Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 7

Prologo: Cuatro Días Después

Cuatro días después de que Takeru fuera transferido al mundo interior.

En el mundo exterior, el comité interrogativo de la Inquisición llevaba a cabo.

En la sala de la corte, solo el asiento de la acusada era iluminado, los rostros de los jueces ejecutivos estaban en las sombras y no eran visibles.

Los asientos de los ejecutivos de la Inquisición estaban instalados en una posición elevada rodeando a la acusada. La acusada estaba de pie con las manos esposadas.

La acusada era, Ootori Ouka.

Sus cargos eran haber escapado de prisión, obstaculizar a la Inquisición y también ayudarle a un fugitivo.

“Entonces, ¿durante el alboroto actuaste arbitrariamente?”

Cuando un ejecutivo preguntó, Ouka estiró los músculos de su espalda.

“Sí. Quien propuso la fuga de prisión fui yo. El capitán se oponía a ello, pero se podría decir que lo forcé a hacerlo. Los otros miembros del 35to Pelotón de Prueba solo actuaron acorde a mis órdenes.”

“Soy culpable… es lo que tratas de decir.”

“Sí. Toda la responsabilidad cae sobre mí, es a lo que me refiero.” Cuando Ouka declaró eso claramente, uno de los ejecutivos se rio.

“No seas estúpida. El capitán es Kusanagi Takeru. No tienes la autoridad para dar esa orden. En primer lugar, los subordinados no la seguirían.”

“Como puedes saber, el 35to pelotón ha tenido bastante crecimiento desde que ingresé a él. Es una pena decir esto siendo una de sus compañeras, pero Kusanagi Takeru no puede ser llamado un buen estudiante ni por adularlo. Se podría decir que los subordinados confían más en mí.”

Ouka habló de manera impávida incluso frente a los ejecutivos. “Esa es una conducta de rebeldía hacia tu capitán.”

“Los miembros del Pelotón de Prueba son estudiantes. No hay rangos y la jerarquía sólo es formalidad. La desobediencia no es un crimen.”

En respuesta a su actitud, uno de los ejecutivos suspiró.

“¿Qué dices? No saldrás de esto solo con esa actitud. Normalmente debería ser sentenciada a muerte ¿sabes?”

“Estoy consciente. No te preocupes, pretendo aceptar cualquier sentencia.”

“… sé que estás tratando de llevar todos los pecados. No te diremos a ti, una menor, que lo compense con su muerte. Sin embargo, hay algo como responsabilidad conjunta…”

“No me matarán porque soy la hija del Presidente.”

Cuando habló de forma ruda, se creó una comisión entre los ejecutivos.

Ouka no se retractó. Un interrogatorio no es así de relajado. Se dio cuenta desde hace rato que esto era una farsa. Después de todo, los ejecutivos son meramente marionetas. Hace tiempo había personas del llamado grupo de los disidentes así como también del Comité Ético aquí.

Sin embargo, fueron echados durante los disturbios que ocurrieron los meses pasados.

Justo ahora, aquí solo hay secuaces del Presidente Ootori Sougetsu. Aunque este comité interrogativo proceda, todo ya ha sido decidido por

Sougetsu. El motivo es resguardar la confidencialidad del asunto de Kusanagi Kiseki y la batalla contra Valhalla. Lo que Ouka trataba de hacer es asegurarse de que la responsabilidad no cayera en sus compañeras.

“Hablas muy bien señorita, como era de esperarse de la hija del Presidente.” Ella miró al ejecutivo en el centro.

Ahí, estaba la figura de Sougetsu tratando desesperadamente de contener la risa con una mano en su boca.

Ouka dirigió su afilada mirada como un cuchillo hacia él.

“¿Cometí un error en tu educación…? No, no del todo. Es el resultado de mirarme huh.”

Sougetsu puso sus lentes en el escritorio y descansó su barbilla sobre la mano.

Como si viera a una hormiga bajo sus pies, miró a Ouka.

“Ouka, lo que dices es irrazonable. Ellos no tratan de molestarte.”

A lo que Sougetsu se refería, era que aunque ella fuera la hija del Presidente, ellos no le mostrarían simpatía.

En respuesta a eso, Ouka rezongó.

“Tal y como Ouka dice, es un hecho que no quiero sentenciar a mi hija a la muerte, pero como el Presidente no puedo dejarla ir libre de cargos. Encubrir los actos criminales de mis familiares no está permitido por mi orgullo de Inquisidor.”

Al escuchar la palabra ‘orgullo’, Ouka frunció el ceño con enojo. Al ver su expresión, Sougetsu hizo un disgustante arco en su boca.

“Con eso dicho, no tengo tiempo como para preocuparme por un mero pelotón. Ya te lo han dicho, Ouka… el enemigo ya invadió nuestros dominios.”

