Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

AL DÍA SIGUIENTE, seguí las instrucciones de Helen hasta la mansión del Lord. Un guardia con una cara de aspecto aterrador estaba apostado en sus puertas exteriores. Ella les había dicho que iría hoy, ¿verdad? Todo esto fue un dolor en el trasero, pero me resigné y me acerqué a la puerta.

El guardia se volvió y me miró fijamente. Definitivamente pensó que era sospechosa, y no era como si tuviera otra opción. Alguien que llevaba un traje de oso se acercaba a él, en un mundo donde los trajes como el mío no existían.

“¿Qué negocio tienes aquí?” Me examinó de la cabeza a los pies.

“Soy la aventurera, Yuna. Fui llamada por el Lord.”

“Tú eres la que … me enteré de eso. Necesito que me muestres tu tarjeta de gremio para confirmar tu identidad”.

Oh Dios. Supongo que tendrías que ser realmente estúpido para convocar a alguien y no advertir al personal que vendría. Después de que terminó de revisar mi tarjeta del gremio, el guardia me llevó hasta la entrada, donde una sirvienta de unos veinte años se hizo cargo.

Así que esas doncellas realmente existen, pensé. Incluso llevaba el atuendo perfecto en blanco y negro. Las personas con un fetiche específico estarían extasiadas en este momento.

La doncella estaba claramente sorprendida al verme, pero inmediatamente se recompuso. Me dijo que se llamaba Lala y, después de inclinar ligeramente la cabeza, me pidió que la siguiera. Lala caminó silenciosamente por la mansión, se detuvo frente a una puerta y golpeó.

“Maestro Cliff, he traído a la aventurera Yuna”.

“Adelante”, respondió una voz desde dentro.

“Disculpe.” Lala abrió la puerta y me instó a entrar. Obedecí y cerró la puerta detrás de mí.

La habitación era amplia, contenía un gran escritorio y una mesa flanqueada por un par de sofás. Parecía una oficina. Un hombre rubio de unos treinta años estaba sentado detrás del escritorio.

“Por favor, siéntese en el sofá de allí”, me indicó.

Hice lo que me pidió.

“Parece que realmente estás vestida como un oso”.

El hombre se acercó y se sentó en el sofá frente a mí. Una sonrisa irónica se apoderó de su boca mientras me miraba. Parecía que realmente era un aristócrata baboso.

“Si me llamaste para reírte de mí, entonces me voy a casa”.

“Oh no. Me disculpo.”

“¿Qué querías de mí, entonces?”

“Solo quería conocer al oso del que todos hablaban”. ¿No había dicho el maestro del gremio básicamente lo mismo? “Mi hija también quería conocerte”.

“¿Su hija?”

“Escuché que te espió una vez en la ciudad. Desde entonces, nada la deleita más que le cuente todos los informes sobre ti que me llegan”.

¡Espera un segundo! ¿No hay leyes de privacidad en contra de eso?

“¿Eso significa que me llamaste aquí por tu hija?”

“En parte, sí, pero también simplemente quería ver el oso del que todo el mundo está hablando”.

Como si fuera una exhibición de zoológico , pensé. “Mi nombre no es ‘el oso’ – es Yuna”.

“Correcto. Soy Cliff. Ya debes ser consciente de esto, pero soy el señor de la ciudad”.

“Bueno, ¿estás satisfecho ahora que me has visto?”

“No te enojes. Estás arruinando tu adorable rostro”.

Era un poco vergonzoso ser llamado adorable en una conversación cara a cara. Me bajé la capucha de oso por encima de la cabeza, para que no pudiera verme.

“Aun así, me cuesta creer que una niña pequeña como tú pudiera matar a un rey goblin y los Tigerwolves”.

“Tal vez sea toda una mentira”.

“Hice una investigación sobre ti antes de llamarte aquí, ya que iba a hacer que conocieras a mi hija”.

¿Me había estado investigando? Eso no me hizo sentir muy bien, aunque no había nada que pudiera haber hecho al respecto.

Llamaron a la puerta. “He traído a Madame Noir”, dijo Lala.

“Adelante.”

Una linda chica de la edad de Fina, con cabello largo y rubio, entró en la habitación. “Padre, ¿es cierto que el oso está aquí?”

“Esta es mi hija Noir. Ella ha estado queriendo conocerte”.

Cuando me vio, los ojos de la niña brillaron. Ella corrió hacia mí. “¿Eres el oso? Mi nombre es Noir. Por favor llámame Noa”.

“Umm, soy Yuna. ¿Podrías llamarme por mi nombre en lugar de referirte a mí como el oso?”

“Entendido. Tu nombre es Yuna”.

Noa se sentó a mi lado y me miró de arriba abajo.

“Um, ¿puedo darte un abrazo?” preguntó, pareciendo avergonzada.

“Sí, claro.”

Le habría dicho que no a un chico, incluso si fuera un niño, pero no podría rechazar a una niña tan linda.

“Muchas gracias.”

Noa me abrazó. Le di una palmadita en la cabeza, que me llegaba al pecho. Entre Fina y ella, tal vez las hermanas pequeñas eran lo mío.

“Eres tan suave. Y también hueles bien”. Frotó su cabeza contra mi vientre. “Te vi en la ciudad una vez, Yuna.”

Cliff acaba de decir algo sobre eso, ¿no?

“Solo te vi de lejos, pero te veías tan linda que no podía dejar de mirarte. Desde entonces le he estado pidiendo a papá que me hable de ti. ¡Hace tanto tiempo que quería conocerte!”

“Entonces, ¿qué quieres que haga?” Le pregunté a Cliff.

“No me he decidido por nada en particular. ¿Por qué no solo hablas con mi hija?”

“¡Quiero oír cómo derrotaste a los monstruos!”

No fue una historia tan emocionante, todo lo que hice fue lanzar algo de magia. Aun así, Noa estaba claramente desesperada por una historia, y no quería decepcionarla, así que le conté mis peleas con el rey goblin y los Tigerwolves, dejando de lado las partes sombrías y poco halagadoras. Los ojos de Noa brillaron mientras me escuchaba. Cliff permaneció en silencio y tomó un sorbo de su bebida.

“¡Es increíble!”

“¿Me crees? Podría estar mintiendo”.

“Te creo. De todos modos, mi padre me ha contado las mismas historias”.

“Como dije antes, te investigué. Lo menos que podía hacer era comprobar lo que escuché sobre tus logros”, dijo Cliff.

Supuse que, dado que se podía determinar la hora de la muerte a partir de una gema de maná, lo único que no podían verificar era si había acumulado esas muertes por mi cuenta. Como mi pozo de hilos para matar monstruos se había secado, pensé que estaba acabada, pero Noa seguía observándome.

“¿Puedo preguntarte algo, Yuna?” aventuró, como si fuera difícil de decir.

“¿Que necesitas?”

“Um … ¿podrías mostrarme tu invocación de osos?”

“¿Mis invocaciones?”

“Si. Quería ver tu invocación de bestias desde que me enteré de ellas por mi padre”.

“Me gustaría verlos también”.

“¿Estás seguro? Podría ser peligroso”.

“¿Es eso así?” dijo Cliff.

“Bueno, supongo que debería estar bien siempre y cuando no intentes atacarlos o lastimarme”.

“No tengo intenciones de hacer eso. No tengo nada que ganar atacándote, sin mencionar que mi hija me odiaría si lo hiciera.”

Con el consentimiento de Lord Cliff, decidí convocar a Kumayuru y Kumakyu en los jardines de la mansión. Noa nos llevó allí felizmente mientras Lala nos seguía.