Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

AL DÍA SIGUIENTE, me dirigí al gremio temprano en la mañana para tomar algunas misiones, con la esperanza de ser la primera en elegir los buenos trabajos. Esperaba algo que implicara matar cosas, para poder practicar magia… aunque preferiblemente no matar lobos.

Mientras disfrutaba de la vista del pueblo en mi camino hacia el gremio, escuché una voz detrás de mí.

“Yuna, buenos días.”

“Buenos días, Fina. ¿Vas al gremio hoy?”

“Si. ¿Y tú?”

“Bueno, estaba pensando en trabajar un poco.”

“¿En serio? Por favor, ten cuidado de no lastimarte.”

“Espero que también encuentres trabajo hoy, Fina.”

“También lo espero.”

Fina sonrió mientras se acercaba para tomar mi mano (o más bien mi oso). No la aparté, sino que le devolví la mano. La sonrisa en su rostro se hizo aún más grande.

Nunca había tenido hermanos, pero siempre quise una hermana pequeña como ella.

Hablé con Fina mientras caminábamos, hasta que vimos el gremio. “Bueno, entonces”, dijo, “voy a ir a preguntar”.

“Espero que vaya bien.”

Me despedí de Fina y me acerqué al gremio. Había una multitud de personas frente al tablero. Quizás llegué un poco tarde. Una de las personas reunidas se fijó en mí, luego dos, luego incluso más, pero ninguna de ellas me dijo nada. Pero justo cuando pensaba que …

“¿Eres tú? ¿Eres la chica que golpeó a Deboranay?”

Probablemente era tres o cuatro años mayor que yo.

“¿Deboranay? ¿Quién es ese?” Incliné mi cabeza. No recordaba el nombre.

“Tienes que ser tú. Llevas ropa de oso, guantes de oso y zapatos de oso. Dijo que era una chica con ropa ridícula.”

Era cierto que, si buscabas en todo el mundo, probablemente yo fuera la única que encontraras vistiendo ropa como esta. Si hubiera otros, habría querido presenciarlo yo misma.

“No sé quién es esta persona Deboranay, pero creo que esa chica con el traje de oso probablemente sea yo.”

“Gracias a ti, el Sr. Deboranay se lastimó y no puede trabajar.”

“¿Es él tipo que se peleó conmigo?” Esa fue la mejor suposición que pude hacer.

“Es correcto.”

Oh, pensé. Lo recuerdo ahora.

Quizás era el momento de llamar al maestro del gremio. Prometió manejarlo si alguien más intentaba causarme problemas.

“Ese goblin se peleó conmigo; solo acepté. Luego se lastimó. Eso es todo al respecto. No tengo la culpa.”

“¡¿Llamas al Sr. Deboranay un goblin?!”

“No tiene modales, fanfarronea que otros son más débiles que él, y no puedes comunicarte con él con palabras. No puede hacer nada sin un montón de lacayos a su alrededor. Es un goblin, no importa cómo se mire.”

“¡No me jodas!” Este tipo era ruidoso.

“En lo que respecta a ese incidente”, le dije, “todo terminó mal con él, si no me equivoco.”

“No hay forma que el Sr. Deboranay hubiese perdido contra una chica como tú.”

Una mujer se abrió paso entre el chico y yo. Era esbelta, rubia y parecía tener veintitantos años, una belleza. Un hombre gigante con músculos a la par del maestro del gremio la seguía.

“Lanz, para por favor,” ella dijo, “El maestro del gremio ya lo explicó. Dijo que no era culpa de ella.”

“¡Pero él no puede hacer misiones por ella!”

“Sabes que eso no hace que sea su culpa.”

“Gil,” dijo Lanz al gigante, “¿No tienes nada que decir?”

“Fue culpa de Deboranay,” dijo el gigante.

“¿Que? ¿Incluso te estás poniendo del lado de esta chica rara?”

“Si escuchas la historia,” Gil prosiguió, “Deboranay estaba equivocado.”

