Zaregoto  (NL)

Volumen 2: El Estrangulador Romantico

Capitulo 1: El Espejo Manchado-Agrietado (El Espejo Purpura)

Parte 1

Mi mundo es el más interesante.

***

La Universidad privada Rokumeikan, ubicada en Kinugasa, en Kita distrito electoral de Kioto, tiene un total de tres comedores. De los tres, el Zonshinkan Chika (amorosamente abreviado a “Zonchi”) fue pensado para ser el más animado. Esto fue probablemente por qué tenía un extenso menú, y estaba justo al lado de la librería cooperativa.

Ese día, ya que no tenía clases durante el segundo período, fui directamente al Zonshinkan Chika después del primer período. No había desayunado aquella mañana – me había dormido accidentalmente una hora entera – así que pensé que podría tomar un almuerzo temprano.

“Hombre, está vacío a esta hora. Negocio arriesgado” -me murmuré a mí mismo, dudando en todo momento sobre si mi uso de la frase negocio arriesgado fuese el correcto. Recogí una bandeja.

Ahora, ¿qué podría comer?

No soy gastrónomo, por lo general, simplemente suelo comer lo que sea sin mucho alboroto. Sea picante o dulce, sin impórtame lo que contenga. Pero últimamente las cosas habían sido un poco diferentes.

Hace sólo un mes que pasé un infierno de una semana en un lugar donde me habían servido tres comidas gourmet al día.

Ahora, como un efecto posterior, mi lengua todavía estaba atrapada en ciudad presunción. Había pasado un mes desde que cualquier cosa me había hecho decir: Wow, esto es bueno. Cada vez que comía algo, siempre se sentía como si algo faltase, como un ingrediente clave que había desaparecido.

No era un inconveniente lo suficientemente apremiante para merecer ser llamado un problema, pero seguro que estaba harto de sentirme así. En cuanto a soluciones, ya había pensado en dos.

La primera era bastante simple: sólo comer comida sabrosa.

“No puedo esperar que eso suceda en un comedor de la universidad.”

Pero esa primera sugerencia era imposible de seguir. No, de ninguna manera, no sin regresar a aquella aislada y extraña pequeña tierra. No voy a decir que estaba totalmente en contra de la idea, pero sin duda tenía mis reservas.

“Eso no es bueno.”

Sí, estaba hablando conmigo mismo.

Esto dejó otra medida posible, y fue una táctica de brazo fuerte. Fue la táctica de golpear al niño que no escucha. La mayoría de los problemas en el mundo se resuelven dando o tomando.

Me acerque donde repartían el donburi {plato típico de Japón. Consiste en un cuenco que contiene pescado, carne, vegetales, u otros ingredientes cocinados juntos y servidos sobre arroz} e hice una orden personalizada

“Disculpe. Un tazón grande de kimchi {es una preparación fermentada de origen coreano confeccionada a base de diferentes vegetales sazonados con diferentes especias}, por favor. Sin arroz.”

La señora del almuerzo me dio una expresión burlona y dijo: “Eso es sólo kimchi, hijo”, pero ella lo distribuyó todo igual. Como si no fuera nada, lo dejó delante de mí, mostrando un admirable grado de profesionalidad.

Un gran cuenco montañoso de kimchi. Dudo que hubiera una sola lengua en este mundo lo suficientemente resistente como para poder comer todo eso y conservar su sentido del gusto. Asentí con satisfacción, coloqué el plato en mi bandeja y puse la cuenta.

El comedor estaba tan vacío que apenas podía decidir dónde sentarme. En otra hora, el lugar estaría lleno de estudiantes que habían terminado el segundo período temprano. Nunca fui un fan de las multitudes, así que me sentía a mí mismo restringido por un límite de tiempo. Me senté en la esquina más cercana.

“Abajo la escotilla.” murmuré, y tomé el primer bocado…

Esto.

Estaba.

Horrible.

¿Realmente tuve que comer un tazón de todo esto? ¿No era esto lo que comúnmente se conocía como comportamiento suicida? ¿Qué cruel destino me había llevado a este punto? ¿Qué había hecho yo?

“¿Es esto un castigo divino?”

Supongo que es a esto lo que le dicen cosechar lo que se siembra.

Desde entonces, empuñé mis palillos en silencio. Si seguía hablando conmigo mismo, la gente empezaría a creer que yo era un bicho raro. Y además, hablar mientras comes es de mala educación.

Y entonces, justo cuando alcancé mi límite, toda mi cabeza se había entumecido desde la punta de la lengua, no sabía qué diablos estaba haciendo o, en realidad, quién era yo, o lo qué palabra la que significaba, e incluso lo que significaba la palabra significaba. . .

“Hey.”

Ella se sentó en la silla frente a mí.

“Aleja un poco esa bandeja ¿lo harías?” dijo ella. Luego empujó mi bandeja hacia mí y colocó su propia bandeja en el espacio recién abierto. Su bandeja estaba llena de un plato de espagueti carbonara, un poco de atún, ensalada de algas y un postre de fruta extra para un total de tres platos.

