Shokei Shoujo no Virgin Road (LN)

Volumen 1

Capítulo 4: En la Antigua Capital

Parte 3

 

 

Mientras pasaba aquello, Momo ya se había adentrado en el sistema de alcantarillado bajo la ciudad.

Todo era húmedo, oscuro y fangoso. Con un burbujeo espeso y enfermizo que se pegaba desagradablemente a los oídos, el sonido del agua fluyendo por los canales subterráneos fue de todo menos placentero.

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Garm era un sitio turístico muy activo. Su limpieza superficial era clave para mantener esa imagen. Es por eso que los habitantes más pobres eran expulsados de las zonas concurridas y llevados a las barriadas que habían surgido en el subsuelo.

Aunque sostenían los cimientos de la sociedad, eran tratados como un basurero que nunca veía la luz del día. Si algo turbio iba a ocurrir en esta ciudad, nueve de cada diez veces tendría lugar en el enorme sistema de alcantarillado subterráneo.

La otra posibilidad era que las jóvenes secuestradas fueran llevadas fuera de la ciudad—en otras palabras, a la Frontera Salvaje—pero Momo tenía sus dudas.

—Se cuidadosa con la Orden de los Caballeros en esta ciudad.

Momo comprendió perfectamente el significado de aquellas palabras. Si los caballeros estuvieran potencialmente vinculados con los sinvergüenzas designados como aventureros, quienes operaban en la Frontera Salvaje, entonces sólo había un lugar al que podían ir a investigar: la parte del sistema de alcantarillado bajo el antiguo castillo real donde los caballeros hacían ahora su base.

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Ella necesito un día para trazar una ruta de infiltración y otros dos más para infiltrarse en el sistema de alcantarillado y abrirse camino hasta la zona cercana al castillo.

Con solamente tres días, si mi única pista no da resultados, dejare las cosas así. O eso pensaba—pero en el camino descubrió un pasaje oculto que conducía a una zona muy inusual.

—Wooow. ¡Bendita sea Momo!

Murmurando alabanzas hacia su persona, Momo se dirigió a lo largo del pasaje.

Era un lugar extraño. El pasaje estaba hecho de algo similar a la piedra negra pulida. Las paredes parecían tragarse la oscuridad, creando un espacio liso. Evidentemente, estaba destinado a algún tipo de ritual, pero ni siquiera Momo sabía para qué podían servir estos materiales.

Sin embargo, a juzgar por la inmaculada limpieza del pasadizo, no cabía duda de que todavía se utilizaba y se mantenía.

Mientras Momo seguía avanzando con cautela por el pasadizo, se congeló de repente.

Al doblar la esquina, sintió la presencia de otra persona.

Era solo uno. Fuera quien fuera, era fuerte. Y parecía haber notado también la presencia de Momo.

Momo metió la mano en su túnica de sacerdotisa y sostuvo su sierra de afrontamiento por el mango.

La otra persona parecía ser consciente de que ella también se había percatado de su presencia. No tenía sentido esconderse. Decidida a capturar a la persona con vida y sacarle información a la fuerza, Momo saltó por la esquina—pero cuando vio la cara de su objetivo, soltó un gemido.

—Ugh.

—¿Oh-ho?

Mientras Momo frunció el ceño, la espada de la otra persona también se congeló en su sitio.

—¡Pero si es Momo! ¡Qué coincidencia!

Una voz inmoderadamente brillante resonó en el negro pasillo.

No era otra que la Princesa Caballero Ashuna, manteniendo su porte elegante y digno pese a estar en un lugar tan extraño y oscuro. Justo el otro día, habían estado luchando a muerte, pero ella la saludó con tanta alegría como si acabara de encontrarse con una vieja amiga de la infancia.

—Quien diría que nos volveríamos a encontrar en tan poco tiempo. Y pensar que sería aquí… ¡estoy aún más convencida de que esto es obra del destino!

—Oh, ahógate con tu propia lengua y mueeeere…

Momo suspiró profundamente, pero como no parecía que la princesa fuera a atacarla, guardó su sierra de afrontamiento. Ashuna era conocida por deambular y meter las narices en todo tipo de problemas, pero no era un caballero de Garm. No podía estar relacionada con este incidente en particular.

