Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 4

Capitulo 23: El Asesino Desafía Al Dios Bestia

Los subordinados del demonio habían sido manejados sin problemas.

Usé magia de viento para levantar el hedor feroz que había llenado el área circundante hacia el cielo, permitiéndonos finalmente quitarnos las máscaras.

Habíamos empleado armas de luz, sonido y olor. Contra oponentes tan fuertes, estas tácticas fueron muy superiores a los ataques convencionales.

“Está bien, recojámoslos y quemémoslos”, instruí.

Feroces llamas consumieron la pila de cadáveres y los incineraron por completo, esparciendo cenizas en la brisa.

“Esa es una parte atendida. Sé que lo hice yo mismo, pero Llamarada Aturdidora fue mucho más sorprendente de lo que pensé que sería”, comentó Dia.

“Yo también me sorprendí. Siempre he estado descontento con el poder de ataque de la magia de luz, pero nunca pensé en usarlo de esta manera. ¡Dejar a los oponentes indefensos sin matarlos es una idea tan brillante! Se me ocurren muchos usos para esto”, dijo Nevan.

La debilidad de la magia de la luz era su falta de fuerza bruta. Se necesitaba una enorme cantidad de luz para matar, lo que exigía una cantidad proporcionalmente masiva de maná.

La magia de luz tampoco se adaptaba bien a los ataques de amplio alcance, porque el usuario necesitaba concentrar el poder tanto como fuera posible para compensar su poca eficiencia.

Llamarada Aturdidora compensó las fallas de la magia de la luz al renunciar al método habitual de golpear a un enemigo.

“No hay tiempo para charlas ociosas. Solo tenemos cinco minutos antes de que vuelva a bajar” declaré.

Entendí por la sensación cuando lo lancé al cielo que el demonio pesaba más de cuatrocientos kilogramos.

La fórmula de Gungnir fue diseñada para levantar una masa de cien kilogramos. Lo había creado de esa manera porque era lo máximo que podía manejar con mi descarga instantánea de maná en ese momento. La cantidad de poder mágico que podía emitir había aumentado desde entonces, pero todavía no podía levantar al demonio tan alto como tenía la lanza.

Además, tuve que realizar un cálculo rápido en el momento después de discernir el peso de Liogel de la sensación de levantarlo, lo que hizo que mi puntería fuera menos precisa de lo habitual. Por lo tanto, prioricé la seguridad y apunté al medio de un extenso páramo a dieciocho kilómetros al noreste de aquí.

Incluso si estuviera un poco apagado, Jombull no sufriría ningún daño.

“Tenemos que darnos prisa, entonces”, respondió Dia.

“¡Sí, podría huir!” asintió Tarte.

“No siento que lo haga. Solo lo vi fugazmente, así que no estoy seguro, pero no creo que matar a sus subordinados sea suficiente para asustarlo. Creo que es del tipo que se llena de odio y busca venganza”, expliqué.

Me encontré con los ojos del demonio por un instante y vi la verdadera naturaleza del Rey Bestia.

“Cualquiera que sea el caso, tenemos que darnos prisa. Deberíamos aprovechar el primer ataque”, declaró Nevan.

“Tienes razón”, respondí.

Necesitábamos correr… En realidad, eso no nos llevaría allí a tiempo. Elegí usar magia de viento en su lugar.

“Todos, agárrense de mí… Más fuerte. Ahí, eso es bueno.” “Esto es realmente vergonzoso”, confesó Dia.

Sonrojada, Tarte preguntó nerviosamente: “Hwaahhh… ¿Está seguro de que esto está bien, mi señor?”

“Me pregunto cómo me vas a sorprender a continuación”. Nevan reflexionó en voz alta.

Dia estaba en mi brazo derecho, Tarte estaba en mi izquierda y Nevan se aferraba a mi espalda. Sin duda, habría sido una vista extraña si hubiera habido espectadores.

Mientras cada una de las chicas amenazaba con robar mi atención con la forma en que sus cuerpos se presionaban contra el mío, me concentré en un encantamiento. Afortunadamente, logré terminarlo.

“¡Cabalga el Viento!”

Una ráfaga de aire nos levantó y nos impulsó hacia adelante. Manipulé el viento aún más para acelerar.

Me movía más despacio que de costumbre porque llevaba tres personas a cuestas, pero seguíamos deslizándonos a unos 120 metros por segundo, o 430 kilómetros por hora. A este ritmo cubriríamos veintinueve kilómetros en poco más de cuatro minutos.

Nunca podría haber mantenido este ritmo corriendo, sin importar cuánto elevé mis habilidades físicas con maná.

