Shokei Shoujo no Virgin Road (LN)

Volumen 4

Capítulo 1: El Comienzo De La Fuga

Parte 3

Akari Tokitou poseía la Pureza Conceptual Tiempo, la cual estaba acoplada a su alma.

Como su nombre implicaba, las Purezas Conceptuales eran conjuros sobrehumanos que permitían al usuario manipular un concepto. Había muchas otras variedades además de la del Tiempo de Akari. Las personas de este mundo a veces invocaban Errantes con el objetivo de hacerse con este increíble poder, aunque de vez en cuando también se presentaban de forma natural.

El papel de las Verdugos como Momo y Menou era acabar con esos tabúes, pero esta vez, las circunstancias eran diferentes.

—Y has dicho que has estado retrocediendo en el tiempo una y otra vez en busca de una forma de salvar a mi senpai de morir durante este viaje, ¿verdad?

Akari asintió en silencio, pero con mucha fuerza.

Momo se recostó en su asiento. Parecía suave a la vista, pero, reiterando,esose limitaba únicamente a la pinta. Con poco más que una fina capa de tela envuelta sobre madera dura, los asientos transmitían hasta el último traqueteo del tren a cualquiera que tuviera la desgracia de estar sentado en ellos.

Mientras la locomotora se balanceaba, Momo volvió a ordenar sus pensamientos.

Retroceder el tiempo para todos en el mundo entero.

Era  difícil  imaginar cómo  funcionaba este fenómeno. Ella le hablaba de un efecto masivo, sin precedentes históricos hasta donde Momo sabia. Tampoco tenía forma de observar lo que ocurría en la línea del tiempo cuando se retrocedía, lo que significaba que no serviría de mucho teorizar sobre ello.

Sólo una cosa era segura—el Retroceso siempre funcionaba a favor de Akari.

Ella era la poseedora de la Pureza Conceptual; la Errante destinada a convertirse en Tiempo. El suceso resultante estaba obligado a obedecer su voluntad.

—Realmente eres como una espina en mi trasero. Toda tu existencia es increíblemente inconveniente.

—Lo mismo digo. Además, sólo estoy atascada en este tira y afloja con el tiempo porque siempre fuiste incapaz de proteger a Menou, ¿quedo claro?

—Quejarte de una versión mía de una línea de tiempo que jamás he experimentado no significa nada para mí, idiota.

Hasta que Momo escuchó la versión de Akari, había actuado únicamente para apoyar a Menou, apoyando plenamente su decisión de utilizar la Espada de Sal para matar a Akari.

Sin embargo, en cuanto se enteró de que Menou acabaría traicionando a Las Fausto para proteger a Akari, el objetivo de Momo cambió.

Incluso antes de eso, ella había tenido sus preocupaciones.

Menou era una Verdugo increíblemente hábil. Siempre mataba a sus objetivos tras un breve periodo de interacción. Sus métodos se asemejaban a los de Flare, quien les había instruido a ella y a Momo. De hecho, Menou era ahora conocida como Flarette en ciertos círculos del bajo mundo.

Pero como Menou era tan hábil, siempre mataba a sus objetivos poco después de entrar en contacto con ellos. Antes de Akari, nunca había llegado a conocer a sus objetivos durante mucho tiempo.

Por ello, a Momo no le pilló del todo por sorpresa descubrir lo que podría llevar a la muerte de Menou.

—Senpai… es demasiado amable.

—Mm-hmm—. Akari asintió. —Ha sido así desde que la conocí. Menou es muy amable, o al menos conmigo… ¡Je, je!

—¡Si tan sólo pudiera abandonar a una imbécil como tú…!

Mientras Akari soltaba una risita, Momo rechinaba los dientes, preguntándose por qué Menou lo arriesgaría todo para proteger a esta horrible persona.

Que Menou traicionara a Las Fausto significaba que sería asesinada por su Maestra, Flare. Y si esa era una posibilidad real, Momo decidió que no había necesidad de que su senpai matara a Akari. Simplemente alejó a Akari de Menou con el propósito de que el Error Humano no la inspirará a hacer alguna tontería.

Momo había cambiado su objetivo de un viaje para tomar la vida de Akari a uno para salvar la de Menou.

—Pero Momo, ¿Menou va a estar bien sin nosotras?

