Koujo Denka (NL)

Volumen 2

Epilogo: Gracias

Hay momentos en mi vida en los que quiero renunciar a todo y correr. Y esos son a menudo los momentos en que huir es lo último que podría hacer. Pero aun así…Cielos, ¿realmente tenías que llegar tan lejos? Es cruel.

“Supéralo y deja de enfurruñarte ya”

Me dijo una de las dos personas que acababan de entrar en la habitación.

“Nosotras, uhm, no quisimos ocultarlo, Nii-sama”, agregó.

“Está bien”, le respondí a Lynne.

“Gracias”

Estaba exhausto y me sentía irremediablemente débil. Me había recuperado lo suficiente como para moverme después de una noche de descanso, pero después de terminar el desayuno, me acomodé en un sillón y me embarqué en un ejercicio de escapismo. Incluso yo tenía un sentimiento de vergüenza. Había creído que estaba ocultando con éxito los detalles de mi examen de hechicero de la corte, y no pude mantener la compostura ante la revelación de que todo mi círculo social los había sabido todo el tiempo.

Lydia se acercó a mí, me agarró por los hombros y me puso en pie. El rostro del audaz albatros estaba justo frente a mis ojos, pero aparté la cabeza.

“¿Por qué no me miras?” exigió.

“Ya sabes…”

“¿Desearías no haberlo hecho?”

“Por supuesto que no. Si tuviera que hacerlo de nuevo, no cambiaría nada”

“Entonces enorgullécete de eso” Hizo una pausa y luego agregó:

“Me hizo feliz, ¿sabes?”

“No puedo decir que no a ese lado tuyo”

Concedí después de un largo silencio. Una Lydia sonrojada mirándome era una fuerza a tener en cuenta; Tuve que reunir todo mi sentido común para resistir el impulso de abrazarla.

Eso estuvo cerca. Ahora, ¿por qué me mira fijamente?

Se oyó el repiqueteo de pasos cuando Tina y Ellie entraron corriendo en la habitación.

“¿Cómo se siente, sensei?” preguntó Tina.

“Allen-sensei, le traje un poco de agua”, agregó Ellie.

“Lamento lo de anoche, chicas”, dije.

“Por favor, no lo digas”, respondió Tina.

“Estuviste adorable” Notó Ellie con una mirada de confusión.

“Por favor, no me molestes, Ellie”, le dije a la criada después de una breve pausa.

“Pero gracias”

“S-sí, señor”

Acaricié la cabeza del ángel inconsciente, lo que provocó que el cabello de Tina se balanceara con disgusto.

“Sensei” Protestó ella,

“¡Usted siempre, siempre es demasiado blando con Ellie!”

“¿Celosa de su propia doncella, señorita Primer Lugar?” Lynne intervino.

“Eres tan poco amable”

“Tú eres igual, Lynne”, replicó Tina un momento después.

“No lo soy”, replicó Lynne.

“¡Tú también eres igual!”

“¡No lo soy!”

“¡P-Por favor dejen de pelear!” Ellie gritó.

Nunca paran, ¿verdad? Lydia, ¿para qué me haces señas?

“Siéntate a mi lado”, dijo Lydia.

“No lo sé”, respondí.

“Tengo un mal presentimiento sobre esto”

“¡Solo date prisa y hazlo!” Ella chasqueó.

“Oh, está bien”

Después de un momento, me rendí, me puse de pie y me moví al asiento al lado de Lydia en el sofá.

“¿Esto servirá?”

Lydia no dijo una palabra; en lugar de eso, ella me obligó con prepotencia a acostarme. Sentí algo cálido y suave contra mi cabeza.

Uhm…Sus cálidos dedos acariciaron mi cabello mientras yo permanecía en mi lugar, desconcertado.

“Lydia”, aventuré después de un momento.

“¿Qué?” Ella preguntó.

“Bueno… Esto es un poco… vergonzoso”

“Sonríe y sopórtalo”, respondió ella.

“¿No es eso lo que hacen los chicos?”

