Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 4

Capítulo 5: Engañado Por Tercera Vez.

El día después de llevara Chris la nave del Conde Dalenwald, nos sentamos en la mesa durante el desayuno después de nuestra rutina de entrenamiento-limpieza- aseo de la mañana.

“Quiero ir de compras con Mimi. ¿No te molesta?” preguntó Elma.

“No, no hay problema”. No perdí tiempo en aceptar.

“Vaya, no esperaba una respuesta tan rápida”.

“¿Por qué iba a decir que no? Chris está bien protegida con su abuelo, y nadie va a venir por nosotros. Ustedes dos han estado atrapadas en la nave desde que dejamos Cierra III, así que necesitan un tiempo libre, ¿verdad?” Yo he salido ayer para la actualización de Mei, así que es justo que Mimi y Elma tengan la oportunidad de salir ahora. “Pero llévate a Mei contigo, por si acaso. No voy a salir de la nave, así que no necesito ninguna protección”.

“¿Hm? Oh… está bien. Buena idea. Lo haremos”.

“¡Mei vendrá de compras con nosotras!” Mimi estaba emocionada.

“Sí, me uniré a ustedes”.

Al principio, Mimi había desconfiado de Mei debido a sus traumas del pasado relacionados con las Maidroides, pero ahora eran buenas amigas. Con la actualización, Mei podía incluso actuar como maestra para Mimi, así que esperaba que siguieran llevándose bien.

“Ah, sí”, recordé. “Yo también te daré algo de dinero, Mei. No se puede comprar sin algo de dinero, ¿verdad?”.

“¿Estás seguro?”

“Absolutamente seguro”.

De todos modos, ella era como mi dependiente. Aunque supongo que se podría decir lo mismo de Mimi y Elma, ya que las ayudaba con comida, refugio y sus necesidades. Sólo pagaban su propia ropa ya que compraban cosas a su gusto.

“¿No es esto demasiado?” Preguntó Mei, aparentemente molesta por la cantidad.

“La ropa se acumula rápido”, dije encogiéndome de hombros. Cuando compramos ropa para Mimi antes, costó casi 30.000 Ener. Yo le había dado a Mei la misma cantidad. “Además, podemos amortizar las necesidades diarias. Como siempre”.

“Entendido. Quédate en casa y no te metas en problemas, ¿de acuerdo?”

“De todos modos, no puedo hacer muchas travesuras cuando estoy solo- Deja de preocuparte”. No es que necesitáramos que alguien se quedara en el Krishna, así que podría haber ido con ellas. Pero que un hombre vaya de compras con mujeres plantea algunos problemas para él. Específicamente, el hecho de que las mujeres tardan una eternidad en comprar.

“¡Vamos!” chilló Mimi.

“Enseguida”, añadió Mei.

“Buena suerte, chicas. Me imagino que estarán bien, pero tengan cuidado”.

Una vez que las chicas se fueron, tuve un raro tiempo a solas. Me pregunté qué podría hacer solo. ¿Limpiar, tal vez? No: Mei ya lo hacía perfectamente

No había encontrado ninguna afición real desde que llegué a este universo. Yo era un gamer en mi antiguo mundo, pero las consolas de videojuegos, como concepto, no existían aquí.

Podía jugar algo en mi terminal, pero todos eran juegos ligeros para jugadores casuales, que no encajaban mucho con mis gustos. Yo prefería juegos más duros: juegos donde pudieras montar una pantalla enorme y realmente enloquecer. Cosas con ruidos fuertes, explosiones, sangre y vísceras, y cosas así.

“Vaya. De repente, no tengo una vida sin las chicas alrededor…” Me estremecí al darme cuenta de que ya no podía perder el tiempo por mi mismo y decidí dirigirme a la cafetería en lugar de sólo estar de pie sin hacer nada. Tuve que sentarme y calmarme. Quiero decir, demonios, ¿por qué no leer las noticias en mi terminal si estaba tan aburrido?

Si no fuera por eso, podría buscar periféricos de juego. En un universo tan avanzado, tenía que haber algo si buscaba. Como, digamos, un auriculares para juegos de realidad virtual. Pero justo cuando alcancé mi terminal, el timbre de la cafetería sonó .

“¿Hay alguien aquí?”

