Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 18

Capítulo 1: La Persecución Comienza

Diez minutos después, Rio y Aria estaban fuera de la capital, a unos tres kilómetros al noroeste de la ciudad. Esperaron junto a una roca ubicada más allá de los campos de producción de granos fuera de las murallas de la ciudad, pero antes del bosque que se extendía más allá.

“Se ha encontrado con alguien en el bosque, un hombre de unos veinte años. Parece ser su guardaespaldas”, le dijo Rio a Aria, mirando hacia el bosque.

“Ya veo…” Aria miró en la misma dirección que Rio, su respuesta teñida con una ligera confusión.

No puedo ver nada a simple vista, entonces, ¿cómo hizo él…?

Su posición actual les impedía ver a Erica: su vista estaba bloqueada por árboles y no tenían forma de saber en qué parte del bosque se encontraba. No había forma de ver nada a más de diez metros de distancia, y ni siquiera habían visto a Erica una vez durante su persecución.

A pesar de eso, Rio proporcionó información continuamente como si pudiera ver a Erica dentro del bosque. Aria no dudaba de sus habilidades de rastreo, pero su confusión era comprensible.

Sin embargo, era posible que Liselotte estuviera ubicada dentro de este bosque. Dependiendo de la situación, incluso pueden terminar lanzando un ataque de emboscada. Con esa posibilidad en mente, Aria se reenfocó.

“Hay dos grifos entrenados al lado de ellos. Desafortunadamente, Liselotte no está aquí”.

“Es eso así…”

Parecía que Erica no estaba manteniendo a Liselotte cerca de sí misma.

“Si van a viajar en grifos desde aquí, Liselotte probablemente fue transportada a otro lugar…”

Erica había ido directamente a este bosque. Era poco probable que Liselotte estuviera cerca.

Entonces, efectivamente, el mal presentimiento de Rio dio en el blanco. “Parece que se están subiendo a los grifos y despegando”.

“Seguirlos a pie será difícil…”

Sería posible correr si mejoraran sus cuerpos con sus espadas encantadas, pero su velocidad disminuiría en áreas con elevación variable, y tendrían que correr mientras gastan esencia mágica por largos períodos de tiempo.

Perseguir en un área abierta crearía el riesgo de que la otra parte los notara, por lo que estaban en gran desventaja al estar del lado de la persecución. Debido a esto, Aria tenía una mirada sombría en su rostro, pero…

“Entonces los seguiremos desde los cielos”, dijo Rio casualmente, como si eso no fuera un problema.

“Escuché que tu espada encantada puede otorgar la habilidad de volar, pero…”

Todo lo que Aria sabía era que la espada encantada de Haruto Amakawa tenía la capacidad de controlar el viento, que podía usar para volar por el aire. No tenía ni idea de los detalles: cuánto tiempo podía mantener el vuelo, con qué libertad podía moverse, etc. No conocía los detalles de la habilidad, y nunca lo había visto volar en persona.

“La santa está saliendo del bosque”. Tan pronto como Rio habló, dos grifos aparecieron desde lo profundo del bosque. Dos figuras que se parecían a Erica y su guardaespaldas los montaban mientras se elevaban hacia el cielo.

“Están volando hacia el noroeste”. Aria también podía ver a Erica en el grifo. Con una mirada feroz, expresó en voz alta la dirección de su movimiento.

Acaban de salir de la capital, por lo que probablemente desconfíen de los perseguidores. Su vista se elevará dramáticamente a través de sus Armas Divinas, por lo que la seguiremos mientras mantenemos nuestra distancia. Por favor, infórmeme de inmediato si siente algo extraño”, dirigió Rio con una mirada seria.

“Cierto.”

“Entonces, me gustaría comenzar a seguirlos por aire, pero…”

Cuando llegó el momento de partir, Rio miró a Aria con un aire de incomodidad.

“… ¿Qué?”

***

Algún tiempo después, en los cielos de las afueras de la capital…

“Lo siento… Me he convertido en un completo estorbo”, se disculpó Aria débilmente desde los brazos de Rio.

