Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

“Hm, creo que esto servirá.”

“Sí, está usted estupenda, mi lady.”

En una tienda preparada para cambiarse, Mia terminó de ponerse su ropa de montar: una blusa blanca y una camisa marrón con pantalones largos y botas hasta la rodilla. Con un toque de garbo, se colocó el sombrero en la cabeza. Por un momento, un aura de brío ecuestre irradiaba de ella, sólo para ser apagada por sus siguientes palabras.

“…Mmm, se siente un poco apretado alrededor del estómago.”

Se acarició el vientre. Se movía ligeramente.

“Supongo que no debería haber comido tanto en los puestos…”

¡En una mesa a su lado había no uno, ni dos, ni siquiera tres, sino seis! Seis pinchos estériles, todos privados de las pequeñas magdalenas que los habían adornado. Se había atiborrado tanto de las deliciosas golosinas que Kuolan podría decidir declararse en huelga, negándose a llevar lo que ahora sería un yunque con forma humana sobre su espalda.

“Fwaaah…” Protegió un bostezo con la mano. “Además, estoy empezando a sentir una especie de sueño ahora. Ugh, no estoy para esto. Pero olían tan bien. Hmph, no es mi culpa. Esos pasteles no estaban jugando limpio.”

Mientras estaba ocupada dando excusas a nadie en particular, alguien llamó a la puerta.

“¿Perdón? ¿Princesa Mia?”

“Vaya, Chloe. Entra, por favor.”

A la señal de Mia, Cloe entró en la tienda, seguida por un pequeño ejército de estudiantes, tanto hombres como mujeres.

“¿Tiona también? ¿Y quiénes son todos ustedes?”

El grupo, liderado por Chloe y Tiona, estaba formado por los partidarios de la campaña electoral de Mia, y se habían reunido una vez más para animarla. El ambiente que se respiraba en ellas era un poco diferente al de antes, y el ejemplo más llamativo era la brocheta de magdalenas que llevaba Tiona en la mano, en la que Mia se fijó con una sonrisa irónica.

Bueno, los tiempos ciertamente han cambiado. Supongo que no podemos estar siempre en modo campaña.

Estaban aquí para apoyarla, sí, pero también era un día de diversión y emoción, destinado a ser disfrutado. Claramente, habían estado haciendo mucho más de lo último. Tiona, siguiendo la mirada de Mia hacia su propia mano, se apresuró a tratar de ocultarla detrás de su espalda.

“U-Um, esto es… Yo sólo—”

Mia sonrió y extendió uno de sus propios pinchos, ahora sin magdalenas.

“Es tan difícil resistirse, ¿no? Los ves, y lo siguiente que sabes es que estás buscando tu monedero.”

Compartieron una risa avergonzada como niños sorprendidos con las manos en la masa.

“Haga lo que pueda, Su Alteza. Todos te apoyamos.”

“Gracias, Tiona, y a todos ustedes también. Haré lo que pueda.”

Mia inclinó la cabeza hacia sus seguidores en una pequeña reverencia. Al fin y al cabo, habían venido a animarla, y eso merecía un reconocimiento adecuado.

Oh, por supuesto, no es el apoyo lo que me preocupa…

La última vez, su oponente había sido Rafina. Esta vez, las cosas eran diferentes. La posición de Ruby, sin importar el poder y la influencia de su padre y su casa, seguía palideciendo en comparación con la de Mia. Tenía prácticamente garantizado el apoyo de Sapphias, tanto como princesa como miembro del consejo estudiantil. Esmeralda, a pesar de los ocasionales roces en su relación, probablemente también la apoyaría. Además, Bel había convencido a Citrina para que la apoyara.

Eh… Un momento. ¿Soy yo o estoy llegando a este torneo con un gran impulso? Tengo a tres de las Cuatro Casas de mi lado.

Además, tenía el santo apoyo de Rafina, junto con el respaldo de Sion y Abel. Incluso Malong, del Reino Ecuestre, la apoyaba. Su influencia podría abarcar todo el continente. ¡Mia estaba en racha!

