Bungo Stray Dogs (NL)

Volumen 3

Capitulo 1: Un Día En La Agencia De Detectives

Parte 1

—Como sea: Kunikida, ¿Cómo inició la Agencia Armada de Detectives?

Sentado en un café, Junichiro Tanizaki inclinó su cabeza con curiosidad. El hombre alto sentado al otro lado de la mesa frunció su ya arrugado ceño, para después responder con la mayor seriedad:

—¿Ni siquiera sabes eso?

—No, no lo sé… lo siento.

Era de noche. Dos hombres estaban sentados uno frente al otro en una estrecha mesa en la parte trasera de un café. Descansando sobre la mesa había un dango de sésamo y houjicha

—té verde tostado— para dos. Ambos hombres tenían una mirada severa. Un extraño instintivamente haría una doble toma de la curiosa escena, pero estos dos eran agentes de la Agencia Armada de Detectives en medio de una reunión nocturna. La vagamente anticuada casa de té era el Café Uzumaki, ubicado en el primer piso del mismo edificio en el que trabajaba la Agencia.

—Trabajo allí y todavía no sé cómo empezó. ¿Y tú, Kunikida?

—Por supuesto que lo sé

Sentado frente a Tanizaki, Doppo Kunikida asintió.

—Sabía que dirías eso —dijo Tanizaki con una sonrisa.

—Aunque sólo tengo una vaga idea.

—¿Una vaga idea?

—Sí, lo escuché todo de segunda mano. La agencia fue establecida hace aproximadamente una década por el presidente. Se dice que algo sucedió en ese entonces, y luego la agencia nació.

Tanizaki asintió.

—Ya veo. Tú, ehm… Realmente solo tienes una vaga idea, ¿eh?

—Bueno, no estaba mintiendo, ¿verdad? No conozco más detalles que eso. Nunca tuve otra oportunidad de preguntar acerca de eso. ¿Por qué no le preguntas tu mismo al presidente?

—¿Y-yo? De ninguna manera —Tanizaki se puso un poco nervioso— Todavía soy un don nadie en la agencia.

—El rango es irrelevante. El presidente no es el tipo de persona que guardaría secretos como esos.

—Pero es que, estaría demasiado nervioso… ¿Has visto los ojos del presidente cuando está enojado? Podría hacer un agujero a través de una placa de hierro. Probablemente haría llorar incluso a una niña pequeña.

—Así es —Kunikida asintió con la cabeza— El presidente es un maestro en las artes marciales de todos los estilos. Desde que fundó la agencia de detectives, ha logrado desarraigar todo tipo de males y descubrir numerosas conspiraciones. Está muy por encima del resto. Una sola mirada de ese hombre podría hacer que la sangre saliera de los ojos de varias niñas fulminándolas al instante —repitió una vez más para enfatizar.

—Eso suena a una maldición —dijo Tanizaki.

—Y por eso es el presidente. Entonces, ¿por qué querías saber cómo se fundó la agencia? No, quiero decir, entiendo completamente por qué sentirías curiosidad por tu empleador pero, ¿por qué ahora?

—Bueno, sobre eso… —comenzó Tanizaki mientras tomaba un sorbo de té, pero aparentemente todavía estaba demasiado caliente— ¡Auu! —exclamó sacando su lengua, para luego continuar— Porque Dazai me preguntó.

—¿Dazai?  —La expresión de Kunikida se tensó de inmediato.

—Sí, así que yo-

—Espera espera. Dame un momento para calmarme un poco —Kunikida levantó su mano para indicarle a Tanizaki que se detuviera— Últimamente, he estado recibiendo horribles dolores de estómago inducidos por el estrés por escuchar su nombre. Sólo sentir que está cerca trae destellos en blanco y negro sobre mi campo de visión. Es una señal de advertencia natural, así que dame unos segundos para relajarme.

—E-eso suena horrible… aunque sé cómo te sientes… —Su expresión era de pura lástima.

—Soy el único en la agencia que puede mantener a ese vagabundo sin valor bajo control. Bueno, nadie puede controlarlo realmente pero… el presidente me ha pedido que me encargue y lo supervise. En otras palabras, el presidente confía en mí, por lo que no puedo abandonar mi papel para… —Kunikida de repente se detuvo a mitad de la oración. Miró hacia el techo y luego se frotó los ojos— ¿Hmm …?

