Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 11

Capítulo 3: Bastante Paternal—Amor Instintivo, Como Todos Los Padres Tienen

Parte 3

Por el tono de Riho, se podía sentir que sentía lástima por Marie, pero ella misma estaba siendo bastante mala.

Hablando del diablo, la chica misma entró tambaleándose en la habitación, blanca como una sábana, la imagen misma de un boxeador que acaba de hacer doce rondas. Chrome estaba a su lado, suplicando.

“Qué hermoso vestido, pero la persona que lo usa simplemente lo arruina”.

Nadie miraría a una niña apoyada pesadamente contra la pared, con las piernas separadas, y pensaría: “Esa debe ser la princesa”.

Después de haberla sacado inocentemente del campo de los posibles intereses amorosos, Lloyd vio que se veía desolada y se acercó corriendo.

“¡Ah, Marie! Pareces exhausta. ¿Fuiste invitada como el salvador del país?”

“Ugh. Lloyd.”

“¡Ese vestido se ve encantador! Casi como una verdadera princesa.”

Ella era una verdadera princesa (LOL).

Un escalofrío de horror recorrió a Chrome.

Él realmente sabe cómo cortar a una chica rápidamente…

En este punto, a Marie dejó de importarle.

“Sí, estoy hecha polvo”, dijo arrastrando las palabras. “¿Cómo te va, Lloyd?”

Convencida de que nunca le haría creer quién era ella, estaba dejando que todo pasara el rato.

“Hmm, no te ves bien. ¡Lo sé!”

Se le ocurrió una idea. Lloyd tomó la mano de Marie y la levantó.

“¡Vamos a bailar! No sé qué te tiene tan deprimido, pero cuando tienes problemas, ¡tienes que bailar toda la noche!”.

La arrastró directamente a la pista de baile y comenzó a copiar lo que hacían los demás. No es la mejor pista, pero se notaba lo mucho que se esforzaba.

“Músicos, adapten su tempo a lo que está haciendo Lloyd. ¡Iré a ajustar la iluminación para presumirlo!”

Allan sabía que Lloyd solo estaba bailando para animar a Marie, pero invitó a la orquesta y al equipo a bordo para crear el ambiente.

“¡Lloyd, eso es todo lo que puedo hacer por ti ahora!”

Levantó el pulgar y Lloyd asintió, luego hizo girar a Marie.

“¿Te sientes mejor, Marie?” preguntó, radiante.

Más preocupada por Marie que por cualquier princesa.

Puede que no fuera una perspectiva romántica, pero él estaba más preocupado por ella que por cualquier otra persona, y ese pensamiento le devolvió la sonrisa.

“Argh… soy tan fácil de complacer”.

Ella negó con la cabeza ante eso, pero siguió el ejemplo de Lloyd.

“Se ven bien. ¿No le diremos a nadie que ella es la princesa?” Choline susurró.

Chrome le dio el resumen completo.

“Así que no vamos a nombrarla oficialmente aquí”.

“Ha-ha … Señor. ¡Qué lio!”

“Puedes decir eso de nuevo”, estuvo de acuerdo Merthophan. “La princesa María tiene un largo camino por delante”.

Los tres comenzaron a reírse. Era tan ella.

“¿No es ese Lloyd?”

“Está bailando con una verdadera belleza”. “Esa es Marie, de la tienda de la bruja”. “Oh, ¿dónde vive Lloyd?” “Cuida de su casera”.

“¡Una pareja encantadora!”

Los miembros del gremio y otros soldados los vieron bailar, sonriendo. “¡Yo no soy su casera! Argh, lo que sea.”

“¿Dijiste algo, Marie?”

“No importa.”

Frunció el ceño por un segundo, pero lo cubrió con una sonrisa.

Fue un momento encantador.

Pero no todos estaban contentos con eso. Tres chicas rechinaban los dientes.

“Ella se ha dejado llevar demasiado”. “¿Alguien tiene un rifle de francotirador?” “…… ¿Esto llama a la violencia? Creo que sí.”

