Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

“¡Yuna, Yuna! Levántate.”

“Rulina, eres demasiado ruidosa.” Me froté los ojos adormilados mientras me despertaba.

“Finalmente estás despierta”, dijo Rulina, asomándose por la pequeña ventana. “¿Estaba trabajando duro para recoger las gemas mientras tú hacías una casa y tomabas una siesta de gato? Eso es tan injusto.”

“Pero desmantelarlos es tu trabajo, ¿no es así? ¿estás bien?” Me enderecé y estiré mis articulaciones.

“Si. Salí de la cueva y me sorprendió encontrar una casa. Y cuando miré, ¡estabas dormida! ¡Y no pude entrar porque no hay puerta!”

Partí las paredes para hacer una puerta y salí de la casa con magia. El sol estaba empezando a bajar en el cielo, así que ¿probablemente eran alrededor de las tres?

“Había demasiados goblins. Fue muy difícil -todo porque no ayudaste.”

La ignoré y cambié de tema. “¿Necesitas algo más de la cueva?”

“No lo creo.”

“Entonces voy a sellarla, ya que no queremos que ningún otro monstruo se esconda allí.”

La tapé con un hechizo de tierra.

“Así que,” dije, “supongo que regresamos a casa ahora.”

“Bien, estoy cansada.”

“Está bien. Yo te llevo.” No quería tomarme mi tiempo para llegar a casa.

“Yuna… no estás pensando en…”

“Estamos en las montañas y los caminos no son muy buenos, así que cállate.”

Con una sonrisa, recogí a Rulina, que parecía haberse rendido, y comencé a bajar de la montaña.

¡Saltar! ¡Saltar! ¡Saltar! Cada vez que saltaba, Rulina gritaba, lo cual era un poco ruidoso justo al lado de mi oído, pero la ignoré y seguí corriendo. Una vez que nos acercamos al pueblo, bajé a Rulina y nos dirigimos hacia la puerta. Rulina parecía un poco inestable sobre sus pies, pero probablemente era mi imaginación.

Saludamos al guardia de la puerta y nos dirigimos a la casa del jefe de la aldea.

“Uhh, parece que has vuelto temprano. ¿Fue un esfuerzo imposible?” El rostro del jefe de la aldea parecía decir eso, pensé.

“No,” dijo Rulina, “hemos derrotado a los goblins.”

“¿Qué?” Su expresión cambió por la sorpresa.

“Hemos completado la misión para matar goblins. Estas son sus gemas de maná.”

Rulina sacó un bolso de cuero de su bolso sin fondo. Lo desató y le mostró al jefe de la aldea su contenido. Probablemente estaba lleno de gemas de maná de los goblins, pero no iba a mirar dentro. No quería ver un montón de malditas gemas de maná. Eso estropearía mi cena.

“Parece que has matado a los goblins. ¿Pero no es esto un poco más de lo esperado?”

“Había cerca de 100 goblins.”

“¡¿Cien?!” El jefe de la aldea estaba fuera de sí. Bastante justo, dado que acababa de descubrir que había el doble de goblins amenazando su aldea, era más de lo que pensaba.

“Por favor, esté tranquilo. Los derrotamos a todos. También encontramos el nido que los goblins estaban usando como base, lo limpiamos y lo cerramos, por lo que no creemos que ningún monstruo nuevo se establezca allí.”

“Gra-gracias, muchas gracias.” El jefe de la aldea inclinó la cabeza. “Por favor, permítanos prepararle una posada para que se queden esta noche.”

“Si, gracias.”

“No, nos vamos a casa.”

Rulina y yo hablamos al mismo tiempo. Nos miramos.

“Yuna, se está haciendo tarde.”

“Podemos llegar a casa antes de la puesta de sol.”

“No planeas cargarme de nuevo, ¿verdad?”

“Dos veces, tres veces, ¿Cuál es la diferencia?”

“Pero están siendo muy amables con nosotras.”

“Creo en solucionar rápidamente las cosas molestas.”

“Oh, bien”, admitió Rulina de mala gana. “De todos modos, tengo que informar sobre el rey goblin.”

Una vez que los aldeanos terminaron de agradecernos, nos fuimos. Debí haber asustado a Rulina después de dar todos esos saltos que desafiaban a la muerte en nuestro camino por la montaña, porque esta vez, ella misma me agarró. “Por favor, sé amable cuando corras. Además, ¡nada de saltos!”

