Monster Musume No Oisha-san (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: El Cíclope Autocrítico

Parte 1

–No gracias. Su respuesta fue inmediata. –Tal compromiso sería absolutamente imposible para alguien como yo.

–Por favor, señorita Arahnia. Llegamos a la conclusión de que usted era el mejor candidato posible para el trabajo, dijo Glenn.

–Incluso si eso fuera cierto… Dijo Arahnia, frunciendo el ceño. Parecía estar preocupada por las palabras de Glenn. Glenn todavía creía que era una mujer que mantenía sus verdaderas intenciones difíciles de leer, pero en ese momento parecía estar realmente perdida.

–Señorita Arahnia, me han puesto en la posición de manejar todos los preparativos para esta operación. Mi maestra, Cthulhy Squele, será quien dirija la cirugía de la señorita Skadi.

–Sí, lo vi en los periódicos. Qué horrible, de verdad.

–La enfermedad de la señorita Skadi es rara y sin precedentes, por lo que también habrá muchas primicias involucradas en la cirugía de Cthulhy. Es por eso por lo que quiero reunir lo mejor de lo mejor para ayudarla… Señorita Arahnia, esa persona es usted.

–Por qué, estoy emocionada de ser tenida en tan alta estima. Es un honor escuchar eso de alguien como usted, Doctor.

La experta inigualable en lo que respecta a aguja e hilo, Arahnia Taranterra Arachnida, todavía tenía esa mirada de preocupación en su rostro después de escuchar los deseos de Glenn. Parecía estar haciendo algún tipo de costura, cuatro de sus brazos bordaban un trozo de tela más rápido de lo que Glenn era capaz de seguir con los ojos.

–Pero debo decir…, Continuó. –Venir mientras estoy trabajando para hablar de otro empleo como este. El gerente de la sucursal comenzará a vigilarme, ¿sabes?

–M-mis disculpas. Sin embargo, tartamudeó Glenn.

–Solo una pequeña broma, doctor, respondió Arahnia, pareciendo estar divirtiéndose mientras observaba la expresión preocupada de Glenn. Era una mujer tan astuta como siempre.

Como ella había dicho, parecía estar en medio del trabajo. Había un gran número de arachnes que trabajaban en la rama Lindworm de Loose Silk Sewing. Había mujeres tambaleándose en la seda que producían de sus abdómenes, mujeres que usaban esa seda para coser, y algunas que usaban tijeras de coser y máquinas de coser de pedal para hacer ropa.

Desde la seda hasta la tela y la ropa, el proceso requería una amplia variedad de trabajos.

Todos los que trabajaban allí eran mujeres arachnes. Por supuesto, Glenn sabía que los arachnes eran una raza de monstruos solo para mujeres en primer lugar. Sin embargo-

–Desde hace un rato… Siento como si me estuvieran mirando, dijo Glenn.

–Bueno, ahora, doctor. Eso sería porque has entrado descaradamente en un negocio que solo emplea arachnes, dijo Arahnia con una risa sugerente. –Las arachnes son todas mujeres, y tenemos que capturar hombres de otras razas para tener hijos. Es natural que las miradas apasionadas de estas arachnes núbiles encuentren su camino hacia ti. Eso sin mencionar el hecho de que los humanos son muy populares.

–Los humanos… ¿Son populares?

–Así es. Ya ves, los hombres humanos son pequeños y fáciles de atrapar, y son tímidos y sumisos. Con ellos como socios, podemos ponerlos a trabajar duro por el resto de nuestras vidas y, como tales, son un poco más populares que los hombres de otras razas de monstruos. ¿No sabías eso?

Esta fue la primera vez que Glenn escuchó sobre el matrimonio arachne. Al escuchar esto, solo pudo sentir una sensación de temor ante las miradas ardientes que lo perforaban.

Si bien no en el mismo grado que con los dragones, también había muchos misterios que rodeaban a la arachne. El hecho de que solo dieran a luz a mujeres era extraño en primer lugar. Como regla básica, los organismos solo podían aparearse con organismos de la misma especie, pero muchas de las razas de monstruos, incluidos los centauros, lamias y sirenas, podían aparearse con humanos. Pero aparte del arachne, no hubo casos de una especie que solo diera a luz a mujeres.

