Kawaikereba Hentai demo Suki (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: Ayano-San, Jamás Se Rendirá

Parte 1

…¿Cómo fue que llegue a esto?

Justo en este momento, Keiki se encontraba en una pequeña habitación que estaba oculta de todo el mundo. El único y leve rayo de luz que le permitía ver, ingresaba desde el interior del techo. Y mientras él se preguntaba cómo había pasado esto, una hermosa chica con el flequillo en su rostro, el cual tapa uno de sus ojos, tenía sus pechos pegados al cuerpo del joven.

“Haaaa….haaa…”

Fue allí cuando ella comenzó a respirar con dificultad… La verdad parecía como si estuviera gimiendo, parecía que la situación iba a llegar a su cúspide igual que el tren de pensamiento de Keiki.

“Kiryuu-kun…”

“¿F-fujimoto-san…?”.

“Kiryuu-kun… esto es muy duro…”

“¡¿De qué demonios estás hablando?!”

En el momento en que ella dijo esas palabras que se podían malentender claramente, Keiki comenzó a perder la razón.

…¡Como demonios fue que llegue a esto!

Después de que su cabeza comenzara a fundirse por el sobrecalentamiento, el comenzó a recordar cómo fue que se metió en esta situación.

***

Habían pasado ya unos días desde que el nuevo semestre escolar había empezado, y justo ahora un nuevo día de clases por fin había llegado a su fin. Por lo que cada miembro del club de caligrafía se había reunido en su sede mientras pasaban su tiempo de la forma que más les gustaba, ósea haciendo lo que cada uno quería.

Sayuki estaba concentrada en su habilidad con la caligrafía. Yuika estaba creando su libro ilustrado y Mao estaba con dibujando sus bocetos para su manga. La nueva integrante del club, Mizuha estaba muy enérgica mirando libros de cocina y anotaba cuanta receta veía interesante, y por fin, el único hombre de allí, Keiki estaba leyendo una novela ligera sobre una hermanita menor.

Si te llegas a preguntar él porque estaba leyendo una novela ligera sobre esta temática, era porque quería arreglar su ya dañado corazón, ya que después de todo había tenido unos ciertos problemas en su club.

“…Fuu, no puedo tener ideas frescas, al parecer necesitare que Keiki-kun me castigue un poco para poder concentrarme nuevamente”.

Pervertida Numero uno.

Una hermosa senpai que quiere que su Kouhai la haga su mascota: Tokihara Sayuki.

“Bruja-senpai, eres tan pervertida como siempre, en cambio Yuika prefiere castigar un poco a Keiki-senpai”.

Pervertida Numero Dos.

Una hermosa Kouhai con tendencias sádicas la cual quiere convertir a su Senpai en un esclavo: Koga Yuika.

“Oye Kiryuu, necesito ayuda con mi manga, necesito que hagas una expresión así como cuando otro chico te la mete”.

Pervertida número tres.

Una Fujoshi que en realidad es su compañera de clase y lo usa a él como su protagonista de su manga BL: Nanjou Mao.

“Fuuu… está haciendo calor, ¿No crees Nii-san?”.

Pervertida Número cuatro.

Su hermana menor que resultó ser una exhibicionista, en este momento ella estaba desabrochando los botones superiores de su blusa para mostrarle su brasier: Kiryuu Mizuha.

—Y cómo puedes ver, cada chica que hay en este club, es una pervertida sin remedio.

Al inicio de esta historia su hermana menor Mizuha era el ancla entre este basto mar de pervertidas para Keiki, pero como ahora sabia su fetiche, tenía que escapar de esta realidad para que su corazón sana con hermanas menores ficticias.

Por otro lado, el único que sabía del fetiche de Mizuha era Keiki, al parecer Mizuha no quería que nadie más lo supiera, por lo que además de estas pequeñas bromas que hacía, la mayoría del tiempo lo mantenía oculto de las otras chicas.

