Seirei Tsukai no Blade Dance

Volumen 18

Capítulo 3: El Regreso de la Reina

“Ra-rayos, ¿qué diablos está pasando …?”

Repentinamente engullida por el ave gigante, Claire gritó en la oscuridad. Ella encendió un pequeño fuego en su palma para iluminar su entorno.

Ella había esperado encontrarse dentro del estómago del ave gigante—

Pero frente a ella había una lujosa habitación con una alfombra de terciopelo.

“… ¿Q-Qué es este lugar?” “Esta es la dimensión del Ruc.”

Justo entonces, la voz de Restia se escuchó desde arriba—

Una lámpara de cristal espiritual instalada en una pared en la habitación se iluminó instantáneamente.

“¿Q-Qué pasó?”

“Si recuerdo bien, creo que un ave con una apariencia aterradora nos tragó.”

Rinslet y Ellis también estaban revisando su entorno, sin saber qué hacer. “¡Espíritu de oscuridad, exijo una explicación clara!”

Claire apuntó al techo y dijo.

“Hmph, ustedes chicas están actualmente dentro de un espíritu bajo las ordenes de Kamito.”

“¿El espíritu de Kamito? ¿Esa ave gigante?” “Sí, Kamito lo ha domado.”

“Domado…”

“Como se esperaba de Kamito-kun…”

Fianna suspiró conmovida.

“… No tengo idea de lo que está pasando, pero ¿es seguro?” “Sí, siempre y cuando ningún accidente ocurra.”

“Qué tipo de accidente…”

“Por ejemplo, si este espíritu es borrado, como mucho acabarás borrada.” “¿¡No es eso grave!? ¡Bájanos en este instante!”

“No me importaría hacer eso, pero sabes que actualmente estamos volando sobre Ghul-a-val.”

Al oír eso, Claire se quedó sin palabras.

“… ¿Qué pasó allí? ¿Qué era ese pilar de luz?” “¿Qué pasó con la Pirámide?”

“Nada de eso es urgente en este momento. Para explicaciones, espera hasta que regresemos a Zohar. Hasta luego—”

Diciendo eso, Restia terminó la conversación por su cuenta. “¡Espera, espíritu de oscuridad! Rayos…”

Claire miró al techo con disgusto.

“No se puede evitar. Nuestra única opción es esperar aquí tranquilamente.” “Afortunadamente, este lugar es bastante cómodo.”

“Ya que hay un sofá y una cocina, podemos vivir fácilmente aquí por una semana o más.”

“También hay bocadillos en los estantes.”

“Qué raro. Un espíritu con un espacio para vivir dentro…”

“Tu Georgios puede hacerlo también, y con control climático para empezar.”

“Dios mío, Georgios es solo para uso personal—”

“Disculpen…”

En ese momento, una voz vino de una esquina de la habitación. Era Saladia Kahn, que había sido tragada sin una pista de lo que estaba sucediendo tan pronto como fue rescatada.

“Princesa Saladia, ¿su herida todavía duele?” Fianna le preguntó con cuidado.

“No, no es así, todo gracias a ti. Estaré bien después de tomar un descanso.” Manteniendo una actitud tranquila, Saladia negó con su cabeza.

Permaneciendo compuesta en tal situación, como se esperaba de ella como miembro de una familia real.

“Este espíritu se dirige hacia Zohar, ¿verdad?”

“Sí, aparentemente. Tenga la seguridad, Su Alteza, nos aseguraremos de que llegue allí de manera segura.”

Al escuchar a Claire decir eso, Saladia exhaló y pareció aliviada. “¿Los pocos de ustedes son de Ordesia…?”

“Más precisamente, sería Legítimo Ordesia.”

“Un gobierno en el exilio, buscado por el Emperador.” Fianna sonrió con ironía y se encogió de hombros. “¿Por qué me estaban buscando?”

“Hay razones complicadas—”

Diciendo eso, Fianna le contó lo sucedido hasta ahora.

Su alianza con Dracunia. La misión asignada por el Rey Dragón.

Luego estaba la hermana mayor de Saladia, Sjora Kahn, muriendo junto con Leviathan, el espíritu militarizado de clase estratégica.

“… Ya veo. Mi hermana mayor sacrificó su vida por Leviathan…”

“Sí. Para cuando Kamito irrumpió allí, ya era demasiado tarde para salvarla…”

Claire agregó.

