Utsuro No Hako To Zero No Maria (NL)

Volumen 7

Epilogo: ✛✛✛Mogi Kasumi (19), 10 de Abril✛✛✛

Parte 2

– ¡Pero sí lo hacen! ¡Sus cuentas secretas de Twitter están repletas con quejas sobre sus fans!

– Ese sí que es un ejemplo específico… por cierto, acabas de admitir que eres un idol.

– ¡No lo hice!

Bueno. Así es más o menos como es mi vida ahora, Hoshino-kun. Como podrás darte cuenta, me encuentro bien.

Estoy segura de que Otonashi-san también está contigo ahora mismo. Oí que dio un anuncio bastante sorprendente durante su discurso cuando se convirtió en la presidenta del consejo estudiantil.

Por un lado, espero con ansias ese día, pero por el otro, estoy celosa en gran parte.

Falta un año para que llegue el día de la promesa de Otonashi-san.

Hasta entonces, quiero crecer un poco—volverme lo suficientemente independiente y fuerte como para apoyar a alguien más. Con suerte, no te decepcionarás con mi progreso.

Este es mi modesto “deseo”.

✛✛✛Yanagi Yuuri (19), 6 de Julio✛✛✛

Necesito un pasatiempo.

Eso fue lo primero que pensé cuando fui aceptada por la Universidad de Tokio. ¡Unámonos a un club, Yuuri!, me dije a mí misma y fui a conocer algunos. El que más me interesó fue el club de fotografía. En la habitación del club había una fotografía adorable que mostraba a un niño sonriendo bajo el cielo azul. Me hizo pensar que deben haber muchas más cosas hermosas en el mundo, y que yo quería descubrirlas. Quería registrar y preservar la belleza de las cosas que yo consideraba hermosas.

Hice que mis padres me compraran una cámara réflex de un solo objetivo ligeramente costosa para celebrar mi admisión en la universidad y me uní al club de fotografía. Resultó que en el club casi todos eran hombres, pero todos eran amables conmigo. Sólo tuve que decir qué clase de fotografía quería tomar, y ellos me explicaban los detalles técnicos en profundidad. Hasta me prestaban sus lentes costosos cuando los necesitaba. Por alguna razón, siempre querían enseñarme la habitación oscura a pesar de que yo tenía una cámara digital, pero, como sea, realmente fui bienvenida con los brazos abiertos a pesar de ser una principiante.

También hice un descubrimiento ligeramente vergonzoso cuando entré a la universidad. Parece que la ropa femenina y con vuelos—el estilo que me gusta—no es común entre las estudiantes femeninas y me hace destacar un poco. Pero creo que es aburrido que todos usen la misma clase de ropa, y no me pueden agradar esos peinados teñidos de color café. Quiero conservar mi cabello negro y largo con flequillo recto, y no dejaré de usar faldas. También me gustan mis listones y últimamente, he estado tomando el gusto por medias hasta la rodilla.

Ahora soy conocida por el siguiente sobrenombre:

«Princesa Otaku»

– Quiero llorar.

Estoy sentada en un Starbucks cercano a la universidad, quejándome con una amiga mía.

– Bueno… “Princesa Otaku” no es tan malo, ¿o sí? Quiero decir, una princesa sigue siendo una princesa.

Esa antigua amiga mía es Shindou Iroha. No logra consolarme y está ocupada masticando un cubo de hielo de su café helado. Ella también asiste a mi universidad.

Se puede ver una ligera sombra en sus ojos—ya no tiene esa mirada aguda y predatoria. Sus cicatrices mentales no han sanado del todo. Incluso ahora, un año después de ese incidente, sigue viendo a un psiquiatra. Le gusta referirse a ello como “tomarse un descanso de la vida”. Dicho eso, estoy bastante segura de que ella habría necesitado un descanso tarde o temprano de todos modos; ya era hora de que fuera más lento.

Dicho eso, no estoy realmente preocupada por ella. Después de todo, es un prodigio que logró pasar el examen de ciencias más difícil de todos justo después de salir de preparatoria—durante ese “descanso”—y entró a la facultad de medicina. Barrió completamente el piso con los otros estudiantes.

