Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 17: A Alguien Debemos Despedir En Estos Días Devastados Por La Guerra

Capítulo 5: ¿Qué tal Este Tipo De Rapsodia?

 

 

No había nada que hacer. Era el momento de cambiar de marcha. Esa era su única opción. Ser capaz de cambiar de marcha sobre la marcha era importante y, bueno, ese era uno de los puntos fuertes de Haruhiro. Después de todo, no era de los que se ponen nerviosos y corren hacia adelante con una actitud de: “¡Ah, sí, hagamos esto!”. Mimorin se acercaba de vez en cuando un poco más a él, así que era realmente difícil no dejar que sus pensamientos volvieran a ella, pero parecía que habían llegado al comedor, así que quería cambiar de marcha. Es hora de cambiar de marcha, se dijo a sí mismo.

“¿Llamas a esto el comedor, eh?” Ranta resopló.





Un comedor. Era cierto que este lugar no se parecía del todo a uno.

La sala tenía unos diez metros de ancho, y continuaba a una buena distancia, pero la luz no llegaba hasta el final, así que no estaba claro exactamente cuán largo era. El techo también era muy alto.

Lo más característico de esta sala era la plataforma de piedra, de siete u ocho metros de ancho, que dominaba el centro, así como los innumerables puestos más pequeños que la rodeaban. La disposición sugería que la gran plataforma era una mesa, y las cosas que la rodeaban eran sillas.

Sí, definitivamente eran sillas. O taburetes. Nadie podía decir lo contrario.

Después de todo, cada uno de los taburetes tenía una marioneta sentada encima.

Publicidad G-M2



Hasta el último. Sin excepciones.

Las marionetas estaban sentadas en taburetes de piedra, alrededor de una enorme mesa de piedra, celebrando una reunión durante el almuerzo.

Eso era lo que parecía, de ahí que esto fuera el comedor.

Es justo. El nombre tenía sentido.

“Pero estas marionetas no se mueven.” Observó Haruhiro. Luego le preguntó a Kimura: “¿O atacan si te acercas?”

“¡Bu-foh!” Kimura presionó la montura de sus gafas, haciendo que los cristales destellaran. ¿Estaba ajustando hábilmente el ángulo para que captaran bien la luz de su linterna? De ser así, era un talento increíble. Y también increíblemente inútil. Qué desperdicio de esfuerzo.

“Me pregunto.” Reflexionó Kimura. “He presenciado esta escena muchas veces, pero nunca antes con tantas marionetas presentes. Hubo casos en los que la sala parecía extrañamente vacía, y pensamos que podíamos pasar por ella hasta que, de repente, saltaron enemigos ocultos. Se convertía en una melé caótica, y estábamos en verdaderos problemas.”

“… Heh. ¡Eres un inútil!” El insulto de Ranta hizo que Kimura se echara a reír por alguna razón.

“¡Gweah-hah…! ¡Vwah-guffaw-heh-fah-foh…! ¡Gehen-gehen! ¡Bu-hen! ¡¿Ngheh-hah?! ¡¿Ogwa-foh?!”

Ahora estaba tosiendo. Se había reído demasiado. Y qué risa tan extraña. Se lo merecía.

“Kimu-chin, ¿estás bien…?”

Cuando Yume frotó la espalda de Kimura, Ranta se espabiló al instante.

“¡Ehhhhh! Yume, ¡no tienes que dar una mierda por ese tipo!”

“Ah, no seas así.”

“Nu-buh…” Kimura sonrió. No hace falta decir que sus gafas también brillaron. “¿Estás celando? Estás celando, ¿no?”

“¡Claro que no! Además, ¿siquiera a qué te estas refiriendo…?”

“Se deriva de los celos. En otras palabras, estaba preguntando si estás celoso.”

“… No creo que necesitaras ser tan enrevesado para decir eso.” Haruhiro se burló de algo que probablemente no debería haberse molestado en hacer, y luego se sintió derrotado.

“¿Y? ¿Y?” Kikkawa ignoró el pinchazo cómico de Haruhiro para mantener la conversación, cosa por la que Haruhiro se sintió un poco agradecido, pero también un poco dejado. “¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a hacer? ¿Irnos? ¿Vamos a ir? ¿Eso es lo que vamos a hacer? ¿Y bien? Si yo decido, ¿podemos irnos ya? ¿Eh?”

“¡Kikkawa, lo único que no vamos a hacer en absoluto es dejar que decidas en el momento, como si estuvieras en una cita con una chica!”