“Pero ella no tenía que darle una paliza como esa.”

Me pregunté si realmente estaba en tan malas condiciones. Le arruiné la cara.

“No puedo hacer nada al respecto cuando Deboranay es el culpable”, dijo Gil.

“Eso es correcto”, dijo la mujer, “Estuvo muy cerca de que le quitaran su tarjeta del gremio.”

“Eso también es culpa de ella, ¿no?”

“Uhh”, intervine, “si van a hablar entre ustedes, ¿puedo irme?”

“Oh, lo siento,” dijo la mujer. “Lanz está enojado porque tampoco podemos hacer misiones, ya que Deboranay se lesionó.”

“No es como si fuera mi culpa.”

“Lo sé,” dijo la mujer.

“¿No puedes hacer las misiones que puedas hasta que Deboranay se cure?”

“Ya habíamos aceptado algo”, dijo Lanz.

“Si nos negamos a hacerlo, se registrará como una falla.”

El fracaso se registraría en sus tarjetas de gremio. Pude ver por qué no querían eso, pero aun así no necesitaba que se desquitaran conmigo. “¿Qué pasa si abandonas la misión?”

“Entonces no podremos subir de rango tan rápido”, dijo Gil.

“Me imagine que la primera vez que escuche que Yuna estaba recibiendo críticas de sus compañeros de gremio, tenían que estar involucrados ustedes tres”. Había llegado el bloque de músculos conocido como el maestro del gremio. Alguien de la recepción debía haberlo llamado.

“¡Maestro del gremio!” los tres gritaron a la vez.

“Les dije que Yuna no era la culpable con todo el asunto con Deboranay, ¿no es así? Cosechas lo que siembras. Deboranay se peleó con ella y perdió. Deberías haber vigilado a Deboranay y no dejarlo solo. Todos sabían que es rápido para pelear.”

“Eso es verdad”, dijo Lanz, “pero…”

“En ese caso, se cómo pueden arreglar esto.”

“¿Que? ¿Nos darás un pase, aunque renunciemos a la misión?”

“No puedo hacer eso. No puedo fingir que una misión no existe después de que ya la aceptaste.”

“Bien, ¿cuál es tu gran solución, entonces?”

“Solo lleven a Yuna con ustedes. Sabemos con certeza que ella es más fuerte que Deboranay.”

El idiota estaba proponiendo algo ridículo. “De ninguna manera,” dije. “¿Por qué iba a emprender una misión sin sentido como esa?”

“Porque esa sería la forma más fácil de arreglar todo.”

“Oh, Yuna, ¿verdad? ¿Podrías escucharnos?” dijo la mujer. Me di cuenta ahora que estaba vestida como una hechicera.

¿Que se suponía que debía hacer? Como alguien que no tenía mucha experiencia en estar en un grupo, incluso en WFO, no me entusiasmaba la perspectiva. No era una completa solitaria, pero la cantidad de tiempo que había pasado en un grupo era bastante escasa. Aun así, no se me ocurrió ninguna forma de rechazar a la hechicera cuando me miraba así.

El grupo de Deboranay y yo volvimos a reunirnos en una habitación separada. El maestro del gremio, dicho sea de paso, se había escapado. ¿No se suponía que ese matón me protegería de molestias como esta?

“Bueno, entonces, nos presentaremos primero. Soy Rulina. El que te estaba gritando es Lanz, y el silencioso es Gil.”

“Soy Yuna.”

“Empecemos a hablar. La misión que aceptamos fue la matanza de goblins.”

¿Caza de goblin? Pensé. Los goblins eran humanoides con la capacidad intelectual de un mosquito. ¿No es eso para débiles? ¿Qué tan débiles son estas personas si necesitan un grupo?

“Estos no son solo duendes normales. Necesitamos matar a una horda de al menos 50. Eso es difícil sin nuestro líder.”

50 goblins. Matar a una manada de lobos había sido fácil, y los duendes y los lobos de WFO habían estado al mismo nivel, por lo que probablemente sería igual en este mundo.