– Hablando de eso, Yuuri… ¿no estabas con un montón de hombres cuando nos reunimos más temprano?

– Los otros miembros de mi club me escoltaron porque es muy peligroso para mí que esté sola.

– De noche, seguro, pero, ¿a plena luz del día…? Cielos, entonces no tienes derecho a quejarte por tu sobrenombre.

Pero no se los pedí… además, he aprendido que rechazarlos sólo empeoraría las cosas…

– No es eso. No me estoy quejando por ser llamada “Princesa Otaku”~. Al inicio estaba en contra del nombre, pero me he acostumbrado a él.

– Entonces, ¿tienes otros problemas?

– Sí. A decir verdad, un senpai en la escuela me declaró su amor. Es realmente popular con las otras chicas de la escuela,

¿sabes? Pero realmente nunca lo vi de esa forma…

– ¡Vaya! Así que tuviste que rechazarlo, ¿cierto? –, dice Iroha. – Bueno, puedo ver perfectamente que sería difícil decirle “no” a alguien. ¿Así que es por eso que quieres llorar?

– No, lo acepté.

– ¡¿Hiciste qué?! –, exclama Iroha mientras golpea la mesa y se pone de pie.

Ehm, ¿Iroha? Estás llamando la atención. ¿No estás exagerando un poco con esa reacción? Es vergonzoso.

– Espera Iroha, tienes que escucharme. Mira, yo… todavía no puedo olvidar… bueno, olvidarlo a él, aunque quiero hacerlo… así que pensé que sería capaz de seguir mi camino si salía con alguien más…

– … Bien, ya veo –, Iroha asiente con una expresión amarga. Ella todavía no ha hecho las paces con Kazuki-san, quien la arrinconó pero también hizo que volviera al camino correcto.

– Pero no fui capaz de olvidarlo, y tampoco me enamoré de mi senpai. Al final, terminamos después de sólo dos semanas, así que… lo siento…

– Hm… sé a qué te refieres, pero ese sujeto sí que merece mi compasión. Bueno, es tu culpa, así que puedo entender cómo te sentirías culpable. En tu lugar, también querría llorar.

– Ah, estoy totalmente bien con el rompimiento.

– ¡¿Estás bien?!

¡Don—!

Golpea la mesa nuevamente.

Me estás avergonzando… los baristas están mirando.

– La historia no termina aquí. A una de las pocas otras chicas del club le gustaba ese chico y comenzó a evitarme… Realmente puedo entender eso. No creo que haya estado feliz cuando le quité a su amor sólo para botarlo unos días después.

– Bueeeno… era de imaginárselo.

– Pero, como dije, ella es una de mis compañeras mujeres en el club, ¿sabes? Así que intenté compensárselo de alguna forma.

– ¿Y cómo?

– Pensé que podría perdonarme si conseguía un novio para ella, y sabía de otro sujeto en el que ella estaba interesada. Creí que todo resultaría bien si los lograba juntar, así que intenté ponerlos en contacto al uno con el otro.

– Hmm… No soy fan de esta clase de cosas, pero supongo que es una solución razonable –, comenta Iroha.

– Sí. Así que intenté llevarlos a situaciones en las que pudieran hablar en privado, arreglándoles citas y cosas así. La chica se dio cuenta de lo que yo tramaba y lentamente comenzó a perdonarme, pero entonces…

– ¿Problemas?

– Sí. Ehm… el chico se enojó conmigo. “¿Es alguna clase de mal chiste? ¿Por qué estás tratando de juntarme con ella?”, me gritó. Estaba realmente asustada…

– ¿Por qué se enojaría contigo?

– Aparentemente, él estaba enamorado de mí…

– ¡Eres un monstruo! Bueno… supongo que no sabías, así que nadie tiene la culpa aquí.

– Oh, sí sabía de sus sentimientos hacia mí.

– ¡¿Lo sabías?!

¡Don—!

Golpea la mesa nuevamente.

¡Hasta los clientes en la terraza han comenzado a mirarnos…!