Tan enojadas como estaban, Micona estaba francamente furiosa. “¡¿Qué es esto?! ¡¿Por qué Lloyd Belladonna está bailando con Marie?!”

Riho entrecerró los ojos. “Lloyd rechazó a la princesa, lo cual es genial, pero…”

“¡No es genial! ¡Mi plan era unirlo a él y a la princesa y consolar a la desconsolada Marie mientras ella estaba recuperada!”

Felizmente inconsciente de que Marie y Maria eran lo mismo, Micona era el payaso más grande aquí.

“……Ese plan siempre estuvo condenado.”

“Explicar por qué sería una pesadilla”.

El éxito de su plan frustraría sus objetivos reales.

Las cuatro chicas terminaron frunciendo el ceño en la pista de baile, viendo bailar a Lloyd y Marie, y luego apareció su salvador.

“¿Problema?” Pamela levantó sus marcos.

“¡T-Tú eres la chica de las gafas!”

“¡La fanática del cosplay que hace que Lloyd use cosas raras!” “… Gracias por lo de la enfermera… Fue un festín para los ojos”. Levantó una mano e hizo una modesta presentación.

“Pamela Siegquelle. Misma clase que Micona.”

“Pamela, problema es la palabra correcta, pero si vas a preguntar… ¿tienes una solución?”

“De hecho,” dijo ella, ajustando sus lentes dramáticamente. “Como hija de los propios sastres Siegquelle del Lado Norte, preparé todo tipo de ropa de baile para esta noche”.

“…… ¿Entonces?”

“Yo proporcionaré los vestidos. Puedes mezclarte con los VIP y bailar con Lloyd y Marie a tu gusto. Puedo hacer alarde de la ropa de mi tienda en todos los gremios, por lo que todos salimos adelante. ¿Qué dices?” Se subió las gafas de nuevo.

Micona le dio una palmada en el hombro con entusiasmo. “¡Esa es mi Pamela! ¡Mente maestra del segundo año!” “Entonces ven por aquí”.

Los llevó a todos a los vestuarios. Tal vez no deberían haber estado haciendo esto en el reloj, pero el amor lo conquista todo.

Unos minutos más tarde, Marie estaba perdida en el momento, felizmente feliz.

Bailando en público con el chico que amaba, todos los ojos puestos en ella.

“Si tan solo esto pudiera durar para siempre…”

Definitivamente no lo haría. No con ellos alrededor.

“¡Bueno! ¡Se acabó el tiempo!”

“¡Señor Lloyd! ¡Mi tanque de amor está lleno hasta el borde!”

“……Adelante.”

Tres chicas, saludándolas como empleados de un puesto de gasolina.

Lloyd felizmente se dirigió hacia ellos.

“Eh, ¿sí? ¿Qué es?”

“¡L-Lloyd! ¡Es una trampa…!”

Pero Riho ya tenía una mano en el hombro de Marie.

“Ya es hora de que te cambies”.

“P-Pero… ¡se supone que debes estar trabajando!”

“Es nuestro trabajo eliminar a los fanáticos persistentes”.

Los soldados no eran exactamente personal en los eventos de apretón de manos de ídolos, pero… bueno, ambos pasan la mayor parte de su tiempo en las trincheras.

“……Yendo primero.”

Mientras Riho y Selen estaban ocupados quitándose a Marie, Phyllo se abalanzó y agarró a Lloyd.

“¡Argh, vuelve aquí!”

“¡Phyllo! ¡Eso no es justo!”

Phyllo, que vestía un atuendo de bailarina del vientre, ya estaba haciendo un movimiento, la mano de Lloyd firmemente en la de ella.

“¿Phyllo? ¿No deberías estar trabajando?” “… Estoy protegiendo a un VIP”. “¡No soy muy importante!”

“……Tú lo eres para mí.”

Lo tenía presionado contra ella. No hay espacio entre ellos. Utilizando su físico en todos los sentidos, desde destreza hasta reloj de arena.

“Es hora de que te ganaste tu sustento, Vritra”.

