Accel World (NL)

Volumen 16

Capitulo 4: ¡Va A Explotar!

Parte 2

— ¡Niko! ¡Salta!

Parece que lo oyó mientras la luz roja se separaba de la armadura. Haruyuki, sin apenas mover los pies agotados, corrió hacia la frontera sur del cráter. Lo más probable, es que Niko también tuviera sólo un pequeño porcentaje de salud y la caída desde esa altura la mataría incluso sin la onda de choque que golpeó a Armor II.

Haruyuki no tenía fuerzas para volar, sólo podía correr. Pero en ese momento a su izquierda rápidamente brilló la sombra oscura de un avatar rojo, Blood Leopard. Su técnica anterior bajó considerablemente su salud, pero se apresuró rápidamente a tomar a Niko, a pocos segundos de ventaja sobre Haruyuki, se levantó y le ofreció su espalda, sin permitir que la Reina Roja cayera el suelo.

Después de aterrizar en sus pies, Pard casi cayó, pero llegó al rescate Haruyuki que la sostuvo con una mano mientras en la otra estaba Niko, que cayó de rodillas y amortiguó un poco el impacto.

—… Gracias, Pard. Bueno, a ti también, Crow… Pudiste derrotarlo… — escuchando su voz débil, Haruyuki sonrió ligeramente.

— Sólo a través de tu ayuda, Niko. Gracias.

Su corazón todavía estaba abrumado por un sentimiento de pérdida. No podía creer que el Arcángel Metatrón, la chica que le dio alas, lo ayudó a sobrevivir en la base enemiga, lo llevó al un nivel superior, le abrió la ventana que le permitió ver la verdadera cara de este mundo y se sacrificó para derrotar a un enemigo poderoso, ya no estaba más.

Haruyuki forcejeo apretando los dientes, de modo que al menos esta vez mantuvo las lágrimas. Por otra parte, no había tiempo para perder llorando. Se levantó con dificultad, apoyó en Niko su mano izquierda, y se dio vuelta.

En este mismo momento el enorme cuerpo de Armor II se derrumbó en el suelo.

El gigante de acero cayó exactamente en el centro del cráter que él mismo creó, arrojando humo y separada su cuerpo de su cabeza, la pierna izquierda y otras lesiones.

Si el humo creado era energía encarnada, pueden estar seguros que el poder de las tinieblas aún permanece dentro de Armor II. Esta oscuridad, si es similar a la que vivía en Armor II, estaba relacionada con los armamentos mejorados, y solo había una manera de destruirla completamente… Destruyendo por completo a Armor II.

— ¡¡¡Haru!!!

El grito provino de su espalda y los dos pares de pies pisando fuerte obligaron a Haruyuki a dar la vuelta. Vio a Lime Bell y Cyan Pile, corriendo hacia debajo de la ladera del cráter. Agitando la mano, dijo Haruyuki tan fuerte como pudo.

— ¡Chiyu! ¡Taku! ¡Aquí!

Chiyuri le devolvió el saludo. Corriendo, ella respiró hondo y dejó escapar.

— ¡Siento haber tardado tanto! Los edificios endebles de esta zona…

— No importa, acabamos de terminar… — apenas pronunció las palabras, Haruyuki la animó y se volvió hacia el centro del cráter.

Durante un tiempo, los cinco avatares miraron el gigante medio muerto. Casi no emitía humo, solamente un goteo se desarrolló entre el lugar donde solía estar la cabeza. De alguna manera, parecía que la armadura había disminuido de tamaño. Continuaba sin poder hacer nada más que crispar, pero cada vez más y más débil.

— Chiyu… vamos. — dijo Haruyuki.

La bruja del tiempo, Lime Bell, con confianza asintió y dio un paso adelante.

Levantando su brazo izquierdo por encima de su cabeza, comenzó suavemente a girarlo hacia la izquierda. En el cráter resonó una campana, como el sonido del timbre de la escuela.

— Citron… ¡¡Caaaall!!

La campana descendió y vertió un brillo color verde, envolviendo al gigante.