Momo se adelantó para continuar su investigación, y Ashuna se puso a su lado como si fuera lo más natural del mundo. Incluso cuando Momo la fulminó con la mirada, Ashuna no se mostró desanimada.

—Qué extraño. Este no es el tipo de lugar en el que una sacerdotisa ordinaria entraría, ¿o sí?

—La iglesia me proporcionara fondos para una peregrinación a cambio de un pequeño favor. Puede que esto sea nuevo para usted, princesa-chama, pero el dinero es muuuuy importante.

Momo pretendía que sus palabras fueran más corrosivas que el ácido, pero Ashuna asintió con vigor.

—Ah, sí, eso tiene sentido. Por cierto, este apodo que me pusiste es bastante adorable. También lo pensé en el tren.

—¿Discuuuulpe?

—Bueno, nunca nadie se había dirigido a mí de esa manera, así que es bastante refrescante. Por favor Momo, ¡llámame Ashuna-chama a partir de ahora!

—¡¡¡Ugh!!! ¡Nunca había conocido a una persona tan irritante en mi vida!! ¡Muérete!

Ajena a las ocurrencias y toda clase de atropellos verbales que se le ocurrían a la sacerdotisa, la princesa se mantuvo amistosa. Momo chasqueó la lengua irritada y decidió cambiar de táctica. La confianza de Ashuna era demasiado alta como para dejarse influir por mofas superficiales, así que pensó en burlarse de sus habilidades.

—Esa espada tuya tiene un aspecto lamentable. ¿Qué pasó con ese juguete real que usabas anteeees?

—Ah, sí, se melló un poco durante nuestro combate. La llevé a mi herrero de confianza para que la reparara. Puedes ver que esto es una copia de seguridad. No está a la altura de mi habilidad como espadachín, pero por el momento es suficiente.

La actitud obviamente sarcástica de Momo fue devorada por la arrogancia y la tolerancia sin límites de Ashuna.

—Esa batalla en el tren fue electrizante. ¡Hacía mucho tiempo que alguien hacia palpitar mi corazón! ¿Cómo pudiste huir antes de que termináramos? Me quedé tan insatisfecha que tuve que venir aquí para desahogarme… pero como eso me llevó a encontrarme contigo una vez más, ¡está claro que el cielo está de mi parte!

—Debí haberte matado ahí mismo. ¡Lo saaaabía…!

—¿Hrmm? Sería un gran problema que una simple sacerdotisa asesinara a un miembro de la familia real, ¿no?

—¡Hubiera culpado a los terroristas!

La pareja dispareja continuó por el oscuro pasadizo. La mayor parte del camino era recto y no había señales de otras personas. Sus voces resonaban mientras seguían caminando.

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—Hablando de la batalla en el tren, tuve una extraña sensación hacia el final. ¿Tienes alguna idea de lo que causó se sentimiento tan espeluznante, Momo?

—¿Cómo voy a sabeeeerlo?

Momo fingió ignorancia con un encogimiento de hombros, pero la verdad es que tenía un indicio del origen de aquella extraña sensación.

Akari Tokitou.

Después de leer y digerir el informe de Menou sobre la situación que se desarrolló en el tren, Momo formo la teoría de que Akari retrocedió el tiempo. Había una gran posibilidad de que el tren se hubiera volcado en un accidente que habría provocado muchas víctimas. En realidad, si Akari se hubiera quedado en el vagón económico y hubiera esperado, es probable que incluso Menou no hubiera podido evitar que se produjera el accidente.

Sin embargo, ese desastre masivo logro evitarse—debido a que Akari retrocedió el tiempo.

Akari debió de perder sus recuerdos en el proceso. Momo sospechaba que la desagradable sensación similar a un mareo se produjo porque el mundo se desvió del curso que debería haber tomado.

Era una hazaña tan masiva que repugnaba la física, pero algo así sólo sería posible con el horripilante poder de una Pureza Conceptual, y esa era precisamente la razón por la que sus usuarios debían ser aniquilados con tal prejuicio.