“Entre una manada de lobos y un grupo de goblin, ¿Cuál es más fácil?”

“Cuando se trata del rango de misiones, son iguales. Lo que es más fácil en la práctica depende de la composición de su grupo. Creo que los goblins serían más fáciles para nosotros.”

“¿Por qué eso?”

“Porque los lobos son más rápidos. Son un enemigo duro con una hechicera de apoyo como yo. Con los goblins, puedes atravesarlos en combate cuerpo a cuerpo.”

Goblins, eh . Pensé. Tendría que luchar contra humanoides algún día de todos modos. En WFO, eso no había sido un problema, pero en la vida real, era incómodo pensar en ello.

“Todo es tu culpa. ¡Ayúdanos!”

“¡Lanz, cállate!”

Mi sincera opinión de ermitaña era que trabajar con ellos sería un fastidio. No quería ayudar. Aun así, realmente había herido a Deboranay, pero, de nuevo, no fue mi culpa.

Ese era el dilema.

“Eh. ¿Puedo poner algunas condiciones?”

“Si es algo que podamos hacer, seguro.”

“Entonces, quieres una parte del anticipo, chica babosa”, dijo Lanz.

Lo ignore.

“Déjame la búsqueda completamente a mí. Pueden tomar el crédito por su éxito. También te daré todo el dinero. A cambio, quiero que te asegures de que Deboranay nunca más se involucre conmigo.”

“Yuna,” dijo Rulina, “¿estás diciendo que se supone que debemos dejarlo todo a ti …?”

“¿Nos estás diciendo que nos quedemos en silencio y miremos?”, dijo Lanz.

“¿Que?” Dije. “¿Por qué no? El logro será tuyo y también obtendrás la recompensa por el éxito. No hay inconvenientes para ti.”

“Si fallas, terminará siendo tratado como nuestro fracaso. No es como si aceptásemos esa condición.”

“No podemos dejar que nadie más haga la misión y se atribuya el mérito. ¡Eso sería vergonzoso!”

“En ese caso, ¿qué tal si recibo ayuda de Rulina?”

“¿Por qué solo Rulina?”

“Eso es obvio. Ella es la más decente y la única con sentido común entre ustedes, es la más fácil de hablar y es la única mujer. Pero la razón número uno es porque no quiero trabajar contigo.”

“¡¡Por qué tú!!”

“Lanz, para por favor.” Rulina lo calmó. “Yuna, ¿realmente puedes vencer a toda la horda de duendes sola?”

“Probablemente pueda. La manada de lobos fue fácil de vencer. Si tuviera a alguien ayudándome, probablemente se interpondría en el camino de mi magia.”

“¿Puedes usar magia? Escuché que golpeaste a Deboranay con tus propias manos.”

“Entonces no usé magia”. Porque no había aprendido nada en ese momento. “No deberías necesitar magia con un oponente débil. No usarías magia para matar un pequeño insecto, ¿verdad, Rulina?”

“…”

Las bocas de Lanz y Rulina se torcieron de una manera desagradable.

“¿Realmente puedes hacerlo?”

“Son 50 Deboranays, ¿cierto?”

“¡Son goblins!”, dijo Lanz. Junto a él, Rulina, que había estado sumida en sus pensamientos, habló.

“Está bien, iré contigo.”

“¿Rulina?”

“¿Estas bien con esto, Gil?”

“Está bien para mí.”

“En ese caso, Yuna, contamos contigo.”

“Entonces, ¿cuándo salimos?”

“Si está bien para ti, Yuna, podríamos ir ahora mismo.”

“Seguro, pero no estoy preparada ni nada.”

“Esta bien. En realidad, estábamos planeando ir a primera hora esta mañana, así que terminamos de preparar las raciones diarias para cuatro personas y las cosas que necesitamos para la misión.”

Ignoré la mirada silenciosa de Lanz. Gil ni siquiera abrió la boca.