Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 21

Capítulo 8: Ataque

Parte 1

A la mañana siguiente, poco después del amanecer. Casi nadie había comenzado su día todavía, por lo que Rodania estaba completamente en silencio.

De repente, la campana de alarma de emergencia comenzó a sonar. Independientemente de su estatus social, la clase noble y los plebeyos se despertaron igualmente de su sueño.

La princesa Christina tampoco fue la excepción. Despertó en la casa de huéspedes que estaba separada del consulado, se vistió a toda prisa, luego permitió que Vanessa la llevara a la oficina central donde se habían reunido todas las figuras de importancia.

“¡¿Qué está pasando?!”

Para cuando entró Christina, varias de las figuras nobles importantes ya se habían reunido. El duque Huguenot y el marqués Rodan estaban entre ellos.

“Es un ataque enemigo. Hemos recibido noticias del fuerte fronterizo de que una flota de aeronaves encantadas ha cruzado la frontera desde el territorio del Conde Savioe.”

El señor de Rodania, el marqués George Rodan, dio su informe con una cara sombría.

“¿Del territorio del Conde Savioe…? Si vuelan a toda velocidad, esas aeronaves llegarán a esta ciudad en unos diez minutos.”

Teniendo en cuenta el tiempo que llevó recibir el informe, es probable que la flota del Reino de Beltrum tarde menos de diez minutos en llegar. Sin embargo…

“Como saben, hay un lago ubicado a tres kilómetros al oeste de Rodania. La flota probablemente aterrizará allí.”

La aparición de aeronaves encantadas no señaló de inmediato el estallido de la guerra. Las aeronaves tenían que aterrizar en algún lugar para decepcionar a las tropas, después de lo cual necesitaban tiempo para asumir sus formaciones y prepararse para el ataque.

“Evacue a todos los no combatientes de la organización al Reino de Galarc mientras las tropas enemigas descienden. Movilice al ejército y ordene a todos los civiles que se refugien”.

“Entendí. Ya se está preparando una aeronave para que evacues a Galarc con Sir Hiroaki y la princesa Flora”, dijo el duque Huguenot con respecto a la evacuación de Christina.

“¿Me estás diciendo que abandone a Rodania y huya?”

“Es una evacuación temporal. Nos defenderemos con la intención de ganar”.

“En ese caso, priorice a Sir Hiroaki y Flora”.

“¿Se niega a evacuar, Su Alteza…?”

“No sería correcto que el líder de la organización huyera primero. Si elijo correr, será después de evaluar la situación en el campo de batalla”.

Parecía que Christina tenía la intención de quedarse en Rodania.

“Muy bien… La pregunta es quién tomará el mando de la defensa…”, se preguntó en voz alta el duque Huguenot, mirando al marqués Rodan.

“Con el debido respeto, ¿se me permite tomar el mando?” Se ofreció el marqués Rodan. Si el duque Huguenot era el segundo en el poder en cuanto a la administración de la Restauración, el marqués Rodan era el segundo en el poder en cuanto a asuntos militares. Los dos fueron los principales asesores de Christina en términos de administración y militares, respectivamente.

“Este es tu territorio, después de todo. Lo dejo en tus manos.”

Christina cedió fácilmente el mando al marqués Rodan.

“Oye, ¡¿qué diablos está pasando?!” Hiroaki irrumpió en la oficina central.

Lo acompañaron Roanna y Flora.

“Estamos bajo ataque enemigo. El ejército de Beltrum ha cruzado la frontera del territorio y marcha hacia Rodania”, respondió Christina con honestidad, sin ver ninguna razón para ocultar la verdad.

“¿Hablas en serio…?”

“La flota enemiga llegará a la ciudad en unos minutos. Debería haber una pequeña ventana antes de que comience la lucha, durante la cual serás evacuado al Reino de Galarc. La aeronave se está preparando lo más rápido posible, por lo que debe dirigirse al puerto de inmediato”.

“C-Correcto…” Hiroaki asintió nerviosamente.

“Flora, Roana. Ustedes dos se dirigirán a Galarc con Sir Hiroaki.”

“¿Y tú, Christina?”

“Como Primera Princesa, no puedo huir antes que los demás. Si tengo que evacuar, lo haré en un barco posterior”.