“Eres como Lisa-san, tú — ¡Ahg!”

“Tienes algo de valor para mencionar a otra mujer” Dijo después de una pausa tensa.

“¿Quieres ser incinerado?”

“¡Ella es tu madre!” protesté.

Mi cabeza descansaba en el regazo de Lydia. Ella había hecho lo mismo por mí en privado antes, pero ¿qué había provocado esto?

Un coro de gritos de mis alumnas llenó la sala.

“¡A-Allen-sensei!” Ellie grito.

“¡E-Eso es indecente!”

“Nii-sama, Nee-sama”, agregó Lynne,

“¡P-Por favor tengan sentido del decoro!”

Tina simplemente gritó.

Parecía que la paz y la tranquilidad no estaban en las cartas. Intercambié miradas con Lydia y luego ambos nos reímos.

“¡Humph!” Tina se enfureció.

“¡Están en su propio mundo!”

“Oh”, gimió Ellie,

“Eso debe ser agradable”

“¡Nee-sama, Nee-sama!” Lynne molestó a Lydia.

“¡Es mi turno!”

“No”, proclamó Lydia con una sonrisa intrépida.

“Él es mío, y no puedes tenerlo. Ni siquiera eres una amenaza para mí”

“¡¿Qué?!” Exclamó Tina.

“P-Porqué…Eso es… V-Verdad”, admitió Ellie a regañadientes.

“¡P-Pero aun así!”

“N-No creo que sea muy amable de tu parte”, agregó Lynne.

Aparentemente, no tuve voz en el asunto. Estaba entretenido observando al trío confrontar a su poderoso enemigo cuando la puerta se abrió para admitir a Lisa-san y Anna. Me enderecé cuando entraron. Entonces, Richard no lo logró. Que en paz descanse.

Richard había pasado la mañana enfrentándose a estos dos, Lydia y las chicas en un combate de entrenamiento. En realidad, había sido más como un regaño. ¿O tal vez la tortura? Aun así, había pasado un tiempo miserable; ¿Realmente importaba si su descanso era pacífico?

“Qué escándalo”, comentó Lisa-san.

“Bien hecho, Allen. ¿Te sientes bien?”

“Sí, afortunadamente”, respondí.

“Ojalá hubiera esperado la ayuda del profesor y la compañía”

“¿Quién podría haber previsto ese giro de los acontecimientos?”

Lisa-san hizo una breve pausa antes de continuar.

“Sé que he dicho esto antes, pero vale la pena repetirlo: Los Leinster están de tu lado. No dudes en confiar en nosotros. Eres prácticamente un hijo para mí, después de todo”

“Lo sé”, respondí después de un momento.

“Muchas gracias”

“Pasa la noche aquí; necesitas descansar por el momento. Supongo que debes estar aburrido. Anna, cuéntale lo que discutimos”

“De inmediato, señora”, respondió Anna.

“Aquí tiene, Allen-sama”

La doncella principal me entregó una gruesa pila de documentos encuadernados. Estaba etiquetado como “Socios comerciales y potenciales para las casas Leinster y Howard”, y un sello rojo en la portada decía “Alto secreto”. Ya había despertado mi interés, pero no pude evitar preguntarme: Las casas Leinster y Howard. Hojeé los papeles, impulsado principalmente por mi propia curiosidad.

Cielos. Estos informes cubren todo, desde la industria, las ventas, las ganancias y el número de empleados hasta la personalidad y la situación familiar de los propietarios. Esta es la Compañía Fosse. Ha crecido rápidamente desde que una nueva generación de gerentes se hizo cargo hace unos años. El propietario debe conocer su negocio.

“Te agradecería que les echaras un vistazo”, me informó Lisa-san con júbilo.

“Lynne”

“¿Me has llamado, querida madre?”

Respondió la chica pelirroja, apresurándose a pesar de su aparente desconcierto.

“¿Quieres que Allen continúe instruyéndote?”

“¿Qué?”

“Contesta a la brevedad”, la presionó Lisa-san.

