Seirei Tsukai no Blade Dance

Volumen 18

Capítulo 2: Doncella Sagrada

Parte 2

“… ¡Conviértete en cenizas!”

El Flametongue de Claire le propinó un fuerte golpe al gigante de un ojo que se arrastraba desde una grieta en el suelo.

Sin embargo, el espíritu gigante no parecía dañado en absoluto. Con una sonrisa, levantó el brazo, tratando de atrapar a Claire. “¡Claire!”

En ese momento, Ellis golpeó la espalda del gigante con la punta de Ray Hawk.

¡Clang! Este golpe produjo una violenta dispersión de chispas como si hubiera golpeado acero con su lanza.

Aprovechando la oportunidad cuando el gigante estaba distraído, Claire rápidamente se distanció…

Solo para ver al gigante de un ojo rascarse despreocupadamente, completamente imperturbable.

“Maldita sea, no puedo infligir ningún daño, eh…”

Ellis mostró ansiedad en su rostro. Después chocar repetidamente con las Sagradas Caballeros Espirituales, ella y Claire habían gastado una gran cantidad de poder divino. Simplemente mantener sus elemental waffen requería bastante esfuerzo.

Los poderosos espíritus que habían emergido del subsuelo uno tras otro estaban bloqueando el camino de Claire y Ellis. El poder de un elementalista parecía atraer a estos espíritus.

“… ¡Kuh, no hay fin para esto!” Jadeando, Claire habló.

“Sí, esto es muy difícil…”

Ellis apuñaló a Ray Hawk en el suelo y se quejó en un extraño momento. Después de luchar uno contra uno contra Luminaris y usar magia espiritual para volar continuamente, estaba en su límite.

“Tómate un descanso primero. Scarlet y yo abriremos un camino.” “Pero…”

El espíritu gigante causaba terremotos al acercarse a ellas. “Vamos, Ortlinde—”

Justo cuando Claire estaba a punto de soltar su último movimiento, una Liberación de Verdadero Nombre…

“Congelados colmillos de hielo, vayan y perforen—¡Freezing Arrow!” Innumerables proyectiles de hielo llovieron sobre la cabeza del gigante.

Con su orgulloso ojo disparado con una precisión milimétrica, el gigante soltó un rugido aterrador y rodó por el suelo adolorido.

Claire saltó sorprendida y miró hacia donde provenía la lluvia de flechas— “Eso estuvo cerca, Claire.”

En una montaña de escombros colapsados, Rinslet estaba hinchando su pecho, empuñando su arco.

“¡Rinslet, estás a salvo…!”

“Hmph, por supuesto. ¿Por quién me tomas?” “Rinslet, ¿dónde está Su Alteza?”

Ellis preguntó.

“Sí, ella está conmigo.”

Después de un momento de retraso, se escuchó el sonido de la armadura. Apareciendo de la ondulante nube de polvo y arena—

Georgios, llevando a Fianna y una chica desconocida en sus brazos. “… Su Alteza, estoy tan feliz.”

Al ver eso, Ellis pudo dejar de preocuparse.

“Fianna, es bueno que estés bien… Uh, ¿quién es esta chica?” “Permítanme presentarles a la Princesa Saladia Kahn.” Bajando del brazo de Georgios, Fianna anunció.

“¿¡Qué dijiste!?”

“¿¡Qué!?”

Claire y Ellis exclamaron sorprendidas. “Qué diablos—”

“Explicaré después. Primero debemos escapar de aquí lo antes posible.” “Sí tienes razón…”

Claire asintió.

Mirando más de cerca, el espíritu gigante estaba a punto de levantarse. Presumiblemente, ese nivel de lesión debería recuperarse rápidamente. “¡Fenrir y yo lideraremos el camino para salir de la ciudad!”

Permitiendo que su arco mágico de hielo volviera a su forma de lobo, Rinslet saltó sobre la espalda de Fenrir.

“¡Entendido!”

Estaba a punto de comenzar a correr cuando en ese instante… Claire sintió un terror escalofriante y se quedó inmóvil en el lugar. “Claire, ¿qué pasa?”

“Justo ahora, algo—”

Pudo darse cuenta de eso posiblemente debido a su instinto como doncella princesa derivado de su linaje compartido con su hermana.

Claire lentamente giró su cabeza y miró hacia atrás. Solo para ver un cegador pilar de luz frente a su mirada. “¿Qué hay por ahí?”

***

El espíritu ave gigante estaba dando vueltas en el cielo mientras chispas volaban abajo.

Humo negro se levantaba por toda la ciudad. Los edificios colapsados caían en grietas en el suelo.

Liberados, los espíritus del Rey Demonio aparentemente pasándola a lo grande, se volvieron locos.

“—Las encontré. Allí.”

De detrás de Kamito, Restia señaló diagonalmente hacia abajo. “¿Dónde?”

“Mira, a lo largo del camino hacia la puerta de la ciudad.” Kamito miró hacia abajo y enfocó sus ojos.

Con humo sin parar, la visibilidad era bastante mala.

