Shuumatsu Nani Shitemasu ka？(NL)

Volumen 5

Capítulo 2: La Niebla En El Cielo

Parte 1

Visitante Elq Harksten

Sólo quería ser “alguien”. Eso era todo lo que deseaba al principio.

Una niña dormía profundamente dentro de una barrera pequeña y sólida. En términos simples, la barrera creó su propio pequeño mundo aislado del exterior. La niña nunca había dado ni un solo paso fuera de esa barrera durante toda su vida.

“Ustedes, Visitante, tienen una presencia tan grande que, por existir, abrumarán las mentes de todos los seres vivos del mundo exterior”. Uno de los miembros de la familia de la niña, Ebo, le dijo eso una vez.

“Casi todos tus padres y otros ancianos tuvieron que romper sus almas en pequeños fragmentos para vivir en esta tierra. Pero no queremos que sigas el mismo camino. Eres nuestro último amo. Queremos que te quedes así para siempre.” Esas fueron las palabras de otro miembro de la familia.

“Nosotros tres Poteau existen para guiarlos Visitantes o, ahora que casi todos ellos han dejado este barco, existimos para guiarlos. Arriesgaremos nuestros cuerpos y almas para protegerlo de cualquier persona que le causaría daño, maestro Elq Harksten.” Esas palabras vinieron de otro miembro de la familia, Jay.

Desde el momento en que la niña, Elq, ganó conciencia, esos tres siempre habían estado a su lado. Ellos amablemente la apoyaron. Le enseñaron mucho. Escucharon sus deseos, excepto, sin embargo, por una sola cosa. Nunca le concedieron permiso para salir de la barrera, para ver el mundo exterior con sus propios ojos.

Un día, Jay desapareció.

Entonces, incluso Ebo dejó de aparecer.

Cuando Elq le preguntó a Carma dónde iban, ella nunca dio una respuesta adecuada.

“Una vez que terminen sus misiones, volverán a casa”, dijo ella, luego apartó los ojos.

“¿Misión? ¿Qué podría ser eso?” Pensó Elq. Sin embargo, su ignorancia le impidió reflexionar más sobre la cuestión y su juventud le impidió pensar en su ignorancia.

En poco tiempo, Carma partió también, dejando a Elq solo en la barrera. No sentía angustia ni desconcierto, sólo aburrimiento. Sin embargo, esos días de aburrimiento continuaron por mucho más tiempo de lo que ella esperaba. Dentro de su mundo en miniatura, sin sol ni luna, simplemente esperó el regreso de su familia.

Elq pronto se quedó sin juguetes para jugar con su barrera. Todos sus animales de peluche desarrollados desgaste de su tratamiento áspero, por lo que los puso por la pared y los dejó solos con el fin de evitar más daños. Una vez que Jay regresara, seguramente los arreglaría.

Cuando la pared exterior de la barrera se rompió, hizo un fuerte ruido de ruptura. ¿Qué es eso? Pensó Elq. Ciertamente no era Ebo y los otros. No causaría tal escándalo al entrar. ¿Pero quién más podría haber sido?

La respuesta pronto apareció frente a los ojos de Elq. Un humano pelirrojo, de dieciséis años, manejando una espada extraña y grande que parecía ser hecha atando muchos fragmentos de metal. Nombrada Leila Asprey, era un tipo de arma, llamada Regal Brave, enviada por la Iglesia de la Luz Sagrada para matar al tremendamente poderoso visitante Elq Harksten.

“… agh…”

Leila no tuvo mucho más tiempo. Las heridas cubrían su cuerpo. La sangre fluyó por su armadura. Incontables lágrimas le atacaron la ropa y la piel debajo. Cualquiera de ellos fácilmente podría haberse convertido en heridas fatales con un movimiento equivocado.

“¿Quién eres?” Elq envió una simple pregunta en forma de pensamiento.

Su pregunta no contenía hostilidad, pero, por inocentes que fueran sus intenciones, llevaba una cantidad abrumadora de poder. El pensamiento lanzado por Elq rápidamente resonó en todo el interior cerrado de la barrera y ferozmente golpeó a la mente de Leila.

Leila se retorcía de agonía, soltando los gritos de un pájaro estrangulado. Ebo no había estado exagerando. Cuando una ballena gigante simplemente tuerce su cuerpo, hace que los pequeños peces cercanos sean barridos. Contra el alma inmensa de Elq, el débil alma humana de Leila no era más que una partícula de polvo.