“Está bien, está bien.”

“Odio decirlo, pero es realmente cómodo en los brazos de este traje de oso.”

Rulina acaricio la manga de mi traje. No me emocionaba que me tocaran así, así que la agarré y eché a correr para evitar más caricias. El suelo estaba parejo aquí, por lo que era más fácil correr que en la montaña.

Detecté monstruos a lo lejos, pero los ignoré y pasé corriendo. De vez en cuando, pasamos junto a algunos aventureros y carruajes, pero también los ignoré. Levantaban una especie de alboroto mientras viajaban, pero a la velocidad a la que iba, estaría fuera del alcance de mi oído en un segundo.

Vi la puerta del pueblo.

“Esto es un poco embarazoso,” dijo Rulina, “así que, ¿podrías bajarme pronto?”

Ella comenzó a decirme algo al oído, pero la ignoré y seguí corriendo.

“¿Y-Yuna? ¿Por favor?”

Rulina me apretó con más fuerza, pero no dolió. Fui directamente a la puerta oeste, tomando al guardia por sorpresa con mi llegada. Rulina tenía la cara roja cuando la bajé y en silencio le entregué mi tarjeta del gremio. El guardia lo comprobó en silencio y entramos en silencio en la ciudad.

“Uh, entonces, ¿quieres que te lleve al gremio?”

“¡Para!”

Rulina todavía estaba sonrojada mientras nos dirigíamos juntos al gremio para dar nuestro informe. Había bastantes aventureros merodeando por la entrada del gremio, pero justo cuando me preguntaba cómo pasaríamos por ellos, me notaron y se abrió un camino, como el mar partiéndose para Moisés.

Cuando entramos en el gremio, la recepción estaba abarrotada. Alguien nos llamó mientras intentábamos hacer fila.

“Rulina, ¿qué pasó?” Lanz y Gil estaban sentados, mirándonos.

“Lanz, ¿Por qué estás aquí?”

“¿Por qué? Porque pensamos que volverías y parece que teníamos razón. Si regresas tan temprano, debes haber vuelto corriendo a casa con el rabo entre las piernas debido a la cantidad de goblins que había.”

Lanz sonrió, claramente complacido por la perspectiva. ¿Se daría cuenta de que el hecho de que fracasáramos en la misión significaba que él también fracasaría?

“Lanz”, dijo Rulina, “terminamos la misión. Desafortunadamente.”

“¡¿Que?!” Su cara de tonto se volvió aún más vacía.

“Terminamos la misión. Cien goblins, además de un rey goblin.”

“¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Cien goblins? ¿Un rey goblin? Eso ni siquiera es gracioso.”

“No es un chiste.”

Gracias a la gran boca de Lanz, todos los aventureros dentro del gremio nos estaban mirand0, susurrando entre ellos. “¿Cien goblins?” “¿Un rey goblin?” “Deben estar bromeando”. “No hay forma de que hayan derrotado a un rey goblin”. “Pero es ese oso”. “Es ese oso”. “¿Quizás ese oso realmente podría hacerlo?” “Sí, quiero decir, es un oso”.

En serio, ¿pensaron que era porque era un oso?

Helen nos llevó a un lado de la recepción. “Me gustaría hacerles algunas preguntas. Si pudiesen venir por aquí…”

Nos llevó a un escritorio a un lado, lejos de la mayoría de la gente. “Ahora, me gustaría escuchar lo que pasó. La misión que aceptaron fue derrotar a un grupo de goblins que habían aparecido cerca de la aldea de Touz, ¿no es así? ¿Un grupo de unos cincuenta?”

“Sí, pero cuando llegamos, eran cien.”

“Disculpen por decir esto, pero ¿tienen las gemas de maná como prueba de que los derrotaron?”

Rulina sacó la bolsa de cuero que le había mostrado al jefe de su bolsa sin fondo.

“¿Me permitiría examinarlos?” Helen tomo nuestras gemas de maná y operó algunos equipos dentro del escritorio. “Ah, sí, no hay error. Son gemas de maná de criaturas asesinadas hoy. También escuché algo sobre un rey goblin. ¿Era eso cierto?”

“Sí, el nido estaba dirigido por un rey goblin.”

“¿Es eso cierto? En ese caso, deberías haber enviado una misión urgente para un grupo de rango C.…”

“Está bien. Yuna lo derroto.”

