Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 11

Capitulo 7

Episodio 29: El Encuentro Contra Hudom

“Lamento llamarte con tan poca antelación”.

“Siempre estoy dispuesto a pelear un poco”.

Hudom había viajado por las tierras en busca de dominar su arte marcial, y una vez le prometí un combate de entrenamiento. Incluso si Hudom hubiera inventado esta historia de fondo, funcionó a mi favor. Lo había llamado al patio, pidiéndole que me ayudara con mi entrenamiento. Ahora, nos enfrentamos con nuestra ropa de calle, con las manos vacías. Por supuesto, mi ropa de calle era una camisa a prueba de cuchillas hecha de seda de limo pegajoso, un limo de hierro oculto (arma) en mi cinturón y botas de seguridad en preparación para lo peor.

“¿Cómo es esto de las reglas?” preguntó. “Sin armas, y sin magia ofensiva o defensiva. Se permiten hechizos de mejora y energía.”

“Suena bien. Empecemos.” Sacudí mis extremidades y me puse en una postura cómoda mientras Hudom estaba a diez pies de distancia, levantando ambos puños. Parecía una postura de boxeo, pero sus piernas estaban un poco más separadas y sus pies estaban firmemente en el suelo.

“¡Empecemos!” Tan pronto como lo dijo, cerró la distancia entre nosotros de un salto, manteniendo el impulso en su golpe.

Pero no hay magia ni energía. Me pregunté por un momento si se lo estaba tomando con calma o simplemente esperando a ver qué haría yo.

“¿Le lanzarías un puñetazo así a un niño…?”

“¡Que gracioso, ya que lo esquivaste como si nada!”

Era tan rápido y poderoso como todo lo que había visto en la televisión en mi vida anterior. Lanzó golpe tras golpe, volviéndose más rápido y en combinaciones más complejas.

Un puño vino directo a mi cara, a lo que retrocedí apenas fuera de su alcance. Inmediatamente retiró su puño derecho y lo seguí para acercarme. Su otro puño vino hacia mí, que desvié con mi mano derecha, girándome noventa grados en el proceso para tratar de golpearlo con mi puño izquierdo. Calculé el ataque para que no tuviera tiempo de detenerlo, pero Hudom puso fríamente más distancia entre nosotros para reagruparnos.

A partir de ahí seguimos intercambiando strikes. Cuando empujó, yo empujé hacia atrás, y cuando empujé, él empujó hacia atrás. De vez en cuando mezclábamos patadas, pero ninguno de nosotros buscaba grandes movimientos que le dieran al otro una oportunidad. Aburrido era una forma de decirlo, pero nuestros intercambios fueron honestos y directos. Justo cuando nos habíamos acostumbrado a la rutina de turnarnos para atacar y responder…

La postura de Hudom cambió; su centro de gravedad bajó y sus puños se desplegaron. Luego, saltó hacia mí como un carnívoro abalanzándose sobre su presa. Reflexivamente agarré sus manos, encerrándonos en una garra. Inmediatamente usó su ventaja de altura para tratar de sujetarme al suelo; Me relajé por un segundo y retrocedí medio paso. Doblando mis codos, torcí sus brazos hacia afuera mientras me agachaba debajo de él…

Eso estuvo cerca. Casi había trabado sus articulaciones, lo que habría limitado su movimiento. Hudom había liberado sus manos en el último segundo y puso más distancia entre nosotros.

“No me estaba conteniendo…”, dijo.

“Conozco algunos agarres y lanzamientos”.

“Es genial saber de mi compañero de entrenamiento”.

El aire en torno a Hudom cambió. Sentí su energía física envolviéndolo mientras respiraba profundamente. Mostré mi intención de tomar represalias usando mi propia energía.

Hudom sonrió. “¡Aquí vengo!”

Sus ataques se volvieron mucho más impredecibles; a veces hizo la transición de golpes a agarres o lanzamientos, y otras veces mezcló golpes en una serie de agarres y lanzamientos. Tenía tanta variedad en sus ataques que era divertido verlo y pararlo. También reconocí que debe haber entrenado durante mucho tiempo para dominar esos movimientos. Por lo menos, ahora estaba seguro de que su experiencia y pasión por las artes marciales no eran solo una historia de fondo.

Por respeto, decidí darlo todo en este partido. Cuando me agarró, tiré de su brazo para hacerle perder el equilibrio. Cuando me dio una patada baja, le di una patada con la misma pierna para hacerlo tropezar… Usé la memoria muscular de mi vida anterior tanto como pude. Hudom terminó desviado, arrojado y arrojado al suelo una y otra vez. Pero, la luz nunca se desvaneció de los ojos de Hudom, ni tampoco dejó de moverse.