Las rodillas de Leila se abrocharon y casi se derrumbó al suelo. Sin embargo, usando su espada, el Kaliyon Seniolis, como un personal ambulante, logró apenas sostenerse. Un pequeño paso a la vez, como si arrastraba los pies, avanzó.

Elq no sabía qué pensar. Todavía joven, todavía no entendía el concepto de la muerte. La realidad de la situación que ocurría ante sus ojos, mientras Leila estaba al borde de la muerte debido a la propia Elq, superó por completo los límites de su comprensión. Pero precisamente porque no lo entendía, Elq se interesó. ¿Qué sucede en el mundo? ¿Qué está tratando de hacer?

“¿Qué estás haciendo aquí?” Elq envió otro pensamiento.

Este segundo impacto envió a Leila volando hacia la pared. Sin embargo, incluso mientras su sangre ensuciaba las paredes y el suelo, se levantó de nuevo.

Guau. No sé lo que está pasando, pero esto es increíble. El interés de Elq sólo se intensificó al ver tantas cosas nuevas por primera vez. Y su excitación sólo hizo que sus olas de pensamiento fueran aún más fuertes.

“Yo…” Leila comenzó, pero luego hizo una pausa para toser la sangre que brotaba de su garganta. “Soy Leila Asprey. Sólo soy un Brave que va a matarte y salvar al mundo.”

Eso suena como un montón de problemas.

El cuerpo entero de Leila temblaba como golpeado por un rayo. Pero aun así, se las arregló para decir las palabras, “Es.” Mientras la sangre fluía por los bordes de sus labios, ella sonrió sin temor.

Elq no entendía los conceptos de muerte, dolor o sufrimiento. Mirando a Leila, sin embargo, Elq podía percibir la cantidad de determinación que sostenía mientras permanecía allí. Ebo, Jay y Carma, todos demasiado poderosos, nunca mostraron a Elq esa clase de emoción.

“¿Por qué quieres salvar el mundo?” Preguntó Elq.

“… ah–”

Agarrándose a su espada como apoyo, Leila se tomó un momento para pensar. “Bueno, supongo que si alguna vez voy a ser honesto, podría ser ahora, murmuró silenciosamente para sí misma. Hay alguien a quien amo.”

La expresión de Leila en ese momento. Su sonrisa. Su sonrisa suave y deslumbrante. Al ver eso, Elq de repente quiso ser como ella. Una semilla de aspiración arraigó dentro de Elq.

“Me doy cuenta de que es una estúpida razón para ir a matar a un dios, pero ¿qué debo hacer? Él es incluso más estúpido. Si no actúo estúpida primero, lo hará. Willem él es realmente estúpido, después de todo.”

Los efectos de los impactos se superponían entre sí, trabajando para destruir la conciencia de Leila. Sus ojos parecían perder el foco, como si estuviera entrando en un sueño, pero siguió caminando más cerca, un paso a la vez. Eventualmente, ella llegó justo enfrente de la cara de Elq.

“Bueno, pequeño dios. No tengo nada contra ti, pero buenas noches. Espero que tengas dulces sueños.”

Leila alzó la espada, luego, lenta y limpiamente, la empujó directamente al pecho de Elq. La hoja perforó suavemente el pequeño cuerpo de Elq, como si le diera palmaditas a la cabeza de un bebé.

Elq parpadeó confundido. Los Visitadores, siendo inmortales, no podían encontrarse con la muerte a menos que en su tierra natal, y el camino que había perdido hacía mucho tiempo. Así que aunque pudieran sentir el dolor, sus cuerpos no podían reconocerlo como peligroso. La sangre salía de la herida.

Las grietas que corrían a través de la hoja se ensancharon ligeramente, y la débil luz empezó a salir de las lagunas, lo que significaba la activación del Talento sostenido por Seniolis, el Kaliyon más alto jamás forjado por la humanidad. Su capacidad para convertir a cualquier ser en mortal no admitía excepciones.

Después de un breve tiempo, la débil luz se debilitó, luego desapareció por completo.

Leila, con el corazón y la mente completamente diezmados, finalmente se quedó sin fuerza y cerró los ojos.

“¿Huh?”

La visión de Elq de repente se volvió negra, como si una cortina hubiera descendido ante sus ojos. Una sensación flotante envolvió su cuerpo. Parecía estar cayendo para siempre. Abajo, más abajo en una oscuridad enorme. Más y más profundamente se fue. Con eso, el joven Visitante cayó en el largo sueño conocido como muerte.