¡La aplastaría en las encuestas! Si hubiera alguna encuesta en la que pudiera aplastarla…

Sonrió. Era una sonrisa hueca, sin alegría, tan vacía como su “victoria”.

He ganado el concurso de popularidad. Vamos, yo. Su breve intento de evasión sólo sirvió para llamar la atención sobre su desesperada realidad. Dejó escapar un suspiro malhumorado. Si esto fuera la elección del consejo estudiantil…

De hecho, la popularidad era irrelevante esta vez. El elemento que se ponía a prueba era su técnica de equitación y — seguramente más importante — la velocidad de su caballo.

Ese caballo rojo… Skyred Hare, ¿verdad? Dudo que Kuolan pueda oponer mucha resistencia a eso…

Estaba a punto de tirar la toalla cuando Cloe le ofreció un consejo.

“Así que, princesa Mia, como estaba diciendo, echamos un vistazo al curso y…” Se subió las gafas, haciéndolas brillar dramáticamente, y miró a Mia a los ojos. “Creo que este torneo va a ser… accidentado.”

“…¿Qué? ¿Accidentado?”

Desconcertada, Mia ladeó la cabeza. Chloe asintió.

“Muy accidentado. Antes hemos echado un vistazo al campo y hemos visto que gran parte está todavía embarrada por la lluvia.”

Hoy hacía un tiempo perfecto y sin nubes para el torneo, pero el día anterior había llovido mucho. El barro y los charcos no serían una sorpresa.

“Barro, eh…” Mia murmuró con el ceño fruncido.

Eso… suena como si fuera a ser un paseo difícil…

Si el terreno estuviera en las mismas condiciones que sus sesiones de práctica, podría haber tenido una oportunidad. Ahora, con este nuevo obstáculo, un mal movimiento podría resultar en un doloroso e involuntario desmontaje.

Así que no tenía muchas posibilidades de ganar. No es que tuviera muchas posibilidades para empezar. Sin embargo, todavía puedo renunciar. Tal vez debería hacer eso… pensó con una creciente tristeza ante sus propias posibilidades de victoria.

Chloe, sin embargo, le sonrió.

“Así es, y eso va a hacer las cosas muy interesantes.”

“¿Eh? ¿Qué quieres decir?”

“Simplemente, la velocidad del caballo ya no será el único factor que determine quién gana. Ahora, la habilidad para manejar el caballo es más importante. Y hay espacio para la estrategia. La suerte también entra en juego.”

La división femenina de la prueba de equitación de velocidad, en la que competía Mia, contaba con un total de dos competidoras. El reciente auge de la equitación entre las chicas no había producido un rebaño de jinetes en la academia. El interés, después de todo, siempre crecía mucho más rápido que la competencia real. De hecho, la hermana menor de Malong había tenido la intención de correr con ellas, pero…

“Jajaja, será una carrera muy desigual”, había dicho Malong. “Esas dos no son rivales para ti. Tienen todo esto en marcha con un duelo y apuestas y todo, así que ¿qué tal si dejamos que tengan su tiempo en el sol? Después de todo, ‘el segundo en cruzar la línea de meta gana’ no tiene el mismo sonido.”

…Siguiendo su consejo, se inscribió en la división masculina, preparando el escenario para un duelo uno a uno entre Mia y Ruby, con esta última ampliamente considerada como la favorita. La razón no era en realidad los jinetes en sí, sino sus corceles. El que Ruby había traído a la carrera, Skyred Hare, era uno de los caballos más famosos del continente, y la opinión de los espectadores era unánime en cuanto a su supremacía.

“Los caballos criados en Saint-Noel son muy buenos, pero es imposible que ganen a ese caballo, ¿no?”

“Esos Redmoons son unos aguafiestas. Por favor, vamos. ¿Por qué llevarían un caballo así a un concurso escolar?”

Tales especulaciones no lograron sofocar el optimismo de Chloe. Le dio a Mia un alentador apretón de puño y dijo: “¡Es poco, pero aún hay una posibilidad! Puede que ganes esto.”

Mia la miró por un momento y luego suspiró.

Es una oportunidad, claro, pero sigue siendo escasa…