Isekai Konyoku Monogatari (NL)

Volumen 6: Los Seductores Baños De La Cueva

Capitulo 4: La Luz De La Diosa, Oscurecida Por El Vapor

Parte 3

Quería esperar hasta que obtuviéramos más información de la princesa, pero por ahora, hagamos lo que podamos para buscar. Había pocas maneras de moverse entre barrios o de ir por encima de la tierra en esta ciudad. Desde el barrio central, donde estaba la arena, había tres caminos que iban a otros barrios y dos que llevaban a la superficie. Proyecté uno de los caminos que conducía a la superficie en la pantalla, el que estaba más cerca de la arena. Una multitud bulliciosa apareció en toda la pantalla. Era como si estuviéramos viendo una transmisión en vivo por televisión.

“Traten de mirar a su alrededor, todos.”

“Lo tengo.”

“…De acuerdo.”

No podía proyectar más de una ubicación a la vez, pero podíamos buscar más rápido con los ojos de todos en la pantalla.

“Oh, Balsamina podría estar con Cosmos.”

“¿En serio?”

“Parece que no se lleva muy bien con la princesa y el resto del grupo.”

Como fue persuadida por Cosmos para que se uniera al grupo, no encajaba con el resto todavía. Cosmos era la única persona a la que estaba acostumbrada, así que pasaba la mayor parte del tiempo con él.

“Cosmos y Balsamina fueron los últimos en la posada esta mañana, y podrían haber desaparecido al mismo tiempo.”

Quizás Balsamina había hecho algún tipo de petición, y Cosmos le había dado prioridad. Eso sería un buen resultado para todo esto. Se enfadarían con él más tarde, y eso sería el final de todo. Pero dejé esa posibilidad a un lado. Deberíamos seguir buscando bajo la suposición de que había sido secuestrado ahora mismo.

Moví la proyección sobre el suelo, donde vimos un gran complejo de jardines. Los guardias imperiales estaban frenéticamente haciendo preguntas a los elfos oscuros. Revisé los otros caminos, y en cada uno de ellos ya había guardias imperiales haciendo investigaciones.

En ese caso, intentemos en otro lugar. Coloqué la cámara en lo alto del cielo para que pudiéramos ver a la distancia. El desierto sobre Ares tenía poca vegetación. Los únicos habitantes eran la tribu Merek, cuyo asentamiento estaba situado un poco más lejos. No pude ver nada que pudiera funcionar como escondite, y no había señales de nadie alrededor.

“Bien, siguiente.”

Me moví al puerto, a la otra salida principal de Ares. Al igual que la última vez que estuve allí, estaba lleno de gente. Aunque no podíamos oír nada, me di cuenta de que estaba muy concurrido y animado. Vi comerciantes humanos aquí y allá. También había algunos semihumanos que no vimos en el centro de la ciudad, como los hombres lagarto del pantano. En cambio, no vi a nadie de la tribu Merek aquí. Quizás no podían soportar la humedad y los vientos del océano, como Rulitora.

Había más gente para buscar por aquí, pero dividimos el trabajo y volvimos a mirar alrededor.

Cambiaba la vista de vez en cuando. De repente, Rium levantó la voz.

“…encontré a Balsamina.”

“¡¿Dónde?!”

Miré hacia donde ella apuntaba y vi a una chica demonio pelirroja escabulléndose tras una fila de barriles. Yukina confirmó que era efectivamente Balsamina.

“Cosmos no parece estar con ella…”

Estaba sola. No vi a Cosmos en ningún lugar cercano.

“¿Qué está haciendo?”

“Parece que está mirando a su alrededor bastante inquieta.”

También estaba inquieta. ¿Estaba intentando buscar a Cosmos también?

“¡Touya, Clena acaba de regresar! Está con el grupo de la princesa y el Ogro de Cara Blanca,” Crissa corrió dentro y me llamó.

“Tráelos aquí ahora mismo. Podríamos haber encontrado una pista.” “¿Qué? ¡Oh, sí! ¡De inmediato!” Y salió corriendo afuera.

