Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 55: Revelación

Anna, de hermosos ojos, dudó por más de diez segundos.

“Puede elegir cualquier tipo que crea que será preciso. Usted es el adivino, mientras que yo no lo soy. Por supuesto, aparte de las cartas, incluido el tarot, también he intentado estudiarlas en casa. Siempre sentí que eran más como juguetes que algo real”.

Klein pensó por un momento, sus muñecas apoyadas en el borde de la mesa. Juntó las manos ante su rostro, su mirada pacífica. Dijo suavemente: “Entonces usaremos el astrolabio”.

Señaló una pluma estilográfica y una pila de papel blanco sobre la mesa y dijo: “Escriba el nombre de su prometido, así como sus rasgos faciales, dirección y fecha de nacimiento. Sería incluso mejor si pudiera recordar la hora específica en que nació”.

Por su ropa, maquillaje y comportamiento, Klein no creía que fuera analfabeta.

Ana no respondió. Ella extendió su mano y tomó un pedazo de papel. Levantó la pluma y la mojó en un poco de tinta. Empezó a escribir, deteniéndose de vez en cuando para pensar.

Dos minutos más tarde, empujó el papel hacia Klein.

Klein lo recibió y le dio la vuelta. La información en el papel decía: “Joyce Meyer, 15 de septiembre de 1323, 2:00 p. m. Ciudad de Tingen, Distrito Este, 8 Stevens Street. Cabello corto y rubio, nariz aguileña…”

Con solo una breve mirada, Klein calculó rápidamente el número espiritual de la persona:

En el estudio de la numerología de los espíritus en el misticismo, la suma de los números del día en que nació la persona se denominaba Número de ruta del día de nacimiento, lo que afectaba la vida de la persona antes del 27. Número de ruta del mes de nacimiento (calculado sumando los números en su mes de nacimiento) afectado su vida desde los 27 hasta los 54 años, mientras que el Número de Ruta del Año de Nacimiento (calculando los números en su año de nacimiento) afectó su vida desde los 54 años en adelante.

Era julio de 1349, por lo que Joyce aún no tenía 27 años; por lo tanto, Klein calculó inmediatamente el número de ruta del día de nacimiento.

El número seis representaba una vida equilibrada y armoniosa, con un corazón generoso y un matrimonio o compromiso decente.

Después de esto, calculó rápidamente el número de ruta del año de Joyce.

El llamado Número de ruta del año se calculó reemplazando el año de nacimiento con el año actual. Luego, los dígitos se agregaron con su número de ruta del día de nacimiento y el número de ruta del mes de nacimiento para obtener una comprensión general de la suerte de la persona durante el año.

1+3+4+9=17, 1+7=8; 8+9 (Número de ruta del mes de nacimiento)+6 (Número de ruta del día de nacimiento)=23; 2+3=5; Su número de trayectoria anual es 5, lo que significa que se encontraría con cambios y accidentes. Se le pediría que asumiera ciertos riesgos…  Klein hizo un juicio silencioso después de consolidar los hechos. Confirmó que la información que Anna dio era correcta.

Apartó la mirada del papel y la volvió hacia Anna, “¿EL Sr.Meyer emprendió su viaje el 3 de junio?

“Si no mintió, ese es el caso”. Anna se mordió los labios.

“Bien.” Klein tomó la pluma estilográfica y tomó nota de eso.

Miró a Anna con sus ojos marrones oscuros y dijo suavemente: “Comenzaré a crear el astrolabio ahora. Necesitaré algo de tiempo y silencio absoluto; ¿Le importa esperar afuera? Angélica le dará una taza de té o café.”

“Bien.” Anna sabía que algunos adivinos tenían sus excentricidades, así que se puso de pie sin sorprenderse. Tomó su sombrero con la cinta azul claro y salió de la habitación Topacio.

Klein cerró la puerta con llave y volvió a la mesa. Siguió la información y configuró el astrolabio, incluidos elementos como su horóscopo y las ubicaciones de los planetas y estrellas correspondientes.

Durante todo el proceso, no abrió el Manual de Astromancia. Completó la configuración basándose en su memoria.