“Oh, vamos, Ranta. Eso ha sido malo. ¿No somos amigos? Somos amigos, ¿no?”

“No somos amigos. Sólo nos alistamos al mismo tiempo. Esa es la única conexión que tenemos.”

“Oye, si nos alistamos al mismo tiempo, eso prácticamente nos hace amigos. Pájaros del mismo plumaje, y todo eso, ¿no?”

“No puedo confiar en un tipo que está tan dispuesto a llamar a cualquiera y a todos su amigo.”

“¿Eh? ¿Por qué no? Como que, al final, toda la humanidad es amiga, ¿no? No, ¡tampoco es que yo piense eso!”

“¡¿Ni siquiera tú piensas eso?!”

Haruhiro suspiró. O más bien, al exhalar, intentaba expulsar la frustración de su cuerpo.

Ughhhhhhh.

Esta gente.

Simplemente no se callan.

Ranta ya era lo suficientemente problemático por sí solo, pero si le añadimos a los Tokkis, especialmente a Kikkawa, y luego a Kimura por añadidura, las cosas se volvían aún más caóticas.

“Haruhiro.” Le llamó Mimorin.

Miró hacia ella para ver cómo flexionaba su brazo en un intento de animarle.

“Vive.”

“… Pero, ¿estoy viviendo?”

“¡Eso no es lo que quiere decir! ¡Idiota! ¡Nincompoop!” Anna-san lo insultó, pero Haruhiro no sintió nada. ¿Tal vez el abuso verbal se sentía normal ahora? ¿Estaba bien? Sintió que probablemente no debería acostumbrarse a ello.

“Heh…”

En algún momento, el sospechoso chico del parche en el ojo con la cola de caballo se había acercado sigilosamente por detrás de Setora.

“Tú…”

Eso fue todo lo que Inui consiguió decir antes de que la punta de la lanza se dirigiera a su garganta. Buen trabajo. Al parecer, Setora había percibido su presencia.

“¿Qué?”

“Eh… Tú…”

¿Por qué Inui se aclaró la garganta? ¿Era una risa? Era espeluznante, eso era seguro.

“¿Tienes novio?”

“¿Qué?”

“Estoy preguntando si tienes novio…”

“¿Estás bien de la cabeza?”

“Estoy cuerdo. Mi cabeza está increíblemente bien alineada…”

“Me resulta difícil de creer.”

“Entonces… ¿Tienes novio?”

Espera, ¿podría ser? ¿Inui estaba… coqueteando con ella?

¿Por qué? ¿Por qué hacer eso aquí, de todos los lugares? ¿En este momento? Estaban en medio de una operación. No, no sólo una especie de operación, sino que estaban en lo más profundo del Cementerio en una misión de limpieza.

“¡Espera, Inui! ¡Amigo!” Ranta fue tras él. “¡Antes estabas persiguiendo el culo de Shihoru con mucha fuerza, y ella te rechazó! ¡¿Ahora vas por Setora?! Muestra algo de contención, en serio.”

“Esa mujer, ¿eh? ¡Je…!” El ojo derecho de Inui, el que no estaba cubierto por el parche, se abrió de par en par. Aquello resultaba siniestro en todos los sentidos. “¡Sin embargo! ¡Esa mujer no está aquí! Por lo tanto… ¡Mi corazón se siente atraído por la mujer que veo ante mí! ¡Aquí y ahora!”

Publicidad M-M5

“Eres demasiado fiel a tus deseos…” Kuzaku parecía exasperado, o tal vez directamente sorprendido. En ese momento la cuestión de lo que había sucedido con Shihoru era un gran peso en el grupo, así que era fácil entender cómo se sentía. Inui, en cambio, era un enigma.

Publicidad M-M2

“Ya veo cómo es.” Sin cambiar ni un ápice su expresión normal, Setora lanzó sin piedad su lanza hacia el ojo de Inui.

“¡¿Ngh…?!” Inui saltó instintivamente hacia atrás. Consiguió esquivar por poco, pero no del todo. La lanza de Setora le atravesó profundamente desde la mejilla derecha hasta la oreja derecha.

Setora preparó su lanza. Su expresión era inexpresiva, por supuesto, pero estaba dispuesta a luchar. La única cita que obtendría de ella era una con el extremo afilado de su lanza.

Hai to Gensou Volumen 17 Capítulo 5 Novela Ligera

 

 

“No estoy interesada.”

