Monogatari (NL)

Volumen 5

Capitulo 1: Fénix Tsukihi

Parte 10

Pero las apariencias engañaban. Araragi Tsukihi, que esta mañana había tratado de hacernos brochetas a Karen y a mí con un punzón, en cualquier cosa que no era una actitud relajada, despreocupada o perezosa.

Ella era un panda perezoso. En otras palabras, ella era un oso furioso.

Tsukihi no tenía las habilidades de lucha de Karen y era la estratega de las Fire Sisters, pero su agresividad histérica y temperamental era casi monstruosa, incluso si no debería decir eso de mi propia hermana.

Mi punto de vista honesto era que Karen, perteneciente a la clase de persona que es impetuosa e imbécil, era al menos manejable, mientras que Tsukihi, pertenecía a los que padecían una estupidez retorcida y tortuosa, estaba más allá de mí.

Si Karen era una llama roja, Tsukihi era una llama azul. Si te acercabas demasiado, podrías quemarte y no sería solo tu piel.

Ahora que habíamos suavizado los bordes afilados del feroz tigre, Senjougahara Hitagi, la tarea más grande en mi plato era cómo civilizar mejor a la menor de mis hermanas en escuela media.

La próxima vez tendría que discutirlo con Hanekawa.

Podría ser necesario un curso de terapia aún más extenso.

“Onii-chan, ¿crees que hoy Karen llegará tarde a casa?”

“Tal vez. No sé.”

Le había dicho que regresara para la cena, pero estaba tan eufórica de conocer a la gran Kanbaru-sensei que tal vez no me hubiera escuchado. En el peor de los casos, incluso podría quedarse a pasar la noche.

Oye, tal vez esta noche termine por convertirse en toda una mujer… o al menos, en una joven.

En cuyo caso, me lavé las manos de todo.

No lo sabía y no me importaba.

“Huh, ya veo.” Dijo Tsukihi. “Cuando Karen se pone nerviosa por algo, pierde de vista todo lo demás.”

“Como si fueras alguien para hablar.” Bromeé.

Tsukihi infló las mejillas como si eso fuera innecesario.

No tenía conciencia de sí misma. Eso era lo que la hacía tan aterradora. El hecho de que inflar sus mejillas la hacía aún más como un panda perezoso también era aterrador.

“¿Qué?” Le pregunté. “¿Necesitabas algo de Karen? Pensé que por ahora habían terminado con su tiempo como defensoras de la justicia, dígase el hipotético fin de las Fire Sisters.”

“No. No necesito nada Es solo que…” La expresión de su rostro era complicada… como si realmente no quisiera terminar su oración. “Parece que Karen ha estado haciendo muchas más cosas sin mí.”

“¿Hm?”

¿Era el caso? Por lo que pude ver, estaban juntas las veinticuatro horas del día como siempre.

Unidas por la cadera. Compañeras peregrinas.

Bueno, eran mi familia y todo eso, pero tal vez esa era solo la vista desde afuera. Quizás Karen y Tsukihi sintieron alguna desconexión… algún presagio de cambio.

“¿Están ustedes dos peleadas? ¿Han sido las cosas incómodas?”

“No, en absoluto, en absoluto.” Respondió mi hermana. “No tengo mejor amigo, ni Ribbon.”

“¿Ciao?”

“¡Chu Chu!”

El lenguaje secreto de los hermanos.

Cualquiera que nos oyera no tendría idea de qué diablos estábamos hablando. El hecho de que pudiéramos comunicarnos así demostró lo aterrador que es la hermandad… a menos que, bueno, tampoco supiéramos qué diablos estábamos diciendo.

Una ruptura total de la comunicación.

“Aun así, creo que estoy empezando a pensar que no podemos seguir llamándonos las Fire Sisters para siempre.”

“Hah.” Una risa escapó a medias de mis labios. No me sorprende, quería decir una parte de mí, pero la otra parte estaba bastante sorprendida de oírla decir eso.