La última vez Armor II pudo convertirse en Dreadnought y abortar el Citron Call comenzado ya, pero ahora no tenía fuerzas incluso para levantarse. El cuerpo tembló ligeramente, pero escapar no podía.

Siete segundos, ocho, nueve…

Diez.

Armor II fue ligeramente envuelto.

Las armas que golpearon a Haruyuki con energía del vacío, o más bien, los restos de su pierna izquierda, brillaron y se desvanecieron en el aire.

Al mismo tiempo, Niko, que se apoyaba en Haruyuki, fue envuelta en exactamente la misma luz. El efecto de Citron Call volvió el tiempo atrás y el arma Invincible fue devuelta a su legítimo propietario.

Después de otros diez segundos se pasó la armadura de Armor II. A partir de ello mantuvo sólo los motores de la cabina y los cohetes en la parte posterior.

Lime Bell se mantuvo firme en sus pies, con la enorme campana en la mano izquierda emitiendo luz. Mientras Haruyuki miró la estrecha espalda de su amiga fiel de la niñez, fue golpeado por un pensamiento repentino.

¿Citron Call podría cancelar la desaparición de Metatrón? Después de todo, estaba, en cierto sentido, ligada a Haruyuki y si cancela el cambio de estado, entonces tal vez…

Cuando Armor II estalló por tercera vez, el cuerpo desapareció, en ese momento parecía una concha desechada. A Niko regresó la cabina. Después de esto, hubo un estruendo sordo metálico.

Haruyuki se quedó en el centro del cráter y jadeó con asombro. Cayó al suelo un pequeño avatar de metal gris.

Wolfram Cerberus. Un luchador con talento, muy afectada por los caprichos del destino.

Rival de Haruyuki y un querido amigo.

La armadura chasqueó, dejando la impresión de una fuerza increíble, sin dejar ninguna duda en cuanto a la identidad de este avatar, pero ahora se pegó en su espalda, similar al proceso que tuvo Haruyuki con las cuatro alas. Tomó la forma de los cohetes de Niko, que fueron robados por Dusk Taker.

La luz de Citron Call inmediatamente envolvió a Cerberus. A los pocos segundos, los motores tenían que volver a Niko y Disaster Armor II desaparecer para siempre.

Sin embargo, en el momento en que Haruyuki y cuatro de sus amigos pensaron ya que se acabó…

En el centro del cráter de repente sucedió algo inesperado.

Inconsciente Wolfram Cerberus de repente desapareció, como con un efecto de escape.

— ¡¿Eh?! — Chiyuri exclamó, mirando a su alrededor.

Haruyuki con la mirada demasiado aturdida barrió el cráter, pero el avatar de Cerberus no era visible.

Un movimiento después de estar acostado, y que aún así no se dieran cuenta cualquiera de los cinco avatares era absolutamente imposible. Cerberus desapareció al instante, sin previo aviso, como si se hubiera hundido en el suelo.

La luz de Citron Call perdió intensidad y rápidamente comenzó a desvanecerse. Una vez que completamente se oscureció, Niko, apoyada en la mano de Haruyuki, chasqueó la lengua con irritación.

— Maldición… Se burlaron otra vez, malditos…

— Eh… ¿A qué te refieres con burlarse? — Preguntó Haruyuki. Dejando su irritación a un lado, la Reina Roja, dijo.

— Ellos… desconectaron a Wolfram Cerberus desde el mundo real. De otra manera no podría explicarse la desaparición.

— Oh, eso es todo… — con voz apagada alcanzó a decir Takumu, y continuó con no menos molestia. — Yo también sospeché cuando Black Vise y Argon Array se retiraron tan rápidamente y no tuvieron que luchar con nosotros… No creo que lo hayan hecho…

Haruyuki, manteniendo los ojos en las grietas en el centro del cráter, en respuesta apretó los dientes.

A juzgar por las palabras de Argon Array, tiene una cierta influencia en Cerberus en el mundo real. Pero Haruyuki no se imaginaba que podía en cualquier momento desconectarlo de la red. Y, al hacerlo, estaba claro que no sería el fin de Cerberus…

El asombro de Haruyuki fue reemplazado por ansiedad, y rápidamente se volvió hacia Takumu.