“¡¿Qué diablos es este hechizo?! ¡¿Cuándo hiciste esto, Lugh?!” Dia gritó.

“Cuando tenía un momento libre. Es divertido, ¿verdad?” Respondí.

“¡Lo es, pero es por eso que estoy molesto! ¡Quería pensar en algo como esto!”

“Wooow, esto es tan asombroso. ¡Estamos volando por el aire!” exclamó Tarte.

“Esto se siente tan bien”, agregó Nevan.

Hubiera creado un ala delta usando magia de la tierra y manipulado el viento para ganar velocidad en el pasado. Con el tiempo, me volví capaz de saltarme ese primer paso y simplemente montarme en el aire.

Seguía siendo preferible un mecanismo físico para vuelos de larga distancia, pero esto era más simple para algo rápido.

Con confianza, Dia dijo: “Esto va muy bien. Siento que matar al demonio va a ser fácil. Es más fuerte cuando está en una manada, ¿verdad? Si elimináramos a sus subordinados tan fácilmente, el jefe mismo también debería ser pan comido”.

“… No estoy tan seguro de eso”, le advertí.

Había una cosa que todavía me preocupaba. Mina había afirmado que Liogel era demasiado poderoso para que yo lo derrotara solo, incluso admitiendo que había preparado a alguien para que me ayudara con ese propósito expreso.

Hasta ahora, no había visto nada que me hiciera temer la fuerza de Liogel, y no había señales de que llegara ayuda. Aun así, no pensé que me hubiera estado mintiendo.

No pude evitar pensar que Liogel estaba ocultando alguna habilidad oculta.

***

Llegamos a unos cinco kilómetros del lugar donde el demonio iba a aterrizar. Estábamos en el suroeste del páramo que estaba ubicado al noreste de la ciudad.

Había apuntado al centro de esta región, pero debido a que mi cálculo no era exacto, decidí que era mejor mantener nuestra distancia. Mientras monitoreaba el área con mis ojos Tuatha Dé, me mantuve preparado para comenzar a correr en cualquier momento.

Esperaba que el demonio hiciera impacto después de veinte segundos más. Quise mirar hacia arriba, pero Gungnir se movió tan rápido que ni siquiera los ojos de los Tuatha Dé pudieron percibirlo. Todo lo que podía hacer era esperar a que aterrizara.

Liogel aterrizó tres segundos más tarde de lo que esperaba, y estaba a unos cuatro kilómetros al sur del lugar al que había apuntado y a un kilómetro de donde estábamos.

Fue una suerte que hubiera pensado en mantener cierta distancia.

Sonó un boom y la tierra salió disparada por los aires. Se formó un cráter gigante en el suelo, y la colisión provocó que un tsunami de lodo se precipitara hacia adelante.

No había alcanzado la misma altitud que de costumbre, pero la mayor masa del demonio resultó en aproximadamente el mismo nivel de poder que un Gungnir normal.

Terminé un encantamiento que había comenzado antes de que tocara el suelo y creé una barrera de metal frente a mí y las chicas. Era el mismo Steel Rampart Dia que había usado antes para detener a los monstruos.

La ola de tierra y roca se debilitó considerablemente antes de alcanzarnos, pero aun así golpeó con fuerza contra la barricada.

“Pongámonos en marcha. Va a revivir pronto” dije.

Estaba seguro de que Liogel había muerto, dada la fuerza del impacto, pero los demonios siempre revivirían a menos que los matáramos dentro del campo Demonkiller.

“¿Estás peleando al frente esta vez, Lugh?” preguntó Dia.

Asintiendo, respondí: “Sí. Hay algo que me preocupa.”

Si Mina tenía razón acerca de que Liogel era más fuerte que yo, Tarte moriría si intentaba enfrentarse a él sola.

Debido a que estaría en la vanguardia, tuve que confiarle la responsabilidad de aplastar el Crimson Heart, el núcleo del demonio, a Nevan. Le pasé el artículo que necesitaría para la tarea.

“Te deseo suerte”, dijo antes de alejarse de nosotros y ponerse una capa.

Era un manto que había hecho de antemano. Lo coloreé para que se mezclara con los alrededores y lo diseñé para enmascarar el olor humano. También tenía altas capacidades defensivas. La capa fue un regalo para ayudarla a realizar el papel de francotirador.

***

Dia, Tarte y yo nos paramos en el borde del cráter y miramos a Liogel. El demonio estaba sentado en el suelo y aullando. “¡GRUOOOOOOOOOOOOAAAARRRR!”

