Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 20

Prologo: Detesto Este Mundo

Detesto este mundo.

Me enferma hasta el estómago. Por eso voy a iniciar una cruzada.

Una resistencia contra los estúpidos humanos que corren desenfrenados. La cruzada comienza pronto.

Creo que recordaré las cosas que sucedieron desde que vine a este mundo.

Qué salió mal.

¿Quién estaba equivocada? Si estaba equivocada.

Si he perdido la cabeza. Para comprobar que…

***

Yo era profesora en una universidad urbana cuando un día, deambulé por este mundo con mi amado prometido.

Era un profesor asociado de poco más de treinta años y una persona extremadamente capaz. Sin embargo, no me enamoré de él porque fuera capaz. Su amabilidad, sinceridad y dedicación fueron lo que me atrajo de él. Lo amaba desde el fondo de mi corazón.

Los dos llegamos por primera vez a este mundo en medio de las montañas. Estábamos en el laboratorio de investigación de la universidad en un momento, luego rodeados de naturaleza al siguiente. Cerca había una cascada.

Al principio, pensamos que estábamos en el campo de Japón. Tal vez habíamos quedado atrapados en una deformación, un teletransporte o una grieta en el espacio. Acabábamos de encontrarnos con un evento tan poco realista, pero aún creíamos que estábamos en la Tierra.

Sin embargo, nos equivocamos.

Esto no era la Tierra, era un mundo diferente. Nos dimos cuenta de esto después de pasar varias horas bajando la montaña.

Había un asentamiento humano al pie de la montaña. El pueblo no mostraba signos de civilización moderna. Todas las personas que vivían allí tenían ropas tan andrajosas; nos quedamos impactados. Pero eran las primeras personas que conocíamos desde que llegamos aquí. Teníamos que hablar con ellos.

A juzgar por sus rostros, claramente no eran japoneses. Según mi prometido, sus rostros se parecían a personas rusas o europeas. Luego trató de hablarles en ruso, inglés y alemán, pero no lo entendían.

Pero por alguna razón, pude entenderlos. De hecho, sus palabras me sonaban a japonés. Los aldeanos se quedaron perplejos ante el japonés de mi prometido, pero entendieron cada palabra de mi japonés.

Después de eso, a mi prometido y a mí se nos permitió quedarnos en una casa vacía en el pueblo. Estábamos agotados de bajar la montaña, así que dormimos como muertos ese día.

***

La noche después de que vagamos por este mundo, tuve un sueño. Aparentemente, yo era un héroe.

Alguien apareció en mi sueño y me dijo eso. Tenía dudas al principio, pero cuando me desperté por la mañana, tenía el mismo poder que vi en mi sueño. Podría invocar un bastón extraño y controlar la tierra con una especie de poder paranormal.

Le conté a mi prometido lo que había visto en mi sueño. Con toda probabilidad, solo estaba en este mundo porque había estado conmigo. Había arrastrado a mi amada a este lío. Quizás no había forma de regresar a la Tierra. Cuando me di cuenta de esto, palidecí.

Pero él solo sonrió y dijo: “Me alegro de que hayas sido tú quien me trajo aquí. Me alegro de que no hayas tenido que venir a este mundo sola.”

Con eso, me salvé. Él me salvó.

Aunque no pude salvarlo…

***

Queríamos regresar a la Tierra si pudiéramos, así que tratamos de buscar un medio para hacerlo.

Sin embargo, no sabía nada más que el hecho de que era un héroe y que había obtenido un poder especial. No teníamos pistas sobre cómo volver. Si algo estuviera escondido, probablemente estaría en la montaña donde llegamos por primera vez a este mundo.

Mi prometido y yo continuamos viviendo en el pueblo. Como pago, mi prometido le dio al jefe de la aldea su largo abrigo de invierno.

Vivir en el pueblo era la mejor opción hasta que nos familiarizamos con vivir aquí.

Era la mejor opción, o eso creíamos.

***

Después de venir a este mundo, el tiempo pasó volando en un abrir y cerrar de ojos.

¿Fue algo inesperado o simplemente natural? En cualquier caso, teníamos mucho que hacer en el pueblo.

Los aldeanos eran demasiado poco inteligentes. Su falta de conocimiento significaba que vivían de una manera extremadamente ineficiente.

Usamos nuestro conocimiento moderno para mejorar el nivel de vida en el pueblo. Al mismo tiempo, escondí mis poderes de héroe. No pude ver a nadie más en el pueblo que pudiera usar un poder mágico. Solo la nobleza y otras personas especiales podían usar magia. Por eso usé el poder de mis Armas Divinas para arar los campos y enriquecer el suelo en secreto.

