Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: Mojarse Es Una Gran Oferta

— Amane-kun, ¿A dónde vas?

Al ponerse los zapatos en la entrada Mahiru se percató de que Amane se preparaba para salir y le habló, ya pasaban de las tres de la tarde y le pareció que era un poco tarde para salir.

— ¿Nn? Ah, al supermercado de la vecindad, mamá me pidió que comprara algunas cosas.

No era como si fuera el mismo Amane quien deseara salir, le había llegado un mensaje al celular hace poco, los dos esposos llegarían tarde a casa al mismo tiempo así que le pidieron que saliera a comprar las cosas necesarias al no tener mucho tiempo, la verdad es que estaba libre y no le importaba, pero hubiera sido mejor si se lo hubieran comentado desde temprano.

Mahiru parecía convencida con las palabras de Amane respondiéndole con un“ya veo” y después de eso se arrodilló a un lado de Amane quien se abrochaba las agujetas de los tenis, acomodó un poco el cabello usando el espejo que se encontraba cerca de la entrada.

— ¿Si vas a comprar quieres que te acompañe?

— No, está bien, no son muchas cosas y podré regresar rápido, para empezar no es casi nada, estaré bien solo.

Por el clima no parecía buena idea estar afuera mucho tiempo, habían nubes y si se paseaban demasiado estaba la posibilidad que lloviera, pero por más que hubiera nubes aún estaba caliente. Después de todo regresará a casa de inmediato después de comprar las cosas, así que sería más rápido yendo solo, pensando en eso la rechazó, pero cuando Mahiru le respondió “… ya veo” mostrando sus sentimientos, Amane se apresuró a voltear a verla hacia arriba.

— Ah, no, no es como si no quisiera que me acompañaras.

— Entiendo, es solo que quería que saliéramos juntos…

—… A la próxima tenemos una cita, ¿sí?

Es cierto que tenía la intención de salir con ella, para empezar parece que las chicas necesitarían arreglarse un poco para salir, por lo que no es como si pudiera salir en este mismo momento. Levantó la mano y le acarició la cabeza y al sentirlo Mahiru entrecerró los ojos haciendo una pequeña sonrisa y asintiendo con un “si”

— Entonces esperaré a que regreses a casa.

— Si.

Al verla convencida Amane también asintió ligeramente y salió llevando consigo una bolsa.

Como resultado fue bueno que Mahiru no lo acompañara, Amane sintió eso con dolor.

— .. Haa… al final terminó lloviendo.

Ya pensaba que las nubes se veían sospechosas, pero tal y como se esperaba las gotas comenzaron a caer poco a poco del cielo, la ropa de Amane ya se encontraba completamente mojada y ahora era mucho más pesada. Además de que entre la tela mojada el viento se filtraba con facilidad, afortunadamente las cosas que había comprado so se mojaron gracias a la bolsa de plástico, por lo que el había recibido el impacto solo fue Amane.

Para cuando regresó a casa Amane era un fideo mojado. Entró por la puerta después de moverse el flequillo a un lado para poder ver y comenzaron a formarse charcos de agua en la entrada por el agua goteando de él, “hubiera entrado después de secarme un poco” era muy tarde para arrepentirse.

— Bienvenido a casa Amane-kun, parece que llovió bastante.

En el momento en que suspiró, Mahiru ya había llegado corriendo a la entrada y en cuanto lo vio se quedó con los ojos bien abiertos, no había pensado que llegase a mojarse hasta este punto, tena una pequeña toalla en la mano, pero con lo mojado que estaba no sería suficiente, Amane tampoco pensó que se llegaría a mojar tanto.

— Ya llegué, pensaba que podría llover, pero no creí que fuera tan fuerte.

— Hubiera sido bueno ver el clima antes de salir de casa… pero bueno, por ahora creo que lo mejor sería que entraras a tomar una ducha, ya la he preparado.

— Nn, gracias.

Mahiru tomó la bolsa con las cosas que acababa de comprar y en cambio le entregó la pequeña toalla mientras le sonreía, al ver esa sonrisa Amane sintió como su corazón se calentaba. ¿Qué debería de decirle? ¿Debería sentirse afortunado? Estaba actuando como si fuera lo más evidente a hacer, y le recordó a un ambiente cálido como si de una familia se tratarse.

—… Se siente bien.

— ¿He?

— Se siente bien llegar a casa y que me recibas en la puerta con el baño ya listo.

La verdad es que casi no había visto esta escena desde que ambos padres trabajaban, pero es cierto que era algo de mangas y novelas, incluso en su momento les tuvo algo de envidia. Saboreó la fortuna de tener una familia, solo con eso sintió una calidez en su pecho como si fuera iluminado por los rayos de sol de la primavera. ¿Justo porque es la persona que quería tratar con aprecio toda su vida que podía sentirse tan afortunado?

Mahiru le mostró una pequeña sonrisa con las mejillas sonrojadas y Amane le respondió “entonces iré a tomar un baño” mientras le sonreía pasando a un lado de ella. Puede que no fuera la manera más adecuada de responderle, pero mientras pensaba en eso no podía evitar sonreír de buen humor.

