Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 12

Capítulo 68: Atrapando La Sombra En La Confusión

Parte 1

El ligero frío de la mañana pasaba por la piel como una suave caricia. No hacía mucho que había salido el sol. En esta época del año, la temperatura media dentro de la barrera protectora de Babel rondaba los quince grados, pero en las primeras horas de la mañana uno querría llevar alguna prenda abrigada.

Alus vestía un abrigo negro mientras se dirigía a la puerta de transferencia. Junto a él estaba Loki, bien vestida y con una pochette. Sin embargo, ambos llevaban ropa negra, lo que les daba un ambiente inquietante.

A su lado había una pelirroja que llevaba un abrigo blanco y ropa informal. Se apoyaba en una pared con los ojos abatidos. Tesfia Fable estaba en el centro del tumulto y no parecía haber descansado bien, ya que tenía bolsas bajo los ojos.

Alice estaba a su lado con una mirada de preocupación, pero sólo vino a despedir a Tesfia. Por alguna razón, no iba a ir con ellos a visitar a la familia Fable.

Hablando de otros, una de las implicadas, Lilisha, no aparecía por ningún lado. Se había ofrecido para ser juez del Tenbram, y al parecer necesitaba coordinarse con su familia. Su misión de vigilar a Alus se limitaba al interior de la Academia, por lo que estaría fuera de servicio hasta su regreso.

―¿Cuánto tiempo vas a estar tan molesta, Tesfia?

Tesfia frunció el ceño. Loki la estaba molestando como si quisiera burlarse de ella.

―¿Quién no estaría molesto cuando algo así sucede de repente?

Anoche, Alus se reunió con Tesfia y le pidió que se pusiera en contacto con su familia. Sin embargo, fue Alus el que más habló con su madre, Frose. Le explicó las cosas a Tesfia con anticipación, por lo que no le llevó mucho tiempo, pero pensó que debía contarle a Frose lo que sucedió con los resultados de la negociación.

Frose escuchó en silencio al otro lado de la llamada, pero no puso ninguna objeción sobre cómo se iban a decidir las cosas con el Tenbram. En cambio, se disculpó por el lío en el que lo metió su hija, como era de esperar de un antiguo comandante militar. Al final, los invitó a la mansión Fable para explicarles la situación con más detalle. Y así, Alus y las demás se dirigían hacia allí a primera hora de la mañana.

Tesfia no tenía ganas de volver a casa. Suspiró.

…¿Tienen la regla de que siempre tienen que ir de negro?

―Sólo me adapto a lo que elige Sir Alus. Tengo ropa de más colores que

ésta.

Tesfia había intentado entablar una conversación, a lo cual Loki, inesperadamente, le había respondido. Como había pasado casi todo el tiempo al lado de Alus desde que se matriculó, su fuerza mental había crecido considerablemente.

―Tú también pareces bastante solemne, Tesfia, como si te hubieras preparado mentalmente para esto.

―Si no me hubiera convocado mi madre a casa, habría escogido ropa más informal. Pero sí, me siento desanimada ―murmuró Tesfia, mientras sus hombros se desplomaban.

―Bueno, no es que no pueda simpatizar contigo. Todo es culpa de Sir Alus por su arrebato en esa habitación.

―Eso no es… No importa.

Alus sintió el pinchazo de sarcasmo que venía de su lado e intentó objetar, pero pronto cerró la boca. Ya era la tercera vez que sacaba el tema. La situación no le favorecía, y aunque intentara objetar, se vería acorralado por la afilada lengua de Loki.

―Al final, el salón fue destruido, las cosas no terminaron pacíficamente, y pudimos ver una vez más por qué negociar no está en el carácter de Sir Alus.

―Sí, pero todo es culpa mía por ser buena para nada ―Los hombros de Tesfia se desplomaron aún más.

Loki miró a Alus y la cubrió.