“Je.” Inui extendió los brazos, como un ave de rapiña que intimida a un oponente, o tal vez como alguien que recibe a un invitado. “¡No me gustaría que fuera de otra manera!”

Setora hizo una pausa, incrédula. “¿No entiendes las palabras?”

“¡Simplemente! ¡Tengo un alto nivel de exigencia! ¡Eso es todo!”

“¡Ja, ja, ja!” Tokimune rió jovialmente y cerró un ojo. “No te quites ese parche, Inui. ¡Todavía no es el momento!”

“¡Ja…!” Inui se tocó el parche del ojo. ¿El hecho de que le dijeran que no lo hiciera le daba más ganas de hacerlo? También era posible que Tokimune le hubiera incitado.

No me importa, sólo quiero que pare.

¿Qué estaba sellando el parche en el interior de Inui? Haruhiro no lo sabía. No quería saberlo.

Pero nada bueno sucedería cuando lo quitara. Eso era seguro.

“Suficiente.” Dijo Tada, algo con lo que Haruhiro podía estar de acuerdo por una vez.

Sí. Ya me cansé de estas locas tonterías cómicas. Bueno, no, en realidad nunca quise ninguna en primer lugar.

Por cierto, ¿qué estás haciendo ahí, Tada-san?

“¿Eh?”

¿Cuándo te montaste encima de la mesa?

“Estoy harto de esto.” Con esas palabras, Tada se paseó tranquilamente por la mesa, con el martillo de guerra apoyado en el hombro.

“Whoa… Espera… ¿Eh? Espera…” Haruhiro intentó detener a Tada. Sentía que tenía que hacerlo, y quería hacerlo, pero ¿cómo? El tipo no escuchaba. ¿Tenía que recurrir a la fuerza? ¿Tenía que ir tras él? ¿Tenía que perseguirlo y detenerlo? Eso requeriría que Haruhiro también se subiera a la mesa. ¿Era una buena idea?

No importaba si era buena o mala. Puede que ya fuera demasiado tarde.

Las marionetas sentadas en los taburetes de piedra comenzaron a removerse una tras otra.

Parecía que intentaban levantarse.

“¡Hah…!” Tada sonrió, y luego demolió a las marionetas que se levantaban con su martillo de guerra.

¡Smash!

¡Kersmash!

¡Smash!

¡Kersmash!

¡Smash!

¡Kersmash!

¡Ker-sma-sma-smash!

Publicidad G-M1



Era divertido ver cómo se destrozaban las marionetas.

¿Gracioso? ¿Fue divertido? Es difícil de decir. ¿Estaba bien que te divirtiera?

“¡Ese es un ritmo y un compás dulce!” Dijo Tokimune sin mucha lógica mientras se subía a la mesa. “¡Todos, sigan a Tada! ¡Toquemos la mejor música de la historia!”

Golpeó a una marioneta con su escudo mientras intentaba subirse a la mesa, y luego, haciendo girar su espada, acuchilló a otra.

“No me siento musical…” Haruhiro murmuró mientras se subía a la mesa. Ranta y Kuzaku ya estaban siguiendo a los Tokkis, así que no tuvo más remedio que seguir la corriente.

“¡Yume, quédate junto a Merry y Setora!”

“¡Perfecto!”

“¡De acuerdo!”

“Entendido.”

No tenía que preocuparse por las tres. Probablemente estarían bien.

Tada  avanzó,   aplastando,  aplastando,   aplastando   marionetas   a   medida  que    avanzaba.

Tokimune, Kikkawa, Inui, Ranta y Kuzaku le perseguían como si fuera una especie de carrera.

No, estaban compitiendo descaradamente entre sí.

A Yume, Merry y Setora se les unieron Mimorin y Anna-san. Kimura, el bastardo inteligente, también se había unido silenciosamente a ese grupo. No estaba blandiendo su maza, sólo hacia parpadear sus gafas. ¿Qué estaba tramando? Como se trataba de Kimura, Haruhiro sospechaba, pero ese bicho raro podría haber estado simplemente observando para ver qué pasaba. De ser así, Haruhiro deseaba que no hiciera cosas que parecieran engañosas.