Si la cercanía de Menou y Akari fue lo que desencadenó el desastre, entonces Menou sobreviviría mientras Akari se mantuviera alejada. Sin embargo, Akari se quedó con la sacerdotisa, razonando que no había ninguna garantía de que Flare fuera quien realmente acabara con la vida de Menou.

Después de todo, en una ocasión Akari intento alejarse de la sacerdotisa, lo que solo adelanto su muerte.

Momo puso los ojos en blanco. —Ella estará bien. Escucha, puede que no te hayas dado cuenta por lo dolorosamente estúpida que eres–

—Momo, ¿podrías cerrar los labios en lugar de insultarme de nuevo?

—Puede que no te hayas dado cuenta porque eres muy, pero muuuuy imbécil… pero por lo que me has contado, parece que hay dos causas principales para la muerte de mi senpai, siendo la primera la aparición de aquella mujer pelirroja–la Maestra Flare, que, suponemos, sucede como consecuencia de la traición a Las Fausto. Y la otra seria… que cuando tú no estás cerca, ella carece de la fuerza necesaria para sobrevivir a ciertas peleas peligrosas.

Como ejemplo de lo segundo está el incidente con la arzobispa Orwell en el Reino de Grisarika.

La arzobispa Orwell—una miembro de Las Fausto que se manchó las manos con un tabú extremo. Individualmente, superaba con creces las habilidades de Menou, y además contaba con un armamento a temer. Se trataba de una enemiga tan diestra que repelió sin muchos problemas cada una de las trampas y trucos de la sacerdotisa.

Menou sólo había sobrevivido a su emboscada en la antigua capital de Garm porque consiguió utilizar la Pureza Conceptual de Akari.

Dado que Momo también estuvo presente durante el suceso, era muy consciente de que la ausencia de Akari habría hecho imposible que Menou derrotará a Orwell.

—Como había dos formas de que mi senpai muriera, elegiste intentar salvarla viajando con ella, ¿correcto?

Akari asintió de nuevo.

Sin Akari, Menou no habría escapado de la trampa de Orwell.Esencialmente, ese eraun hecho seguro. Por muy capaz que fuera Menou, era un mal deporte para un enemigo que estaba en la cima de Las Fausto.

—Esta vez, ya hemos superado esa prueba. Así que de lo que tenemos que preocuparnos ahora es de la posibilidad de que mi senpai sea asesinada por nuestro Maestra luego de cruzar el centro del continente.

Akari había explicado el bucle durante su estancia en el oasis a Momo. En sus viajes desde entonces, Momo había aprendido prácticamente todo  lo que Akari recordaba.

A su entender, las cosas diferían de la situación con Orwell cuando entraron en la parte occidental del continente. La Maestra Flare sólo mataba a Menou cuando está pasaba una cierta cantidad de tiempo al lado de Akari.

—Y lo más probable es que eso suceda porque…— Momo se interrumpió.

No quería decirlo delante de Akari. Podía imaginarse con suma claridad cómo reaccionaría la japonesa, y eso la pondría de mal humor. Se iba a arrepentir; no obstante, abrió la boca a regañadientes.

—…su amistad contigo tendrá algo que ver.

Hasta donde Momo entero, Menou murió ante la Maestra Flare cuando traicionó a Las Fausto para salvar a Akari.

Ytal ycomo se lo imagino, del rostro de Akari surgió una sonrisita descarada—

—¿Ah sí? Je-je… ¿Tú también lo piensas? ¿De verdad? ¡Lo sabía! A Menou le debo gustar mucho, mucho–

—¡¡TODO ES CULPA TUYA, ASÍ QUE MUEREEEE!!

—¡¿Bwuh?!

Corrección: su reacción fue todavía más molesta de lo que Momo esperaba.

Momo efectuó un gancho a la derecha de Akari, como si quisiera castigarla por el pecado de engreírse demasiado. Fue un movimiento muy exagerado y obvio, así que Akari se deslizó rápidamente de su asiento y evitó por poco que el puño de Momo chocara con su cara.

—¡Porque! ¡¿Por qué demonios ha sido eso?!

—Ooh, lo siento   mucho. Te  pusiste  tan ridículamente feliz a pesar de ser la raíz del problema, y no pude contener mis ganas de matarte.

—¡Sólo estás celosa! ¡No te enfades porque es obvio que Menou se preocupa más por mí que por ti!