“Cuando lo piensas, junto con Karen solíamos ser los mejores amigos. Incluso te llamamos Koyo Koyomin, ¿recuerdas?”

“Ni una sola vez.”

Sin embargo, todos jugamos juntos, con Sengoku en la mezcla, solo por dar un ejemplo.

Puede que no estuviéramos en los mejores términos como hermanos, pero no nacimos con mala sangre entre nosotros… ¿Supongo que habíamos empezado a separarnos cuando comencé la escuela media?

Creo que mis hermanas de repente se sintieron como niñas pequeñas para mí. Si ahora me pongo a rememorar, me parece bastante egoísta y ególatra.

No era el mejor hermano mayor, y Karen y Tsukihi eran hermanitas poco ortodoxas, así que tal vez no debería generalizar sobre hermanos y hermanas.

“Bueno, cuando todo esté dicho y hecho, Karen comenzará la escuela secundaria pronto.” Le recordé. “Sé que ustedes van a una escuela de escaleras mecánicas, pero la escuela secundaria está en un campus diferente, ¿verdad? También tendrán horarios diferentes…”

Eché un vistazo a mi propia sombra mientras hablaba… era vaga e indistinta ya que estábamos en el pasillo y las luces estaban apagadas. Aunque Karen no iba a empezar a quedarse despierta toda la noche y dormir todo el día, pensé en la vampiresa jugando con una Nintendo DS allí.

“Sus vidas se dividirán de varias maneras. Probablemente no sea algo por lo que estés realmente feliz, ni tampoco Karen.”

“Sí. Y una vez que lleguemos al final de la adolescencia, la policía probablemente dejará de pasar por alto las cosas.”

“……”

Parecía carecer de un momento de escrúpulos por usar su género y edad como arma.

Chica aterradora.

Si me preguntabas, era solo una fantasía, pero las Fire Sisters jugando a las defensoras de la justicia probablemente fueron útiles según la sociedad. Dicho eso, dudaba que la idea de justicia de Karen y Tsukihi fuera la misma.

Trabajar incansablemente por el bien de los demás sin esperar nada a cambio… si eso calificaba como justicia, entonces en el caso de Karen, la justicia era su objetivo.

Era una concepción extremadamente sencilla… sencilla y juvenil. Obviamente, y con honestidad, nadie podría malinterpretar sus intenciones. Esa era Araragi Karen.

Sin embargo, en el caso de Tsukihi… la justicia era su pasatiempo.

Algo que hacer.

Era más difícil marcarlo como juvenil… porque muchos adultos también eran así.

Ambas versiones de la justicia apestaban a falsedad, pero sus naturalezas eran en realidad diametralmente opuestas.

Había diversidad en la falsedad.

Aunque se acomodaron bien entre sí, Karen creía que el fin justificaba los medios, mientras que Tsukihi creía que los medios justificaban el fin.

Si Karen era masoquista… entonces Tsukihi era una sádica.

Si Tsukihi era el verdadero sur… entonces Karen era el verdadero norte.

No eran idénticas, no eran gemelas.

Sólo eran compatibles cuando todas sus protuberancias y conexiones encajaban entre sí.

Una hermana mayor siempre ansiosa por hacer un alboroto y una hermana menor siempre capaz de descubrir una razón para hacerlo… las Fire Sisters de la Segunda Escuela Media Tsuganoki.

Llama roja, llama azul.

“Onii-chan, probablemente ya te hayas dado cuenta de esto…” Dudé que hubiera leído el flujo de mi argumento, pero Tsukihi apunto con exactitud a lo que estaba pensando. “No creo que sea una creyente tan apasionada de la justicia como Karen.”

“Está bien…” Otro comentario sorprendente. Eso fue bastante claro para mí, pero la autoconciencia de Tsukihi me dejó totalmente atónito.