“Después…”

“Roanna, toma a Sir Hiroaki y vete ahora. Prepárese para la evacuación de inmediato”.

Christina interrumpió a Flora para dar órdenes a Roanna.

“Entendido. Sir Hiroaki, démonos prisa.”

“O-Okay”.

Hiroaki salió de la habitación a instancias de Roanna.

“Flora, hay algo que debo darte. Sígueme. Deja el resto al marqués Rodan y al duque Huguenot.”

Con esas palabras, Christina tomó a Flora y la trasladó a otra habitación.

***

El caos que estaba ocurriendo en Rodania era algo que Rio y Sora también habían notado. Habían instalado la casa de piedra en las afueras de la ciudad ayer, por lo que también los había despertado el sonido de las campanas de alarma.

Los dos estaban actualmente sobre Rodania para observar la situación desde los cielos. Las campanas sonaron con fuerza en el suelo de abajo.

“Todos…”

Con su máscara en la mano, Rio vio a Celia, Sara, Orphia, Alma y Roland moviéndose de la mansión a la casa de huéspedes. La sola vista de eso fue suficiente para llenarlo con la necesidad de correr hacia abajo. Sora estaba observando la expresión de Rio a su lado con una mirada enfadada.

Hasta ahora, no había habido necesidad de que Rio se abstuviera de correr hacia sus amigos. Podía preguntarles qué había sucedido y decidir cómo lidiar con las cosas. Pero en este momento, Rio no pudo hacer eso. Sus acciones fueron restringidas como trascendentes.

Es decir, a los trascendentes se les prohibía apoyar los intereses de un individuo o grupo específico. Solo podían usar sus poderes por el bien de todos.

Ahora que se había convertido en alguien trascendente, romper esa regla y pelear por alguien resultaría en que Rio perdiera todos sus recuerdos de esa persona. Podía intervenir sin penalización mientras tuviera esta máscara que Sora le había dado, pero…

“Solo hay cinco máscaras, Rey Dragón”, advirtió Sora.

Desafortunadamente, eran artículos de un solo uso y limitados en número. Por cierto, esta regla se activaría incluso si Sora se mudara en nombre de Rio. En términos de orden, como maestro, Rio primero perdería sus recuerdos, lo que luego haría que Sora perdiera los suyos. Por lo tanto, Sora tampoco pudo ir a salvarlos.

“Sí… Incluso si hacemos un movimiento, será después de evaluar la situación un poco más”.

Rio se calmó, continuando con su observación de la situación que se desarrollaba en Rodania.

“Esas personas ya no te recuerdan, Rey Dragón. No sentirán ninguna gratitud si los salvas. Si intervienes en cada pequeña cosa como esta, no habrá final…” Sora murmuró en voz tan baja que ni siquiera Rio pudo escuchar sus palabras. La razón por la que no lo dijo más fuerte fue porque había visto el perfil de Rio y lo había entendido. Rio realmente se preocupaba por esas personas de abajo…

“…” Ser incapaz de hacer nada más que mirar en silencio tenía que ser extremadamente doloroso. Rio apretó los puños sin decir una palabra.

Mientras tanto, ver a Rio así dolía a Sora.

***

En la casa de huéspedes de Rodania, Christina había invitado a Flora a su dormitorio. Allí, sacó un anillo de la caja fuerte escondida en su armario y se lo mostró a Flora.

“Christina, eso es…” Flora parpadeó.

“Lo has visto antes. Esta es la regalia utilizada en la ceremonia de sucesión del trono de Beltrum.”

“¡¿T-Te lo llevaste contigo?!” Sin darse cuenta, Flora se sorprendió.

“Sí. Este es un artículo extremadamente importante, así que primero debes tomarlo y partir hacia Galarc”, dijo Christina, usando un cordón para atarlo alrededor del cuello de Flora como un colgante.

“Okay…”

“No tengo tiempo para explicar los detalles. Este es un elemento que se utilizará en un futuro próximo. Hasta entonces, no debes mostrárselo a nadie. Y si me pasa algo, tú serás la…”

“¡N-No!” En un acto raro para Flora, interrumpió a su hermana en un tono áspero.

“¿Qué sucede contigo?”

“Me encargaré de esto, pero te lo devolveré. Así que no digas nada de eso.”