================ Cambio de escena ==================

Los Braves lograron derrotar a los malvados visitantes, eliminando la gran amenaza que pesa sobre el mundo. Como en todos los cuentos de héroes, la justicia había prevalecido, y los fuertes habían protegido a los débiles.

Desafortunadamente, las vidas se perdieron, pero ciertamente no en vano. Sus sacrificios permitieron a la humanidad sobrevivir. Cada sola muerte tenía significado. Lo único que queda por hacer fue celebrar este maravilloso final feliz…

Pero mientras las masas se regocijaban inocentemente, una noche, el Quasi Brave Navrutri Teigozak robó el cadáver del visitante Elq Harksten de su bóveda de almacenamiento sellada y la llevó en secreto. Los fragmentos de las almas de los Visitantes no sólo sirvieron como uno de los ingredientes que crearon la humanidad, sino también la clave para salvar a la humanidad de la destrucción. Con el objetivo de abrir la puerta a la salvación, True World extrajo el alma del cadáver que Navrutri trajo y trató de romper en pedazos.

Sin embargo, no fue muy bien. Había muchas razones para esto. En el momento de la batalla decisiva, nadie sabía el paradero del fundador de True World, Nils D Foreigner. Una asociación de médicos robó a varios investigadores de True World, dándose cuenta de que su trabajo podría conducir a avances en el tratamiento de muchas enfermedades. Además, grupos de aventureros atacaron a la organización, impulsados por su sentido de la justicia y su convicción de que True World era un grupo maligno que representaba una amenaza para el imperio.

Todas las diversas razones interferían entre sí de maneras complejas para producir el resultado inevitable. El alma, que debía ser aplastada en pedazos tan finos como granos de arena, conservaba casi la mitad de su forma original, mientras que la otra mitad se descomponía en pedazos sólo del tamaño de guijarros. Por supuesto, eso resultó insuficiente para ser la clave de la salvación.

Los cuentos de heroísmo ya no tenían ningún uso. Nadie oró por un milagro o intentó revertir la situación. La sabiduría antigua capaz de resolver todo nunca despertó. Tan naturalmente, la humanidad permaneció en su curso original a la devastación.

Tres cosas quedaron atrás en las secuelas.

Las bestias aterradoras que llevaban un odio profundo por toda la vida y continuaron sus violentos desórdenes hasta que ninguna presa permaneció a la vista.

Los pocos refugiados que apenas sobrevivieron el primer año antes de buscar seguridad en el cielo.

Y por último, los fragmentos destrozados del alma de Elq Harksten, acostados abandonados sin lugar a donde ir.

================ Cambio de escena ==================

“Tuve otro sueño acerca de la tierra en el cielo.”

Dentro de un espacio ilusorio creado por el Shiantor, una chica pelirroja habló con el aire vacío delante de ella con un bostezo.

“-¿Esa hada otra vez? ¿El que arrastró a un niño bestia a un lago?” De ese aire vacío, apareció un gran pez volador.

“No, eso fue castigado uno justo después de eso. Este sueño estaba en un punto diferentes. Un grupo de hadas se reunieron dentro de un bosque y causaron un alboroto. No podían hablar, pero lloraban, reían y gritaban.”

“-Parece una perturbación en el vecindario.”

“Sí, otros estaban molesta”, dijo la chica pelirroja, y el pez asintió con aprobación. “… Me pregunto quiénes eran.”

“-¿Hmm? ¿Qué quieres decir?”

“Cuando sueño, estoy en un lugar nostálgico. Dentro de esa pequeña barrera, en un momento en que Ebo y Jay todavía estaban allí.”

“-Ah, nuestra nave, ¿eh?”

“Allí, es como si hubiera historias diseminadas. En los agujeros en las paredes, o pegado entre los gabinetes, en las ilustraciones de los libros de la foto… cuando los encuentro, aprendo sobre esos niños. Lo que hacen, lo que piensan, lo que sienten… como leer un libro, puedo leer sus vidas”.

“Esta barrera en la que estamos está ya es como un sueño, pero ¿todavía estás soñando con eso? Supongo que llegarás a esa edad…” comentó el pez, pero la chica no entendía nada. “Esos niños son todos ustedes, Elq.”

“¿Yo?”