Si las chicas habían vuelto por algo que habían olvidado, entonces no usarían el timbre. Tenía que ser un visitante, entonces. ¿Había venido Chris aquí para pasar el rato? Ignorar el timbre sería una estupidez en cualquier caso, así que configuré una pantalla holográfica con mi terminal y vi una cara muy familiar.

“No hay nadie en casa”, dije.

“¡No seas imbécil!” La hermosa rubia en la pantalla sonrió intimidante.

Hoy no llevaba su uniforme habitual, pero era claramente aquel bombón asesino, la Teniente Comandante Serena, en la pantalla. Ella tenía una sonrisa en la cara, pero en sus ojos se mostraba claramente infeliz. Y asustada.

“Uh… Mimi y las otras chicas no están por aquí, así que no debería dejarte entrar”.

“¿Por qué no puedo entrar cuando no están?”

“Siento que estoy en peligro. Necesito un adulto. Varios adultos”.

“Eso no suena como algo que un hombre debería decir a una chica que viene de visita”.

¿Soy yo, o hay venas que sobresalen de su sien? No creo que sea sólo yo. No es que las haya visto, pero no me sorprendería en lo más mínimo. Mierda, apostaría dinero en eso.

“Dejando eso de lado”, añadí, “una mujer no debería ir sola a la nave de un hombre,

¿verdad? ¿Qué tal si en su lugar salgo a verte?”

“Hmm… me parece justo. Muy bien. Sal inmediatamente”.

“¿Puedo preguntar primero por qué?”

Serena no llevaba su uniforme militar, era más bien ropa deportiva. El estilo era similar a los trajes de mercenario que Elma y yo llevábamos. Ella todavía tenía esa loca espada en su cadera, aunque no destacaba tanto debido a su largo abrigo.

“La mitad de nuestra nave está de descanso, así que he venido a pasar el tiempo contigo”, explicó Serena.

“¿Por qué vendrías a mí para eso? Sólo pasa el rato con tus subordinados, o… Aww,

¿te sientes sola?”

“¿Qué trabajador querría pasar su tiempo libre con sus superiores? Estoy siendo considerada con ellos, y no me siento sola. Yo tengo una buena relación con mis subordinados. Así que, de nuevo, ¡no estoy sola!” protestó Serena, temblando como un cachorro triste.

Vale, vale, culpa mía Por favor, no llores, o me hará sentir que me excedí con mis palabras. “Vale, lo siento”, me rendí. “Sólo deja de llorar, por favor. Iré ahora mismo, ¿de acuerdo?”

“¡¡¡No estoy llorando!!!”

Eso no es muy convincente cuando estás temblando así, Teniente Comandante, pensé. Me sentiría mal si la echara ahora, así que decidí seguirle el juego. ¿Por qué es que ella es una perfecta super-humana cuando lleva el uniforme, pero cuando no, es un desastre? ¿Esto es lo que le pasa a una mujer cuando no descansa y se la pasa trabajando?

De todos modos, usé la aplicación de mensajería de la terminal para avisar a las chicas que me iba, también. Pensé en activar los escudos de la nave de forma remota. Como ya habían recogido nuestros residuos y repuesto nuestros suministros de aire y agua, no habría ningún problema con dejar los escudos activados.

Envié un mensaje al chat del grupo antes de salir: Estaré fuera del Krishna por un tiempo. Activaré los escudos a distancia. Después de enviar eso en el chat grupal, me dirigí a la puerta. Llevaba mi ropa habitual de mercenario, pero ¿a quién le iba a importar? No era como si Serena estuviera súper arreglada.

“Disculpe la espera, teniente comandante”, la saludé.

“Por favor, no me llames así en mi día libre”.

“¿Entonces cómo debo llamarte?”

“Sólo Serena está bien”.

“¡Ja, ja, ja! De acuerdo, Lady Serena”. Rápidamente me deshice de su sugerencia, y ambos nos reímos. ¿Parecíamos una pareja feliz ahora mismo? De ninguna manera; nadie podría ser tan estúpido como para pasar por alto la tensión palpable entre nosotros.

“Bien”, suspiró ella. “Eso servirá. ¿Nos vamos?”

“Claro. Eh… ¿a dónde vamos?”

“¿Oh? Pensé que era el trabajo del hombre elegir que hacer en estas situaciones”. Dijo Serena, ladeando la cabeza como si estuviera asombrada. Suspiré, crucé los brazos y miré hacia el cielo… bueno, el techo de la colonia.