Mi prometido estudió poco a poco el idioma de este mundo y finalmente se volvió capaz de comunicarse de manera simple con los aldeanos.

Podíamos sentir que nuestro trabajo se hacía más fácil y que la vida mejoraba día a día. Esa fue una sensación satisfactoria. Por supuesto, todavía era un inconveniente en comparación con vivir en Japón, pero…

“El hogar está donde lo haces, como dice el refrán”.

Mi prometido repetía esas palabras como un eslogan. Cada vez que lo hacía, respondía con un “Sí” avergonzada.

Lo que realmente importaba era con quién estabas. Para mí, el hogar estaba dondequiera que él estuviera.

Era demasiado tímido para decirle eso directamente, pero… Yo era feliz.

Pasó más tiempo.

***

Mi bastón aparentemente tenía el poder de curar a la gente. Me di cuenta de esto cuando cortaron a mi prometido mientras trabajaba en el campo.

No sabía por qué, pero por alguna razón, pensé que podría curarlo si ponía el poder mágico en mi bastón. Llevé el extremo del bastón cerca del área herida y comenzó a brillar, curando su corte.

Les dije a los aldeanos que usé un medicamento que tenía a mano, pero se sorprendieron de cómo su herida había sanado en un día.

Después de eso, comenzó a circular el rumor de que yo era médico y me visitaban personas heridas y enfermas. Tuve que fingir que era médico y curarlos mientras ocultaba mi poder. Nunca había estudiado medicina, pero no había nadie más en el pueblo que pudiera llamarse médico.

Mientras tanto, mi prometido trabajaba en la mejora de las herramientas agrícolas, la creación de fertilizantes, la construcción de ruedas hidráulicas y vías fluviales y la mejora de los estándares de higiene del pueblo.

Antes de que nos diéramos cuenta, mi prometido y yo nos habíamos convertido en figuras centrales del pueblo. Siempre que alguien tenía un problema, acudía a nosotros en busca de consejo. Incluso fui testigo del nacimiento de una nueva vida.

Le expliqué a la pareja que no tenía experiencia en partería, pero insistieron en que yo estuviera allí. Estaba completamente absorto en la experiencia. Poco podía hacer más que enfatizar la importancia de la higiene para la partera y ayudar a preparar paños limpios que se esterilizaban con agua hirviendo.

Fue un parto terriblemente difícil. Con cara de conflicto, la partera dejó escapar que la madre y el niño estaban en peligro. Al ver la mirada de dolor en el rostro de la madre, decidí usar mi poder curativo, que había mantenido oculto hasta entonces.

Los aldeanos me habían dicho sobre la existencia de artefactos mágicos que tenían el poder de la magia dentro de ellos. Usé eso como una explicación para mi bastón y activé su efecto curativo. La luz brilló y ocurrió un milagro.

El bebé nació sano y salvo, y la pareja estaba muy agradecida. “Estaré en deuda contigo por el resto de mi vida”.

La gratitud del padre fue tan excesiva que me preocupé un poco. Pero definitivamente no parecía estar exagerando.

Sostuve al recién nacido en mis brazos y sentí el valor de la vida. Quería dar a luz a un niño lindo como este con mi prometido algún día.

Lo deseaba desde el fondo de mi corazón.

***

Estábamos completamente acostumbrados a vivir en este mundo cuando decidimos visitar la montaña donde llegamos por primera vez una vez más. Nuestro objetivo era buscar pistas sobre cómo podríamos regresar a la Tierra.

Tomó algún tiempo antes de que pudiéramos hacer el viaje, pero originalmente habíamos elegido quedarnos en este pueblo exactamente con ese propósito. Nos habíamos apegado al pueblo, pero nuestro deseo de regresar a Japón era mayor.

La razón por la que seguíamos solteros también tenía que ver con nuestro persistente deseo de regresar a Japón. Habíamos decidido que si nos íbamos a casar en este mundo, lo haríamos con la intención de ser enterrados en este mundo.

Había dos problemas. La primera fue que no pudimos especificar la ubicación exacta en la que aparecíamos. Solo sabíamos que estaba en las montañas y a unas pocas horas a pie del pueblo. No tuvimos más remedio que confiar en nuestros recuerdos. También sabíamos que había una cascada cerca.

El otro problema era quién iría a investigar. Tuvimos la suerte de descender la montaña con seguridad la primera vez, pero había muchas bestias peligrosas en las montañas.

Caminar por las montañas desarmado fue un acto suicida. Por eso quería ir sola, pero mi prometido estaba preocupado.

“Soy mucho más fuerte que tú ahora”, dije en broma, pero se quedó en silencio con el ceño fruncido… porque mi poder hizo que esa afirmación fuera cierta.

