Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 18

Interludio : Mientras Tanto

En el Reino de Paladia, donde Rio había resuelto su venganza con Lucius, el hombre que asesinó a su madre…

Los embajadores del Imperio Proxia estaban visitando al Primer Príncipe Duran en el castillo real, el día después de que Rio y Aria comenzaran su búsqueda del santo. Eran los seis subordinados del difunto comandante de los Leones Celestiales, Lucius, entre ellos Arein, Lucci y Ven.

Sin embargo, el único que estaba en la sala de reuniones con Duran era Arein. Los otros cinco esperaron fuera de la sala a que concluyera su discusión.

“Ha sido un tiempo. No he visto ese uniforme de escuadrón en ti en algún tiempo…”

Duran hizo pasar a Arein a la habitación mientras se sentaba pesadamente en el asiento principal. Sin embargo, cuando vio el atuendo de Arein después de entrar en la habitación, sus ojos se abrieron como platos. Arein vestía el uniforme de los Leones Celestiales.

La mayoría de los trabajos de mercenarios involucraban la guerra o hacer el trabajo sucio que los reinos no podían publicitar. Cuando los mercenarios participaban en la guerra, usaban su propio uniforme de escuadrón para hacer evidentes los logros de su escuadrón, pero nunca usaban el uniforme mientras hacían trabajos sucios. Arein había estado trabajando para el Imperio Proxia durante los últimos años, por lo que había pasado un tiempo desde que se puso el uniforme de su escuadrón.

“Vinimos en nombre del Sr. Reiss, pero parece que estamos a punto de conseguir un trabajo por el que podemos reclamar crédito como los Leones Celestiales. Entonces, me gustaría ir directo al grano”, comenzó Arein.

“Soy consciente. Estás tras el recuerdo de tu comandante, la espada encantada, ¿verdad? Sin embargo, Reiss dijo que enviaría una espada de reemplazo. No viniste con las manos desnudas, ¿verdad?”

Duran agarró una de las dos espadas que estaban a su lado. Pero en lugar de dárselo, golpeó la punta de la empuñadura contra el suelo. “Sí. Los cinco fuera de la habitación lo están agarrando”.

“¿Oh?”

“¿Se les permite entrar?” “No me importa”.

Duran sacudió la barbilla, indicando a los caballeros junto a la puerta que la abrieran. Los caballeros asintieron en silencio y abrieron la puerta.

“Discúlpenos.”

Entraron los cinco miembros del equipo, incluidos Lucci y Ven. Todos vestían el uniforme de los Leones Celestiales, y todos portaban dos espadas cada uno mientras estaban detrás de Arein en su asiento.

“Esas son bastantes espadas que has traído. Creo que el trato era por un número menor.”

Un total de diez no era un número pequeño cuando se trataba de espadas encantadas. Los ojos de Duran se abrieron cuando miró a las cinco personas que estaban detrás de Arein.

“Hay tres poderosas espadas encantadas con habilidades especiales y mejora del cuerpo físico, y siete espadas más débiles con solo mejora del cuerpo físico”.

“¿Estás diciendo que elijas entre las tres espadas o las siete?” “No. Te ofrezco los diez.”

“¡Bwahahaha!” Duran estalló en carcajadas. “¿Dije algo gracioso?”

“Idiota, el trato es demasiado bueno para ser verdad. ¿Cuál es el truco?”

Una sola espada encantada podría aumentar la destreza militar de una pequeña nación. Para un reino menor, incluso tres espadas encantadas eran muchas.

“También es una disculpa por llegar tarde a este trato después de haber sido los que hicieron la oferta. Hemos estado increíblemente ocupados estos días, ya ves.”

“Aún suena sospechoso…”

Duran miró fijamente al hombre sentado frente a él con sus agudos ojos. Había una solicitud implícita de ayudarlos en tiempos de necesidad a cambio de las diez espadas encantadas.

“Bueno, sí. También es nuestra intención fortalecer el Reino de Paladia, con quien estamos aliados”.

“Ya veo.”

“Las espadas encantadas más débiles son las mismas que usan los miembros de nuestro escuadrón. Son más como espadas encantadas de imitación que espadas encantadas reales.”

“Imitación de espadas encantadas, dices… Casi suena como si se pudieran fabricar espadas encantadas. Aunque sus habilidades se limitan a la mejora del cuerpo físico…”

“Sí exactamente. No es como si pudieran ser producidos por cientos, pero solo entre tú y yo, estas siete espadas fueron creadas en el imperio.”

Por cierto, la razón por la que tardaron en recuperar la espada encantada de Lucius fue porque les había llevado algo de tiempo preparar tantas espadas.

“¿Oh?” Hubo un brillo en los ojos de Duran.

Las espadas encantadas que podían mejorar el cuerpo físico en lugar de solo otorgar habilidades físicas se consideraban artefactos antiguos que eran imposibles de reproducir con la hechicería moderna de Strahl. Si un caballero que solo puede usar magia de mejora de habilidades físicas se enfrenta a un caballero con una espada encantada para el cuerpo físico, el que tiene la espada encantada ganaría por goleada.

