Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 21

Capítulo 7: La Calma Antes De La Tormenta

En la capital de Galarc, en el dirigible encantado del gobierno principal de Beltrum anclado en un lago cerca del castillo…

“¿Un ataque… a Rodania? Pero acabas de terminar de firmar un acuerdo…” Charles se quedó boquiabierto.

“No es como si hubiéramos firmado un tratado de paz. No había nada en el acuerdo sobre actos no agresivos”, resopló el Duque Arbor burlonamente.

“Además, este es el momento perfecto para un ataque. No esperarán un ataque a su sede justo después de que se haya llegado a un acuerdo. Ahora tome asiento, sir Charles”, dijo Reiss, instándolo a sentarse.

“Aun así… ¿No es esto un poco apresurado?” preguntó Charles, sentándose al lado del Duque Arbor.

“El problema son las regalias que la princesa Christina se llevó consigo. No seremos rivales para ella si lo usa para reclamar la sucesión al trono”, murmuró el Duque Arbor molesto.

“Pero Rodania es una ciudad fortaleza”.

“Soy consciente de eso.”

“Hay varios fuertes de vigilancia a lo largo de la frontera del territorio. ¿No estará la ciudad fortificada cuando llegue la flota? Dudo que sus reacciones sean lo suficientemente lentas como para lanzar un ataque sorpresa exitoso…” Charles no había actuado como oficial al mando por nada. Tan pronto como escuchó el plan para atacar a Rodania, enumeró los problemas estratégicos que le vinieron a la mente.

Las aeronaves encantadas podían volar a una velocidad tremenda, pero lo más probable era que los fuertes estuvieran equipados con artefactos de transmisión aún más rápidos. Si detectaban que se acercaba un enemigo, la ciudad se fortificaba de inmediato, por lo que cualquier ejército que enviaran se encontraría con una confrontación directa. El enemigo probablemente convertiría la pelea en un asedio, causando grandes daños de su parte si intentara forzar su ataque.

Si bien invadir era ciertamente algo que Charles quería hacer, no fue una hazaña fácil hacer un ataque. Si hubiera sido fácil, lo habrían hecho hace mucho tiempo.

“¿Seguramente no estás tratando de apoderarte de la ciudad con puros recursos?” preguntó Charles, preguntándose si iban a intentar ganar convirtiéndola en una guerra de desgaste.

“Tenemos suficiente fuerza militar preparada, pero tenemos otro plan brillante además de eso”, dijo el Duque Arbor, mirando a Reiss.

“Es un honor para mí decir que fui yo quien propuso este plan al Duque Arbor”.

“Señor Reiss… ¿Lo hizo? Eso suena tranquilizador… Pero ¿por qué?”

“Porque en caso de que la princesa Christina regrese a tu reino, sería indeseable para mí también. Nuestros muchos años de esfuerzo se desperdiciarán”.

“Eso es… estoy muy avergonzado”.

“No, todo se debe a los talentosos subordinados reunidos de su lado. Como símbolo de la amistad entre nuestras naciones, estaba pensando en prestarte algunas de nuestras fuerzas. Si agregas a cierta persona al plan, Rodania será fácilmente capturada”, dijo Reiss, sonriendo inquietantemente.

“Es esa fuerza de la que hablas…” Charles miró al chico de cabello negro al lado de Reiss. El chico había permanecido en silencio durante toda la conversación.

“Disculpen las presentaciones tardías. Este es el héroe que nuestra nación está apoyando, Renji Kikuchi”.

“…Placer.” El chico dio un breve saludo.

“Así que él era un héroe después de todo. Soy Charles Arbor. Encantado de conocerte.”

Charles había visto a varios héroes hasta ahora, por lo que pudo adivinar los antecedentes de Renji por su apariencia. Se puso de pie y ofreció su mano para un apretón de manos.

“Igual aquí.”

Renji no parecía tener intención de darle la mano, dando una respuesta contundente en su lugar. Con su mano extendida torpemente, Charles se congeló. Si no hubiera sabido que el otro era un héroe, se habría enojado.

“Es un hombre de pocas palabras, como puedes ver. Solía ser un aventurero, por lo que se ganó el apodo de ‘Distante’.”

“Haha, qué maravilloso apodo”. Charles esbozó una sonrisa cortés ante la explicación de Reiss sobre la personalidad de Renji.

“Creo que tiene las mejores habilidades de todos los héroes”, alardeó Reiss.