Si lo deseara, mi poder de héroe mejoraría mis habilidades físicas en un grado aterrador. Mi cuerpo también se volvería más fuerte.

En comparación, mi prometido no tenía tal habilidad. Era un humano normal. Había ganado energía con el trabajo agrícola diario, pero su vida aún estaría en peligro contra una bestia salvaje, incluso si estuviera armado.

Aunque era fuerte, nunca antes había luchado en una batalla real. Pelear daba miedo. No confiaba en mi capacidad para mantener la calma y protegerlo si nos atacaban. Por eso creía que era menos peligroso ir solo.

“Incluso si me encuentro con un animal, me concentraré en huir. Evitaré pelear.”

Mi persistencia eventualmente lo convenció. Por lo tanto, debía dirigirme solo a las montañas.

***

Temprano en la mañana, partí hacia las montañas.

Un poco después del mediodía, encontré una cascada que se parecía a la primera junto a la que llegamos. Entonces, encontré el lugar donde habíamos aparecido.

Cerca había una cascada. Ese era el único recuerdo que me quedaba de este paisaje. Era difícil de describir con palabras, pero este lugar estaba extrañamente abierto por estar tan profundo en las montañas.

No había duda de ello. Mi prometido y yo definitivamente estuvimos aquí cuando llegamos por primera vez a este mundo. Sin embargo, aunque esperaba tanto, no había pistas sobre cómo regresar a nuestro mundo. Probablemente lo supe desde el momento en que llegamos. Pero estábamos tan confundidos en ese momento que no llevamos a cabo una investigación adecuada.

Investigué el área cuidadosamente. Tanto por encima del suelo como por debajo del suelo. Afortunadamente, pude controlar la tierra con mi bastón, por lo que fue fácil excavar.

No había nada que ganar sin importar dónde cavara, pero no podía dejar de regresar a la Tierra después de un solo intento. Volvería más tarde. Después de decidir eso, regresé al pueblo.

***

Había pasado una semana desde que comencé a investigar las montañas. Al final, no habíamos descubierto nada sobre cómo regresar a la Tierra.

No tenía sentido investigar más allá de esto. Con ese pensamiento, mi prometido y yo comenzamos a recopilar información fuera del pueblo.

¿Había alguna literatura sobre héroes en este mundo? Salimos a buscar la respuesta.

Un día después de eso, aparentemente, el pueblo no tenía suficiente para pagar los próximos impuestos. Los aldeanos vinieron a nosotros para cualquier idea.

Las aldeas pagaban impuestos al país, en forma de dinero o cosechas. Sin embargo, rara vez hubo la necesidad de usar moneda en el pueblo. Por lo tanto, el pueblo no tenía ahorros en efectivo y por lo general pagaba el impuesto con las cosechas.

No era imposible para ellos pagar los próximos impuestos, pero hacerlo causaría que una gran cantidad de personas murieran de hambre.

El conocimiento moderno que trajimos al pueblo había mejorado mucho su agricultura, pero los resultados no se verían hasta la próxima cosecha. Los nuevos cultivos no crecerían a tiempo para el pago de impuestos.

Les pregunté si era posible retrasar el pago de impuestos, pero aparentemente no había precedentes de tal excepción.

Entonces pregunté cuáles eran las consecuencias de no poder pagar el impuesto. Aparentemente, tendrían que reunir cualquier cosa de valor y venderla por dinero en efectivo. Si no podían manejar el impuesto con eso, el país los castigaría con el despojo forzoso.

Sin embargo, ninguna de las familias del pueblo poseía artículos de valor. Si lo hicieran, no estarían luchando para pagar el impuesto en primer lugar. En casos como este, aparentemente lo más común era vender a alguien como esclavo.

Cuando mi prometido escuchó eso, fue el primero en oponerse firmemente a la idea. También estaba en contra de la idea de vender a alguien como esclavo. Mi prometido entonces se ofreció a tratar de vender nuestros objetos de valor en la ciudad.

Afortunadamente, estábamos en posesión de algunos artículos valiosos, los artículos que habíamos traído del mundo moderno. La ropa y los accesorios podrían venderse a precios especialmente altos. Cuando mi prometido declaró su voluntad de vender nuestras posesiones, los aldeanos claramente dejaron escapar un suspiro colectivo de alivio.

Eran artículos que habían perdido su uso tan pronto como llegamos a este mundo de todos modos. No tenía sentido aferrarse a ellos para siempre. Yo tampoco me opuse a la idea.

El padre del niño cuyo nacimiento había presenciado mencionó que tenía familiares con una tienda en la capital, por lo que decidimos vender nuestros artículos allí.

