto significa que no estarás en la ciudad por un tiempo”.

“Sin embargo, no estoy seguro de cuánto tiempo”.

El maestro del gremio apareció de quién sabe dónde y me llamó.

“Yuna, ¿vas a algún lado?”

“Parece que irá a la capital real a petición de Lord Cliff”.

“Oh, ¿para la celebración del cumpleaños del rey?”

El maestro del gremio me miró con atención.

“Yuna, espera un segundo.”

Se escabulló hacia una habitación interior. Me puse a pensar qué podría ser justo cuando regresó.

Lleva esto contigo.

Otra parada, otra carta.

“¿Qué es esto?”

“Es para que no causes un escándalo en el gremio de aventureros de la capital”.

“¿Qué quieres decir con eso?”

“Vas a la capital con ese aspecto, ¿no? ¿Olvidaste tu primer día aquí?”

Ya nadie trataba de buscar pelea conmigo cuando entraba en el gremio. Ya ni siquiera recibía tantas miradas extrañas al caminar por la ciudad. De hecho, los niños habían empezado a seguirme más últimamente. Era como si me hubiera convertido en una especie de mascota del pueblo. No podía esperar el mismo trato en el extranjero.

“Creo que, si le das esta carta al gremio de aventureros, ellos te cuidarán un poco”.

Estaba agradecida por eso. Quiero decir, derribar a las personas una a una se vuelve tedioso después de un tiempo. Después de darle las gracias por la carta, me fui.

Mi siguiente parada fue la casa de Fina. Gentz ​​no estaba allí, pero sí las tres mujeres.

“Oh, entra, Yuna. ¿Qué te trae por aquí?”

“¡¿Yuna está aquí?!”

Fina bajó de arriba. Shuri la siguió.

“Vine para hacerles saber que, a partir de mañana, iré a la capital real por un tiempo”.

“¿Vas a la capital?” preguntó Shuri.

“Estaré allí para un trabajo de escolta. Tiermina, creo que te irá bien, pero ¿podrías encargarte de las cosas del orfanato?”

“Entendido. Estoy segura de que no tendremos ningún problema, así que tomate tu tiempo para hacer turismo en la capital. Es tu primera vez, ¿no?”

“Ojalá pudiera ir”, murmuró Fina suavemente mientras nos escuchaba.

“¿No has ido antes?”

“No lo he hecho”.

Supongo que sin su padre y Tiermina enferma, ella no habría podido.

“¿Quieres venir?”

“Oh, ¿estás segura?”

“Bueno, es un viaje de dos personas solo conmigo y con la persona a la que escolto, por lo que agregar a otra persona no causará ningún problema”.

“¿Estás segura, Yuna? ¿No es un trabajo?” Preguntó Tiermina.

“Le preguntaré a la persona a la que escoltare mañana. Si obtengo permiso, iremos juntas. Si no, supongo que tendrás que mantener la casa”.

“Estoy tan celosa”, dijo Shuri, dándole a su hermana una mirada de envidia.

“No puedes ir, Shuri. Tienes que cuidar la casa con mami”.

“Waaaah”.

“Realmente no quieres estar sola con tu mamá, ¿eh?”

Shuri negó con la cabeza de lado a lado, “Nuh-uh”.

Tiermina le dio un abrazo a Shuri.

Bueno, entonces vendré a buscarte mañana por la mañana. No es necesario que prepares nada, pero si hay algo que vas a llevar, prepáralo para que pueda ponerlo en mi bolsa sin fondo”.

Finalmente, fui al orfanato para avisar a la directora y a los niños que no vendría por un tiempo y les dejé un poco de carne de lobo.