“Sir Renji liderará al señor Reiss y a un pequeño escuadrón en un ataque sorpresa contra la fuerza de defensa de Rodania usando sus brazos divinos. Una vez que las defensas sean demolidas por el ataque a gran escala, el resto del ejército invadirá de inmediato”, dijo el Duque Arbor, dando el esquema del plan.

“Eso suena prometedor… ¿Pero realmente irá tan bien? La parte más importante del plan quedará en sus manos…”

Charles parecía tener dudas acerca de agregar a Renji al plan, ya que sus palabras salieron bastante evasivas.

“¿Tienes miedo de usar a Renji como la clave del plan?”

Renji frunció el ceño molesto por la pregunta de Reiss.

“P-Por supuesto que no. No soñaría con subestimar la fuerza de Sir Renji como héroe”, dijo Charles, defendiéndose nervioso.

“En mi opinión, la mayoría de los reinos dan más importancia al uso político de sus héroes. Subestiman los poderes del héroe. Por eso, tiende a haber renuencia a usar a los héroes como una fuerza potencialmente prescindible”.

“Soy consciente de que las Armas Divinas son armas poderosas…”

“Los héroes recién convocados solo pueden usar magia de ataque de clase superior a clase superior. Eso ya los hace bastante poderosos, pero en realidad son capaces de atacar a una escala aún mayor, como dicen las leyendas. El Duque Arbor ya ha sido testigo de ese poder”, dijo Reiss, mirando al Duque Arbor.

“En efecto. Determiné que se pueden esperar resultados más que adecuados de él. Por eso acepté incluirlo en el plan”. Aparentemente recordando el momento en que se le mostró el poder de Renji, El Duque Arbor asintió después de una pausa sutil.

“El Reino de Beltrum también tiene un héroe, pero todavía no puede manejar su poder tan bien. Por lo tanto, pensé en prestarle a Renji”, dijo Reiss, explicando cómo se le ocurrió la idea de prestarle el poder a Renji.

“Entiendo que Sir Renji tiene una cantidad considerable de poder… ¿Pero estás seguro? La seguridad de tu héroe no puede garantizarse si se une a la operación de nuestro ejército”.

No nos haremos responsables si pasa algo, insinuó Charles con sus palabras.

“Es lo que quiere para sí mismo: una oportunidad de tener una experiencia de combate más real, eso es. Él es consciente de que todas las lesiones por unirse a esta operación serán su propia responsabilidad”.

“Qué valiente de su parte…”

Interpretar silenciosamente al héroe era suficiente para que una nación lo adorara, por lo que voluntariamente pisar el frente sonaba como una decisión bastante caprichosa. La nación en sí misma normalmente no querría exponer al héroe a peligros que podrían arriesgar sus vidas tampoco, o eso pensó Charles.

“Prefiero el estilo de vida de un mercenario o aventurero al de un héroe. No quiero ser tratado como una decoración. Piensa en mí como un mercenario habilidoso que has contratado.”

“Ya veo.”

A partir de esa declaración de Renji, Charles vio más o menos su verdadera naturaleza. El hecho de que se llamara a sí mismo un mercenario habilidoso mostraba una clara confianza en sus habilidades de combate.

“El honor de un hombre es ser reconocido por sus logros. Como un prójimo que se gana la vida con los conflictos, comparto esa opinión”.

Debido a que Charles también tenía una gran confianza en sí mismo, quería mucho a los demás con una confianza similar. Sin desanimarse por la actitud contundente de Renji antes, extendió su mano hacia Renji con una sonrisa aún más brillante.

“Cierto…”

Renji permaneció sentado, pero devolvió el apretón de manos de Charles con un encogimiento de hombros molesto. Inmediatamente soltó su mano, pero Charles se contentó con eso y se sentó. Con sus saludos intercambiados, el Duque Arbor dio sus órdenes a Charles.

“El objetivo de la operación es obtener el control de Rodania y asegurar las regalias que la princesa Christina se embolsó. Así, la operación se ejecutará en cuanto la princesa regrese a Rodania. Charles, liderarás una serie de Caballeros Aéreos y acompañarás a Sir Renji y al señor Reiss en una misión de reconocimiento.”

“¿Estaré liderando un escuadrón de reconocimiento? Es un número tan pequeño…”

Normalmente, sería impensable que un soldado de alto estatus noble como Charles se quedara a cargo de un escuadrón de reconocimiento. Por lo tanto, Charles no pudo ocultar su confusión.

