Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 8

Capítulo 6: Siempre Que Se Coloca Una Bandera, Parece Que Otro Se Rompe

A la mañana siguiente, inesperadamente fui el tema central de conversación.

—Tomozaki, ¿hablas en serio?

—Soy.”

Así es. Decidí contarles a todos los demás lo que le había dicho a Mimimi sobre tratar de ser un jugador profesional. Ya que había tomado una decisión, no me arrepiento de mi elección, y no había razón para sentirme avergonzado por ello.

—Mierda, ¿cómo se supone que voy a ganarte si tienes el mejor porcentaje de victorias de Japón?; Nakamura se quejó.

—Es tu culpa por intentarlo.

—¿Qué fue eso?

—*¡Glup…!

Había llegado al punto en que podía responderle a Nakamura cuando se quejaba, lo que creo que podría llamarse una señal de que estaba cerrando la brecha en nuestros niveles de habilidad.

—Siempre supe que no eras un chico ordinario, Fumiya. Sabes juzgar bien la situación, ¿eh?

Mizusawa estaba usando mi anuncio para mejorar su propia reputación, pero lo perdonaré. Este era Mizusawa, después de todo.

—¡Muéstrame tus caminos también, Chico Antebrazo!

—Lo haré, pero debes saber que requiere una buena cantidad de pensamiento.

—¡Impresionante! ¡Entonces estoy seguro de que seré genial en eso!

—Ja ja ja. Está bien, me alegra escuchar eso.

Todos estábamos nerviosos. Ser el mejor en Japón es bastante impresionante, pero los juegos siguen siendo juegos. La emoción en el grupo realmente no se extendió fuera de él.

Honestamente, estaba agradecido por eso, pero quería decirles a todos lo increíble que era

Atafami.

Me preguntaba si el hecho de que otras personas se enteraran de esto afectaría negativamente mis posibilidades en el juego de la vida. Miré inquisitivamente a Hinami, pero como no estaba dispuesta a asesinarme con su mirada, supuse que probablemente estaba a salvo.

—… ¿Eh?

Cuando aparté la mirada de Hinami, noté que Kikuchi-san me miraba. Eso me recordó que tenía la intención de enviarle un mensaje de LINE al respecto cuando llegué a casa anoche, pero al final, decidí no hacerlo.

Ahora parecía mejor esperar hasta el descanso o después de la escuela en lugar de decírselo ahora mismo. Quería poder hablar de verdad con ella, solo nosotros dos.

***

Durante el descanso después del primer período, me acerqué a ella.

—Kikuchi-san; Dije. Su hombro se crispó por la sorpresa.

—Oh… Tomozaki-kun.

Ella miró hacia abajo con torpeza. Supongo que no había superado lo que pasó el día anterior.

—Me preguntaba…; Dije, tratando de sacarla. —¿Si quieres caminar juntos a la estación después de la escuela?

Ella se encontró con mi mirada. Pero su expresión era de alguna manera abatida.

—Um…

—¿Qué?

Ella me dio una mirada apreciativa. —…Tus planes.

Me sorprendió lo que dijo luego.

—¿Decidiste tus planes para el futuro?

—¿Huh? Oh, Uh-huh. Ya lo decidí.

—Ya veo…

Era una forma un tanto extraña de responder a mi pregunta, pero es cierto que todo el mundo estaba haciendo un gran alboroto antes de la clase. Como aún no se lo había dicho, la sorpresa era una reacción comprensible. La razón por la que la invité a caminar a la estación fue para poder contárselo, pero dado lo fuerte que hablaban todos, ella debe haberlo escuchado.

—Um, quería hablarte más sobre eso más tarde… pero creo que quiero ser un jugador

profesional.

—Sí…

Su expresión seguía siendo sombría y me pareció que no estaba del todo bien. Pero no estaba actuando de forma realmente extraña, así que era difícil preguntarle qué le pasaba.

—Eh… ¿por qué?; Ella comenzó a hablar con dudas. —¿Por qué decidiste eso?

—¿Qué quieres decir?

—Uh, um…

Esa era una gran pregunta, y tomaría mucho tiempo responderla, razón por la cual quería caminar juntos hasta la estación.

—Algunas cosas que sucedieron en la reunión, y hablando con Mimimi, y otras cosas. Por supuesto, quiero contarte todo eso.

—La reunión… y Nanami-san; Repitió, y luego sonrió con tristeza.

—Es por eso que quería……

Me interrumpió, cosa que casi nunca hacía. —Lo siento.

—Um…; Yo tampoco esperaba esa respuesta.

—Hoy… creo que quiero caminar sola hasta la estación. No tenía idea de qué decir.

No caminábamos juntos a casa todos los días. Pero esta fue la primera vez que rechazó mi invitación porque ella quería estar sola, no porque tuviera otros planes.

—Ah, okey.

—… Bien.

Hubo otra pausa incómoda.

—…Okey. Entonces nos iremos a casa por separado hoy; Me tragué la tristeza que brotaba de mi pecho.

Pero era yo, no ella, quien quería camináramos juntos hasta la estación. Incluso si estábamos saliendo, necesitaba respetar sus deseos.

—Sí…; Dijo ella, mirando hacia abajo.