Encantar solo las habilidades significaba que los resultados estaban limitados por los límites del cuerpo, mientras que encantar el cuerpo físico por completo permitía que los movimientos superaran los límites del cuerpo. Si se formara un pequeño escuadrón de soldados con espadas encantadas equipadas, ese escuadrón sería extremadamente formidable en el campo de batalla.

“Bueno, el efecto de hechicería es un poco más débil en comparación con las antiguas espadas encantadas. Pero incluso entonces, si uno de tus subordinados equipara uno, fácilmente podrían enfrentarse a varios caballeros de los reinos circundantes.”

“Qué país tan aterrador es el imperio”.

“No es el imperio lo que da miedo, sino el señor Reiss”.

“Un hombre misterioso de hecho”. El ceño de Duran se frunció al pensar en una persona tan espeluznante.

“Pero ya no nos importa lo que quiere el imperio. ¿Nos lo devolverás? El recuerdo del comandante.”

Arein y los mercenarios que estaban detrás de él miraron fijamente la espada de Lucius. Parecían bastante obsesionados con el artículo, que era un recuerdo de su comandante.

“Bueno, no tengo ninguna razón para declinar. Dicen que las espadas encantadas eligen a su propio usuario, pero este parece extremadamente quisquilloso. Ni yo ni ninguno de mis subordinados podía usarlo. Sería un desperdicio de una buena espada, así que tómala. Aceptaré tu oferta.”

Si iba a elegir un tesoro, también podría elegir el utilizable. Duran colocó la espada encantada que Lucius había usado una vez sobre la mesa frente a él.

Lucci. Arein ordenó al gran hombre que estaba detrás de él que recuperara la espada.

“Cierto.” Lucci inmediatamente caminó hacia la mesa y recogió la espada de Lucius. Las miradas de todos los miembros del escuadrón siguieron la espada con miradas furiosas.

“Por favor, acaben con la sed de sangre, todos ustedes”.

Duran se encogió de hombros con un suspiro. Podía decir que la sed de sangre no estaba dirigida a él, por lo que no los criticó con demasiada dureza. Entendió: los mercenarios ante él tenían las expresiones de hombres a punto de ir a la guerra.

“Aparte de eso, ¿tendrían algún interés en trabajar para mí? Te recompensaré generosamente.” Probablemente fue su disposición natural lo que estimuló su intento de reclutar a Arein y los demás.

“Gracias por la oferta, pero hay algo que debemos hacer”. “¿Planeas vengar la muerte de Lucius o algo así?” “Bueno, sí.”

“Qué temeridad. Incluso si equipara a mis subordinados con todas las espadas de esta sala, no me gustaría enfrentarme a ese hombre”.

No había forma de detenerlos. Duran recordó la pelea entre Lucius y Rio y miró a los hombres con una mirada de lástima.

“Sí, pero nuestro objetivo esta vez no es ese bastardo en sí… Lo haremos de manera justa y honesta, al estilo mercenario”.

Arein parecía estar pensando en alguien que no estaba presente, mientras miraba al espacio vacío con la mirada de una bestia hambrienta.

***

Mientras tanto, en el Castillo de Galarc, habían pasado cinco días desde que Rio y Aria partieron para rastrear al santo.

“Me iré entonces”. “Cuídate.”

En la entrada de la mansión de Rio en los terrenos del castillo, Orphia se estaba despidiendo de Miharu, Celia, Latifa, Sara, Alma, Satsuki y Charlotte; ella se iba para darles a Gouki y a los demás que esperaban en la aldea espiritual una actualización de la situación. Su plan original era regresar al pueblo dentro de las tres semanas posteriores a la partida, por lo que exceder ese período por días sería motivo de preocupación.

Orphia viajó a la puerta de la capital en el carruaje tirado por caballos que Charlotte preparó, luego se apeó y reanudó su viaje sola.

Ahora, para encontrar algún lugar cerca de la capital bueno para teletransportarse…

Ella no usó inmediatamente el cristal de teletransportación para alejarse porque todavía tenía algo más que hacer. Si se iba así, tendría que volar durante dos semanas para volver. Llevar a todos en el grupo de Gouki a Strahl de esa manera sería difícil.

Por eso tuvo que establecer un punto de teletransportación en las afueras de la capital de Galarc para que el grupo de Gouki pudiera teletransportarse directamente desde la aldea a Strahl. En algún lugar preferiblemente fuera de la vista de otras personas, donde había una amplia esencia mágica en el entorno natural.

Se decidió que Orphia sería la mejor para encontrar ese lugar, ya que era una elfa noble con afinidad por la oda y el maná. Ella también entendió la hechicería de teletransportación mejor que los miembros restantes en el castillo.

Comenzaré con una vuelta por la capital.

Orphia apretó los puños en un lindo movimiento motivador y luego mejoró su cuerpo para correr a un lugar menos poblado.