“Ah… esta hermanita de esta novela es muy bonita”.

“…Nii-san, estas coqueteando con una hermanita que no existe”:

Mientras ignoraba lo que las otras chicas estaban hablando, Keiki siguió refugiado en este ficticio mundo hasta que un golpe se pudo escuchar desde la puerta.

“Disculpe”.

En el momento que la puerta se abrió, una hermosa chica con un flequillo el cual incluso le tapaba uno de sus ojos se asomó, el color del moño que tenía en su pecho era beige, lo cual indicaba que estaba en el mismo año que Mao y Mizuha, ósea, estaba en segundo año, además, ella era la vicepresidenta del conceso estudiantil. Fujimoto Ayano.

“Ah, pero si es Fujimoto-san, ¿Hay algún problema?”.

Como ella era la encargada de los trabajos relacionados con los clubes, a menudo visitaba cada club de la escuela, comúnmente, ella solo se relacionaba con los presidentes de dichos clubes, en este caso le tocaba a Sayuki, sin embargo, la atención de la extraña chica se posó en el chico que estaba leyendo una novela ligera.

“Vine porque tengo que hablar con Kiryuu-kun”.

“¿Eh, Conmigo?”.

Gracias a que el nombre que menciono la vicepresidenta, era alguien muy importante, cada una de las chicas comenzó a susurrarse entre sí.

“Ahora que lo pienso, ¿No crees que eres demasiado cercana con Keiki-kun?”:

“Yo los vi muy pegados la otra vez”.

“Yuika vio cómo se abrazaban en el salón donde se guarda la papelería”.

“¿Nii-san y ahora que sucede?”.

Cada una de las chicas del club miró de una manera muy fría al único chico en el salón. Eso que sin mencionar que Ayano también tenía un fetiche, el cual ella se excitaba con los olores corporales, por lo que sin decir nada, Keiki desvió su mirada de ellas. Cosa que obviamente trajo aún más dudas sobre su relación. En medio de esa atmosfera incomoda, Ayano camino hacia Keiki.

“Sé que es repentino pero me gustaría rentar a Keiki-kun ahora”.

“¿Rentar?”, el pregunto.

“Denegado, pregúntale a alguien más” Sayuki respondió.

“Oye, ¿Por qué respondes por mi Senpai?”.

Cuando la escucho, Ayano miro a Sayuki con el único ojo que no tenía escondido y…

“Si te niegas, entonces me veré en la penosa necesidad de disminuir el presupuesto del club de caligrafía”:

“¡Tómalo, por favor haz con Keiki-kun lo que desees!”.

“¡¿Sayuki-senpai?!”.

Una vez obtuvo el permiso, Ayano como la mano de Keiki y lo saco a la fuerza.

“Bien, como ya se decidió, vendrás conmigo”.

“¿Eh?, ¡Espera un momento!, ¿Por qué me tratan como un objeto? Y… ¿En serio me venden por el presupuesto del club?”.

Además de Sayuki, las otras chicas también se debieron resistir, sin embargo, también estaban de acuerdo por varias razones.

“Si nos bajan el presupuesto, Yuika no podrá comprar más materiales para sus libros”.

“Pues, sería un gran problema, ya que no podría comprar más tinta para mis dibujos”:

“Yo creo que está bien que se lleven al tramposo de Nii-san”.

“¡¿No tengo ni una sola aliada aquí?!”.

Además, ¿En serio solo me venden por materiales y tinta?

Como ya había sido vendido por estos bienes, Keiki no tenía más remedio que seguir a Ayano fuera del salón. Una vez camino un momento por el pasillo, se detuvieron y fue en ese momento cuando Ayano expreso su pedido.

“Bien Kiryuu-kun, te pido por favor que le des a la pobre de Ayano-san tu ropa interior”.

“Nop”.

En ese momento Keiki se dio la vuelta e iba a iniciar a caminar de regreso al salón, sin embargo, algo comenzó a sostener su manga.