—¿Entoooonces? ¿Qué estás haciendo aquí, de todos modos, Princesa Ashuna-chama?

—Ah, bueno. Cuando llegué a Garm y me dirigí al antiguo castillo real para presentar mis respetos, percibí el mal olor de una conspiración, así que no pude evitarlo. Decidí seguir el rastro y me colé en secreto en el sótano.

—Hrmm.

Así que la corazonada de Momo era correcta.

El instinto de la Princesa Caballero para estas cosas es impresionante. Momo despreciaba a Ashuna. No obstante, debía de reconocer sus habilidades.

—Y a juzgar por la existencia de esta extraña zona, parece que he dado en el clavo, como siempre. Mi instinto nunca miente.

Mientras Ashuna se jactaba de su suerte, los dos se detuvieron de repente.

Habían llegado al final del oscuro pasadizo y encontraron una sala ceremonial.

Era un espacio abovedado grabado con elaboradas crestas. Había estatuas gigantes colocadas en las cuatro direcciones y dos enormes pentagramas superpuestos en el centro de la sala.

La atmosfera general se sentía arcaica, pero todos los materiales eran nuevos.

—Ahora bien, una sala ceremonial de alto nivel está fuera de mi timón. ¿Qué es esto? No tengo ni idea.

—Oh. ¿Estás tan obsesionada con la lucha que tus conocimientos son los de una niñaaaa, princesa Ashu-chama?


—¡En efecto! ¡¡Así que me alegro de tenerte conmigo, Momo!! Indaga por mí.

—Uuugh…

El área de experiencia de Ashuna era obviamente la batalla. Momo también se inclinaba por eso, pero seguía siendo una ayudante de Verdugo. Sin embargo, la construcción de esta ceremonia en particular cayó de lleno en su campo de estudio.

—Esto es un sitio de pruebas para la transportación de Errantes.

Su investigación parecía ser un fracaso, aunque no del todo sin resultados. Lo más probable es que se tratara de un sitio de pruebas experimental para la invocación de Errantes que tuvo lugar en la capital real.

—Las estatuas contra cada mural trascienden los límites al oponerse al concepto de los puntos cardinales. Los pentagramas superpuestos representan la unión de dos planetas en diferentes fases. Hay más cosas, pero eso es lo básico.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:1—Conjurar [«Transcribe el milagro ante mis ojos, pues debe quedar registrado»].

Mientras Momo inspeccionaba la zona, conjuro su encantamiento, grabando una imagen de la habitación en su escritura como prueba.

Al principio, supuso que las mujeres secuestradas habían sido traídas aquí a través del pasaje subterráneo y utilizadas como material para invocar demonios, pero no había señales de que esto hubiera sucedido. No cabía duda de que lo que se llevó a cabo en este lugar fue una actividad prohibida, pero esta sala ceremonial era una prueba de la herejía cometida por La Nobleza, y no tenía relación con las recientes desapariciones.

—¿Teletransportación, huh? Entonces los experimentos y preparativos para la invocación de Errantes en la capital real se llevaron a cabo aquí.

—Probablemeeeente.

Conjurar es el arte que utilizan los humanos para disponer del poder de sus almas y materializarlo en la forma de un fenómeno específico. Hay un límite a lo que un individuo puede lograr.

Sin embargo, todo eso cambiaba en el caso de niveles extraordinarios de poder, como los otorgados por las Purezas Conceptuales; poderes que normalmente un individuo nunca debería poseer. Una idea que se había acumulado con el tiempo a través de la historia de la humanidad podía convertirse naturalmente en una forma de conjuro; aprovechar la energía de las venas astrales, que abarcaba la vena celestial y la vena terrenal del planeta, y crear un punto de poder único. Como resultado, el propio concepto asumía una enorme cantidad de poder en forma de Fuerza Guía.

La técnica prohibida conocida como Conjuración Conceptual se basaba en este espacio irregular, que se había convertido en un punto para reunir poder, por lo que serias capaz de realizar encantamientos que doblaban las reglas de la realidad.

—¿Esto no te preocuuuupa, princesa Ashy-chama? Significa que hay pruebas del crimen de tu padre, ¿sabes?

—Oh, eso está bien.

