Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 11

Capítulo 84: Unas Vacaciones.

Parte 1

“¡Damas y Caballeros de la capital, he regresado!”, proclamó Mile con lo que sonaba como una especie de eslogan, apretando un trozo de cecina en su boca, como si fuera un trozo de maíz.

Todos simplemente la ignoraron. Si le prestaban atención, lo repetiría de nuevo después.

Luego de todas sus pruebas, Pacto Carmesí había regresado a la capital del reino de Tils, su base de operaciones. En el camino de ida, habían usado carreteras principales, pero para el regreso, tomaron rutas secundarias ligeramente diferentes al camino original. Su razonamiento para esto fue probablemente que sería aburrido usar la misma ruta dos veces, y no sería buen entrenamiento. Sin embargo, la razón real era que todas las ciudades en el camino principal fueron donde ocurrieron varios incidentes, y donde tenían dudas sobre si aparecerse de nuevo o no.

En todo caso, de una forma u otra, habían finalmente regresado a casa.

Ya que no habían tomado los caminos principales, tampoco se toparon con nadie que viajara hacia el este por dichos caminos…

Primero, se dirigieron directo al salón gremial. No querían perder tiempo para hacer que el reloj de sus cinco años requeridos de servicio dentro del país para repagar sus subsidios de colegiatura en la Escuela de Preparación para Cazadores empezara a correr. Por esto, al momento de entrar a Tils, habían pasado por la primera ciudad que encontraron y hecho algunas misiones diarias de recolección de materiales (es decir, entregar unos materiales del inventario de Mile bajo el pretexto de acabar de recolectarlos hace poco), sólo para indicar que habían regresado y que seguían trabajando. Sin embargo, lo correcto era pasar por la capital de inmediato y hacer su reporte.

“¡Regresamos! ¡Nuestro viaje de entrenamiento está completo!”, la voz de Mile hizo eco en el salón gremial, luego del familiar ding-a-ling de la campanilla.

“¿Eh…?”.

Todos los trabajadores y cazadores miraron de repente a Pacto Carmesí, quienes estaban paradas cerca de la puerta.

“¡Whoa-hoooooooh! ¡¡Bienvenidas!! ¡¡¡Felicidades!!!”, gritaron todos.

Por supuesto, esta respuesta no era desproporcionada, ni tampoco era sólo porque Pacto Carmesí hubiera regresado. El índice de grupos que regresaban de viajes de auto-mejoramiento sin que ninguno de sus miembros se retirara o quedara inválido no era para nada alto. Algunos tomaban misiones demasiado difíciles, pensando que sería buena experiencia, algunos otros tomaban solicitudes de exterminación más allá de sus habilidades por súplicas de aldeanos, etc., etc…

Las miembros de Pacto Carmesí eran bastante habilidosas, pero incluso grupos así eran aptos sólo para misiones ligeramente más allá de sus habilidades. Por eso, el índice de retorno de viajes tomados por grupos confiados y naturalmente habilidosos era incluso más bajo que el de viajes tomados por grupos débiles, quienes reconocían sus propias limitaciones.

Los trabajadores del gremio, al menos, sabrían si los grupos que no regresaban simplemente se quedaban en algún otro país, ya que recibirían documentos sobre transferencia de registro desde la nueva rama en la que el grupo estaría registrado. Aun así, había muchos grupos que se iban por años sin que ningún documento así llegara.

Sin embargo, ahora un grupo de novatas había regresado ilesas, sin perder ni un solo miembro o, aparentemente, sin sufrir ninguna herida seria. Era una causa natural de celebración.

***

“¡Regresamos!”.

“Bienveni— ¡¡¡Hermana!!!”.

Lenny prácticamente saltó por sobre el escritorio de recepción.

“¡B-Bienvenida de vuelta! ¡Me alegro que estés a salvo! ¡Felicidades por completar su viaje!”.