Inmediatamente partimos hacia la capital. Me preguntaba por qué la capital estaba a poca distancia de las montañas, pero resultó que esta era una nación extremadamente pequeña. Por cómo lo describieron los aldeanos, era solo del tamaño de unas pocas ciudades japonesas reunidas. El pueblo estaba junto a las montañas en la frontera del país, pero si salíamos con el amanecer, llegaríamos a la capital por la mañana del día siguiente.

El grupo que se dirigía a la capital estaba formado por unos pocos hombres armados con herramientas agrícolas, y mi prometido y yo, que poseíamos los artículos que se venderían. El padre se unió a nosotros. Nació en la capital y nos llevaría a la tienda de sus familiares.

Llegamos a la capital sin ningún problema. Aunque era la capital, era solo la capital de una nación menor. Ni siquiera era del tamaño de una pequeña ciudad en Japón. Por lo que pude ver del paisaje urbano, el nivel de civilización era el de la Edad Media de la Tierra.

No teníamos dinero para una estadía prolongada en la capital, así que inmediatamente fuimos a hacer nuestro negocio. Nos dirigimos a la tienda antes mencionada y comenzamos las negociaciones.

Sin embargo, no sacamos todos los elementos a la vez. Mostramos nuestros artículos en pequeñas cantidades y observamos sus reacciones. Debido a que nuestros artículos no existían en este mundo, el precio dependía de cuánto estaba dispuesta a pagar la tienda. No sabíamos cuántos fondos tenía la tienda, y sacar todos nuestros artículos a la vez reduciría su novedad. Temíamos que eso resultaría en un precio más barato.

Las negociaciones las hicimos mi prometido y yo. Como resultado, pudimos asegurar los fondos de impuestos después de vender solo un juego de ropa. Estoy seguro de que la novedad jugó un papel en eso, pero también reflejó cuán alta era la ropa de la Tierra.

Primero nos dieron un precio bajo, pero cuando dije que estaba dispuesto a renunciar a la venta porque estaba apegado al artículo, inmediatamente me ofrecieron. Preguntaron si teníamos otros artículos, pero los descartamos sin mostrarles nada más. Decidimos que sería mejor guardarlos para el futuro. Así concluyó la venta.

El precio de compra era más de lo que tenían a mano, por lo que se decidió que recibiríamos la mitad por adelantado y la otra mitad una vez que se hubiera revendido la ropa. Como eran parientes, el padre del bebé asumió el papel de quedarse atrás por el monto restante.

A la mañana siguiente, nuestro grupo salió de la capital con un integrante menos y regresó al pueblo con la mitad del pago. El viaje de regreso transcurrió sin incidentes, y estábamos de regreso en el pueblo a la mañana siguiente de partir.

***

Había pasado una semana desde que regresamos al pueblo…

Estaba visitando las montañas una vez más; era mi primera visita desde que volví de la capital. Mi propósito no era investigar, ya había buscado extensamente en los alrededores. Entonces, ¿por qué estaba aquí de repente otra vez? La verdad es que ayer mi prometido me volvió a proponer matrimonio.

“¿Qué piensas acerca de casarte?”

Habíamos estado comprometidos desde antes de entrar en este mundo, pero pospusimos el matrimonio porque no habíamos renunciado a regresar a la Tierra.

No había medios anticonceptivos en este pueblo. Casarse inevitablemente resultaría en tener un hijo, y una vez que tuviéramos uno, naturalmente no podríamos movernos libremente por un tiempo.

En otras palabras, esta propuesta de matrimonio simbolizaba renunciar a nuestra búsqueda de una forma de regresar a la Tierra.

Honestamente, mi respuesta fue bastante firme. Sin embargo… “¿Puedes darme solo un día para pensar?”

Siempre he sido así… desde que era una niña, incluso. Mis sentimientos estaban casi solidificados, pero dudaba en responder por impulso.

Es por eso que visité el lugar donde llegamos por primera vez a este mundo. Si viniera aquí, averiguaría si todavía tenía el deseo de regresar a la Tierra o si estaba dispuesto a ser enterrado en este mundo.

Recibí mi respuesta. Vine aquí y miré hacia atrás en mi vida en la Tierra, y descubrí que no tenía apegos persistentes.

Mi prometido estaba aquí conmigo. Mientras él estuviera aquí, podría vivir en cualquier lugar. Mis sentimientos se solidificaron por completo.

Le daría mi respuesta tan pronto como regresara al pueblo. Con eso decidido, me apresuré a regresar.