Apretando las regalias debajo de su ropa, Flora se opuso a la oración inconclusa de Christina con una mirada llorosa.

“…Bien.” Christina asintió con una sonrisa amable. En ese momento, un golpe de pánico vino de la puerta.

“Adelante”, gritó Christina.

Vanessa abrió la puerta y entró. “Hemos recibido más contactos de un fuerte cercano. La flota enemiga ha sido vista en la distancia. Por favor regrese a la oficina central inmediatamente”.

“Está bien. Vanessa, lleva a Flora a donde están Sir Hiroaki y Roanna. Una vez que los haya escoltado hasta el puerto, regrese a la oficina.”

“¡Si su Alteza!”

Así, Christina volvió a la oficina central.

***

“Profesora Celia…”

Christina fue recibida por la incorporación de Celia y Roland en la oficina central. Sara, Orphia y Alma los habían acompañado como guardias.

El duque Huguenot nos ha explicado la situación.

“En ese caso, todos deberían dirigirse al puerto de inmediato. La aeronave se está preparando para partir ahora mismo.”

“Está bien…” Celia asintió vacilante. Quería decir que se quedaría atrás, pero no sabía si sería útil hacerlo. Además, si Celia dijo que quería quedarse, el grupo de Sara podría decir lo mismo. Pero eran extraños, no podía arrastrarlos a sus asuntos personales, por lo que se contuvo.

“Conde Claire, dirígete a Galarc también”.

“…Entendido.”

Probablemente Roland también quería quedarse atrás. Pero después de una breve mirada de vacilación, asintió lentamente.

Con la situación tal como estaba, no se sabía si la facción del Duque Arbor se adherirá a su acuerdo. Sin embargo, al mismo tiempo, el lado de Christina tampoco podía actuar en contra del acuerdo. Si Roland ofreciera su ayuda aquí, estaría rompiendo la posición de neutralidad que acordó previamente.

“Vengan ahora. Todos, la seguridad de la profesora Celia está en sus manos”.

“Correcto.”

Encargada de Celia, Sara y los demás asintieron.

“¡Los veo! ¡Es la flota del gobierno principal!”

Uno de los nobles superiores en la oficina señaló la ventana y gritó. La ventana de la oficina miraba no solo a la ciudad, sino más allá de las murallas de la ciudad. Estaba señalando la flota de aeronaves encantadas en el cielo distante.

“Ellos están aquí. ¡Ahora dense prisa!”

“¡Okay!”

Celia y los demás corrieron hacia el puerto.

“Despliegue a los Caballeros Aéreos para contactar con el enemigo”, ordenó el Marqués Rodan. Un hechicero en la veranda disparó una señal de bengala hacia el cielo usando magia. Poco después, cien caballeros montados en grifos se elevaron hacia el cielo Rodaniano.

Había trescientos Caballeros Aéreos en el ejército Rodaniano, por lo que exactamente un tercio de ellos había sido movilizado.

Sin embargo, esto fue simplemente una demostración de los preparativos de Rodania para contraatacar. La estrategia estándar en tiempos de guerra sería que la flota entrante se detuviera en el lago, permitiendo que sus soldados de a pie desembarcaran e invadieran la ciudad. Una vez que la flota del ejército principal aterrizara en el agua, la Restauración retiraría temporalmente las tropas sobre la ciudad.

Pero algo estaba mal. La flota de aeronaves no mostró signos de desaceleración. Un minuto y medio después, se dieron cuenta de que la flota había pasado el lago en el que se esperaba que se detuviera.

“No me digas… ¿Tienen la intención de cargar hacia adelante de esta manera?”

El malestar se extendió por toda la oficina central. No fue porque fuera un mal movimiento para ellos, sino porque no podían entender lo que pensaba el enemigo.

Para los Caballeros Aéreos, una aeronave era un blanco fácil. Capturar una ciudad precipitando toda la flota hacia ella se consideraba un movimiento suicida. Incluso si una parte de los barcos aterrizara en el puerto de la ciudad, la pérdida de todos los demás barcos sería devastadora. Los soldados de infantería estarían aislados en la ciudad sin cobertura en el aire. Por lo tanto, lanzarse al asedio de una ciudad con una flota como esta se consideraba uno de los peores planes posibles.