– No, quiero decir… lo siento. Pero, oye, yo acababa de terminar una relación, ¿sabes? Tenía otras cosas por las que preocuparme. Ah, pero “¿cómo podría haber sabido él sobre mi situación?”, ¿verdad?… Soy horrible…

– Hm… Supongo que tu comportamiento no fue completamente apropiado si ni siquiera pensaste en responderle a él.

No… pero aquí definitivamente tienes la culpa, Yuuri.

– Sí… lo sé. De todas formas, esa persona inmediatamente me pidió que saliera con él. Intenté calmarlo y explicarle que no quería, pero… es esa clase de personas obstinadas que siempre obtienen lo que quieren… así que perdió la paciencia gradualmente cuando continué rechazándolo, hasta que, un día—

– ¿Un día…?

– Me atacó.

Los ojos de Iroha se abren completamente en shock. – ¿Te atacó…? Quiero decir, ¿literalmente?

– Sí… ¡Ah! ¡No te preocupes! ¡Grité por ayuda y salí ilesa!

¡Tu Yuuri todavía es pura!

– Bueno, dejando de lado la cuestión de si eres pura o no,

Yuuri… –. ¡Qué cruel! ¡Todavía soy 100% virgen! – Cosechas lo que siembras, pero nadie merece eso, claro. Sí, tienes mis condolencias. Puedes llorar.

– No, no es eso…

– ¡¿Tampoco es eso?! ¡Vamos, llora ya! ¡Te lo mereces! ¡¿Por qué?!

– ¡Por favor, escúchame! Entonces, el profesor que me ata—

– ¡PROFESOR! –, grita Iroha con otro golpe más en la mesa y se pone de pie. – ¡Profesor! ¡Oye, te saltaste esa parte! ¡Un profesor! ¡Un maldito profesor…! –, continúa golpeando la mesa.

– ¡I-Iroha! ¡Deja de armar tanto alboroto…!

Toda la gente aquí nos está mirando… Tengo mucha vergüenza…

– Ehm… mira, estoy segura de que has leído nuestros paneles de información, ¿verdad? –, explico. – Hubo un anuncio sobre una acción disciplinaria contra un profesor. ¡También hubo reportes en las noticias sobre el incidente!

– ¡¿Tú provocaste eso?!

– ¡N-No tengo la culpa! ¡Soy la víctima!

– Bueno, eso es cierto, pero… –, con un profundo suspiro, Iroha se sienta nuevamente y comienza a sorber su ahora aguado café helado. – ¿Y?

Vaya, ella luce realmente cansada.

– Entonces, el incidente se volvió bastante famoso porque un profesor estuvo involucrado, ¿cierto? Por supuesto, comenzaron a flotar rumores por ahí de que yo era una puta que sedujo a un profesor, o que era una perra que estaba aprovechándose de los hombres en su club. ¡Es horrible, Iroha! ¡Son acusaciones sin base!

– Yo no diría que son “sin base”.

– S-Sí, lo son. Como sea… la atmósfera en el club sigue tensa y la chica que mencioné se fue porque me odia… pero incluso cuando intenté asumir la responsabilidad y dejar el club, los otros miembros lo evitaron. Ya no sé qué hacer…

– No eres una Princesa Otaku—sólo eres una destructora de clubs –, dice ella mientras me desestima fríamente. – Pero ahora lo entiendo. Cualquiera querría llorar en tu lugar.

– ……

– ¿Yuuri…?

– … No pienses mal de mí, ¿bueno?

– Lo siento, pero creo que hoy he oído suficiente como para pensar muy mal de ti.

– ¡No puede ser!

– ¡Está totalmente justificado! Cielos… ¿entonces? Al final,

¿qué era lo que te hace querer llorar?

– Bueno… como te podrás imaginar, he adquirido mucha influencia. Hay varios estudiantes a quienes no sólo podría hacer que los echaran de sus clubs, sino también de la escuela.

– ¿Qué con eso…?

Me armo de valor y lo digo:

– Se siente genial.

– ¿Hah?

– Este sentimiento de tener control total sobre las vidas de las otras personas se siente genial. Unas pocas mentiras por aquí, unas palabritas dulces por acá, y puedo aplastar fácilmente a la élite que logró entrar a una universidad tan renombrada. Sólo el pensar respecto a lo que ocurriría si realmente lo hiciera me pone toda emocionada y agitada.