Entonces, sucedió algo extraño. Habíamos intercambiado una serie de golpes, creando un poco de distancia entre nosotros. En su siguiente golpe, sentí que la energía alrededor de su puño se fortalecía, y sentí que el puño que nunca debería haberme alcanzado golpeaba mi hombro. Si bien el impacto no fue demasiado fuerte, fue suficiente para aturdirme por un instante, combinado con la sorpresa de que el golpe me había alcanzado.

Hudom, por supuesto, no desaprovechó esa oportunidad. Me tiró al suelo. Me las arreglé para patearlo y lanzarlo detrás de mí, todavía aturdido por el golpe misterioso.

A medida que continuamos nuestro partido, descubrí que el ataque era una especie de disparo de energía, donde podía enviarme y golpearme con su energía. Con renovado interés y entusiasmo, me perdí en el partido antes de darme cuenta…

***

El encuentro terminó con Hudom quedándose sin energía. Aparentemente, usar energía para ataques directos usó mucha más resistencia que mejorar su fuerza. Lo estaba haciendo bien al principio, pero comenzó a perder velocidad con cada disparo de energía hacia el final.

Finalmente, Hudom cayó de rodillas, se rindió y cayó de espaldas, mirando hacia el cielo. Parecía que estaba feliz con el partido, habiéndolo dado todo.

Le entregué a Hudom una toalla y una bebida de mi caja de artículos; estaba casi jadeando. “Hay una barrera para mantener algo del frío, pero si te quedas así por mucho tiempo, morirás”.

Hudom esperó unos segundos antes de responder: “Gracias…”. Se secó el sudor con la toalla y bebió el contenido de la taza. Supuse que estaba un poco aturdido por el agotamiento. “¡Está bien!”

“Me alegro de oírlo.” Saqué mi propia taza y la jarra y me serví un vaso de agua con infusión de cítricos. Su aroma era refrescante después de ese gran ejercicio. Le serví a Hudom ya mí un segundo vaso, lo que le permitió hidratarse y recuperarse lentamente. “¿Mejor?” Yo pregunté.

“Mucho.” De repente, me miró con una expresión seria que no le había visto antes. “Gracias. Tengo problemas para pronunciar las palabras…

Pero esa fue una gran experiencia”. Sentí un respeto sincero por su parte, como un artista marcial le muestra a otro.

“Igualmente. Esa fue una gran experiencia para mí. Nunca antes había visto esos movimientos de energía”.

“¿En serio? Me alegro de que tuvieras algo que ganar con eso.”

“¿Te gustaría tener partidos regulares como este? Me gustaría aprender más sobre esas técnicas de energía”.

“¡Que sería increíble! ¡Hay muchas cosas que quiero aprender de ti también! Como…” Continuó, más como él mismo, pero igual de apasionado por las artes marciales.

Pasamos un tiempo discutiendo qué aspectos queríamos estudiar. Dijo que había considerado llamarme “maestro” para aprender de mí, pero ese no era mi estilo, así que le propuse que nos ayudáramos a crecer. Según Hudom, esa fue una oferta generosa.

“Las técnicas de lucha son el sustento de muchas personas. La mayoría no le daría esa información a alguien que no sea su aprendiz”.

Las clases y sesiones de entrenamiento estaban abiertas para todos en el Gremio de Aventureros; aquellos sirvieron al propósito de mejorar las tasas de supervivencia y éxito de los aventureros locales. Incluso entonces, la mayor parte del entrenamiento solo cubría lo básico a menos que algunos instructores o aventureros veteranos decidieran proporcionar más instrucción por razones personales. Prácticamente no había ninguna posibilidad de que alguien regalara técnicas patentadas.

Incluso en la Tierra, había oído que muchos dojos de artes marciales eran muy reservados sobre sus técnicas, llegando incluso a prohibir a sus estudiantes entrenar con alguien fuera del dojo y hacer que firmaran un juramento al unirse. Hubo muchas otras medidas que tomaron, desde diseñar un conjunto de técnicas de “espectáculo” para cualquier persona fuera del dojo, enseñar técnicas que requieren instrucción oral del maestro para comprenderlas completamente, etc. secreto, se sentía un poco injusto que cualquiera en la actualidad pudiera buscar la mayoría de las formas o técnicas de artes marciales en libros o en línea.

Entendí el punto de Hudom, pero sentí que debía compartir la filosofía de información abierta de la Tierra moderna.

