Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 19

Extra 3: La Mañana De Satsuki

Una madrugada en el castillo de Galarc, poco después de que el rey Francois le otorgara a Rio su mansión…

“Mm…”

Kisaragi Satsuki dormía profundamente en un dormitorio en el segundo piso de la mansión. Cuando de repente abrió los ojos, se encontró con la vista de un techo desconocido.

Dónde…

Ella cuestionó su paradero por un segundo.

Oh, es cierto. Ayer me quedé en la mansión de Haruto. Ella recordó somnolienta la razón por la que estaba aquí. “Ah… ¡Mmmm!”

Dejó escapar un bostezo lindo y desprevenido, luego se sentó y se estiró para relajar su cuerpo.

Ahora…

Satsuki era una persona mañanera. No sintió la necesidad de volver a dormirse, así que se levantó de la cama y se dirigió al armario. Una vez que se cambió, salió de su habitación y se dirigió a las escaleras del primer piso, pero…

Hmm… ¿Me levanté demasiado temprano?

La mansión estaba en completo silencio. Las luces del pasillo estaban encendidas, pero la sala y la cocina aún estaban a oscuras.

Dije que entrenaría por la mañana, y ya me he cambiado… Lo que sea, saldré y calentaré primero.

Esperar pacientemente en el dormitorio o en la sala de estar a que alguien se levantara no estaba en su naturaleza. Satsuki se dirigió a la ventana de la sala de estar que daba al jardín.

¿Eh…?

La ventana estaba desbloqueada. Alguien debe haber olvidado cerrarlo.

Es Haruto.

Se podía ver a Rio blandiendo su espada en el jardín.

No parece que nadie más se haya levantado todavía.

Lo que significaba que Satsuki era el segundo en subir. Podría salir a hablar con él, pero…

Sus movimientos son siempre tan limpios…

Satsuki se detuvo para mirar a Rio. Rio actualmente estaba usando el viento para moverse, sin aplicar nada de su propia fuerza muscular. Por eso sus movimientos eran irregulares pero eficientes. Apenas hubo desperdicio en sus acciones, por lo que era imposible predecir cómo se movería a continuación. Tales movimientos eran tan hermosos que no pudo evitar seguir mirando.

Después de un tiempo, Satsuki volvió a sus sentidos y comenzó a preguntarse si había algo que pudiera ganar observándolo. Ella comenzó a observarlo de cerca.

Es como si estuviera observando a alguien en la práctica matutina en un club deportivo.

De repente pensó para sí misma. Era un pensamiento nuevo y nostálgico, lo que la hizo soltar una risita.

“¿Satsuki?” Rio se había acercado a la ventana mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, llamándola.

“¡¿H-Haruto?!”

“Pude verte en la ventana… Buenos días.”

Satsuki se estremeció. “Mañana. Siempre apareces de la nada…” “Lo siento si te asusté”, dijo Rio en tono de disculpa.

“No, está bien. Creo que me uniré a ti. Oh, pero tengo que calentar primero. Haruto, ¿me ayudarás a estirarme?”

“Por supuesto.”

“Hurra. Entonces empecemos con un poco de estiramiento”. Satsuki se sentó alegremente y se inclinó hacia adelante.

Por lo tanto, Rio y Satsuki pasaron la mañana solos hasta que los demás se despertaron. La primera en toparse con ellos fue Latifa, que hizo un gran alboroto por ello, pero esa es otra historia para otro día.

-FIN DEL VOLUMEN 19-