“Amo la justicia, creo que es genial y todo eso, pero no creo que haya un núcleo firme de justicia en mí. Karen siempre dice que la justicia que corre por sus venas no lo permitirá o que el espíritu de justicia arde en ella.”

“Ella es así.” Diciendo palabras tan vergonzosas y con cara seria.

“Pero nunca me había sentido así. Hay justicia en Karen, pero no en mí. La justicia en la que creo… es la justicia de Karen y la tuya.”

“¿La mía?” Eh, ¿qué se suponía que significaba eso?

“Puede que sea la estratega de las Fire Sisters, pero al final las Fire Sisters se trata de Karen. Solo soy apoyo, una mano amiga. Si ella no creyera tan firmemente en la justicia, probablemente yo no creería en una cosa tan inestable.” Declaró impasible Tsukihi. “En ese sentido tienes razón, Onii-chan. Cuando se trata de mí, al menos… mi justicia es falsa. Me dejo llevar demasiado fácilmente por los puntos de vista de otras personas para poder reclamar ese manto.”

“……”

Hrrm. Cuando lo dijo de un modo tan abierto, no estaba seguro de cómo responder… sentí que me había elegido como su audiencia para una admisión libre de culpa.

Era tan contrario a las cosas que solía soltar. Si esto era en lo que pensaba cuando estaba sola, realmente me sorprendió.

Siempre que las Fire Sisters no estaban de acuerdo, la opinión de Karen tenía prioridad…

Siempre asumí que era porque Karen era mayor, pero supongo que había otra razón.

Y aquí pensé que sabía todo lo que había que saber sobre mis hermanas. Incluso mientras luchaba por enmascarar mi confusión, Tsukihi habló de nuevo.

“Si Karen es alguien que hace justicia a los demás, entonces yo soy alguien que lo hace influenciada por otros. Estuvimos mirando en diferentes direcciones desde el principio… así que ya ves, he comenzado a sospechar, cada vez más estos días, que las Fire Sisters podrían haber pasado su mejor momento. Solo mira lo que sucedió la última vez, cuando te arriesgaste para detenerla. Karen actuó sola, ¿no es así?”

“Sí, ahora que lo mencionas…”

Karen había actuado prácticamente sola. Lo había visto como otro de sus alborotos característicos, pero ahora que Tsukihi lo dijo… tal vez era una indicación clara y presente del cambio que se avecinaba.

Una señal de que Araragi Karen… se estaba graduando de las Fire Sisters.

“¿Y qué? No es gran cosa.” Comenté. “En vez de eso míralo de esta manera… Hasta ahora, ustedes eran demasiado cercanas.”

Cuando comencé la escuela media, mi actitud hacia mis hermanas cambió. Sin embargo, cuando Karen ingresó a la escuela media, para bien o para mal, su actitud hacia Tsukihi siguió siendo la misma.

Eso probablemente se deba a la personalidad clara y simple de Karen… pero ni siquiera ella podría seguir siendo una niña para siempre.

Ella no pudo.

¡No podía!

¡Dime que no podía!

Ejem… Solo quiero que eso sea cierto a tal punto que me dejé llevar… pero, de todos modos.

Una vez que Karen ingresara a la escuela secundaria, su mundo se volvería a expandir. Claro, ella podría cambiar… y de una manera completamente diferente a cómo me convertí en un perdedor en la escuela secundaria.

Ella podría terminar cambiando. Crecer y madurar.

Ella todavía tenía sólo quince años… había mucho espacio para madurar.

“Entiendo que así son las cosas.” Dijo Tsukihi. “Pero aún. Una vez que esté en la escuela secundaria, ¿empezará a burlarse de mí como lo haces tú?” Dejó escapar un suspiro exagerado. “Dos contra uno difícilmente sería justo. ¡Un enfrentamiento de un solo lado, un juego de poder! El equilibrio del juego que logramos preservar durante tanto tiempo se derrumbaría. Estaré llorando en mi almohada todas las noches antes de irme a dormir.”