“¡Claro!” Lynne declaró con sentimiento.

“Bien dicho. Allen, espero que sigas haciendo lo mejor que puedas por ella. Tina, Ellie”

“¡¿S-Sí?!” Ambas chicas respondieron al unísono.

“No lo monopolicen”, les dijo Lisa-san.

“Una mujer debe ser audaz. Eso también va contigo, Lydia”

“¡E-Entendido!”, respondieron a coro las dos chicas más jóvenes.

“No sé a qué te refieres, pero entendido”

Añadió Lydia un momento después. Entonces, todo esto estaba de acuerdo con el plan de Lisa-san. Se me había adelantado.

No soy rival para ella, Lydia, así que tendrás que aceptar que…

“Escucha”

Una voz malhumorada, y ligeramente nerviosa, susurró en mi oído mientras una cortina de cabello escarlata brillante me rozaba la cara.

“Sé que el cabello de Lynne es más largo de lo que solía ser el mío, pero no te atrevas a intentar nada con ella, o iremos directamente a la ciudad del agua. Además, cuando besaste a Tiny…”

Vaciló. un momento antes de continuar.

“Eso fue por una buena razón, ¿verdad? Tú no… te enamoraste de ella ni nada, ¿verdad?”

Era extraño cómo la confianza de Lydia parecía abandonarla a veces.

“Sí, sí”

Le susurré con una risita mientras le daba un suave abrazo.

“El deseo de su Excelencia es mi orden. No está pasando nada como lo que estas imaginando”

“¡Solo un ‘sí’! ¡Y no me llames ‘Excelencia!’”

Ella respondió bruscamente, todavía en un susurro.

Después de una breve pausa, agregó:

“¡P-Pero es mejor que no lo sea!”

Mantuve mi mirada en la malhumorada Lydia, y ella desvió la mirada, aunque sus delicados dedos estaban enroscados alrededor de mi manga izquierda. Ella se estaba calmando. Nuestra relación no había cambiado desde aquel día en que nos conocimos.

“Lydia-san” Tina interrumpió mis reflexiones.

“Allen-sensei. Lydia-Ojou”, repitió Ellie.

“Nii-sama, Nee-sama”, se unió Lynne.

Ups, pensé mientras el trío se nos acercaba. Casi olvido que no estamos solos.

Hace un año, nunca podría haber imaginado que las cosas saldrían así. No sabía si sería capaz de permanecer al lado de Lydia para siempre; no era más que una humilde plebeyo, y la chica que tenía delante era la hija de un duque. Algún día, la diferencia en nuestra posición social se volvería insuperable. Pero mientras pudiéramos estar juntos, quería seguir adelante con ella. Quería cuidar su espalda y que ella cuidara la mía, como habíamos estado haciendo durante los últimos cuatro años.

***

Más tarde esa noche, me sentía más como siempre y daba un paseo por el tranquilo patio interior de la mansión Leinster. No por ninguna razón en particular; Sentí ganas de caminar solo. Lydia estaba profundamente    dormida,   posiblemente   como resultado del vino tinto que se había servido en la cena. Parecía una diosa en sueños, pero solo en sueños.

Me había detenido a tocar una flor cuando unos ligeros pasos se me acercaron.

“Así que aquí es donde has estado, sensei”, dijo Tina.

“Te estuve buscando”

Me di la vuelta y la encontré parada allí en su camisón. Ella y Ellie también iban a pasar la noche con los Leinster, porque se preocupaban por mí, dijeron. Me alegré de tener estudiantes tan reflexivas, pero sospeché que su deseo de pasar la noche fuera también fue un factor. Después de todo, Lynne era la primera amiga que habían hecho. La discusión entre Tina y Lynne había sido un espectáculo divertido: sus cabellos habían revelado lo felices que estaban incluso mientras discutían, mientras una sonriente Ellie miraba. Que relajante.

Sentí frío con solo mirar a Tina en su fino camisón, así que puse mi abrigo sobre sus hombros.

“Gracias”, dijo ella.