Que pudieran aparearse entre sí significaba que los humanos y los monstruos en realidad podrían ser bastante similares como organismos. Las relaciones monstruo-humano ocurrieron con la frecuencia suficiente para que surja tal hipótesis. De hecho, Lindworm reconoció matrimonios entre monstruos y humanos, y la centauro Tisalia le había pedido repetidamente a Glenn una entrevista de matrimonio.

–…………

Habiendo acompañado a Glenn, Sapphee amenazó a las arachne en el edificio con una mirada aguda. Desde hace un tiempo, su cola había estado vibrando de un lado a otro. Su cautela y desconfianza estaban en su apogeo.

A pesar de las miradas de Sapphee, las arachne siguieron mirando hacia Glenn cada vez más, susurrando entre ellas y riéndose por lo bajo. Fue aterrador que incluso mientras se divertían evaluando al hombre frente a ellas, sus manos no dejaban de moverse ni un solo segundo. Glenn imaginó que cada una de las mujeres arachnes allí reunidas era una experta absoluta en lo que se refería a la ropa.

–Ara, ara, Sapphee, no te enfades. Todas aquí están hambrientas de amor y chismes, ya sabes. Porque, después de todo, pasan todo el día aquí trabajando, dijo Arahnia.

–No estoy enojada, respondió Sapphee.

–Mi Sapphee, realmente eres preciosa cuando estás llena de celos como este, dijo Arahnia, sonriendo. Llevaba un monóculo que parecía ser para su trabajo, pero en un giro extraño, también tenía un total de tres lentes. Glenn supuso que los diferentes tamaños de lentes se habían pedido especialmente para que coincidieran con los seis ojos de Arahnia, pero cuando consideró lo caros que eran los anteojos normales, se preguntó cuánto costaría un pedido tan especial. Déjaselo al diseñador, pensó, no comprometa la calidad de su ropa y accesorios, sin importar el costo.

–Ahora, si tu negocio ha terminado, tendré que pedirte que te vayas rápidamente. Estaré en un gran lío si no termino esto hoy.

–Por favor… ¿Podemos por favor resolver algo? Señorita Arahnia. Te lo ruego. Glenn inclinó la cabeza, pero Arahnia simplemente negó con la suya.

–Soy una diseñadora. Estaría bien si estuviéramos hablando de ropa, pero ¿pasar un hilo y una aguja a través de un paciente? Por qué, no hay manera de que pueda hacer eso tan fácilmente. Si hago mal mi papel y la cirugía falla… ¿No tendría entonces que asumir gran parte de la responsabilidad?’’

–Acepto toda la responsabilidad. Siempre y cuando puedas seguir nuestras instrucciones.

–Puede decir eso, doctor, pero me pregunto qué pensaría la gente del pueblo. Si los periódicos comenzaran a escribir cosas que sugieran que la cirugía fracasó por completo porque la señorita Arahnia, completamente sin entrenamiento, había participado, ¿entonces qué?

–Eso es, bueno…

–Pueden escribir lo que quieran sobre mí, pero la idea de perder la confianza de Loose Silk Sewing… Bueno, estoy segura de que puedes entender, ¿cierto?

Glenn imaginó que era precisamente porque Arahnia era tan obsesiva y algo artista que se volvió tan seria cuando se trataba de su trabajo. Dicho esto, su seriedad era única y no necesariamente se alineaba con el sentido común y la moralidad convencionales.

–Realmente lo siento mucho, pero te pediré que encuentres a alguien más para esta tarea… Comenzó Arahnia.

–Arahnia, dijo Sapphee.

Justo cuando Glenn pensó que sería imposible convencerla, Arahnia levantó la cabeza ante la llamada de Sapphee. Imaginó que Arahnia debió haber notado la seriedad en la voz de Sapphee. Sus manos incluso detuvieron su trabajo.