“Los actos tontos de mi hermana mayor han causado una gran pérdida de vidas al pueblo. Gracias a todos por detenerla. Seguramente, más víctimas habrían perdido la vida si no hubieran intervenido.”

Con una expresión de dolor, Saladia juntó sus manos como si rezara. “Por cierto, Su Alteza, ¿por qué fue a la Capital del Rey Demonio?” Rinslet preguntó.

“Uh, bueno…”

Saladia quedó momentáneamente desconcertada ante la pregunta. “Debido a la leyenda del Ataúd del Rey Demonio, ¿verdad?” “Así que ya sabes algo—”

Al escuchar el comentario de Claire, la princesa se dio por vencida y asintió.

“Precisamente. Seguí la leyenda del Ataúd del Rey Demonio y llegué a ese lugar. Con la mayoría de mis súbditos eliminados por mi hermana, estaba sola sin ningún apoyo. Por lo tanto, era necesario que obtuviera prueba de mi autoridad como la gobernante de la Teocracia.”

“Sufriendo de una guerra civil, la gente de Teocracia está deseando su regreso. No creo que haya ninguna necesidad actual de confiar en ese tipo de leyenda para mostrar su autoridad—”

“Sí, tienes razón. Ahora que lo recuerdo, me pregunto ¿por qué se me ocurrió tal pensamiento…?”

La princesa inclinó su cabeza confundida y comenzó a murmurar para sí misma.

“¿…?”

Al verla así, Fianna sintió una extraña sensación de disonancia.

“Por cierto, Su Alteza, ¿supongo que tiene un guardaespaldas?” En ese momento, Ellis pensó en algo y preguntó.

“Hablando de eso, es correcto.” Rinslet intervino.

“Pero no había nadie a su lado donde estaba colapsada.” Al escuchar eso, la cara de Saladia se crispó.

“¡E-Ese hombre no es un guardaespaldas! ¡Es un simple civil truhan!” “Y-Ya veo…”

“¡Me abandonó y se fue quién sabe dónde! ¡Fui una tonta por empezar a confiar en él!”

Frente a la princesa que de repente se había exaltado, Claire y las chicas intercambiaron miradas, incapaces de decir nada.

***

El espíritu ave gigante voló fácilmente a través del vasto desierto de Ghul- a-val, alcanzando la capital de Zohar de la Teocracia en tan solo medio día.

Mientras creaba un fuerte viento que derribaba hileras de árboles, el Ruc aterrizó en el jardín del palacio Escorpión.

Confrontados con la repentina aparición de un gigantesco espíritu, los guardias del palacio inmediatamente comenzaron a atacar. Sin embargo, las armas de soldados ordinarios que no eran elementalistas no pudieron causar ningún daño al Ruc en absoluto.

¡Gyaaaaaaaaaaaaa!

Enojado, el Ruc se movió y los guardias huyeron de inmediato con miedo.

Montando sobre la espalda del ave gigante y viendo la situación, Kamito los llamó.

“¡Esperen! ¡He traído de regreso a la Princesa Saladia!”

Algunos de los guardias probablemente sintieron curiosidad y se detuvieron al instante.

Kamito bajó de la espalda del Ruc. Levantando el anillo de Salomón, él le ordenó al Ruc.

“Uh, libera a todos.”

Al escuchar eso, el Ruc bajó obedientemente la cabeza y lentamente abrió su pico.

“¡Hyah!”

“¡Auch!”

Claire y las chicas al instante cayeron del espacio negro en la boca del Ruc. “¡Rayos, qué fue eso tan de repente…!”

Claire estaba tan enojada que su pelo se erizó. “… ¿Es el lugar?”

Ella examinó su entorno. “Este es el palacio en Zohar.” “Ah, Kamito…”

“Hemos llegado al destino, ya veo.”

Después de Claire y Rinslet, Ellis y Fianna también llegaron afuera. “Chicas, el vuelo no fue muy incómodo, ¿no?”

“Hmm, al principio me sorprendió, pero en realidad fue bastante cómodo.” Diciendo eso, Fianna acarició el pico del ave gigante.

“Había un sofá realmente suave y las necesidades diarias.”

“Fue bastante agradable, siempre y cuando intentaras no pensar en ti misma como dentro de la barriga de un ave.”

… Sorprendentemente, las chicas no parecían muy ofendidas.

“Te lo dije. El Ruc es bastante cómodo para viajar.”

En respuesta, Restia comentó extrañamente con orgullo. “¿Q-Quienes diablos son ustedes…?”

En ese momento, los guardias con lanzas levantadas preguntaron cautelosamente.