Esperamos un rato, luego Roni regresó con Clena, el Ogro de Cara Blanca, la Princesa Franchellis, Ricott, y Foley a remolque. Por supuesto, todas estaban todavía vestidas. Crissa se encargaba de los otros guardias imperiales en este momento.

“¿Qué-Qué es todo esto…?” La princesa se quedó atónita al ver la pantalla que rodeaba la bañera por primera vez.

Clena la miró de reojo y sonrió.

“Parece que se han estado encargando de las cosas desde aquí.”

“Sí, hemos estado buscando por ahí usando esto.”

“De acuerdo, dejo a todos aquí a ustedes. Yo volveré con el Ogro de Cara Blanca a la tienda.”

“Lo tengo. Ten cuidado.”

Clena saludó y se fue. El Ogro de Cara Blanca se inclinó y luego la siguió. Ahora bien, es hora de empezar a hablar. Hice un breve repaso de esta pantalla, y luego les dije que habíamos encontrado a Balsamina.

“…La diosa no concedería tal don a alguien que lo usara para malas acciones,” murmuró la princesa, cubriéndose la boca con un abanico plegable.

Apuesto a que no era sólo mi paranoia la que me decía que ella decía eso para consolarse. Probablemente se preguntaba si lo estaba usando para espiar. Comprendí por qué podía pensar eso, pero parecía que ya se había convencido de que estaba bien, así que no hice ningún comentario. De todos modos, era raro que yo me bañara solo, así que nunca tuve la oportunidad de espiar.

“Esa es, en efecto, Balsamina.”

“¿Por qué hasta allí…? ¿Está tratando de escapar?”

Foley y Ricott estaban inspeccionando la imagen de Balsamina en este momento. ¿Había estado tan incómoda con ellos que trató de huir?

“Ninguno de nosotros la ha tratado mal porque es un demonio, pero ha tenido un historial de mala suerte al ser forzada a participar en grupo…” añadió la princesa mientras yo las miraba.

“¿Tan malo fue?”

“No importa cuántas veces Cosmos trató de persuadirla, ella se negó, hasta que finalmente perdió por su perseverancia…”

“Así que no estamos seguras de cuánto acepta la situación en la que se encuentra ahora mismo.” “Tal vez sería mejor si la dejamos escapar…”

Las tres intercambiaron miradas dudosas. Pude ver como había sido difícil para ellas llevarse bien ahora. Habría sido conveniente que ella pudiese ser domada por la comida como lo fue el Perro Demonio.

“¿Quizás esté buscando un barco en el que pueda viajar de polizón?”

“¿Qué hay de la posibilidad de que esté intentando seguir a los que secuestraron a Cosmos?” “Quizás…”

La princesa y Ricott se miraron con dudas. En ese momento, no podía saber si Balsamina sólo estaba siendo tímida, o si realmente se sentía incómoda con ellos.

“¿Han descubierto algo nuevo?”

“Buscamos en la casa del oponente de Cosmos, pero no encontramos nada allí…”

La princesa dijo que el oponente ya no era uno de sus sospechosos, pero ahora era aún más difícil determinar quién podría ser. De hecho, ahora ni siquiera podíamos adivinar cuál podría ser el posible motivo de su secuestro. ¿No tenía nada que ver con la competencia de armas?

“¡Touya, va a alguna parte!”

Mientras tanto, Balsamina había despegado. Se acercó a los barcos y los inspeccionó uno por uno. Tal vez ella realmente estaba buscando uno en el que esconderse.

“Parece que deberíamos ir a encontrarnos con ella.”

“Bien, incluso si encuentra a Cosmos en uno de los barcos, si los dos se van, entonces no seríamos capaces de seguirles la pista.”

“Por favor, discúlpennos.”

Por cortesía, escoltamos a la princesa fuera del baño interior al aire libre hasta donde esperaban el resto de los guardias imperiales.