— Oye, Taku, ¿entonces que pasó con la última pieza de Niko? Sobre este tema, en lugar de Takumu respondió Niko.

— Si desapareció del Campo Ilimitado, entonces no hay nada que pueda hacer. Esperaré por mis motores…

— Pe, pero…

— Te lo dije, nada se puede hacer. Bueno, al menos tengo la cabina, las armas y las patas traseras. Una pistola también está conmigo.

— Pe, pero… — Haruyuki no sabía qué más decir.

Niko finalmente se liberó de su brazo y se fue hasta Pard, con simpatía le dio unas palmaditas en la espalda. El avatar de Leopard miró con nostalgia en el centro del cráter. Parece que Pard se entristeció que incluso una veterana llena de experiencia como ella no pudiese ayudar a obtener una victoria completa. En respuesta al tacto gruñó en voz baja, y luego se volvió hacia Niko.

La Triplex de Prominence, Blood Leopard, y la comandante de la Legión, Scarlet Rain, inclinaron la cabeza y guardaron silencio.

Finalmente se dirigieron a los otros avatares. Niko lentamente miró alrededor de sus ojos y dijo.

— Silver Crow. Cyan Pile. Lime Bell. Debido a mi impotencia vergonzosa les causé un terrible inconveniente…

— Tú… ¡¿Te estás disculpando, Niko?! — Chiyuri exclamó, agitando la mano. — ¡Somos amigos! ¡Esto significa que acudiremos en ayuda unos a otros en tiempos difíciles!

Apoyó Takumu.

— Así es, Reina Roja. Tú también nos ayudaste.

Haruyuki también quería insertar algo, pero Chiyuri tomó la iniciativa.

— Espero me perdones por no ser capaz de recuperar todo tu equipo… si yo hubiera reunido toda mi energía un poco antes… por lo menos medio minuto más rápido, no tendrían tiempo para sacar el cable de Cerberus, y podría haber transferido la última parte…

— En realidad, yo no entiendo por qué te disculpas, Bell… bueno, eso es, uh… — Niko de repente vaciló, luego negó con el dedo a la par de una antena dañada en su cabeza y preguntó — ¿Cómo… te llamo? No estoy hablando de tu avatar, sino de tu verdadero nombre.

Chiyuri hizo una pausa por un momento, y luego se frotó tímidamente su sombrero puntiagudo.

— Bueno… en realidad, no importa… Kuroyukihime me llama simplemente ‘Chiyuri’ y Fuuko me llama ‘Chiyu’…

— Cla, claro. Bueno, voy a pensar en algo… bueno, como sea, ¡muchas gracias! — Una vez más agradeció Niko.

Takumu se aclaró la garganta y dijo.

— Reina Roja, a mí también, no importa cómo me llames.

— Contigo hace tiempo que lo decidí, profesor.

— Eh… Eh, bueno… está bien.

Finalmente el aire se dispersó.

Un poco relajado, Haruyuki nuevo miró alrededor del cráter.

Wolfram Cerberus dejó el Campo Ilimitado retirándose de la red, y se llevó con él el último elemento de Invincible. En otras palabras, perdió gran parte de la energía negativa encarnada de Armor II pero parte aún se mantenía en su inventario.

Tal vez la oscuridad dejó por completo los motores, como ocurrió con Disaster, cuando era The Destiny. O tal vez los restos de la ira acumulada del kit ISS ahora estaban dentro del armamento mejorado. Haruyuki no sabía qué versión estaba más cerca de la verdad.

Cerberus. Niko.

Se los prometo. Voy a destruir a Armor II devolveré a su propietario legítimo a Invincible.

En el mismo momento en que Haruyuki en silencio trajo este juramento, Takumu de repente se quedó sin aliento. Inmediatamente, en el centro de atención, el avatar azul se acercó a Niko y le dijo.

