Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

La Academia Saint-Noel estaba cerrando por las vacaciones de verano, y muchos estudiantes habían comenzado sus viajes a casa. Mia no fue la excepción. Actualmente estaba sentada en su carruaje mientras se abría camino hacia Tearmoon. En el camino y con tiempo de sobra, decidió sacar su diario manchado de sangre y revisar su contenido. Había pasado mucho tiempo desde que había tocado el libro, y cuando lo abrió, se aferró a la esperanza de que sus páginas finales revelaran un futuro diferente.

“Bueno, eso… no es sorprendente, supongo”.

Se reclinó en su asiento y dejó escapar un suspiro desanimado. El diario todavía concluía con su ejecución en la guillotina, y la estructura general de su historia seguía siendo la misma. Hubo una hambruna, seguida de una revolución, que selló el destino de la línea imperial. Por supuesto, hubo algunos cambios. Mientras que las masas habían criticado de manera uniforme a la familia imperial en la línea de tiempo anterior, el diario actualizado describía el surgimiento de una milicia voluntaria compuesta principalmente por residentes del Distrito de Newmoon. Su lealtad no recaía en la familia imperial en su conjunto sino en la propia Mia, y acudieron directamente en su ayuda. Si bien sus números eran pequeños, lucharon en conjunto con los guardias imperiales y le dieron algunos golpes significativos al ejército revolucionario. Además, había un número considerable de personas en Tearmoon que pidieron que Mia se salvara. Aunque el grado de importancia de estas voces no estaba claro, las circunstancias del cautiverio de Mia sí vieron una mejora. En lugar de una celda subterránea de una mazmorra, la retuvieron en una habitación del castillo y, a petición del jefe de cocina, le suministraron alimentos razonables para sus comidas. El día antes de su ejecución, incluso le prepararon un festín para su cena final, como lo demuestra una entrada en su diario que describía específicamente el evento. Se había ocupado de mencionar que el estofado de tomate ambermoon era un trabajo particularmente exquisito. Eso solo atestigua su calidad.

También estaba Sion, cuya actitud también había cambiado. A instancias de su asistente, agregó su propia voz a los que se oponían a la ejecución de Mia.

Por otro lado, sus acciones habían causado que algunas cosas empeoraran. Anne, por ejemplo, sufrió un destino mucho más trágico. Un intento audaz pero fallido de rescatar a Mia resultó en la ruptura de su familia y con la detención de Anne como criminal. Luego estaba Abel, quien montó su propio rescate atrevido. Moviéndose encubiertamente, logró infiltrarse en la frontera de Tearmoon, solo para ser descubierto antes de llegar a Mia. Luchó con sus captores con uñas y dientes, esculpiendo un camino sangriento hacia el castillo antes de expirar en sus mismos pasos. A su paso, se vio la espantosa visión de los innumerables cuerpos que se habían interpuesto en su camino. Como resultado, las relaciones con el Reino de Remno sufrieron, lo que sumió a Tearmoon en dificultades aún mayores.

“Eso… ciertamente no fue una lectura agradable”.

Las oraciones que describen la noticia de la muerte de Abel se escribieron en un guión débil e inestable que traicionó la conmoción del escritor. Muchas de las palabras en la página estaban manchadas, lo que sugiere que se habían mojado. Sudor, tal vez, por temor a las implicaciones del evento. O tal vez…

A pesar de estas sutiles diferencias, sin embargo, su final siguió siendo el mismo.

Parece que la hambruna no es tan mala como antes, pero…

Parecía que la escasez de alimentos seguía siendo la causa principal de la revolución. La comida que le había ordenado a Ludwig que almacenara le había proporcionado algo de alivio, pero no pudo evitar que ocurriera la hambruna. En última instancia, todavía no ahorrarían suficiente comida.

Y luego está el conflicto con la tribu minoritaria cerca de la frontera.

El diario describía un conflicto regional con los Lulus, una tribu de personas selváticas. Esto podría haber sucedido también en la línea de tiempo anterior, pero Mia casi no lo recordaba. En ese momento no tenía interés en el tema, por lo que todavía no tenía idea de qué lo había causado. Lo que ahora entendía, sin embargo, era por qué le había llevado a cosas malas.

