Durara! (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Ne Rasstraivaysya

Parte 1

CLASE 1–A – ACADEMIA RAIRA

— Tuvimos un espléndido atardecer la última noche, pero como ustedes pueden ver, hoy está lloviendo. Ejem. Me pregunto si estaban conscientes de esto. Ejem. Hay un dicho, ´El día después de un atardecer es brillante, pero llueve después de una mañana resplandeciente`. Esto es producto del anticiclón migratorio, y el dicho se vuelve cierto en primavera y otoño, pero no en verano o invierno. Ejem. Entonces mi punto es. Ejem. Incluso en marzo, nuestro clima aún está atrapado en invierno. Ejem…

El profesor de aula, el Sr. Kitagoma, que también era el profesor de ciencias de la tierra, recitó una lista de hechos mientras la lluvia torrencial caía por las ventanas. No estaba claro si lo que él estaba diciendo era útil o no.

El profesor de edad avanzada balbuceó su discurso hasta el final, entonces procedió a tomar enérgicamente la asistencia. Todo estaba yendo como siempre, tal como cualquier otro día. Hasta que…

— Sonohara… ¿Sonohara? ¿Hmm? Extraño. Sonohara no está hoy.

El resto de la clase compartió miradas. Era la última persona que ellos esperaban estuviera ausente. Algunos de ellos le ofrecieron miradas de complicidad a Mikado. Él estaba mirando a su alrededor aún más de lo necesario, claramente nervioso por su ausencia.

— Quizás ella está enferma. Ejem. Ustedes cuídense mucho—el profesor le dio a la clase un vistazo rápido—. Mañana es el último día de escuela. Ejem. Así que me gustaría cerrar el año de forma apropiada con la clase completa. Ejem.

Kitagoma continuó tomando asistencia como si nada hubiese sucedido, pero el corazón de Mikado estaba agitado con una ansiedad indescriptible.

Naturalmente, mucho tenía que ver con la ausencia de Anri, una estudiante modelo. Tal vez las heridas que había sufrido del acuchillador comenzaron a dolerle de nuevo. Quizás, incluso se había cruzado con el acuchillador por segunda vez. Las inquietantes posibilidades pasaron por su mente.

Después de la escuela, él escuchó otro poco de información que lo preocupo aún más.

Masaomi tampoco estaba en la escuela.

***

HABITACIÒN DE HOSPITAL, HOSPITAL UNIVERSITARIO RAIRA, IKEBUKURO

— ¿Qué sucede Masaomi? Pareces decaído hoy—la chica en la cama le dijo a Masaomi mientras él miraba fuera de la ventana.

Masaomi pensó que estaba manteniendo su actuar de forma normal, pero la chica vio a través de él con una gentil sonrisa.

— ¿Cómo puedes decirlo? Pensé que estaba actuando normal… Supongo que realmente debes ser una psíquica.

¿Estaban realmente sus emociones mostrándose en su rostro? Masaomi se dio la vuelta con una sonrisa falsa en sus labios. La sonrisa de la chica no había cambiado.

— Porque tu difícilmente faltas a clases para venir a verme. — Oh… sí.

Se había ausentado de la escuela para venir a visitar a la enferma. La recepcionista no lo molesto mucho por su visita, probablemente asumiendo que era un joven estudiante universitario, Masaomi estaba en sus ropas habituales de calle.

Justo como Saki había mencionado, Masaomi reconoció que sus emociones estaban en un estado inestable. Después de lo que había sucedido el día anterior, no estaba seguro si podía mantener su estado de ánimo habitual. No era que la forma en la que actuaba cerca de Mikado y Anri fuera una mentira, pero él temía que si lo vieran ahora, eso solo podría causar que se preocuparan. Esa posibilidad lo asustó.

Pero en este momento, solo la chica en esta habitación de hospital conocía ese lado de él, que ni Mikado o Anri conocían. Ella conocía al Masaomi que creció en Ikebukuro.

Para Masaomi que vivía lejos de sus padres, Saki era una extraña, otra persona a la que él podía volver y sentirse como él mismo, a pesar de ser parte de ese pasado que él quería olvidar.

Al analizar sus propias emociones, Masaomi se sintió incómodo. Así que por primera vez en años, él le hizo a la chica una pregunta que le había hecho incontables veces.

— Oye, Saki.

— ¿Qué?