“Solo mantenlo en el fondo de tu mente”, dijo. “Es un gran negocio para mí, y hay algunas artes marciales que son muy abiertas sobre sus técnicas”.

“Cierto… Espera, eso me recuerda”.

“¿Algo mal?”

Había olvidado por completo la verdadera razón por la que estaba aquí. “No te pedí que vinieras aquí solo para entrenar, ¿sabes?”

“¿Oh?”

“Hay algo que quiero preguntarte”.

“Responderé todo lo que pueda”.

“Maravilloso. Estás vendiendo información sobre mí, ¿no? ¿A quién se lo estás vendiendo?”

Hudom estaba terminando su vaso de agua cítrica y la pregunta hizo que la bebida se le escurriera por la tráquea.

“Cómo—”

“Puede que sepas que el reciente aumento de la delincuencia en la ciudad ha sido fabricado. Los nobles que se oponen al duque seguramente lo respaldan. Entonces, habíamos estado tendiendo una trampa para atrapar a sus agentes con las manos en la masa”.

“Y pisé la trampa”.

“Más importante aún, la persona a la que le estabas dando la información”.

Hudom instantáneamente pareció desinflado, luego, tal vez por la culpa, la determinación iluminó su rostro.

“Um… No creo que esté a punto de hacer lo que esperas que haga”. “¿Qué?”

“La verdad sea dicha, hubo sugerencias para capturarte sin tener esta conversación, pero insistí en darnos esta oportunidad. Tenía este sentimiento… Y la sesión de entrenamiento era solo una excusa, pero me dejé llevar… Lo siento por eso”.

Miré hacia el techo y vi un pequeño monstruo parecido a un búho allí; Me habían dicho que era el familiar de Lilian. Recién el día anterior me había enterado de que Lilian era domadora.

“Es cierto que he estado dando información sobre ti, así que ¿por qué hablar conmigo?”

“Oh sí. Sabemos que sí, y confío en el informe que recibí. Simplemente no sé a quién le estás dando la información, así que todavía no te veo necesariamente como un enemigo”.

“Aun así, la mayoría de la gente te vería de esa manera por hablar de ti a tus espaldas”.

“Supongo que sí.” Es por eso que me tomó mucho tiempo convencer a la sala ayer. Además de la vigilancia familiar de Lilian, había establecido la seguridad de limo esta mañana y me aseguré de usar mi ropa de calle de armadura completa. También había otros trucos instalados en el patio, y podía escabullirme en cualquier momento con magia espacial. En ese caso, Hughes y el instructor de seguridad entrarían corriendo.

“Tuve que proponer todas estas medidas de seguridad solo para poder hacer esto. Y todos aceptaron a regañadientes.”

“Esa es la reacción normal. ¿Por qué pasaste por el problema?”

No sabía exactamente por qué. “Puede que no te haya conocido por mucho tiempo, así que solo puedo decir que sentí que no eras un enemigo. Solo una intuición. De hecho, alguien me aconsejó que yo era demasiado lógico en mi toma de decisiones y que tenía que confiar en mi instinto”. Si bien era cierto que no parecía que Hudom fuera un enemigo, no pude evitar pensar en las cosas lógicamente. Cuando lo hice, sentí que estaba tratando de usar la lógica para convencerme de que no era una amenaza. “¡De todos modos! No sé exactamente por qué, pero seguí mi intuición. Es por eso que establecí esta conversación”.

“Eres bastante salvaje…”

“Ya he tenido todo eso y miradas significativas de la gente, así que no sirve de nada decirme eso ahora”. ¡Fui entrenado para esto en mi vida anterior! Necesitas piel dura y descaro para sobrevivir en un ambiente de trabajo abusivo. “Entonces, me gustaría escuchar su versión de la historia, pero por favor hágalo rápido. Los estoy haciendo esperar, preocupados por mí. Podrían atacar en cualquier momento sin esperar mi señal. ¡Dímelo ahora! ¡Por favor!”

“¡Bien, bien! ¡No necesito esta presión sobre mí!” Una vez que dejé de presionarlo, Hudom suspiró.

“Entonces, qué quieres saber…”, murmuró.

“Quién te paga, o mejor dicho, quién busca información sobre mí. Sólo dime lo que sabes.”

“Eso es fácil.”

Procedió a darme el nombre y título del individuo en cuestión; por un momento, pensé que mis oídos me estaban fallando.

“¿Escuché eso bien? ¿A quién le estabas dando mi información?” “Su Majestad, Erias De Rifall”.