Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 9

Capitulo 4: Enfado Adolecente — Supongamos Que Sus Aspiraciones Se Le Adelantaron

Con el festival concluido, la normalidad volvía a la Academia Militar Azami.

Tanto los cadetes como los maestros ocasionalmente encontraban banderas olvidadas colgadas en algún lugar, o reventaban globos en el suelo y sonreían.

Mientras Lloyd ayudaba con la limpieza, recordó el alboroto del caso de la estatua.

Zalko y Alka… Entre el ladrón y el monstruo, no había tenido tiempo de disfrutar del festival en sí. Cuando todo terminó, se habían arrastrado de regreso a casa, pero incluso eso era un buen recuerdo ahora.

“Fue un trabajo duro… pero nunca lo olvidaré”.

En cuanto a Zalko, estaba en prisión y le hacían muchas preguntas. La golpiza ciertamente lo había dejado sin ganas de hablar, y solo estaban sacando fragmentos de él entre largas miradas vacías. Chrome dijo que probablemente tomaría mucho tiempo.

En cuanto a la Estatua del Amor (pfft) en el centro de todo esto, fue devuelta ilesa a Profen, para gran alivio de los peces gordos militares. Todos exigieron saber por qué Alka había hecho eso, y Lloyd estaba tan enojado con ella que se negó a levantarse de la cama durante tres días. Así que su corazón no estaba realmente “ileso”.

“La jefa y sus extraños caprichos… Me obligaste a correr con la ropa más vergonzosa…”

Sin duda, Lloyd había sufrido, pero la recompensa probablemente valió la pena.

“¡Buenos días, Lloyd! ¿Recoges la basura? Impresionante.” “Buenos días, um… ¡oh, la dama de inteligencia!”

“Ah-ha-ha, ¿no me reconociste sin el disfraz de adivino? Si quieres leer más fortunas, ¡pregúntame cuando quieras! Puedo ayudarte con tu vida amorosa, planes futuros, cualquier cosa”.

La gente de otras divisiones a menudo pasaba a charlar ahora. Sus círculos sociales realmente se habían expandido, lo que sin duda era algo bueno.

Mientras observaba a su espía superior alejarse, murmuró: “Mi futuro… Realmente tengo que pensar en eso”.

Había dejado Kunlun con un solo pensamiento en mente: convertirse en un soldado como el héroe de su novela favorita. Ese fue un objetivo bastante amplio. Necesitaba reducir eso, encontrar algo más específico.

“Mm, cierto. ¡Estoy liderando mi clase! Tengo que ser un modelo para todos. Y eso significa que necesito un plan real”.

Pronto estarían en la segunda mitad de su primer año. Decidido a encontrar la mejor ubicación para él, abrió la puerta del aula.

“¡Buenos días!” dijo, sonriendo brillantemente.

Pero lo primero que vio fue a Riho, de bruces sobre el escritorio, con las mejillas empapadas de lágrimas.

“¡¿Q-Qué pasa, Riho?!”

Lloyd corrió hacia ella. Selen y Phyllo ya estaban detrás de ella, dándole palmaditas en la espalda. Claramente, lo que sea que haya sucedido fue terrible.

“¡Estabas de tan buen humor, incluso después de todo lo que pasó!”

Todos habían estado exhaustos y arrastrando los pies, pero Riho había estado tan feliz como una alondra, porque el café de sirvienta y el mayordomo había recaudado una pequeña fortuna.

“… Mmph”, gimió, sin poder mover la boca lo suficiente para que fuera inteligible. Una anciana sin dentaduras postizas probablemente tendría mejor enunciación.

Selen respondió por ella.

“Todo el dinero que Riho ganó con el café de sirvienta… pagó las reparaciones del tren que armó”.

“Oh.”

Lloyd se había olvidado de todo eso. Riho se había enojado tanto que había robado un tren de la exhibición y había golpeado a Zalko con él.

“… Rol dijo: ‘Cubrimos el saldo pendiente, así que considérate afortunado’. Pero… podemos asumir con seguridad que los bolsillos de Riho están vacíos”.

“Nadie la detuvo… Francamente, todos estaban totalmente metidos en eso. Así que simpatizo con su frustración”.

Selen y Phyllo estaban pinchando a Riho ahora.

“Los odio a los dos”, graznó Riho. Eso fue todo lo que pudo reunir.

Justo cuando parecía a punto de ahogarse en la desesperación, Allan entró, ya armando un escándalo.

“¡Ahhh, buenos días, Lloyd! ¡Muchachas!”

“…… ¿Agrupándonos juntos?” Phyllo siseó.

“¿Y ahora qué, Allan?” exigió Selen. “¿Has huido de interrogatorios policiales agresivos como yo?”

“Por supuesto que no”, dijo, secándose el sudor de las manos. “Solo tú tienes ese problema. El mío es mucho peor.”

Se estremeció. ¿Qué podría ser esto…? Antes de que alguien pudiera responder, la puerta voló una vez más y entró Renge, con un uniforme militar de Azami.

Parecía que había aprovechado la oferta de instructora en residencia y se había mudado a Azami para estar con su amado Allan.