“Esto es realmente todo lo que me piden que haga…”

El cinturón maldito de Selen enganchó a Lloyd y ella lo atrajo hacia ella.

“…… ¡Oh, no!”

Phyllo supuso que el cinturón la perseguía y se preparó para esquivarlo y dejar que se le escapara de las manos.

Con Lloyd en sus brazos, Selen estaba tan aturdida como una niña de cinco años abriendo regalos de Navidad.

“S-Selen, también se supone que debes estar trabajando”. “Sir Lloyd, la principal motivación de un soldado es el amor”. “¡Es la primera vez que lo escucho!”

Selen vestía un cautivador vestido de tango y su enfoque era apasionado, por lo que básicamente no era diferente de su rutina habitual, pero tal vez fue de mala educación señalar eso.

“¡Ohhhhhh, señor Lloyd, señor Lloyd, señor Lloyd, señor Lloyd!”

“S-Selen, ¿te sientes bien? Pareces un poco…”

“¡Mi decisión está tomada! ¡Si no logro mi victoria aquí, es posible que la pelea nunca se gane!”

“¡¿Por qué estamos peleando?!”

Lloyd estaba empezando a sentir un grave peligro y aprovechó la primera

oportunidad que ella le dio para alejarse de un salto, terminando…

“¿L-Lloyd?”

“¡¿R-Riho?!”

—en los brazos de Riho. Se había quedado de brazos cruzados, deseando bailar con él, pero sin saber cómo hacerlo, así que cuando él se acercó a ella, el corazón casi se le sale del pecho.

“¡P-Pensé que te tomarías el trabajo en serio, al menos!”

“Um, yo era… p-pero entonces ¡un intruso! ¡Sí, hay un intruso suelto!”

“¿E-En serio? Oh, entonces estás en la pista de baile buscándolos. ¡Veo! Bueno, ¡cualquier cosa que pueda hacer para ayudar! Vamos a bailar.”

“S-Sí”.

Al igual que la fábula del Viento del Norte y el Sol, Riho se había ganado tanto el respeto de Lloyd como el derecho a bailar. Victoria total.

““… ¡Argh!””

Selen y Phyllo solo podían mirar con envidia.

Hablando de envidia, ¿dónde había ido Micona, la personificación de ese pecado?

Todavía estaba en el vestidor.

“Este vestido… No, todavía no está bien”.

Había un enorme montón de desechos en el suelo a su alrededor. No porque ella estuviera siendo exigente, tampoco.

“¿Otro fracaso?” La chica de las gafas subió sus monturas. “¡Tal fuerza destructiva!”

Incluso Pamela se sorprendió. ¿Por qué razón?

“¡Argh, demasiado apretado alrededor del pecho otra vez! ¡Todo lo que deseo es estar al lado de Marie!”

Aparentemente, ninguno de los vestidos disponibles era lo suficientemente amplio para el tamaño de su busto.

“Estaba preparado para las cinturas, pero… tu busto está más allá de mis expectativas más salvajes”.

“Es posible que tenga que tomar algunas vendas y atarlos”.

“¡Eso afectaría mi honor como hija de un sastre! Iré a buscar algunas herramientas de alteración. Espera aquí.” Pamela se subió las gafas.

Pamela salió corriendo a buscar sus suministros y Micona siguió hurgando en el alijo en busca de una solución.

“No sirve… Definitivamente no… ¿Mm?”

Había oído un ruido extraño y se volvió hacia él.

“¿Qué pasa ahora…? E-Eres—”

“¡Hngg, nadie me dijo que tendría la oportunidad de bailar con Lloyd! Me las arreglé para colarme en el lugar, ¡pero ninguno de estos vestidos es lo suficientemente pequeño para mí! Claramente no invitaron a nadie a la edad de nueve años”.

Allí estaba Alka. De alguna manera, se había enterado del baile y estaba ocupada rebuscando entre vestidos, refunfuñando. Atrapado in fraganti, traspasando y robando.

“¿Jefa Alka?”

“¿Hng? ¡Si no es Micona!”