¿Cómo se supone que voy a responder a una petición así?

 ***

“Es un poco pronto para comer”, reflexioné. “¿Quieres simplemente… pasear por algún sitio?”

“¿Pasear…?”

“Ya sabes. Caminar sin un destino fijo en mente. O, para ponerlo en términos más divertidos, ‘buscar algo que hacer'”.

“buscar algo que hacer… Sí, eso suena divertido aunque no me gustan las cosas al azar”.

“¡Bueno, no me culpes por ser azaroso!”

¿Qué tan ridícula puedes ser? Irrumpes, me dices que te lleve a algún sitio, me dices que te acompañe, ¡y aún así te quejas! No he caminado alrededor de Cierra Prime, y no he hecho mucha investigación sobre las compras y los puntos de interés aquí.

“¿Pero no es ineficaz andar por ahí sin algún objetivo?”

“Tienes razón en eso”, asentí. “¡Pero tengo justo lo que necesito!” Le mostré a Serena mi terminal de mano.

“¿Una estación de RV?”

“Sí. Mucha gente acaba viniendo al Sistema Cierra, pero luego no consiguen reservas para los planetas turísticos o se pasan por encima del presupuesto porque todo es muy caro. Así que montan estas instalaciones de Realidad Virtual. En este punto, las sorprendentes experiencias de RV se han convertido en una gran atracción para la gente que viene sólo para ver vistas falsas”.

“Ya veo… Pero ¿no parece poco saludable encerrarse en un espacio imaginario ahora que nos hemos molestado en salir al exterior?”

“¿Poco saludable?” Levanté una ceja, sin saber a qué quería llegar. Yo estaba muy emocionado. ¡Realidad Virtual! ¡Mi primera vez usando la auténtica realidad virtuall! ¡Fantástico!

“La realidad virtual completa requiere que te acuestes en una máquina con forma de ataúd y, naturalmente, estás indefenso en todo momento. He oído hablar de algunas estaciones de RV poco éticas”.

“¿Cómo de poco éticas?” pregunté.

“Encierran a la gente en espacios de RV y luego se llevan sus cuerpos reales, vendiéndolos a los piratas como esclavos. Realmente hacen las peores cosas. E incluso si no te venden a los piratas, podrían venderte a algún otro sujeto indeseable como esclavo. Incluso si no van tan lejos, igualmente te robarán tus objetos de valor”.

“Vaya, eso es terrible”.

Serena continuó: “También he oído que instalan dispositivos de Hackeo en las máquinas de RV para robar el dinero de los clientes”.

Eso sí que daba miedo. Sin embargo, ella estaba tratando de asustarme… Espera, ya sé lo que está pasando aquí. “Tienes un problema personal con las estaciones de RV,

¿verdad?”

“Yo no he dicho eso”. Serena mostró una sonrisa perfecta. Cierto, ella no dijo eso, pero estaba claro que quería que yo leyera entre líneas.

“Vale, vale”, dije, dejando de lado el tema. “Ahora te toca a ti. Yo dije una idea, y no te gustó, así que ahora tienes que proponer algo. Es justo, ¿no?”

“Hmph, así que ese es tu juego. Hmm… ¿Puedo sugerir esto?”

Serena me mostró su propio terminal. En la pantalla había un alienígena de tamaño humano, parecido a un insecto, con cuatro brazos. Era un chef, presentando sus variados platillos y muchas bebidas de diferentes colores.

“Como sistema turístico, el Sistema Cierra es frecuentado por los ricos”, explicó Serena. “Y si los ricos saben de algo, es sobre buena comida y bebida. Las comidas y las bebidas de alta calidad del imperio y otras naciones son traídas aquí antes de ser enviadas a otros sistemas. Naturalmente, como centro de comercio del sistema, Cierra Prime tiene muchos restaurantes que se ocupan precisamente de esas cosas”.

“De ninguna manera”, respondí.

“¿Por qué no?” Serena exigió furiosamente una razón para mi rápida negativa. ¿Oh?

¿De verdad quieres saberlo?

“Si fuéramos allí, volverías a emborracharte hasta el culo. No voy a voy a cuidar de una Serena borracha yo solo”.

“¡¿Qué?! ¡Nunca lo haría!”

“Grandes palabras, para alguien que ya lo ha hecho dos veces”.