— ¿Estás segura… que tú no…me guardas rencor?

Los ojos de Saki se abrieron, pero una vez más, su sonrisa volvió.

— Eres tan tonto. No puedo creer lo tonto que eres, Masaomi.

— ¿Soy un tonto?

— Sí. Incluso si te odiara, tú aun volverías, ¿no es cierto? —dijo con confianza, dirigiéndose directamente al corazón de su agitación emocional—. Ella repitió la frase que lo había atormentado por mucho tiempo—. Tú nunca, nunca serás capaz de escapar de tu pasado. — ¿Nunca?

— Nunca. Por eso tu regresas a mí, ¿no es así?

— Tú crees eso solo porque Izaya te lo dijo—dijo él con aire burlón. Masaomi sabía que ella adoraba a Izaya Orihara. Él lo sabía desde el día en que se conocieron.

Pero aun así él se enamoró de ella.

Pero en este momento, todo eso debía haber estado en el pasado, pero el pasado no lo dejaría ir. Era tal como Izaya le había dicho una vez.

Saki parecía ligeramente turbada por su sarcasmo.

— Ya lo veremos. Pero creo que es algo bueno que Izaya me dijera eso, ¿sabes? Después de todo… realmente te amo ahora.

— Si Izaya te hubiera dicho que me odiaras, habrías venido a apuñalarme en un instante, ¿no?

— Quizás lo habría hecho… pero aún me amarías Masaomi.

— Pero eso se acabó ahora. Kaput. El final—lo dijo en broma, pero Saki lo repitió una vez más.

— No puedes escapar de tu pasado Masaomi. Tus problemas actuales están basados en tu pasado, ¿no es así?

— …

— Si no puedes escapar, deberías enfrentarlo y vencerlo en una pelea.

— Bueno, si fuera posible comenzar de nuevo contigo simplemente luchando contra parte de mi pasado de frente, lo haría.

Por primera vez en el día, Masaomi le sonrió a la chica en la cama.

Ella vio su expresión y puso una sonrisa aún más feliz, sin embargo.

— ¿Por qué no lo harías?

— No puedo pelear contigo Saki.

Con una sonrisa autocrítica, Masaomi dejo la habitación. Mientras se marchaba, él cerró la puerta para cortar su mirada feliz.

— Ese es el por qué… todo lo que puedo hacer es huir.

« El grupo no fue formado para pelear. Yo solo quería un lugar para pasar el rato».

Tomó cosas prestadas de su nueva ciudad, pretendiendo que ellas eran de su propiedad, para decirle a su amigo de la infancia sobre su nuevo hogar. Masaomi siempre se sintió conflictuado por esto.

Esta era la razón por la que él quería compañeros aquí. Para encontrar su propio lugar en la ciudad.

Pero el grupo no era un lugar al que realmente debía regresar.

Lo sabía ahora.

Entre los ´Yellow Scarves`… el único lugar para él estaba en Saki Mikajima.

Ahora él estaba trabajando por el bien de su amiga, su nuevo lugar en el mundo.

Pero mientras aún estaba atascado en los ´Yellow Scarves`, se encontró de vuelta en esa habitación de hospital.

¿A quién amaba realmente?

Masaomi miró al techo del pasillo del hospital, preguntándose cuál era la respuesta.

No la encontró.

Una doctora de descanso le habló a Masaomi mientras esperaba el ascensor.

— Oh, Masaomi. ¿Hoy no había escuela?

— Me fui antes para poder ver su rostro, doctora. No realmente.

— Bueno, al menos estás de buen humor. Espero que puedas compartir esa energía que tienes con Saki.

— Si… ¿Cómo está ella? —pregunto educadamente. La doctora que estaba en sus treintas, mantuvo una expresión fría en su rostro.

— Como te dije antes, todos sus nervios están conectados, así que si ella se somete a rehabilitación, debería ser capaz de caminar. Parece ser que lo que más le está afectando es el shock mental. Oh, y ella difícilmente habla, excepto cuando tú y otro amigo que luce como si viniera de un club de anfitriones vienen a visitarla, entonces ella parece una verdadera parlanchina.

Después de haber terminado la conversación con ella, era difícil creer que Saki no hablara normalmente. Pero la doctora no le estaba mintiendo. Él sabía eso antes que fuera hospitalizada, ella no era del tipo que iniciaba una conversación con otros.