–¿Estás bien con esto? ¿En serio? Dijo Sapphee.

–Ya sea que esté bien con eso o no, para mí practicar la medicina, bueno, está fuera de discusión.

–Mientras aceptes trabajar con nosotros, te daremos instrucciones constantes. Le explicaremos todo al gerente de la sucursal de Loose Silk Sewing. Te haremos empleada de la clínica por un tiempo.

–¿Y?

–Básicamente, lo que estoy diciendo es, dijo Sapphee, sonriendo de repente, –podrás usar un traje de enfermera a juego con el mío.

–Lo haré. ¡No, por favor, déjame ayudarte!

Glenn ni siquiera tuvo un momento para preguntarse si la persuasión de Sapphee funcionaría. Arahnia incluso dejó a un lado la tela en la que estaba trabajando y tomó la mano de Sapphee. Glenn sabía que el traje de enfermera de Sapphee había sido hecho especialmente por la propia Arahnia. Pensándolo más a fondo, Arahnia tenía un extraño apego a su amiga cercana Saphentite.

–… ¿Eso lo hizo usted? Preguntó Glenn.

–¡¿Qué está diciendo, doctor?! ¡Por supuesto! El atuendo de Sapphee es el único de su tipo en todo el mundo: ¡una fusión milagrosa de una fuerte capa interna que bloquea la luz y un atuendo de enfermera rebosante de una sensación de limpieza! Naturalmente, me tomaría una cantidad considerable de ajustes para usarlo, pero ¿la oportunidad de usar atuendos a juego? ¡Por qué, es una oportunidad única en la vida! Dijo Arahnia.

–Um, ¿no podrías usar eso normalmente?

–¡Por qué, como si fuera a usar un traje de enfermera sin ninguna razón!

Glenn no podía empatizar con la obsesión de Arahnia con la ropa en absoluto. Sin embargo, finalmente se interesó. A pesar de que había dado todas las excusas que se le ocurrieron para rechazar a Glenn, había respondido con facilidad a la persuasión de Sapphee.

–¡Ahora que se ha decidido, tenemos que ganarnos al gerente de la sucursal de inmediato! ¡No tenemos un momento que perder! Arahnia continuó.

–U-um, ¿señorita Arahnia? ¿Está realmente bien? Respondió Glenn.

–¡Estoy preparada para lo peor! ¡Sapphee y yo! ¡Nosotras dos juntas nos aseguraremos de que esto sea un éxito! Por qué, al final del día, coser tela no es muy diferente de coser vasos sanguíneos, ¿verdad?

El cambio de actitud fue intenso, pensó Glenn. Con su agilidad natural, Arahnia se adentró en el interior del edificio. Dejado atrás, Glenn se quedó atónito por su cambio de actitud inmediato. Se preguntó si las cosas realmente se desarrollarían tan fácilmente.

–Somos amigas cercanas, después de todo, dijo Sapphee, girándose hacia Glenn y guiñándole un ojo. –La conozco muy bien. Estoy segura de que Arahnia será de gran ayuda para nosotros.

–¿La señorita Arahnia realmente quería usar un atuendo a juego tan desesperadamente? preguntó Glenn.

–Por supuesto que no. Sapphee soltó una risa sarcástica. –Estoy segura de que la razón por la que dudaba en aceptar la oferta era porque estaba esperando una concesión de nuestra parte. El corazón de esa mujer es completamente negro, solo estaba fingiendo que no quería nada hasta que le propusimos un compromiso que era conveniente para ella.

–Es eso así…

Así que todo era parte de las negociaciones, pensó Glenn. El hecho de que no se diera cuenta significaba que una vez más estaba confiando en Sapphee para todo.

–Por eso, con la promesa de usar atuendos a juego, fingí encontrarla a mitad de camino. Si aún no estaba dispuesta después de eso, la conversación terminaría, así que aceptó, explicó Sapphee.

–…Espera. Si ese es el caso, ¿eso significa que la señorita Arahnia tenía algo más en mente al aceptar la oferta? Preguntó Glenn.