“Envíe la fuerza de contraataque para atacar, pero deje atrás la unidad de respaldo. Concentre el fuego en las aeronaves que se aproximan.”

El marqués Rodan siguió la práctica común de la guerra, dando inmediatamente sus órdenes perfectamente razonables para la situación.

“¡D-De inmediato!”

El hechicero de la veranda disparó otra bengala de señal mágica, enviando las órdenes. Pronto, ochenta nuevos Caballeros Aéreos se unieron a los demás en el cielo.

“Eso es…” En ese momento, Christina y los demás notaron un grupo de personas en grifos, acercándose desde una dirección diferente a la flota.

“Esa parece ser la vanguardia del enemigo”.

“¿Una unidad tan pequeña como esa? Imposible, debe haber más tropas…”

La unidad enemiga entrante estaba formada por apenas doce soldados. Teniendo en cuenta que Rodania era una ciudad fortaleza, no parecía haber suficiente fuerza para que fueran una unidad de ataque especial. De hecho—

“Están siendo demasiado imprudentes. ¿Están tratando de morir?”

Como dijo el marqués Rodan, fue un acto suicida. Estaban completamente superados en número. En el momento en que se acercaran a la ciudad, estarían rodeados por la fuerza de contraataque y sufrirían fuego concentrado desde todos los ángulos.

Efectivamente, los Caballeros Aéreos estacionados sobre Rodania notaron la unidad que se acercaba. Unas pocas docenas de caballeros se movieron para interceptarlos, creando una formación circular para rodearlos.

“¿Es eso… un demi-dragón? ¿Son fuerzas Proxianas?” El Duque Huguenot vio un solo demi-dragón entre las fuerzas enemigas.

“Pero aun así, un solo demi-dragón no puede…”

Una criatura posiblemente no podría tener ningún efecto en el resultado suicida, decidió implícitamente el marqués Rodan. Sin embargo, este juicio suyo se hizo asumiendo que las doce personas que se acercaban eran todos los Caballeros Aéreos regulares.

“¿Qué…?”

No pasó mucho tiempo hasta que los altos nobles de la Restauración supieran que alguien podría ser tan poderoso que podría anular todo su conocimiento de la guerra.

***

Varios minutos antes, una vez que sonaron las campanas de la ciudad y la flota de Beltrum se acercó, Charles y su escuadrón comenzaron su ataque contra Rodania.

Todos montaron y partieron del campamento por el manantial, avanzando hacia Rodania por delante de la flota principal. Continuaron volando hasta que estuvieron en el borde del rango de detección de las tropas Rodanianas, donde Charles llamó a Reiss con voz preocupada. “R-Realmente todo saldrá así, ¿señor Reiss? Si continuamos cargando hacia adelante, el enemigo notará el ataque”.

Reiss lo regañó ligeramente desde el grifo a su lado. “Como te dije varias veces antes de partir del manantial, solo cree en el poder de los héroes que dominaron la Guerra Divina”.

Durante las etapas de planificación del ataque, Charles había recibido una explicación detallada de todo. Sin embargo, a medida que la ciudad fortaleza de Rodania se acercaba, la aprensión dentro de él también aumentó.

Su vacilación también era muy razonable. Invadir una ciudad con tanta gente fue pura imprudencia. En el momento en que cargaran contra las tropas enemigas, inmediatamente serían rodeados y sujetos a fuego concentrado.

No importa cuán asombroso se le explicara el poder del héroe con palabras, era natural que él tuviera sus dudas hasta que fue testigo del inmenso poder de Renji en persona.

Sin embargo, las tropas defensoras de Rodania ya habían notado su acercamiento. El ritmo del sonido de las campanas cambió. Los Caballeros Aéreos montados en grifos se elevaron hacia el cielo sobre Rodania.

“Es demasiado tarde para dar marcha atrás ahora”, dijo Reiss alegremente.

“Ciertamente así es. ¡Creeré en ti!” Charles también se había preparado.

“¡Muévete según lo planeado! Cargaré hacia adelante y llamaré la atención del enemigo. ¡Todos ustedes quédense atrás!” Renji llamó a sus camaradas, sin mostrar signos de miedo.

Los mercenarios que acompañaban a Reiss eran todos miembros de los Leones Celestiales. Entre ellos había miembros que habían participado en el ataque al Castillo de Galarc, como Lucci, que había heredado la espada de Lucius, y Arein.