“Te estoy dando la oportunidad de recuperar tu honor. No sería una buena idea que lideres una gran fuerza justo después de regresar de una situación de rehenes. El reconocimiento dentro de la ciudad será realizado por mercenarios contratados por el Señor Reiss. Todo lo que tienes que hacer es informar a la fuerza principal. Una vez que se realiza el reconocimiento, puedes unirte al escuadrón de ataque con Sir Renji”.

En un tono de reproche, el Duque Arbor informó a Charles de la intención de asignarle la misión.

“C-Correcto. ¡Muchas gracias!” Charles aceptó nervioso.

Es más como si quisiera que nos supervisara. Reiss adivinó la verdadera razón de la orden del Duque Arbor. El Duque Arbor era una persona extremadamente cautelosa. También tenía su ingenio sobre él. Reiss no esperaba que confiara plenamente en ellos desde el principio.

A pesar de eso, el Duque Arbor incluía a Reiss en la operación. Así de monstruosa era Christina con las regalias. Además, si Renji fallaba en el ataque, simplemente podría retirar sus tropas, lo que resultaría en poco riesgo para el Duque Arbor.

“El reconocimiento y la sorpresa son los elementos clave de esta operación. Sir Renji ya ha demostrado su poder. Puedes asumir que la victoria está segura de nuestro lado.”

Su deseo de que su hijo tuviera éxito parecía genuino. El Duque Arbor animó a Charles con sus palabras.

“Trabajaremos entre bastidores para esta misión. El éxito del ataque sorpresa se atribuirá por completo a Sir Charles. Considéralo un regalo de felicitación por tu liberación”.

“No me lo merezco…”

Cuando Reiss se ofreció generosamente a pasar el mérito, Charles inclinó la cabeza en silencio.

“No, no, por favor acepta”.

Con una sonrisa amistosa, Reiss negó con la cabeza.

Haruto Amakawa. Después de convertirse en uno trascendente, ¿seguirá siendo un hombre de meros registros o intervendrá por el bien de sus antiguos camaradas? Usaré esta batalla para averiguarlo.

El único que conocía el verdadero objetivo del ataque a Rodania era Reiss.

***

“Nos iremos, entonces”.

A la mañana siguiente, Celia partiría hacia Rodania con su padre Roland y el resto de la compañía de Christina. Intercambió despedidas con Miharu, Latifa y los demás frente al Castillo Galarc, acompañada por Roland a su lado.

“Como padre, tengo la suerte de saber que mi hija tiene tantos amigos maravillosos. La pasé muy bien contigo toda la noche también. Continúe cuidando a mi hija”.

Roland también inclinó la cabeza profundamente ante los residentes de la mansión. Había sido invitado a quedarse en la mansión después de que se firmara el acuerdo ayer. Celia lo había presentado a todos y organizaron una humilde fiesta para que se familiarizara con todos.

“Probablemente volvamos en una o dos semanas. Nos vemos entonces”, dijo Celia con una sonrisa avergonzada.

“Nos vemos, Celia.”

“Cuídate.”

“Todos estarán esperando tu regreso”.

“¡Tengamos otra fiesta de té!”

Latifa apretó las manos de Celia. Miharu, Satsuki y Charlotte dieron un paso adelante y ofrecieron sus palabras de despedida.

“Gracias. El grupo de Sara vendrá con nosotros, así que estaremos bien”.

De hecho, se había decidido que Sara, Orphia y Alma irían como guardias de Celia. Gouki y Kayoko permanecerían en el castillo para proteger a Miharu y al resto.

“Vamos a encontrarnos de nuevo, Conde Roland”.

“Esperaré con ansias el día en que lo vuelva a ver, Sir Gouki”.

Gouki y Roland intercambiaron un apretón de manos. Los dos se habían llevado bien mientras tomaban unas copas la noche anterior.

“No deberíamos hacer esperar a la princesa Christina, así que nos iremos ahora. ¡Los veo pronto!”

Si partieran del Reino de Galarc por la mañana, llegarían a Rodania antes del atardecer. Así, Celia y Roland partieron juntos hacia Rodania.

***

Mientras Celia y los demás intercambiaban saludos, Rio y Sora flotaban en los cielos muy por encima del Castillo de Galarc. Vieron como Celia y Roland se dirigían a la puerta del castillo, mientras Miharu y los demás regresaban a la mansión.