–Probablemente. Aunque estoy segura de que su deseo de usar ropa a juego conmigo no era una mentira total. Creo que se enfrentará a la tarea que tiene entre manos con seriedad, pero tenga cuidado, doctor.

Glenn había sido engañado por Arahnia una vez antes. Sabía que debía ser cauteloso con ella. Arahnia no era en absoluto una mala persona, pero hubo momentos en los que sintió que el fin justificaba sus medios.

–… Gracias de nuevo, Sapphee. Estaría perdido sin ti.

–Por supuesto. Todavía necesita mucha más experiencia, Dr. Glenn.

Todo lo que Glenn pudo hacer fue expresar una vez más su agradecimiento a su siempre confiable asistente.

***

Si bien había convencido a Arahnia, aunque Glenn cuestionó si esa era la forma correcta de describirlo, todavía había una montaña de problemas que abordar.

Primero fue a entrenar a Arahnia. Aunque era hábil con la aguja y el hilo, suturar un cuerpo no era lo mismo que coser una tela. Necesitaban enseñarle desde cero sobre cómo unir los nervios y los vasos sanguíneos.

Por el momento, Sapphee se encargó de enseñarle a Arahnia los conceptos básicos. Esto se debió en parte a que incluso si Arahnia albergaba otras intenciones, Sapphee podría ver a través de ellas. Afortunadamente, parecía que Arahnia aprendía rápido y estaba bien dejarla con Sapphee por el momento.

El gerente de la sucursal de Lindworm de Loose Silk Sewing había accedido a que Arahnia visitara la clínica con la condición de que lo hiciera hasta el final de la cirugía de Skadi, independientemente de si era un éxito o no. Dijo que ver más del mundo y participar en un tipo diferente de trabajo refinaría la sensibilidad de Arahnia como diseñadora.

–El gerente de la sucursal tiene una mentalidad bastante amplia, por lo que no se lamenta cuando su hábil diseñadora se va a otro lado. Arahnia se rio al decir esto, pero Glenn no pudo evitar escuchar el cinismo de Arahnia hacia el gerente de la sucursal en sus palabras. Sin embargo, él podía decir que su cinismo no significaba necesariamente que Arahnia hubiera querido que el gerente de la sucursal le impidiera irse.

Glenn quería ayudar a entrenar a Arahnia él mismo, pero tenía otras cosas de las que encargarse.

Primero, tuvo una reunión con Cthulhy para diseñar su plan quirúrgico. Dado que no había precedentes de realizar una cirugía en un dragón, quería investigar adecuadamente todos los puntos de incertidumbre y preocupación.

Lo más importante, también tenía que convencer a Skadi. Glenn había querido pasar por Kunai para tener otra oportunidad de hablar con Skadi, pero las cosas no iban muy bien. Skadi ya había regresado a sus asuntos oficiales como representante del consejo de la ciudad. No parecía en absoluto como si estuviera afectada por una enfermedad rara y grave. Era casi como si estuviera dedicando el resto de su vida a su trabajo.

Y para resolver otro problema, Glenn había dejado la clínica en manos de Sapphee y llegó a cierto lugar en una esquina de la calle principal.

–Está bien, entonces… Dijo Glenn, secándose el sudor de la frente. Había llegado al Taller Kuklo.

El calor era intenso. Parecía provenir no solo de los hornos mismos, sino también de la pasión ardiente de los trabajadores. Era un taller enorme, lleno de artesanos trabajadores.

Anteriormente se había especializado en herrería, pero con el paso de los años, el taller había reunido a una variedad de artesanos. Ahora no solo se especializaban en el metal, sino que también comercializaban con todo tipo de productos cotidianos, desde cristalería y cerámica hasta procesamiento de madera y albañilería. La fabricación de productos textiles infringiría el negocio de Loose Silk Sewing, por lo que Glenn estaba seguro de que habían formado algún contrato entre ellos, pero en pocas palabras, el Taller Kuklo manejaba todo lo que no involucraba tela.