Estos dos se habían encontrado en una longitud de onda perversa similar antes, y una vez más, se entendieron en segundos.

“¿Tú también, Jefa Alka?”

“Mm, veo que ambas estamos luchando por encontrar vestidos apropiados”.

Su conversación fue rápida.

“Mi compañero de clase ha ido a buscar herramientas de alteración…”

“¿Crees que llegará a tiempo? Las alteraciones para mí difícilmente serían menores”.

Hubo un silencio frustrado, luego Micona vio algo a los pies de Alka.

“¿Oh? ¿Qué es esto?”

“¿Hng? ¡Oh! ¡Buen trabajo, Micona! ¡Si jugamos bien nuestras cartas, podemos cubrir tanto tu hermoso pecho como mi diminuta figura!”

¿Qué prendas habían encontrado? Rápidamente se los pusieron y se dirigieron a la pista de baile.

Mientras tanto… felizmente inconscientes de esto, Lloyd y las chicas seguían haciéndolo.

“¡Riho! ¿Cómo es que siempre terminas acaparando el centro de atención?”

“……Deberíamos tomar notas.”

“Yo no—esto es solo… ¡una de esas cosas!”

Pero Riho estaba disfrutando mucho de su turno en la pista de baile. Tanto que ni siquiera pudo encontrar una excusa concreta.

La pelota era un barril de pólvora listo para estallar. Marie intervino para desescalar.

“O-Oye, vamos… no pelees frente a los gremios…”

“””¡Esto es tu culpa!”””

“Correcto. Lo siento…”

Marie había causado un poco este conflicto, por lo que nadie estaba listo para que jugara a ser el pacificador.

“¿Por qué Marie se ve tan culpable?” Lloyd se preguntó, sin haber seguido nada de esto.

Cuando el caos abrumó el baile, sonó una flauta con un sonido bastante tonto.

“¿Q-Qué?”

“………………! ¡Mira!” Phyllo señaló.

“¡¿Micona… y Alka?!”

En efecto. Las dos estaban una al lado de la otra, luciendo muy satisfechas consigo mismas.

Sin embargo, no estaban vestidos para un baile al estilo occidental. Parecían listos para bailar en un Festival Bon: abrigos felices, con tela sarashi envuelta alrededor de sus pechos. Alka estaba ocupada tocando una especie de flauta de madera… pero sus dedos eran demasiado cortos para tapar los agujeros y las notas estaban por todos lados. Extremadamente disonante.

Sin vestidos de su talla, simplemente se enrollaban sarashi alrededor de sus torsos, luego se cubrían con abrigos felices y daban por terminado el día. Un enfoque poco ortodoxo de la vestimenta de salón de baile, y no estaba convenciendo a nadie.

“Sí, esos simplemente no son suficientes para este lugar. Me arrepiento de haberlos traído” murmuró Pamela. Ella acababa de regresar, agarrando las herramientas de su oficio, demasiado tarde para detener esta farsa.

Aun así, Micona y Alka estaban emocionadas y con muchas ganas de empezar. Absolutamente seguro de que estaban impresionando a la multitud, y los dos estaban viviendo sus mejores vidas.

Alka siguió tocando su flauta, saltando por toda la tienda como el comandante militar Ushiwakamaru cuando luchaba contra sus oponentes. Se abrió paso entre Riho y Lloyd, y lo apartó.

“¡Vamos, Lloyd! ¡No puedes simplemente bailar con tus amigos, déjame tener un turno!”

“¿Q-Qué estás usando? ¡¿Cómo se supone que vas a bailar con eso?!” “¡Como yo quiera! ¡Como siempre lo hemos hecho!”

Mientras tanto, Micona estaba haciendo todo lo posible para persuadir a Marie para que saliera al piso.

“No tenían nada que me quedara bien, ¡pero cualquiera puede usar este abrigo! ¡A bailar, Marie!”

“¿Micona? ¿Por qué yo? ¿Qué tipo de baile es este?” “¡Solo déjalo salir todo! ¡Un baile feliz con un abrigo feliz!”