Parece que Celia se va a Rodania. Sara, Orphia y Alma irán como sus guardias.

Llegó un mensaje telepático de Aishia. Ella había descendido en su forma de espíritu, permaneciendo fuera del alcance de detección de los espíritus de las chicas del pueblo espiritual mientras observaba todo desde arriba.

Entonces se dividirán como se esperaba. Sora y yo iremos a Rodania.

Lo habían decidido de antemano. Si sus amigos alguna vez se separaban, Aishia protegería a un grupo en su forma espiritual, mientras que Rio y Sora protegerían al otro. Estar en forma de espíritu ahorró energía y eliminó la necesidad de acomodarse, por lo que era ideal para Aishia moverse sola. Si las chicas con espíritus contratados se dirigían a Rodania, entonces era mejor para Aishia permanecer en el Castillo Galarc.

Entendido. Déjamelos a mí.

Por lo tanto, se decidió oficialmente que Rio y Aishia se separarían por el momento.

Gracias. ¿Recuerdas dónde se encuentran las máscaras?

Sí, no te preocupes.

Aishia no podía usar una máscara en su forma espiritual, por lo que la habían escondido en preparación.

Entonces nos iremos ahora.

Con eso, Rio se volvió hacia Sora. “Vamos, Sora”.

“¡Okay!”

Sora parecía estar feliz de estar agrupada con Rio, ya que dio su enérgica respuesta con una sonrisa que dejó al descubierto sus lindos dientes caninos.

***

Era temprano en la tarde, unas pocas horas antes de que el sol comenzara a moverse hacia abajo.

Tres japoneses estaban reunidos en una sola sala del ayuntamiento de Rodania.

Uno fue el héroe de la Restauración, Sakata Hiroaki. Otro era Saiki Rei, que huyó del Reino de Beltrum para unirse a la Restauración, y el otro era su estudiante de primer año, Murakumo Kouta.

Había una persona más en la habitación, una niña que nació y se crio en este mundo. La hija de una de las tres familias ducales del Reino de Beltrum: Roanna Fontaine.

Los cuatro habían estado enfocados en cierta tarea desde hace algún tiempo.

“La primera novela ligera de este mundo. ¡Finalmente estamos a mitad de camino, Hiroaki!” Rei dijo emocionada, mirando el texto escrito en una hoja de papel.

De hecho, los cuatro estaban trabajando juntos en la primera novela ligera de este mundo. Hiroaki fue el autor, ideó la historia y la escribió en japonés, mientras que Rei y Roanna fueron las editoras que tradujeron el texto al idioma de este mundo. Kouta se encargó de dibujar las ilustraciones solicitadas. Así, finalmente habían completado aproximadamente la mitad de un solo volumen.

“Sí. No pensamos en lo que haríamos después de que esté escrito, pero ha sido muy divertido. Escribir de forma analógica con papel y bolígrafo tampoco es tan malo”.

Hiroaki colocó su bolígrafo sobre la mesa, observando el proceso de creación con aire pensativo.

“Estoy de acuerdo. Es como un club escolar. ¿La gente también hace doujinshi como este?”

“Tal vez…” Hiroaki asintió torpemente ante la sincera emoción de Rei.

“Gracias por tu ayuda también, Roanna. Has estado haciendo la traducción y verificando si coincide con el conocimiento general de este mundo todo el tiempo”.

Agradeció a Roanna por su ayuda en la creación de la novela ligera, habiendo realizado todas sus tareas hasta ahora sin fruncir el ceño ni quejarse.

Roanna detuvo su pluma y sonrió con gracia. “Estoy feliz de ver que se está divirtiendo, Sir Hiroaki”.

Sintiéndome verdaderamente agradecida por su devoción y actitud comprensiva—

“Uuh… Sabes, una vez que terminemos con esto, deberíamos hacer algo juntos”, dijo Hiroaki con torpeza.

“¿Oh? ¿Te sientes coqueto, Hiroaki?” Rei sonrió. “Cállate. Deberías llevar a Rosa a una cita también”. “Sí, sí.”

Hiroaki y Rei bromearon entre ellos. Rei era considerado oficialmente el ayudante de Hiroaki, colocándolo en una posición más baja que el héroe, pero los dos eran japoneses con intereses similares, por lo que eran más como un estudiante de último y tercer año de escuela cercana.