De repente, la iluminación parece apagada, como si estuviera parpadeando…

Tanizaki miró con curiosidad las luces, pero no había nada anormal en lo más mínimo.

—¡Esa es mi señal! ♪

—¡AAHHH!

La silla de Kunikida traqueteó ruidosamente. Un joven alto, con el pelo negro desordenado estaba cerca de la entrada. Envuelto en un abrigo de color caqui, apoyó su figura larguirucha contra la entrada del café mientras colgaba una bolsa de papel en su mano derecha. Era Osamu Dazai, un miembro de la Agencia Armada de Detectives, al igual que los otros dos.

—Ah, nunca me canso de escuchar los encantadores gritos de Kunikida. Prácticamente pude ver cómo su vida se acortaba con mis dos ojos. Oh, tomaré mi té negro habitual, señora.

La dueña del café de mediana edad asomó la cabeza por la parte de atrás.

—Oh, Dazai! ¡Tan apuesto como siempre!

—¡Lo mismo para usted, señora! —Dazai devolvió el cumplido con un saludo, luego tomó asiento junto a Kunikida. La mesa ya abarrotada se llenó aún más.

—Dazai… ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Kunikida en un gruñido, como una bestia herida que amenaza a su enemigo natural.

—¿Eh? Vine para poder quitarte unos años de tu vida, por supuest-

Kunikida envolvió sus manos alrededor del cuello de Dazai y lo sacudió violentamente.

él antes de que pudiera siquiera terminar su oración.

—¡¿CUÁNTO TENGO QUE SUFRIR POR TU MANO ANTES DE QUE SEA SUFICIENTE?! ¿Cuándo… te… detendrás…?

—¡Ha-ha-ha-ha! —Dazai se rió, todavía siendo sacudido.

—Ca-cálmense, ustedes dos. Estamos en público .

Los ojos de Tanizaki recorrieron inquietos la tienda. Sin embargo, este café estaba en el primer piso del mismo edificio en el que se encontraba la agencia de detectives. El comportamiento excéntrico de Dazai y los gritos de Kunikida no eran nada nuevo para la propietaria ni para los demás clientes. Todos los miraban cálidamente desde sus asientos como si estuvieran observando una pelea en el patio de la escuela entre dos hermanos. Cuando las miradas cariñosas de los clientes también cayeron sobre él, Tanizaki se obligó a reír a medias: no tenía otra opción. Kunikida continuó sacudiendo a Dazai, mientras que Dazai continuaba disfrutando del castigo.

—¡Eres demasiado relajado! ¡¿Cómo te atreves a mostrar tu rostro de nuevo tan noche?! ¡¿Dónde estuviste hoy en el trabajo?! ¡Estuviste molestando alguien como siempre lo haces, sin duda! ¡¿Quién crees que limpia tu desastre y tiene que disculparse por ello?!

—Oh, ese claramente eres t-

—¡No hay forma de que te deje terminar esa frase!

Kunikida torció el cuello de Dazai, dejando escapar un ligero crujido. La expresión del rostro de Dazai revelaba felicidad absoluta.

—Um, de todos modos… —habló Tanizaki— le comentaba a Kunikida de lo que hablábamos antes. Ya sabes, cuando me preguntaste por qué existe la Agencia Armada de Detectives.

—¿Qué? —Kunikida lanzó una mirada dudosa a Dazai.

—Sip. —El cuello torcido de Dazai crujió y tronó mientras se ajustaba— Me acabo de reunir hoy con Tanizaki alrededor del mediodía.

—¿Dónde?

—En un bar.

A medida que pasaban los segundos, la expresión de Kunikida gradualmente comenzó a parece un paciente con neurotoxinas que envenenan lentamente su cuerpo.

—Supuse que estabas bebiendo en algún lugar cuando faltaste al trabajo hoy, así que está bien. Guardaré mi enojo para más tarde. Sin embargo, ¿qué estabas haciendo allí Tanizaki? ¿No me digas que también estabas de pinta? Seguramente un chico de dieciocho años no se saltaría el trabajo para beber un día. Varios estudios y estadísticas han demostrado los efectos negativos del consumo de alcohol en menores, y hay pruebas claras de que el alcohol afecta la secreción de testosterona. Pero independientemente de los estudios, si empiezas a beber ahora, ¡tu cerebro se convertirá en papilla como la de él! —Kunikida señaló firmemente a Dazai a su lado.