“¡Tú…!” Serena se encogió ante mi bombardeo verbal.

¡Oye, eso fué súper efectivo! Pero para ser totalmente honesto, beber con Serena sin las chicas alrededor parecía que la llevaría a llorar y lanzarse sobre mí. No confiaba en ser capaz de contenerme si ella mostraba su lado vulnerable.

Serena era como la mina terrestre más obvia del mundo, sí, pero también… estaba increíblemente buena. A pesar de saber que estaría en un gran problema si la tocaba, todavía era posible que lo hiciera. No confío mucho en mi fuerza de voluntad, así que no me arriesgaré.

Mientras discutía con Serena, dos hombres irrumpieron entre nosotros.

“¿Tenemos una pelea aquí?”

“¡Maldita sea, realmente estás bien buena!”

¿Qué pasa con estos tipos? Ni crean que con eso se la van a ligar.

“¿Qué quieren ustedes dos?” Serena exigió, su voz tan fría como el cero absoluto.

“No sé quiénes son, pero yo me mantendría lejos de ella si fuera ustedes”, advertí.

“¡¿Qué acabas de decir?!” Un hombre se dio la vuelta y trató de darme un puñetazo, pero lo agarré el cuello y atrapé supuño mucho más rápido. Con que eres un poco malhumorado, amigo mío. ¿Estás borracho, o sólo estás intentando parecer genial?

“Mira, no quiero ningún problema, ¿me entiendes?” Dije, gradualmente fortaleciendo mi agarre. Miré para ver lo que el otro tipo estaba haciendo. Parecía que se había congelado en el lugar cuando Serena alcanzó su espada. Debió de perder los nervios en cuanto vio que ella era una noble.

Me di cuenta de que el hombre al que estrangulaba se preparaba para darme una patada así que le di un golpe en la nuez de Adán, empujándolo en el proceso.

“¡¿Guh?! ¡Gack, Aack! ¡Tú, pequeño…!”

“H-hey, hombre, retrocedamos”, advirtió el otro hombre.

“¡¿Qué?! ¡¿Después de que este tipo me dejara en ridículo?!” El hombre que empujé estaba furioso, pero cuando vio a Serena empezar a desenvainar su espada, se puso pálido.

“¿Qué- quieren- ustedes-dos?” Repitió Serena.

“¡¡¡Nada, señorita!!!”

“¡¡¡Sentimos haberte molestado!!!”

Las dos salieron corriendo lo más rápido que pudieron. Wow, supongo que los plebeyos realmente están aterrorizados por los nobles.

“Hmph. Esos tontos arruinaron la diversión”, se quejó Serena. “¿Qué groseros pueden ser los hombres?”

“Hey, ahora. No nos enfademos demasiado. Eres mucho más bonita cuando sonríes, Lady Serena”.

“¿Así es como convences a las chicas para que entren en tu habitación…?”, se preguntó en voz alta.

Hice una mueca. “Por favor, no hables de mí como si fuera un mujeriego”.

“Pero, de hecho, estás viviendo con varias mujeres, así que…”

“¡Rgh!”

Esta vez, el ataque de Serena fue un golpe crítico para mí. Quiero decir, ella tenía razón, pero… es así como resultaron las cosas, ¿vale? No podía abandonar a Mimi o a Elma en ese momento. ¿Y quién no ayudaría a una pobre y encantadora chica de su horrible destino si tuviera la oportunidad? Todo hombre quiere verse bien, después de todo.

No es que sea un santo ni nada por el estilo. Si hubiera sido un anciano en problemas, habría tenido que valerse por sí mismo.

“Vale, ya está bien de hablar. No más”, declaré.

“No me importa de ninguna manera. Entonces, ¿qué hacemos? Podríamos ser interrumpidos de nuevo, dada tu tendencia a atraer problemas”.

“¿Mi tendencia? ¿Mía? ¿Cómo sabes que no es la tuya?”

“Los rufianes como ellos nunca me molestan cuando salgo sola”.

“Espera, ¿en serio?” Asumí que un bombón como ella sería acosada constantemente.

“No es que importe, por supuesto. ¿Por qué no vamos a algún sitio y nos acomodamos? La gente está mirando, después de todo”.

“Suena como si me llevaras a comer y beber a algún sitio…” Me quejé.

“Je je…”

“Ja, ja, ja…”

***

“Así que, después de todo, hemos llegado a esto”, dije con un suspiro.