— Entonces… poco después de Cerberus debe apagarse la Reina Roja…

— Yo… ¡¿Por qué?! — Niko se sorprendió y Chiyuri junto a Pard se asustaron, pensando que Takumu estaba haciendo algo extraño.

— El comandante y Raker fueron a la Torre Midtown, para salir al mundo real y conseguir tirar de tu cable. Fue orden de Haru.

Haruyuki inmediatamente interrumpió a Takumu.

— Pe, pero… ¡No importa! Su equipo viene desde Midtown. Se dieron cuenta de las explosiones causadas por Armor II y vienen en rescate.

— ¿Cómo sabes eso, Haru?

La pregunta de Chiyuri era natural, pero la respuesta no era simple. Haruyuki vio a Kuroyukihime y su equipo, cuando estaba junto a Metatrón en el nivel más alto del mundo acelerado. De hecho, la única capaz de explicar lo que había sucedido en sí sería Metatrón pero no estaba aquí.

De nuevo sintiendo un nudo en su garganta elevándose, Haruyuki dijo.

— Te lo explicaré más tarde. Fuera lo que fuese, Kuroyukihime y el resto pronto estarán aquí…

Haruyuki observó la parte norte del cráter, y los avatares de forma amistosa miraron hacia atrás.

En el mismo momento en su borde aparecieron siluetas negras. Una, dos, tres, cuatro…

cinco, seis, siete…

Haruyuki vio vagamente las siluetas rodeando el cráter por todos lados, y el espectáculo le parecía dolorosamente familiar.

Hace cinco meses, cuando Niko pidió ayuda a Haruyuki en la detención de de la quinta generación de Chrome Disaster, Cherry Rook, yendo por hacia el Campo Ilimitado, se dirigieron a la zona de Ikebukuro. Esperaron una emboscada de la Legión Amarilla, Crypt Cosmic Circus, y su Rey, que casi acabaron con la escuadra de Haruyuki.

Haruyuki ya se había preparado para lo peor… pero de repente notó algo inusual. Las siluetas no eran como avatares de duelo, la mayoría parecían demasiado grandes. En otras palabras, estos eran…

—… ¡Guau! Todos estos son enemigos… — susurró Chiyuri, y luego Haruyuki tardíamente recordó.

Al cráter no solo estaba yendo el grupo de Kuroyukihime. Al oír el sonido de la encarnación de todas partes comenzaron a venir enemigos. La mayor parte de pequeña clase, dos o tres de clase animal, pero eran muchos, demasiados.

— Hmm. Después de tales fuegos artificiales encarnados era de esperar. — comentó Niko.

— No es un problema. Crow nos llevará a través del aire. — añadió Pard que ya había adoptado forma humanoide.

— ¡Sí, seguro!

Después de todo, tengo las alas de Meta…

… Aunque no esté…

Las memorias del arcángel nuevamente llenó su corazón de melancolía, pero había muy poco tiempo para la tristeza.

Él flexionó sus hombros, enderezando sus dos alas de plata. Esperaba no tener la fuerza suficiente sacar los avatares del cráter.

— ¡Basta! — Haruyuki dijo, extendiendo sus manos separadas.

Tomó a los avatares, así como durante la evasión del láser de Armor II, en su mano izquierda atrapó a Niko y Pard, y en la derecha a Takumu y Chiyuri. Haruyuki luchó con sus alas onduladas, sin importar el costo de energía y…

— Ki…

Era difícil despegar.

No era que su avatar estuviera sobrecargado. Sus alas estaban demasiado mal.

Las batallas sin pausa, los daños causados y el agotamiento mitigaban aún más la eficacia de su capacidad. Aunque su vuelo y no utilizaba la encarnación, el lazo de control de la imaginación, y el estado de ánimo seguía afectando la eficiencia con todas sus consecuencias.

Sin embargo, él se las arregló para conseguir alejarse de la tierra unos diez metros. Era poco para que los enemigos pudieran presumir sus técnicas de largo alcance, pero debe tener la seguridad adecuada para subir incluso veinte metros.