El cuerpo y las habilidades físicas de un héroe eran asombrosos. Nos tomó horas descender la montaña cuando llegamos por primera vez a este mundo, pero ahora podía hacer el viaje en solo diez minutos. Y una vez que lo hice…

“Ah ah ah ah…” No pude hablar.

Apenas podía creer lo que veía.

Su cadáver fue exhibido en el centro del pueblo. Junto al cuerpo vestido con ropa familiar estaba su cabeza cortada. El suelo estaba mojado de sangre. Los aldeanos con los que deberíamos haber estado cerca estaban tirando piedras a su cuerpo mientras gritaban de rabia.

“¡Eran sospechosos desde el principio!” “¡Cómo se atreven a robarle a un noble!” No tenían ningún sentido.

¿Robarle a un noble?

¿Quién lo hizo?

Mientras permanecía congelada, observando la vista de su cadáver desde lejos, me encontré con los ojos del padre del bebé cuyo nacimiento presencié. Él fue quien dijo que estaría en deuda conmigo para siempre por salvar a su esposa e hijo.

“¡A-Ahí está ella! ¡Esa es la mujer!” El padre me señaló con el rostro pálido. Estaba rodeado por su pariente comerciante de la capital, un hombre bien vestido y varios caballeros con espadas y mazas. Por alguna razón, todos nuestros artículos de la Tierra habían sido traídos.

“Tráiganla aquí”, ordenó el hombre bien vestido.

Tres de los cinco caballeros que lo rodeaban se movieron. “Aaah… Aaah…”

Materialicé mi bastón y me acerqué a los hombres yo misma.

Para   ser   más   precisos,   me   acerqué   al   cadáver   de   mi   prometido. Lentamente, paso a paso.

“¡Oye!”

“¡Deténgase! ¡¿Que—?!”

“¡¿C-Cuál es la fuerza ridícula de esta mujer?!”

Los caballeros trataron de detenerme, pero empujé hacia adelante. Mis pasos se hicieron más rápidos y me sacudí de encima a los caballeros que me agarraban. No tenía ningún recuerdo de ninguna palabra pronunciada a partir de ese momento.

El hombre bien vestido gritaba algo con una mueca. Ignoré a los caballeros que estaban posicionados para protegerlo.

Todo lo que quería hacer era contactar a mi prometido. Corrí hacia su cadáver sin mirar a nadie más. Deben haber sido sorprendidos por mí.

“No… No… No te mueras…”

Recogí su cabeza cortada y activé mi poder curativo en su cuerpo. Cuidadosamente traté de conectar su cuello y cuerpo, acercando el brillo del bastón a la herida.

“No… no.…”

Mientras murmuraba para mí mismo como un disco rayado, alguien me golpeó por detrás con todas sus fuerzas. Era el caballero con la maza.

Fui volado a un lado mientras cargaba su cabeza cortada. Los caballeros rodearon mi cuerpo caído, apuñalándome con sus espadas y las puntas afiladas de las mazas.

“Ah ah…”

Mi conciencia se desvaneció. Ese día, en ese momento…

Fui asesinada. Definitivamente me mataron. Y todavía…

***

Vi un sueño.

Al parecer, me había despertado.

Alguien apareció en mi sueño y me otorgó un poder aún mayor. Me enseñaron a usarlo…

Pero no me importaba nada de eso. Lo que yo quería no era poder.

No poder…

***

Me desperté.

Estaba completamente oscuro.

Mi cuerpo estaba siendo aplastado.

Era tan sofocante. Luché con todas mis fuerzas. Entonces, vi una luz tenue a lo lejos.

Era la luna en el cielo nocturno.

Aparentemente, me habían enterrado fuera del pueblo. Mi cadáver todavía estaba en la misma ropa ensangrentada con la que había muerto.

Encontré el cadáver de mi prometido enterrado a mi lado, así que traté de curar su cadáver nuevamente. El único pensamiento en mi mente era curarlo. Silenciosamente continué sosteniendo la luz curativa contra él.

¿Cuánto tiempo pasó así? Finalmente, me di cuenta de que no iba a volver a la vida.

Después de eso, me dirigí al pueblo.

¿Por qué estaba viva?

¿Por qué yo era la única viva?

¿Por qué lo mataron?

Fui a buscar las respuestas a esas preguntas.

Según la situación, el que tenía más probabilidades de saberlo era el padre del bebé. Su casa estaba en las afueras del pueblo.

La noche ya había caído sobre el pueblo, y afuera estaba completamente oscuro. Nadie estaba caminando. Llegué a su casa sin pasar a nadie. Miré dentro de la casa desde un hueco en la entrada principal.

Era una casa pequeña de una habitación para una familia de tres. El padre y la madre se sentaron a la mesa del comedor mientras el bebé dormía en una cama elevada.