Como ella no poseía un método para viajar por el aire, Rio tuvo que llevarla en sus brazos mientras volaba. Sin embargo, Rio y Aria no eran del todo amigas. Eran más que conocidos, habiendo practicado juntos en el evento de entrenamiento organizado en el Castillo de Galarc, pero no eran más que un instructor y un asistente en ese evento.

Celia y Aria tenían una amistad personal, pero Rio solo consideraba a Aria como la asistente de Liselotte, y Aria simplemente veía a Rio como una amiga importante de su maestra. Los dos mantuvieron un sentido apropiado de distancia el uno del otro.

“No, yo también lo siento…”

Los dos estaban presionados juntos, volando por el cielo, creando una situación bastante incómoda. Ninguno de los dos tenía personalidades particularmente habladoras, lo que los hacía sentir aún más conscientes el uno del otro.

“¿Por qué se disculpa, señor Amakawa?”

“Creo que es inapropiado que una mujer soltera esté en contacto tan cercano con el sexo opuesto”.

“Sabes que no soy un noble, ¿verdad…?” Aria parpadeó, mostrando una sonrisa de leve diversión. Fue el momento en que su expresión, que había estado tensa por la confusión hasta ahora, se suavizó. Eso fue suficiente para dejar una impresión en Rio.

“No creo que ser un noble sea relevante…”, dijo Rio con el ceño fruncido.

“Estoy diciendo que tal consideración es innecesaria, ya que no soy una mujer noble. En todo caso, es mucho más inapropiado para usted, Sir Amakawa. Eres un noble soltero que lleva una mujer con la que no estás comprometido.”

“Eso es aún menos relevante para ser un noble”.

“Pero no se puede negar que alguien de tu posición debería evitar involucrarse con mujeres malas. Me temo que mi compañía hará que los que te rodean sientan aprensión. Estaba tan cegado por el santo, que no lo consideré por completo cuando pedí acompañarte. Por favor acepta mis disculpas”, dijo Aria con pesar.

“No creo que seas una mala mujer, así que esa suposición es incorrecta para empezar. Es muy reconfortante tenerte aquí, así que por favor no te disculpes”, dijo Rio suavemente, mostrando consideración por los sentimientos de Aria.

“Gracias… Pero, ¿por qué estás dispuesto a llegar tan lejos?”

Rio ladeó la cabeza confundido. “¿Qué quieres decir con ‘tan lejos’?”

“Tan pronto como el santo salió de la habitación, actuaste en nombre de Lady Liselotte antes que nadie. Acababas de regresar al castillo y todavía no entendías la situación. Sin embargo, a pesar de eso…” Aria vaciló sobre sus palabras a modo de disculpa, pero Rio la interrumpió sin rodeos.

“Liselotte había sido secuestrada. Eso era todo lo que necesitaba saber de la situación. Es una amiga importante para mí y para quienes me rodean”.

“…” Sus palabras eran tan seguras que Aria parpadeó sorprendida.

“Si ella está en problemas, debería haber algo que pueda hacer al respecto. Es por eso que hice lo que pude”, explicó Rio.

“Muchas gracias… Por actuar para ayudar a mi maestra”.

“No es nada que agradecerme. Quieres salvar a Liselotte porque sientes una conexión más fuerte con ella que solo una relación regular de amo- sirviente,  no es así?”

“Sí…”

“Entonces tu razón para actuar es la misma que la mía. Combinemos nuestras fuerzas para rescatar a Liselotte”.

“Gracias— No. Vamos a rescatarla”.

Aria estaba a punto de agradecerle de nuevo, pero en lugar de eso asintió resueltamente.

“Entonces, ¿podrías hablarme sobre el santo mientras nos mudamos? Solo sé que ella es una heroína que secuestró a Liselotte en este momento”.

“La fecha y la hora exactas son desconocidas, pero probablemente sucedió más o menos al mismo tiempo que tú y los demás salisteis del castillo. Los ciudadanos de una nación menor al noroeste de Galarc se rebelaron contra la familia real. Liderando la revolución estaba esa mujer, que creó la Santa República Democrática de Erica en su lugar”.