—Puedes llamarme Mushy Brains¹. —Dazai rápidamente bajó la cabeza e hizo una reverencia.

—¡N-no, te equivocas! —Tanizaki agitó sus manos nervioso— Yo estaba allí por trabajo. Me dijeron que fuera al bar y, cuando fui, me encontré con Dazai y…

—Sí. ¡Fue un gusto verte allí!

1. Traducido sería más o menos como Cerebro Blando
   

—¿Qué…? ¿Así que fuiste allí por trabajo? A un bar donde Dazai… estaba? Me cuesta creer que esto haya sido una coincidencia… lo que significa que Dazai te pidió que lo encontraras allí. ¿Te pidió que pagaras su cuenta? ¿O provocó una escena y te pidió que…?

Kunikida se detuvo. Su rostro se puso pálido antes de inclinarse hacia adelante por la cintura.

—N-no me digas… ¿Fue todo lo contrario? ¿Tuviste problemas para encontrarlo de nuevo? ¿Así fue?

—Lo siento, Kunikida— Tanizaki bajó la mirada en disculpa.

—Vamos, no fue gran cosa. Ciertamente, no hay nada que valga la pena hacer fruncir el ceño —sonrió Dazai alegremente— Todo lo que hice fue beber y divertirme con la gente del bar, charlar un rato, escuchar sus historias y después volví a casa. Te lo prometo… Ah, y había una bomba en algún lado.

—…

La parte superior del cuerpo de Kunikida se balanceaba lentamente hacia adelante y hacia atrás mientras se sentaba en silencio.

—¿Kunikida…?

Preocupado, Tanizaki pronunció el nombre de su colega.

—Me… me desmayé por un segundo —pronunció débilmente Kunikida mientras levantaba la cabeza— ¿Una bomba…? Tanizaki, ¿por qué no dijiste algo al comienzo de nuestra reunión? ¿Quién colocó la bomba? ¿La policía de la ciudad ha hecho algo al respecto? ¿Se encargó el escuadrón antibombas de la policía militar? ¿Qué pasó con la bomba?

—Está justo aquí —Dazai dejó caer una bolsa de papel sobre la mesa con un ruido sordo.

—¡Aggghhh! —Sobresaltado, Kunikida saltó hacia atrás, con silla y todo.

—No te preocupes. A pesar de su apariencia realista, es falsa —Dazai se encogió de hombros— Voy a hacer esto breve. La bomba fue entregada ayer a mi lugar habitual, dirigida a mí por un remitente anónimo. Abrí el paquete y encontré esto dentro. Justo cuando lo desenvolví, el fusible se soltó. Incluso el más mínimo movimiento podría haber hecho que explotara, por lo que se contactó debidamente con la policía de la ciudad y la agencia de detectives.

—Y por eso me enviaron allí —dijo Tanizaki.

—Lo juro, cada vez… ¿Cómo te las arreglas para siempre quedar involucrado en estos líos? — La cara de Kunikida estaba retorcida de angustia como si acabara de comerse un hongo venenoso.

—Oh, vamos, fue solo una finta —En ese momento, el té que ordenó Dazai fue traído a la mesa. Sonriendo, Dazai dejó caer unos terrones de azúcar en su taza de té antes de tomar un sorbo. Luego dijo— Esta bomba resultó ser un temporizador sin componentes explosivos en su interior. Nada más que una réplica. Alguien estaba jugando conmigo. De todos modos, ya hablé con el perpetrador, así que todo está bien ahora.

—¿Fue arrestado?

—Sí. Encontré un trozo de papel cuando abrí la bomba que decía: “Mantén tus ojos en mí y solo en mí”. Resulta que fue la forma única extrema de una mujer de decirme que estaba obsesionada conmigo. Tenía algunas ideas sobre quién podría ser, así que los contacté uno por uno hasta que encontré al criminal. Después de una buena reprimenda, la convencí de que no iba a funcionar entre nosotros dos. Además, no podría divertirme en el bar si ella seguía enviándome bombas todos los días.