Excepto por un hombre, el llamado ´amigo que luce como si viniera de un club de anfitriones`: Izaya Orihara.

Masaomi escondió sus emociones de su rostro.

La doctora continuó.

— Ya debería estar recuperándose en casa. Pero no tiene familiares, así que… Como sea, los fondos para el hospital están viniendo de algún lugar, así que estamos felices de seguir atendiéndola. Asegúrate de continuar viniendo a verla para que no se sienta sola. Ella ha estado realmente más feliz el último tiempo, ahora que estas visitándola de nuevo.

— Me esforzaré—sonrió débilmente.

La doctora habladora entrecerró sus ojos y se inclinó más cerca.

— ¿Quieres venir esta noche? Estoy en el turno temprano, y mañana es mi día libre—propuso.

Masaomi declinó fácilmente su avance.

— Lo siento, tengo un compromiso previo.

— Todos siempre quieren un pedazo de ti. Si yo fuera tu legítima novia, te habría apuñalado ahora.

— Y después me ayudarías a sanar, ¿verdad? El poder sanador de tu amor funcionaria con éxito en mí.

— Es increíble y frustrante cuán alegre eres con todo…

Masaomi convocó una sonrisa con todo su corazón para ella y dejó el hospital sin ni una palabra más. Miró al cielo de nuevo, incapaz de ponerle un nombre a la emoción que estaba sintiendo en este momento.

Todos los días hablaba con mujeres, diciéndoles palabras de amor, tan normal como respirar. No era, como decía Saki, porque él estaba tratando de reafirmar su amor por ella, Masaomi amaba a todas las mujeres por igual, todo el tiempo.

« ¿Pero lo que siento… es realmente amor?».

El cielo oscuro no respondió nada más que gotas de lluvia. Masaomi se dirigió a Ikebukuro, cada vez más mojado.

***

CALLE SIXTIETH FLOOR, IKEBUKURO

— Ves, eso es lo que estoy diciendo, hemos estado usando la palabra tsundere por años y años. Y ahora que se ha convertido en algo usual en los programas de televisión y todo, me hace sentir vacío de la misma forma que te sientes cuando una banda que siempre te ha gustado explota y se vuelve famosa.

— Tu solo quieres monopolizar tus cosas favoritas para ti mismo. Pero no me importa, porque soy honesta acerca de que me gusten cosas geniales.

— ¡Hmph! ¡No es como si me preocupe de la palabra tsundere o algo!

— Ja-ja, Yumacchi se convirtió en un tsundere.

Los dos hablaban sobre el uso del término, refiriéndose a aquellos que pretendían disgustarles las cosas que amaban en secreto, mientras tranquilamente seguían su camino hacia Ciudad Sunshine. La lluvia aún estaba cayendo, pero ellos eran todo sonrisas debajo de sus paraguas sin preocuparse del clima en el mundo 3D.

Por otro lado, el hombre que caminaba delante de los dos solo movía su cabeza en disgusto.

— Sigo diciéndoles a los dos que no hablen de ese tipo de cosas en la ciudad.

— De hecho, hoy nos estamos conteniendo Kadota.

— Eso es cierto, Yumacchi está haciendo su mejor esfuerzo para mantenerlo ligero. ¡Él no ha citado ningún dialogo de un manga o dicho el nombre de ningún personaje 2D!

— Cállate.

El gruñido fue amortiguado por el sonido de la lluvia, pero el brillo en sus ojos mientras miraba por encima del hombro fue suficiente para silenciarlos.

Mientras Yumasaki y Karisawa se ponían de mal humor como niños regañados, su supervisor y guardián Kadota dejaba escapar un largo suspiro.

Ellos eran un par de otakus hablando sobre sus oscuros intereses y un hombre que exudaba la atmósfera de un delincuente merodeador. La combinación parecía imposible a primera vista, pero de hecho, ellos siempre estaban juntos.

Yumasaki y Karisawa parecían normales, pero por dentro ellos eran irremediablemente conocedores de las artes en 2D. Desde el verano, Yumasaki había repetido un constante murmullo sobre una ´sirvienta demonio de ensueños`, lo que puso nervioso a Kadota sin ninguna buena razón.

Por su parte, Kadota era un lector voraz, pero él solo amaba los libros como ficción, separado de la realidad. Para él, cualquier libro (incluso no ficción) era una razón para visitar un mundo de ensueño.