“Hicimos un buen trabajo. Ahora podré abrir mi propia tienda. Puedo darte a ti y a este niño una vida mejor”.

Cuando el padre dijo esas palabras, la madre reaccionó con clara emoción. Deben haber soñado con escapar de su pobre vida en el pueblo.

Antes de darme cuenta, mis pies se estaban moviendo. La puerta destartalada se abrió con un crujido. La pareja notó el sonido y miró hacia la entrada. Cuando me vieron con mis ropas ensangrentadas—

“¡Eek!” La madre tembló de horror.

“¿C-Cómo estás viva…?” El padre también se quedó sin palabras. “Devuélvelo…”

“¿Eh?”

“Dijiste que estarías en deuda conmigo por el resto de tu vida.” “…”

Cuando expresé mi demanda, el padre hizo una mueca horrible. ¿Se sentía culpable por algo? Apartó los ojos de mí.

“Si estás en deuda conmigo por el resto de tu vida, entonces devuélvemelo. Devuélvemelo. Devuélvelo a la vida.”

“¡Eek…!” La madre saltó de su asiento y se alejó de mí con miedo.

“¡N-No te acerques más!” gritó el padre. El bebé dormido se sorprendió hasta las lágrimas.

“Qué niño tan lindo”. Recogí al bebé.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?! ¡¿Pondrías tus manos sobre un bebé?!” El padre me miró como si yo fuera el diablo.

“¿Poner mis manos? ¿Por qué pensarías que haría tal cosa? Todo lo que hice fue levantar a un bebé que lloraba”.

“¡Eso es porque…!”

“¿Porque qué?” Me acerqué al padre que parecía asustado.

“¡E-Estás siendo extraño! ¡Hay algo anormal en ti! ¡Claramente eres un peligro para nosotros ahora mismo!” El padre me gritó vagos insultos.

“¿No me permitirás sostener al bebé porque parezco un peligro? Entonces,

¿preferirías que lo soltara?” Casi me reí a pesar de mí misma. En cambio, agarré al bebé por el pescuezo y levanté mi brazo delante de los padres. Si lo soltaba, el bebé caería al suelo.

“¡No!”

“¡Por favor, no lo sueltes!”

La pareja gritó a la vez. El bebé se estremeció y lloró más fuerte.

“En ese caso, ¿por qué no tenemos una pequeña charla? Dime por qué tuvo que ser asesinada. ¿Qué hicimos exactamente para merecer esto?”

“¡N-No lo sé!”

“Tú eres quien los trajo de la capital, ¿no? Estabas hablando de cómo hiciste un buen trabajo”.

El padre palideció ante mis palabras. Debe haber creído que había escuchado algo desfavorable para él. Todo lo que escuché fue una breve mención de un trabajo, pero estaba claro que este padre había hecho algo para que esto nos sucediera.

“N-No es mi culpa”. A pesar de decir eso, el padre finalmente cedió y comenzó a hablar.

Era una tontería.

Todo lo que dijo fue una completa tontería.

El detonante fue cuando nuestra ropa se revendió por más de lo esperado. El comprador era el hombre excepcionalmente bien vestido en el centro del pueblo antes. Él y su hija, que no había venido al pueblo, querían saber quién había hecho la ropa que compraron.

En resumen, el padre antes que yo había dejado escapar que poseíamos artículos más raros como la ropa que se vendía. Que teníamos utensilios limpios que nunca antes había visto, metales preciosos y un bastón con el poder de curar.

El noble y su hija expresaron un fuerte interés en nuestros artículos. El hombre tenía especial curiosidad por el bastón de sanación que yo poseía.

Ese día, el padre regresó a la casa de su pariente sin más discusión. Pero a la mañana siguiente, un mensajero del noble lo llamó de regreso. Cuando llegó a la mansión—

“Buen trabajo. Gracias a ti, finalmente se han localizado los artículos robados de mi amigo. Por cierto, ¿estaría interesado en cooperar para garantizar que el proceso de recuperación transcurra sin problemas? Serás recompensado generosamente, por supuesto.”

Le dieron tal oferta.

“Así que estabas cegado por la codicia. Nos acusaste de un crimen que nunca cometimos.”

“¡E-Estás equivocada!” el padre respondió en un frenesí cuando lo miré con frialdad.

“No veo cómo me equivoco”.

“¡Me amenazaron! No podía desafiar a un noble, me habrían matado si no lo hubiera ayudado. ¡Y el resto del pueblo también tiene la culpa! Nos dijeron que nos eximirían de pagar impuestos por un tiempo”.

“Así que todo el pueblo nos vendió”.