Dentro del taller, varios de los artesanos gigantes se apresuraron en su trabajo, mientras que otros se sentaron en silencio, con los rostros vueltos hacia sus proyectos actuales. Glenn también pudo ver una máquina gigante zumbando con fuerza, aunque en realidad no sabía qué era.

Se estaba utilizando un molino de agua para accionar las máquinas. La producción del taller se apoyó en las aguas estables de Waterways. Los canales que corrían por todo Lindworm no eran solo para que las sirenas viajaran, sino que también se usaban en muchas de esas aplicaciones.

Glenn confió en el taller para que le proporcionara su equipo médico. Con la precisión que requerían sus agujas quirúrgicas, pinzas y bisturís, así como la frecuencia con la que tenía que tirar sus herramientas por cuestiones sanitarias, pensó que sin la ayuda del Taller Kuklo, podría haber sido imposible para él ser un médico en absoluto. De hecho, fueron los artesanos de este taller a los que había llamado anteriormente para hacer las herraduras de Tisalia. El lugar había estado cuidándolo y ayudándolo durante mucho tiempo.

Mientras Glenn pensaba en estas cosas, se encontró con un rostro que conocía entre los gigantes que trabajaban a su alrededor.

–Oye, gritó.

–¡Eek! La niña saltó hacia atrás tan pronto como Glenn la llamó. –¡¿Un h-h-humano…?!

–Bueno, sí, soy humano, pero soy yo, Glenn. Me alegro de verte, Memé.

–A-ah, eres tú, Dr. Glenn… Eso es todo… La joven, pequeña en comparación con los que la rodeaban, aún miraba tímidamente a Glenn incluso después de darse cuenta de que era un rostro familiar. –H-ha pasado un tiempo desde que vi a un miembro de otra raza… Todavía me sorprenden las personas con dos ojos.

–Bueno, supongo que eso tiene sentido. Aunque creo que biológicamente hablando es más raro tener un solo ojo.

–E-eso es cierto. Tener solo un ojo da miedo de todos modos…

Glenn se rascó la cabeza. Había llamado a una joven llamada Memé Redon.

Al igual que la arachne de Costura de seda suelta, los artesanos del Taller Kuklo eran completamente cíclopes, enormes gigantes tuertos con cuerpos fuertes y musculosos. Con sus grandes cuerpos, aproximadamente un tamaño más grande que un ser humano, fueron clasificados como una de las razas de monstruos gigantes. Pero en contraste con sus cuerpos gigantescos, su especie era muy hábil con sus manos.

La joven cíclope que tenía delante, Memé Redon, no fue la excepción. Con su destreza ganándose la confianza del jefe del taller, trabajó como la única mujer aprendiz en todo el taller.

Por supuesto, la característica definitoria del cíclope era su gran ojo redondo. Pero parecía que para Memé, su ojo era símbolo de su complejo de inferioridad. Lo ocultó dejando crecer su flequillo negro y constantemente miraba hacia el suelo. Parecía tener un rastro de antropofobia, y su respuesta normal cuando le hablaban era siempre asustarse y disculparse, como había hecho con Glenn.

A menudo hablaba y actuaba servilmente debido a su complejo de inferioridad y hacía comentarios autocríticos en un abrir y cerrar de ojos.

–Q-qué inusual que haya venido al taller, Dr. Glenn.

–Sí, tengo un pequeño pedido que hacer.

–… Gracias por su patrocinio, como siempre, respondió Memé, dándole a Glenn una mirada que sugería que tenía algo más que quería decir. La principal característica del cíclope, su único ojo, proyectaba muy claramente los sentimientos y emociones de su dueño. Sin embargo, en el caso de Memé, su timidez se apoderó de ella y su mirada se movió de izquierda a derecha con recelo. Rara vez miraba a la persona con la que estaba hablando a los ojos.

El mismo Glenn no podía olvidar la sorpresa que le dio cuando conoció a un cíclope por primera vez, pero a través de su trabajo como médico de medicina de monstruos, simplemente se había acostumbrado a ellos. Pero con lo tímida que era Memé, se había vuelto hipersensible a las miradas que le daban otras razas. Como resultado, su voz se volvió estridente y llena de pánico cuando se paraba frente a otra persona y hablaba con ella.