Su saludo no parecía como los de siempre, pero probablemente esta era su forma de hablar ceremoniosamente. Sin importar si hablaba con invitados favorecidos o invitados que sólo se habían quedado unas cuantas noches, sus modales hacia cualquiera que hubiera viajado tan lejos, y aun así escogía quedarse en la posada de nuevo, eran siempre los mismos.

Anteriormente, cuando Pacto Carmesí regreso de su viaje al oeste, su saludo había sido distinto, pero por otro lado, ella probablemente había estado un poco nerviosa por lo repentino del asunto.

Lenny estaba tan conmovida que tenía lágrimas en las orillas de sus ojos. Al ver esto, lagrimas comenzaron a aparecer en los ojos de Pacto Carmesí también. Hasta que…

“¡Perfecto! ¡Ahora los costos de manejar los baños bajarán! Entre los baños y ustedes, atraeremos más clientes, y podemos ahorrar en carne gracias a las partes de monstruos que hayan traído. ¡Oh, y pueden enseñarnos recetas de las tierras que han visitado!”.

Parece que no ha cambiado para nada…

Con eso, las miembros de Pacto Carmesí sintieron que finalmente habían regresado a su hogar.

***

Por primera vez en un tiempo, las chicas se dieron un festín y durmieron profundamente. Al día siguiente, aparecieron en el gremio para—

“¡Oigan! ¡¿Por qué no vinieron a verme ayer?!”.

— ¿inmediatamente ser llamadas a la oficina del maestro gremial para ser sermoneadas?

“Bueno, les dijimos a todos los cazadores y trabajadores que habíamos vuelto… Y digo, normalmente, un grupo novato de rango C regresando de un viaje no es algo como para molestar al maestro gremial, ¿verdad?”, Mavis respondió.

“Em…”, el maestro del gremio flaqueó. “¡B-Bueno, me refería a antes!

¡¿Por qué se fueron de inmediato sin decir nada luego de regresar de su primer viaje?!”.

Esta vez, Reina tomó las riendas.

“¿Luego del primer viaje? Pero si este fue nuestro primer viaje. Cuando pasamos por aquí antes, fue porque se dio la casualidad de que teníamos que pasar por aquí para seguir nuestro viaje. No queríamos preocupar a nadie por venir a reportar que habíamos regresado sólo para irnos de nuevo”.

“¿Qué…?”.

Claro, en su visita previa no habían reportado que habían regresado o que su viaje había terminado, así que él no pudo decir nada para argumentar en contra.

“Guh… B-Bueno, bien. Esta vez realmente están de regreso, ¡no cabe duda!”.

“Ah, sí. Nuestro primer viaje de entrenamiento está completo”, dijo Mavis.

El maestro del gremio soltó un gran suspiro.

Primer.

Por supuesto, nadie esperaría que ningún cazador saliera a uno solo de estos viajes. Había muchas razones por las que uno podría salir de nuevo. Para escapar a las misiones diarias. Para probar la confianza en sí mismo y sus habilidades. Para volverse más fuerte. Sin importar que él fuera el maestro gremial, no podía evitar que ellas salieran de nuevo en un futuro.

El maestro gremial mismo había hecho muchos viajes así en su juventud, así que no estaba en posición de quejarse.

“Muy bien. Como sea, felicidades por regresar ilesas. ¡Esperamos muchas más cosas grandes de ustedes!”.

“¡¡¡Sí!!!”, gritaron las cuatro, apretando sus puños en dirección al cielo. No había otra respuesta de un cazador que realmente capturara la esencia de “¡Puedes contar con nosotros!” además de esta.

***

Luego de presentarse el día anterior, se habían dirigido directamente a la posada, así que hoy, luego de que el maestro gremial las dejara ir, Pacto Carmesí le dio una mirada a la pizarra de misiones y revisó las hojas que habían sido dejadas sin que nadie las tomara. Luego, pararon a algunos trabajadores y cazadores que parecían tener bastante tiempo libre y les preguntaron el estado actual de las cosas, inquiriendo cualquier rumor reciente. Notando que se habían quedado un poco rezagadas, las miembros de Pacto Carmesí decidieron tomarse unas vacaciones de una semana.