Ricott gritó hábilmente las órdenes, y Foley tomó a dos de los guardias y se adelantó. La princesa, Ricott, y el resto de los guardias pronto la seguirían.

“Lamento que no hayamos podido ser de más ayuda.”

“No, gracias por hacernos saber que Balsamina está en el puerto. Ahora bien, nos iremos.”

Ricott hizo una rápida reverencia, y luego salió corriendo en dirección al puerto en persecución de Balsamina. Esperemos que Balsamina sepa a dónde se ha ido Cosmos, pensé mientras los veía salir.

Después de que la princesa y su grupo se fueron, volví a mi tarea de generar azúcar. Una vez hecho esto, decidí tomar un descanso en caso de que la princesa pidiera ayuda. Quería recuperar mi PM, así que cerré la puerta del Baño Ilimitado y me fui a la villa a descansar.

Sin embargo, nunca tuvimos noticias de ellos, y pronto se hizo de noche. No sabía si eso era una buena señal o no, pero esperaba que las cosas fueran bien.

“…llega tarde.”

En otro orden de cosas, Clena aún no había regresado. Tal vez planeaba regresar con el Rey Demonio para cenar, como siempre. Pero incluso entonces, se estaba haciendo un poco tarde para ella. Me sentía incómodo.

Debido al incidente con Cosmos de antes, no podía quitarme de la cabeza la palabra

“secuestrada”. La ansiedad no me dejaba estar quieto, así que salí y vi a Rulitora y Lumis haciendo guardia en la entrada.

“¿Ya ha vuelto Clena?”

“Todavía no la hemos visto…”

Rulitora y Lumis también parecían preocupados. Empezamos a hablar de ir a la tienda a buscarla cuando llegó el Diablo de la Llama. Él estaba con sus tres guardaespaldas, pero aun así no estaba Clena.

“No parece que hayas venido aquí para escoltar a Clena de vuelta con nosotros.” “Sobre eso…”

Actuaba de forma inusualmente inestable. Un sentimiento de temor volvió a brotar dentro de mí, transformándose en una alarma que sonaba dentro de mi cabeza.

“…Lady Clena ha sido secuestrada.”

Lo sabía, inmediatamente pensé. Tenía la sensación de que algo así iba a suceder. El resultado no me sorprendió demasiado, pero un torrente de angustia todavía me atravesaba el pecho. Una gota de sudor frío se deslizó por mi mejilla y las palmas de mis manos se pusieron húmedas.

“¿Cuándo? ¿Sabes quién la secuestró? Cosmos también fue secuestrado, ¿sabes si eso tiene algo que ver?” Me acerqué al Diablo de la Llama y le disparé un aluvión de preguntas. Sin embargo, no me respondió, sino que me dijo: “Entremos por ahora…” Lumis también nos hizo señas para que entráramos en la villa.

Dos de los guardias del Diablo de la Llama se quedaron en la puerta principal y el tercero vino con nosotros. Cuando llegamos al salón, Lumis volvió a la entrada y Roni ocupó su lugar en el interior un momento después. Había traído bebidas, pero noté que la bandeja que sostenía estaba temblando.

“…¿has oído?”

“Sí, de Lumis ahora mismo…”

“Vamos a repasar los detalles ahora mismo, así que siéntate con nosotros, Roni.”

“¡Sí-sí!”

Roni y yo nos sentamos frente al Diablo de la Llama, cada uno en su propio sofá.

Su guardaespaldas estaba de pie en diagonal detrás de él. Finalmente me calmé después de ver a Roni tan agitada, pensando en cómo necesitaba estar apoyándola. Tomé un sorbo de la bebida que me había traído, y luego le hice un gesto al Diablo de la Llama para que empezara a hablar.

“Parece que te has calmado.”

“Sí, así que cuéntanos lo que pasó.”

“Bueno, entonces… Clena fue atacada en su camino de regreso a la villa. El Ogro de Cara Blanca la acompañaba.”

“¿Quién la atacó?”

“El Gigante Oscuro.”