–Ha pasado un tiempo desde que estuve aquí, pero ¿todos están bien?

–Su-supongo. Los hombros rígidos y el dolor de espalda vienen con el trabajo, así que no diría que estamos tan sanos… Diablos, incluso yo me veo pálida y tengo una bolsa debajo del ojo… Apuesto a que me veo enferma, ¿no?

–Nunca dije eso, ¿verdad? Respondió Glenn. Era cierto que había una bolsa debajo del ojo de Memé. A primera vista, parecía tener mala salud, pero Glenn estaba seguro de que era solo el resultado de la mala higiene y la falta de sueño.

Incluso los humanos podrían formar bolsas debajo de los ojos debido a que los músculos alrededor de ellos se debilitan. Esto era especialmente cierto para los cíclopes porque sus ojos eran muy grandes y pesados y, como tales, sus músculos orbiculares de los párpados se cansaban fácilmente. Para los cíclopes, una bolsa debajo del ojo era un rasgo típico de su gente y no necesitaba atención adicional.

–… ¿Hay algo que te moleste? Preguntó Glenn.

–Está bien, está bien, estoy segura de que solo voy a ser atropellada por personas y atropellada por carruajes, así que nada va a cambiar mucho de todos modos, incluso si digo algo, respondió Meme.

–… Después de todo, los cíclopes tienen dificultades con su percepción de profundidad. Pero, si no miras bien por dónde vas, Memé, algún día tendrás un accidente.

–¡¿Y-y mirar a la gente a los ojos?! I-imposible, totalmente imposible…

Glenn suspiró. Así solían ser las cosas cuando se reunía con Memé. Le preocupaba si ella pudiera sobrevivir en el duro negocio dentro del taller, pero había muchos artesanos mayores y de mediana edad que trabajaban allí y la trataban con ternura, como si fuera su hija o nieta. Memé había sido aceptada por el propio jefe y se convirtió en aprendiz allí, por lo que Glenn estaba seguro de que ella también tenía bastante talento.

–¿Q-qué? Me estás mirando…

–Oh, lo siento.

Glenn supuso que todavía tenía unos quince años. Tenía cabello negro y piel blanca, y vestía una camiseta delgada y un delantal, pero solo ocultaba su pecho y estómago, dejando expuestos sus hombros, brazos y espalda. Dentro del taller, lleno del aire caliente de los hornos, tenía sentido para Glenn que ella usara ropa tan delgada.

Llevaba un estilo de pantalones del este conocido como –hakama— adecuado para trabajar en el taller caluroso. Tenía mangas ignífugas en los brazos y con ellas un par de guantes de cuero. Aunque su ropa era ligera, estaba bien protegida de cualquier riesgo de quemarse.

Los hombres cíclopes eran grandes, pero las mujeres cíclopes no eran muy diferentes en tamaño a los humanos. Dicho esto, sus manos eran un poco grandes, con dedos gruesos. Memé agarró un martillo que estaba usando para su trabajo, pero no parecía pesado en absoluto mientras lo empuñaba. Le dio a Glenn una idea de por qué los cíclopes eran conocidos como una raza gigante de monstruos.

Glenn imaginó que Memé probablemente podría levantar a una persona de su tamaño. Él también había sido levantado en los brazos de Tisalia; había muchos ejemplos de mujeres monstruos que alardeaban de una fuerza impresionante.

A pesar de lo profesional y práctica que parecía, también prestaba mucha atención a su propia apariencia. El pañuelo blanco triangular en su cabeza se había convertido en su marca registrada, y la parte posterior de su cabello estaba intrincadamente atado en una trenza de tres partes. Era un peinado bastante elaborado. Glenn imaginó que tomaría mucho tiempo arreglarlo.

