Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

UNAS HORAS DESPUÉS de que nos cambiamos a Kumakyu, cambiamos a Kumayuru de nuevo y continuamos donde lo dejamos. Vimos el pueblo cuando el sol comenzaba a ponerse. Kumayuru redujo la velocidad cuando cruzamos sus límites exteriores. Dentro reinaba el silencio. No hubo un solo sonido, era como un pueblo fantasma.

Me vino a la mente la frase aniquilación total. Me sentí un poco mal.

Kai se bajó de Kumayuru y corrió hacia la aldea.

“¡¿Todos, están aquí?! Soy yo. Kai. ¡Regresé!” Gritó Kai. Nadie respondió durante un buen rato. Se abrió la puerta de una casa cercana.

“¿Eres tú, Kai?”

Un hombre salió de la casa.

“¡Papá! ¿Dónde está mamá? ¿Dónde está el resto del pueblo?”

“Tu mamá está bien, pero no puede hacer mucho. No hemos tenido una comida decente en varios días”.

“¿Qué pasa con todos los demás en el pueblo?”

“No van a salir”.

“¿Por qué no?”

“Reacciona al sonido. La familia Ermina trató de huir y todos fueron devorados. Londo fue devorado cuando fue a buscar agua al pozo. Ya nadie sale afuera, ya que podríamos terminar comidos”.

“En ese caso, ¿no sería peligroso hablar aquí también?”

“Sí lo es.”

“Entonces, papá…”

“Pero alguien tiene que hacerlo. Por el bien de Domgol”.

“¿Domgol?”

“Cuando te subimos al caballo para pedir ayuda, Domgol actuó como señuelo y murió”.

“Domgol era…”

“Por lo tanto, necesitamos saber qué hacer ahora. Eso es lo que podemos hacer por el bien de Domgol”.

“Papá…”

“¿Qué pasa con el oso?”

El padre de Kai me miró.

“Esta chica es una aventurera que se adelantó a recopilar información”.

Su expresión se volvió abatida y amarga.

“Una chica con un traje de oso, como esa va…”

“Papá, el maestro del gremio viene tras nosotros. Dijeron que enviarán aventureros de rango C después de eso”.

El padre de Kai pareció aliviado. Bueno, supongo que cualquiera lo estaría cuando se enterara de que su destino estaba confiado a más de una chica con traje de oso, ¡incluso profesionales!

“¿Cuándo llegará el maestro del gremio?”

“Pudimos llegar a la aldea desde la ciudad en medio día porque usamos su invocación, pero el maestro del gremio dijo que le tomaría hasta mañana”.

“Ya veo, entonces, ¿qué va a hacer, señorita?”

“Primero reuniré información, luego, si puedo, la mataré”.

“Los chistes solo son divertidos si puedes reírte de ellos. ¿Si puedes matarlo? No hay manera”, escupió, claramente necesitando desahogarse.

“No eres tú quien decide eso. Soy yo. Cuéntame todo sobre esta víbora negra”.

“No sabemos mucho. Solo que viene al pueblo a comer a primera hora de la mañana. Destruye una casa y, después de que se come a todos los que están dentro, se va. Entonces, si alguien intenta correr, se lo come. Si haces algún ruido, terminas siendo lo primero que quiere comer”.

“En ese caso, saldré a ver a la víbora negra”.

“¿Tan tarde en la noche?”

En aproximadamente una hora, más o menos, el sol se escondería completamente detrás del horizonte.

“Me voy porque es tarde. Si la encuentra y se convierte en una batalla, puedes usarme como señuelo y huir. Puedes huir siempre que tengas un caballo, ¿verdad?

“No, no creo que nadie corra más. Todos creen que se los comerán si corren. Y no tenemos suficientes caballos para que todos en el pueblo puedan escapar”.

“De todos modos, me voy”.

“Señorita, tenga cuidado”.

Acaricié la cabeza de Kai, salté sobre Kumayuru y me fui.

Mi detección de osos detectó algo un poco alejado. Probablemente solo me tomaría unos minutos llegar allí al ritmo de Kumayuru.