No sabía qué más decir, así que me quedé allí, mirándola.

Contuvo la respiración por un segundo, luego nerviosamente ella me miró a los ojos. —Um… si

nos vamos a casa por separado, ¿con quién……?

En ese momento, sonó el timbre, ahogando su suave voz e interrumpiendo nuestra conversación.

Ella había comenzado a decir algo, y el salón de clases estaba cada vez más silencioso. Si fuera importante, podría haberlo repetido, pero ella decidió no continuar.

Regresamos en silencio a nuestros asientos y comenzó la clase.

La imagen de Kikuchi-san mordiéndose el labio con ansiedad quedó grabada en mi mente.

***

En el almuerzo, sucedió algo más inesperado.

—… ¿Eh?

Sucedió cuando estaba almorzando con el grupo que iba a Spo-Cha. un mensaje de LINE de Kikuchi- san.

[Lo siento. Quiero que caminemos juntos a la estación hoy.]

Me senté allí, mirando en silencio mi teléfono, rodeado de las bromas y conversaciones del resto del grupo.

¿Qué diablos estaba pasando?

Por la mañana, ella había rechazado mi invitación y ahora era la hora del almuerzo. ¿Qué cambio emocional había tenido lugar en el espacio de unas pocas horas? No tenía ni idea.

Y también había otro problema.

—¡Arreglemos todo después de la escuela!; Takei estaba terminando la conversación.

Así es. Habíamos decidido reunirnos todos en clase después de que terminara la escuela. Y como Kikuchi-san ya había rechazado mi invitación, dije que yo también estaría allí.

Pero Kikuchi-san claramente estaba actuando de manera extraña. Dejar las cosas como estaban sería una mala idea.

Seguí la conversación mientras le escribía mi respuesta.

Estaba seguro de que lo más importante en una situación como esta era decirle todo por adelantado.

[Se supone que debo reunirme con todos después de la escuela en nuestro salón de clases para hablar sobre este fin de semana. ¿Me esperarías hasta que terminemos? ¡Yo también quiero caminar contigo hasta la estación!]

Envié el mensaje, luego apagué mi pantalla.

Nunca antes había tenido una novia, así que todo esto era nuevo para mí. Pero estaba seguro de que si era honesto y abierto, podríamos entendernos.

***

El día escolar terminó.

La reunión de Spo-Cha (también conocida como charla aleatoria con los normies) terminó durando más de una hora, y Kikuchi-san me esperó en la biblioteca hasta que terminó.

Charlar durante tanto tiempo con un grupo que incluía miembros un poco menos familiares como Tachibana y Kashiwazaki-san me costó mucho, y cuando me dirigí a la biblioteca, estaba bastante agotado. Además de eso, había estado preocupado por cosas con Kikuchi-san todo el día.

Cuando entré a la biblioteca, vi la vista familiar de Kikuchi-san sentada allí con un libro. Cuando me vio, ella sonrió y lo cerró. Era como si la estuviera viendo por primera vez en mucho tiempo. Que alivio.

—Hola.

—Hola. Gracias por esperar. Estoy exhausto.

—¿Lo estás?

Asentí y me senté a su lado, dejando mi bolso sobre la mesa. —¿Puedo descansar un segundo?

—Jee jee. Por supuesto. Ha sido un largo día.

—… Sí.

El tiempo fluía lentamente ahora.

—Avísame cuando hayas descansado lo suficiente.

—Okey. ¿Te importa si corro al baño?

—Adelante.

Caminé hacia el baño al lado de la biblioteca. No podía decirle que en realidad había querido ir durante media hora, pero estaba atrapado en una ola normie y no pude salir.

Terminé mis asuntos y me paré frente al espejo, lavándome las manos, mirando mi reflejo y mentalizándome.

Me alegré de que hubiéramos decidido encontrarnos en la biblioteca. Sentí que solo estar allí derritió parte de la incomodidad de antes.

Estaba seguro de que sería capaz de hablar con ella sobre todo……

Con ese pensamiento en mente, caminé de regreso a la biblioteca, y fue entonces cuando sucedió.

Abrí la puerta y miré dentro.

Vi a Kikuchi-san. Ella tenía mi teléfono en la mano.

—¡…!

Cuando notó mi presencia, ella me miró con una expresión que podría interpretarse como pánico, desesperación o tristeza.

—… ¿Kikuchi-san?

Ella dejó mi teléfono en la mesa, recogió su bolso y comenzó a correr.

—¡Hey, espera!; La llame.

Pero ella siguió corriendo fuera de la biblioteca. ¿Debería perseguirla? ¿Qué demonios estaba pasando? Traté de organizar mis pensamientos caóticos y decidí que primero tenía que averiguar cuál era la causa.

Así que tomé mi teléfono…… y me sorprendí.

Un mensaje de LINE de Rena apareció en la pantalla. Decía:

[Lo siento por mencionar el sexo de la nada el otro día.]

Lleno de arrepentimiento y pánico, salí volando de la biblioteca. Pero Kikuchi-san no se encontraba por ninguna parte.

—… Esto es malo.

Mi relación estaba en serios problemas.

-FIN DEL VOLUMEN 8-