Ashuna era una miembro de La Nobleza. Momo se puso en guardia ante la posibilidad de que intentara destruir las pruebas y la asesinara para silenciarla, pero la princesa no mostró ninguna intención de atacar.

—Tampoco voy a tolerar que alguien cometa este tipo de tonterías. El castigo debe ajustarse al delito, aunque lo haya cometido un familiar querido.

—¿Ohhh? Ya que te gustan estas cosas superfuertes, imagine que adoraaaarias a los Errantes, Princesa-chama.

—Me juzgas mal, Momo. El alma humana alcanza la luz de las energías a través del estudio y el entrenamiento intensivos. La verdadera belleza de la fuerza radica en el esfuerzo que costó ganarla. Pero no es así con los Errantes. Ellos no son más que víctimas.

—Huh.

Existían cosas como las conjuraciones en espacios irregulares, donde se acumulaba un poder superior al de cualquier individuo ordinario, pero la única forma de extraer y utilizar el poder puro de un concepto era invocando a un humano de otro mundo y acoplar los poderes de este planeta a su alma en el proceso.

Ninguna otra ceremonia podía fusionar un concepto completo en un alma.

Por consiguiente, el espantoso poder que habitaba en el interior de un Errante era conocido como ‘Pureza Conceptual’; sin embargo, seguía siendo cierto que esto no se ajustaba a la apreciación estética del poder de la que tanto presumía Ashuna.


Aun así, a Momo no le importaba que Ashuna fuera de una manera u otra. Esto no era lo que le habían ordenado investigar, pero si transmitía una imagen de este lugar a la Santa Inquisición en la capital real, sería sin duda un buen regalo. Espero que Menou también me alabe, pensó, mientras seguía grabando imágenes de la sala.

—Aun así, es extraño que hayan sido capaces de reproducir esto con tanta precisión. ¿Sabeeees? Dudo que La Nobleza de este país tenga los conocimientos o las habilidades necesarias para hacer esto, incluso si obtuvieran materiales de la Frontera Salvaje.

—¿Hrm? —Ashuna ladeó la cabeza ante la afirmación de Momo. —¿Qué es lo que…? Ah, ya veo. Me sorprende que seas tan fácil de convencer, Momo.

Así que realmente has venido aquí como un ‘favor’, ¿eh?

Ashuna asintió como si hubiera hecho una conexión que lo explicara todo.

Momo frunció el ceño ante el tono algo decepcionado de Ashuna. Nunca se había dejado convencer por nadie más que por Menou. Y nunca se había referido a la existencia de Menou delante de la princesa.

—¿Queeee quieres decir?

—Piénsalo. No es tan difícil de entender, ¿o sí?

Ashuna sonrió con autosuficiencia y señaló a Momo.

—En primer lugar, es obvio que Las Fausto y La Nobleza de esta ciudad están confabulados. Las Fausto deben ser las autoras intelectuales.

—¿Disculpa? —Momo se detuvo un momento.

Ashuna sonrió pícaramente, complacida por haberla pillado desprevenida.

—Dado que hay una ceremonia de teletransportación establecida aquí, Las Fausto de Garm también deben estar conectadas a la invocación en la capital real. Pensé que estabas aquí en Garm para investigar a tu propia gente desde dentro, pero… je. Como dijiste que era un ‘favor’ a la iglesia, supongo que eres bastante ingenua en el fondo, Momo. ¿No es adorable?

—¿Y cuáles son tus baaaases?

—Mi padre–y en realidad, nadie de la familia real–cuenta con los conocimientos ni los materiales para realizar una ceremonia de esta magnitud. Si se trata de saber de dónde saco esta tecnología, la primera conjetura que se me ocurre es que se confabulo con alguna de Las Fausto.

Eso era cierto.

Ahora que Ashuna lo mencionaba, Momo se dio cuenta de que debería haberlo sospechado enseguida.

—La catedral está justo al lado del antiguo castillo real. Muy conveniente, si lo piensas. Les sitúa en la posición perfecta para hacer algo así. Me imagino que hay un pasaje subterráneo que conecta los dos.