Kunikida —en ese momento la imagen del agotamiento propio— miró a Dazai.

—Ya veo…

Su respuesta fue breve, pero la expresión de su rostro esencialmente decía: “Ni siquiera puedo empezar a comprender por qué alguien como él es tan popular entre las mujeres”.

—Y luego uno de los policías que apareció me dijo: “Es gracias a los esfuerzos de la Agencia Armada de Detectives para mantener la ciudad segura que podemos hacer nuestro trabajo correctamente”. O algo así. Quiero decir, ¿qué tan raro es eso?

—¿Oh? —Kunikida arqueó una ceja— Bueno, no es agradable… ¡No es que estés en posición de quejarte si el policía te patea por recibir amenazas de bomba gracias a tu coqueteo a medias con todas las chicas que ves! ¡Eres una amenaza para las mujeres en todas partes! —gritó Kunikida mientras pateaba severamente la silla de Dazai.

—Sin embargo, definitivamente es algo bueno —afirmó Tanizaki con una sonrisa forzada— Estaba agradecido y desconfiado a la vez. Quiero decir, es trabajo de la policía proteger la ciudad para que los ciudadanos puedan trabajar en paz, ¿verdad? Eso me hizo preguntarme por qué el presidente inició un negocio que incluso la policía aprecia.

—Y eso fue de lo que hablamos hoy en el bar —agregó Dazai con una sonrisa.

—Ya veo. —Kunikida se cruzó de brazos— El peligro viene con el trabajo. Crear una agencia no es algo que pueda hacer por capricho. Pero como saben, el presidente es un hombre con justicia y humanidad. Busca en todo el país y no encontrarás a alguien tan apto para el trabajo como él. Personalmente, creo que la fundación de la agencia fue por providencia divina —tomó un sorbo de su té y luego frunció el ceño a Dazai por el rabillo del ojo— Hablando de la agencia de detectives —continuó Kunikida con una nota ácida en su tono— Acabo de recordar algo. Dazai, ¿qué pasó con ese chico?

—¿Cuál chico?

—El vagabundo que recogiste ayer —respondió Kunikida mientras colocaba su taza sobre la mesa— Mencionaste que querías contratarlo para la agencia. ¿Hablabas en serio? Porque eso no es algo que cualquiera persona cuerda haría. No solo es un completo extraño, el chico también es un peligroso usuario de habilidades y una amenaza bestial designada dentro del barrio local. ¿Y quieres que la agencia lo contrate?

—He he he. Hablaba completamente en serio. De hecho, por eso estoy aquí. Ah, no puedo esperar.

—Oh, me enteré de eso —dijo Tanizaki, inclinándose hacia adelante en su silla— Es del caso en el que tuviste que atrapar a un tigre devorador de hombres que terminó siendo en realidad un chico de la calle con la capacidad de transformarse en un tigre, ¿verdad? No puedo creer que ustedes fueran capaces de resolver un caso tan extraño en menos de un día y pudieran detener a un usuario de habilidades sin problemas. No los llaman el mejor dúo de la agencia por nada .

—Oh para. Me avergüenzas.

—No somos un “dúo”.

Dazai y Kunikida hablaron exactamente al mismo tiempo. Sin embargo, el quid² de la cuestión era que eran el dúo más talentoso de la agencia cuando se trataba de resolver casos difíciles, y tenían un historial de resolver los casos más difíciles desde que Dazai se unió a la agencia hace dos años. Los que no conocían sus personalidades o desconocían que no se llevaban bien a menudo pensaban que eran la pareja perfecta. Su ignorancia era una virtud.

2. Quid: Aspecto en que reside la importancia de algo o en que consiste su dificultad. (Fuente: Google)
   

—En cualquier caso… —dijo Kunikida mientras miraba a Dazai— Estoy en contra de la idea, pero si te lo tomas en serio, deberías hablar con el presidente. Si está de acuerdo, no diré una palabra más sobre el asunto.

—Ya lo hice —respondió Dazai, radiante— Me dijo que pensara en un examen de ingreso.

—¿En serio? ¿Entonces, estás diciendo que te dio permiso? —preguntó Tanizaki.