En este momento, estaba sorprendentemente tranquila. Tal vez fue porque las excusas de pánico del hombre sonaban tan cómicas.

“¡T-Todos tratamos de persuadir a tu prometido! ¡El noble quería arreglar las cosas pacíficamente si era posible! ¡Si hubiera entregado todo, no lo habrían matado! ¡Sin embargo, insistió en oponerse al noble…!”

¿Estaba tratando de redirigir la culpa? “¿Por qué se opuso al noble?”

“¡Era un anillo! ¡Dijo que era para ti, así que no podía dárselo en absoluto!” Un anillo para mí.

En otras palabras…

“¿Un… anillo… de compromiso…?”

Sí, debe haber sido un anillo de compromiso.

Me propuso matrimonio por primera vez poco antes de que llegáramos a este mundo, pero en ese momento no me había dado un anillo. Quería que fuéramos de compras juntos para comprar algo que me gustara.

Sin embargo, le dije que quería usar un anillo que él eligió para mí. Así que ya lo había comprado…

No teníamos dinero para comprar un anillo en este mundo.

La situación estaba clara. Había tratado de protegerlo para que no se lo llevara el noble. Y luego lo mataron por eso.

“¡Aha! ¡Ahaha!” Me reí con lágrimas corriendo por mi rostro. De lo contrario, no habría sido capaz de mantener mi cordura.

¿Pero había alguna razón para mantener mi cordura?

“…” La pareja frente a mí me miró como si estuviera siendo extraño. Entonces, el bebé comenzó a llorar de nuevo. Que sonido chirriante.

“E-Eso es suficiente, ¿no es así? ¡Devuélveme a mi hijo! ¡Te dije toda la verdad!”

“Después de matar a mi prometido y quitarnos la esperanza de tener un hijo, ¿quieres recuperar a tu propio hijo?”

¿Puede haber algo más egoísta que esto? ¿Era correcto dejar impune una petición como esa?

“¡Ya te lo dije, no fui yo quien lo mató! ¡Ese noble fue quien lo mató! ¡Los caballeros fueron los que lo mataron! ¡Y tu hombre no habría sido asesinado si no los hubiera desafiado!”

Con toda probabilidad, todo lo que decía era cierto.

“No me importa lo que creas que es la verdad. Tú fuiste quien parloteó sobre nuestros objetos de valor y trajo aquí a ese malvado noble. Ese noble ordenó a sus caballeros que mataran a mi prometido como resultado. ¿No son estos los hechos?”

“Eso es… Porque no pude oponerme al noble… Y el noble podría haber tenido razón acerca de que robaste esos artículos”.

“¡Aha! Creerías en un noble que nunca has conocido antes que en la mujer que salvó la vida de tu esposa y tu bebé. Dijiste que estarías en deuda conmigo por el resto de tu vida, pero no creías en nosotros en lo más mínimo.”

Fue una excusa tan patética escuchar esto tarde en el juego.

“Esta es la verdad para mí: desde el principio, no había nada. Esta tierra donde estábamos preparados para vivir nuestros días, este pueblo donde pensamos que habíamos ganado un lugar al que pertenecer, los aldeanos en quienes confiábamos lo suficiente como para vender nuestras pertenencias para salvar… ¡Todo eso era una mentira! ¡Fuimos traicionados por todos ustedes! ¡Ustedes lo mataron!”

Todo el mundo era un mentiroso. Fuimos tontos por confiar en ellos. Nunca pertenecimos a este pueblo.

No pertenecíamos a ningún lugar de este mundo. El hogar no estaba donde lo hiciste…

Lo que vivíamos era un infierno.

Gradualmente me volví más emocional y contaminado con locura. El bebé parecía temer eso, ya que el llanto se hizo más fuerte.

Entonces, en ese momento—

“P-Por favor, te lo ruego… Devuélvenos a ese niño… Por favor… Por favor… Nos disculparemos por todo, pero por favor.” La madre me rogó que le devolviera el bebé; probablemente temía lo peor.

Mientras tanto—

“¡Aaaah!” El padre gritó como un animal y cargó contra mí.

Si no pudo aceptar su propia culpa, o sabía que tenía la culpa, pero quería proteger a su hijo, no lo sé. De cualquier manera, era un hombre desvergonzado. Es por eso que fue capaz de pisar a otros por su propio bien.

Enfurecido, me atacó violentamente con la intención de matarme, pero… “¡Rah!”

Materialicé mi bastón en mi mano izquierda, que no sostenía al bebé, y lo derribé fácilmente. Retuve mi fuerza.

“Ugh…” Cayó hacia atrás, derribando algunos muebles. Mi moderación le permitió permanecer consciente, y jadeó con resentimiento.