“Heh. Eso es algo de confianza”, murmuró Lucci con amargura, pero disminuyó la velocidad como se le ordenó. Parecía que tenía algo de fe en el poder de Renji. Reiss, Arein y los otros mercenarios también redujeron su velocidad. Charles tiró de las riendas de su grifo para seguir su ejemplo.

El lagarto alado que montaba Renji fue el único que aceleró hacia Rodania.

La vanguardia de los Caballeros Aéreos de la Restauración ya había comenzado a rodear su escuadrón. Comenzaron a cantar sus hechizos de ataque cuando Renji se acercó.

Aquí va. Reiss se rio entre dientes al ver innumerables hechizos acercándose a Renji. En el momento siguiente, Renji balanceó su alabarda Arma Divina.

“¡¿Qué…?!”

La lluvia de hechizos de ataque se borró en una sola ola de aire helado. Esa ola procedió a tragarse a los Caballeros Aéreos, congelándolos en un abrir y cerrar de ojos. El aire frío podía ser sentido incluso por el escuadrón detrás de Renji. Por lo tanto, mientras observaba a los enemigos congelados caer del cielo—

“Ha… ¡Hahaha!” Después de una breve pérdida de palabras, Charles estalló en carcajadas.

“Tus problemas fueron innecesarios. ¿Ves?”

“Sí, ahora puedo ver que eran preocupaciones completamente infundadas. ¡Qué maravilloso! ¡Con este poder, podríamos controlar la ciudad por nosotros mismos!” Charles gritó emocionado. Si se usara el mismo ataque en el suelo, la defensa de la ciudad sería aniquilada en un instante.

“Si el daño a la ciudad no importara, entonces tal vez. Pero el ataque del héroe alcanza un rango demasiado amplio; causaría devastación a la ciudad misma. La mejor opción sería dejar las tropas terrestres a nuestros soldados, como estaba previsto”.

¿Su objetivo era hacerse cargo de la administración de la ciudad o reducirla hasta que no quedara nada? Las tácticas detrás de una guerra cambiaban naturalmente según el objetivo.

“En efecto. Daños mayores dificultarán la recaudación de impuestos después de la ocupación. No puedo creer que esos conceptos básicos se me hayan olvidado: mi entusiasmo me superó. Continuaremos obteniendo el control del aire según lo planeado y apuntaremos al control del puerto antes de que llegue la flota principal. Lo más probable es que sus figuras principales estén evacuando a través del puerto en este momento”.

Charles repitió el plan en voz alta para calmarse.

“Muy bien. Los Caballeros Aéreos enemigos están completamente enfocados en Renji ahora. Las cosas están a punto de ponerse aún más interesantes”.

El enemigo parecía haberse dado cuenta de que Renji era una gran amenaza, ya que lo enfrentaban con mucho más que un solo escuadrón. Casi todos los Caballeros Aéreos de Rodania habían sido movilizados.

“Atraeré a tantos enemigos como sea posible, luego los atacaré a todos con un gran ataque. ¡Asegúrate de no moverte frente a mí!” Renji advirtió, luego cargó contra el enemigo; se enfrentó a los Caballeros Aéreos que protegían a Rodania solo.

“¡Guh! ¡Deténganlo!”

“¡Rodeadlo y disparen su magia!”

Los Caballeros Aéreos volaron para rodear a Renji, disparando su magia de ataque con desesperación. Pero cada movimiento de la alabarda de Renji creó una onda de choque helada a través del área, borrando todos los hechizos dentro de su alcance; esa onda de choque golpearía a los enemigos que lanzaron los hechizos, congelándolos. Los Caballeros Aéreos mantuvieron cuidadosamente su distancia mientras atacaban, pero Renji tenía más métodos de ataque que solo una onda de choque. Creó lanzas de hielo una tras otra, disparándolas en todas direcciones. Uno por uno, los caballeros cayeron al suelo, ya sea por congelación o por ser atravesados por una lanza de hielo.

Toda la fuerza aérea de Rodania estaba completamente preocupada solo por Renji. El resto del escuadrón de ataque fuera de la ciudad pudo observar tranquilamente.