―De verdad que eres medio tonta… Si vas a hacerlo, por favor, asegúrate de terminar el trabajo. Ahora, limpiar va a suponer el doble de esfuerzo.

―Sí, sí… ¿Hm? ―Si uno analizaba con calma las palabras de Loki, sonaban menos provocadoras y más como si le estuviera diciendo a Tesfia que llegara hasta donde pudiera. ¿Quizá con “limpiar” se refería a llegar a matar a la otra persona? Eso sería bastante perturbador―. Loki, si haces eso, me vas a poner en una mala posición ―intervino rápidamente Tesfia.

―En absoluto. Te vendría mucho mejor que la otra persona desapareciera por completo del mundo, ¿no es así, Tesfia?

Tesfia puso una mirada de reproche al objetar.

―Si realmente se llega a eso, no sólo habrá sangre. Se convertiría en una guerra total que involucrará a toda la nobleza.

―Entonces, simplemente aniquila a toda la familia ―respondió Loki con calma.

―¡Por qué tienen que ser tan violentos!

―¿De qué estás hablando? ―preguntó Alus―. No dije nada.

Tesfia levantó una mano para detenerlo, y luego respiró profundamente para calmarse.

―Ya se acabó, así que no va a pasar nada por quejarse.

―Sí, efectivamente. Por cierto, Sir Alus, esta mañana recibimos una gran factura de la directora por el salón.

―Me imaginé que me llegaría. Bueno, pienso pagarla ―Era una cantidad escandalosa, pero Alus estaba dispuesto a aceptarla. De hecho, si eso ponía fin a los ataques de Loki, incluso estaría dispuesto a pagarla de golpe.

Finalmente, Alice vio que la ruidosa discusión había llegado a su fin, e intervino.

―Vamos, querida Loki, Al también hizo lo que pudo, así que dejémoslo así. Además, si él no hubiera ido, lo habría hecho yo.

―Aliiice, ¡graciaaaas! ―Con un gemido y lágrimas en los ojos, Tesfia abrazó a su amiga.

―Oye, no te agites demasiado. La puerta de transferencia podrá determinar mejor las coordenadas si te concentras ―le dijo Alus. La agarró por el hombro y la acercó. Tesfia chilló al ser apartada de Alice―. Si te pones así ahora, no quiero imaginar lo que pasará después ―Dejó escapar un pesado suspiro mientras activaba la puerta de transferencia.

―Adiós, entonces. Buena suerte, Fia. Cuídala, por favor.

Alice los saludó desde el exterior de la puerta de transferencia. Había intentado insistir en ir con ellas a la mansión Fable, pero Tesfia finalmente logró convencerla de que no lo hiciera. Se alegraba de la oferta de su mejor amiga, pero no quería involucrarla con los nobles.

Era mucho para una plebeya que ni siquiera era soldado involucrarse con Tenbram. Con eso en mente, Tesfia le pidió que se quedara para explicar su repentina ausencia de la Academia.

―Nos vamos, entonces. Volveremos enseguida, ¿de acuerdo? ―Con la voz de Tesfia resonando en sus oídos, los tres desaparecieron.

Tras varios traslados, llegaron a la zona más cercana a la Torre de Babel. Era el barrio que estaba más alejado de la barrera protectora, por lo que era el más seguro. Por eso, aquí vivían los nobles, los ricos y otras personas especiales. Aquí también vivía la familia Fable.

Según Tesfia, un sirviente iba a venir de la casa, así que hasta entonces esperarían en el lugar de encuentro. Una vez en la casa, discutirían los asuntos con la familia Fable y pensarían en contramedidas para el Tenbram.

Por cierto, Alus llevaba a escondidas su AWR, Night Mist, bajo su abrigo, y Loki tenía varias AWR metidas bajo su ropa informal… por si acaso.

Después de confirmar que no había gente sospechosa alrededor, Alus llamó a Tesfia.

―¿Debo suponer que tú también sabes lo de Tenbram?

―Eh… ¿No es suficiente un esbozo general…? ―respondió Tesfia tímidamente.