Aunque, dicho esto, mientras Haruhiro había sacado su daga, no estaba luchando. Las marionetas eran numerosas, pero desorganizadas. Cada una de ellas se levantó de sus taburetes de piedra y trató de atacar al grupo por su cuenta, sin ningún intento de coordinación, por lo que no eran especialmente amenazantes. Tada y los demás al frente del grupo redujeron la velocidad, permitiendo que el resto los alcanzara, así que Haruhiro eligió cuidadosamente una posición que le permitiera inspeccionar la situación.

Las marionetas estaban presionando tanto por el frente como por los lados, y aunque no estaban frenando a Tada y a los demás, el grupo estaba avanzando menos que antes. Pero era sólo cuestión de tiempo. Tada y el resto acabarían abriéndose paso entre la multitud. Si las marionetas eran sus únicos enemigos, claro.

“¡Tada-san, por encima de ti…!” Haruhiro gritó una advertencia, y Tada terminó de golpear a una marioneta con su martillo de guerra, y luego saltó hacia atrás.

Algo estaba lloviendo. Balas del tamaño de un puño. Haruhiro no podía ver a los enemigos, pero debían estar pegados al techo. Tenían que ser haunts, que disparaban directamente hacia Tada y los demás. Las marionetas que presionaban en el frente estaban siendo despedazadas, pero a estas cosas no les importaba atrapar a sus aliados en el fuego cruzado.

“¡Todos, fuera de la mesa!” Ordenó Tokimune, y luego saltó a un taburete de piedra a la izquierda.

“¡Wa-hey!” Kikkawa siguió a Tokimune.

“¡Eh!” Al igual que Inui.

“¡¿Qué demonios?!”


“¡Whoa!”

Ranta y Kuzaku saltaron al lado derecho de la mesa.

Yume, Setora, y Merry fueron a la derecha. Mimorin, Anna-san, y Kimura fueron a la izquierda. Haruhiro siguió a sus compañeros.

Tada se quedó en la mesa, golpeando marionetas y balas con su martillo de guerra, pero ¿quién sabía cuánto tiempo podría seguir así?

Publicidad G-M2



“¡Tada…!” Incluso cuando Tokimune le llamó por su nombre, Tada no se bajó. Maldita sea, era muy testarudo. Aunque, dicho esto, las balas de los haunts seguían volando hacia el grupo del lado izquierdo de Tokimune y el grupo del lado derecho de Haruhiro. Las marionetas también se abalanzaban sobre ellos desde el frente, así que su situación no había cambiado mucho.

“¡Delm, hel, en, balk, zel, arve…!” Mimorin lanzó Blast. Hubo una explosión rugiente justo encima de Tada. Ella debe haber estado apuntando a los haunts que presumiblemente estaban allí.

“¡¿Whoa?!” Tada rodó fuera de la mesa para escapar del polvo que caía. Eso, y los escombros. Grandes cantidades de ambos llovieron en lugar de las balas. El Blast de Mimorin había derribado el techo con los haunts, provocando un derrumbe.

“¡Lo siento…!” Mimorin se disculpó.

“¡No importa, sí!” Anna se apresuró a animarla, pero Tada no podía dejarlo pasar tan fácilmente.

“¡No uses esa magia! ¡Nos enterrarás vivos!”

“¡Mew! ¡No puedo verlos, pero…!” Yume preparó su arco. Apuntó una flecha, y luego disparó. Repetidamente.

¿Estaba funcionando? ¿Le estaba dando a los haunts del techo? Las balas seguían llegando, así que, honestamente, era imposible saberlo. Pero era mejor hacer algo que nada, ¿no?

“¡Aún hay un montón de marionetas!” Ranta cortó una marioneta entrante con su katana, y luego le dio una patada en el trasero a Kuzaku. “¡Haz tu trabajo y ataca, maldita sea!”

“¡Estoy en eso!”

Kuzaku estaba dando una valiente pelea. No se limitaba a cortar a las marionetas con su gran katana, sino que también las pateaba, las empujaba con su brazo izquierdo y las placaba usando su hombro.

“¡Ngh…!” Merry derribó una bala con su bastón de batalla.

“¡Hi-yah!” Con una sola estocada de su lanza, Setora derribó a una marioneta que había estado a punto de saltar sobre la sacerdote.

Haruhiro también esquivaba las balas que caían, degollando a las marionetas o tirándolas al suelo para que Ranta, Merry o Setora acabaran con ellas, pero parecía no tener fin.

“¡Kimura-san!”

“¡Lo que necesitamos aquí…!” Gritó Kimura desde el otro lado de la mesa. “¡Es que todos reúnan su resolución y se esfuercen por seguir luchando!”