Una semana era poco para descansar, considerando que acababan de regresar de un viaje largo. Salvo por aquellos a los que no les gustaba tomarse las cosas con calma, o quienes acarreaban problemas monetarios, no era raro ver grupos que se tomaban incluso tres semanas de descanso. Sabiendo que muchos cazadores arruinaban sus cuerpos por heridas y fatiga luego de exigirse demasiado, grupos sensatos se tomaban el tiempo para descansar y recuperarse antes de resumir su trabajo.

Sin embargo, a luz de la magia curativa de Mile y Pauline, este no era un problema para Pacto Carmesí. Podían curar un brazo arrancado y tenerlo listo para la batalla en apenas diez segundos…

“Bien, tomemos una semana para irle a decir hola a la gente que nos ha ayudado y viceversa. Luego, de regreso al trabajo— ¡por poder y dinero!”.

“¡¡¡Sí!!!”.

Los trabajadores y cazadores miraron cariñosamente cómo las miembros de Pacto Carmesí se separaban. Obviamente, nadie tuvo tiempo de decirles sobre las otras tres chicas que habían pasado por aquí antes.

Si les preguntaban, todo lo que cualquiera podría decir era que aquellas chicas habían salido en un viaje de entrenamiento. Esta no era información particularmente confidencial, ya que era algo que la mayoría de cazadores y trabajadores sabían. Por eso, no tendrían problema en decirle a Pacto Carmesí esta información… si es que preguntaban.

Aun así, ningún empleado del gremio ofrecería información sobre un cazador por iniciativa propia. Hasta para los cazadores normales, esos eran malos modales. Además, aunque las miembros de Pacto Carmesí habían preguntado mucho sobre políticas locales y monstruos, ninguna pregunto: “¿Alguien vino a buscarnos?” o “¿Pasó por aquí un grupo de tres chicas?”.

En todo caso, había mucha gente que venía preguntando por Pacto Carmesí. Personas que querían unirse a su grupo, nobles y comerciantes que querían contratarlas, y demás. Como las chicas no habían pedido que se les notificara de estas cosas, no había necesidad de que los trabajadores mencionaran cada una de las solicitudes.

Mientras más lo pensaban, más les parecía que, aunque aquellas tres chicas habían sido extraordinariamente habilidosas, eso por sí solo no era suficiente para probar que estaban conectadas a Pacto Carmesí. Ellas no parecían tener nada de información sobre Pacto Carmesí, y Pacto Carmesí no parecía tener interés en descubrir si alguien las había venido a buscar. Las probabilidades eran altas de que esas chicas sólo fueran admiradoras de Pacto Carmesí, y las estaban siguiendo con la esperanza de unir fuerzas.

Además, Pacto Carmesí era un grupo formado justo en esta ciudad, y la mitad de las miembros eran ciudadanas de esta tierra. Era poco probable que cazadoras de otro país tuvieran conexión con ellas.

Por lo tanto, sería simplemente mala educación ir hablando sobre estas otras cazadoras sin su permiso.

Y así, Pacto Carmesí no supo nada sobre aquellas tres extrañas niñas…

***

Sus vacaciones comenzaron.

Por supuesto, una semana (seis días, en realidad) no era suficiente tiempo para que Mavis o Pauline regresaran a casa. Y por eso, obviamente, no tenían más elección que pasear por la capital.

Mile visitó la biblioteca, donó casi un orco completo a un orfanato, llevó un festín a los niños de la calle que vivían en los conocidos “refugios para la lluvia” (aunque proveían poco refugio contra la lluvia y no llegaban ni a ser una choza) en los bancos del río con el pretexto de “intentar hacer nuevos platillos”, y se mantuvo ocupada con todo tipo de actividades. En la noche, se quedó hasta tarde escribiendo algo. No pasaba nada porque durmiera toda la mañana, así que no debía preocuparse de quedarse despierta hasta el amanecer.