“Esos idiotas que destrozaron tu alma no tenían mucho poder o habilidad. Básicamente, no terminaron el trabajo. Los fragmentos eran de diferentes tamaños, y seguían conectados entre sí. Esas hadas en tus sueños son los resultados de partes de tu alma… como el pelo que cortaste hace mucho tiempo o algo así. Puesto que no moriste bien, esos fragmentos de tu alma no podían quedarse quietos. Y a través de esa conexión, estás viendo sus vidas como sueños.”

“¿Así que mis sueños realmente están sucediendo, fuera de este mundo de sueñoss?”

“-Eso es Correcto.”

“Esas chicas jugando bromas y siendo castigadas y causando un alboroto… ¿todo lo que realmente sucedió?”

“-Mhm.”

Ah, ya veo, pensó Elq. Eso es interesante. El mundo de sueños creado por la Primera Bestia en la que ella residía proporcionaba a la ingenua Elq más que suficiente entretenimiento, pero la efímera vida de esas hadas en el cielo proporcionaba un tipo completamente diferente de estimulación. Ella disfrutaba de sus sueños, o más bien de las vidas de los fragmentos de su propia alma, como una especie de diversión que le permitía experimentar historias cortas y agradables.

Después de eso, el tiempo pasó.

Sin embargo, en el mundo creado por el Shiantor, el paso del tiempo no tenía sentido. Cada día pasaba exactamente de la misma manera que el anterior. El sentido común de que con cada ciclo del amanecer del sol y el establecimiento de mañana se convierte en hoy y hoy se convierte en ayer no se aplican. Una constante hoy simplemente continuó para siempre.

En medio de esa monotonía sin fin, los sueños de Elq solo cambiaban poco a poco. Las islas flotantes cayeron a manos del Teimerre a la deriva. Algunas hadas impidieron esos ataques haciendo que su veneno se volviera loco. Algunas personas notaron eso y tuvieron la idea de usar a las hadas, que anteriormente no eran más que disturbios del vecindario que vivían dentro de los bosques, como armas para proteger las islas.

“Recientemente, mis sueños han sido un poco molesto”.

Viendo que las hadas se dedicaban a perseguir sus ambiciones, hacían que los sueños de Elq fueran divertidos, pero hace poco que ya no podía ver eso. Ahora, sólo veía a las hadas que se mataban para salvar la vida de otros, como si fueran simples herramientas.

Más tiempo pasó.

Como siempre, cuando llegó la noche, Elq vio las vidas de las hadas. Observó cómo las hadas aprendían el idioma de la gente de la isla, recibían espadas y se convertían en soldados mientras se trataban como armas.

En ese momento, algunas de las hadas comenzaron a tener un sentido de sí mismo y el deseo de vivir. Por alguna razón, Elq no podía ver esas hadas por algún tiempo después de su nacimiento. Sólo después de que crecieron sus historias se conectaron a sus sueños. Según Carma, esos fragmentos, después de pasar por muchas reencarnaciones, se habían acercado a existir independientemente, debilitando su conexión con Elq en el proceso. Eso significaba que las divertidas historias de Elq desaparecerían por completo. No estaba muy contenta al oír la noticia.

Entonces, un día, un hada particular apareció en los sueños de Elq. Esa hada tenía el pelo del color de un cielo azul claro y los ojos del color de una superficie tranquila del océano. Tenía gran fuerza, y además su uso de esa fuerza ya estaba firmemente decidida. Ella manejaría el Kaliyon Seniolis y derrotaría a un Teimerre especialmente grande, perdiendo su propia vida en el proceso. Ella existía con ese único propósito.

“Ahh, no de nuevo”. Sólo viendo el comienzo de esa historia sencilla y cerrada, Elq cayó en un estado de ánimo deprimente. Esa hada resultaría exactamente igual que todas las demás. Desecharía su corta vida sin saber nunca la diversión o la felicidad. Elq predijo fácilmente la conclusión.

Su predicción habría sido exactamente correcta, si no fuera por tres puntos de inflexión. En primer lugar, el hada de repente tuvo el deseo de caminar en una ciudad extranjera. En segundo lugar, un gato travieso cogió su precioso broche y salió corriendo. Y en tercer lugar, después de caer de un edificio alto, aterrizó encima de y casi aplastó a un joven de pelo negro.

“¿¡Estás herida!? ¿¡Estás viva!? ¿Hay órganos aplastados?”