El tipo con el que peleamos en la capital del agua, eh. Lo que significa que debe haber sido una orden del Príncipe de la Oscuridad.

“El Ogro de Cara Blanca pudo evitar que se produjera una pelea, pero los subordinados del Gigante Oscuro se habían escondido cerca. Tomaron a Lady Clena con la guardia baja y se la llevaron.”

La cara de Roni se tensó. No te preocupes, todo estará bien. Me aseguraré de traerla de vuelta. “¿No estaba el rey demonio con ellas?”

“El rey demonio fue invitado a una fiesta organizada por la familia real de Ares hoy. Escuché que le había pedido a Clena que viniera con él, pero…”

Pero Clena lo rechazó. Entonces, los asaltantes tomaron su oportunidad cuando Clena no estaba con él.

“Tengo tres preguntas. ¿Fue una coincidencia que atacaran a Clena mientras iba camino a su casa hoy?”

“…Hemos confirmado que algunos empleados de la Corporación Orquídea Blanca trabajaban para el Príncipe de la Oscuridad.”

Así que así fue como obtuvieron la información.

“¿Se escapó el Gigante Oscuro?”

“No, el Perro Demonio lo persiguió, y él y el Ogro de Cara Blanca pudieron atraparlo.”

Añadió que después de que el Perro Demonio le hubiera hecho papilla, salió corriendo siguiendo el rastro de Clena. Ese perro es bastante fuerte, eh. El Ogro de Cara Blanca llevó entonces al Gigante Oscuro de vuelta a la tienda, donde ella lo encerró en la habitación subterránea donde el rey demonio había dormido. Entonces el rey demonio mismo puso un sello en la habitación, para que le fuera imposible escapar por su propia cuenta.

“En aquellos tiempos, el rey demonio a menudo se mostraba indulgente con el Gigante Oscuro, pero esta vez no le va a perdonar.”

Si todavía estuviera causando problemas, yo mismo habría tomado la Espada Tumba y le habría dado una buena paliza, pero como ya ha sido capturado y encerrado, entonces como sea. Clena era más importante ahora mismo.

“Mi última pregunta: ¿Sabes dónde se llevaron a Clena?”

“Descubrimos que el Príncipe de la Oscuridad tiene unas cuantas bases de operaciones en el centro de la ciudad, pero aún no hemos encontrado ninguna pista…”

“Dime todo lo demás que sabes ahora mismo. Yo investigaré lo que pueda, también.”

“Entonces vayamos a la tienda. Puede que ya les hayan sacado información nueva a los espías.”

“Ya veo… Bien, vamos. Roni, tú también prepárate.”

“¡Sí-sí!”

“Te acompañaré.”

El Diablo de la Llama ofreció llevarnos allí con sus guardaespaldas, probablemente por considerar la posibilidad de que yo también pudiera ser atacado.

Me puse la Devoradora de Magia, me puse la Hoshikiri en la cadera y llevé el hacha mágica Luna Creciente y un escudo redondo en mis manos. También quería llevar la Espada Tumba a mi espalda, pero eso sería demasiado peso, así que le pedí a Rulitora que la llevara en su lugar.

Además de Rulitora, hice que Roni, Haruno y Rium vinieran con nosotros, y también llevé a Daisy como nuestra mensajera por si acaso. Había una posibilidad de que la villa fuera atacada mientras no estábamos, así que dejé suficientes miembros del grupo listos para el combate. Sandra y Sera se encargarían de ellos.

Cuando terminamos de prepararnos, fuimos a la Corporación Orquídea Blanca con el Diablo de la Llama y sus guardaespaldas. La armadura era muy llamativa en las calles de la ciudad, pero no era el momento de preocuparse por eso. Llegamos fuera de la tienda y nos encontramos con un enjambre de gente corriendo, aunque era de noche.

“¿Qué es esto…?”