“Allan, ¿estás seguro de que tienes un pañuelo contigo? Y debes asegurarte de hidratarte temprano. ¡Te traeré un poco de agua caliente!”

“¡R-Renge! No hay necesidad de preocuparse por cada… ¡Y no te metas a escondidas en mi habitación por la mañana!”

Ella estaba jugando totalmente con el tropo del cónyuge no deseado hasta el límite, lo que algunos probablemente envidiarían. Pero parecía menos una esposa cariñosa que su madre.

Parecía menos que complacido por su ráfaga quisquillosa.

“Mi ideal platónico”, murmuró Selen.

“… Está demasiado preocupada. Ella solo lo está cuidando ahora”. Phyllo estaba mucho menos impresionada.

Cuando el modo de mamá de Renge llegó a su punto máximo, Chrome y Choline entraron, luciendo bastante arrepentidos.

“Perdóname, Renge. La clase está a punto de comenzar, así que…”

“Oh, Dios mío. Eso no sería elegante. Tengo mis deberes como instructor, así que los despacharé con gracia. Ah, y Allan, estudia mucho y gradúate con honores. Si intentas evitar nuestro hogar feliz retrasándote un año… habrá consecuencias.”

“¡Eep!”

Eso último fue definitivamente una amenaza, y el grito de Allan fue muy real.

“Reconfirmar una promesa de vida juntos a primera hora de la mañana…

¿Qué podría ser mejor?”

“… ¿Una promesa sin una amenaza?”

La expresión inexpresiva de Phyllo no se había arrugado en absoluto, pero su tono era claramente disgustado.

“¡Cuiden a mi esposo, todos!” Dijo Renge, hizo una reverencia y se fue.

“Dios, seguro que elegiste un ganador”, dijo Choline. “Pero dado que ella vino desde el Dominio Ascórbico, tenemos que tratarla bien… y, francamente, podría tomar algunos consejos de sus movimientos audaces”.

Esa última parte fue un suspiro y un poco demasiado reveladora.

“Pero ella es mejor que Selen. Cualquier problema que surja, podemos hacer que Allan se encargue de ellos.”

“¡Sí, es como si viniera con un libro de instrucciones! Todo sale mal, traemos a Allan.”

“Eso suena tan siniestro”.

Ambos ignoraron a Allan por completo y ocuparon sus lugares en el podio.

“Está bien, ¿todos están aquí? Físicamente, al menos. Veo que algunas mentes no se han unido a nosotros…”

Si bien Riho y Allan podrían haberse revolcado en el blues (financiero y marital, respectivamente), el salón de clases debe continuar.

Choline comenzó a repartir páginas. “Avísame si no hay suficientes”.

En la parte superior de la página estaba escrito Encuesta Sobre Carreras. Lloyd también había estado pensando en su futuro.

“¿A-Ahora?” preguntó. El momento era desconcertante.

“Sí”, dijo Choline. “Como dice en la parte superior, queremos saber lo que quieres. Pon tus preferencias en orden. Puedes decirnos en qué crees que serías mejor o decirnos qué es lo que siempre has querido hacer. No lo pienses demasiado.”

Pensar demasiado las cosas fue lo que hizo Lloyd.

Habiendo asegurado un asiento junto a él, Selen levantó la mano.

“Estamos solo a la mitad del año escolar. ¿No es un poco temprano para esto? Escuché que los estudiantes de último año no comenzaron a preocuparse por eso hasta el comienzo de su segundo año”.

“Mm…”, dijo Chrome, haciendo una mueca. “Bueno, no hay razón para no pensar en ello”.

Phyllo lo miró con profunda sospecha.

Sus maestros estaban haciendo todo lo posible para sonreír y asentir mientras hablaban, pero rápidamente se trasladaron a la esquina, consultando.

“¿Y ahora qué, Chrome? ¡Están sobre nosotros!”

“¡Pero no podemos decirles la verdad! Quiero decir…” Ambos miraron a Lloyd.

“Que esto es solo porque el rey quiere darle el puesto que se merece”.

“Sí, suponiendo que se case con la princesa María… Si Selen se entera, habrá entrañas por todas partes”.

Las fuerzas estaban claramente en el trabajo aquí.

Sin saberlo, Lloyd tenía la barbilla apoyada en la mano y miraba la página con el ceño fruncido.

“Está hablando tan en serio al respecto… lo siento mucho por él…” “Pero podría funcionar para nosotros”.

“Espera, ¿hay algo que no sepa?”

Chrome asintió. “Los tres de esos peces gordos están locos por él ahora. ‘¡Llévenlo a seguridad!’ ‘¡Convénzanlo de ser diplomático!’ ‘¡Necesitamos que sea nuestra nueva mascota!’ Pero si saben lo que quiere, tal vez se resignen”.

“Cierto…”

Ambos volvieron a mirar a Lloyd.

“Mi futuro… Tendré que hablar con Marie una vez que llegue a casa”, dijo Lloyd, sonando de su edad.

No se parecía al futuro rey de Azami. Y él mismo no tenía idea de que estaba en las cartas.

Supongamos que una princesa disfrazada se enamora de un niño de los bajos fondos, que termina gobernando junto a ella… Nadie pensaría que ese cliché les sucedería.

-FIN DEL VOLUMEN 9-