“Espera… la verdad no es eso, lo que si es cierto es que necesito algo”.

“… ¿Y ahora qué es?”.

Keiki supo justo allí que Ayano no se iba a rendir fácilmente, por lo que decidió que su plan de escape podría ser pospuesto. A pesar de que esta hermosa chica era respetada y venerada por algunos maestros y estudiantes, su fetiche con los olores era suficiente para convertirla en alguien no deseada para él, pero… con respecto a su físico, no había quejas por ningún lado.

“Sabes… umm…. La verdad es que te tengo que pedir un favor”.

“¿Solicitud A-A?”.

Como el joven caballero no tenía experiencia con chicas que le pedían algo de una manera tan linda, esto hizo que el corazón de Keiki se acelerara un poco. Y aunque el ya sabía que esto sin duda iba a hacer una trampa, no pudo evitar esperar algo diferente esta vez.

“Hay algunas cosas que necesito llevar al almacén, ¿Podrías ayudarme?

“…pensé que sería algo así”.

“… ¿Entonces es un no?”.

“Te ayudare, además me diste esas boletas para ir a la piscina, así que no te preocupes”.

“¿En serio?, bien, entonces iré a pedir las llaves del almacén, ¿Podrías esperar acá un momento?”.

“Claro”.

Anteriormente Keiki había escuchado que el consejo estudiantil tenía una gran emergencia, la cual consistía que no tenía ningún miembro masculino y obviamente estaban intentando reclutar uno. Y como Keiki en ese momento estaba desocupado leyendo una novela ligera, pensó que podría ayudarles.

Por lo que después de separarse de Ayano, Keiki fue directo al salón del consejo estudiantil y toco la puerta.

“Siga”.

“Disculpe”.

Cuando entro al salón del consejo estudiantil, pudo ver a una hermosa chica rubia con dos coletas en ambos lados de su cabeza, el color de su moño era verde, esto significaba que al igual que Yuika, ella era su Kouhai. Al verla detenidamente, pudo ver que su altura era casi la misma de Yuika o un poco más alta. Y por alguna extraña razón, ella estaba de mal humor, ya que miraba con cierta hostilidad a Keiki.

“¿Tienes algo pendiente con el consejo?”.

“Ah… um… Fujimoto-san me dijo que la esperara aquí”.

“Ya veo… entonces tu eres el que va a ayudar”.

“Hmph”, ella resoplo.

“Soy la tesorera del consejo estudiante, Nagase Airi y cómo puedes ver, soy de primer año”.

“Ah, mi nombre es—“.

“No necesito que te presentes Kiryuu-senpai”.

“Huh, ¿Ya me conocías?”.

“Eres muy famoso, ya que todos sabemos que tienes tu Harem en el club de caligrafía.

“Oye espera un momento, no puedo permitir que digas esas cosas”.

“¿Acaso estoy equivocada?”.

“Claro que lo estas, no recuerdo haber construido algo como eso”.

“Pero hay muchos rumores los cuales dicen que te la pasas abrazando a Tokihara-Senpai de tercer año y a Koga-san de primero ¿Sabes?, incluso afirman que siempre tienes una expresión de lujuria en tu cara”.

“… ¿En serio tengo esa expresión?”.

Él no podía negar esos rumores, ya que si habían pasado pero de forma accidental, pero había pasado.

“…Es por esto… que los hombres son tan…”

“Oye, no seas así… ehm… lo lamento”.

Keiki se disculpó por inercia desde que ella lo estaba mirando como si fuera un insecto inútil. Podía ser que tenía razón y lo que él había estado haciendo era considerado vulgar.

Además, ella creía que dos hermosas y normales chicas peleaban siempre por el… Por favor te pido que me digas donde inscribirme para tener esa vida.

De repente, el comenzó a sentir una extraña necesidad de volver a sus tranquilos días de secundaria.

