Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Volumen 5: Un Nuevo Juramento Entre La Luna y Las Estrellas I

Extra 15: Juego Otome IV Lado Femenino – [C-6] Hablando Con Tiona

“Huh, Tiona. Impresionante. Con esas habilidades, apuesto a que incluso podría luchar contra un bandido o dos.”

Mia observó cómo Tiona blandía su espada de madera de prácticas hacia abajo, el movimiento se mezclaba en un golpe horizontal antes de girar su cuerpo para acuchillar a un enemigo imaginado detrás de ella. Sus movimientos eran básicos, pero los ejecutaba con suavidad, convirtiendo una secuencia de fundamentos en una elegante danza de espadas. Sólo después de envainar la espada, Mia se acercó a ella.

“Saludos, Tiona.”

“¡Ah, Su Alteza!”

Se apresuró a hacer una reverencia, pero Mia la detuvo con una sonrisa.

“No hay necesidad de formalidades. Debo decir, sin embargo, que había escuchado que sabías manejar una espada, pero no tenía idea de que practicabas tan seriamente. Te esfuerzas mucho en ello, ¿verdad? ¿Lo haces todos los días?”

“Sí, he estado practicando así desde que era joven. Ya se ha convertido en un hábito, de verdad…”

“Vaya, debes ser muy fuerte entonces.”

Un pensamiento se le ocurrió a Mia.

Nunca lo había visto de esta manera, pero es realmente genial poder blandir una espada… y siempre existe la posibilidad de que despierte algún talento latente y me convierta en una maestra espadachina. Imagina si termino siendo más fuerte que incluso Dion. Nada me asustaría de nuevo.

Sin embargo, no era un pensamiento inteligente.

“Dime, Tiona, ¿te importaría si trato de usar eso?”

“¿Eh? Uh, si quieres. Adelante.”

Tiona dudó por un segundo antes de negar con la cabeza y de mostrar su espada de práctica de madera.

“Hm, no es muy pesada”, dijo Mia mientras la tomaba con ambas manos.

La balanceó un par de veces. Luego, la levantó por encima de su cabeza, imitando la postura de Abel, antes de soltar lo que probablemente debía ser un grito de guerra.

“¡Waaargh!”

Su espada destelló — metafóricamente — cuando la bajó, la hoja marrón se desdibujó con una velocidad sorprendente. Fue, según todas las medidas, un golpe impresionante, e incluso lo logró sin la paralizante punzada en los músculos de la espalda que a menudo resultaba de los intentos desacertados de atletismo.

“Cielos…” Sus ojos se abrieron de par en par ante su propia hazaña. “¿Acabo de…?”

Resulta que, sin saberlo, se había puesto en forma por toda la equitación que había hecho últimamente. Su cuerpo era, de hecho, capaz de soportar un ejercicio intensivo.

“Creo que tengo un don para esto.”

Había algo muy satisfactorio en un buen balanceo, y Mia estaba sintiendo esa satisfacción ahora mismo.

“Ohoho, con un balanceo como este, apuesto a que seré capaz de cortar enemigos por docenas.”

Procedió a imaginarse a sí misma, espada en mano, abriéndose paso entre hordas de enemigos sin rostro. La fantasía se trasladó entonces a su derrota del guerrero de élite de Remno, la Lanza Adamantina, en un duelo antes de enfrentarse a Dion en un combate en solitario.

“Oye, Tiona, ¿podrías enseñarme a usar una espada?”

“¿Eh? ¿Enseñar a Su Alteza? ¿Quieres aprender a usar la espada?”

“Sí. No quiero pedírselo a uno de la Guardia porque padre podría enterarse y montar un berrinche. Es demasiado dolor de cabeza tratar con él. Sería mucho mejor que me enseñaras tú. ¿Qué te parece?”, preguntó mientras hacía un par de poses más con la espada de madera. “Creo que podría tener un talento natural, sinceramente.”

Tiona le dirigió una mirada de preocupación.

“Yo… supongo que podría. De acuerdo. Si ese es tu deseo, lo intentaré con todas mis fuerzas.”

“¡Vaya! ¿De verdad?”

Mia sonrió mientras Tiona asentía dócilmente.

“Lo primero que tengo que enseñarte entonces… es cómo no cortarte la mano.”

“…¿De verdad? ¿Mi propia mano? Eso parece poco probable.”

Frunció el ceño, pensando que no podía ser tan torpe como para pasar una cuchilla por su propia carne. Tiona, sin embargo, continuó con sobriedad.

“Lo digo en serio. El momento más peligroso es cuando se enfunda la espada. Es fácil cortarse la palma de la mano por accidente”, dijo, extendiendo su propia palma para demostrarlo. “Justo aquí, entre el pulgar y el índice. Deslizas la espada hacia dentro, y se corta directamente a través de esta parte.”

“D-Directamente a través de…”

“Sí. Sale mucha sangre, y también duele mucho.”

Mia casi vio cómo se partía la carne antes de sacudir enérgicamente la imagen de su mente, sólo para que Tiona le indujera una visión aún más espantosa.

“Si no tienes cuidado, el corte puede llegar hasta el hueso. He oído hablar de personas cuyos dedos se cayeron directamente…”

“¡Para! ¡Ya es suficiente! Yo… lo he reconsiderado. La esgrima parece demasiado difícil para mí”, tartamudeó, con la cara pálida.

A Mia se le ocurrió que odiaba el dolor. El asunto de cortar y ser cortado estaba más allá de sus capacidades.

“Entiendo.” Tiona sonrió. “Creo que es lo mejor. Si hay que luchar, puedes dejárselo a tus guardias. O a mí. Al fin y al cabo, para eso sirve toda esta práctica que hago.”

Esa noche…

“Hm… Aun así, una historia sobre una dama con una espada que vence a enemigos malvados suena bastante emocionante.”

Se le ocurrió una idea.

“¡Ya sé! Haré que la protagonista sea una espadachina, y la basaré en Tiona. En ese caso, su enemigo tendrá que ser… yo, supongo. Lo que significa que el mensaje sería…”

Escribió y masculló y masculló y escribió. Finalmente, un guión completo estaba ante ella. Hablaba de una chica noble cuyo padre fue asesinado y de la historia de su venganza, que en última instancia transmitía un conmovedor mensaje sobre la inutilidad de la venganza. Tiona fue elegida para el papel principal, y Mia interpretó a la villana. Los ensayos llevaron incluso a que se hicieran más amigas, pero esos detalles habrá que guardarlos para una ocasión posterior.

La Amistad Entre la Vengativa Dama Caballero y la Princesa Guillotina

Fin –