— Oh… Oh… — Haruyuki se retiró, tratando de exprimir de las alas un poco más de tracción.

Pero él sólo desperdiciaba energía de movimiento especial. El avatar obstinadamente seguía colgado en un solo lugar.

Para empeorar las cosas, las vibraciones de alta frecuencia de las alas atraían aún más la atención de los enemigos, que llegaban a ser más de dos docenas. Comenzaron a rugir por las laderas mortales.

— ¿Es, estás bien, Haru? — Takumu preguntó con ansiedad.

— ¡Espera, Haru! — trató de animarlo Chiyuri.

Típicamente, las palabras de sus amigos de confianza de inmediato le daban fuerza, pero ahora en el alma de Haruyuki había un agujero que drenaba su energía. La razón por la que apenas podía estar de pie en el aire, era que sus alas no estaban del todo dañadas, sino que sufría agotamiento mental. Se dio cuenta de eso sólo ahora.

Simplemente no podía. Él no podía volar. Él sólo quería una cosa, esconderse en un rincón apartado y llorar amargamente.

— Pero… Yo… — dijo, mientras empezaba a perder altura. Y entonces…

… Desde el cielo se derramó una lluvia de fuego.

Luces innumerables rodearon la escuadra de Haruyuki, rotando en el fondo del cráter y formando una columna de fuego. Cayeron sobre los enemigos, olvidando lo que estaban haciendo y comenzaron a tirar al azar un grito desgarrador.

Olvidando momentáneamente su desesperación, Haruyuki miró con asombro. Contra el fondo del cielo de color marrón claro brilló algo ligero de color azul puro.

— «El cometa de la estratósfera»… — susurró suavemente aferrada a Haruyuki Pard.

De todas las personas, no podía estar equivocado. Vieron una tobera de escape brillante, el Gale Thruster, el armamento mejorado de Sky Raker.

Y luego, en frente aparecieron cinco avatares que se dividieron en dos. Un segundo después el fuego se puso rojo, claramente visible incluso en la puesta del sol.

Esta llama voló exactamente en la dirección de Haruyuki, y pronto fue capaz de distinguir los contornos del avatar de duelo. Un kimono escarlata, una falda blanca, cabello largo, un arco en la mano derecha.

Testarossa, Ardor Maiden, levantó esas llamas, tiró de la cuerda del arco anunciando en voz alta el nombre de la habilidad.

— ¡Flame Vortex!

Esta vez lanzó una sola flecha de fuego. Pero la flecha inmediatamente aumentó al tamaño de una lanza y comenzó a girar a gran velocidad, luego se pegó en la tierra justo ante la nariz de uno de los enemigos de clase animal, que de nuevo miró hacia el sur.

Por supuesto, el auge de la explosión no podía compararse con la explosión de la energía del vacío que formó el cráter, pero sí a la de un misil de clase ‘aire-tierra’. El grupo de Haruyuki fue empujado al norte producto de las ondas de choque.

Ardor estableció una onda de choque para frenar la caída y hábilmente aterrizó en el centro del cráter. Ella inmediatamente se volvió hacia quienes se asomaban a siete metros del suelo y exclamó.

— ¡Ku-san! ¡Vuela hacia el otro lado!

Con estas palabras, ella señaló con una pequeña flecha hacia el norte. Sin embargo, ya estaban cerca de unos enemigos salvajes, similares a escorpiones. El monstruo se coló a través de las llamas, peligroso levantando su cola articulada, y era obvio que su ataque venenoso bien podría conseguir incluso alcanzar cierto nivel de altitud.

Sin embargo, cuando se enteró de la orden de Maiden, Haruyuki inmediatamente erizó sus alas estiradas y volteó al norte. No podía subir más alto y voló horizontalmente, pero la asistencia de Fuuko y Utai inculcaron en él la esperanza.

Sin soltar a Takumu en su mano izquierda y a Pard a su derecha, voló hacia adelante lo más rápido que pudo. Ardor Maiden corrió en el fondo del cráter, y su cuerpo irradiando luz apenas tocó el suelo.