“Ya que recuerdo, ¿No nos hemos visto antes Nagase-san?, ¿siento que al menos…?”.

“¿Qué?, ¿Esta es tu forma de asaltarme?”.

“¡Claro que no!, solo que no quiero que nos distanciemos más…”

Que lo odiaran de esta forma sin saber por qué, lastimaba aún más el pobre corazón del joven.

“…Hmph, pero tienes razón, esta no es la primera vez que no vemos. ¿Acaso no recuerdas que nos conocimos en la recolecta de basura?”.

“Ahh, ya que lo dices”.

“Bueno, de todas maneras una chica simple y común como yo es claro que no sea recordada”.

“Oye, nadie dijo eso, además… aunque no lo creas, eres muy linda”.

“Voy a vomitar, así que no sigas con eso. Esta debe ser la forma con la que te acercas a las chicas para clavarles tus afilados colmillos, por esa razón es que odio a los don juanes”.

[Nota: Don juan es un término popular que se usa para los hombres que son mujeriegos]

“… ¿Don juan…?”

Tal parece que su Kouhai Airi Nagase no tenía un concepto muy positivo sobre Keiki, ya que al parecer ella pensaba que él quería construir un Harem con las chicas del club de caligrafía y que no era más que un mujeriego, y obviamente la verdad era que él era un chico virgen que nunca ha tenido una novia.

“Um… creo que estas malentendiendo las cosas, yo jamás he salido con una chica en mi vida”.

“Mentira, ¿Cómo crees que te voy a creer?, ya que siempre dicen que eres muy afectuoso con todas esas chicas, ¿Acaso tienes pruebas para demostrar lo contrario?”.

“Em… pues soy virgen”.

“¿Eh?”.

En ese momento pareciera como si el tiempo se hubiera detenido.

Seguramente por la vergüenza que sintió en ese momento, la hermosa chica desvió su mirada.

“Um… lo lamento… creo” ella dijo con un tono comprensivo.

Esto es lo más doloroso que me han dicho en mi vida.

Después de que Airi hubiera puesto un nuevo trauma en el corazón de Keiki, la puerta se abrió y Ayano-san entro al salón.

“Disculpa la demora Kiryuu-kun… ¿Eh?, ¿Qué paso?” ella comenzó a mirarlos a los dos con una expresión de burla.

Un segundo más tarde, Airi corrió detrás de Ayano y señalo a Keiki.

“¡Sálvame vicepresidenta!, este hombre me está comiendo con la mirada”.

“La verdad no lo hice, pero como sea…”

Al parecer, su Kouhai era bastante narcisista.

Una vez terminaron de empacar lo necesario, Keiki por fin fue liberado de la áspera actitud y mirada de Airi y salió del salón del consejo estudiantil.

“Creo que Nagase-san me detesta”.

“No te preocupes. La verdad es que ella es un poco difícil de tratar, al parecer ella odia a todos los hombres”.

“Ah, ya veo”.

Así que en vez de odiar específicamente a Keiki, ella odiaba a todos los hombres.

“Ella no es una mala chica, más bien es muy amable, por eso quiero que tú y ella se lleven bien”:

“Bueno, a mí también me gustaría ser amigo de ella… pero teniendo en cuenta las circunstancias que no pueden ser cambiadas… creo que será imposible.

Airi consideraba a Keiki una basura, por eso el creía que con esa primera impresión tan nefasta sería imposible acercarse más a ella. Primero había sido la vicepresidenta con el fetiche con los olores y ahora la tesorera Misandrica. Lo más probable es que todas en el consejo estudiantil sean raras. [Nota: Misandrica, es una tendencia a odiar al género masculino]

Mientras seguía hablando con Ayano, llegaron a los casilleros de la escuela, así que después de cambiarse sus zapatos para ponerse los del exterior, siguieron caminando hasta que por fin llegaron a una pequeña casa en la parte trasera de la escuela, al parecer las cosas que ya no eran usadas era traídas aquí. Por eso el título de esta casa, era el almacén de basura. Una vez Ayano saco la llave que traía consigo, abrió lentamente la puerta. El interior estaba lleno de mucho polvo, parecía que había sido abandonado hace muchos años, además, habían colchones de gimnasia desgastadas y disfraces viejos en unos percheros, sin duda el título de almacén de basura, le quedaba a la perfección. Una vez encontraron el espacio adecuado, Keiki bajo la caja que traía consigo.

