Koujo Denka (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Lo Siento Mucho

Parte 5

“¡E-Eso es absurdo! Nunca te saldrás con la tuya—”

“Dos semanas no es suficiente”, respondió Su Excelencia, ignorando al príncipe.

“Que sea un mes. De ahora en adelante tiene prohibido ponerse en contacto con Lydia Leinster o Allen, y si rompe la paz durante su suspensión, despójenlo de su título como caballero de la guardia real”

“¡¿Padre?!”

“¡Eres un tonto absoluto! ¡Caballeros, detengan a este imbécil!”

Por orden de Su Excelencia, los caballeros de la guardia real que habían estado observando desde fuera de los muros del campo de maniobra se movió para contener al príncipe.

“Por favor espere, Su Excelencia”

Una voz aguda y nerviosa interrumpió, haciendo que el profesor frunciera el ceño. Un hombre en su mejor momento que vestía una túnica de hechicero y portaba un grueso tomo salió del pasillo. El monóculo en su ojo izquierdo y su larga barba blanca. Llamó la atención.

Lord Gerhard Gardner, el actual líder de los hechiceros de la corte, era un modelo conservador y campeón de la nobleza. Como segundo hijo, no había podido heredar el título de marqués, pero, sin embargo, era un fanático de las líneas de sangre y crítico con la meritocracia. También figuró en numerosos rumores oscuros.

“Que no se olvide que Lydia Leinster causó disturbios”, aconsejó a Su Excelencia con voz sin emociones.

“Ahora es una hechicera de la corte y debe rendir cuentas.  Además,   ese   plebeyo presumió insolentemente de dañar la persona del príncipe. El castigo debe ser imparcial si se trata de dar un buen ejemplo”.

Su Excelencia pareció considerar eso por un momento.

“En ese caso, Lydia también recibirá una suspensión de un mes. ¿Liam?”

“No tengo objeciones. Puede ser bueno para mi hija”, respondió el Duke Leinster.

“De ahora en adelante, Allen tiene prohibido el acceso al palacio real, excepto con un permiso especial”, continuó Su Excelencia.

“¡Quiero que todos recuerden que amo a mi gente, ya sean nobles, comunes, bestias o cualquier otra persona! No me importa. La familia real está con su gente. Gerard, si quieres culpar a alguien, culpa a tu padre que nunca tuvo tiempo de enseñarte eso. ¡Llévenselo!”

“¿P-Padre?” tartamudeó el príncipe.

“¡Padre! ¡Padre! ¡Padreeee…!”

Sus gritos se desvanecieron en nada cuando los caballeros de la guardia real lo sacaron del campo de maniobras. No era más de lo que se merecía. Lydia tenía razón, incluso respirar el mismo aire que él era desagradable. Esperaba que nunca lo volvería a ver.

Su Excelencia parecía arrepentido. En cuanto a los dos Dukes… El Duke Leinster estaba furioso, lo que no sorprende, dado que adoraba a Lydia. El Duke Walter a su lado parecía bastante preocupado, un resultado desafortunado que sintió bastante mal. Lord Gardner guardó silencio, pero su mirada fría estaba fija en mí. El profesor estaba sumido en sus pensamientos; Esperaba que no me mezclara en nada más.

Una mano grande y cálida se posó en mi hombro. Podía escuchar el rechinar de dientes cerca.

“Siento haberte hecho pasar por tanto una vez más. Te lo compensaré”, susurró una voz en mi oído.

“Visita a mi hija una vez que se haya calmado el alboroto, ella ha estado pidiendo verlos a los dos”.

La mano se retiró y los pasos que antes se habían acercado ahora comenzaron a alejarse. Pronto otro peso descansó sobre mi hombro; esta vez, era Anko.

Debe haber terminado, pensé mientras acariciaba la suave espalda del familiar.

.Estoy agotado, realmente agotado. En realidad, “gastado” esmáspreciso.

Me puse de pie, me estiré y luego me giré hacia la chica que estaba a mi lado, que no había hablado en mucho tiempo.