Un aura amenazante emanaba del edificio. Daisy se acobardó detrás mi hombro, agarrándose fuertemente a mí. La gente alrededor de la tienda también parecía aterrorizada. Rium también me abrazó por la cintura; probablemente también se asustó. Rulitora y Roni parecían no estar afectados, pero noté que la cola de Roni estaba enroscada hacia adentro y temblaba. Estaba a punto de entrar para ver al rey demonio, pero el Perro Demonio apareció primero.

“¿No estabas siguiendo su olor?”

“Lo estaba, pero los sinvergüenzas me tiraron una bomba fétida…”

Su nariz fue inútil después de eso, así que no pudo seguirles el rastro por más tiempo. Noté que su piel estaba húmeda; tal vez había ido a lavarse el hedor. Los asaltantes debían saber que el Perro Demonio estaría por aquí, y habían tomado medidas de antemano para incapacitar sus habilidades de rastreo.

“Por cierto, ¿qué es esta sensación increíblemente amenazadora en el aire?” “…es el rey demonio.”

Según el Perro Demonio, el rey demonio se puso furioso cuando se enteró de que su nieta había sido secuestrada. El Ogro de Cara Blanca estaba tratando desesperadamente de apaciguarlo en la parte de atrás de la tienda, pero su ira no podía ser contenida y se estaba filtrando.

“Gracias a eso, el Gigante Oscuro ha estado callado, pero es tanto una bendición como una maldición.”

“¿Por qué secuestró a Clena entonces, si esto ya lo está asustando tanto?”

“Él había pensado que Lady Clena impedía que el Príncipe actuara libremente…”

El Príncipe de la Oscuridad había querido convertirse en el nuevo rey demonio, pero desde que se reunió con Clena, dejó de perseguir ese objetivo. Pero el Gigante Oscuro, uno de sus partidarios, asumió que la razón de su cambio de opinión era que Clena no estaba de su lado, así que la tomó por la fuerza para empujar al Príncipe de la Oscuridad de vuelta a ese camino. Por la información reunida hasta ahora, eso era lo que habían supuesto que era el motivo detrás del secuestro.

“También, esto fue llevado a cabo por el Gigante Oscuro de su propia discreción. El Príncipe no estaba al tanto de ello…”

“…¿Cuánto podemos confiar en eso?”

“No creemos que esté mintiendo ahora mismo.”

“Esta no es la primera vez que el hombre trata de tomar el asunto en sus propias manos,” afirmó el Diablo de la Llama. Supongo que podemos confiar en esta información.

Las diosas me habían dicho que ya habíamos evitado que el Príncipe de la Oscuridad se convirtiese en el nuevo rey demonio, pero el Gigante Oscuro no se había rendido todavía. Al menos era un alivio que no pretendiese hacerle daño.

“Cuéntame todo lo que has aprendido hasta ahora. Incluyendo hasta dónde fuiste capaz de rastrearlos, Perro Demonio.”

“Entendido. Por favor, observen estos documentos. Esta es la última información que hemos obtenido de los espías que se escondían en la Corporación Orquídea Blanca. Estaba a punto de informar al rey demonio de esto.”

El Perro Demonio me mostró varios mapas, cada uno de los cuales representaba una ciudad de Ares, con las localizaciones marcadas en cada uno. Incluso había tres círculos marcando sus escondites en el centro de la ciudad.

El Príncipe de la Oscuridad probablemente había dividido a sus seguidores para que no fueran detectados por la Corporación Orquídea Blanca. Los espías no sabían a dónde habían llevado a Clena los atacantes, pero a juzgar por el rastro que el Perro Demonio había olfateado, podríamos reducirlo a dos lugares. La horda de gente en la tienda ahora mismo se preparaba para asaltar esos dos escondites. Estaba a punto de preguntar si debíamos unir fuerzas con uno de los grupos cuando Haruno ladeó la cabeza y preguntó: “Hmm… Ya que lanzaron una bomba fétida para evitar que los rastrearas, ¿no hay posibilidad de que se hayan ido en la dirección opuesta después de eso?”

Todos miraron a Haruno. Ella tenía razón, ese podría haber sido su plan.

“Aun así, no podemos ignorar estas dos bases.”