Dado que la antigua capital se encontraba tan lejos de la capital real, y que fue la propia arzobispa quien solicitó la investigación, a Momo ni siquiera se le había ocurrido sospechar de Las Fausto.

—Si es a tan gran escala, el autor intelectual podría ser incluso más poderoso que una obispa. Dime, Momo. ¿Supongo que no me dirás quién te ha pedido que investigues esto como un ‘favor’?

Momo ignoró a Ashuna.

Dejó de registrar imágenes en su escritura; sus prioridades se habían modificado de repente. En la mente de Momo, no había ningún beneficio en permanecer aquí por más tiempo. Tenía que informar a Menou de inmediato, así que abrió su escritura y comenzó a conjurar.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:4— Conjurar [«Y así se trasmitió su voluntad tanto en la tierra como en el ciel—

—¡Tch…!

El encantamiento para la comunicación que había utilizado en el tren se bloqueó; fue como si su percepción se hubiera ido abajo a mitad camino.

Momo miró rápidamente los alrededores de la sala ceremonial, pero no pudo localizar el médium que podría estar bloqueando su encantamiento. Todo parecía indicar que este se activaba con los encantamientos, pero a Momo le resultaría demasiado complicado localizar la fuente al mismo tiempo que conjuraba. Lo frustrante de su predicamento le frunció el ceño.

Ashuna miró a Momo con curiosidad—más específicamente, a sus escrituras.

—¿Intentaste comunicarte o algo así? Esos libros son exclusivos de Las Fausto, ¿no?

—¿Podrías callarte, por faaaavor? Muere y calla para siempre. Graaaacias.

—¿Bloquearon tu encantamiento? Momo. ¿Podrías intentarlo de nuevo por mí?

El ceño de Momo se constriño aún más. De todas formas, tenía pensado intentarlo una vez más. Si no funcionaba, abandonaría el lugar de inmediato y contactaría con Menou desde el exterior.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 1:4—

Justo cuando Momo volvió a sentir la interferencia, Ashuna habló.

—Hrmm. Yo diría que se encuentra aquí, aquí y aquí.

Ashuna blandió su espada contra la pared varias veces. Justo cuando arañó las crestas que estaban grabadas allí, Momo sintió que el poder que había estado inhibiendo su encantamiento de comunicación se dispersaba.

Conjurar [«Y así se trasmitió su voluntad tanto en la tierra como en el cielo»]

Un poco sorprendida por su éxito, Momo conectó rápidamente con la escritura de Menou y transmitió un breve resumen de sus descubrimientos.

Una vez que terminó de transcribir la información con la Fuerza Guía, se dirigió a Ashuna, que miraba ansiosamente la escritura para observar el proceso.

—¿Qué pasa, Momo? No hace falta que me des las gracias. Presenciar un encantamiento de comunicación tan de cerca es algo rarísimo–

—Vale. Adiós.

—Hey, ¡no te vayas así! ¡Eso es simplemente

frío!

Momo no se molestó en dar las gracias a Ashuna mientras se apresuraba a marcharse. Tenía que correr a la catedral y encontrar a Menou.

Justo cuando giró sobre sus talones para volver a la superficie—

Fuerza Guía: Auto-conexión (condiciones cumplidas)—Pasadizos de la Sala Ceremonial, Cresta— Conjurar [Ceremonia de Descendencia]

Fuerza Guía: Fusionar materiales—Piedra del Rojo Primario, Conjuración del Sello Interno—Conjurar [Rojo Primario, Dragón Furioso]

Fuerza Guía: Sacrificio—Pecado Original, Envidia:

Cuerpo, Espíritu, Alma—Convocar [Pecado Original, Constrictor]

Ante los ojos de Momo, el pasadizo negro que habían tomado para llegar hasta aquí comenzó a deformarse.

Era una trampa preparada con una cresta de activación condicional. Había materiales y crestas incrustados bajo la piedra negra. Lo más probable es que se activaron al detectar intrusos en la sala ceremonial.

Dentro del oscuro pasadizo se escuchó el sonido de algo que nacía como producto de un encantamiento oscuro y abisal.