“Me estás haciendo sonar mal. Me veo como su hermano mayor confiable, siempre cuidando de ustedes.”

“Siempre cuidándonos. ¿Qué, quieres decir con cepillarnos los dientes mientras agarras nuestros senos?”

“Ajajaja.” El confiable hermano mayor trató de reírse de esa escena.

Tsukihi estaba siendo abierta conmigo, pero desafortunadamente no se había olvidado de lo ocurrido esta mañana… eso era pedir demasiado. Tropezar con tu hermano mayor y tu hermana besándose en la cama era generalmente el tipo de trauma que duraba toda la vida.

“Está bien, lo he decidido.” Tsukihi apretó su mano en un puño firme como si indicara alguna determinación interior. “Cuando Karen regrese a casa hoy, hablaré con ella. Una conversación seria sobre el futuro de las Fire Sisters.”

“¿De verdad? ¿Quieres decir que podrían separarse?”

“¡Es posible! ¡Su música y la mía simplemente no encajan! Si Karen quiere ir sola, ¡no la retendré! ¡Me tragaré las lágrimas y la despediré con una sonrisa!”

Me estaba burlando en parte (bien, totalmente) de ella cuando mencioné la separación, pero mientras hablaba, Tsukihi me señaló con el dedo como si hubiera dado en el clavo.

Parecía una idiota.

Tenía esperanzas sobre la probabilidad de que Karen creciera una vez que comenzara la escuela secundaria, pero no pude evitar pensar que el día en que Tsukihi finalmente crezca estaba muy, muy lejos.

Pensarías que era más inteligente por la forma en que había estado hablando.

“¡Onii-chan, tienes que venir a la fiesta de cierre! ¡Habrá muchas chicas de escuela media!”

“Si insistes. Sacaré suficiente tiempo y, al menos, mostraré mi rostro.” Respondí con indiferencia.

La parte de muchas chicas de escuela media no tuvo nada que ver con eso, por supuesto.

Bueno, independientemente de su resolución, dudaba que mis hermanas pequeñas tuvieran esa discusión esta noche. El tema de conversación de Tsukihi iba a ser desviado por una sorpresa muy exasperante: la pérdida de la preciosa y preciada cola de caballo de Karen.

Ese punzón iba a ser blandido contra mí una vez más, eso estaba garantizado.

Hmm. Solo para estar seguro, tal vez debería hacer que Shinobu beba un poco de mi sangre por adelantado.

Ah, casi lo olvido. Habiéndome acordado de la cola de caballo de Karen, necesito hablarte sobre el peinado de Tsukihi.

Esta mañana estaba tan ocupado tratando de esquivar un punzón que no tuve la tranquilidad de entrar en detalles, pero ella también se había cambiado de peinado a principios de agosto.

Sin embargo, a diferencia de Hanekawa, Senjougahara o Karen, Tsukihi cambiaba su peinado con la misma facilidad con que tú te cambiabas de ropa, así que no fue sorprendente. Pero el bob holandés no debe haberle agradado porque lo mantuvo durante menos de un mes, un ciclo particularmente breve.

A partir de hoy, catorce de agosto, Araragi Tsukihi tenía su cabello en un refinado corte de hombro de longitud estándar. Era difícil saberlo ya que acababa de salir de la ducha, pero noté un ligero rizo hacia adentro. Sea lo que sea lo que hizo, era un estilo brillante que hizo destellar sus cutículas a pesar de que apenas había luz en el pasillo.

Si podía dejar de ser su hermano por un momento y darle una valoración objetiva, el corte la hacía parecer un poco mayor en contraste con como realmente era por dentro.

Aun así, un bob holandés largo y recto, sus estilos de peinado no tenían nada en común, ¿seguían las trenzas?

Esa era mi última apuesta.