El escorpión, sintiendo la proximidad de las víctimas, se preparó para luchar no sólo con la cola sino también con las garras. Sin embargo, Utai inmediatamente levantó su arco y lanzó varias flechas de fuego. Todas ellas golpearon acertadamente su blanco, pero aún envuelto en fuego el enemigo no se detenía.

— Maldita sea, cáscara refractaria… — Niko silbó irritada, tratando de alcanzar su pistola en el cinturón. Pero antes que pudiera llevarla a su mano…

… Detrás de un escorpión apareció un chorro de agua, que se evaporó de inmediato, tocando la cáscara al rojo vivo.

El vapor blanco de inmediato nubló la visión del escorpión, y otros pequeños enemigos.

Maiden desapareció en la nube de vapor y Haruyuki no dejó de aprovechar la oportunidad.

A pesar que no podía estar en el aire, se las arregló de alguna manera para circunnavegar al enemigo. Pero cuando él estaba casi más allá de la nube…

… silbando, entró por la niebla con una larga cola. Tal vez el escorpión había percibido de alguna manera a su enemigo, ya que corrió a picar precisamente a Haruyuki. No tenía fuerzas para esquivar. El golpe no solo lo tiraría al suelo, sino que acabaría con él…

… En el fondo de la nube de vapor brilló un destello púrpura brillante…

… Y al mismo tiempo con su majestuosa voz sonó, perforando el oído de Haruyuki.

— ¡¡Death By Embracing!!

La cola del escorpión giró al instante rompiéndose en su base y se dispersó en el aire, por lo que no fue capaz de perforar con la punta a Haruyuki.

Tras el grito del enemigo de clase animal se oyó un gruñido asustado pequeño.

Haciendo su camino a través de los fragmentos en el aire, Haruyuki miró hacia abajo.

Bajo él vio a Ardor Maiden, inteligentemente pasando por el escorpión… y junto a ella un avatar negro.

La Reina Negra, Black Lotus, el «Fin del Mundo».

Si los ha alcanzado, entonces el velo de vapor debe haber sido creado por Aqua Current, «La Unidad». Al parecer, el escuadrón de Black Lotus entró en la Torre Midtown, descubrió el cuerpo del kit ISS, lo destruyó, e inmediatamente se trasladó al cráter de la escuela para rescatar al escuadrón de Haruyuki.

El avatar de Kuroyukihime, que corría siete metros más abajo, estaba cubierto de heridas y sus cuchillas afiladas rotas. Lo más probable es que ella, Utai, quien volaba en el cielo, Fuuko y quien los miraba desde el acantilado, Akira, estaban igual de agotadas que ellos.

— Senpai… Maestra… Mei… Current… — Haruyuki dijo sus nombres, y las fuerzas aparentemente empezaron a volver a él.

Con dificultad Haruyuki ganaba altura mientras escuchaba las voces de sus amigos.

— ¡Haru, un poco más!

— ¡Aguanta, Haru!

— ¡Crow, sé que puedes!

— ¡Así se hace, Crow!

Sus voces fueron ahogadas por un grito pesado. El enemigo se recuperó de los daños sufridos y su confusión, partiendo en su persecución. Para la orilla del cráter faltaban treinta metros… veinte…

Exprimiendo los restos de sus fuerzas, Haruyuki dejó escapar un grito de batalla ronco, y finalmente rompió en una luz.

En el momento en que llegó al fondo, como atraído por una brújula, llegó a un camino ancho, Haruyuki sintió que la energía de sus movimientos especiales, y la energía espiritual se agotaron completamente. El mundo se cubrió de un velo oscuro. No tenía fuerzas incluso para un aterrizaje normal.

Pero por un momento antes que su casco tocara el suelo, fue recogido por ambos lados con fuertes manos. Takumu cayó de pie y atrapó a Haruyuki junto con Pard.

— Bien. — brevemente elogió Pard y su voz sonaba como si de alguna manera estuviera muy lejos.

El cuerpo parecía pesado. Sus piernas y brazos no obedecían.