“Ahh… estaba bastante pesada…”

Gracias a que el clima estaba un poco húmedo, Keiki estaba bastante sudado.

“Buen trabajo, fuiste de mucha ayuda esta vez, como agradecimiento te daré un poco de jugo”.

“No te preocupes, no tienes que hacerlo”:

“Debes hidratarte adecuadamente, además… el olor de Kiryuu-kun… aahh…. El sudor…

ahhh…haaa….”

“¡Oye no te me pegues de esa manera!, está haciendo demasiado calor”.

Como si fuera una gatita en celo, Ayano se pegó rápidamente al cuerpo de Keiki y aunque el intentaba separarla de el como fuera posible, ella ya había envuelto sus brazos alrededor de él, y como este almacén siempre era un poco estrecho, ellos estaban más pegados por esa razón, sin embargo, de repente…

“¿Nnn?, el almacén no está cerrado”.

Keiki comenzó a escuchar una voz de una mujer.

“¿Es la voz… de okita-sensei?”.

Lo más seguro es que ella estuviera haciendo una inspección de rutina en la escuela, en ese momento, el sonido de sus pasos se hacía cada vez más fuertes.

“¡Maldición, esto no es bueno…!”.

Justo en este momento una hermosa chica lo estaba abrazando con intenciones que no eran muy puras que digamos, por lo que ser visto por un profesor en este momento, no sería muy favorable, así que para evitar que la situación se volviera peor, Keiki abrazo también a Ayano y se dejó caer en una de las colchonetas que habían en el suelo.

“¿Hm?… ¿Hay alguien ahí?… ¿Acaso fue mi imaginación?”.

La profesora comenzó a mirar a su alrededor y al interior del almacén mientras ella estaba parada en la puerta.

“Quien habrá sido el que dejo así el almacén, es increíble lo irresponsables que fueron, además, dejaron la llave pegada en la cerradora, por dios, que molestos”.

Después de unos segundos, se pudo escuchar un ruido metálico y después el silencio comenzó a reinar en el viejo almacén. Lo más seguro es que el anterior sonido fue de una de las puertas cerrándose, por lo que después de un breve momento, Keiki pudo escuchar como la profesora se alejaba cada vez más.

“…Uf, al parecer no nos descubrió”.

“Uhm… Kiryuu-kun…”

“¿Qué pasa?”.

“Um… ¿Puedes soltarme?”.

Cuando ella dijo eso, Keiki por fin cayó en cuenta en la posición en la que estaban. Justo ahora, Keiki estaba abrazándola, mientras que Ayano estaba sonrojada y apartaba la mirada por la vergüenza.

“¡Aaaahhhh!, ¡L-lo lamento!”:

“Está bien, además fui yo quien salto sobre ti en primer lugar”.

En el momento en que él se separó de ella, Ayano se paró lentamente y se sacudió el polvo que había en su falda.

“¿Estas bien con lo que sucedió?”.

“¿Con que?”.

“Cerraron la puerta hace un momento”.

“… ¿Eh?”.

Cuando ella le dijo esto, Keiki comenzó a recordar el sonido metálico que había escuchado hace un momento.

“Esp— ¿En serio?… pero aún estamos aquí”.

En ese momento él fue rápidamente a la puerta y comenzó a golpearla, sin embargo, no recibió respuesta alguna.

“E-entonces… estamos encerrados…”