Durante los últimos días de sus estudios de misticismo, Klein se dio cuenta de que podía captar y comprender fácilmente todo lo relacionado con la adivinación, convirtiéndolo rápidamente en instinto.

Tal vez esa sea la habilidad de un vidente…  Completó el astrolabio y se sintió satisfecho. Sintió como si su cuerpo, corazón y alma se hubieran relajado considerablemente.

Mientras miraba el resultado, siguió el camino del horóscopo y los planetas, así como otros detalles de apoyo para deducir aproximadamente que Joyce Meyer había tenido un accidente pero que finalmente sobreviviría.

En este punto, la adivinación estaba técnicamente completa. Pero Klein quería prestar mucha atención a su primera transacción comercial. Esperaba construir una reputación para ayudar a adquirir futuros trabajos. Cogió el bolígrafo y escribió una frase en Hermes: La situación actual de Joyce Meyer.

Leyó la oración en silencio y memorizó la información en el papel, repitiéndola una y otra vez.

Después de repetirlo siete veces, Klein agarró el papel y se recostó en su silla.

Se imaginó la esfera de luz y sus ojos se oscurecieron, lo que le permitió entrar rápidamente en un estado de Cogitación.

El entorno adquirió una cualidad etérea. Una niebla sin forma e ilimitada se extendía sobre él.

Klein recordó el contenido de la hoja de papel y luego se relajó. Cayó en un sueño profundo en este estado.

Estaba usando la técnica de adivinación de sueños

Repetir la pregunta, recordar los detalles y luego permitir que su Proyección Astral deambule por el mundo de los espíritus en un sueño le permitiría obtener revelaciones detalladas

La gente común también tenía este tipo de experiencia a veces, pero les resultaba difícil recordar, ya que los signos en sus sueños eran complicados y confusos. Un vidente no tendría tal problema, ya que podría ver las imágenes directamente.

El entorno comenzó a volverse borroso cuando Klein se quedó medio dormido.

En la fantasía retorcida, vio a un joven rubio de nariz aguileña. Estaba nadando frenéticamente en un mar de sangre, casi engullido por las olas. Pero al final, logró escapar a la orilla.

La imagen se hizo añicos y cambió. Klein vio una casa azul con un molino de viento de juguete en la puerta. Ese joven rubio entraba a la casa lentamente, aparentemente con alegría.

En ese momento, la imagen cambió una vez más. Klein se dio cuenta de que estaba dentro de un magnífico palacio.

Las paredes fueron destruidas y dañadas sin posibilidad de reparación. El musgo y la maleza crecían en múltiples áreas. A través de los agujeros en las paredes, podía ver el pico de una montaña y las nubes se aferraban a él afuera.

Encima del palacio había un enorme trono tallado en piedra. Estaba adornado con piedras preciosas opacas y oro. Parecía que no estaba hecho para que se sentara un ser humano.

Este trono gigante estaba vacío y desgastado, como si hubiera sido lavado por los siglos.

Klein miró a su alrededor confundido. No entendía por qué estaría soñando con tal escena.

Su mente turbia se agudizó mientras subconscientemente salía del palacio en un intento de averiguar dónde estaba.

De repente, sintió que una mirada caía sobre él. ¡Era una mirada que venía desde atrás!

Klein se dio la vuelta y miró hacia el trono de piedra gigante, solo para ver una escena de innumerables gusanos transparentes que se retorcían lentamente.

Klein jadeó.

Abrió los ojos y despertó de su sueño.

Bolas de cristal, cartas del tarot y el astrolabio preparado entraron en su visión. La realidad reemplazó rápidamente al sueño.

El sueño inicial fue resultado de la adivinación, pero ¿de qué se trataba el sueño posterior? ¿Parecía estar dirigido a mí? Klein dejó el papel. Se frotó las sienes y contempló.

Pudo confirmar que no era su miedo proyectándose en forma de sueño, pues él mismo estaba haciendo la adivinación.