De todos modos, peinado nuevo, chica nueva, supongo. Aunque dije “en contraste”, sentí que Tsukihi estaba actuando un poco menos infantil después de cambiar a este nuevo estilo. Tal vez solo estaba imaginando cosas, pero la posibilidad me llenó de esperanza… toma lo ocurrido esta mañana como, por ejemplo. Mirando hacia atrás, un punzón en realidad podría significar moderación. Cuando todavía tenía el peinado bob, fácilmente podría haber agarrado un taladro eléctrico del cobertizo.

No es que nada de esto importe realmente. Pensé que te gustaría saberlo.

Por cierto, ya que me había estado dejando crecer el cabello para ocultar la marca de mordedura que Shinobu había dejado en la base de mi cuello durante las vacaciones de primavera y perdí la oportunidad de recortarlo, estaba luciendo bastante bien en este punto.

Menos como Kitaro y más como Misery de Outer Zone.

De acuerdo, eso fue una exageración.

“Bueno, ¿Onii-chan confiable? ¿No te dirigías a alguna parte?”

“Ah, eso es correcto.”

Estaba envuelto en nuestra conversación. Puede que no haya podido sentir lo que Shinobu estaba sintiendo, pero probablemente estaba empezando a perder la paciencia dentro de mi sombra. Por lo que sabía, había lágrimas de amargura corriendo por su rostro mientras jugaba con su DS.

“Bueno, entonces, cuida el fuerte.” Dije. “No debería tardar en regresar. Mientras estoy fuera también iré a la tienda. ¿Necesitas algo?”

“Estoy bien. Diviértete.”

“Me asegurare de divertirme. Ahora date prisa y vuelve a tu habitación. No puedo abrir la puerta principal mientras estás medio desnuda en el pasillo.”

“¿Hrn?”

“Te estoy diciendo que no andes con un atuendo tan suelto. No seas provocativa sin ser provocada.”

La ropa japonesa estaba muy bien, pero tenía que hacerlo bien. Qué aficionada. Su obi estaba envuelto alrededor de su cintura de forma descuidada, así que sus senos y piernas estaban prácticamente en exhibición… Tenía el cuerpo de una niña, así que ni siquiera era sexy.

En todo caso, la vista fue un desvío.

¿Hm? Espera un segundo…

“Tsukihi.”

“¿Sí?”

“Prepárate para desvestirte.” Anuncié, alcanzando el nudo de su obi.

“¿Qué? ¿Qué? Onii-chan, detente, ¿qué estás haciendo? ¡¡Aieee!!”

Tsukihi trató de resistirse, pero era la que luchaba era la otra hermana. La resistencia de mi hermanita más pequeña significaba poco para mí. Lo creas o no, tengo mi cierta experiencia en combate.

Yo no era el magistrado cobarde en una pieza de época, pero agarré el obi y la hice girar una y otra vez, cada vez más rápido, hasta que se desenredó por completo. Sin piedad, le quité el yukata, le até las manos con el obi ahora libre, la empujé al suelo del pasillo y me senté a horcajadas sobre ella.

En serio, si la puerta de entrada se abriese ahora y alguien viese esto, estaba acabado de muchas maneras.

Si fuera Karen, eso sería una cosa, pero si fueran mi mamá y mi papá, entonces más que haber acabado, sería el final.

La serie terminaría con este párrafo.

La peor conclusión posible… Realmente lamentaríamos que la historia hubiera continuado.

Este día no se veía bien para mi calificación de favorabilidad. No fue solo un tropiezo, sino una caída libre, prácticamente en línea recta, sin signos de tocar fondo.

Y, por lo tanto.

“¿Hmm? Justo como pensaba.” Dije.

“¿Qué, qué, qué? ¿Qué acaba de suceder? ¿Qué está pasando? ¿Alguien puede decirme por qué mi hermano simplemente me desnudó, me ató y me empujó hacia abajo?”

“Bueno, Tsukihi. ¿No solías tener una cicatriz por aquí?”

Señalé un lugar cerca de su pecho.