¡Oh, qué burgués!

Miré a mi derecha, luego a mi izquierda. El comedor estaba todavía como hace unos momentos: vacío. Podrías llamarlo prácticamente desierto. Entonces, ¿por qué había decidido comer sus espaguetis directamente frente a mí? Probablemente algún tipo de atrevimiento.

“Oh, ¡Dios mío, ¿qué es eso?! ¡Es todo kimchi!” Exclamó con la impactante visión de mi almuerzo. “¡Guau! En serio estás comiendo un cuenco entero de kimchi!”

***

Tenía los ojos muy abiertos, las manos en alto como si estuviera expresando una enorme alegría. Tal vez eso era lo que estaba haciendo, o tal vez se estaba rindiendo. También existía la posibilidad de que fuera musulmana. Cualquiera de estos estaba bien para mí, pero en realidad, probablemente sólo estaba sorprendida.

El cabello que llegaba hasta sus hombros tenía un tinte rojizo y estaba hecho en una especie de peinado bob. Su ropa no era nada fuera de lo común. Eran lo que llamarías casi reglamentario, siguiendo el estilo del cuerpo estudiantil de Rokumeikan. De repente, cuando se sentó, parecía mucho más pequeña, pero luego me di cuenta de que la mayor parte de su estatura provenía de sus extra-altas botas de Londres.

Ella tenía una cara joven, así que no podía decir si ella era de algún año superior o de mí mismo año. A juzgar por su comportamiento solitario, habría parecido plausible que ella fuese de un año menor, excepto que siendo que yo era un estudiante de primer año, esto era prácticamente imposible.

“Oye. Ya sabes, si no respondes, me sentiré sola y esas cosas.” Ella me miró con ojos de perrito.

“Bien,” dije finalmente. “¿Quién eres tú?”

Estaba bastante seguro de que este fue nuestro primer encuentro. Pero yo había aprendido una cosa en el mes que paso: Este extraño pedazo de espacio conocido como universidad tenía un número inusualmente grande de personas que eran amistosas y genuinas. Estas extrañas personas harían conversaciones contigo como si hubieras sido su amigo íntimo durante los últimos diez años, incluso si nunca las hubieras visto antes en tu vida. Para un tipo como yo que es malo incluso en recordar encuentros personales, hizo que las cosas fuesen difíciles de vez en cuando.

Y seguramente esta chica era parte de esas personas. Temiendo la molestia de tener que lidiar con una invitación de club o, peor aún, algo religioso, seguí adelante y planteé la pregunta anterior.

Al hacerlo, se colocó en una postura de genuina sorpresa. “¡¿Hwa?!” Dijo ella. “¡Oh Dios mío! ¿Quieres decir que olvidaste? ¿Lo has olvidado? ¿Te has olvidado? Ikkun, ¡qué frío!”

Huh.

A juzgar por su reacción, parecía que este no era nuestro primer encuentro.

“Ohhh. Estoy impactada. Pero, ¿qué vas a hacer, verdad? Sí, nada, supongo. Tú siempre has dicho tener una mala memoria después de todo, ¿verdad? Bueno, podría volver a presentarme.” Me pasó las dos manos y me sonrió con una enorme sonrisa que le lleno todo el rostro. “¡Soy Aoii Mikoko!”

Este podría resultar ser un encuentro doloroso.

Si fue nuestro primer encuentro o no, no lo sé, pero esta fue, sin duda, mi primera impresión de Aoii Mikoko.

***

Su historia era simple. Mikoko-chan y yo éramos compañeros de clase. No sólo estábamos tomando las mismas materias básicas, sino que también estábamos en la misma clase de lengua extranjera. Nos habíamos visto cara a cara varias veces, y estábamos en el mismo grupo para el campo de entrenamiento de la clase antes de la Semana Dorada. Incluso nos habíamos emparejado antes en la clase de inglés.

“Hombre. . . De esta conversación solitaria, debo parecer una locura total por no recordarte.”

“¡Creo que eres un loco total!” Ella rio alegremente. Ser capaz de reírse tan alegremente después de que alguien se hubiera olvidado por completo de su existencia tomó un tipo especial de vacuidad. Me imaginé que era probablemente una chica muy bonita después de todo.

“Normalmente, me parece bastante preocupante que me hayas olvidado así. O mejor dicho, estaría molesta. Pero así es como eres, ¿verdad? Tan solo, no te olvides de las cosas que son realmente importantes, pero te olvidas cosas normales.” dijo ella.

“Bueno, no puedo discutir con eso.”

Ella tenía razón. Una vez incluso me había olvidado si era derecho o zurdo, y me encontré en un buen lío cuando en realidad traté de sentarme a comer. Para colmo, cuando todo fue dicho y hecho, resulte ser ambidiestro.

“Bueno, ¿y qué te pasa?” -pregunté- “¿Por qué no estás en clase?”

“¿Clase? Bien, acerca de eso, es. . .”