“Tú también deberías conseguir una novia, Kouta. ¿Qué hay de esa chica Mikaela?”

Fue en ese momento que Hiroaki recordó a Kouta y le preguntó por su estado romántico. Mikaela era una de las amigas de Rosa a quien Rei le había presentado a Hiroaki una vez.

“No es asunto tuyo. No tengo tiempo para eso de todos modos. Estudio, entreno y luego dibujo ilustraciones para ti”.

“Veo que eres tan terco como siempre. Te estoy pagando por cada imagen, así que deberías tener el dinero para jugar. Ve y diviértete.”

“No hay nada que quiera comprar con ese dinero”.

“Entonces ve y lleva a Mikaela a una cita”.

“Hiroaki, este tipo todavía no ha superado que le hayan roto el corazón”.

“Aha”.

“Sí, di lo que quieras,” asintió Kouta apáticamente, concentrado en su dibujo.

En ese momento, un caballero entró por la puerta abierta.

“Disculpe, Lady Roanna”.

“¿Qué es?”

“La princesa Christina y la princesa Flora han regresado del reino de Galarc”.

“Ya veo. Entonces debo ir a saludarlos. Señor Hiroaki…”

Roanna miró a Hiroaki.

“Claro, adelante. Estaremos bien aquí.”

Hiroaki la despidió sin esperar a escuchar la oración completa.

“Okay. Entonces, si me disculpa.”

Con una reverencia, Roanna se puso de pie y siguió al caballero. Esto dejó a los tres japoneses en la habitación.

“Hombre, esa Roanna seguro que es una buena chica. Y ella es tan linda.

¿No crees, Kouta?” Rei preguntó.

“Sí, realmente lo es”, felicitó Kouta.

“Bueno sí.” Aunque parecía un poco tímido al respecto, Hiroaki asintió con orgullo.

***

Mientras la aeronave encantada con Christina y Celia a bordo llegaba a Rodania, Charles y el resto del escuadrón de reconocimiento estaban a la espera junto a un manantial dentro del bosque junto a la ciudad.

El escuadrón liderado por Charles estaba formado por cinco personas del ejército del Reino de Beltrum y seis mercenarios preparados por Reiss, incluidos Renji y el propio Reiss, haciendo un total de doce. Era un escuadrón pequeño, pero todos tenían grifos para maximizar su movilidad.

Sin embargo, solo había seis personas en la primavera en este momento, incluido Charles. Habían establecido un campamento aquí ayer para llevar a cabo su reconocimiento en Rodania. Charles y los soldados de Beltrum se destacaron con sus uniformes del ejército, por lo que el plan era que los mercenarios se infiltraran en Rodania tan pronto como llegara Christina.

El barco en el que estaba Christina había regresado a Rodania hace aproximadamente una hora. Después de confirmar el aterrizaje de la aeronave en el agua, Reiss tomó a Renji y se dirigió a Rodania, dejando solo a los miembros del ejército de Beltrum en el manantial.

“Lamento haberte hecho esperar.”

Reiss regresó con Renji y los demás mercenarios vestidos de aventureros.

“¡Oh, señor Reiss!”

Aburrido de esperar sin hacer nada, Charles se puso de pie emocionado.

“El dirigible ahora tenía a la princesa Christina a bordo”, dijo Reiss mientras se quitaba la capucha. Renji y los otros mercenarios también se quitaron las capuchas.

“Entonces…”  El  momento  de  pagar  su  humillación  estaba  casi  aquí.

Charles estaba encantado.

“Sí, por favor entregue su informe a las fuerzas principales”.

“Muy bien. El sol se pondrá pronto. Sería mejor atacar mañana por la mañana.”

“Estoy de acuerdo.”

Ante el asentimiento de Reiss, Charles tomó ansiosamente su pluma.

Luego escribió lo siguiente en el papel sobre la mesa:

Por favor, envíe las fuerzas principales para invadir Rodania mañana por la mañana. Una vez que lleguen, haremos un ataque sorpresa para sacudir al enemigo como estaba planeado.

“Ustedes dos. Regresen a las fuerzas principales y llévale esta carta a Padre.”

Charles tomó la carta y se la entregó a dos de sus caballeros subordinados. “¡Sí, señor!”

Los dos Caballeros Aéreos lo saludaron en silencio, luego montaron sus grifos y partieron hacia las fuerzas principales en el siguiente territorio.