Alus la miró fríamente, como si esperara lo mismo.

―Por supuesto que no.

―Pero es que nunca he visto uno de verdad, y sólo se ha sacado a relucir un puñado de veces.

―Ya veo. Así que no es un juego celebrado para el público. Sólo he ojeado referencias de él en los libros, pero lo que puedo decirte ahora es que mi participación no determinará el resultado.

―¡¿Qué?! ¿Por qué dices eso? ¿Y por qué te has decantado por esas condiciones?

―Pensé que era la única manera de llegar a un acuerdo. Ese Aile es bastante agudo. Parecía que veía las cosas dos o tres pasos por delante. Si las cosas se hubieran complicado más allí, habría terminado de peor manera. Tuve que leer el estado de ánimo ―Las probabilidades se habían puesto en su contra desde que se presentó la escritura de compromiso.

―Me lo imagino.

―De todos modos, el Tenbram es lo primero. Por lo que pude averiguar en documentos antiguos, el tipo más común es el de ajedrez. La idea básica es que dos bandos utilizan a los participantes como peones para avanzar en el juego, y uno de ellos pierde cuando el Maestro es derrotado. Basándose en eso, las reglas son sencillas… aunque esto es información antigua. Probablemente haya un giro moderno.

Otra diferencia entre el antiguo y el nuevo era la adición de la magia. Era esencialmente una forma de juego de estrategia. A juzgar por la reacción de Lilisha, debía tener bastante profundidad.

―El problema es que el Tenbram fue la corriente principal hace más de un siglo. Puede que se utilizara entre bambalinas como medio de arbitraje, pero no se ha hecho nada público al respecto.

Hace un siglo, los Demonios aún no habían aparecido, y la humanidad estaba dividida entre varios países en conflicto entre sí. Era una época en la que el derramamiento de sangre era habitual, así que era fácil adivinar que Tenbram habría tenido un lado violento que iba más allá de un simple juego. Era menos una competición y más una guerra por poderes.

Fue entonces cuando Loki hizo una pregunta.

―¿Se refiere a antes de que la magia se desarrollara rápidamente?

―Por supuesto. Ese es el problema esta vez. Seguramente el combate mágico será tan importante como el combate cuerpo a cuerpo, aunque me da que hay más diferencias con el Tenbram moderno, así que tendremos que confirmarlo. En cualquier caso, los planes del Maestro jugarán un papel más importante que el poder de un individuo.

Al oír eso, Tesfia se puso pálida y empezó a sudar frío.

―¡Espera! ¿Quién va a ser el Maestro?

―Obviamente vas a ser… ―Alus miró fijamente a Tesfia.

―¡Estás bromeando! Ya te dije que nunca he jugado al Tenbram, y apenas escuchaba cuando la gente hablaba de él.

―Ya lo creo. Por lo que parece, tampoco tienes ni idea de cómo dirigir un grupo en el combate cuerpo a cuerpo.

―N-No…

―Bueno, con la humanidad puesta en contra de los Demonios y la magia en su apogeo actual, sería una sorpresa que sí supieras luchar contra la gente. Pero tratándose de esa tradicional familia Womruina y de ese mañoso Aile, no sería extraño que fueran una excepción.

―Entonces nuestras probabilidades son…

Alus dio a la aterrada Tesfia un ligero golpe en la frente, y suspiró.

―Que no cunda el pánico. Todavía hay mucho tiempo antes de que nos den una cita, lo que te da tiempo para leer todo sobre Tenbram, especialmente sobre lo que está prohibido. Perder por juego sucio no sería ninguna broma.

―¡Por supuesto! Mi todo está en juego.

―Así que será mejor que te motives, y yo también haré lo que pueda. Sin embargo, no se trata de alguien a quien puedas vencer con algo que acabas de aprender. Cualquier estrategia ortodoxa se irá al garete.

―¡¿Qué?! Pero entonces, ¿cómo puedo…?