“Si no podemos encontrarlos en ninguna de las bases, pueden haber corrido a otro lugar completamente diferente.”

“…¿Qué planeas hacer después de esto, Diablo de la Llama?”

“Ahora que se ha llegado a esto, estoy dispuesto a ayudar. Dirigiré el asalto a una de las bases, sí.”

Sugirió que dividiéramos el trabajo y asignáramos un líder a cada grupo.

“¿Qué hay del rey demonio? Dudo que se quede aquí mientras su nieta ha sido secuestrada,” preguntó Rulitora.

“Oh, si el rey demonio se dispusiera a recuperar a la dama, entonces no sólo la ciudad en sí, sino todo el sistema de cuevas se haría añicos…” respondió el Perro Demonio con una sonrisa forzada.

Ya veo, así que eso significaba que teníamos que rescatar a Clena mientras el Ogro de Cara Blanca retenía al rey demonio. Apuesto a que él también estaba muy preocupado por ella, pero no podíamos dejar que destruyera a Ares.

“¿Qué debemos hacer, Touya?”

“Hmm… ¿Qué tal si hacemos que estos dos vayan a las dos bases como estaba previsto, y nosotros buscamos en la tercera?” Si no la encontráramos allí, también buscaríamos en las bases de las otras ciudades. La pantalla de la bañera interior al aire libre podría hacer el trabajo rápidamente. “Aunque si la encontramos, no tenemos forma de contactar con ustedes.”

“No importa. Necesitamos tomar el control de las otras bases, de cualquier manera.” “Bien, vamos con eso.”

Les pedí que se prepararan lo más rápido posible, y luego fuimos al área de entrega. Entramos por la puerta del Baño Ilimitado, fuimos a la bañera interior al aire libre y comprobamos la ubicación marcada con un círculo en el mapa.

“Parece una casa normal.”

“No destaca en absoluto.”

Las casas de esta ciudad sólo tenían puertas y ventanas, y como no estaban decoradas con letreros como lo estaban las tiendas, se veían muy simples desde afuera. Si no fuera por la información de los espías, no hubiéramos tenido otra forma de encontrar este lugar que no fuera la búsqueda por fuerza bruta de todos los edificios de la ciudad.

El interior de la casa no era demasiado lujoso, pero aun así estaba decorada con muebles de aspecto elegante. Un elfo oscuro se sentaba no muy lejos de la entrada. Una elfa oscura estaba cocinando algo en la cocina. La cantidad de comida parecía ser demasiado para dos.

“Hmm… Oye, Touya, ¿no es esa una puerta escondida?”

Estábamos mirando alrededor del resto de la casa cuando Daisy señaló el piso al final de un pasillo. Me acerqué al área, y aunque era difícil de decir, efectivamente había hendiduras en el piso allí.

“¿Hay algo debajo?”

No sabíamos cómo abrirla, ni podíamos si lo hacíamos, pero aun así podíamos mirar más allá. Moví la pantalla hacia abajo y revelé una escalera que conducía a una habitación subterránea. Esta habitación era mucho más extravagante en comparación con el resto de la casa. No era una habitación de estilo japonés, pero tenía un toque japonés. Había una mesa en el centro de la habitación con dos sofás uno frente al otro a cada lado.

“¡Ahí está!”

Un hombre de pelo plateado se sentaba en el sofá mirando hacia la puerta. No llevaba casco, pero pude saber quién era por el resto de su armadura. Era el propio Príncipe de la Oscuridad. Al otro lado estaba Clena, hundiéndose en el sofá con una mirada de descontento en su cara. No pude escuchar lo que decían, pero el Príncipe de la Oscuridad parecía que estaba intentando persuadir a Clena de algo, mientras que ella apenas reconocía su presencia.

Aparentemente, este incidente había sido llevado a cabo a discreción del propio Gigante Oscuro, por lo que probablemente estaba intentando decirle que él no lo había ordenado. Clena no parecía completamente enfadada con él, pero tampoco parecía dispuesta a escuchar sus excusas. Ahora mismo estaba a salvo, pero quién sabe cuándo el Príncipe de la Oscuridad podría hacer saltar un fusible y llevársela a algún sitio. No deberíamos perder más tiempo.