Por alguna razón ella parecía anormalmente feliz. Pero tuve la sensación de que anormalmente feliz era su ajuste por defecto. Para ser honesto, aunque la había visto antes, todavía no podía recordar cómo era normalmente. Pero de cualquier manera, era difícil ser despreciado por esta chica sonriente.

“Estoy jugando a saltarme las clases.”

“Los estudiantes de primer año deberían ir a clase.”- dije.

“Aw, vamos, es aburrido. Totalmente aburrido. ¿Qué era otra vez? Oh, sí, mi clase de economía. Es sólo un flujo continuo de jerga. Y es como una clase de matemáticas. ¡Soy una persona de humanidades! ¡Y tú también estás saliendo de clase!”

“No tengo clases en este momento.”

“¿De verdad?”

“Sí. Los viernes sólo tengo un primer y quinto período.” Ella volvió a lanzar las manos al aire. “¿Eso es lo que dicen tener mala suerte? Son como seis horas de aburrimiento.”

“El aburrimiento no es necesariamente algo malo.”

“Hm, pensé que el aburrimiento era prácticamente la definición de algo malo. Diferentes opiniones, supongo.” Ella empezó a enrollar el espagueti alrededor de su tenedor mientras hablaba. Incapaz de manejar con éxito el utensilio, pronto se convirtió en una cuestión de ensayo y error. Pensé que pasaría un rato antes de que la comida llegara a su boca. Pero antes de que lo supiera, había dejado el tenedor y cambiado a los palillos. Un punto para la perseverancia.

“Decías…”-dije

“¿Hm? ¿Qué, que?”

“Hay toneladas de asientos vacíos.”

“Sí, razón no te falta. Creo que este lugar se llenará muy pronto, sin embargo…” dijo.

“Pero están vacíos ahora, ¿verdad?”

“Tú lo has dicho. ¿Hay algo malo con eso?”

“Quiero comer solo, así que vamos muévete lejos, cariño.” quería decir. Pero entonces la vi sonreír –tenía una sonrisa vulnerable que demostró que no podía imaginar que estaba a punto de ser rechazada por completo- incluso me inspiro lástima.

“Nah. . . No es nada.”

“¿Hm? Eres un tipo raro.” Y moviendo sus sensuales labios dijo “Ah, pero supongo que si no fueras raro, no serías tú. La rareza es como tu identidad, ¿verdad?”

No pude evitar sentir que estaba siendo insultado de forma inadvertida. Pero, de nuevo, no fue tan malo como olvidar completamente a alguien con quien había estado interactuando regularmente durante un mes entero. Así que deje ese tema a un lado y cambié mi enfoque de nuevo al kimchi.

“Ikkun, ¿eres un fanático del kimchi?”

“No, no particularmente.”

“Pero eso es un montón de kimchi. Ni siquiera los coreanos comen tanto de una vez.”

“Bueno, tengo mis razones” dije mientras me introducía algo de kimchi en la boca. Más de la mitad seguía en mi plato. “No son muy interesantes, Pero aun así.”

“¿Razones?”

“Trata de averiguarlo primero.”

“¿Huh? Correcto. . . Ok.” Mikoko-chan cruzó los brazos y comenzó a contemplar mi razonamiento. Por supuesto, imaginar qué circunstancias podrían requerir que comiera un cuenco entero de kimchi no era exactamente fácil. Después de unos momentos de reflexión, dejó caer los brazos hacia abajo con apatía. Ella realmente fue rápida para tirar la toalla.

“Oh, sí, por cierto, tenía una pregunta para ti. Pensé que esta era una buena oportunidad para preguntarte. ¿Puedo?”

“Uh, seguro.”

¿No era la frase una buena oportunidad usualmente usada para algo que apareció por casualidad? Por lo que yo sabía, Mikoko-chan había venido aquí y se sentó frente a mí por voluntad propia.

O tal vez eso estaba fuera del punto.

Ella llevaba la misma enorme sonrisa cuando planteó su pregunta. “Ikkun, ¿sabes que no viniste a la escuela por un tiempo a principios de abril? ¿Por qué fue eso?”

“Uh…” Mis palillos se detuvieron. Los pedacitos de kimchi que sostenían volvieron a caer en el cuenco. “Uh, bueno. . .”

Debo haber tenido una mirada de preocupación en mi cara, porque Mikoko-chan fue rápida para empezar a agitar sus manos frenéticamente y decir: “Oh, si es difícil hablar de ello, no te preocupes. Tenía curiosidad, eso es todo. Es como, misterios sin resolver con Mikoko-chan.”

“No, no es difícil hablar de ello. En realidad, es una historia sencilla. Estuve de vacaciones por una semana.”

“¿Vacaciones?” Ella parpadeó hacia mí como un pequeño animal del bosque. Sus expresiones también eran fáciles de leer. Era fácil para mí hablar con ella, era excelente escuchando.

“¿Vacaciones? ¿A dónde fuiste?” preguntó ella de nuevo.

“A una isla desierta en el Mar de Japón, por pura casualidad.”

“¿Por casualidad?”

“Sí. Un gran accidente. De todos modos, así es como me metí en esta situación de comer kimchi.” Ella se rascó la cabeza, lo que probablemente fue una respuesta natural. Pero soy una persona fundamentalmente perezosa, así que no pude molestarme en explicar todos los detalles. O más bien, ¿cómo diablos iba yo a ser capaz de hacerlo?

“De todos modos, sólo unas vacaciones. Nada particularmente profundo o complicado.”

“Huh, si tú lo dices.”

“¿Qué pensaste que era?”

“Oh nada…” Ella se sonrojó un poco. “Sólo pensé que tal vez… como que te lastimaste de alguna manera y tuviste una estancia prolongada en el hospital o algo así.”

¿Cómo y por qué se le ocurriría una idea así para mí?, pero, de nuevo, para que alguien de repente tomara una semana de descanso justo después de entrar en una universidad, no había ninguna otra explicación plausible que me viniera a la mente. Por lo menos, era una explicación más probable que estaba de vacaciones.

“Ya veo. Como un viaje de graduación retrasado.”

“Si algo como eso. No pude conseguir una reserva, así que terminé tomando una en abril” dije encogiéndome de hombros, pero por supuesto los hechos reales eran totalmente diferentes. La idea de que yo me había graduado de la escuela era algo que no había experimentado desde la escuela primaria. Ciertamente, nunca había estado en un viaje de graduación. Pero todas las circunstancias que rodearon lo que había sucedido hubieran requerido una explicación sin sentido, y no era exactamente el tipo de cosas de las que quería hablar, así que sólo fui con su interpretación.

“Hmm…” Ella dio una especie de expresión medio convencida. “¿Y tú fuiste solo?”

“Sí.”

“¡Lo tengo!” Y luego, justo así, la alegre sonrisa estaba de vuelta. Era como si toda la confusión hubiera sido aclarada. Era como si realmente no se pusiera ninguna fachada. Era tan directa con sus emociones que casi la envidiaba.

Bueno…

Realmente no.

“Así que, Mikoko-chan. . . ¿Por qué estás realmente aquí?”

“¿Huh?”

“¿Tienes algo que decir, supongo? Quiero decir, teniendo en cuenta que viniste y te sentaste aquí cuando hay un montón de sillas vacías.”

“Huh.” Ella entrecerró sus ojos y bajó un poco su mirada justo hasta mi pecho. “¿Así que no puedo sentarme contigo a menos que tenga algo específico que decirte?”

“¿Huh?” Esta vez fue mi turno de rascarme la cabeza.

Ella mientras tanto continuó hablando. “Quiero decir… ¿Te estoy molestando?, Te vi cuando estabas caminando, así que pensé que quizá podríamos comer juntos.”

“Ah, ya comprendo.”

Así que sólo quería comer con alguien. Yo era el tipo que prefería hacer cosas de modo más personal, como comer solo, pero había un montón de gente que veía la hora de las comidas y el tiempo de conversación como una misma cosa. Seguramente Mikoko-chan era uno de ellos. Pero habiendo decidido inesperadamente saltarse la clase, no pudo encontrar un amigo con quien comer, así que ella siguió adelante y entabló una conversación con el primer conocido que vio, es decir, yo.

“Bueno, si eso es todo, está bien por mí.” le aseguré.

“Gracias, eso es un alivio. No sé qué habría hecho si hubieras dicho que no.”

“¿No lo sabrías?”

“¿Hm? Sí. Tal vez algo como esto.” dijo, fingiendo mantener los bordes de su bandeja con ambas manos. Luego se retorció las muñecas en un súbito movimiento. “Como eso.”

“Ya veo…” Incluso si ella sólo estaba bromeando, estaba un poco aliviado por haberme abstenido de decir no. En realidad, no habría pasado una reacción así. Alguien que expresó la felicidad tan libremente podría expresar la ira con la misma libertad.

“Bueno, supongo que estoy libre de todos modos. Siempre que quieras hablar.” dije.

“Gracias.”

“¿De qué estamos hablando?”

“Oh, umm…”

Cuando le ofrecí la iniciativa, empezó a raspar sus palillos con ansiedad. Probablemente estaba tratando de pensar en un tema.

Puede que me haya olvidado quién era, pero seguramente en el último mes parecía que al menos había logrado captar la superficie de mi personalidad. Entonces, ¿qué tipo de tema abordaría conmigo? Yo, que era tan ignorante y tan carente de sentido común, que solía pensar que el fútbol era el béisbol pero jugado con los pies. Yo estaba extrañamente interesado en saberlo, como si estuviera viendo que le pasara a alguien más.

Ella palmeó las manos como si de repente hubiera pensado en algo. “¿No crees que el mundo se ha vuelto loco?” Dijo ella al fin.

“¿Huh? ¿De qué manera?”

“Quiero decir… Er, ya sabes, el merodeador. Incluso tú debes saberlo.”

Incluso yo.

Incluso yo, la frase era bastante irritante. Excepto que sucedió que no tenía idea de quién diablos era el merodeador. ¡No me hables como si fuera un idiota! ¡Claro que lo sé! Un estallido de ira así habría sido bastante justificado, pero ¡Cállate! ¿Cómo diablos se supone que debo saber qué es?, estúpida. Simplemente no tenía el mismo nivel de validez.

“¿Hm? ¿Qué pasa, Ikkun?” Preguntó ella.

“Ah, nada. ¿Qué es el merodeador?”

Obviamente yo no estaba buscando la definición del diccionario, alguien que merodea. Ella me miró con asombro.

“¿Estás bromeando? ¿Es una broma? Ikkun, ha sido el único tema noticias. No hay manera de que pudieras haberte perdido esto si vives en Kioto.”

“No hay televisión en mi casa, y tampoco compro el periódico.”

“¿Qué paso con el Internet?”

“Oh, no tengo una computadora. En realidad, tampoco uso las que están en el campus.”

“¡Oh, Dios mío, Ikkun eres un hombre de las cavernas!” exclamó, sonando de alguna manera casi impresionada. “¿Es una especie de política ética?”

“Tal vez lo sea, en cierto sentido. Cómo lo pongo. . . no me gusta tener posesiones.”

“¡Cooool! ¡Eres como un filósofo antiguo! ¡Wow!” Ella palmeó las manos con alegría. Dudaba seriamente que hubiera obtenido la misma reacción si supiera que en realidad era una razón práctica y completamente lamentable: mi habitación era demasiado pequeña.

Quiero decir, los periódicos ocupan mucho espacio.

“Cuando dices si vives en Kioto, ¿quieres decir que esta cosa del merodeador está pasando aquí?”

“Sí, es cierto. Se ha hecho un revuelo bastante grande. ¡Pánico en la vieja capital! Algunos lugares incluso han cancelado los viajes de campo.”

“Wow… siento lastima ellos.”

“¡Seis personas han sido asesinadas! ¡Y ahora mismo todavía está en marcha! ¡Sin sospechosos conocidos!” Se había vuelto molesta, y había un tono de excitación en su voz. “¡Los apuñala con un cuchillo y luego arroja sus tripas por todas partes y cosas! Raro, ¿eh?”

“…”

Vamos a dejar de lado el hecho de que estábamos comiendo. Después de todo, yo era en parte responsable del hecho de que la conversación había girado en esta dirección. Pero ¿qué decía de esta chica el que pudiera hablar del asesinato de los demás con tanta alegría?

Es espantoso cómo las personas desinteresadas pueden llegar a ser.

“Seis personas, ¿eh? ¿Eso es mucho?”

“¡Sí, es mucho! ¡Es un infierno en sí!” Ella casi sonaba jactanciosa en cierto modo, como si ella fuera la que estaba matando. “Tal vez no en el extranjero, pero ¡los asesinatos en serie son raros en Japón! Y por lo tanto se ha convertido en una sensación, ya sabes.”

“Huh. Es por eso que hay coches patrulla alrededor de todo el lugar.”

“Sí. Hay gente de la policía móvil en Shinkyôgoku. Me hace pensar en el Festival de Gion.” Ella se rio para sí misma por alguna razón.

“Wow, figúrate. No sabía nada de esto.”

Mientras asentí con su explicación, de alguna manera supe que Kunagisa sin duda conseguiría una patada fuera de esto. Kunagisa, para los nuevos en mi historia, es la versión corta de Kunagisa Tomo, una de mis pocos amigos. Es decir, mi única amiga. Kunagisa Tomo era un profesional de ingeniería electrónica y mecánica de diecinueve años encerrada en la misteriosa variedad de poseer el cabello azul y un apasionado interés en recopilar información sobre este tipo de incidentes.

A diferencia de mí, ella no estaba constantemente en la oscuridad sobre lo que estaba sucediendo en el mundo. De hecho, ella era esencialmente una experta en lo que se refiere a la recopilación de información, y probablemente ya estaba bien enterada de este caso del merodeador sin que tuviera que decir nada al respecto. Ahora que lo pienso, probablemente ya estará tomando medidas.

“¿Entonces cuándo empezó?”

“¿Alrededor de los principios de mayo, quizá? Creo que eso es correcto. ¿Por qué?”

“Oh, yo sólo preguntaba.”

Puse la última pieza de kimchi en mi boca. Mi lengua, o mejor dicho todo el interior de mi boca, estaban completamente estropeados. Probablemente en un futuro nunca tomaría la comida con la seguridad de que diría: esto sabe mal de nuevo. Si lo pienso, el hecho de que un solo cuenco de kimchi podría destruir tan fácilmente todos mis principios no decía mucho para mis papilas gustativas. Era más una cuestión de estómago.

“Bueno, ya he terminado. Nos vemos de nuevo en algún momento.” Puse mis palillos y comencé a levantarme de mi asiento.

“Ah, espera, espera, ¿a dónde vas?” Mikoko se apresuró a detenerme. “¡Espera un minuto, Ikkun!”

“¿A qué te refieres con que hacía a dónde voy? Ya he terminado de comer, así que pensé que quizá pasaría por la librería.”

“¡No he terminado!” Miré su bandeja, de hecho, todavía quedaba más de la mitad de su comida.

“Pero yo….”

“No me hagas sentir triste, quédate conmigo hasta que termine.”

“¿Por qué tendría que hacer algo tan inútil?”. . . Ese es exactamente el tipo de cosa que no soy lo suficientemente duro como para decir. Soy más del tipo de seguir la corriente.

“Bueno. Estoy libre ahora de todos modos.” No tenía nada urgente que hacer, y tampoco era como si estuviera lleno.

Imaginé que podría también comer algo real mientras yo estaba allí. “Espera un minuto, voy a comprar algo.”

Me acerqué al registro desde la dirección opuesta (cosa que estaba en contra de las reglas) y le di un vistazo al menú en la pared, pensando en sí debería pedir el tazón de carne. Chasquee mis labios, era más caro que Yoshinoya. Tal vez algo más fuese mejor opción.

“¿Kimchi otra vez?” La señora del mostrador interrumpió alegremente mientras trataba de decidir.

“Sí.”

Oops.

Bueno, lo hecho, hecho esta.

“No hay necesidad de llorar por la leche derramada.” Oh, espera ¿era esto más como una situación que en retrospectiva es chistosa?

Unas docenas de segundos más tarde, recibí otro tazón de kimchi (esta vez la señora del almuerzo me dio un poco más) y me senté en frente de Mikoko-chan.

“¿Qué diablos? ¿Cómo se supone que debo reaccionar a esto?” Dijo.

“No te preocupes por eso. ¿De qué estábamos hablando? Uh, ¿qué era? Olvidé.”

“Lo tengo. Bueno, entonces ¿quieres hablar de las clases?”

Ella sacudió la cabeza con firmeza y continúo.

“¿Por qué? Porque Había algunas cosas que realmente no conseguí entender en el primer período de hoy, así que pensé que quizá podríamos repasarlo juntos. Es una clase obligatoria para los estudiantes de primer año, así que debes haberte ido, ¿no? Si me preguntas, la culpa es del profesor por su incapacidad de explicar las cosas correctamente, pero ¿qué te parece?”

“¿Qué pienso?, Creo que no haya una persona en este mundo que haga tal ofrecimiento ¡cuando ni siquiera hay una prueba!”

Yo sólo estaba bromeando, pero ella parecía seriamente desconcertada por ello. “¿Qué pasa? ¿No te gusta estudiar?”

“A nadie le gusta estudiar.”

“Eso me parece discutible. Pero si odias estudiar, ¿por qué viniste a la universidad?”

“Ah, esa es una pregunta prohibida. Si la haces, todo habrá terminado. Quiero decir. . . Todo el mundo es así, ¿verdad?”

Parecía que había tocado inadvertidamente un punto blando, y de pronto parecía un poco melancólica. Pensándolo bien, me pareció que alguien había dicho una vez que las universidades japonesas no eran un lugar para la gente que quería estudiar, y que las mismas era sólo lugar para prepararse a ingresar en la sociedad.

“Hey, esa solo una manera de decirlo.”

“¿Te gusta estudiar?” Dijo ella

Me encogí de hombros.

Por supuesto que no.

De hecho, lo odiaba.

“Pero no es malo para matar el tiempo. O  más bien como un escape de la realidad.”

“Normalmente estudiar es la realidad.” Ella dio un suspiro pesado. Luego, como si volviera a concentrarse en su comida, comió su ensalada durante un rato en silencio.

Hmm. ¿Era un plato de espaguetis, una ensalada grande, y un postre realmente una porción de tamaño normal para una muchacha por debajo de la edad de veinte? Yo no conocía a nadie que pudiera usar como un estándar para la comparación: todos los que conocía eran increíblemente mimados, ridículamente glotones, o siempre ayunando o algo así, así que no tenía estándares de juicio. Pero al ver que Mikoko-chan no era demasiado delgada ni lo contrario, tal vez fuera, al menos, una porción apropiada para ella.

“Umm, es difícil comer contigo mirándome así.” dijo.

“Oh, lo siento.”

“Está bien.”

Ella volvió a comer. Cuando estuvo a punto de terminar, empezó a mirarme en una especie de sondaje. En realidad, había estado observándome de vez en cuando todo el tiempo, pero ahora de repente se había vuelto obvio al respecto, haciéndome ojos como si hubiera algo que ella quiera decirme.

Y de hecho, esa resultó ser una muy precisa especulación.

Como si al fin hubiese decidido algo, dejó los palillos sin terminar el postre.

Ella me dio una sonrisa juguetona mientras inclinaba su cuerpo hacia adelante, acercando su cara a la mía.

“Entonces, Ikkun.” dijo.

“¿Sí…?”

“La verdad es que puedo o puedo no tener un favor que pedirte.”

“En fin lo tienes, ¿no?”

“Lo tengo.” Se inclinó de nuevo en su asiento “¿Eres el tipo de hombre que podría estar libre mañana?”

“Si defines estar libre como no tener planes, entonces supongo que estoy más dispuesto a decir que sí a no.”

“Bueno si, es un poco difícil de seguirte.”

“Así es como soy.” respondí mientras masticaba mi kimchi. “Para decirlo más sencillamente:

soy un tipo libre.”

“¿De verdad? ¿Estas libre? Oh, ¡qué bueno!” Ella apretó sus manos frente a su pecho con una mirada de verdadera alegría. Hacer que alguien tan tímido ponga ojos de felicidad porque no tengo planes un sábado me parecía un poco demasiado.

Más importante, esto no se veía bien. Tuve la sensación de que estaba a punto de ser arrastrado a algo.

“Ya veo, ya veo, así que el que este libre es algo bueno para ti, ¿eh? Una mano lava la otra.

Algo así como la cadena alimenticia. Si quieres, un magnífico circuito.” dije.

Ni siquiera estaba escuchando. “Sí. Así que de todos modos, si estás libre mañana, ¡esperaba que pudiéramos reunirnos!”

Con las manos aún apretadas, las inclinó un poco, como para enfatizar su petición. Era una actitud tan seria e implorante que casi se sentía como un juego sucio. Apenas existía una forma de vida masculina que no se hubiera rendido a ella. Más bien ellos querrían rendirse.

Sin embargo, me negué sin piedad.

“No.” dije.

“¿Qué? ¿Por qué?” Gritó ella. “Eres libre, ¿verdad?”

“Bueno sí. Pero es como dije, no me disgusta el aburrimiento. A veces la gente gusta de pasar el día sin hacer nada, ¿no? Todo el mundo se ha sentido así alguna vez. Todo el mundo quiere escapar del ajetreo y del bullicio del mundo a veces, para liberarse de la molestia de tratar con otras personas. Todo el mundo tiene derecho a disponer tiempo para contemplar sus propias vidas. Así que simplemente paso.”

“¡Pero, pero, pero! ¿Cómo puedes simplemente negarte sin siquiera escucharme?, ¡Eso es una locura! Es como un grupo de estudiantes de octavo grado que forman una banda, ¡pero todos terminan tocando el bajo!”

Esa fue una gran analogía.

En una estrecha inspección, era evidente que estaba a punto de llorar. Es decir, las lágrimas ya estaban rebosando en las esquinas de sus ojos. Esta no era una situación deseable.

Miré alrededor. Ya era hora de que el comedor comience a llenarse, y los estudiantes comenzaron a entrar, incrementando cada vez más. En este punto, quería evitar destacarme (por, digamos, hacer llorar a una chica relativamente atractiva) tanto como fuera posible. Pero vamos, ¿quién llora sólo por un pequeño rechazo?

“Está bien, está bien, solo cálmate. Te escucharé. Vamos, ten un kimchi.”

“De acuerdo.” dijo ella, resoplando.

Siguiendo mi sugerencia, Mikoko-chan puso un poco de kimchi en su boca. “¡Uwa!” chillo ella, y entonces las lágrimas realmente comenzaron a fluir. Parecía que no era buena para las sorpresas (por lo menos hasta donde yo sabía).

“Ahh, caliente…” Ella gritó.

“Bueno, es kimchi. No sería kimchi si no fuera picante.”

Dicen que también hay kimchi en conserva de azúcar, pero siempre fui con el picante, así que nunca lo he visto. Y tampoco me importaría si nunca lo hago.

“Ohhh, eres terrible. Eres tan malo. . . . ¿De qué estábamos hablando?”

“¿Sobre ese asesino: el merodeador?”

“¡No!, ¡Hablábamos sobre mañana!”

¡Bam! Ella golpeó su mano sobre la mesa. Parecía que ahora estaba, en serio, un poco molesta. Tal vez había ido demasiado lejos, pensé.

“Umm, ¿conoces a Emoto-san?”

“Si la conozco o no, no lo recuerdo.”

“Ella está en nuestras clases principales. Su cabello es así.” Se puso los puños a los lados de las orejas, pero incluso con esta sorprendente pose, Emoto-san y su peinado permanecieron firmemente más allá del alcance de mi imaginación.

“Es una chica bastante notable. Siempre lleva cosas brillantes.”

“Huh. Bueno, realmente no miro mucho a la gente. ¿Cuál es su nombre completo?”

“Emoto Tomoe. Es “tomo” de sabiduría y la “e” de la bendición.” {Explicación del significado del nombre mediante el significado de los kanjis que lo conforman, esta frase solo tiene sentido en su idioma original}

Nombre interesante. Sonaba como si pudiera pararse sobre sus manos y empezar a correr así. Parecía que casi lo tenía, pero no podía terminar de recordarla. No quería simplemente tirar una respuesta como: Oh sí, sí, conozco a esa chica, ella es la que tiene los lentes de contacto, ¿verdad? Siempre había la posibilidad de que Mikoko-chan lo arrojara directamente a mi cara, como: ¡Te engañé! ¡No hay nadie así en nuestra clase! Ahahaha, ¡parece que la ventaja ahora es mía! ¡Nya-nya-nya!

