Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

El trigésimo día del séptimo mes

Hoy he comido abulón a la parrilla. Estaba excelente. La textura masticable me recordaba un poco a los champiñones. También tenía ese olor característico del marisco fino, que me gusta. Además, estaba bien salado y la ensalada de algas que lo acompañaba era agradable y sinuosa. Divertido de masticar. Realmente me hizo darme cuenta de que la comida es algo más que el sabor.

Comer marisco en un barco es todo un lujo.

El hecho de que los mariscos sean un poco como las setas y estén realmente sabrosos es un nuevo descubrimiento para mí. Debería decírselo al jefe de cocina y que los añadiera al menú lo antes posible.

Muy recomendable ✰x5

Cené una extraña sopa. Estaba hecha cocinando una extraña criatura llamada “familiar del Archidemonio”. La cosa tiene un montón de tentáculos, lo que asqueó a Esmeralda, pero probé un poco y la verdad es que está muy rico. Hay ventosas en sus patas, y tienen una textura única cuando se mastican. Realmente es fácil engancharse a ellas.

Recomendar ✰x4

Nota: Me parece que la mayoría de los alimentos del mar tienen una textura masticable. Mañana llegaremos a la isla. Estoy deseando saber qué voy a comer allí.

Así que, al leerlo por encima, parece que mi diario se ha convertido de nuevo en una página de crítica gastronómica. No estoy segura de cómo. Quizá esté maldito o algo así.

De todos modos, finalmente conseguimos volver a nuestro barco. Han sido un par de días locos, pero ahora que estamos todos de vuelta sanos y salvos, creo que voy a recordar esta experiencia con cariño. Ya que estoy repasando mis recuerdos ahora mismo, podría escribirlos.

Primer día

Llegamos a la isla que Esmeralda utiliza como lugar de vacaciones. Justo antes de llegar a tierra, tuvimos un pequeño accidente al volcar nuestras balsas, pero todo estaba bien. Abel y Sion se apresuraron a socorrerme y, con su ayuda, llegué a la isla sin problemas.

Una vez instalados en la isla, Esmeralda empezó a enseñarme a nadar. Enseguida aprendí a nadar. Todos se sorprendieron de lo rápido que aprendí. Incluso Sion se quedó con los ojos abiertos. Dijo: “¡Pareces una sirena!”. Estoy seguro de que exageraba un poco, pero el pensamiento es ciertamente apreciado.

El resto del día también estuvo perfectamente bien. Fue muy divertido. Los problemas empezaron el segundo día.

Segundo día

Nos despertamos con una tormenta por la mañana. El viento era tan fuerte que pensé que iba a salir volando. Después de todo, soy muy ligera. Las personas ligeras como yo tienen que tener mucho cuidado con los vientos fuertes. Entonces me di cuenta de que las únicas personas que estaban cerca eran yo, Esmeralda, Anne, Abel, Sion, Keithwood y Nina. Todos, excepto nosotros siete, habían desaparecido. Incluso la Estrella Esmeralda había desaparecido. Todavía recuerdo lo sorprendida que estaba.

Tercer día

La tormenta pasó, pero la Estrella Esmeralda no volvió. No tuvimos más remedio que empezar a averiguar cómo sobrevivir en la isla por nosotros mismos. Como yo era la experta en supervivencia, todos siguieron mis instrucciones. Recogimos comida y encendimos hogueras. Ahora es un buen recuerdo, pero fue un gran trabajo en aquel momento, que se vio agravado por el hecho de que Esmeralda desapareció de repente…

Por el bien de la reputación de Esmeralda, me saltaré esa parte de la historia. En cualquier caso, el cuarto día, finalmente salimos de la isla. Pero poco sabía yo, que al final de esta aventura era donde estaba el mayor peligro. Mientras nadábamos hacia la Estrella Esmeralda, un pez devorador de hombres apareció frente a nosotros. Estaba buscando sangre y se acercó a mí con una velocidad terrible, lo que en realidad fue un alivio. Era mucho mejor que viniera a por mí y no por los demás, porque yo estaba preparada para ello. Así que, una vez que el enorme monstruo devorador de hombres se acercó lo suficiente, le di un puñetazo en la nariz y lo mandé a gemir. Como comer un pastel.

Sin embargo, descubrí un terrible secreto. Mi instinto me dice que habrá muchos problemas en el futuro. Sólo pensar en cómo voy a explicarle todo a la señorita Rafina me está dando dolor de cabeza. Voy a tener que poner tantas excusas…

Uf, mis antepasados no me pusieron las cosas fáciles.