“Ella derrotó a un rey goblin por su cuenta …” “El oso derrotó a un rey goblin.”

“El oso…”

“El oso…”

Los ecos de esas dos últimas palabras se esparcieron por todo el gremio.

“¿Es eso realmente cierto? Si tienes la gema de maná, ¿podrías mostrarme?”

“Bueno, en su lugar trajimos el cadáver.”

“Ah, entonces debe estar en tu bolsa de oso, ¿verdad Yuna? Um, debe ser bastante grande. Si pudiéramos ir a la habitación de al lado …”

Los aventureros nos seguían como caca de pez dorado.

“¿Podrías sacarlo aquí, por favor?”

Levanté el oso blanco y saqué el cadáver. Jadeos, gritos, gemidos y todo tipo de sonidos provenían de nuestro alrededor.

Si las miradas pudieran matar, todos los que pusieran los ojos en el rostro del cadáver del rey goblin habrían caído muertos en ese mismo momento. Nuestro séquito se encogió al verlo. Podían ver las muchas heridas en la carne del rey goblin, que hablaban de la feroz batalla que habíamos tenido.

“Muchas gracias. ¿Podemos comprarte el cadáver de una vez?”

“¿Pueden usar esto?”

“Si. A diferencia de los goblins, la piel de un rey goblin es resistente y duradera, por lo que podemos usarla para hacer equipo de protección. Sus huesos también se pueden usar para armas y objetos encantados, al igual que su gema de maná.”

“Estoy bien con eso, pero ¿y tú, Rulina?”

“También estoy bien.”

“En ese caso, ¿pueden regresar al escritorio del frente conmigo?”

Regresamos al escritorio, todavía seguidas por nuestra cadena de espectadores de caca de peces dorados.

“El grupo de Rulina aceptó esta misión. Dado que Yuna ayudó, ¿cómo le gustaría proceder?”

“Por favor, cuente esto como una misión colaborativa de mi grupo y Yuna.”

“¿Rulina?” Cuestione.

“Tú fuiste quien lo derrotó y no podemos atribuirnos el mérito de eso. Todo lo que hice fue recoger las gemas de maná y hablar con la gente.”

“Entendido,” dijo Helen. “Entonces lo trataremos de esa manera. ¿Podrían todos los miembros del grupo, incluida la Srta. Rulina, presentar sus tarjetas de gremio?”

“Está bien.”

“¿Lanz?”

“No hice nada. De hecho, pensé que había vuelto corriendo aquí y sólo estaba mirando. Todo lo que hice fue reírme de ella y pensar que ella nunca podría derrotar a toda una horda de goblins por su cuenta.”

“¿Gil?”

“Yo tampoco lo necesito. No hice nada.”

“Entendido. En ese caso, procesaremos esta misión como cumplida por la Srta. Rulina y la Srta. Yuna. ¿Están bien con eso?”

“Si, por favor hazlo.”

“Entonces esta será la suma por la compra de las gemas de maná de goblin y la tarifa de la misión. Además, este es el dinero extra por la compra del rey goblin.”

Nos entregó dos bolsas. Rulina me entregó el bono del rey goblin y también dividió el dinero de la tarifa de la misión a la mitad antes de entregármelo también. Lo acepté modestamente y lo guardé en mi bolsa de osos.

“Perdón por lo que pasó antes. Hablaré con Deboranay. Lanz, también.”

“¡No, fue divertido para mí! Además, pude practicar magia con un rey goblin”. Ese había sido un experimento esclarecedor.

Cuando dejamos el gremio, Rulina me invitó a cenar con el grupo. Terminamos comiendo en un restaurante que le gustaba con Lanz y Gil. Lanz finalmente bajó la cabeza y se disculpó. Gil también se disculpó por no haber ido a cazar goblins. Acepté sus disculpas y pagué la comida.

“¿Estás segura?” ellos preguntaron.

“Si. Obtuve el bono del rey goblin, y puedes considerarlo como los honorarios del tratamiento médico de Deboranay.”

“Veo. En ese caso, aceptaremos con gusto la comida.”

“Gracias.”

Los cuatro disfrutamos de la comida y volvimos a la posada. Le dije a Elena que no necesitaba cenar, volví a mi habitación y me metí en la cama sin ni siquiera bañarme.