Antes de que Tesfia pudiera continuar, un coche mágico negro entró en su campo de visión y se detuvo justo delante de ellos.

La puerta se abrió y salió el anciano mayordomo que servía a la familia Fable, Selva Greenus. A pesar de su edad, se mantenía recto como una flecha. Llevaba unos guantes blancos impecables y unos zapatos de cuero exquisitamente cuidados. Era el mayordomo de edad madura perfecto en todos los sentidos.

Selva saludó al grupo con la misma expresión amable y tranquila que había usado cuando se enfrentó a Alus en cierta noche. Se llevó una mano al pecho y se inclinó.

Alus respondió con una inclinación de cabeza. Sin embargo, Tesfia seguía embargada por la ansiedad y parecía estar aturdida. Era la primera vez que veía a Selva en mucho tiempo, pero tenía las piernas congeladas. Parecía pequeña y vulnerable, así que la llamó por encima del hombro.

―Como dije, te ayudaré. También me juego la vida aquí, así que vamos a ganar pase lo que pase.

―¡Si!

Alus sonrió irónicamente, y enderezó la espalda, como si fuera un recluta ante un sargento instructor.

***

Después de un par de horas de camino, Alus y los demás estaban finalmente sentados en el salón de la mansión Fable.

Por cierto, Alus se había reunido previamente con la jefa de la familia, Frose Fable, y también había luchado antes contra Selva, así que no estaba nervioso.

Pero le había sorprendido un poco que, después de pasar las puertas, hubieran tardado cinco minutos más en llegar a la casa.

Había varios jardines muy bien cuidados en los terrenos. A excepción de los caminos pavimentados, los árboles y las flores de colores y la hermosa hierba verde cubrían el resto del espacio.

Aparte de la mansión principal, la finca también tenía dos mansiones separadas cercanas, así como otro edificio que parecía un campo de entrenamiento.

Sólo el garaje era lo suficientemente grande como para estacionar una docena de coches mágicos. La escala era demasiado diferente de lo que Alus estaba acostumbrado. No dejó que se le notara en la cara, pero cuando Selva vio que los ojos de Loki se abrían de par en par, el anciano mayordomo sonrió ante su sorpresa.

Era una maravilla que Tesfia no se hubiera convertido en otra noble arrogante con todo esto. Alus tuvo la tentación de imaginar que la tradicional familia noble no era más que una fachada para los tratos ilegales entre bastidores.

Se sentó en el sofá, que no era ni demasiado blando ni demasiado duro, y contempló el salón. Estaba mucho más decorado que los de la Academia, con cuadros en las paredes y otras obras de arte que nunca había visto. Era como si hubiera entrado en un mundo diferente.

Tesfia, por su parte, estaba nerviosa. Era difícil creer que simplemente estaba a punto de reunirse con su madre.

Después de preparar el té para todos, Selva se fue a buscar a su maestra. Durante un rato, una atmósfera pesada se cernió sobre los tres sentados en el sofá. Loki cogió su taza de té y, con la esperanza de cambiar el ambiente, recomendó a Tesfia que hiciera lo mismo, pero ésta se limitó a hacer un gesto con la mano.

Como siempre, Alus no le hizo caso y tomó un sorbo. Puede que estuviera nerviosa, pero no era como si él no pudiera entender cómo se sentía.

Aunque Frose permitía a Tesfia quedarse en los dormitorios, era conocida por ser una mujer estricta. No sólo había sido instructora militar, sino que también había protegido el nombre de la familia durante muchos años. Alus lo entendió a partir de conversaciones anteriores, pero seguía estando claro que la relación madre-hija de esta familia distaba mucho de lo normal.

Pero no es que su relación esté congelada, pensó Alus. Sabía que no era que Frose no quisiera a Tesfia. Sin embargo, la forma en que expresaba ese amor era la que cabía esperar de un noble.