Por lo general, la ropa interior la ocultaba, pero acababa de salir de la ducha y no llevaba sujetador (uno de sus sujetadores deportivos hecho de un material suave), lo que dejaba el área completamente expuesta.

Alcancé a dar un breve vistazo a través de la abertura de su endeble yukata y pensé que algo parecía mal… y tenía razón.

La cicatriz que debería haber estado allí… se había ido.

El evento que dejó esa cicatriz había creado una impresión tan fuerte que todavía lo recordaba.

De hecho, era imposible olvidarlo. Fue más un incidente que un evento.

La cicatriz.

Cuando Tsukihi estaba en la escuela primaria, se metió en problemas por razones que no estaban del todo claras… y como resultado de ese problema, saltó del techo del edificio de la escuela y se hizo esa cicatriz.

Ella no cayó al suelo. Quiso la suerte, o tal vez como en una película de kung-fu, aterrizó en el toldo de un camión que estaba estacionado debajo, y así logró escapar con vida… pero las heridas que sufrió obviamente fueron bastante graves.

En particular, la cicatriz en su pecho, donde un pedazo del marco del dosel la apuñaló, había sido garantizada en términos inequívocos por el médico que permanecería por el resto de su vida.

¿Hm?

“Espera, espera.” Dije. “En realidad, no tienes ninguna cicatriz en tu cuerpo.”

Ahora que miré más de cerca, no fueron solo las heridas de entonces. Como una de las Fire Sisters y defensora de la justicia que carecía de las impresionantes habilidades de lucha de su pareja, Tsukihi estaba constantemente adquiriendo nuevos rasguños y moretones.

Está bien, me sincerare contigo, puede que haya estado detrás de algunos de esos rasguños y moretones… pero todos habían desaparecido.

Ni rastro de ellos, su piel estaba suave y limpia.

Ligeramente rosada por el baño… flexible, brillante, como si gotas de agua pudieran rebotar en ella.

“Las heridas se curan, ya sabes. Soy un ser humano.”

“¿Hrm? Sí, supongo que tiene sentido.”

Tiene sentido. Lo tenía.

Aun así, algo parecía extraño. Quiero decir, ¿por qué no me había dado cuenta antes? No siempre me estoy comiendo con los ojos la piel de mi hermana (¿por qué tipo de pervertido me tomas?), así que no podría decirlo con certeza… ¿Pero fue porque aún era joven?

¿Parte del proceso metabólico? Hrrm…

“Um, ¿te importaría alejarte de mí ahora, Onii-chan? Quitarme la ropa es una cosa, pero si todo lo que querías hacer era buscar cicatrices, no veo por qué tuviste que atarme las manos o montarme a horcajadas.”

“No, supongo que fue innecesario.”

Me había dejado llevar.

En el transcurso de un día, me senté a horcajadas sobre mis dos hermanas. ¿Qué tipo de hermano era yo?

Hmph. Bueno, supongo que fue algo bueno. Mejor menos cicatrices que más cicatrices. Después de todo, ella era una chica, por mucho que “cicatrices de batalla” suene realmente genial.

Satisfecho (probablemente no fue un gran problema en primer lugar), toqué el pecho de Tsukihi una vez y la dejé ir.

“¡¿Por qué me agarraste el pecho antes de bajarte de mí?!”

“No hubo razón alguna, de verdad.”

¿Por qué no hacerlo ya que tenía la oportunidad?

Por capricho, para decirlo de manera sucinta.

“Me llamó la atención, así que me pregunté cómo se sentía.”

“¡¿De forma tan casual?!” Gritó Tsukihi.

“Sí. Mira. Puyo-puyo. Puyo-puyo.”

“¡No los pinches con los pies! Y deja de hacer efectos de sonido tontos como un juego de rompecabezas.”

“¡Excelente!”

“¡No hagas una cadena!”

“¡Tormenta de Nieve! ¡Diacute! ¡Cerebro Tonto! ¡Jugem! ¡Bayoe-n!”