Al salir de tomar la ducha Mahiru se encontraba sentada esperando en el sofá de la sala de estar, en su mano había una secadora para el cabello, en el vestidor también había una secadora, pero parece que ya había visto venir que Amane pasaría de largo de usarla. Le fue un poco vergonzoso que se viera tan transparente, a la vez de que se sintió feliz por saber que lo comprendía. Mientras se sentía cómodo con el clima a la vez que avergonzado se acercó a Mahiru.

— Se siente genial este clima justo después de salir del agua caliente.

— Es algo fresco, pero si te enfrías más de lo necesario después de salir de la ducha podrías resfriarte… vamos, siéntate aquí.

— La verdad no importa.

— Si te dejo es cierto que podrías resfriarse, pero tu cabello también podría dañarse.

Hizo lo que le dijo y se sentó, al estar sentado tranquilamente a un lado de Mahiru, como si cambiaran de lugar Mahiru se puso de pie y lo rodeó con la secadora por la parte de atrás para despues encenderla, de esa manera quitó algo de humedad del cabello de Amane con la toalla, pero ¿Como decirlo? después de todo le daba algo de cosquillas.

— Tenemos que arreglar estas cosas descuidadas en ti Amane-kun, sueles salir de la ducha sin ponerte nada en la parte de arriba.

— Hace calor… en invierno me podré algo.

— Bueno, en ese tiempo hace frio, pero aunque digas que hace calor no debes salir de la ducha sin camisa o podrías resfriarte, además de que mis ojos negros no te lo perdonarían.

Los ojos de Mahiru eran color caramelo, mejor dicho, quería estar por toda su vida a su lado por lo que no dijo nada y solo respondió sinceramente “tendré cuidado”

Se sentía bastante cómodo que cuidaran de él, también tenía un poco de pena, pero se sentía bien la toalla sobre su cabeza mientras le secaban el cabello. Mahiru después de quitarle el agua comenzó a dirigir la secadora al cabello, el viento calido acarició el cabello de Amane. Viniendo de Mahiru quien cuidaba todos los días de su cabello ya tenía y se sentía bastante comodo, casi no le gustaba que le tocaran el cabello, pero fue la primera vez que aprendió que se sentía bastante bien que se lo secaran.

Aunque por el otro lado a Mahiru le gustaba que le tocara el cabello, puede que simplemente sea de las que elige a las personas a las que dejaría hacerlo.

— Amane-kun, es injusto que tengas el cabello tan lacio cuando casi no te lo cuidas.

Susurró en voz baja casi perdiéndose con el ruido de la secadora.

— ¿En serio? Bueno, es cierto que no me cuido tanto como tú, pero creo que dentro de lo normal.

— De seguro desde antes ya tenías un buen cabello, el cabello de Shihoko es hermoso.

— Bueno, es cierto que ambos se cuidan más que yo, por cierto Mahiru, a pesar de que terminas cansada siempre te cuidas el cabello.

El cabello de Mahiru parecía suave como la seda, solo con verla podía entender que le tomaría tiempo y esfuerzo tenerlo así, la tocaba constantemente por eso lo sabía, pero el cabello color lino de Mahiru era realmente suave, se sentía bastante bien al tacto, era sencillo manejarlo pero posiblemente era porque constantemente era considerada con eso. En la parte de arriba su cabeza parecía crearse un anillo de brillo como si fuera de ángel, dejándoselo suelto cualquiera envidiaría su belleza, estaba impresionado que por lo regular lo tuviera suelto.

— Aunque es una molestia tenerlo tan largo.

— Bueno, me imagino que entre más largo más tiempo se necesita.

— Es cierto que he pensado acerca del tiempo, pero después de todo es verdad que tengo tiempo libre, aunque en ocasiones he pensado en querer cortármelo…

Amane-kun, ¿te gusta más largo o corto?

— No tengo ningún gusto en especial. Creo que te ves linda de la manera que lo decidas. Me gusta ver cómo te diviertes vistiendo la moda, estaría feliz que lo tuvieras de la manera que más te guste.

Para empezar. No estaba definido que las mujeres se preocuparan por su exterior solo por los hombres, habían muchas mujeres que mantenían el largo de su cabello como más lo querían. Incluso si por una palabra de Amane Mahiru cambiará su peinado, al contrario de estar feliz, al hacerlo por sus gustos… Sería un sentimiento complicado, podría hacer que con una opinión de él todos sus esfuerzos de Mahiru fueran en vano y algo como eso no lo alegraría.

Amane a pensaba que debería hacerlo como lo prefiera, Además de que ya se veía linda.

— ¿En serio es así?

— ¿Entonces, qué clase de peinado te gustaría que yo tuviera?

— Me gustaría que usaras el que más quieras usar.

— ¿Verdad?

—…Sí.

No se dio la vuelta. Pero sintió detrás de él cómo fue que sonreía, parece que no se equivocó al dar su respuesta.