—¡¿Disculpa?! ¡Coooomo así! ¡¿Quién te crees que ereeees?!

Momo miró a Akari con odio, pero bajó el puño. Aun que le arrancará la cabeza de un golpe, el Retroceso sólo la traería de vuelta. No sería fatal.

—Bueno, ciertamente tengo muchas dudas. Pero esa hipótesis bastará por ahora.

Una de las muchas rarezas que le llamaron la atención a Momo fue el que la Maestra Flare, quien supuestamente iba a matar a Menou, actualmente no era una Verdugo activa.

Flare era conocida como una leyenda viviente, pero en la actualidad, su función era supervisar un monasterio que entrenaba a las futuras Verdugos. Por muy venerada que fuera, una mujer en su posición normalmente no sería enviada al campo.

¿Por qué iba a salir la Maestra de su retiro para ejecutar a Menou por traición?

Menou era increíblemente hábil, pero no era tan fuerte como para que nadie más que su Maestra pudiera matarla. Incluso el juicio sesgado de Momo tuvo que admitir que  un escuadrón de sacerdotisas  lo suficientemente hábiles podrían derrotar a Menou con toda probabilidad.

Aunque Flare había hecho de Menou su sucesora, no era una persona tan sentimental como para insistir en ser ella quien acabara con su antigua alumna.

De corazón frío y despiadado.

Una asesina sin emociones.

Tal era la impresión de Momo sobre su Maestra. Flare jamás permitió que los sentimientos la afectaran en sus misiones. Tampoco es como que valorara demasiado su propia vida. Entonces, ¿por qué iba a hacer algo así?

Sin embargo, basándose en lo que Akari describió de sus múltiples encuentros con su Maestra, no era una coincidencia. Durante la primera vez en particular, no había duda de que Menou había traicionado Las Fausto para salvar a Akari…

A pesar de ello, no tenían suficientes piezas para armar el rompecabezas. Así que Momo dejó de lado las especulaciones inútiles y pasó al siguiente tema.

—¿Así que la mayor diferencia entre esta repetición y todas las anteriores es Pandæmonium, cierto?

—¡Mil veces sí! Fue toda una conmoción.

Pandæmonium era el Error Humano con el que se habían topado en la ciudad portuaria de Libelle. Conocida como la peor y más visceral de los Errores Humanos, había sido sellado en el interior de una neblinahasta que se formó inesperadamente un agujero en la barrera. Se pensó que había sido causado por los mil años de deterioro, pero resultó que la verdadera causa fueron los constantes Retrocesos de Akari.

Momo no pudo evitar fruncir el ceño.

—En serio, qué mal tan terrible has soltado en el mundo. ¿Acaso quieres matarnos a todos?

—No, no fue mi intención…

Akari hizo un puchero, claramente descontenta con la situación.

Realmente no sabía que sus encantamientos podrían liberar uno de los Cuatro Mayores Errores Humanos.

—Aunque, bueno… si Menou va a morir de todos modos, ¿a quién le importa si este mundo es destruido?— agrego Akari.

—Sé lo que quieres decir—, coincidió Momo con una expresión perfectamente seria.

Menou era mucho más importante para ambas que cualquier otra cosa.

—No puedo culparte por estar dispuesta aaniquilar el mundo con tal de salvar a mi senpai. Pero si la pones en peligro en el proceso, entonces eso es otra historia. No me importa lo que haga Pandæmonium cuando mi senpai ya no esté, ¿pero y si terminan en el mismo lugar?

—¡Argh, tienes razón…!

El par de extremistas continuó su discusión sin preocuparse de las posibles bajas resultantes.

—En cualquier caso, hay varias maneras de garantizar la seguridad de mi senpai. La primera y más importante es tu muerte. Si una Errante como tú muere, tampoco es como que alguien se quejaría. Y cuanto antes suceda, más rápido desaparecerá el móvil que influye en mi senpai para traicionar a Las Fausto. Desgraciadamente, nos quedaremos con el dedo meñique de Pandæmonium, pero eso no es tan malo suponiendo que no habrá otros daños.

—…escucha, Momo—. Akari tenía un aspecto grave al contemplar la contundente observación de la otra chica. —Te odio, así que no quiero que seas tú quien me mate. En mi opinión, se requiere cierto nivel de confianza para entregar tu vida a otra persona.