Dicho esto, Alus no tenía intención de involucrarse en su relación, por lo que decidió dejarlo de lado.

Naturalmente, la familia Fable querría evitar profundizar en cualquier relación extraña con la familia Womruina, por lo que -independientemente de lo que pensara Frose- ella y Alus estarían de acuerdo con respecto a este problema.

Justo cuando Alus dejó su taza sobre la mesa, llamaron a la puerta y el ambiente de la habitación se congeló. Los hombros de Tesfia se crisparon. Selva abrió la puerta en silencio y una mujer entró en la habitación.

―Madre, hice un dictamen sin tu orientación… ―Tesfia dijo con voz temblorosa. Se inclinó.

Sin embargo, la jefa de la familia Fable, Frose Fable, le dedicó una leve sonrisa.

Se acercó a ella y le puso una mano en la cabeza.

―Todavía me alivia saber que no has sucumbido al poder y la autoridad de los Womruinas. Tal vez ahora seas finalmente consciente de que te convertirás en la próxima jefa de la familia. También soy parcialmente responsable de esto, aunque nunca esperé que sacaran a relucir el compromiso precisamente ahora.

Mientras Tesfia parecía aliviada, Alus y Loki seguían sentados con la mirada baja. Alus podía haber negociado con Aile, pero seguía siendo un extraño. Creía que a Frose no le agradaría especialmente alguien que intentara involucrarse en los asuntos de los Fables.

Sin embargo…

―Ha pasado mucho tiempo, Alus. Te agradezco que hayas ayudado a mi incapaz hija en su momento de necesidad ―El tono de Frose era inesperadamente gentil.

―En absoluto. Soy un forastero que quizá haya agitado más las cosas.

Alus no era tan ingenuo como para bajar la guardia. Observó a Frose con atención. Sin embargo, su sonrisa no mostraba señales de disminuir, así que tal vez ella realmente le estaba agradecida, lo que significaba que lo que haría a continuación sería algo natural.

Dado que Alus ya le había dado una breve explicación de las circunstancias, la tarea que le quedaba era conseguir que aprobara el Tenbram, así como recabar información de ella e idear contramedidas. Como jefa de la estimada familia Fable, Frose debería ser capaz de proporcionarle los datos que necesitaba, así como consejos. Después de todo, su hija parecía completamente inútil en ese sentido. Así que Alus no pudo evitar tener grandes expectativas en Frose.

Frose recogió con gracia el dobladillo de su vestido entre las manos y se sentó frente a Alus.

―Antes de pasar al tema principal, ¿puedo confirmar algo contigo, Alus?

―¿Qué pasa?

―¿Puedo considerar que ya no tienes intención de ocultar tu ranking?

Alus asintió ligeramente sin mirar a Loki. Si la jefa de la familia Fable se ponía seria, no sería un secreto que pudiera ocultarse. Por no hablar de que los de su círculo de amigos eran todos gente cercana a Alus, como Sisty. No debería haber ningún problema en hacérselo saber.

―No es que intentara ocultarlo desde el principio, y es difícil decir que pueda mantenerlo oculto incluso en la Academia. Dejando de lado el ranking, ya se sabe que estoy relacionado con los militares.

―Ya veo. Ahora entiendo por qué Sisty te pidió que fueras el mentor de mi hija ―Frose había estado noventa y nueve por ciento segura de ello, pero había existido un poco de duda. Ahora que desaparecía, su expresión se aclaró―. Había estado pensando en lo que dijo Lettie, pero ahora entiendo por qué. Si ese era el caso, deberías haberlo dicho antes, Alus. Esto ha sido todo un desvío.

En el momento en que se mencionó el nombre de Lettie, Alus se dio cuenta de que no podía ocultarle nada. Probablemente Frose estaba al tanto de la mayoría de las circunstancias, incluida la historia personal de Alus. Su anterior conversación no fue más que una confirmación final y, probablemente, la razón de su mayor respeto. Después de todo, para Frose, Alus ya no era un extraño que se involucraba con su hija. Era el mayor Magicmaster de Alpha.