“¿No crees que los Leinster tienen hermosos jardines? Las plantas aquí parecen felices. El Gran Árbol y los demás en la Royal Academy también están llenos de vida”

“También los disfruto a la luz del día, pero un jardín de noche tiene un encanto propio”, le respondí.

“¿Qué quieres de mí a esta hora?”

“Sensei”

Tina mantuvo sus grandes ojos fijos en mí. Había un matiz de vacilación en ellos. Después de un rato, pareció tomar una decisión y continuó.

“Ahora  me  queda  claro  que  no  soy lo suficientemente buena, todavía me falta mucho y

tengo que seguir trabajando mucho, mucho más duro”

“Eso no es cierto, en absoluto”,

Respondí, lanzándole una mirada punzante.

“Diste un discurso maravilloso frente a esa enorme multitud en la ceremonia de entrada. En tu lugar, habría estado demasiado nervioso para decir una palabra.  Tu            magia  también     está    mejorando constantemente. Has progresado mucho en estos últimos pocos meses que apenas te reconozco. Y tus calificaciones en la Royal Academy son irreprochables. Sería difícil encontrar fallas en ti por cualquier cosa. Deberías estar orgullosa de ti misma”

“¡Eso no es de lo que estoy hablando!” Tina gritó.

“Quiero decir… ¡No soy lo suficientemente buena para estar a su lado ahora, sensei!… Solo me llevas a mí, a todas nosotras, de la mano. Lydia-san es la única digna de estar contigo cuando las cosas se ponen serias, ¿no es así? Estamos allí para ser protegidas; no tenemos derecho a ayudarlo sin permiso… incluso cuando estás en peligro”

“Tina” Dije, agachándome para mirarla a los ojos y sonriendo amablemente mientras le acariciaba la cabeza.

“Gracias por preocuparte tanto por mí, pero por favor no te culpes. Lydia es la Dama de la Espada, el orgullo del reino. Sé que verla en acción puede ponerte ansiosa, pero ni siquiera ella era así a los trece años. No te preocupes. Solo sigue creciendo, paso a paso. Por eso estoy aquí, para ayudarte, ¿recuerdas?”

La expresión de Tina todavía estaba tensa. Estaba al borde de las lágrimas. Pero al poco tiempo, ella me miró directamente a los ojos.

“Podre ser una niña para usted, sensei”, Dijo con énfasis.

“Pero no seré una niña para siempre. ¡Allen! He decidido que voy a ganarme un lugar a tu lado. ¡Lo juro por mi difunta madre, Rosa Howard, y la vara y la cinta que me dejó, que voy a estar a tu lado! ¡Estaré contigo! Así que… Por favor mírame, ¿de acuerdo? Y por favor sigue enseñándome”

Me quedé momentáneamente sin palabras.

“Espero con ansias el día en que lo hagas”, le dije finalmente.

“Ahora, volvamos adentro; no querrás resfriarte. Mañana tienes escuela otra vez, y Ellie te regañará si no puedes levantarte de la cama por la mañana”

“Oh, tienes razón”, exclamó Tina, con los ojos muy abiertos.

Un momento después, preguntó:

“¿Me tomarías de la mano y me acompañarías de regreso a mi habitación?”

“Supongo que no tengo otra opción”, respondí.

“Pero solo esta noche. No dejes que Ellie y Lynne se enteren”

“Está bien”, estuvo de acuerdo.

“No lo diré”

“Bien” Apreté la manita de Tina y ella finalmente sonrió.

Desde que reprobé el examen de hechicero de la corte, mi vida se había movido a un ritmo vertiginoso. Me preguntaba por qué las cosas habían resultado de esa manera, pero tampoco me importaba.

“¿Sensei?”

Su Excelencia me preguntó con una mirada purulenta.

“Tina”, le dije.

“Sigamos haciendo lo mejor que podamos, tú y yo juntos”

“¡Sí, sensei!” Ella respondió.

“¡Puedo seguir mientras estés conmigo!”

-FIN DEL VOLUMEN 2-