—¿Qué demonios estás diciendo?

Era, en efecto, un extraño sentido de los valores.

Claramente, esta chica  se  había vuelto completamente loca en el proceso de rebobinar el tiempo una y otra vez. Momo la miró con una expresión que rozaba la lástima por una tonta patética.

—De todas formas, no puedo matarte, lo que hace que ese plan sea discutible.

—Por cierto, ¿exactamente, por qué no puedes hacerlo? Incluso tú deberías ser capaz de acabar conmigo si me cortas con la Espada de la Sal, ¿no?

—Me temo que no podría obtener el permiso para usarla. Por lo que me han dicho, hay que pasar por la Tierra Santa para llegar a donde se guarda la Espada de la Sal. Dado que en este momento soy una ayudante que cometió un acto de insubordinación, ir a la Tierra Santa sería lo mismo que entregarme.

—Oooh, ya veo—. Akari asintió pensativa. —Así que realmente no puedes matarme, entonces. Me siento un poco aliviada.

—Si pudiera, ya lo habría hecho… pequeña garrapata entrometida.

—¿Oh-ho-hooo? Bueno, ya que no puedes, supongo que eso te convierte en un pestiño muy barato, ¿eh? Los palos y las piedras pueden romper mis huesos, ¡pero Momo no puede matarme!

Era cierto que Momo no poseía medios para matar a Akari. Si la oveja perdida muriera por cualquier medio estándar, la Pureza Conceptual del Tiempo la traería de vuelta.

—En cualquier caso, estamos de acuerdo en que la razón de la muerte de mi senpai es diferente de la primera parte del viaje a las etapas medias y más allá, ¿correcto?

—Correcto.

—Bien. Entonces, una vez que haya cruzado el Desierto de Balar, mi senpai no se verá envuelta en ningún incidente que no pueda afrontar, incluso sinque túestésallí. Así que, por favor, métete esa idea en la cabeza.

—…entendido.

En circunstancias normales, Menou no debería encontrarse con problemas graves como el de Garm con demasiada frecuencia.

—¿Ni una sola vez has probado a ver si podías irte de su lado en algún momento sin que muriera?

—…tenía miedo, ¿vale?— La voz de Akari temblaba. —Creo que fue la tercera vez… cuando Menou murió mientras yo no estaba. Así que pensé que sería mejor si me quedaba con ella para asegurarme de que no muriera.

Esa era la principal razón por la que Akari nunca se separaba de Menou.

La persona a la que intentaba salvar había perecido en un suceso totalmente ajeno, lejos y sin que se percatará de ello, y eso la hirió profundamente.

—Incluso si Menou muere, puedo volver el tiempo atrás. Empezar de cero. Pero si ni siquiera sé que está muerta, no puedo rebobinar el tiempo. No saber lo que le pasa es insoportable.

Después de repetir las cosas unas cuantas veces, Akari había intentado escapar del Castillo Grisarika en cuanto la rescataron, por lo que nunca llegó a conocer a Menou.

Al final, había vagado sinrumbo por su cuenta hasta que fue atrapada por Flare y se enteró de la muerte de Menou. Hasta entonces, había asumido que Menou estaba viva, y no había sido capaz de conjurar el encantamiento que rebobina el tiempo para todo el mundo.

Akari siempre fue más emocional que lógica por naturaleza. Su obsesivo deseo de estar con Menou le impedía analizar la situación con objetividad.

Momo se cruzó de brazos mientras escuchaba la confesión de Akari.

Para su propio fastidio, comprendía exactamente cómo se sentía la otra chica. No pudo evitar simpatizar con el sentimiento de poner la vida de Menou por encima de todo.

—Bueno, tenemos mucho trabajo por delante. Espero que estés preparada.

—Lo sé, pero, aun así, Momo…— Akari suspiró. — mi corazón no está en esto, en viajar a tu lado. No hay emoción en compartir momentos contigo; ¡esto carece de chispa!Unviaje a otro mundo debería ser divertido,¿sabes?

—¿Emoción, hmm?

Momo entrecerró los ojos. Si Akari ya había experimentado el mismo viaje una y otra vez, sin duda ya estaba acostumbrada. Seguramente sólo se quejaba para buscar pelea.

Sin embargo, Momo no era de las que rechazaban una oferta.

—Bueno, es la primera vez que vienes a estas montañas, ¿no?