―Lo siento. La directora me ha advertido con firmeza.

A continuación, llegaron las disculpas formales de Frose y Selva, que Alus aceptó con desgana. Sin embargo, nadie se había dado cuenta todavía de que había una clara diferencia de entendimiento entre Alus y Frose. Todo se debía a lo que había dicho Lettie en el pasado: “Allie es todo mío”.

Frose no había estado especialmente convencida antes, pero las cosas eran diferentes ahora. Había estado buscando por todas partes una pareja digna para su hija, pero parecía que su hija había tenido el ojo más perspicaz.

Era menos una sospecha y más una corazonada. Cuando Tesfia le había informado del estallido de un problema con la familia Womruina, su sexto sentido se puso en marcha. Aunque su conversación se había desarrollado a través de una pantalla, cuando Tesfia empezó a explicar lo de Alus, su expresión había cambiado sutilmente.

Frose se sorprendió un poco, pero encontró reconfortante que su hija se convirtiera en una mujer. Había considerado que Tesfia era todavía una niña… aunque se sentía un poco indecisa ya que Lettie era una amiga suya.

Pero como jefa de familia, estaba decidida. Esto era algo importante. Era una batalla para continuar el linaje de una familia distinguida.

Por eso, Frose abandonó su dignidad de noble para decir las siguientes palabras, convencida de que las cosas se desarrollaban de forma que conducirían a un resultado feliz.

―Por favor, cuida de mi hija, Alus.

―S-Sí, aunque parece un poco tarde para eso. Después de todo, es algo que pedí.

La respuesta de Alus también se situó en la vaga línea de la incomprensión, complicando aún más las cosas.

Frose juntó las manos con una brillante sonrisa.

―Vaya, vaya, ¿lo hiciste…? Supongo que la sangre salvaje de la juventud es el factor decisivo en este tipo de cosas. Y así Fia, sin esfuerzo, simplemente… ―Lanzó una mirada significativa a Tesfia.

La chica inclinó la cabeza en respuesta.

―¿Qué?

―Efectivamente, la juventud vale mucho por sí sola ―murmuró Frose para sí misma.

Alus sintió peligro. Seguramente tenía una falsa impresión.

―Señora Fable, antes de que empecemos, parece que está malinterpretando algo.

―Oh, no hay que ser tan formal. Si por “malentendido” quieres decir…

Significa que ya has…

―¿Eh? Ah, así que eso es lo que quiere decir. En ese caso, el acto ya está hecho, pero no se preocupe. No hubo problemas y no hubo nada malo en su cuerpo después ―Alus se refería a su levantamiento de la sugestión que Aile le había hecho a Tesfia, pero sus palabras eran inadecuadas para la tarea.

Frose pareció sorprendida, pero pareció llegar a una conclusión precipitada antes de dedicarle una generosa sonrisa.

―…Ya veo. Por supuesto, no hay ningún problema si ya es un hecho establecido. Bueno, normalmente lo habría, pero hoy en día, no molestarse con esas cosas es simplemente la forma en que el mundo es, ¿no?

Estaba de tan buen humor que ni siquiera se dio cuenta de las miradas suspicaces de Alus y los demás, y siguió charlando en gran medida para sí misma.

Alus no sabía lo que quería decir con el hecho establecido , pero era difícil detener su flujo. Al final, llamó la atención de Frose con un par de toses, pero le había llevado bastante tiempo.

―Espere un momento. No hay nada entre Fia y yo.

Sólo después de que el monólogo de Frose se prolongara lo suficiente como para que el té se enfriara, pudo pronunciar estas palabras.

Frose se quedó boquiabierta. Alus aprovechó la oportunidad y se apresuró a continuar.

―Sucedió mientras hablábamos con Aile von Womruina. Plantó una especie de sugestión hipnótica en Fia que tuve que quitar. También hice que se quitara la ropa que le estorbaba en ese momento.