“Se ven como si fueran espíritus combatientes, enfrascados en una batalla difícil.”

“¿Alguna idea de cómo usar el Anillo del Rey Demonio para ayudar?” “Desafortunadamente, el anillo solo puede controlar un espíritu a la vez.” “En serio…”

Al final, este anillo solo tenía una fracción del poder del Rey Demonio Salomón sellado en él. Por lo tanto, su poder para controlar era muy inferior al del verdadero Rey Demonio.

“Ruc, aterriza en esos alrededores.”

Kamito vertió sus pensamientos en el anillo, ordenándole al espíritu ave gigante.

El Ruc gritó y obedeció a su amo, deslizándose mientras cortaba el aire. “—Kamito.”

En ese momento, Est, que había estado durmiendo en su forma de espada sagrada, habló.

“¿Estás despierta, Est?”

“Kamito, date prisa y deja este espacio aéreo.”

En un extraño momento, Est estaba hablando con un tono nervioso de voz. “—Ella está despertando.”

“¿Ella?”

Kamito saltó sorprendido y giró su cabeza para mirar hacia atrás.

—Solo para ver un cambio en el pilar de luz que atravesaba el centro de la Ciudad del Rey Demonio.

(… ¿Qué diablos?)

La luz de color arcoíris se contrajo en un punto en el aire, juntándose en una pequeña esfera.

Dentro de la esfera había una figura flotante de una chica.

Una chica con cabello rubio y armadura sagrada de blanco puro. Ella estaba sosteniendo una espada en su mano.

Esta era la espada sagrada de Millennia Sanctus, la que Lurie había usado. En el instante en que vio a la chica—

El corazón de Kamito comenzó a correr violentamente.

Todo el poder divino en su cuerpo pareció revertirse todo a la vez, hirviendo.

Un torrente incontrolable de emoción estaba en furor dentro de Kamito. Instintivamente, Kamito sintió que esta era su némesis predestinada.

—Ciertamente, némesis predestinada.

La única capaz de aniquilar al Rey Demonio que servía como un recipiente para el poder del Lord Elemental de la Oscuridad Ren Ashdoll—

Areishia Idriss, la Reina Sagrada.

Habiendo compartido los sueños de Est en el pasado, Kamito reconoció su rostro.

Y de pie en esa esfera de luz, la apariencia de esa chica era idéntica a la Doncella Sagrada que había visto en los sueños.

Sin embargo, el ambiente a su alrededor era completamente diferente.

La ama de Est en los sueños había mostrado expresiones humanas en su rostro.

Por el contrario, la cara de esta chica no mostraba ninguna emoción en absoluto.

“—Kamito, esa no es Areishia.” “Sí, estoy de acuerdo.”

Suponiendo que lo que el Rey Demonio Salomón había dicho que era cierto —

Lo que había despertado después de mil años no era la Doncella Sagrada— Sino el recipiente que contiene el alma del Santo Lord Alexandros.

Justo entonces—

Los agudos ojos de la chica miraron a Kamito. Al menos, eso fue lo que sintió.

(¡…! ¿Fuimos vistos?) Instintivamente, lo sintió. En el siguiente instante—

La Doncella Sagrada levantó casualmente la espada sagrada en su mano— “—¡Ruc, evade!”

Apresuradamente, Kamito gritó.

El Ruc obedeció al instante y descendió rápidamente.

En el siguiente segundo, un destello de blanco puro rozó el ala gigante del Ruc, disparando hacia la zona desértica a lo lejos.

¡BOOOOOOM!

La vista de Kamito se volvió blanca.

Sintió una onda de choque abrumadora que pesaba sobre él. “… ¿¡!?”

El espíritu ave gigante giró en el aire, dio un fuerte golpe con vientos huracanados.

El Ruc batió sus alas con fuerza varias veces antes de que finalmente recuperara la estabilidad.

Una intensa tormenta de arena bloqueó su visión de los alrededores. “¡…! ¡¿Q-Qué diablos fue eso ahora mismo?!”

Kamito exclamó. “—Deus Ira.” Restia respondió.

“—Una magia espiritual de clase aniquilación utilizada durante la era de la Guerra Espiritual.”

“Restia, tú—”

Mirando hacia atrás, Kamito miró con sus ojos ensanchados.

La mitad de las alas de Restia se habían desvanecido sin dejar rastro. Ese destello de luz aparentemente rozó sus alas.

“¿Estás bien?”

“S-Sí… Más importante aún, debemos irnos tan rápido como sea posible—” “Sí—”

Con un aleteo de las alas del Ruc, la arena y el polvo desaparecieron al instante.

Luego, desde la puerta de la ciudad, Kamito vio a Claire y a las demás tendidas boca abajo en el suelo.

Parecía que la onda de choque anterior las había derribado, pero parecían estar bien.

“¡Ruc, recógelas!”

¡Goorooroorooroorooroo!

“¿Q-Qué es esto?”

Tumbada en el suelo, Claire levantó la vista, insegura de lo que estaba sucediendo.

“¡Todas ustedes, suban ahora!” Kamito gritó.