—¿Eh? Sí, supongo que sí.

—Ya veo. Imagino que sólo has tomado antes los trenes que atraviesan las llanuras. Si mi senpai te llevará a la Espada de la Sal, iría directo a la Tierra Santa en lugar de dar un rodeo como éste. En ese caso…

Momo dirigió su atención a lo que había más allá de la ventana. Desde que el tren había entrado en esta región montañosa, las vías se habían vuelto más sinuosas, reduciendo su velocidad total. Y como las dos chicas estaban pasando por los picos… Momo divisó exactamente lo que esperaba.

—Cinco… cuatro…

La ayudante de Verdugo comenzó una cuenta regresiva. Confundida, Akari la observó atenta.

—Tres… dos… uno… cero.

Justo cuando Momo terminó, el tren entró en un túnel.

Entonces el interior del tren se llenó de luz.

El resplandor emitido por los Motores Guía llenó el paso subterráneo e inundó las ventanas. El vagón de Akari y Momo no era una excepción, por supuesto. La Luz Guía entraba a raudales por la ventanilla que Momo había abierto.

Los ojos de Akari se abrieron de par en par ante el brumoso resplandor de la luz antinatural. Sin embargo, la locomotora salió del túnel antes de que pasara demasiado tiempo.

La luz del sol brilló y anuló el débil resplandor de la Luz Guía.

—¿…y bien?

Como Akari estaba acostumbrada a viajar por las llanuras, nunca se había encontrado con un túnel. Mientras la chica se quedaba boquiabierta ante la maravillosa visión, Momo la miró con cara seria.

—¿Suficientemente emocionante para ti?

—¡Hrmmph…!

La boca de Akari se torció en un ceño fruncido. Infló las mejillas y se dio la vuelta, tratando de ocultar sus evidentes emociones por despecho.

—¡En absoluto!

Momo sonrió con suficiencia.

Había ganado este asalto.

***

Muy por detrás del tren programado por Momo y Akari, otra locomotora circulaba por la misma vía.

Tenía un total de diez vagones, desde la locomotora hasta el vagón de observación de la parte trasera. Las ruedas     repiqueteaban contra     las     vías,     empujándola siempre hacia delante. A cualquier observador externo seguro debería de parecerle mucho más potente que cualquier otro tren ordinario. Tres lujosos vagones cama estaban enganchadosa él. Unagradablearoma recorría uno de los compartimentos del primer vagón.

El interior no podía ser más diferente al de Momo y Akari. Este no era un tren convencional al que te podrías subir simplemente comprando un pasaje barato en el mostrador del andén. Si no fuera por el paisaje que volaba por la ventanilla junto a la mesa, el interior podría haberse confundido fácilmente con una habitación de un hotel de primera clase.

El pasajero de esta cámara en particular estaba disfrutando de una comida de varios platos.

Normalmente, esta comida sólo se serviría en el vagón comedor adyacente al vagón cocina, pero esta persona había dado instrucciones a su asistente para que le trajera la comida, con la mesa totalmente dispuesta para una cena de estilo restaurante.

La que disfrutaba de este extravagante servicio y cocina no era otra persona que Ashuna Grisarika. Cuando terminó su platillo de mariscos yse tomó un descanso, llegó el siguiente plato.

—Aquí está su orden, su alteza.

—¿Cuál es el plato principal?

—Un filete poele, me han dicho. Luego habrá un postre de gelatinade champán rosado, y,finalmente,té negro. ¿Será aceptable?

—Perfecto. Se nota que sabes lo que haces.

Asintiendo ante el cortés informe del asistente, Ashuna reprimió una risita.

La persona que le traía la comida estaba vestida con un uniforme de mayordomo. Sin embargo, no se trataba de un hombre. La sirvienta que le entregaba la comida a Ashuna era una mujer lo suficientemente joven como para ser considerada una niña.

Ashuna la llamó de nuevo, con alegría en su tono.

—Sabes, estoy sorprendida. Aunque suene absurdo viniendo de quien te obligó a hacer esto, debo decir que lo estas llevando bastante bien.

—Por supuestoque no quiero oír de usted, pero…sí, me he entrenado a fondo con el fin de afrontar toda clase de situaciones, así que confío en mi capacidad para poder realizar la mayoría de las tareas que se me presenten con relativa facilidad.