Pero Yumasaki y Karisawa, a quienes había conocido por años, habían viajado al mundo de ficción tan profundamente que ya no se podía confiar en ellos para discernir la diferencia entre la ficción y la realidad, y Kadota no tenía forma de despertarlos.

— Eh… entonces, ¿a dónde deberíamos ir después?

— Estaba pensando que podíamos pasarnos por Animate^[1] por la última mercancía. Pero hoy tomamos el tren, así que el espacio es limitado. Si tuviéramos la van, podríamos comprar todo tipo de cosas y guardarlas ahí—notó Karisawa, riendo fríamente.

Kadota suspiró como por centésima vez en el día.

— Mejor consigan algo para Togusa en forma de disculpa. Él estaba súper enojado. — No tiene sentido. Estaba seguro que él estaría complacido sobre eso.

Normalmente este trio viajaba alrededor en una van conducida por su compañero llamado Togusa, pero recientemente cuando la puerta se dañó, Yumasaki instaló una puerta nueva, con una calcomanía completa de una brillante chica anime. Togusa casi explotó solo al verlo, pero Yumasaki empeoró las cosas al mostrar orgullosamente una foto en su página web. Togusa trató de atropellar a su amigo por eso.

— Incluso coloqué un mosaico para difuminar su número de placa y todo—observó Yumasaki con absoluto desconcierto. El suspiro de Kadota resultó ser demasiado.

— Deberías haber colocado otro mosaico sobre él conduciendo la van.

Kadota se preguntó por enésima vez porque estaba saliendo con estas personas. Dirigió su mirada hacia la calle Sixtieth Floor.

Había jóvenes con trozos de amarillo por aquí y por allá, pero Kadota no sentía ninguna amenaza por parte de ellos. Sabía que estaban a punto de pelear con los ´Dollars`, pero decidió que muy pocos de ellos lo reconocerían.

Kadota y los otros dos con él eran miembros de los ´Dollars`. A los ´Dollars` no los representaba ningún color. El grupo estaba abierto para todos y cada uno, así que mientras Kadota ciertamente calzaba con el perfil de un gánster callejero, Yumasaki y Karisawa destruían completamente esa imagen.

A diferencia de los ´Yellow Scarves`, ellos no tenían características distinguibles que identificaran su lealtad, por lo que no tenían miedo de ser atacados. Por lo tanto, ellos se sentían libres de pasear abiertamente por la ciudad. Sin embargo…

— Kadota—alguien llamó al grupo—. Ha pasado un tiempo.

— ¿Eh? Oh, Kida…—dijo Kadota, reconociendo el familiar rostro.

— Bueno, bueno, si no es Kida.

— ¿Por qué hoy no estas con la chica cuatro ojos y el chico con rostro de bebé como siempre?

El tono de Karisawa y Yumasaki era amistoso, pero Kadota le dio al chico una mirada severa, sintiendo algo ligeramente más peligroso en la sonrisa de Masaomi.

Luego, notando la prenda amarilla amarrada alrededor de los nudillos del chico, Kadota se dio cuenta de la situación. Fue lo más oscuro que sintió en todo el día, pero esta vez él no suspiro.

— ¿Estás de vuelta…?—preguntó, con su rostro endurecido.

Masaomi asintió después de una breve pausa.

— Sí.

— Ya veo…—Kadota señalo simplemente.

Masaomi tranquilamente llegó al punto.

— No tiene sentido estar parados bajo la lluvia… ¿Quieren ir a algún lugar, si es que tienen tiempo de sobra?

Yumasaki y Karisawa compartieron miradas, reconociendo que esta no era su palabrería casual como siempre. Kadota miró a los chicos con prendas amarillas deambular. Ellos no habían notado la presencia de Masaomi, pero si continuaban parados por aquí eso eventualmente sucedería.

Por otro lado, si ellos solo entraban a cualquier tienda vieja… ellos podrían encontrarse rodeados por amarillo en un parpadeo, dependiendo de lo que Masaomi quisiera hablar.

— Claro, si vamos al lugar de Simon—dijo Kadota, levantando su barbilla hacia la esquina que llevaba a la Calle Sixtieth Floor.  Era un callejón estrecho lleno de bares y restaurantes.

Masaomi no pareció muy contento al escuchar el nombre foráneo, pero convocó a su determinación y tomó la delantera de camino hacia el callejón.