“Gracias, Lydia”, le dije.

“¿En serio?” respondió después de un largo silencio. Algo andaba mal.

“¡E-Espera!” tartamudeé.

“Solo estaba… Cuando se trata de nosotros, yo…”

Ella comenzó a sollozar y yo comencé a entrar en pánico en serio.

Aférrate. N-No es lo que piensas. No lo dije de esa manera.

“¿Qué crees que estás haciendo, Allen? Ciertamente tienes una habilidad especial para hacer llorar a las jóvenes”

Interrumpió el profesor, que nunca pierde la oportunidad de provocar problemas.

“Ahora, confío en que sepas cómo consolarla en un momento como este, así que hazlo”.

“Por favor, no se preocupe por nosotros, Allen-sama”, intervino Anna.

¿Cuánto tiempo había estado allí?

“Me siento en conflicto al ver a mi hermana pequeña dar otro paso en el camino hacia la edad adulta”, agregó Richard.

¡Todos eran increíbles! Solo porque pensaron que no era  su    problema,  lo   trataron  como   un entretenimiento. Los espectadores en las gradas incluso habían comenzado a hacer apuestas. ¿Iba a besarla? ¡Yo no estaba! Dicho esto, Lydia se aferraba al dobladillo de mi chaqueta y me miraba con inquietud, así que debía consolarla.

“Está bien”

Le dije a la mujer noble de ojos llorosos, acariciando su cabeza tan suavemente como pude.

“Estoy aquí, a tu lado”.

Debió haberse sentido abrumada; hacer algo como esto en público normalmente me ganaría un regaño despiadado.

“Mentiroso”, dijo después de un momento.

“Sé que lo dijiste en serio. Nunca dejaré que te vayas así”

“Cielos. ¿Qué puedo hacer para ganarme tu perdón?”

Hizo otra pausa antes de responder.

“Nada. No te perdonaré, así que nunca me dejes”

“Está bien. Lo prometo”, concedí y luego me relajé con un suspiro.

“Estaba tan nervioso que comencé a sudar de nuevo”.

“Puedo decirlo”, comentó.

“Hueles a sudor”.

“¡N-No me huelas!”

Bueno.. Y este es solo su primer día. No es que me considerara desafortunado; conocer a mis padres, Karen, Lydia, y las chicas fueron más buena suerte de lo que tenía derecho a esperar. Oh, tal vez eso explicaba las cosas: había gastado mi suerte en conocer gente, así que…

Un tirón en mi mano izquierda interrumpió mis cavilaciones.

“Apuesto a que tienes una idea rara en tu cabeza otra vez”, dijo Lydia.

“Vamos.”

“Eso no es muy agradable. Te veías mucho más encantadora cuando estabas llorando hace un momento”.

“¡N-Ni una palabra más!” ella tartamudeó.

“¡Y yo no estaba llorando!”

“Ciertamente lo estabas. ¿No es así, Anna?”

“¡Si se me permite decirlo, el premio al Mejor Video de Lydia-Ojou de este año es mío!” respondió la doncella principal.

“Ya la escuchaste”, le dije a Lydia.

“Eso es un buen augurio, ¿no crees?”

“Bueno, ¿qué más se suponía que debía hacer?” me preguntó después de un silencio hosco.

“Oh, bueno…”

Busqué a tientas una respuesta.

“Lo lamento”

Lydia siendo sincera con sus sentimientos no estaba jugando limpio. Si no hubiéramos estado en público…

Miré la hora en mi reloj de bolsillo para disimular mi vergüenza y descubrí que este lío había tomado más tiempo de lo que pensaba. La ceremonia de entrada había terminado y ni siquiera llegaríamos a tiempo para el almuerzo. Tendría que disculparme con Karen.

“Sí, vamos”, le dije.

“Todos deben estar cansados de esperarnos”

***

No lo tuve mucho más fácil después de que regresamos a la mansión Leinster. Tina, Ellie y Lynne nos esperaban ansiosas; Anna, que no había perdido el tiempo en su regreso del palacio, aparentemente les había llenado la cabeza con quién sabe qué. Como resultado, Tina y Lynne se me echaron encima tan pronto como vieron mi traje manchado.