Amane estaba feliz de que Mahiru le sacará el cabello. Cuando de pronto los dedos movían en su cabeza se detuvieron.

— Acerca de mí peinado favorito…

— ¿Nn?

— Me parece sorprendente cuando te pones los cabellos hacia arriba.

— ¿Sorprendente?

— Como decirlo… pareces seductor… creo que es genial.

No estaba diciendo que quería que lo usará así. Simplemente estaba diciendo sus gustos. Y sus labios formaron un una curva.

¿Lo hacemos?

— A… así está bien. No hace falta hacerlo.

Dijo esa sugerencia un poco en broma. Mientras que Mahiru movía la cabeza hacia los lados… ¿Tan afectada que estuvo? De seguro ha de estar con el rostro rojo.

(… Parece que Mahiru tiene muchos puntos débiles)

En especial era débil en lo que respecta a ser consciente en los hombres. Amane realmente no planeaba hacer eso., pero parece que fue algo vergonzoso para Mahiru que incluso se encogió.

— Aunque no creo que sea… seductor.

— ¿Tienes un espejo?

—… Aunque me acabo de ver en el espejo del baño.

— Por eso es que no lo entiendes.

— ¿Qué no es debido a que la persona qué te gusta se ve bien sin importar lo que use?

— No puedo decir que no sea así, pero… este… no es bueno que digas esas cosas.

La temperatura de la secadora bajo mientras la apagada y Mahiru susurró eso en voz baja. Amane sonrió con amargura, le dio la sensación de que no era demasiado bueno que se burlara mucho de la persona que le gustaba, pero era cierto que estaba feliz de que Mahiru pensara de esa manera, Mahiru estaba roja como un pulpo, así que decidió dejar de presionarla tanto.

— Bueno, tengo la confianza de que si me tratas con un podrías hacer que me calmara fácilmente.

— Creo que ha sido así estos últimos días.

— Creo que esas intentando no verme directamente.

Estaban quedándose a dormir bajo el mismo techo, por lo que ciertamente habían ocasiones en las que salía de la ducha o en pillamos, quedársele viendo realmente no sería algo bueno, por eso es que respondió de esa manera, pero es como si dijera que no era consiente de ella, tenía que contener sus impulsos, gracias a sus esfuerzos parece que Mahiru no se había dado cuenta de eso hasta ahora.

— Ya veo, me acabas de decir algo bueno.

— Oye ¿en qué estás pensando?

—… Mi corazón se acelera a mi manera solamente.

Puede que Mahiru no estuviera pensando en que podría significar eso, pero como resultado a Amane también se le aceleró el corazón, parece que Mahiru se dio cuenta de que no era bueno para su corazón, de seguro podría decirse que era lo bueno y lo malo de Mahiru, Amane era un hombre, pero seguramente estaba confiando en sus buenas intenciones y su cordura.

—… A verdad no me importaría que me vieras… puede que encerrados en la habitación…

— Eso es injusto.

— No es injusto.

— Es injusto. Incluso yo… quiero el derecho de presionarte.

— No, hasta ahora ha sido todo inconsciente. Sí es consciente… no podría contenerme.

Le dio una advertencia pero Mahiru no parecía entenderla, tampoco estaba consciente de sus acciones. Un novio y una novia, era evidente que no podían descuidarse. Después de todo con el ambiente en los alrededores podía crear una abertura.

Mahiru se le quedó viendo y Amane la observó directamente, sus ojos color caramelo bañaban a Amane, parecía que se veían afectados, entendía como comenzaron a acumular lágrimas, el rubor de sus mejillas iba en aumento, pero no le importó y continuó viéndola, no pudo soportarlo y desvió la mirada.

—… Sa… sabes que soy débil cuando te me quedas viendo.

— Si, lo sé… así que no podemos, ¿entendiste?

Al final acercó su rostro al punto de que sintiera su aliento mientras susurraba, y Mahiru dejo salir un gemido lindo mientras retrocedía un paso. Le dio la sensación de que podría dejar caer la secadora que tenía en la mano así que se la quitó y Mahiru con sus labios temblorosos se le quedó viendo como si no le creyera, puede que fuera lo correcto a hacer, pero la mirada con la que le observaba decía lo contrario.

—… Si…, si me lo dices con esa voz es injusto, ¿lo sabes verdad?

— Lo sé, pero estoy hablando en serio, ¿lo entiendes cierto?

— U… e….. Eso lo sé.

— De cualquier manera, no podemos.

No continuaría cediendo, en esta ocasión la observó directamente sin que le afectara, y Mahiru se rindió solo respondiendo “… Entiendo”

Con esto posiblemente la cordura de Amane podrá descansar, estaba más tranquilo, cuando de pronto Mahiru le dijo “Entonces buscaré las cosas con las que Amane es débil”

—… A la siguiente te susurraré en el oído.

— E… entendido, tendré cuidado ¡Tendré cuidado!

Mahiru parecía huir mientras se tapaba ambas orejas, y Amane dejo salir un suspiro para terminar apretando con fuerza los labios intentando soportar la vergüenza.