Después—

“Detengan esta insolencia ahora. Guarden sus armas.” Una voz severa sonó desde el pico del ave—

Una chica rubia con una capa de viajero emergió. “¿¡S-Su Alteza, Princesa Saladia!?”

El capitán de la guardia amplió sus ojos.

Los guardias que rodeaban al grupo de Kamito inmediatamente dejaron sus armas y se postraron en el suelo.

“He regresado. De ahora en adelante, gobernaré en lugar de mi difunta hermana real. Prepárense para la ceremonia de coronación de inmediato.”

“¡Sí, afirmativo!”

Al escuchar las órdenes de la princesa que regresó, los guardias inmediatamente respondieron y corrieron a la entrada del palacio.

Saladia Kahn giró su cabeza hacia el grupo de Kamito.

“Estoy profundamente agradecida por su ayuda. Por favor, descansen en la villa imperial por el momento. Debo ocuparme de la coronación.”

“Gracias por su hospitalidad, Princesa Saladia.” Fianna inclinó su cabeza ligeramente.

Escoltada por los guardias, la Princesa Saladia se dirigió al palacio.

“¿Vamos a tomar un descanso sin preocuparnos demasiado?” “Supongo, realmente quiero limpiar mi cuerpo…”

Diciendo eso, Claire sacudió la arena que se había pegado a su cabello. “Por cierto, Kamito, ¿qué vas a hacer con esta ave?”

En ese momento, Ellis preguntó con ligera preocupación.

Incluso con las alas dobladas, el ave gigante ocupaba casi todo el gran jardín del palacio.

… Aunque el Ruc no parecía que se fuera a portal mal, Kamito decidió no dejarlo allí sin supervisión.

“Dime, Restia, ¿qué debería hacer?”

“No debería. Te ha reconocido a ti, Kamito, el que tiene el anillo, como su amo. Es por eso que está escuchando tus órdenes.”

“Ya veo—”

Kamito acarició el pico con su mano. El ave gigante comenzó a arrullar.

“Uh, gracias por traernos volando todo el camino hasta aquí. Ahora eres libre.”

“Kamito, eso es un desperdicio. El Ruc es un espíritu de alto nivel,

¿sabes?”

“Aun así, no puedo dejarlo aquí…”

… Los guardias del palacio probablemente estarían asustados si el Ruc se quedara aquí.

Además, sintió lástima por usar el poder del Rey Demonio para frenar a los espíritus.

Kamito lo palmeo en el pico. El Ruc de repente se levantó y extendió sus gigantes alas.

¡Ngyahhhhh!

Entonces gritó, batió sus alas y voló hacia el cielo azul.

Descansando sobre el hombro de Ellis, Simorgh se veía bastante solitario, gritando kooroorooroo.

***

Pronto, las asistentes del palacio se acercaron y llevaron al séquito de Kamito a la villa imperial a cierta distancia de Escorpión.

La blanca pura Villa Serpiente estaba construida de mármol. Se decía que Bahar Kahn, comúnmente conocido como el Rey Libidinoso, la había construido para cuatro de sus concubinas.

“Kamito-kun, ese es el Rey Libidinoso, el Rey Libidinoso ♪” “Q-Qué diablos…”

Al ver a Fianna especialmente emocionada, Kamito no supo cómo responder.

“La leyenda cuenta que Bahar Kahn imitó al gran Rey Demonio Salomón y se casó con muchas concubinas. Esta Villa Serpiente era donde vivían.”

Una asistente dijo con una sonrisa.

“El famoso Baño del Rey también fue construido para que el Rey Bahar se bañara con sus concubinas.”

“Fufu, entonces Kamito-kun debería unirse a nosotras más tarde.” “¿D-De, d-de qué estás hablando? ¡Ese pervertido, acosador sexual!” “¡E-Eso es tan desvergonzado e inmoral!”

Repentinamente encontrándose con acusaciones de la nada, Kamito llegó con su grupo a un salón con sillas y mesas.

“Esperen aquí, todos. Tendremos las habitaciones preparadas de inmediato.”

Las asistentes se inclinaron respetuosamente, luego dieron media vuelta y se fueron.

“… Así que estamos de regreso.” “Se sintió como un sueño.”

Frotándose las sienes, Rinslet murmuró.

… Fueron solo tres días desde que el equipo de Kamito partió hacia Ghul-a- val. Dentro de la Capital del Rey Demonio que había desaparecido como un espejismo, realmente habían experimentado demasiado.