Corrimos por llanuras vacías. La víbora negra que estábamos buscando seguramente aparecería pronto. En la tenue luz del atardecer, distinguí una forma oscura delante; pensé que era una roca hasta que noté los serpentines apilados y sinuosos, grandes como un autobús.

Era enorme y aparentemente estaba dormida. Bueno, pensé, la victoria llega a los que golpean primero.

Desmonté y llamé a Kumayuru. Cuando volví a mirar a la víbora negra, su cabeza se había levantado. Sus ojos estaban fijos en mí; sacó la lengua, saboreando el aire. Al verla despierta, con toda la terrible masa en movimiento, ya no me sentía tan fuerte.

La víbora salió disparada, reduciendo la distancia entre nosotros en un instante. Antes de que pudiera parpadear, su boca ocupó todo mi campo de visión.

Salté a la derecha. Su gigantesco cuerpo me rozó al pasar. Por un segundo pensé que estaba a salvo, pero su cuerpo dio la vuelta para otra pasada. Inmediatamente me protegí con mi mano de oso blanco, pero me envió rodando por el suelo.

Hasta donde me lanzó, esperaba sentir más impacto. ¿Quizás el traje lo absorbió? La víbora no me dio tiempo para especular; se levantó para atacar de nuevo.

No pude saltar fuera de su alcance. Salté a izquierda y derecha, pero incluso cuando lo esquivé, sus espirales y cola me atacaban dos, tres veces seguidas. Cuando se movía, su cuerpo arrojaba una nube de polvo que me picaba los ojos y lo volvía todo turbio. También se estaba poniendo más oscuro; era difícil distinguir su cuerpo negro contra la noche.

Reaccionaba a los sonidos. Quizás venir por la noche fue un error.

Despejé la nube de polvo con un hechizo de viento.

Repasé mi conjunto habitual de hechizos de combate las pocas veces que dejó de moverse, pero simplemente sus escamas la protegían. Era demasiado grande para un pozo. La magia del oso sería exagerada; pensé que podría vencerlo si usaba el oso de fuego, pero dado que la piel parecía ser útil para muchas cosas, quería evitar quemarla si era posible.

En el juego, no importaba cómo derrotara las cosas; todavía se convertirían en objetos. En la vida real, si quemaba algo, no podía volver a ponerlo como estaba. Si lo cortaba con una espada, se rayaría. Si atacabas con magia, dañarías los materiales.

El fuego estaba fuera de la mesa y el viento no parecía más prometedor. Cuando pensé que mis cortadores de aire la lastimaban, la herida se curaba en segundos.

Si no puedo atacar el exterior, pensé , ¿qué tal el interior?

Salté hacia atrás para comprarme algo de distancia. La víbora se deslizó detrás de mí. Me moví de un lado a otro, esperando a que abriera la boca. Todo lo que hizo fue atacarme, y no había entrado a morderme desde su primer ataque. No abriría la boca si me quedara con este enfoque. ¿Quizás lo haría si saltara?

Pateé el suelo y salté alto. Cuando escapé hacia el cielo, la víbora negra abrió la boca y golpeó. En ese momento, conjuré diez osos de fuego del mismo tamaño que uno de mis guantes de oso.

Los mini osos de fuego se reunieron en filas limpias frente a mí. La boca de la víbora negra se acercó en línea recta. Era como si prácticamente me pidiera que soltara los osos en su boca. Quemaron su larga lengua al bajar.

La víbora se retorció de dolor, su cuerpo colapsó con un fuerte golpe.

Su cuerpo se agitó, sacudiendo el suelo, pero después de un tiempo sus movimientos se debilitaron y al final dejó de moverse.

Entre tú y yo: había un olor a barbacoa de primera que salía de su boca.

“¿Se terminó?”

La detección de osos no pudo captar su señal. Estaba muerta, de acuerdo.

Definitivamente no podrías derrotar a un monstruo con magia normal una vez que llega a esta clase. ¿Significaba eso que tenía que pensar en una magia de oso más conveniente? Si seguía así, terminaría quemando todos los materiales que quería.