Alus no tenía suficiente conciencia de sí mismo para darse cuenta de que no necesitaba decir la última parte. En primer lugar, en el campo de batalla no había distinción entre hombre y mujer a la hora de tratar las heridas. Para él, no era diferente a que un médico pidiera que un paciente se quitara la ropa para examinarlo.

Mientras Loki escuchaba, su expresión cambió varias veces. La propia Tesfia se sentó tranquilamente en el sofá, tan roja como una fresa madura. Estaba insoportablemente avergonzada, pero no pudo articular una sola palabra.

―Ah… cómo puede ser mi hija tan patética ―Cuando Frose comprendió por fin todo, miró al techo de forma exagerada, y suspiró.

El recortado bigote de Selva se agitó divertido.

―Ja, ja, eso es muy razonable. La joven sigue siendo una doncella soñadora en ese sentido ―Se giró hacia Tesfia―. En lo que respecta a la modestia, tiene las cualidades de una dama de la familia Fable.

―Eso no es suficiente ―dijo Frose con rotundidad.

Parecía que las cosas iban a alargarse así, o más bien que Alus iba a verse arrastrado a ello, así que intentó cortarlo con una rápida disculpa.

―Fue un acto precipitado por mi parte. Pero no hay duda de que plantar esa sugestión era peligroso.

No estaba muy versado en la sociedad noble, pero si alguien le dijera que ver la piel de una chica era motivo para casarse, se sentiría sumamente molesto.

Su rápido manejo de la situación había pretendido atajar el peligro, pero parecía que no había razón para preocuparse por la reacción de Frose.

―Por favor, no te preocupes. Es culpa mía por no reconocer la ambición y el peligro de esa familia. En todo caso, me gustaría darles las gracias de nuevo. Pero esta es una buena oportunidad para preguntar por Fia.

Sintiendo que el tema estaba a punto de reavivarse, Alus negó con firmeza con la cabeza.

―Le he dicho lo mismo a Lord Vizaist, no tengo intenciones de hacerlo.

―Así que incluso Vizaist lo ha intentado… Pero como número 1 del ranking, ¿no sería un problema en sí mismo? Estoy segura de que el Gobernador General no se quedará callado al respecto.

Puede parecer trivial, pero en realidad era importante preservar el linaje del héroe de la humanidad y el mayor Magicmaster del mundo. Como noble que conocía la tradición del linaje y la transmisión del poder a los hijos, Frose no dudó en preguntar al respecto.

―No, puede suponer que es algo que se ha discutido con el Gobernador General. Tengo mis propias circunstancias.

―Hmm, circunstancias, son…

Había alguien que estaba más preocupado por eso que Frose, concretamente la pelirroja sentada junto a Alus. Tesfia le dirigió una mirada curiosa, como preguntando si ya tenía a alguien en mente. Sin embargo, no estaba segura de por qué estaba tan interesada.

En cualquier caso, Alus siempre tenía la excusa de posponer cualquier cosa hasta que su misteriosa habilidad especial pudiera ser explicada, y así lo dejó claro.

―No voy a entrar en detalles. No es una exageración cuando digo que es alto secreto.

Frose se encogió de hombros y finalmente retrocedió.

―Lo entiendo. Pero, ¿es para toda la vida? ¿O se resolverá en algún momento?

Respondió a la pregunta exponiendo los hechos.

―¿Quién sabe? Espero resolverlo algún día, pero sólo Dios sabe si realmente lo haré, y no tengo ni idea de cuándo podría ocurrir.

Frose suspiró.

―Entendido. Entonces espero que ese dios lo arregle todo por capricho algún día.

―Le agradezco su comprensión. Por ahora, no estoy preparado para ese tipo de cosas, ni tengo intenciones de hacerlo.

Una sombra cruzó el rostro de Alus por un momento y bajó la mirada, antes de volver a levantar la cabeza. Esperaba que pudieran pasar al tema principal.