No pude perdonarlo. Matarlo no sería suficiente.

¿Cómo podría castigarlo con la misma desesperación que yo había recibido?

Pensé en ello mientras hablaba con el hombre caído.

“Dijiste que estaba siendo extraña. Pero el que me hizo extraña fuiste tú. No lo haré, no puedo perdonarlos a ustedes”. Ya no pude reprimir mi impulso con la poca racionalidad que me quedaba. Coloqué al bebé en mi mano sobre la cama. Cuando levanté mi bastón por encima de la cabeza, la madre cargó contra mí a continuación. La aparté a un lado como había hecho con el padre.

Luego, levanté mi bastón una vez más. “¡Deténgase…!”

Giré el bastón hacia abajo frente a los dos. “¡Aha! ¡Ahahaha!”

Me reí como un disco rayado.

No… Yo era la rota.

A partir de ese momento, dejé de ser humano en cuerpo y alma. El último que maté fue el padre.

Me gritó por matar a su esposa e hijo hasta su último aliento. Acepté sus palabras sin emoción con la misma rabia en mi corazón.

***

Los nobles aún no habían salido del pueblo, así que los maté y recuperé el anillo de compromiso. Luego regresé a las afueras del pueblo donde estaba enterrado mi prometido, recogí su cuerpo y me dirigí a las montañas.

Lo enterré en el lugar donde llegamos por primera vez a este mundo. Supuse que ese era el lugar más cercano a la Tierra.

Entonces, me maté para seguirlo.

Si esta fuera una historia que terminara con mi muerte, todavía habría salvación.

Pero no hubo salvación. Realmente no había salvación. Aparentemente, no podía morir.

Incluso cuando atravesó el corazón. Incluso con la garganta cortada.

Incluso después de sangrar por cortarme la arteria axilar.

Si salté desde un terreno elevado o me quemé en un incendio. Aparentemente era incapaz de morir.

Podría curarme de cualquier tipo de herida.

Estaba muerto, pero yo tenía que seguir viviendo en este mundo. Quería morir.

Quería seguirlo. Pero no pude.

Estaba loca.

Este mundo estaba loco. Lo odiaba.

Odiaba este mundo.

¿Qué tenía que hacer para poder morir y unirme a él de nuevo?

***

Viajé alrededor, viendo el mundo con mis propios ojos… Pero dondequiera que iba era lo mismo.

No importa dónde vivieran, los humanos eran iguales. Los humanos eran criaturas horribles.

Incluso si parecían ciudadanos inofensivos de clase baja, no se sabía lo que realmente estaban pensando. Todos eran egoístas, imponiendo sus propias circunstancias a los demás. Pero si alguien les representaba un inconveniente, los antagonizarían sin pestañear. A veces, se agrupaban para hacer precisamente eso. Y cuando los humanos se juntaron, se convirtieron en bestias peligrosas.

Sin embargo, no tenían conciencia de sí mismos. Nadie pensó en sí mismos como equivocados. Era natural que los demás estuvieran equivocados. Era natural que las personas que los rodeaban se adaptaran a sus circunstancias.

Era muy difícil creer en los humanos.

Entonces, ¿por qué la gente creía en otras personas con tanta frecuencia?

¿Por qué la gente pensaba que era natural creer en sí mismos?

No importa qué palabras o acciones se transmitieran, no había forma de saber lo que otra persona estaba pensando, lo que otra persona estaba viendo…

Y, sin embargo, la gente creía en los demás. No, creían en lo que querían creer.

Apartaron la vista de las verdades inconvenientes. A veces los escondían. A veces se sentían traicionados, enfurecidos y vengativos.

¿Eran los humanos criaturas tontas?

¿Eran los humanos criaturas inteligentes?

¿Los humanos eran criaturas feas?

¿Eran los humanos criaturas hermosas?

No sabía si este mundo tenía un dios, pero si lo tuviera, solo él sabría la respuesta.

Sin embargo, como héroe, aparentemente era un agente de Dios.

Si ese fuera el caso, ¿era mi deber presentar la respuesta que solo Dios sabría?

Creo que Dios me confió la Caja de Pandora. ¿Era incapaz de morir porque todavía tenía que cumplir con ese deber?

En ese caso, tuve que abrir la caja y tallarla en los humanos. El hecho de que eran las criaturas más tontas de este mundo. Esta fue mi venganza, mi cruzada.

Así es. Empezaré una cruzada.

Puedo decir que no habrá salvación al final de esto. Pero no dejaré de marchar hacia adelante…

Porque lo que más deseo es la desesperación. Quiero morirme.