Lo que fue aún más llamativo fue el pendiente que llevaba en la oreja izquierda. Era una simple pieza de orfebrería, pero era algo que había hecho la propia Memé. El hecho de que pudiera producir tal artesanía con facilidad le indicó a Glenn que tenía un futuro brillante por delante.

–¿En qué has estado trabajando últimamente? Preguntó Glenn.

–¿E-eh? U-um, cuchillos de cocina, navajas… Me están haciendo repasar las cosas pequeñas… De todos modos, todavía soy una aprendiz… Así que solo tengo todos los trabajos ocasionales, respondió Memé.

–Pero te has graduado de hacer las entregas, ¿verdad?

–No soporto hacer más entregas… Hablar con otras personas es aterrador…

–Igual que siempre…, Dijo Glenn. Memé se rio con autodesprecio. Tenía una mirada un poco espeluznante mientras miraba en una dirección diferente.

Anteriormente, el trabajo de Memé había sido entregar las herramientas hechas en el taller a sus respectivos clientes. Como tal, Memé siempre había entregado las herramientas que Glenn necesitaba para la clínica. Era triste que a pesar de que Sapphee y Glenn ya eran rostros familiares para ella, Memé nunca los miraría directamente a los ojos.

Pero ahora, Glenn se dio cuenta, a Memé le estaban dando trabajos para trabajar además de hacer entregas. Pensó que no pasaría mucho tiempo antes de que se hiciera un nombre como artesana del taller. Aunque imaginó que para que eso sucediera ella tendría que hacer algo con su actitud tímida.

–De acuerdo entonces. Oye, Meme, ¿está el jefe? Tengo un trabajo difícil del que me gustaría hablar con él.

–Oh, sí, espera… Respondió ella.

Memé abrió el camino para Glenn, pero debido a su largo flequillo y su hábito de mirar hacia el suelo, sus pasos eran completamente inseguros. Glenn realmente deseaba que mirara por dónde iba mientras caminaba.

Había muchos peligros dentro del taller. El olor a hierro fundido, el sonido agudo de los martillos golpeando el acero y el calor que hizo que Glenn quisiera quitarse la bata de laboratorio. Las vistas y los sonidos únicos del Taller Kuklo tenían un cierto encanto, ligeramente diferente del atractivo turístico de Merrow Waterways, pero si uno se tambaleaba por el taller, era probable que ocurrieran accidentes. De hecho, había muchos casos cada año en los que un cíclope del taller era llevado a su clínica para que le trataran las heridas.

–¡Auch! Memé gritó.

Justo cuando Glenn pensaba esto, efectivamente, Memé chocó con un cíclope que transportaba algunos materiales. Una vez más, resultó innecesario siquiera decirlo: dado que los cíclopes solo tenían un ojo, no tenían un sentido adecuado de percepción de profundidad.

–Vaya —¿estás bien? Dijo Glenn, apoyando a Memé mientras miraba a punto de caer hacia atrás. Pero eso solo empeoró las cosas. Tomándola en sus brazos, Glenn ahora la miraba desde arriba.

–Augh… ¡A-aléjateee! Gritó Meme.

–¡Guau! Esta vez Glenn era la persona a la que empujaban. Incluso las cíclopes femeninas podían exhibir una cantidad considerable de fuerza en un abrir y cerrar de ojos. Pero mientras ella lo apartaba, Glenn sintió que Memé era realmente la que estaba confundida. Ella cayó hacia atrás.

–¡Ay! exclamó Meme. El retroceso los envió a ambos al suelo. Hubo un sonido sordo. En el momento en que Memé cayó de espaldas, herramientas de algún tipo cayeron del bolsillo delantero de su delantal y se esparcieron por todas partes. Glenn se preguntó si no los había metido correctamente en el bolsillo o si la fuerza del impacto había sido demasiado grande.

–Oh… Dijo Glenn.

Fuera lo que fuera lo que había pasado, Memé había quedado atrapada por alguna herramienta u otra. Glenn podía escuchar el sonido de la tela rasgada. Justo cuando Memé había caído de espaldas, la hakama que llevaba puesta se partió suavemente en dos.