“¡Sensei! ¿Qué han estado haciendo usted y Lydia-Ojou sin nosotras?”

“Nii-sama, Nee-sama, ¿cómo pudieron dejarme fuera? Estoy destrozada”

La reacción de Ellie en realidad me había asustado un poco. Su sonrisa había sido casi intimidante cuando dijo: “Por favor, desvístase, sensei; Lavaré su ropa. No te entretengas” En ese momento, Lydia y Anna se habían unido. Todas se habían juntado contra mí mientras me cambiaba y… y…

He sido profanado. No soy apto para el matrimonio ahora. Cielos, realmente no te agrado, ¿verdad? Y debes ser un matón. Soy terrible, lo siento, pero ya tengo todos los matonesque necesito aquí.

“Quédate aquí esta noche”, ofreció Lydia.

“Puedes prepararte para tu trabajo de tutoría aquí, ¿no?”

“Me encantaría”, le dije,

“Pero tengo que acompañar a Tina y Ellie a casa, y creo que Karen está visitando mi casa”.

El sol se había puesto y la luna estaba en el cielo. La capital real era una ciudad segura, pero aun así tendría que llevar a las chicas a casa. Tina y Ellie ya nos estaban observando desde el interior de un carruaje de Howard que esperaba fuera de la enorme puerta principal. Lynne, que había venido a despedirlas, se estaba burlando de Tina.

Ahora. Sin hechizos. Ellie, no intentes unirte en secreto.

El albatros se negaba a mirarme. Habían pasado muchas cosas y la habían suspendido de sus funciones, aunque solo fuera por razones de conveniencia. Ella no podía estar feliz poreso.

“Lydia”Dije.

“¿Qué?” preguntó después de una pausa.

“Gracias por enojarte por mí. Y ese combate de entrenamiento de esta tarde fue para mostrar de lo que soy capaz, ¿no es así? Pero luego tuve que irme y…”

Dejé que mis palabras se apagaran y luego comencé de nuevo.

“Lo siento. Terminé empañando tu registro”

Ella se tomó otro momento para responder.

“No lo estés. No me importa eso”.

“Está bien. ¿Qué pasa con esa ropa arruinada?” Yo pregunté.

“¡Y-yo la escogí, y puedo hacer lo que quiera con ellas!” ella tartamudeó.

“¿Y mañana?”

Me pasaré por aquí. Pasé una mano por su cabello y luego comencé a caminar por el pasillo de mármol hacia el carruaje. Me pregunté qué planeaba hacer con el traje que me había puesto. Se había ensuciado y roto tanto que no podía ser fácil de reparar. Lisa había sonado bastante complacida cuando escuchó lo que había ocurrido en el palacio.

“Bien hecho. Estoy orgullosa de ti” Le había dicho.

“Richard, arrodíllate en el suelo. Anna, trae algunas losas de piedra”.

“Aquí, señora”, había respondido la doncella principal.

“Todo está listo”

“Vaya, eso fue rápido. ¿Con cuántos empezaremos?”

Nunca te olvidaré,Richard. Incluso te redimiste al final.

El    Duke   Liam   también   había   estado sorprendentemente agradecido.

“Siento haberte hecho pasar por tantos problemas constantes”, había dicho.

“Cuida de mis hijas”

Haría lo mejor que pudiera, pero… ¿hijas?

Al parecer, el Duke regresaría al sur al día siguiente. Planeaba pasar la noche bebiendo con el Duke Walter, que también regresaría al norte, y su viejo amigo el profesor.

En cualquier caso, todo esto había sido territorio familiar, aparte de hablar con Su Excelencia, al menos. Sin embargo, visitar a cierto personaje estimado probablemente tendría que esperar, dado que ahora tenía prohibido al acceso al palacio.