Me agarro mi cabeza.

– ¡Mi personalidad me hace querer llorar!

Iroha me lanza su copa. Me lo merecía, ¿no? ¡Tee-hee!

Después de despedirme de Iroha, saco mi cámara réflex de un solo objetivo y visito un parque espacioso para tomar algunas fotos del sol del atardecer. Un fuerte olor veraniego a césped llena el área y el canto de las cigarras parece estar sacudiendo el aire.

Mis horizontes se han expandido en gran medida desde la preparatoria; he comenzado a asistir a la universidad, vivo sola y hasta he adquirido una motocicleta.

Estoy comenzando lentamente a entenderme mejor a mí misma.

En la preparatoria, aspiraba llegar a la cima sin ningún objetivo específico en mente, pero siempre hubo estudiantes que eran mejores que yo. Sentí una barrera insuperable entre nosotros que me dejó con desesperación. Estaba horriblemente celosa y me sentía inferior a Iroha, el ejemplo supremo de un estudiante con quien no me podía equiparar.

Iroha es una revolucionaria nata; nunca está satisfecha con el statu quo. Siempre está tratando de llevar al mundo y a ella misma más lejos. La inusual razón para su entrada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio es que quiere comenzar a cambiar el mundo a través de la medicina. Ella sí posee la inteligencia y la habilidad requeridas para perseguir su objetivo con seriedad.

Hoy en día, entiendo que no había forma de que yo pudiera haber derrotado a alguien tan motivado como Iroha a través del estudio sin objetivo. Iroha se ha calmado un poco por el revés que sufrió, pero una vez que haya acabado con su descanso, definitivamente continuará trabajando para revolucionar al mundo.

Hay una diferencia fundamental entre Iroha y yo. No puedo convertirme en ella, ni quiero hacerlo. No me preocupo tanto del mundo. Soy feliz si mi familia y yo podemos tener una buena vida. Debido a esto, nunca estaré a la altura de Iroha.

Habiendo dicho eso, he hecho las paces con ello.

Iroha y yo tenemos deseos diferentes. Ahora que ella me promovió (¿o me degradó?) a una “destructora de clubes”, descubrí mi verdadero deseo.

Quiero manipular a otros. Quiero controlarlos como marionetas.

Oh sí, es un deseo torcido. Al menos, no puedo decir que es hermoso. Pero parece que soy bastante hábil para controlar a otros, y puedo usar esta habilidad para ser útil a la sociedad.

Hay cierta compañía de relaciones públicas que una vez empleó una estrategia radical con 10 principios.

1. Manipular personas para que consuman más.
2. Manipular personas para que desechen más.
3. Manipular personas para que malgasten dinero.

4. Manipular personas para que les dé igual la temporada.
5. Manipular personas para que compren más regalos.
6. Manipular personas para que compren productos en conjuntos.
7. Manipular personas para que aprovechen cada oportunidad para comprar.
8. Manipular personas para que persigan la moda.
9. Manipular personas para que compren productos sin reparos.
10. Manipular personas para que estén en constante agitación.

Cuando leí esa lista, pensé, esto es.

Significa que puedo estimular a la economía y ayudar a la sociedad si hago uso total de mis capacidades y le doy un ámbito total a mis deseos. Hay un lugar para personas como yo.

Soy una agitadora hasta la médula. Quiero ver bailar a mi ritmo a las masas sin cerebro.

Mi vida se ha vuelto mucho más fácil después de descubrir mi camino. Sé a dónde tengo que ir y no tengo que malgastar tiempo y energía. También he comenzado a trabajar para encontrar trabajo en una empresa de relaciones públicas o en los medios de comunicación masiva.

Si tengo éxito como agitadora, quizás hasta sea capaz de acompañar la revolución de Iroha. Si eso llegara a suceder, finalmente estaríamos a la par y yo podría tomar parte en cambiar al mundo. Con seguridad ya no tendría un complejo de inferioridad respecto a ella.

Sin embargo—

– No tengo que volverme así de exitosa.