Pero no podía permitirse el lujo de caer. Directamente detrás de la colina había dos docenas de enemigos. Había que alejarse lo más posible, aprovechando el hecho que todavía no los habían visto.

Superándose a sí mismo, Haruyuki trató de levantarse, pero…

Sobre sus hombros había algo duro, fuerte, aunque de alguna manera parecían ‘manos’.

— Lo has hecho bien, Silver Crow.

— Sen… pai… — pronunció roncamente y apenas levantó la vista.

Frente a él había un avatar negro, con las manos como chuchillas desgastadas extendidas.

Kuroyukihime dio otro paso hacia delante y se llevó el cuerpo de Haruyuki, Takumu y Pard, encerrándolo en un abrazo suave.

Hubo un silencio.

— Y ahora, descansa y confía en nosotros. Tu batalla ya está ganada, y lo hiciste de manera brillante.

— Pero… pero… los enemigos.

— No te preocupes. No pude ayudar en el momento adecuado, pero déjame al menos despejar el camino para que tú puedas escapar.

Detrás del hombro de Kuroyukihime apareció Utai, que al parecer se subió a la colina con ella.

— ¡Gracias a ti, el Ku-san, todavía podemos luchar!

— Tomaremos el resto. — añadió Akira.

Por último, hubo un ligero sonido de motores, y cayó al suelo Fuuko.

— Y ustedes, el grupo de Karasu, estarán bien.

La tierra tembló de la estampida enemiga, ya estaban bastante cerca. Kuroyukihime pasó a manos de Takumu a Haruyuki, luego con estridentes silbidos blandió su cuchilla en el aire y se puso de pie en el borde del cráter. A su lado se formaron Utai, Akira y Fuuko.

Los cuatro avatares no parecían atormentados. Fuuko, quien apagó el motor y llamó de inmediato a su carro, había perdido ambas piernas.

Pero una mirada era suficiente para entender, la Reina Negra y los Elementos no experimentaban ni una gota de miedo e incertidumbre. Niko susurró suavemente al oído de Haruyuki.

— Todavía es mucho…

Sí, realmente lo es. Estuvo de acuerdo con ella mentalmente Haruyuki.

Sólo era una batalla y nada más. Este sencillo, pero más importante, principio de cada Burst Linker ardía en el corazón de cada uno de ellos.

Mientras que en frente de ellos había enemigos que también se acordaban lo que eran, por qué luchaban.

Ellos continuaron luchando.

Pero tengo que…

Tengo un enemigo con el que tengo que luchar. Debo derrotar a la Sociedad de Investigación sobre la Aceleración que secuestró el armamento mejorado de Niko y mantiene cautivo a Wolfram Cerberus. Y lo más importante, tengo que luchar con su líder, que no sólo utilizan a los enemigos para sus propios fines, sino que también se burla de los recuerdos de los Burst Linkers que perecieron.

Tal vez ahora solo puedo mantenerme en pie, pero voy a luchar con ellos en el futuro. Y un día, voy a romper las puertas del Palacio Imperial, accederé al Templo de los Ocho Dioses y voy a ir hacia el último Arc. Con el fin de ver el final de este mundo, que tanto ansía Kuroyukihime… y lo que soñaba Metatrón.

La horda de enemigos estaba encabezada por el escorpión herido.

El cuerpo de Kuroyukihime, Fuuko, Utai y Akira despedía una luz brillante.

Una técnica impresionante combinada de los cuatro avatares simplemente arrasó la unidad completa de enemigos. Chillando, los enemigos rodaron por la pendiente hasta el fondo del cráter. Después de unos segundos algunos de los monstruos se pusieron de pie, pero parecían haber perdido todo deseo de luchar, porque no se tomaron la molestia de volver a subir.

Convencida que su destacamento estaba seguro, Kuroyukihime volvió y anunció fríamente.

— Parece que por hoy la lucha terminó. El portal más cercano está a unos kilómetros de distancia, en la biblioteca central de la capital. Así que… — ella agitó su espada, apuntando hacia el norte. —… Es hora de volver al mundo real.