El Lulus… el asistente de Tiona vino de esa tribu.

Liora Lulu, como su nombre lo indica, nació en la aldea Lulu. Si algo horrible le sucedía a su tribu, y Mia estaba implicada en él, no era difícil imaginar que Tiona la odiaría por eso. De hecho, el diario incluso explicaba que este evento fue lo que fracturó su relación. Por otro lado, sugirió que, si Mia podía hacer algo al respecto, tal vez podría evitar convertir a Tiona en su enemiga.

Tengo que admitir que todos esos cultivos que producen los Rudolvons se ven bastante atractivos. Si de alguna manera pudiera ponerme de su lado bueno y convencerlos de que se coman un poco de comida, hará maravillas por la inminente escasez.

Ese suministro por sí solo no resolvería la hambruna, pero podría mejorar significativamente su situación.

De todos modos, avanzando… Hm, esta parte también me intriga.

Los ojos de Mia se centraron en la sección que describe el evento que desencadenó la revolución: el secuestro del Conde de la Frontera Rudolvon. Según el diario, al ver que su gente se estaba muriendo de hambre, el Conde repartió sus propios almacenes para alimentarlos. El aumento posterior en su popularidad molestó al Emperador, quien ordenó el secuestro del Conde de la Frontera en un ataque de envidia. Esto enfureció a las masas, que se levantaron en protesta, provocando así las llamas de la revolución.

Este incidente no cambió desde la línea de tiempo anterior, pero Mia no pudo evitar la sensación de que algo parecía… desagradable. Es cierto que su padre, el Emperador, no era un santo, y los tratos cuestionables de dinero en efectivo y monedas que tan a menudo acompañaban al alto cargo seguramente se remontaban a él con tanta frecuencia como cualquier otro noble. Sin embargo, ella tenía serias dudas acerca de si él sería tan envidioso de algún noble que se hizo popular.

No puedo imaginar que a mi padre le importe algo así. Lo único que le interesaba era tratar de hacerme pensar que es genial.

Él iría tan lejos como para comenzar una guerra si su querida hija le pidiera que lo hiciera, pero de lo contrario era un hombre bastante inocuo. De acuerdo, el grado en que él la atendía rayaba en la locura y ella realmente deseaba que él lo cortara a veces, pero ese era un problema de princesa. Principalmente, era un tipo inofensivo que no hacía mucho. Lo cual, considerando la corona en su cabeza, era posiblemente un gran problema, pero al menos no era una persona activamente mala. Una molesta, tal vez, pero no una malévola.

Algo sobre este incidente no se siente bien… No parece algo que haría Padre.

Intentó seguir leyendo, pero la duda permaneció en su mente. Se aferraba a sus pensamientos como alquitrán, oscuro y viscoso y completamente desagradable. Se hundió lentamente, exudando más allá de su pecho y en la boca de su estómago, donde se congeló en una sensación de profunda inquietud. Era como si todo fuera intencional… Como si alguien hubiera fabricado este incidente para incitar deliberadamente la revolución… O, de hecho, como si Dios lo hubiera querido, y la mano invisible del destino estaba empujando al Imperio hacia su ruina. La premonición siniestra se revolvió incómodamente en su estómago antes de subir a su garganta. Esta terrible sensación desafiaba la descripción, pero si uno tuviera que ponerle palabras…

“Ugh… me siento enferma…”

…Sería mareos. De hecho, toda esa lectura que había estado haciendo en el carruaje en movimiento la había hecho sentir terriblemente nauseabunda.

“A-Anne… Ugh… Anne… me siento enferma…” ella gimió mientras buscaba la ayuda de su fiel doncella, que actualmente estaba sentada en la caja del conductor porque Mia había pedido un momento a solas, para leer su diario.

Anne pronto apareció en la puerta del carruaje, donde descubrió a una Mia con los ojos llorosos que se hizo una bola en su asiento. La vista era completamente incongruente con la imagen de la princesa sabía que era tan respetada por sus compañeros en Saint-Noel. Afortunadamente, no estaban allí para ver.