“Dime, Kamito, ¿qué pasó en la Pirámide?” Claire preguntó.

“Es una larga historia. Lo explicaré mientras esperamos que Rubia llegue aquí.”

“…De acuerdo.”

La noticia de su regreso ya había sido enviada por Ellis mediante un espíritu de viento. Todo lo que tenían que hacer era esperar aquí y Rubia llegaría en breve.

“La guerra civil de la Teocracia finalmente está llegando a su fin, supongo.”

“Eso dependerá de cómo la princesa maneje las cosas.”

“A pesar de su juventud, la princesa parece bastante confiable.” “Sí, completamente diferente de su hermana mayor, Sjora Kahn.” Escuchando a Ellis murmurar, Claire estuvo de acuerdo.

Sin embargo, Fianna parecía un poco perpleja. “Oigan, eh, sobre la Princesa Saladia—” “¿Qué hay de ella?”

“¿Alguien sintió algo que no estaba del todo bien?” “¿…?”

Claire y el resto de las chicas se miraron con confusión. “… Olvídenlo. Debo estar pensándolo demasiado.”

“La Princesa Saladia es usuaria de espíritus demoníacos, después de todo. Tal vez el ambiente de su poder divino es diferente al nuestro.”

“Sí, posiblemente. Debí haberlo imaginado…”

Diciendo eso, Fianna agitó sus manos para descartar el asunto como un error.

***

Mientras estaba en el salón esperando a Rubia, Kamito les contó a las chicas sobre lo que había sucedido dentro de la Pirámide.

En el espacio subterráneo de la Tumba, se había encontrado con la Reina de la Ciudad del Rey Demonio. Allí, él había sido testigo de la verdad detrás del nacimiento del Rey Demonio Salomón hace mil años. Luego estaba la muerte de Lurie Lizaldia, la verdadera identidad del mercader Safian y la resucitación de la Doncella Sagrada Areishia dentro de la cual moraba el alma del Santo Lord—

Después de escuchar todo esto, Claire dijo con exasperación.

“… Te quito los ojos por un momento y terminas teniendo tantos problemas.”

“No es que salga de mi camino en busca de problemas.” Kamito replicó indignado.

“Por cierto, nunca esperé que ese mercader sospechoso fuera el Rey Demonio Salomón…”

“Qué sorpresa.”

Ellis y Rinslet tenían una expresión de asombro en sus rostros, murmurando en voz baja.

En los cursos de la Academia, el Rey Demonio Salomón fue descrito como un tirano que se encontró con su caída. Esa imagen era demasiado diferente de la persona real.

“Bueno, pero parece que él es un ser diferente del mismo Rey Demonio.” Kamito agregó.

“En comparación, el problema de que la Doncella Sagrada Areishia vuelva a la vida es más serio. De todas las cosas, para que el alma del Santo Lord Alexandros esté habitando dentro de ella…”

“… Sí. Aunque el objetivo del Santo Lord es desconocido, a juzgar por los movimientos actuales del Santo Reino, claramente no es nada bueno.”

El Santo Lord era el verdadero culpable responsable de la Guerra del Rey Demonio, habiendo creado tanto al Rey Demonio como a la Doncella Sagrada. Y el Santo Reino de Lugia, que servía a ese Lord Elemental, había incitado la guerra civil en la Teocracia y controlado en secreto al Emperador Arneus de Ordesia.

¿Su objetivo era sembrar el caos en todo el continente?

Quizás incluso la Guerra Ranbal había comenzado debido a las maquinaciones del Santo Reino.

Ahora que el alma del Santo Lord fue revivida con el cuerpo de la Doncella Sagrada, ¿qué iba a hacer el Santo Reino después?

“¿Pasaron cosas de tu lado?” Cuando Kamito preguntó—

Claire y Ellis intercambiaron una mirada. “Supongo…”

Con una expresión mixta, Claire murmuró.

“En una plaza de la ciudad, nos encontramos con el avatar de la Lord Elemental del Fuego.”

“¿Huh?”

“¿Qué dijiste?” “¿¡En serio!?”

No solo Kamito sino incluso Fianna y Rinslet se sorprendieron.

“Sí, ella estaba junto con las Sagradas Caballeros Espirituales. Ella fue la que destruyó la Pirámide.”

“En efecto, la liberada Lord Elemental del Fuego terminó en las manos del Santo Reino, huh…”

Previamente, Rubia había predicho que la Lord Elemental del Fuego podría haberse teletransportado a Alexandria, la capital del Santo Reino. Su conjetura era evidentemente correcta.