—Aja. Se lo que viene. Bueno, tiene sentido que no permitan que los intrusos encuentren la prueba de sus transgresiones sin poner unas cuantas trampas.

Por alguna razón, Ashuna parecía complacida mientras preparaba su espada.

Era un arma de reserva improvisada. Aunque no estaba al máximo de sus fuerzas, la Princesa Caballero se veía genuinamente emocionada ante la promesa de un enemigo fuerte.

Por lo que parecía, lo que se había creado en el pasadizo se estaba acercando. Se oyó el sonido casi acuoso de algo deslizándose y una serie de pasos sordos que sacudieron la sala subterránea.

Momo y Ashuna se bañaron en la luz del Incremento.

—Esta vez vamos a luchar codo con codo, Momo. “El enemigo de ayer es el amigo de hoy”. ¡Pero que maravilloso y antiguo proverbio!

—Oh, ya que. También quiero acabar con esto lo más rápido que seaaaa posible.

Emergieron de pronto dos enemigos: una repulsiva criatura similar a una cuerda que se retorcía al avanzar, y un dragón rojo sin alas con pasos fuertes y

estrepitosos. Ambos se veían demasiado grandes para que cualquier humano ordinario pudiera dar pelea.

—Heh-heh. ¿Un soldado sortílego en forma de dragón y un demonio convocado, huh? Excelentes oponentes. Nunca pensé que contemplaría algo así fuera de la Frontera Salvaje. Y hay uno para cada una de nosotras. ¡Es perfecto! ¿Cuál prefieres? Sospecho que el demonio es más de tu agrado.

—Tomaré el dragón. Muchas graaaacias. Si quieres puedes lanzarte de cabeza y morir aplastada por esa cosa, princesa Ashy-chama.

Momo odiaba a Ashuna lo suficiente como para desearle la muerte, pero por el momento, tenían que trabajar juntas.

Había dos bestias que se les echaban encima.

Tenían que encargarse rápido de ellas.

Y si la conjetura de Ashuna sobre quien es el cerebro de la operación era correcta, entonces la persona que estaba en mayor peligro ahora mismo no era otra que el individuo que más le importaba a Momo.

***

 

 

Ni siquiera Menou había visto antes la sala ceremonial a la que las condujo Orwell.

Tenía forma de cúpula, lo que era bastante apropiado. La forma esférica era la figura más cercana a la perfección en este mundo. Las paredes blancas e inmaculadas estaban grabadas con múltiples crestas, pero el revestimiento de las paredes era especial. Incluso con los amplios conocimientos de Menou, no pudo identificar los materiales que utilizaron para dotarlas de tal blancura.

En el centro de la sala ceremonial se encentraba un altar, donde más de diez sacerdotisas se preparaban para la ceremonia.

Por lo general, cualquier encantamiento a gran escala que interactuara con las venas astrales o la Dimensión Conceptual requería un gran número de personas.

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Menou y Orwell observaban los procedimientos en una zona separada. Sentada en el altar con aspecto aburrido, Akari sonreía de vez en cuando y saludaba a Menou. Parecía estar bastante despreocupada.

Fuera de la sala ceremonial, Menou le devolvió un pequeño saludo.

El adorno floral en el cintillo de Akari se balanceó suavemente.

Menou sintió una punzada en el pecho.

—Parece que ustedes se volvieron bastante cercanas. Es difícil creer que se conocieron hace sólo unos días.

—Sí, bueno… así es como se ha comportado conmigo desde el principio.

Menou estaba igual de desconcertada por el fuerte apego de Akari. Sn embargo, dejó pasar el asunto. No había necesidad de profundizar en ello.

Después de todo, Akari estaba a punto de morir.

—Me disculpo por todas las molestias, arzobispa Orwell. No sé cómo agradecerle…

—No te preocupes por eso. Estoy segura de que esto no debe ser fácil para ti.

Menou se calló ante la inesperada respuesta. Ahora que Orwell lo había expresado con palabras, se dio cuenta del verdadero significado del dolor que había estado punzando su corazón.

Es la culpa.

Ah, soy tan cruel.

El pensamiento se enterró en su pecho. No era la primera vez que traicionaba la confianza de una persona para asesinarla. ¿Por qué sentirse dolida a estas alturas?