Le pedí a un empleado de la tienda que le diera la noticia al rey demonio, pero me miró y dijo que claramente no estaba dispuesto. Aún así, teníamos que salir a rescatar a Clena ahora, así que él tenía que ser el que lo hiciera. Le dije que debería pasar el mensaje al Ogro de Cara Blanca, al menos.

Los seis nos fuimos a la casa en cuestión. Rium cabalgó sobre los hombros de Rulitora. Tuvimos que empujar a través del tráfico peatonal, pero Roni y Daisy se abrían paso entre la multitud como si estuvieran enhebrando una aguja. El resto de nosotros no éramos tan ágiles con nuestra pesada armadura, pero la multitud se apartó del camino al vernos.

Gracias a la combinación del peso de nuestra armadura y nuestra resistencia física individual, Roni y Daisy se adelantaron rápidamente al grupo, Rulitora y Rium los siguieron un poco más tarde, y Haruno y yo nos quedamos aún más atrás.

Haruno parecía que todavía le quedaba algo de resistencia, a diferencia de mí, pero yo quería creer que se debía a la diferencia de peso de la armadura. Estuve tentado de usar espíritus de la tierra para ayudarnos a correr, pero eso implicaría mover el suelo debajo de nosotros, así que no podría usarlo en la ciudad.

Seguimos corriendo como si nuestras vidas dependieran de ello, y finalmente llegamos cerca del escondite del Príncipe de la Oscuridad. Quise tomarme un momento para recuperar el aliento, pero todas las paredes de la ciudad estaban llenas de puertas y ventanas, así que no podía esconderme en ningún sitio.

“Touya, hay una tienda por allí.”

“Parece que está abierto. Entremos un momento.”

Entramos en la tienda para vigilar el escondite. Mientras yo estaba ocupado recuperando el aliento, Roni le preguntó al tendero sobre los residentes de la casa en cuestión. Le pagamos tanto por la intrusión como por la información, lo que le hizo estallar en una sonrisa radiante; incluso nos trajo bebidas.

El tendero dijo que una pareja de elfos oscuros había estado viviendo en esa casa durante unos diez años, pero que no se llevaban bien con los vecinos, así que apenas sabía nada de ellos.

“¿Qué asuntos tienen todos ustedes con esa casa?”

“Vinimos a rescatar a uno de nuestros camaradas que fue secuestrado.”

“¿Eh? No querrá decir…”

“¡¿La ha visto?!” Roni se acercó a la cara del tendero, y él rápidamente asintió.

Nos creyó después de ver la frenética reacción de Roni, así que nos dijo que un hombre con un traje completo de armadura negra, similar al mío, había entrado con una chica de pelo plateado. Un traje completo de armadura negra – probablemente el Príncipe de la Oscuridad.

“¿Viene ese hombre a menudo?”

“De vez en cuando. Es el único que visita esa casa. Aunque no suele aparecer con esa armadura. Pero no reconocí a la chica…”

La chica era probablemente Clena. Los asaltantes probablemente habían entregado a Clena al Príncipe de la Oscuridad en otro lugar, y luego él la trajo aquí.

Bien, ya había recuperado el aliento. Era suficiente información para reunir.

Las casas en Ares parecían idénticas a simple vista, pero las puertas y ventanas podían ser únicas. Como la madera era un producto caro, las puertas eran normalmente delgadas y hechas de metal ligero – el metal denso sería demasiado pesado para abrirlas –. Algunas casas incluso estaban cubiertas por una cortina. La tienda que habíamos invadido era así.

La puerta de esta casa, sin embargo, estaba hecha de madera pulida. Se podía ver que los dueños eran adinerados. Había una ventana junto a la puerta, pero estaba cubierta por una cortina. Me aseguré de mantenerme alejado de la ventana por si alguien miraba a través de los espacios del otro lado.