Un palacio no destinado a humanos en la cima de una montaña… La mirada silenciosa… La escena extraña de los gusanos retorciéndose…  Klein adivinó en silencio mientras recordaba.

¿Es por culpa del ritual de mejora de la suerte que contacté con esa existencia? ¿O es el resultado del cuaderno de la familia Antigonus… Cierto, ese cuaderno mencionaba la Nación de la Nocheterna en la cordillera de Hornacis! ¡El palacio en el sueño estaba en la cima de una montaña!

Hizo una simple deducción y se sintió aliviado de haber elegido a Vidente. Según el viejo Neil, Los fisgones misteriosos también podían adivinar a través de los sueños, pero no eran tan efectivos como un Vidente.

ah, seguro que no me deja ir…  Todo lo que puedo esperar es que capturen pronto a Ray Bieber… Klein se recompuso y recogió la hoja de papel con el diagrama del astrolabio. Caminó lentamente hacia la puerta.

Abrió la puerta y se dirigió a la zona de recepción. Vio a Anna mirando por la ventana, ignorando por completo su taza de té negro.

“Ah, Sr. Moretti, ¿hay algún resultado?” Vio a Klein en su visión periférica y se puso de pie a toda prisa.

Klein no le respondió de inmediato. En cambio, preguntó de acuerdo con la revelación que recibió del sueño: “¿Tiene su casa, o la casa del Sr. Meyer, un molino de viento de juguete?”

Los ojos de Anna se abrieron, sorprendida y en silencio.

Después de un rato, ella murmuró: “Ese fue un regalo que me dio. Está junto a la puerta de mi casa. Cómo supo usted…¿P-puede eso haberlo adivinado?”

Klein sonrió y habló con un tono amable: “Felicitaciones, señorita Anna, el Sr. Joyce Meyer es actualmente un invitado en su casa. Si se apresura a regresar, debería poder reunirte con él. Acaba de experimentar una calamidad, un viaje inimaginablemente doloroso. Lo que necesita ahora no son preguntas, sino consuelo y un abrazo cálido”.

“¿En realidad?” Anna preguntó con incredulidad.

Los adivinos que ella conocía nunca hablarían con tanta certeza ni darían conclusiones tan firmes.

“Lo sabrá si regresa de inmediato”, respondió Klein con un tono amable y una sonrisa.

“Oh, Señor del Vapor, ¿es eso cierto? ¿Ha vuelto mi pobre Joyce? ¿Está seguro? No, no puedo creerlo…” Anna se congeló por un momento y dijo algunas palabras delirantes.

Sacó un billete de un sol de su bolso y no esperó a que Klein le diera el cambio. Empezó a trotar un poco al salir del Club de Adivinación, tomando un carruaje de regreso a casa.

“¿Esto incluye mi propina?” Klein miró la nota y sacudió la cabeza con una sonrisa.

***

Un carruaje de dos ruedas cruzó rápidamente las calles y entró en el Distrito Este.

Anna observó las calles pasar a su lado, sintiendo una mezcla de inquietud, anticipación y miedo. No pasó mucho tiempo antes de que el molino de viento de juguete entrara en su campo de visión.

Se bajó del carruaje sin mostrar preocupación por su porte. Se tambaleó rápidamente hacia la puerta y tocó el timbre.

La puerta se abrió con un chirrido, revelando a un joven rubio vestido con un traje formal negro. Estaba demacrado, pero sus ojos mostraban un destello de alegría. Tenía una nariz aguileña.

“Pensé que no te vería más”, dijo Joyce con una sonrisa.

“… ¡Oh, Vapor Exaltado, realmente has vuelto!” Anna se frotó los ojos, exclamando con agradable sorpresa.

¡Lo que dijo el adivino era cierto!

¡No, ese era un verdadero vidente!

¡Fue simplemente fascinante!

Los pensamientos brotaban en su mente mientras Anna se abalanzaba con lágrimas en los ojos y le daba a su prometido un cálido abrazo.

Los dos se abrazaron en silencio fuera de la casa azul grisácea. El molino de viento de juguete giraba lentamente, mientras todas sus dificultades se iban lejos.