“¡Zonked!”

Ningún puyo basura cayó de mi lado… aunque sentí que podría haber un número desastroso de puyos molestos en la cola (y puyos duros).

Honestamente, como fan desde Story of Sorcery, quería poder más de una cadena de siete hits al menos una vez, mientras vivía.

“¡Oye, deja de tocar tanto los pechos de tu hermana pequeña!”

“Parecería un personaje muy, muy increíble si alguien escuchara eso fuera de contexto…”

No habría una pizca de favoritismo para él, y palabras como “diabólico” y “monstruo” serían demasiado dóciles.

Ese tipo era un rakshasa malvado.

“¡Usaremos esa imagen como exhibición en las tiendas!” Recomendó Tsukihi.

“¿Qué librería querría poner eso?”

“Esperemos que las valientes.”

“No vayas a crear problemas.”

Hable sobre la interferencia con los negocios.

“Crímenes…” Gruñendo, Tsukihi se levantó del suelo y se apresuró a ponerse el yukata que le había quitado. “Si sigues haciendo cosas como esta, Karen y yo vamos a tener que hacer que Hanekawa-san te regañe.”

“No, eso no.”

Solo podía imaginar lo enojada que se pondría.

Sea como fuere, fui bastante franco en cuanto a dónde tracé la línea, para dirigirle una mirada tranquila. Había personas a las que estaba bien tocar y personas a las que no estaba bien tocar, una clara diferencia.

“Crímenes. Crímenes y criminales.” Murmuró Tsukihi. “Después de todos los problemas que Karen y yo atravesamos para mantener nuestra relación con nuestros novios tan pura, ¿por qué deberíamos tener que someternos a una relación tan profunda con nuestro propio hermano?”

“Deja de quejarte. Es probable que Karen esté pasando por algo similar en este mismo momento.”

Una profunda, o como dicen, una relación de amor entre adolescentes… cortesía de las malvadas garras de mi kouhai. Cuando lo pensabas de esa manera, tal vez las Fire Sisters compartieron una conexión en algún nivel invisible.

De todos modos, novios. Así es, los tenían.

“Ah, veamos. ¿Tu novio se llamaba Rosokuzawa? ¿Todavía no has roto con él?”

“Odio decepcionarte, pero estamos perdidamente enamorados. Llámanos bombarderos del amor. En cuanto al novio de Karen, Mizudori, entiendo que ha habido cierta discordia… pero creo que todavía se llevan bien, en general. Por supuesto, si descubren el tipo de cosas que nuestro hermano nos hace, tendríamos que romper de inmediato.”

“Hmph.”

Eso me puso de los nervios.

Como su hermano mayor, el mero hecho de que tuvieran novios era imperdonable. ¿Saliendo cuando todavía estaban en la escuela media? Me hizo sentir resentido.

Ojalá se separaran.

Por supuesto, por mi parte, si Senjougahara alguna vez se enterara de cómo me comporté con mis hermanas, podría golpearme con su propia versión de los papeles de divorcio.

En ese sentido, probablemente todavía era demasiado pronto para presentar a Senjougahara, renacida o no, como mi novia. Ya estaba en suficientes problemas debido a que mis hermanas usaban la tarjeta Hanekawa Tsubasa. Cuando se trataba de estas cosas, Hanekawa no estaba exactamente de mi lado.

“De todos modos, esta vez realmente me iré.” Declaré.

“¡No vuelvas! ¡Ya no eres bienvenido en esta casa!”

“¡Oh, pero siempre regresaré… a tu corazón!”

Y así, después de nuestro intercambio espontáneo en el habla entre hermanos, esperé hasta que Tsukihi subiese al segundo piso y finalmente abrir la puerta principal para salir.

Naturalmente, no tenía forma de saberlo.

No tuve forma de saber, en ese momento… que nunca volvería a poner mis manos en la puerta principal.