“Hombre, seguro que consiguió una ganga, señor Reiss”, le dijo Lucci a Reiss.

“¿Cierto? Casi quiero buscarlo por nosotros”, agregó Arein.

“Ya sea que se una o no a los Leones celestiales, es posible que se una a ti en tus misiones con más frecuencia en el futuro”.

“Si todas las misiones fueran así, la vida sería muy fácil”, bromeó Lucci a la ligera, haciendo reír a los otros mercenarios.

La atmósfera afable que los rodeaba hacía difícil creer que estaba ocurriendo una masacre a varios cientos de metros de distancia, pero la muerte de soldados enemigos no preocupaba a mercenarios como ellos. Era simplemente una ocurrencia diaria para ellos.

“…”

En contraste, los subordinados de Charles estaban conteniendo la respiración ante el poder abrumador de Renji. Sus expresiones eran más cercanas a las de miedo. ¿Y si volviera ese poder sobre ellos? Ese fue el pensamiento que cruzó por su mente. Mientras tanto—

“Qué maravillosa vista. Pensar que los héroes tenían tanto poder… ¿Podría Sir Rui aprender esto también?”

El cambio de posición le había proporcionado a Charles un cambio de perspectiva. Se preguntó si podría conseguir que el héroe de su reino, Shigekura Rui, también fuera un activo militar activo.

Mientras entretenía tales pensamientos, la batalla continuó. Rodania no fue el cuartel general de la Restauración por nada. Perder aquí equivaldría a perder su base. Todos parecieron entender eso, ya que todos lucharon desesperadamente para repeler a Renji.

“Heh. Tus camaradas están siendo derrotados de manera tan unilateral, pero todavía me atacas sin miedo. Qué galante.”

Renji miró alrededor a los enemigos con una mirada impresionada. Luego, sonrió audazmente. Parte de la razón era porque simplemente estaba disfrutando de la batalla, pero otra parte era porque estaba complacido de que los enemigos se estuvieran desplegando exactamente como lo habían planeado.

En otras palabras, debido a que Renji estaba actualmente muy dentro de la línea enemiga, las tropas de Rodania habían roto por completo su formación. Llamar la atención de tantos enemigos como fuera posible antes de derribarlos a todos con un solo movimiento era lo que Reiss le había ordenado.

“Bien… Supongo que probaré el poder que he aprendido en este campo de batalla”.

Todo estaba listo. Renji se retiró temporalmente a donde estaban Reiss y los demás para preparar su esencia mágica para su próximo gran ataque.

Las tropas de Rodania lo persiguieron. Pero eso fue un error.

“Oh frío eterno, presta atención a mi deseo e invade el mundo”.

Por alguna razón, Renji comenzó a cantar una línea que difería de los otros hechizos de su mundo.

Este fue el resultado de las lecciones sobre artes espirituales que había recibido de Reiss. Después de aprender que las acciones y las palabras que realzaban la imagen del hechizo del lanzador aumentaban el efecto del hechizo, se le ocurrió su propio canto único. Podía controlar sus Artes Divinas incluso sin decir nada en voz alta, pero una vez que confirmó que el canto realmente tenía efecto, decidió guardarlo para antes de usar su último ataque.

El ataque más fuerte que Renji pudo hacer fue un ataque elemental de hielo.

“¡Ventisca Fuerza Infinita!”

Renji lanzó una explosión en forma de abanico a la temperatura del aire cero absoluto hacia los caballeros que volaban sobre Rodania. La atmósfera se congeló por donde pasó la ola, y cualquier caballero que tocó el aire también se congeló instantáneamente.

“Que…”

Los Caballeros Aéreos en la retaguardia se quedaron boquiabiertos al ver a sus camaradas cayendo uno tras otro ante ellos.

“¡R-Retirada!”

Cuando notaron la ola visible de aire frío que se acercaba, los Caballeros Aéreos restantes se dieron la vuelta para huir del ataque. Pero la ola de frío se movió más rápido de lo que podría volar un grifo.

“¡Ignis Iecit!”

Algunos de los caballeros lanzaron bolas de fuego de un metro de ancho a la ola, pero las llamas que ardían a más de mil grados se hicieron añicos en el momento en que tocaron el aire.

Más de cien Caballeros Aéreos fueron asesinados en un instante.