“La mayoría de los hombres sólo pueden soñar con compartir una comida conmigo.

¿Por qué estás tan decepcionado?”

“No lo estaré si puedes beber con moderación”. La miré de forma directa.

Después de un momento, Serena finalmente dijo: “Haré lo que pueda”.

Tal vez debería enviar una señal de socorro a las chicas ahora. Les diré dónde estoy, diré “Serena está bebiendo en este momento”, y ¡Bam!

Serena debe haber terminado de pedir mientras yo pedía socorro, ya que una pequeña puerta se abrió en la pared junto a nosotros y nos hizo entrar nuestra comida y bebidas. Así que es como el carril de pedidos de un lugar de sushi giratorio, ¿eh?

“Propongo un brindis”, declaró Serena.

“Bien, ¿pero por qué?” Nadie estaba mirando, así que era libre de ser tan grosera como siempre.

“Cualquier cosa está bien. Sólo propongo uno, es todo”.

Levantamos nuestras copas, la de Serena llena de algo parecido al vino y la mía llena de un refresco y las unimos con un ligero tintineo. Como corresponde a un restaurante de categoría, incluso el vaso en el que estaba mi refresco era fino y caro.

“Mm, delicioso”, suspiró Serena. “Por eso llaman a esto el lugar donde se reúnen todas las diversiones del imperio. Qué vino tan encantador!”

“Me alegro de que lo estés disfrutando”.

¿Puedes por favor comportarte bien por una vez? Las palabras trataron de salir de mi boca, pero sabía que con sólo repetirme podría tener el efecto contrario. Como si le dices a alguien una y otra vez que no pulse un gran botón rojo.

“Entonces, ¿llamaste a tus amigas?” Serena dejó su vaso y me miró fijamente. Es muy lista. Realmente pensé que no lo notaría, ya que lo hice mientras ella pedía.

“Tuve que hacerlo, por los dos”.

“Hmph… Me he estado preguntando por qué eres tan frío conmigo. Es como si estuvieras construyendo un muro entre nosotros. Puedes abrirte un poco más, ya sabes”. Serena miró con más fuerza, dejándome perplejo.

“¿Eh?” Por supuesto que estoy construyendo un muro. Estoy haciendo todo lo que puedo para mantener este muro tan fuerte como los escudos de Krishna. “No, gracias. Estoy manteniéndome alejado de los problemas”.

“¿Puedes dejar de decir eso con esa cara tan seria? Me vas hacer llorar…”

“Llorar es una forma cobarde de salir. Además, problema es la única palabra que te describe”.

“¡¿Qué parte de mí es un problema?!”

“El hecho de ser teniente comandante y una noble son suficientes para hacer que tengas tantos problemas como un ataque de saturación de misiles buscadores de calor”.

“¡No seas tan lógico con eso!” En la desesperación, Serena bebió su vaso de vino entero. ¡Deja eso! ¡Deja de beber como una loca, no sea que repitas tus errores del pasado!

“Diablos, eres una noble. ¿No vas a terminar en un matrimonio arreglado?”

“Preferiría no hablar de eso”.

“Está bien”.

Serena parecía terriblemente molesta, así que decidí dejarlo pasar. Si ella estaba comprometida con alguien, probablemente era alguien que no le gustaba o tal vez ella tuviera una mala experiencia.

“¿No te interesa?”, preguntó.

“En realidad no”, respondí, negando con la cabeza.

“¡Sólo di que si!” Serena golpeó la mesa con los puños.

“Oye, cuida tus modales en la mesa”, la regañé. “Llamaré a un empleado si sigues haciendo cosas molestas como esa”.

“¡Me insultaste de nuevo!”, gritó. “¡Sólo soy molesta y molesta, ¡¿verdad?! ¡Debería crecer y convertirme en una anciana arrugada, triste y sola”.

“Dudo que eso ocurra. Me imagino que tendrás un matrimonio arreglado tarde o temprano, ¿verdad?”

No sabía mucho sobre la nobleza, pero las mujeres nobles siempre están en gran demanda. Muchas familias querrían casarse con la futura Marquesa, así que ¿por qué Serena iba a buscar maridos? Por supuesto, yo dudo que se casara con alquien de alguna familia que el marqués no quisiera que lo haga.

“No quiero casarme con alguien que ni siquiera he conocido”.