Roni llamó a la puerta… pero no hubo respuesta. ¿Quizás tenían un golpe secreto? Si ese fuera el caso, no tendríamos forma de adivinarlo.

“Déjame echar un vistazo.” Abrí la puerta del Baño Ilimitado que está al lado de la puerta de la casa, y luego usé la pantalla para confirmar que Clena, el Príncipe de la Oscuridad, y los dos elfos oscuros seguían dentro. Bien, no te contengas. Salí corriendo y ordené a Rulitora que destruyera la puerta.

“¡Hrmph!” Rulitora golpeó con su puño la densa puerta de madera, demoliéndola. Inmediatamente entramos y vimos al hombre elfo oscuro levantarse y sacar un cuchillo de su cadera. Sin embargo, Rulitora y yo lo inmovilizamos rápidamente y lo atamos con una cuerda.

“…Esto, y esto, y esto.” Rium se acercó. Tomó su cuchillo, que tenía un dibujo grabado en la hoja, una corta varita en su cintura, y por último, un anillo con una pequeña gema.

“¿Qué es eso?”

“No puede usar la magia mientras no tenga esto.”

Eran conductores mágicos, como la espada de Clena. Este tipo estaba vestido como un ciudadano ordinario de clase alta, pero era todo menos eso.

“¡¿Quiénes son?!” Una mujer apareció de otra habitación con una varita en la mano. Disparó dos flechas de fuego, pero Haruno se puso delante de nosotros y las flechas desaparecieron antes de que la pudiesen alcanzar. Ese era su don, el Reflejo Ilimitado. La mujer se quedó helada cuando vio como su hechizo se desvanecía en el aire. Roni usó esa apertura para correr hacia ella y quitarle la varita mágica de su mano mientras Rulitora daba vueltas alrededor y ponía sus brazos detrás de ella.

“Ella también tiene un anillo, y…”

“¡¿Qué?!”

Rium se acercó y cogió un anillo de la mujer, pero luego metió la cabeza bajo la larga falda de ella.

“…esto también.”

Le hurgó un momento bajo la falda, y luego volvió a salir con otra varita en la mano. La mujer había escondido una varita de repuesto bajo su falda.

“Identificar estos dispositivos es mi especialidad…” Rium se infló el pecho. Como maga de cristal, debe haber sido capaz de olerlos.

Los dos elfos no respondían a nada de lo que decíamos o incluso nos miraban a los ojos. No queríamos arriesgarnos a que se interpusieran en nuestro camino, así que los atamos lo suficientemente fuerte como para que no pudieran moverse ni un centímetro. Ya habíamos armado un escándalo, pero el Príncipe de la Oscuridad aún no se había mostrado.

“¿Quizás piensa que aún no sabemos nada sobre el cuarto secreto?” Daisy sugirió.

“…Oh, ese podría ser el motivo,” estuve de acuerdo. Los elfos nos miraron sorprendidos. Ya veo, pensaron que no nos daríamos cuenta de que el Príncipe de la Oscuridad estaba aquí mientras se mantuvieran callados. El don de repeler la magia de Haruno era extraordinario, pero el mío era igual de útil.

“Nosotros vigilaremos a estos dos.”

“Está bien, se los dejo a ustedes.”

Dejé a Haruno y a Rium a cargo de la vigilancia. Podía confiar en ellas, especialmente en Haruno, ya que ella podía ocuparse de los vecinos en caso de que vinieran a comprobar cuál era la conmoción.

Rulitora, Roni, Daisy y yo fuimos al final del pasillo. Inspeccioné el suelo y rápidamente encontré la trampilla. Tenía una cerradura, pero no muy complicada, así que Rulitora la aplastó sin esfuerzo con su guja.

“De acuerdo, tomaré la delantera.”

Me posicioné como vanguardia para poder absorber cualquier ataque sorpresa con la Devoradora de Magia. Detrás de mí iban Roni, y luego Rulitora. Daisy cabalgaba sobre el hombro de Roni.