Guardé el cuerpo de la víbora en un almacén para osos. Misión cumplida. Saqué a Kumakyu y decidí regresar al pueblo. Kai estaba de pie en las afueras.

“¿Qué estás haciendo en un lugar como este?”

“Te estaba esperando.”

“¿A mí?”

“Sí, estaba pensando que, si volvías corriendo aquí, entonces me dejaría comer primero y te daría tiempo para escapar”, me dijo con ojos firmes y directos. Probablemente no estaba bromeando.

“¿Por qué?”

“Trajiste información sobre cómo derrotar a la víbora, ¿verdad? Si murieras, no ayudaría a Domgol, quien se sacrificó para que yo pudiera ir a buscar ayuda”.

¿Qué pasaba con todos estos niños tenaces en este mundo? Suavemente le di unas palmaditas a Kai en la cabeza.

“¿Señorita?”

“Está bien. Derrote a la víbora”, le dije, para que se sintiera mejor.

“¿Eh?”

“¿Podrías llamar a todos en el pueblo aquí? Les mostraré la prueba”.

Sonreí.

“Retrocede un poco”.

Una vez que estuvo de pie a una distancia segura, saqué la prueba del almacenamiento de osos.

“¿Está muerta?” preguntó.

Golpeé un poco al cadáver para darle un poco de tranquilidad. El cuerpo permaneció inmóvil.

“Realmente es…”

Lentamente, lentamente tocó la masa refrescante de la víbora.

“Llamaré a todos”.

Corrió hacia el pueblo.

Después de un tiempo, los aldeanos salieron de sus casas y se dirigieron hacia el cadáver.

“¿Realmente la derrotaste?”

“Es la víbora negra”.

“¿Está realmente muerta?”

Hubo personas que se echaron a llorar al verla.

“¿La chica oso lo derrotó?”

“G-gracias.”

“Muchas gracias.”

“Gracias señorita.”

A nadie le importaba cómo me veía. El padre de Kai se me acercó de entre ellos.

“Señorita, lamento lo de antes. Gracias. Salvaste la aldea”. Inclinó la cabeza.

“No tienes que preocuparte por eso. Nadie creería que una chica como yo podría vencerlo”.

“Si alguna vez necesitas algo, dímelo. Si es sobre algo que pueda hacer, lo haré. Me salvaste la vida.”

“No tengo nada que quiera. Solo vive por tu chico listo aquí”.

Mientras el padre de Kai se disculpaba, un anciano apareció junto a él. Seguían viniendo uno tras otro. ¿Quién era esta vez?

“Soy el jefe, Zun. Muchas gracias por salvar la aldea”. Bajó la cabeza.

“Pero si hubiera llegado un poco antes…”

“No, hemos escuchado la historia de Kai. Viniste aquí inmediatamente después de escucharlo una vez que llegó a la ciudad. Que vinieras dentro del día fue más que suficiente. Mi expectativa era que tomaría varios días. No se preocupe con los que ya han muerto, señorita”.

Realmente, ¿qué iba a decir a eso?

El anciano se dio la vuelta y miró a todos los aldeanos.

“Es probable que no hayan tenido una comida decente. Llegamos tarde, pero tengamos un festín”.

A su voz, los aldeanos respondieron con alegría.

“No podemos ofrecerle mucha hospitalidad, pero únase a nosotros”.

El anciano volvió a inclinarse y se dispuso a preparar el banquete. Cada uno de los aldeanos trajo ingredientes de sus casas, encendió un fuego en medio del pueblo y preparó un montón de platos. Bailaron, armaron un escándalo, comieron e hicieron un gran alboroto por el bien de los que murieron y de los que aún viven.

Mientras miraba lánguidamente a los aldeanos, se me acercaron uno tras otro con comida y más gratitud. A los niños les habría parecido un espectáculo, ya que no podían apartar las manos de mí. Seguía viendo a los padres detenerlos.

La fiesta continuó hasta altas horas de la noche y terminé quedándome en la casa del anciano.