Desde que Takeru desapareció, Ouka fue confinada en una solitaria celda, no hay manera de que sepa la actual situación.

Eso se le acaba de decir hace unas horas.

La sonrisa de Sougetsu desapareció y cuidadosamente hablo de ello.

“Actualmente, la Ciudad Gris y la frontera han caído temporalmente en las garras de las brujas. Los Spriggan y los Dullahan se están encargando de defender la ciudad. Las fuerzas al frente no son muy numerosas.”

“… ¿qué tan grandes son las fuerzas enemigas?”

“Arriba de 2000. Se han confirmado armas mágicas. El número podría ser pequeño, pero el hecho de cada uno de ellos sea una bruja cambia todo. La amenaza es considerable.”

“Con solo esos, deberíamos ser capaces de abrumarlos con nuestras fuerzas. En vez de esperar, deberíamos atacarlos antes de que preparan sus formaciones. No es tiempo para temer a los sacrificios, es lo que pienso.”

“El enemigo ha desarrollado magia de transferencia, usan la teletransportación para moverse instantáneamente. Considerando ese hecho, es muy posible que transfieran sus tropas directamente al área contraindicada y a las instalaciones de la Inquisición. No podemos permitirnos debilitar la defensa en la ciudad ni en la academia.”

Mientras que lo que decía Sougetsu parecía razonable, Ouka especuló algo diferente a eso. La falla de la operación del convoy de Kiseki fue sin duda planeado desde el principio.

En primer lugar, fue extraño que Kirigaya Kyouya estuviera a cargo de la escolta de Kiseki. Sougetsu debió haber predicho que acciones iba a tomar. También debió haber predicho el ataque de Valhalla.

No sabe cuál es la razón para haber esa destrucción a gran escala en la ciudad, pero la redada de las tropas aclamando ser de sangre pura es muy conveniente para él.

El problema de Kiseki fue procesado como acto terrorista. Al llamar a estos sucesos ‘terrorismo’ la Inquisición los usó para obtener apoyo y materiales.

¿Así que no terminará rápido con las fuerzas enemigas solo para prologar la pelea? ¿Está tratando de desviar la atención del público de algo…? Algo está pasando detrás de escenas.

Un crujiente sonido podía escucharse de su puño apretado.

Entre más pensaba en ello, más se expande la sombra de ese hombre llamado Ootori Sougetsu.

Siempre fue así. Entre más trataba de explorar, entendía menos y menos de lo que estaba escondido detrás de esa disgustante sonrisa.

Ouka siempre estuvo inquieta por eso desde el momento que fue tomada como su hija adoptiva.

No sabe por qué tomó a una huérfana sin relación alguna con él.

Ella está agradecida por darle la fortaleza y la oportunidad de vengarse.

Sin embargo, solo podría pensar que había algo detrás de cada movimiento que hace.

“Esa es la situación actual. No podemos permitir poner en prisión a alguien o algo así.”

Sougetsu se inclinó hacia el frente, se puso una mano en la barbilla y sonrió. “Así que, ustedes, el 35to Pelotón de Prueba tendrán un castigo especial.” “¿Castigo especial…?”

“Qué, ¿no te preparaste para eso? Pienso que será un beneficioso castigo que les ayudará a crecer. La experiencia lo es todo.”

Ouka miró a Sougetsu y escuchó su juicio. Aun sonriendo, abrió su boca.

“De mañana en adelante… se unirán a los Spriggan y Dullahan en las líneas frontales y contendrán a las fuerzas enemigas.”

“… ¡qué…!”

Fue una orden más allá de la imaginación de Ouka.

“El equipo y municiones del pelotón de prueba es liberado. No me importa que usen lo que quieran, se les proveerá todo lo que pidan.”

“¡Imposible! ¡No puede ser! ¡Es inaudito que un pelotón de prueba vaya a las líneas frontales!”

“¿En serio? Los estudiantes ayudaron a defender durante el ataque el Héroe, esta vez también. Les permitimos a aquellos voluntarios que quieran defender la ciudad hacerlo.”

“¡Debería de haber suficientes fuerzas sin la necesidad de usar estudiantes!”

“Claro. Por eso lo dije desde el inicio, este es el castigo impuesto para ustedes. Con esto, tu pecado… y los de Kusanagi-kun serán limpiados, es bastante barato ¿no?”

En respuesta a Ouka quien estaba sin palabras, Sougetsu respondió con una genial expresión.

“Espero mucho de tus actividades. Da lo mejor para sobrevivir. Eso también, es por el bien de Kusanagi-kun ¿sabes?”

La luz desapareció y la figura de Sougetsu se volvió invisible.

Ouka apretó su puño y trató de soportar el disgusto, pensando en la crisis que le espera al pelotón en el futuro.

Hasta que Kusanagi Takeru regrese… protegeré al 35to Pelotón de Prueba sin importar qué. Pensó Ouka.