“… ¿Eso es todo lo que tienes?” Dijo Haruhiro tras una pausa, sin poder siquiera reunir la energía para una réplica cómica. Ejercer sus máximas habilidades. Claro, las palabras sonaban bien, pero básicamente todo lo que estaba diciendo era: “Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos, ¿de acuerdo?” Qué inútil. Haruhiro había sido un tonto al esperar algo de él.

“¡Tokimune!” Tada gritó. “Si así es como va a ser, ¡hagamos la cosa!”

“¡Oh, sí, la cosa!” La risa de Tokimune se sintió refrescante incluso en un momento como éste. “¡Ja, ja! ¡¿Qué cosa?!”

Era impresionante que pudiera reírse así cuando aparentemente no tenía ni idea de qué estaba hablando Tada.

“¡Esta!” Tada volvió a saltar sobre la mesa, y preparo su martillo de guerra. Pero no, no lo puso encima de él, ¿eh? Tada abrió las piernas, bajando las caderas, y giró su cuerpo con la cabeza de su martillo de guerra al otro lado de su pie derecho. ¿Se estaba preparando para un gran golpe? Eso es lo que parecía.

“¡Ahora lo entiendo!” Habiendo comprendido, Tokimune bailó… no como una mariposa, sino como una pantera. Saltó sobre la mesa, y luego volvió a saltar.

Increíblemente, aterrizó sobre la cabeza del martillo de guerra de Tada.

“¿Qué…?”

La cabeza no era tan grande, así que era impresionante que pudiera aterrizar en ella con tanta precisión. Pero Haruhiro sólo se asombró durante un breve momento.

“¡Oooorahhhhh!” Tada blandió el martillo de guerra hacia arriba. ¿Qué crees que pasó después?

Tokimune estaba en la cabeza. Eso, naturalmente, como si hubiera algo natural en esta tontería, significó que fue lanzado al aire.

“¡¿Qué…?!” Gritó Ranta. Puede que la exclamación no fuera necesaria, pero, sí, es justo, fue algo sorprendente. Haruhiro también se sorprendió.

“¿Qué están haciendo…?”

“¡Ja!”

Tokimune no sólo se había lanzado al aire, también había saltado. Una vez que alcanzó un punto suficientemente alto, blandió su espada como un loco. Llovieron trozos de restos de haunts, así que aparentemente había eliminado a varios de ellos. Un momento después, Tokimune volvió a bajar, rodando y saltando para amortiguar el impacto al aterrizar.

“¡Ven aquí!”

Tada ya estaba esperando. ¿Iban a hacer eso de nuevo? Al parecer, sí.

“¡Muy bien!”

Tokimune saltó hacia el martillo de guerra. Tada lo lanzó. Tokimune cortó los haunts del techo, y cayó junto con sus restos.

“¡Ven aquí, Tokimune!”

“¡Sí!”

Tokimune corrió hacia Tada, que estaba preparado y esperando, y saltó. El martillo de guerra de Tada lo lanzó. Cortó los haunts en el techo, y luego cayó. Tokimune rodó y volvió a levantarse.

“Esto es ridículo.” Dijo Haruhiro con incredulidad.

“¡Ven aquí!”

Tada ya estaba esperando. Tokimune parecía estar a punto de saltar, pero se detuvo.

“¡¿Qué pasa?!” Gritó Tada con rabia. Tokimune sacudió la cabeza con una sonrisa.

“Lo siento, Tada. Esto me cuesta más de lo que crees.”

“¡¿Qué?! ¡En ese caso! ¡Haruhiro!”

“¡¿Eh?!”

“¡Ven aquí!”

“¡¿Yo?!”

“¡Tú!”

“¡¿Por quéééééé?!”

“¡Date prisa!”

“Whaaaa…”

¿Por qué tenía que ser Haruhiro? Ranta era ligero, y probablemente disfrutaría de ese tipo de acrobacias. Parecía que él encajaba mejor.

“¡Maldición! ¡Siguen viniendo!”


En este momento también estaba luchando al máximo contra las marionetas. Bien, Ranta estaba fuera. Pero ¿qué hay de Kikkawa, o literalmente de cualquier otro? No, no era el momento de decir eso. No es que Haruhiro haya dicho nada. Él iría. Si tenía tiempo para quejarse, debería utilizarlo para reducir el número de haunts en el techo. Si había una forma de hacerlo, tenía que intentarlo. Haruhiro se subió de mala gana a la mesa y saltó.

