Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 3

Extra 6: Las Compras de Sera

A estas alturas, Sera era una figura bastante conocida en Parth. Tras aparecer un día y unirse al grupo de Kelvin, su impresionante belleza, su fuerza inimaginable y su inocente personalidad le valieron tal fama y popularidad que no tardó en crearse un club de fans en su honor. La mayoría de la organización era masculina, pero había un grupo sorprendentemente grande de mujeres que la admiraban y fantaseaban con tenerla como hermana mayor.

—Hmm…

— ¿Qué te hace pensar tanto, Sera-san?

Este famoso demonio se encontraba actualmente dentro de la única tienda de Parth que ofrecía instrumentos musicales. Durante la última media hora, más o menos, había estado de pie frente al piano de cola más caro del lugar, con los brazos cruzados, gimiendo.

—Jefe, ¿podría tal vez vender esto a un precio más bajo?

— ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Quieres un descuento, ¿verdad? Ya que siempre hacemos tantos negocios, quiero decir que me encantaría, pero me temo que no es posible para este artículo.

Sera, que normalmente despertaba tanta admiración en los demás aventureros, no era en ese momento más que una niña que miraba a través de un escaparate con ojos brillantes. Miraba con increíble intensidad el piano que tenía delante.

—Hace tiempo que le has echado el ojo, ¿no? ¿No podrías pedirle a Kelvin-san que te lo comprara? Los aventureros normales no podrían permitírselo, pero viendo que se las arregló para comprar una mansión tan grande, quizás estaría dispuesto a comprarte esto por capricho.

—Kelvin es estricto con el derroche de dinero. Puede que diga que sí si se trata de un instrumento normal, pero esto sería una petición realmente difícil.

—Es una pena. Nos encantaría dejárselo a alguien como tú, que realmente posee la habilidad para sacar su verdadero potencial.

En este mundo, tocar con instrumentos se consideraba un pasatiempo de clase alta. Algunas tabernas podían tener instrumentos sencillos por ahí, pero en general, los más sofisticados eran disfrutados exclusivamente por la nobleza. Si uno quería escuchar música, había festivales. Si se quería tocar, sin embargo… bueno, el número de personas que poseían una habilidad significativa con un instrumento era bastante limitado, por decirlo suavemente.

El dueño de la tienda sabía que esta clienta poseía una importante habilidad musical. De hecho, incluso la consideraba lo suficientemente buena como para recibir alumnos. Debido a que su tienda normalmente no atrae mucho tráfico en primer lugar, encontró la presencia de alguien que parecía amar realmente la música por la música, como ella, bastante agradable. Por ello, quería ayudarla en todo lo que pudiera.

— ¡¿De verdad?! Entonces me lo daras… ¡a mí!

—Eso era una forma de hablar, ¿de acuerdo? Mi tienda quebrará si te lo doy, ¿sabes? — Aclaración: quería ayudarla como fuera… sin poner en riesgo su negocio. —Hmm… Supongo que no hay otra forma que considerar tu propia situación financiera. ¿Qué tal si lo miras a largo plazo y vas ahorrando poco a poco? Afortunadamente para ti, y no tan afortunadamente para mí, un artículo de alta gama como éste no tiene mucha demanda.

— ¿Y si lo quiero ahora?

A pesar de lo que preguntaba, los ojos de Sera estaban muy serios.

—Tienes un lado infantil que sale de vez en cuando, Sera- san. ¿De verdad lo quieres tanto?

—Sí, pero ya he conseguido el dinero de bolsillo de esta semana de Kelvin.

—Me temo que tendrás que ser paciente, entonces. Pero no te preocupes, puedes jugar todo lo que quieras aquí en la tienda.

El tendero le ofreció amablemente el mejor compromiso que pudo, esperando que su sugerencia calmara sus emociones por el momento.

—Si compro esto ahora, no podré pedir la nueva caña de pescar de Toraj. En los catálogos que Tsubaki envía con frecuencia, hay un modelo para pescar peces pequeños en arroyos de montaña que he estado deseando desde hace tiempo, pero… ¡no importa! Como dicen, ¡no hay tiempo como el presente! Compraré este piano de cola, jefe.

Aclaración: quería ayudarla en lo que pudiera… si es que realmente necesitaba su ayuda.

Sera, que era el tipo de persona que volcaba todo lo que tenía en sus actividades de ocio, no tenía la música como única afición. Esta vez, sin embargo, su estado de ánimo se inclinaba en la dirección correcta.

¡¿Así que tenías el dinero para comprarlo todo este tiempo?! Gritó el dueño de la tienda desde el fondo de su corazón mientras Sera descargaba un torrente de monedas del Almacén de Clotho a través del clon dedicado a su uso personal.