Mavis asistió a lecciones en un dojo de espadas, ocasionalmente uniéndose a Mile para visitar el orfanato o a los niños de la calle, y ella los instruyó en cómo usar una espada. Su esperanza era que, cuando estos huérfanos se volvieran cazadores de rango E y salieran a luchar contra orcos y goblins, este entrenamiento prolongara sus vidas al menos un poco…

Reina también fue a la biblioteca. Ella miró tomos de referencia e investigó sobre magia, leyó biografías de cazadores que habían llegado a rango A a una temprana edad, e hizo un poco de lectura ligera, incluyendo algunas novelas…

Por cierto, Reina tenía el hábito de sacar varios libros de la biblioteca al mismo tiempo. Tanto que había creado una inmensa cuenta con lo que no eran especialmente baratos depósitos. Aunque no le gustaban tanto los libros como para escribir como pasatiempo, así como Mile—digo, Miami Satodele—parecía que disfrutaba bastante leer.

Y en cuanto a Pauline, bueno, ella contó su dinero…

“Hee hee. Eheehee. Ee hee hee hee hee hee…”.

…y siguió contándolo.

“¡Te encontré! ¡¡¡Te encontréééé!!!”.

“¿Qué…? ¿Quién…? Oh, eres la elfa con complejo de padre de aquella vez…”.

Un día, durante su descanso, al regresar a la posada, Mile fue detenida repentinamente por la investigadora elfa que habían conocido durante el incidente del dragón antiguo y los hombres bestia— Dr. Clairia. Ciertamente, era alguien con quien Mile y Reina sentían bastante afinidad, en la zona del pecho…

Mile no era buena recordando rostros, pero aparentemente la profesora sí lo era, y no estaba claro si lo era porque ella era un elfo o porque jamás olvidaría a una compañera de pechos.

Ya que Mile había pasado su día sola, en este momento no tenía a Reina o Pauline para que actuaran como su escudo.

“¿Komplego de Prade?”.

“O-Oh, ¡eso significa que eres muy inteligente!”. “¿E-En serio? Bueno, en eso tienes razón”.

La Dr. Clairia fue fácilmente engañada por el veloz encubrimiento de Mile.

Ella era demasiado simple. Demasiado…

“¡C-Como sea, por fin te encontré! Fui al oeste hasta Vanolark buscándote y pasé por mi casa a saludar a mi padre, lo abracé, y lo abracé, y lo abracé mucho, y dormí a su lado, y lo abracé, y lo seguí abrazando para recuperar mis reservas de ‘energía paternal’. Luego, cuando regresé y vine por acá, ¡no estabas por ningún lado! No tuve elección más que esperar tu regreso, por varios días… ¡¿Cómo pudiste hacerme eso?!”.

“¡O-Oye, no hicimos nada así!”.

Las acusaciones de la Dr. Clairia eran casi falsas. O mejor dicho, completamente falsas. Y además, ¿qué fue todo eso de abrazar a su padre?

“¿Qué puedo hacer por ti?”.

Ciertamente, el hecho de que ella las había estado buscando significaba que quería algo, así que no había mejor forma de proseguir la conversación que preguntar directamente. ¿Quizás quería hacer una solicitud directa a Pacto Carmesí o consultar sobre el incidente con los hombres bestia?

Resultó que la respuesta de la Dr Clairia fue la siguiente:

“¡Voy a hacerte mía!”.

“¡Ya llegó el yuriiiiii!”.

En su vida pasada, Mile había sabido ligeramente de tales cosas. La colección personal de su madre en la biblioteca de sus padres puede que le diera una pista o dos.