Estaré satisfecha si soy capaz de hacer que sólo una persona me ame, y luego construir una familia feliz. Eso es todo lo que quiero.

– Kazuki-san…

Aunque esa persona no será mi primer amor.

– Hah…

Una sonrisa se escapa de mis labios mientras suspiro.

Kazuki-san le pertenece a Otonashi Maria y a nadie más, pero por alguna razón, siento que también es mejor de ese modo. Tengo la corazonada de que mis sentimientos por él no estaban destinados a ser correspondidos.

No pude evitar reír cuando oí sobre el anuncio que Otonashi-san hizo después de que Iroha y yo nos graduáramos. ¡Kazuki-san, te buscaste un pez bastante gordo! ¡Mis condolencias!

Pero estoy segura de que ahora mismo necesitas su poder.

– Ah.

El sol poniente está comenzando a teñir el cielo de un color lindo. Esos reflejos en el agua son exactamente lo que estaba buscando. Decido enfocarme en una pareja que están remando en un bote y tomo una foto. Después de unas cuantas capturas desde diferentes ángulos y con diferentes tiempos de exposición, eventualmente logro sacar una buena.

– ¡Mm!

Incluso yo puedo tomar fotografías hermosas, y seré capaz de tomar muchas más.

Todavía queda un poco más de dos años hasta el día de la promesa de Otonashi-san.

Quiero lograr acercarme un poco a mi sueño antes de eso.

Quiero volverme confiada en mí misma.

De ser posible, ¡también me gustaría encontrarme a alguien que sea aún más apuesto que tú, Kazuki-san!

Sí, ese sería mi “deseo”.

✛✛✛Usui Haruaki (19), 14 de Agosto✛✛✛

Hasta ese punto de inflexión, mi corazón estaba cubierto de una oscuridad absoluta.

Mi decisión de renunciar a mi sueño de convertirme en un jugador profesional de béisbol por el bien de ir a la misma preparatoria que Oomine Daiya y Kirino Kokone terminó en el peor resultado posible. Daiyan se volvió engreído y fue apuñalado, Kiri sufrió un shock terrible que probablemente no superará jamás, y Hoshii ya no puede hablar. He perdido a todos mis mejores amigos.

Mi vida cotidiana ha sido devastada completamente.

Durante esos días, me volví completamente apartado. Veía todo a través de una niebla horrible y nada parecía significativo. De alguna forma me las arreglé para obligarme a asistir a clases, pero difícilmente había sentido en hacer eso; todo lo que hice fue continuar moviéndome como un insecto sin cerebro. Hubo momentos en que me iba a casa sin decir una sola palabra en todo el día.

El tiempo pasó así y la clase de Shindou Iroha se graduó, Kiri abandonó la escuela, los padres de Hoshii lo registraron como ausente por un período de tiempo indefinido, y Kasumi se mudó lejos. Para cuando me volví un estudiante de tercer año, estaba completamente solo. Mis recuerdos de aquel tiempo son más bien vagos.

Sin embargo, la oscuridad que me asfixiaba fue aclarada por las palabras de Otonashi Maria.

El 15 de Julio, Otonashi Maria fue electa como presidenta del consejo estudiantil. Yo me había convertido en un estudiante de tercer año y habían pasado 9 meses desde que todos se habían alejado.

Hubo una asamblea para todos los estudiantes en el gimnasio—el consejo estudiantil le estaba pasando el mando a la siguiente generación. En contraste notorio con cualquier otra asamblea, los estudiantes estaban esperando la ceremonia sin soltar el aliento, con sus miradas fijas en el escenario.

Por supuesto que no estaban mirando a la presidenta común y corriente que se retiraba. Toda su atención estaba dirigida hacia la nueva presidenta, Otonashi Maria.

Ella me había visitado en mi sala de clases de vez en cuando para ver cómo me encontraba, pero siempre la ignoré. Sabía que ella no tenía la culpa, pero no podía lograr llevarme amistosamente con ella otra vez.

Debo haber sentido inconscientemente que ella, la persona ajena, era quien había desencadenado el desastre en nuestras vidas.