Algo en el grito sonaba triste. Quizás se entristeció por la pérdida de sus leonas.

Sin embargo, no era el momento de sentir simpatía. Liogel estaba completamente abierto al ataque, y no iba a dudar en tomar ventaja.

Le hice una seña a Dia con los ojos y ella comenzó a cantar. El alcance de Demonkiller era corto, y si se acercaba más, el demonio podría notarla antes de que pudiera golpearlo. Por eso estaba preparando Llamarada Aturdidora para cegarlo. Dia podría usarlo desde una distancia de ciento sesenta metros.

Empecé a entonar Demonkiller al mismo tiempo.

El plan era confundir al demonio dejándolo ciego y luego golpearlo con Demonkiller.

“¡Llamarada Aturdidora!”

Dia había terminado su hechizo. Su trabajo de Llamarada Aturdidora fue incluso más hábil que el de Nevan. Globos radiantes se precipitaron hacia el demonio y se expandieron.

“¡¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAWWWWWWWWWW!!!”

Liogel rugió justo antes de que estallaran las esferas brillantes.

Increíblemente, ese rugido torció el aire mismo, desviando la luz.

No me hubiera sorprendido que Liogel simplemente se hubiera defendido a sí mismo, pero mostró una comprensión completa de cómo funcionaba Llamarada Aturdidora y eligió la respuesta perfecta. Era más inteligente de lo que había creído al principio.

El demonio se volvió hacia mí.

“NO PUEDO ESCUCHAR VOCES DE MUJERES. ¿TODOS USTEDES HICIERON ESTO?”

La malicia yacía pesada en su voz.

Mis instintos biológicos estaban haciendo sonar las alarmas, e inconscientemente di un paso atrás.

Soy un asesino He entrenado mi mente a fondo y domino las artes para controlar mis instintos. Sin embargo, ¿me está haciendo sentir miedo?

“EL PODER ESTÁ REGRESANDO. TODAS SE HAN IDO.”

El cuerpo de Liogel comenzó a hincharse rápidamente. Sus músculos se hincharon, el miasma y el maná comenzaron a salir de él, y su melena creció aún más.

¿Qué demonios está pasando?

Necesitaba hacer algo. Reflexivamente saqué mi arma y abrí fuego.

Obviamente, Liogel se recuperaría de cualquier lesión que le infligiera. Aun así, tenía la sensación de que esta pelea podría terminar para nosotros si terminaba esta transformación.

Todas mis balas dieron en el blanco, pero no penetraron los músculos abultados de Liogel.

Finalmente, el demonio se levantó. Sus patas traseras habían crecido hasta el tamaño de troncos, mientras que su torso se había encogido. De sus patas delanteras brotaron dedos y llegaron a parecerse a manos humanas. Las garras de sus dedos se engrosaron y se afilaron, cada una ahora se asemejaba a una espada negra.

Miró en algún lugar entre la bestia y el hombre.

Liogel saltó, mostrando una velocidad que lo puso a la par de Epona.

Estaba apuntando a golpearme con su rodilla derecha, y el ataque fue demasiado rápido para que yo lo evadiera.

Realicé un desenvainado rápido y traté de esquivar mientras disparaba todas las balas restantes en mi cargador. Los disparos rebotaron, pero las colisiones redujeron la velocidad de Liogel y me dieron el tiempo suficiente para escapar.

Su impulso lo llevó mucho más allá de mí.

“Vas a pagar por esto. Mataré hasta el último. Te arrancaré las extremidades y te obligaré a mirar mientras profano y me como a tus mujeres una por una.”

El demonio había estado hablando un lenguaje entrecortado antes, pero ahora lo articuló con fluidez.

…Ya veo lo que pasó.

La teoría de que él mismo no era demasiado fuerte pero que era una amenaza para su manada no estaba mal, pero tampoco era correcta.

Liogel había dividido su fuerza y la había compartido con cada una de las hembras de su manada, sacrificando su propio poder a cambio de fortalecer al grupo. Ahora que las leonas estaban muertas, el poder que había compartido había regresado. Esta era la verdadera forma de Liogel.

Mina debe haber sabido esto y me lo ocultó.

“Bueno, esto arroja una llave en mis planes”.

Eso significaba que necesitaba enmendarlos. Después de todo, tenía la capacidad de hacer frente a cualquier problema.

También existía la posibilidad de que pudiéramos recibir un comodín ventajoso. Teniendo en cuenta la personalidad de Mina, probablemente había ocultado información sobre la verdadera fuerza de Liogel para crear el mejor momento posible para enviar su juguete.