Los dos corrieron por toda la ciudad, luego se separaron y luego se encontraron de nuevo.

“Bien, un placer conocerte, Sr. Supervisor.”

Eventualmente, la hada notó los sentimientos dentro de ella.

“… si le pedí un beso o algo. ¿Qué harías?”

Su determinación de morir deshecha, cayó en un remolino confuso de resentimiento, pero aun así, ella mantuvo la cabeza alta y decidió perseguir sus aspiraciones.

Elq se quedó absorto en la historia de esa hada, esa vida que alguna vez había sido parte de ella. Se sentía como si esa hada hubiera tomado algo importante de ella, pero no sabía qué.

La hada amaba a alguien y renunció a su propia felicidad para esa persona. Fue sin dudarlo a un campo de batalla donde le esperaba cierta muerte. Ah, eso es correcto. Elq se dio cuenta: la chica le recordó a Leila, la Regal Brave humana que una vez mató a Elq Harksten. Elq había muerto mientras deseaba convertirse en Leila. Ella llevó esa admiración con ella a la tumba.

Ese deseo se hizo realidad. Todas las hadas de los sueños de Elq arrojaron sus vidas sin pensar en su propia felicidad. Ella nunca prestó mucha atención a esos elementos, ya que ella misma no entendía muy bien los conceptos del amor o de la propia felicidad. Sus sueños se habían vuelto aburridos recientemente, pero ahora Elq se dio cuenta de que era el resultado de su propio deseo. Quería interactuar con el mundo exterior. Quería agitar una gran espada y sacrificarse como Leila. Todo el tiempo, esos deseos infantiles de ella se habían cumplido una y otra vez, consumiendo innumerables vidas en el proceso.

Pero ahora, esta chica de cabello azul… Kutori Nota Seniolis rompió el patrón. En lugar de simplemente seguir los deseos de Elq, ella tenía sus propias aspiraciones. Ella amaba a alguien, y no ocultó esos sentimientos. Ella quería traer esa felicidad a la persona y encontrar la suya también. Ella se dirigió a una batalla peligrosa a pesar del miedo y la agitación dentro de ella.

Dentro de sus sueños, Elq no era más que una niña pequeña sentado dentro de las ruinas de la vieja nave de los Visitantes. No entendía lo que había hecho, ni sintió nada. Sin embargo, cuando se despertó en el mundo de sueños, se enojó consigo misma. ¿Cómo pudo haber sido tan mala? Quería vomitar. La Iglesia de la Luz Sagrada tenía razón. Elq Harksten era un dios malvado que merecía ser asesinado.

“No deberías preocuparte por eso” dijo Carma, casualmente. “Todas esas chicas que mueren y nacen son tú, así que no estás dañando a nadie. No sólo eso, sino que las islas en el cielo están siendo protegidas con su poder, ¿verdad? Estás haciendo algo bueno.”

“No”, pensó Elq. Kutori podría ser yo, pero no soy Kutori. Aunque las hadas eran todas partes de Elq, cada una de ellas tenía su antigua personalidad y aspiraciones. Elq no estaba luchando desesperadamente por nada como ellas. Ella no podía. Sólo podía ver desde la distancia y admirar a quienes podían.

El tiempo pasó.

Elq vio como Kutori se rompió desde dentro durante la batalla. Al principio, sus sueños no eran más que una forma de diversión donde podía experimentar historias cortas y agradables. No eran más que una manera de obtener estimulación que de otro modo no podría entrar en el mundo de sueños. ¿Entonces por qué? ¿Por qué estaba sucediendo esto?

“Tengo un deseo. Probablemente va a ser mi último”, dijo Kutori.

“Lo sé”, pensó Elq.

“No puedo recordar con precisión, pero siento que hay alguien que quiero salvar. Hay sentimientos que quiero transmitir.”

“-Yo también lo sé. No soy tú, pero tú eres yo. Te he visto perseguir a Willem todo este tiempo.”

“Ahora entiendo todo. Pero todavía te lo estoy preguntando.”

“-Pensé que dirías eso.”

Elq no pudo decirle a Kutori que quería que se detuviera, que viviera un poco más, que Elq pudiera ver un poco más de su historia. Así que simplemente la vio salir una última vez.

Elq no derramó una sola lágrima en su sueño. Pero aun así, no podía apartar los ojos de la historia de la niña de pelo azul y del joven de pelo negro hasta el final.