Soy la villana.

Cuando Menou se sumió en el silencio, Orwell arrugó los ojos.

—No es necesario que te compares con esa Maestra tuyo, ¿de acuerdo? Para bien o para mal, esa joven extraña siempre fue todo menos normal.

El hecho de que la arzobispa se refiriera a su Maestra como una ‘joven’, le recordó la enorme brecha entre sus habilidades.

—Esa joven siempre resolvió todo por su cuenta, pero eso no significa que tú tengas que hacer lo mismo. Puede haber momentos como éste, en el que otra persona conoce un método que tú no conocías. No hay que avergonzarse de aceptar la ayuda de los demás; de hecho, a menudo es necesaria para resolver un predicamento.

—…tiene razón, por supuesto.

—Je. Yo siempre he sentido curiosidad por usted, desde el momento en que ella te tomó bajo su tutela. Me alegro de que por fin podamos conocernos así, y no sólo a través de una llamada.

—Me siento humilde de que se interese por alguien como yo.

—No debe rebajarse tanto, señorita Menou. Eres una de las pocas elegidas que soportaron el peso de un papel opuesto al mío. Nunca la tomaría a la ligera.

Sin duda, Orwell había salvado a más personas que nadie en esta ciudad.

No era sólo la ciudad natal de Menou. También estaba el asunto de la lucha y la defensa contra la amenaza que se cernía sobre la Frontera Salvaje. Por no hablar de las obras de caridad que habían tenido lugar en esta nación bajo su liderazgo. Ella trajo la salvación a muchos otros en su camino para convertirse en arzobispa.

Verdaderamente, ella era lo opuesto a Menou.

Así que sus palabras tenían mucho más peso.

—Eres una parte necesaria de este mundo.

Quiero que te des cuenta de eso.

—…sí, señora.

Orwell pareció adivinar correctamente el significado de la vacilación de Menou, pero su gentil sonrisa no vaciló.

—Espero que algún día lo entiendas de verdad.

Su experiencia era incomparable. Cada vez que Menou se relacionaba con Orwell, le recordaba dolorosamente su propia inmadurez.

Menou decidió ver la ceremonia hasta el final. No podía apartar la vista, ni siquiera en el momento en que Akari muriera. Ese era su papel—y era todo lo que podía hacer en este momento.

Pero al enfocar su visión, Menou se dio cuenta de que su escritura parpadeaba con la Luz Guía.

Era un mensaje de Momo. Empezó a abrir su escritura, pero se detuvo al recordar que estaba junto a su superior. Sería grosero leer un mensaje en medio de una ceremonia.

En lugar de eso, se fijó en los pequeños cambios en la forma en que la energía reaccionaba en sus escrituras. Los mensajes transmitidos de este modo estaban compuestos de Fuerza Guía.

En otras palabras, si el control del receptor sobre su poder era lo suficientemente preciso, podía entender el contenido del mensaje sin abrir el libro.

Cuando Menou leyó el mensaje de Momo, una oleada de conmoción atravesó su mente. Todas las piezas que se le ocurrieron se unieron para formar una conclusión.

—…arzobispa Orwell.

—¿Qué sucede, señorita Menou?

Fuerza Guía: Conectar—

En cuanto terminó de absorber la información que le habían enviado, silenciosamente, Menou cargó su escritura con poder.

—Sobre la ceremonia que va a emprender Akari. Usted adquirió los materiales de antemano, ¿no es así?

—Sí. ¿Qué hay con eso?

Escrituras, 3:1—

Menou había puesto a Akari en ese altar convenciéndola de que era una ceremonia para volver. Lo hizo porque Orwell, a su vez, le dijo a Menou que era una ceremonia para destruir una Pureza Conceptual. Los preparativos se estaban llevando a cabo ante sus ojos.

Así que Menou habló muy despreocupadamente mientras empezaba a conjurar en su interior.

—¿Qué clase de ceremonia es esta, exactamente?

—Oh, por dios, —Murmuró Orwell. Sus ojos se dirigieron a la escritura de Menou, y sonrió tranquilamente. —recibiste un mensaje, ¿huh? Nunca imaginé que alguien encontraría ese lugar y escaparía de la trampa… parece que pasé por alto una posible amenaza.