“Quiero decir, podrías conocerlos, salir, y ver si puedes encontrar cosas que te gusten de ellos”.

“Pero entonces conozco al hombre, y es un debilucho que nunca ha tenido una pistola en su vida, y mucho menos una espada. O es un gigante fornido que ni siquiera puede vencerme en un combate con espada. ¡¡¡O es un lunático que sabe manejar la espada, pero la usa para cortar a todos los plebeyos como él desea!!!”

“Así que, básicamente, quieres un hombre que no sea demasiado corpulento, ni demasiado delgado, que pueda enfrentarse a ti en una pelea de espadas, y bendecido con virtud natural? No sé, parece que tus estándares pueden ser demasiado altos”. Podría simpatizar con el hecho de que sólo conociera hombres que no le gustaran, pero, ¿y si sus expectativas eran demasiado inalcanzables? Eso sólo la haría más solitaria.

“¿Qué hay de malo en querer un compañero de vida de calidad?” Serena comenzó a dar golpecitos en la tableta de la mesa, como si tratara de escapar de mi fría refutación. Sí, hoy se iba a emborrachar de nuevo.

“Si quieres ir por ese camino, no coincidimos exactamente tampoco. No puedo blandir una espada en absoluto”. Nunca había sostenido una espada en mi vida. Claro, cuando era niño, peleaba con otros niños con palos, pero nunca me incliné a la esgrima real. Compré una réplica de una espada durante una excursión en la escuela secundaria, pero, quiero decir, era demasiado genial para resistirse. Una réplica de una espada. Sin embargo, nunca la blandí porque era demasiado peligrosa.

“Me sorprendería más que alguien de sangre común supiera manejar una espada”, respondió. “Pero cuando te pones tu armadura de poder, tienes el valor de luchar contra monstruos mutantes y cortarlos. Y no sólo has luchado contra los piratas en tu nave, sino que también atacaste y acabaste con el buque insignia del Imperio Belbellum por tu cuenta. Semejante temeridad es un talento poco común para un piloto. Y aunque te llamas a ti mismo un forastero, entrenaste a un grupo de tontos de la Unidad de caza de piratas, e incluso tienes talento como estratega ideando tácticas sumamente efectivas. Además…”

“¡Está bien, es suficiente!” Le supliqué. “Me siento todo asqueroso cuando me llenan de cumplidos”.

Tuve que evitar que Serena tratara de engatusarme. Lo entiendo; ella admira a los hombres fuertes, pero odia el estereotipo de hombre macho. Tal vez yo encaje en sus gustos, después de todo.

“Aun así, no creo que tú y yo funcionemos”, dije “Incluso si estuviéramos locamente enamorados el uno del otro”.

“Lo sé…” Serena suspiró y me entregó la tableta de la mesa. La acepté y miré el historial de pedidos. Eso es un montón de cosas que parecen alcohol. Cielos, esta mujer nunca aprende. “Al menos, no ahora mismo. Si te convirtieras en un mercenario de rango platino y ganaras una estrella de oro, las cosas podrían ser diferentes”.

“Sólo conozco algunas de esas frases. ¿Qué es una estrella de oro?” Ladeé la cabeza ante el término desconocido.

“Es la Cruz de Brillantez de la Estrella de Primera Magnitud. La “estrella de oro” es más bien un término coloquial. La distinción se otorga a quienes alcanzan logros sobresalientes en las batallas de la flota imperial. Te haré saber que es la más alta distinción posible para un soldado. El receptor recibe un salario considerable y es tratado como si fuera de la nobleza, aunque en una capacidad limitada”.

“Ya veo… Casi parece que se basa más en la suerte que en la habilidad, ¿eh?”

“Dado el campo de batalla adecuado, estoy segura de que podrías conseguir una”. Serena me miró fijamente, pero fingí no darme cuenta. No quería reaccionar mal y hacer que me lanzara a uno de dichos campos de batalla. “¡¿Por qué me ignoras?!

¡¡¡Préstame atencióní!!!”

“¡Chicas! ¡Apúrense y sálvenme de una vez!”

En este establecimiento de clase alta, las paredes estaban completamente insonorizadas. No importaba el ruido que hicimos, los empleados no gritaron ni una sola vez. Sin embargo, acabé teniendo que lidiar con un irritante capitán de corbeta hasta que las chicas terminaron sus compras y vinieron a rescatarme.