El martillo de guerra. La cabeza del martillo de guerra. Tenía que aterrizar justo en ella. Espera, ¿realmente necesitaba saltar? No hacía falta, ¿verdad? Sintió que podría haber pisado con cuidado. En realidad, probablemente habría funcionado mejor. Sin embargo, ahora era demasiado tarde. Estaba a punto de tocar el martillo de guerra.

“¡Oooorahhhhh!”

“¡Ulp!”

Haruhiro fue lanzado al aire.

Aunque él también había saltado. Estaba bastante seguro de haber acertado con la sincronización. Fue sorprendentemente fácil.

Ohh.

¿Así que esto es lo que se siente?

Es bastante rápido, ¿eh?

Se precipitó hacia el techo. O, más bien, hacia los haunts que estaban en el techo. La luz apenas llegaba, pero podía distinguir vagos contornos.

Una bala pasó junto a él, y pensó distraídamente: Me pregunto qué habría pasado si me hubiera alcanzado. No tenía la sensación de haberla esquivado. Sólo que no le dio a él. Por un pelo.

“¡Urkh…!”

Haruhiro se aferró a un haunt, lo desgarró con su daga para arrancar la sección de la cabeza que disparaba balas, y luego saltó inmediatamente al haunt vecino. Esto es una locura, le dijo una voz en un rincón de su mente. No tenía tiempo para pensar. Si tomaba decisiones sobre cada pequeña cosa, diciendo, primero haré esto, luego esto otro, su mente nunca podría seguir el ritmo. ¿Esto estaba realmente bien? La reflexión podía esperar. Si no quería tener que repetir todo el proceso, tenía que derribar todos los obstáculos que pudiera durante este lanzamiento.

“¡Ahhh!”

Había sido capaz de llevar la cuenta hasta el noveno. Probablemente consiguió unos doce. Pero esto era todo. No iba a conseguir un decimotercero. Qué pena. No había ningún haunt lo suficientemente cerca como para que pudiera saltar.

“Uh…”

Lo que también significaba que no tenía otro sitio al que ir que no fuera hacia abajo.

Aterrizaje. Tenía que prepararse para el aterrizaje.

Tenía que hacer eso que hacía Tokimune. Aterrizar con ambos pies. Pero luego no absorber el impacto con ellos. Rodar y distribuir el impacto. Repartirlo.

¿Es algo que pueda hacer sobre la marcha…?

Iba a tener que hacerlo. Pero incluso si fallaba y salía malherido, había sacerdotes. Era más fácil pensar así. ¿O lo era? ¿De verdad? No, tal vez no.

“¡¿Whoa?!”

Bueno, dio lo mejor de sí mismo, y de alguna manera funcionó. No cayo de golpe, logró rodar, usando ambos pies al mismo tiempo. No sabía cómo describirlo, pero su cuerpo se movía muy bien. Sus piernas ni siquiera se sentían entumecidas. Haruhiro estaba tan erguido que apenas podía creer que acababa de caer desde esa altura.

“¡Bien, ven aquí!”

Haruhiro miró y vio a Tada listo para ir de nuevo. Realmente no quería hacerlo. Nunca más.

“¡Okuh!” Por esa razón, su respuesta fue extrañamente arrastrada. ¿Estaba haciendo esto? ¿Tenía que hacerlo? Todavía había balas cayendo, lo que significaba que todavía había haunts, así que alguien tenía que ocuparse de ellos. Tal vez uno de los otros podría. Nada decía que tuviera que ser él, pero era peligroso, y tenía algo de truco. Haruhiro acababa de descubrir cuál era. No quería ir de nuevo, pero probablemente se las arreglaría bastante bien en una segunda ronda.

Haruhiro no saltó sobre el martillo de guerra de Tada. Esa parte había sido totalmente inútil.

Publicidad G-AB



Se subió suavemente.

“¡Adelante!”

“¡Oooorahhhhh!”

Haruhiro fue lanzado al aire. ¿Cuántas veces más tenía que hacer esto? Quería minimizar el número. Para ello, eliminaría todos los haunts que pudiera en cada viaje. Soy bastante optimista, ¿eh? Pensó Haruhiro mientras se aferraba a un haunt y blandía su daga. Luego, inmediatamente, pasó al siguiente.

No hay elección. Tengo que hacerlo. Lo haré. Lo estoy haciendo, pero aun así…

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

1 Comentario
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios