Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 15

Prologo: Una Sola Imagen

Hay una imagen que tengo más querida.

Es de mi primer torneo de Shogi cuando estaba en la escuela primaria, una foto de nosotros cuatro avanzando a los cuartos de final.

“¡Vamos, grandes sonrisas para todos!”

Recuerdo que los periodistas que sostenían las cámaras no dejaban de pedirnos que hiciéramos grandes sonrisas.

¿Por qué preguntaron tantas veces? Porque yo era la única que lloraba. Derramando lagrimas de realidad.

Honestamente puedo decir con absoluta confianza: eso es lo más fuerte que he llorado en mi vida. Así de molesta estaba.

Al principio estaba llorando porque perdí.

Pero en algún momento… Las lágrimas fluyeron por una razón completamente diferente.

De pie junto a mí había un niño pequeño que sostenía un trofeo más grande que su altura y no sabía qué hacer mientras mis lágrimas seguían cayendo por mi rostro.

“No llores, ¿Esta bien? No puedes llorar……”

Este chico, el más bajo de los cuatro, trató de consolarme todo el tiempo.

Cuando incluso sus mejores esfuerzos para que me detuviera no funcionaron, comenzó a contarme esta historia.

“¡Un fantasma de Shogi aparece si lloras cuando pierdes en el Shogi!”

“…… ¿Un fantasma?”

“¡Uh…Huh! Vivo en la casa de mi Maestro porque soy un discípulo residente, ¡Y un fantasma de Shogi también vive allí! Ella es realmente muy aterradora. Me dijo que sería una vergüenza para la familia de Shogi si no ganaba hoy y que no debería molestarme en volver a Osaka…”

“Eso es horrible ……”

“¡¿Verdad?! Ella amenaza con poner mi cabeza en una pica y me dice que me muera todo el tiempo, y también me golpea. Y cuando pierdo y empiezo a llorar, ella aparece de la nada y grita: ¡Deja de llorar!”

Este chico, tratando desesperadamente de consolarme, también estaba al borde de las lágrimas mientras me miraba a los ojos.

“¿Así que por favor? No llores…… Ma-chan”

Escucharlo decir eso solo me hizo llorar más fuerte. Me lamenté.

Pero no porque estuviera particularmente triste.

Este chico trata de consolarme cuando lloro. Me mira a mi y solo a mi……

Eso me hizo sentir tan feliz, tan serena que seguí llorando. La atención de este chico era todo lo que me importaba.

Si he llorado cerca de tantas lágrimas en cualquier otro momento de mi vida, habría sido… Sí, solo una vez.

Diez años después de aquel torneo.

Ahora que soy una jugadora de shogi femenino, también trabajo como periodista. Todo para que pueda seguir su Shogi. Todo para poder tener la mejor vista de cada una de sus batallas y grabarlas en mi puño y letra.

He tomado muchas fotos de ese chico mientras crecía. Sus habilidades han crecido a pasos agigantados, al igual que mi equipo.

Sin embargo, todavía no puedo tomar una foto que supere a esa foto en especifico.

“Un fotógrafo profesional puede invertir todo tipo de tiempo y dinero en su trabajo y, sin embargo, a veces una foto tomada al azar por un aficionado puede ser más conmovedora que cualquiera de las suyas”

Eso dijo el periodista que tomó la foto ese día y mi actual editor, Maestro de Shogi y jefe.

Pero un día… un pensamiento me golpeó.

No es que quisiera tomarle una foto, sino más exactamente… quería que me tomaran una foto a su lado. Esa podría ser la verdadera razón por la que ninguna otra imagen puede superar esa…

Desafortunadamente, la realidad no se desarrolló como lo hizo esa imagen.

Una princesa mucho más digna que yo estaba a su lado. Una fuerte y hermosa Blancanieves.

Pero llegué a un acuerdo con ese hecho. No pensé que había nada que pudiera hacer al respecto.

Es evidente para todos que ella era la heroína de la historia, y yo los emparejaría a los dos para un final feliz si fuera yo quien lo escribiera…

Me decía eso cada vez que tomaba fotos de los dos juntos. Que no soy más que una observadora.

Esa princesa se transformó gradualmente en una leyenda viviente dentro del mundo del Shogi, y finalmente se convirtió en la primera jugadora profesional que la historia haya conocido.

Y ese niño pequeño–––Se convirtió en el Rey Demonio.

“Me sorprende que puedas seguir jugando Shogi tan cerca de ese monstruo. Solo estar en la misma generación me da ganas de correr y esconderme”.

Antes de darme cuenta, yo era la única que perseguía al chico que sembraba la desesperación a su paso cada vez que jugaba Shogi. Todo fue para que pudiera tener un asiento en primera fila. Todo para poder escuchar sus palabras con mis propios oídos.

“No vayas pensando que puedes entender lo que dice, ¿te queda claro?”

¿Por qué no?

“Claro, está usando las mismas palabras que nosotros, pero el mundo que ve es completamente diferente. No nos está mintiendo, pero sus verdades y las nuestras no son lo mismo”.

Entonces… ¿Todo lo que he visto alguna vez ha estado mal?

“Hipotéticamente, si alguna vez se escribiera un libro desde su punto de vista, entonces estoy seguro…”

Un libro, escrito con sus palabras. Una historia que sólo existe dentro de él.

Me encantaría leerlo. ¿Aparecería yo también en esa historia? ¿No solo como observadora?

Y si estoy en ella, ¿qué tipo de papel me daría?

Con la convicción de que soy la única que debería escribir esa historia junto con él como su editora… Levante la cabeza con una nueva esperanza, una nueva ambición.

Con la Princesa, la que yo consideraba la heroína, que ya no formaba parte de su mundo… entonces, solo quizás, yo–––.