La Otonashi Maria que vi de pie en la plataforma había perdido mucha de su mística antigua. Su carisma, por otro lado, estaba claramente intacto: ella ganó la elección con un triunfo aplastante, lo que era parte de la razón de que fuera en el centro de atención. Encima de eso, nadie había olvidado cómo dividió a las masas como Moisés dividió el Mar Rojo y marchó hacia Hoshii durante la ceremonia de entrada.

La situación era similar, así que todos estaban esperando en secreto que ocurriera algo inusual.

Otonashi Maria comenzó su discurso inaugural hablando de una forma clara y nítida. Logró llegar al corazón de su audiencia.

Por bastante tiempo, un extraño aire de ansiedad había estado gobernando a la escuela entera; un extraño aire de ansiedad del que todos parecían estar conscientes. Varios incidentes bizarros aportaron un rol en esto (como el incidente de homicidio o la emergencia de los Perros Humanos), pero además no podía quitarme de encima la sensación de que algo mucho más serio nos había afectado directamente—porque había algo incorrecto en nuestros recuerdos.

Nos habían puesto bajo el control de alguien y luego nos habían liberado.

Es difícil de explicar porque no había una razón concreta para esta sensación, pero continuaba siguiéndonos como una maldición. Todos podían sentir el aire opresivo y tenso que llenaba la escuela. Había un acuerdo silencioso de nunca hablar de ello; la sola mención del asunto era un tabú porque nadie quería hablar al respecto.

Sin embargo, Otonashi Maria acabó con ese silencio en su discurso. Describió la sensación clara y directamente mientras nos la explicaba, y hasta propuso unos cuantos métodos diferentes para deshacernos de ella. Su discurso logró ser práctico y teórico.

Era exactamente lo que habían esperado los estudiantes. Escucharon cuidadosamente su discurso conteniendo el aliento y se aseguraron de no perderse ni una sola palabra.

Vaya, es una chica impresionante, me dije a mí mismo. Pero eso no traerá de vuelta a mis amigos, pensé luego. Por lo tanto, su brillante discurso no dejó una impresión duradera en mí.

– —Daré lo mejor de mí para asegurarme de que los estudiantes de esta escuela puedan disfrutar de una vida escolar fructífera una vez más. Soy Otonashi Maria, la nueva presidenta del consejo estudiantil.

La audiencia comenzó a aplaudir, pensando que su discurso se había acabado, pero ella levantó su mano y les señaló que se detuvieran.

– Finalmente, me gustaría hacer un anuncio.

Con un cambio abrupto de tono y expresión, continuó:

– Hoshino Kazuki y yo nos casaremos cuando él cumpla 20.

– … ¿Qué? –, dije, confundido por su declaración repentina y aparentemente aleatoria.

Todos los presentes, incluyendo a los profesores, estaban completamente perplejos.

– Nos casaremos y seremos felices. Más felices que nadie.

Sin embargo, en contraste con sus palabras, ella estaba llorando.

Casi todos sabían del estado actual de Hoshii. También se sabía bien que Otonashi Maria era su novia y lo cuidaba todos los días.

– ¡Es todo por el bien de mi propia felicidad!

¿Ella se había conmovido hasta las lágrimas? No. Su anuncio no era egoísta de ninguna manera, como uno podía darse cuenta fácilmente al ver su expresión dolida.

En ese caso—

Mi instinto me dijo lo que era.

Era—una disculpa a todos nosotros.

Por alguna razón, Otonashi Maria se sentía responsable por la atmósfera extraña que permeaba la escuela. Se estaba disculpando desesperadamente con nosotros. Estaba tratando de expiar sus pecados desesperadamente.

Hoshii debe haber sido el que más sufrió debido a esa atmósfera extraña, por lo que su vida cotidiana fue la más complicada de restaurar. Para poder casarse y ser felices, era un requisito natural que él primero volviera a la normalidad.

En otras palabras, Otonashi Maria había acabado de anunciar que lucharía para restaurar hasta la vida cotidiana más dañada.

Si tenía éxito, también nos liberaría de esta sensación perturbadora.

Ella había estimado que esta era la mejor forma para expiarse.