“¿No me digas que hiciste contacto con la Lord Elemental del Fuego?”

“Así es, por pura casualidad. No sé por qué, pero incluso la llevamos a recorrer la ciudad.”

“… ¿Qué diablos?”

Kamito no pudo evitar exclamar.

“Pero ella no parecía una mala persona.” Claire habló con una expresión mixta.

“¿No la Lord Elemental del Fuego destruyó tu hogar?” “… Lo sé, pero parece haber perdido ese recuerdo.” “Ahora veo, un estado similar al de Iseria, ¿huh?” “Ciertamente, eso es muy probable.”

En la ciudad abandonada de Megidoa en Ragna Ys, se habían encontrado con Iseria Seaward, el avatar de la Lord Elemental del Agua, que incluso había olvidado su propia identidad. Solo a través del Ritual de Liberación realizado por Fianna, ella recordó quién era.

“Parecía recordar a Nee-sama…” “¿En serio?”

“En serio—”

En ese momento, se escucharon botas fuera del salón. “Llego tarde—”

Diciendo eso, Rubia apareció con su uniforme militar.

Parecía que se había apresurado a irse de Mordis tan pronto como recibió noticias del regreso del equipo de Kamito. Extrañamente, su cuello (del uniforme) estaba torcido y necesitaba ser arreglado.

“Nee-sama…”

Claire de repente se calló.

Después de mirar a todos los que estaban reunidos, Rubia habló.

“Evidentemente han asegurado la seguridad de la Princesa Saladia. Bien hecho.”

“Sí, fue mucho trabajo…” Kamito se encogió de hombros.

“¿Alguna noticia en el otro frente?”

“Nada especial. Solo que la facción de los nobles en Ordesia que se opone al emperador parece estar creciendo cada día que pasa. En la Academia Espiritual Areishia, la oposición entre estudiantes y las caballeros se ha profundizado. Espero que la noticia del regreso de la Princesa Saladia afecte al Imperio también.”

“Tengo bastante curiosidad sobre las intenciones de los nobles…” Con la barbilla apoyada en sus manos, Fianna murmuró.

“¿Te gustaría saber qué pasó en la Ciudad del Rey Demonio?” “No, voy a escuchar el reporte después.”

Rubia negó con su cabeza.

“Fianna y yo le haremos una visita a la Princesa Saladia primero.” “Bueno, supongo que definitivamente es más importante.”

Rubia podría considerarse la gobernante de facto del ejército rebelde en Mordis. Dado que la administración de la Teocracia estaba volviendo al mando de Saladia, naturalmente, había asuntos en ese frente para discutir.

“Entiendo. Vamos a seguir nuestro camino, Rubia-sama—” “Sí, el resto de ustedes debería tomar un descanso apropiado.”

Después de mirar a Claire, Rubia tomó a Fianna y salió del salón.

“¿Está realmente bien que no menciones a la Lord Elemental del Fuego?” “Sí, creo que es mejor no mencionarla todavía.”

Claire mordió su labio con fuerza. “…Supongo que tienes razón.”

“No sé qué hacer tampoco. En mi corazón, todavía hay emociones persistentes que se niegan a perdonar a la Lord Elemental del Fuego por destruir mi hogar…”

Ella recordó ese mismo día cuando la lluvia torrencial de fuego la había privado de su hogar.

En el corazón de su hermana, seguramente las llamas de ese día continuaban ardiendo.

Pero—

“Realmente quiero volver a verla. Y hablar con ella…” Claire murmuró intermitentemente.

“… Tengo que pensar. Qué hacer a partir de ahora.” Kamito se cruzó de brazos y miró hacia el techo del salón.

El Santo Lord sellado dentro de la Doncella Sagrada Areishia había revivido.

El Imperio Ordesia se sumió en un caos más profundo, sembrando semillas de conflictos internos.

“… Parece que necesitamos investigar más sobre el Santo Lord.” “Sí. Revisemos la biblioteca de la Teocracia más tarde.”

“Sin embargo, creo que la literatura del Instituto del Ritual Divino no ofrecerá mucho.”

“Es cierto, pero puede haber pistas.”

“Ah—”

En ese momento, Claire gritó.

“¡Pero tenemos una fuente a la que podemos preguntar sobre los Lords Elementales!”

“¿Dónde?”

Claire señaló a Rinslet y dijo:

“Iseria Seaward, la Lord Elemental del Agua.”