Karen   probablemente   tendría  un  sermón esperándome cuando regresara a mi alojamiento. Había roto mi promesa de almorzar con ella después de la ceremonia de entrada, así que tendría mis manos ocupadas restaurando su estado de ánimo por el momento. Podría imaginar solo lo que ella diría: “El trato que le das a tu adorable hermanita deja mucho que desear. Arrepiéntete”. Tendría que prepararme.

¿Tina, Ellie y Lynne por la mañana…Lydia por la tarde y Karenpor la noche? Hahah. No es fácil ser tan popular.

De acuerdo, me detendré ahora.

Al día siguiente, visitaba la mansión Leinster y luego me reunía con el profesor para hablar sobre el diario que los Howard me habían dejado. Probablemente terminaría en manos del director: el descifrado era su área de especialización. También tendría que idear materiales para las lecciones de las niñas. Puede que no sea un hechicero de la corte, pero mis días aún estaban llenos de…

Un suave golpe desde atrás interrumpió mis pensamientos.

“¿Lydia?” Yo pregunté.

“No te des la vuelta”, dijo ella.

“Sólo escucha”

Ella estaba presionando su cabeza contra mi espalda, permaneciendo relativamente escondida de las niñas.

“No tienes permitido dejarme. Todo eso se acabó; nunca lo vuelvas a hacer. No importa que mi padre sea un Duke y seas un plebeyo. Si…” Dudó.

“Si alguien trata de separarnos, renunciaré a mi familia y dejaré el país contigo. La ciudad del agua podría ser agradable”

Estaba seguro de que no tendría dificultad para abrirse camino en otro país, pero no podía dejar que hiciera eso. La Dukesa Lisa y el resto de su familia la amaban y estarían tristes de verla partir.

“Lydia”

Traté de mirarla por encima de mi hombro, pero ella mantuvo mi cabeza en su lugar antes de que tuviera la oportunidad de girarla. no podía mover una pulgada.

“E-Eso duele,” protesté.

“Te dije que no te dieras la vuelta”, respondió ella después de un segundo.

“Como castigo, tienes que…”

“¿Que tengo que hacer?”

Su respuesta fue apenas audible.

“¿Qué?” Yo pregunté.

“M-Me escuchaste”

“¡O-Oye! ¡Sin patadas!”

“Se necesitaba destreza para patear a alguien en las pantorrillas y mantenerlo quieto al mismo tiempo” Gruñí.

¿Qué iba a hacer con ella?

“Te escuché,” le aseguré.

“Iré a verte todos los días”

“Eres un gran idiota”, respondió ella después de una pausa.

“Gracias,” añadió en una voz tan pequeña que era prácticamente un susurro.

Sentí algo húmedo en mi espalda. Intenté darme la vuelta, pero un fuerte grito me interrumpió.

“¡S-Sensei! ¡¿Qué está haciendo?!” exclamó Tina.

“Uhm”, tartamudeó Ellie.

“No creo que este sea el momento o el lugar para ese tipo de cosas”

“Nee-sama, eres un demonio con suerte…”, añadió Lynne con nostalgia.

Evidentemente habían visto a través de nosotros. Ellie y Lynne me miraban fijamente, mientras que Tina se asomaba por la ventanilla del carruaje y movía los brazos como loca.

Lydia se marchaba lentamente. Ninguno de nosotros volteó a mirar al otro, sabíamos mejor que nadie que estábamos conectados. Mi apodo era “El Cerebro de la Dama de la Espada”, después de todo, lo que significa que yo era su compañero.

Todo saldría bien al final; nada podría interponerse en nuestro camino mientras lo abordáramos juntos. Lydia realmente no había querido decir todo eso sobre huir del país. Era solo un cliché… ¿no?

“¡Sensei!”

“¡Allen-sensei!”

“¡Nii-sama!”

Sí.Sí. Oh casilo olvido.Tendré que felicitar a las chicas por todo.

No pude evitar sonreír ante mi situación. Había tenido mis manos ocupadas tratando con una noble obstinada; ahora ya no tendría tiempo para preocuparme.

Y así, seguí caminando hacia el carruaje a la luz de la luna, mi corazón lleno de cálidos sentimientos.