Y entonces la vergüenza estaría marcada en mi cara, y mi fraude expuesto. No es que Mikoko-chan fuese a hacer algo así.

“Su apodo es Tomo-chan.”

“Eso no va a funcionar para mí.”

“¿Huh? ¿Por qué no?”

“No hay razón. Sólo cosas mías.” Sacudí la cabeza. “Lo siento. No la recuerdo en absoluto.”

“Imagina.” dijo riendo. “Pero si no te acordabas de mí, supongo que no hace falta decir que no te acordarías de ella. Si la recordabas, estaría un poco sorprendida.”

Yo no seguí su razonamiento, pero mientras mi falta de memoria la hizo evitar sentirse terrible, supuse que esta no era totalmente inútil. Sin embargo, algo no parecía lógico allí.

“Bueno está bien. ¿Qué tal Atemiya-san? ¿Atemiya Muimi-san? La llamo Muimi-chan.”

“¿Otra compañera de clase?”

Ella asintió. “Entonces sobre Usami Akiharu-kun, Akiharu-kun es un chico, así que debes recordarle, ¿verdad?”

“Mi memoria no discrimina según el género.”

“Pero seguro que no es feminista.”

Dejó escapar un gran suspiro, sin intención de ser exagerada. Era como si hubiera hecho algo mal. Pero fue culpa de mi memoria, ¿verdad?

“De todos modos, Tomo-chan, Muimi-chan y Akiharu-kun. Todos saldremos mañana por la noche para beber un poco.”

“Huh. ¿Cuál es la ocasión?”

“¡Es el cumpleaños de Tomo-chan!” Por alguna razón ella parecía un poco fanfarrona. Era difícil negar lo adorable que es mientras ella se sentaba allí con sus manos en sus caderas, mientras sacaba pecho. “¡14 de mayo! ¡Feliz vigésimo cumpleaños!”

Si esta Tomo-chan era una compañera de clase, eso significaba que era un estudiante de primer año. Tal vez había entrado a la universidad un año más tarde. O tal vez ella era una repatriada como yo. Realmente no importaba.

“Por cierto, sólo tengo diecinueve años. Mis cumpleaños, es el veinte de abril.”

“Huh.” dije.

Realmente no me importaba.

Ella continuó. “Umm, así que de todos modos, mañana será el cumpleaños de Tomo-chan, así que pensamos que haríamos una fiesta muy ligera y casual.”

“Huh. Parece un grupo muy íntimo para una fiesta.”

“Sí, bueno. A todos nos gusta la atmósfera turbulenta, pero nadie quería que hubiera un montón de gente, ¿qué vas a hacer?”

“Ah. Entonces cuatro personas son bastante apropiadas, ¿eh?”

“¿Huh?” Ella pareció sorprendida.

“Una quinta persona desecharía el equilibrio.”

“¿Huh? ¿Qué?”

“Bueno, saluda a todos por mí. Y feliz cumpleaños.”

“¡No es mi cumpleaños! Oye, espera, quiero decir ¡no solo te levantes y vayas! ¡Todavía no sabes la otra mitad de la historia!”

“Bueno, dicen que conocer es solo la mitad de la batalla.” dije.

“¡No es eso lo que significa!”

Me agarró por la manga cuando empecé a marcharme y me obligó a sentarme de nuevo. Pero aunque la conversación estuviera a la mitad, podría decir más o menos lo que vendría después.

“Está bien entonces. Así que ahora me vas a decir que participe en esta fiesta de bebidas… O más bien, fiesta de cumpleaños. ¿Correcto?”

“¡Gah! Wow, eso es exactamente correcto.” Ella levantó las manos sorprendida, pero esta vez apestaba a la falsedad. Tal vez no era que no pusiera fachadas; Ella era sólo una pésima actriz. “Increíble, es como si tuvieras telepatía o algo así, Ikkun.”

“No vamos a ir allí. No es un buen asunto.” Dejé escapar un leve suspiro. “¿Cómo ocurrió todo esto? Ni siquiera conozco a estas personas, ¿verdad?”

“Sí, las conoces. Son tus compañeros de clase.”

Ah, cierto.

Tal vez tuve amnesia. Nunca fui bueno en recordar a la gente, pero últimamente se había vuelto particularmente malo. Aparte de estos tres compañeros de clase, no había una sola persona en toda la Universidad de Rokumeikan de la que tuviera una imagen clara.

Pero había una explicación más probable: que era simplemente el resultado de mi apatía hacia otros seres humanos. No tenía nada que ver con la funcionalidad de mi mente. No fue un defecto. No era tampoco que alguna parte esencial faltase.