Tesfia parecía un poco aliviada al escuchar lo que dijo. Mientras tanto, Loki parecía que su alma había abandonado su cuerpo. Pero eso fue sólo un instante, ya que pronto volvió a su habitual expresión de calma.

Dejando eso de lado, todo hasta ahora había sido como un preludio, pero la jefa de la familia tenía una actitud relajada… casi demasiado relajada. Alus miró a Frose con curiosidad, pero ella mantuvo una vaga sonrisa en su rostro. No pudo acercarse a descifrar lo que ella estaba pensando… aparte de sus esperanzas de emparejarlo con su hija.

Así que decidió cambiar él mismo el rumbo de la conversación.

―Volvamos al Tenbram. Creo que ya conoce lo que está en juego.

Frose debería haber aceptado sabiendo las condiciones, pero Alus quiso comprobarlo por si acaso. Le explicó que las condiciones eran la anulación del compromiso de Tesfia y su propio posible cambio de mando y afiliación.

Frose asintió.

―Sí, lo escuché. Pero el Tenbram no se celebrará.

―¿Y eso por qué?

―El compromiso de Fia ya ha sido anulado. Ese hijo de Womruina eligió una pelea bastante descuidada sin justificación alguna.

Eso trajo a colación la pregunta que Alus había estado pensando. Al parecer, Frose estaba convencida de que la anulación ya se había producido. Sin embargo, Aile les mostró una escritura de compromiso legalmente válida. Supongo que primero tendría que confirmar los hechos. Era molesto, pero como Lilisha no estaba aquí, no tuvo más remedio que preguntarle a Frose en persona.

―Señora Fable, el compromiso entre Aile y Fia no fue anulado. Para ello, la otra parte me presentó la escritura original. Lilisha, la hija de la familia Rimfuge, estuvo allí para presenciarlo.

Frose reprimió su sorpresa y sólo mostró una mirada dudosa.

―¿Qué significa eso, Alus? Ya anulé el compromiso. La escritura fue destruida. Lo vi llevarse a cabo ante mis propios ojos.

No es de extrañar que pareciera tan segura.

―Podría haber sido una falsificación.

―…Eso es posible. En ese caso, debe haber tenido lugar entonces. ¡Qué truco más sucio! ―exclamó Frose. Era norma que un funcionario administrativo bajo la jurisdicción del Senado estuviera presente durante la firma de todos los documentos importantes entre familias nobles―. Ya veo… Deben haber sobornado al funcionario ―concluyó, con la voz llena de irritación.

Tal vez utilizaron una sugestión hipnótica, o simplemente se sobornó al funcionario, pero sólo hubo una oportunidad de anular la escritura. Cuando se anuló la escritura, se pasó al funcionario para que borrara las firmas. Debió ser entonces cuando ocurrió.

―¡¿Entonces qué significa eso?!

―Lo siento, Fia. Fue un error garrafal por mi parte. Anularlo sigue siendo mi deseo, ya que no tengo intenciones de dejarme engañar por los Womruinas.

―Madre, yo también tengo parte de culpa. No tengo muchos recuerdos de la familia Womruina, así que debe haber sido cuando se plantó la sugestión. Como próxima jefa de la familia, ¡dejaré fácilmente de lado algo así!

Alus encontraba admirable el espíritu de Tesfia, pero su propia vida también estaba en juego. Estaría en problemas si ella no estaba motivada. Aunque Tesfia seguía siendo poco fiable, Frose parecía comprometida a convertirla en la próxima jefa.

―Muy bien. Esto es algo que no podemos permitirnos perder dijo Frose―. Fia, céntrate primero en la amenaza que tenemos entre manos. No se puede permitir que la familia Womruina haga lo que quiera con la familia Fable.

―¡Si!

―Aún así… Ahora lo has hecho. Esta vez te has pasado completamente de la raya, joven hijo de Womruina ―murmuró Frose, sacudiendo la cabeza.