Sin embargo, todo lo que Mile había visto era de una variedad suave.

Mucho con soeurs, y más soeurs, y muchas más soeurs¹…

Aun así, Misato, la predecesora de Mile en su vida pasada, no había obviado tales cosas.

“¿Yuri? ¿Qué es eso?”.

“Oh, si fuera a decirte la flor equivalente en este lugar, no sé si podría traducirse bien. Em, ¿cómo decirlo? Uhh…”. “Bueno, no importa”.

Mientras Mile se inquietaba sobre cómo explicarse, la Dr Clairia continuó.

“Quiero que te quedes conmigo un rato, para poder estudiarte. Hasta que me canse… Sí, unos 100 años”.

“¡Estaré muerta en 100 años! ¡Definitivamente llegaré al final de mi

vida para entonces!”.

¹ “Hermana” en Francés. El narrador se refiere básicamente a trabajos del género yuri clásico, como Maria-sama ga Miteru, donde las relaciones son más puras y no son directamente relaciones lésbicas como cualquiera las conoce en trabajos más recientes como Yagate Kimi ni Naru o Citrus.

“Ah…”.

La cara de la profesora sugería que había olvidado ese importante detalle.

“Es solo que hueles un poco a elfo, entonces yo…”.

En Europa de la edad media, la esperanza de vida típica para cualquiera que llegara a la adultez era de unos cuarenta a cincuenta años. La esperanza de vida promedio total era de apenas veinte o treinta años, pero eso sólo si se tomaban en cuenta todos los niños que morían en su infancia, madres que morían al dar a luz, y los muchísimos otros que morían en las guerras que ocurrían.

Además, muchas personas caían presa de enfermedades que eran fácilmente curables con medicinas del Japón moderno. Aunque las heridas pudieran ser tratadas con magia curativa, las enfermedades no eran tan simples. En este mundo, los humanos podían morir de cosas tan simples como una apendicitis. Además, muchos monstruos vivían en este mundo. Así que, obviamente, esto acortaba la esperanza de vida mucho más.

Cien años era un intervalo que ni siquiera alguien que se autoproclamara anciano del pueblo podría lograr, casi como inmortalidad… Por supuesto, sólo hablando de humanos.

Los elfos, sin embargo, eran criaturas que vivían vidas tranquilas en el bosque, resistentes a enfermedades y adeptos a la magia curativa. Un elfo de cien años era apenas más que un niño. Por eso, la diferencia de percepción entre un elfo y un humano no era algo fácil de superar.

Sin embargo, Mile no estaba preocupada por eso justo ahora.

“¿O-Olor? ¡¿Huelo mal?! ¡¡¡No puede ser que de verdad huela maaaaaal!!!”.

Esta era la segunda vez que le decían que tenía olor inusual—siendo un hombre bestia el que se lo dijo antes.

Cuando un humano decía que alguien tenía un olor “inusual”, a lo que se referían era a que apestaban. Particularmente en un mundo donde la perfumería no era tan avanzada, y en lugar de ser algo que daba un vago olor agradable, el perfume era una sustancia que abrumaba los sentidos con un estridente hedor que ofendería hasta a las más modernas sensibilidades japonesas…

“¡Gaaah! ¡¡Aaaaahhh!!”.

La Dr. Clairia finalmente notó lo mal que había hablado, cuando Mile se agachó repentinamente, apretando su propio cráneo.

“¡Oh, no! ¡No me refería a eso! No es un olor feo, es… Espera. ¡¿Por qué te enoja escuchar que tienes olor a elfo?! ¡¿Eso significa que piensas que los elfos apestan?! ¡Qué impertinente! ¡¡¡No te lo perdonaré!!!”.

Las cosas estaban cayéndose a pedazos.

La situación siguió empeorando hasta que Lenny, preocupada por la conmoción frente a la posada, llamó a Mavis y a Reina, quienes ya habían regresado, para intervenir…