“¿¡K-Kamito!? ¿Qué quieres decir con eso? ¡Esto es tan repentino!” “¿Q-Qué pasa con esa ave…?”

Claire y Rinslet estaban desconcertadas con rostros perplejos. Sin embargo, el Ruc se deslizó directamente hacia ellas— Abriendo su pico, se tragó a Fenrir y Georgios de un bocado. “¡Kyahhhhhhhhh!”

“¿¡Q-qué diablos!? Kyah—”

Tan pronto como Claire y Rinslet gritaron fueron interrumpidas. “H-Hey, ¿qué estás haciendo? ¡Date prisa y escúpelos!”

Al ver la forma inesperada de rescate, Kamito abofeteó frenéticamente el cuello del Ruc, pero…

“No te preocupes, el interior del Ruc está conectado a una dimensión segura.”

“…¿En serio?”

“En serio. Hagamos todo lo que podamos para escapar primero. Puede que no tengamos tanta suerte como para esquivar el siguiente tiro—”

Restia lanzó su mirada hacia el desierto distante.

Un gigantesco cráter se había formado donde el rayo de luz de Deus Ira había perforado.

… Un solo ataque contenía suficiente potencia de fuego para aniquilar una ciudad.

“Supongo que estas en lo correcto—”

Kamito vertió poderoso poder divino en el anillo. El Ruc instantáneamente aceleró.

Una rugiente tormenta de arena bloqueó su vista de la Doncella Sagrada.

***

“… ¿Entonces se han ido?”

En un rincón de la Ciudad del Rey Demonio que se desvanecía gradualmente—

Mirando al espíritu volando hacia el desierto, el Rey Demonio murmuró para sí mismo.

Su cuerpo ya estaba a punto de desaparecer. Lo más probable, antes de que la ciudad desapareciera por completo, se habría ido sin dejar rastro, como granos de arena en el viento.

Miró hacia abajo a las pequeñas piedras brillantes sostenidas en sus manos. Eran los últimos fragmentos del espíritu Iris.

Del mismo modo, iba a desaparecer junto con esta Ciudad del Rey Demonio.

Para los espíritus con sus vidas duraderas, mil años no fue largo. Sin embargo, él había disfrutado su tiempo junto con ella.

Los espíritus del Rey Demonio, que habían arrasado tanto como quisieron, estaban comenzando a regresar a Astral Zero.

En cuanto a las caballeros del Santo Reino, las había colocado en el desierto. Aunque no tenía ninguna obligación de ayudarlas, era su trabajo, después de todo. Con suficiente suerte, deberían terminar siendo rescatadas.

En ese momento, en esta ciudad que se suponía que estaba vacía… “Oye tú, ¿qué estás haciendo aquí?”

Una voz áspera le habló.

Miró hacia atrás y vio a un joven con una tez de pie oscura allí. “¿Y quién podrías ser?”

“¿Huh? ¿Yo?”

Al escuchar eso, el joven sonrió.

“Soy Jio Inzagi, el sucesor del Rey Demonio.” El joven se presentó.

“¿Huh…?”

El Rey Demonio no pudo evitar hacer un sonido de asombro.

… Un pobre niño con ideas delirantes, ya veo.

“Oye, ¿quién diablos eres tú?”

“Soy Safian, un mercader ambulante.” “¿Un mercader? Qué bicho raro.”

Podría decir lo mismo de ti . Reprimiendo estas palabras, el Rey Demonio habló.

“Este lugar está a punto de colapsar. Debes escapar pronto.” “¿Y tú no lo harás?”

“No, después de todo, este es mi hogar.” “… Hmph. Haz lo quieras.”

El joven pareció perder interés y se preparó para irse.

En ese momento, el Rey Demonio de repente tuvo una idea y llamó al joven.

“Oh, espera un segundo.”

“¿Ahora qué?”

“Supongo que nuestro encuentro es debido al destino. Que este sea mi regalo para ti.”

“… ¿Qué diablos es esto?”

Viéndolo sacar la Máscara del Demonio del aire, el joven frunció el ceño, sorprendido.

“Un producto sobrante de mis mercancías. A mí ya no me sirve.” “… Eh, ahora que lo miro más de cerca, este diseño no está tan mal.”

“Hmm, parece que tu sentido de la estética coincide con el del Rey Demonio.”

“Está bien, lo tomaré. Adiós—” “Sí.”

El joven tomó la Máscara del Demonio y rápidamente partió.

Sus habilidades físicas superaban con creces a las de la gente común.

… Aunque el Rey Demonio no tenía idea de quién era, encontró al joven bastante divertido.

Después de ver al joven desaparecer en el desierto— “Muy bien, mi tiempo va a terminar pronto—”

Su mirada se posó en el brillo en sus manos.

“—Mi deseo es por lo que ese rey tomó, el alma de mi adorada hija, para que encuentre la salvación.”

Luego, después de haber confirmado que la tenue luz había desaparecido…

Como granos de arena arrastrados por el viento, desapareció sin dejar rastro.