—Sip. Solo una cosa… —Dazai se llevó el pulgar a los labios, como si estuviera sumido en sus pensamientos— Todavía no he pensado en lo que pediré a Atsushi para su examen de ingreso. Un asunto tan serio no debería dejarse para que lo decida yo solo, ¿verdad socio?

Dazai le envió a Kunikida una sonrisa maliciosa después de que terminó.

—Por supuesto —Kunikida se cruzó de brazos de mal humor— El examen de ingreso es un importante rito de iniciación, una prueba de la compatibilidad de uno con la agencia y la autenticidad de su alma. Además, este recién llegado es una amenaza para el barrio local. Un movimiento en falso y la propia agencia podría caer bajo sospecha de albergar ilegalmente a una peligrosa bestia. No puedo discutir contigo si el presidente te ha dado permiso, pero debemos ser más minuciosos de lo habitual con este examen. De ninguna manera voy a dejar que saques una idea de tu trasero para ponerlo a prueba.

—Entonces está decidido —Dazai bebió el resto de su té con alegría antes de pararse— Vámonos. Ya llamé a todos a sala de conferencias de la agencia.

—¿Para qué? —Kunikida preguntó rotundamente.

—Para empezar con lo que acabo de decir —Dazai sacó su dedo índice para llamar la atención de todos y sonrió— Órdenes del jefe. Necesitamos la sabiduría de todos para determinar qué puede hacer este recién llegado —nuestra nueva estrella en ascenso— por la agencia.

Dazai respiró hondo y luego declaró:

—¡Que comience la primera reunión para la prueba del examen de ingreso!

***

La Agencia Armada de Detectives era una organización privada formada por usuarios de habilidades. Estaban los investigadores que resolvían los casos de los clientes y el personal de la oficina a cargo de: recopilar información, manejar las relaciones con los clientes y ocuparse de la contabilidad. Aunque la agencia no tenía un número fijo de empleados, el personal habitual era de una docena más o menos, incluido el presidente.

Casi todos los investigadores tenían algún tipo de habilidad:

Otros también tenían sus propias habilidades únicas, que usaban para su trabajo. La Agencia Armada de Detectives era un grupo de usuarios de habilidades que supervisaban el crepúsculo entre los mundos del día —donde reinaba la autoridad gubernamental de la policía— y la noche —gobernada por la parte más oscura de la sociedad.

La agencia fue fundada hace más de una década por el presidente después de un encuentro casual con cierto usuario de habilidades. Pero esa es una historia para más adelante. Esta es la historia de la noche antes de la contratación del empleado más nuevo de la Agencia Armada de Detectives y el examen de ingreso que determinó su idoneidad para el trabajo…

Atsushi Nakajima

***

La oficina de la Agencia Armada de Detectives estaba ubicada en el cuarto piso de un edificio de ladrillos de color marrón rojizo. Dentro del piso había un área de recepción, una sala de conferencias, la oficina del presidente, una enfermería, un quirófano y una pequeña cocina. Una escalera de caracol para uso de emergencia estaba en la parte de atrás, pero todos usualmente tomaban el único antiguo ascensor.

Los tres agentes subieron por el ascensor y se dirigieron a la agencia de detectives. Era de noche; la mayoría de los empleados ya se dirigían a casa, y solo unos pocos permanecían en la oficina sentados bajo las brillantes luces fluorescentes. Uno estaba escribiendo una carta, otro estaba leyendo una novela y el último estaba comiendo fideos: parecían haberse quedado por elección más que por el trabajo restante. La orilla del mar era visible desde las ventanas de la oficina y el silbato de vapor de un barco de mercancías se podía escuchar varias veces a la distancia. Kunikida, Dazai y Tanizaki se despidieron y saludaron al personal antes de dirigirse a la sala de conferencias al final de la oficina.

Sin embargo, la habitación ya estaba ocupada.

—Ara, miren lo que trajo el gato. Si lo que estás buscando es una autopsia, me temo que está cerrado por hoy.

Con sus delgadas piernas cruzadas mientras estaba sentada, la señorita Yosano levantó la cabeza después de leer el periódico en sus manos.

En orden de aparición (los nombres varían de la novela al anime):

3. Light Snow: Nieve Ligera
4. The Matchless Poet: El Poeta Inigualable
5. No Longer Human: Puede traducirse como “Ya no más humano”