No se veía agitada, pero tampoco negaba nada.

Al instante, Menou estuvo segura.

Orwell era su enemigo.

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Menou liberó el encantamiento que había estado construyendo en silencio.

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Conjurar [«Y el villano que se acercaba oyó el tañido de la campana»]

La Luz Guía proveniente de la escritura de Menou estallo, formando la campana de una iglesia artificial.

Era un ataque poderoso que enviaba una onda expansiva cargada de poder en todas direcciones. Entre su alcance e intensidad, no era un ataque sencillo de repeler.

Y por si aquello fuera poco, Orwell no estaba sosteniendo unas escrituras.

En primer lugar, ese ataque preventivo suprimiría a las otras sacerdotisas, así como a Orwell. Puede que haya una Barrera de cresta que las proteja, pero el ataque a distancia impediría a cualquiera moverse. Usando esto como punto de partida para su estrategia, Menou se movería para apilar su siguiente movimiento.

Sin embargo, Orwell movió ligeramente su mano.

Como siempre, dicha mano estaba apoyada en su bastón, que sostenía su anciano cuerpo. Cuando su arrugada mano se movió a un lado, reveló incrustaciones de gemas en la punta que brillaban con los tres colores primarios.

Los ojos de Menou se abrieron de par en par.

Fuerza Guía: Conectar—Santo Bastón, Tríada

Primaria—Conjurar [Tres Colores, Diez Eras, Cien Flores,Mil Guerras]

El encantamiento de Orwell aplastó instantáneamente al de Menou.

Los tres colores primarios se mezclaron, floreciendo en diez colores, y para transformarse en cien matices brillantes que luego formaron líneas de Luz Guía en números que podían llegar fácilmente a los mil.

Los innumerables rayos de colores florecieron, chocando contra la pseudo-iglesia de Menou, y la destruyeron.

La velocidad y la amplificación del encantamiento fueron aterradoras.

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Menou podía conjurar encantamientos con sus escrituras tan rápidamente como una persona normal lo haría con cualquier cresta, pero esta no era una habilidad ordinaria si podía alcanzar la suya. Los rayos de luz aplastaron su campana antes de que pudiera emitir un solo sonido, y luego llovieron instantáneamente sobre Menou. Ella consiguió evitar un impacto directo saltando para apartarse, pero el objetivo de Orwell no parecía ser la propia Menou.

Los rayos de luz atravesaron el suelo.

—¡¿?!

La sala ceremonial del mausoleo subterráneo ocultaba un espacio subterráneo aún más profundo. Con el pie perdido, Menou comenzó a caer.

—¡¿Menou?!

Akari gritó su nombre desde el altar, alarmada por el repentino ajetreo.

Pero Menou apenas consiguió salvarse. Mientras se precipitaba al aire vacío junto con los restos del suelo que había estado bajo sus pies, un rayo de luz roja salió disparado hacia su mano. Incapaz de esquivar en el aire, no pudo hacer nada para evitar que sus escrituras fueran golpeadas y se incendiaran.

—¡Akari, corre!

Con ese breve grito, cargó energía en sus escrituras antes de que se quemaran por completo, eligiendo el mejor encantamiento disponible de las páginas que aún estaban intactas.

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Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 13:13— Conjurar [«El espíritu de un mártir es tan valioso, que es casi una tontería»]

Las escrituras estallaron con un violento destello de luz.

Fue un encantamiento de autodestrucción, que no pretendía ser un ataque sino una forma de mantener en secreto los contenidos del libro. La implosión hizo que el suelo se derrumbara aún más. Probablemente no llegó a la sala ceremonial, pero sin duda fue lo suficientemente grande como para afectar al lugar donde estaba Orwell. Quizás la arzobispa se había protegido con la cresta defensiva de su túnica, pero con que perdiera el equilibrio y se precipitara hacia abajo junto a Menou, era suficiente.

Y lo que es más importante, Akari no había sido contenida.

Menou esperaba que al menos tuviera el sentido común de huir al amparo de la distracción explosiva.

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