“Ella lideró la revolución sobre un reino, eh… También mencionó la abolición de la monarquía a Su Majestad”.

Rio respiró hondo. Estaba claro que la santa era una persona peligrosa por su violenta interacción en el castillo, pero su peligro se había elevado al nivel de derrocar a toda una nación.

“Ella afirma estar trayendo salvación a la gente, a los débiles. Por eso quiere abolir la monarquía y entregar el país a su pueblo. Creo que usó la misma justificación cuando dirigió la revolución”.

“Considerando el alboroto que ha causado, parece tener bastante iniciativa. Ninguna persona promedio jamás consideraría liderar una revolución para derrocar a un gobierno existente…”

¿Por qué una mujer que había sido convocada desde la Tierra sentiría la necesidad de hacer algo tan ambicioso como liderar una revolución en otro mundo? ¿Por qué necesitaba ir tan lejos como para declarar la guerra a otros reinos? Rio consideró las posibilidades.

Una revolución no se puede crear solo. Comenzó con las ideas de una o más personas que actuaron de acuerdo con sus creencias, ganando poder al reunir a camaradas de ideas afines, creando como resultado una revolución. Dirigir tal cosa requería una gran cantidad de fuerza mental, muy por encima de la de una persona promedio.

Si las revoluciones pudieran comenzar por el mero descontento con la realeza y la nobleza, serían algo común. Fue la tremenda cantidad de resolución requerida lo que hizo tan difícil ejecutar uno.

Con sus recuerdos como Amakawa Haruto, quien nació y se crio en Japón, Rio pudo comprender los problemas del sistema de clases de la realeza y la nobleza. Había sido objeto de muchos prejuicios por parte de sus hijos mientras asistía a la Real Academia, pero eso no le hizo sentir la necesidad de iniciar una revolución en Beltrum como represalia.

La única parte de sí mismo que podía aplicar a la santa en un intento por comprenderla era su vendetta contra Lucius. No todos buscaron venganza solo porque estaban resentidos con alguien, pero Rio lo hizo y persiguió su venganza.

Eso fue porque no podía perdonarlo. Había algo que no podía perdonar, y ese algo causó emociones lo suficientemente fuertes en él como para representar su venganza. ¿Tenía el santo sentimientos lo suficientemente fuertes sobre algo como para causar una revolución?

¿Pasó algo después de que fue convocada, lo que hizo que se sintiera resentida con los que estaban en el poder y comenzara una revolución?

¿O este mundo simplemente convocó a un radical con iniciativa extrema por coincidencia…? Rio trató de imaginar qué motivos tendría el santo para provocar una revolución.

No había duda de que era japonesa. Eso solo hizo que fuera poco probable que ella estuviera tan decidida a destruir las monarquías desde el principio. Amakawa Haruto nunca había visto a un japonés dispuesto a derrocar un gobierno y triunfar en sus veinte años de vida. Ella era demasiado diferente de su imagen de la persona japonesa promedio. Sin embargo, todavía carecía de información para perfilar al santo adecuadamente.

“¿Por qué Liselotte fue secuestrada por el santo en primer lugar?” preguntó, buscando más información sobre ella.

“Todo comenzó cuando ella visitó la finca en Amande. Buscó el poder del Gremio Ricca y vino a reclutar a su presidente para su causa. Le pidió a Lady Liselotte que le prestara su fuerza a su nación”.

“Por supuesto, Liselotte rechazó eso, ¿verdad? Entonces las negociaciones se desmoronaron, ¿fue entonces cuando ella causó una conmoción?”

“Esa es la esencia general de esto, sí”.

“¿Puedo preguntar qué discutieron los dos en ese momento, como referencia?”

“Comenzaron con el asunto de la exploración de Lady Liselotte y el Gremio Ricca, antes de que ella criticara a la monarquía y declarara que el país debería ser devuelto al pueblo. Luego…”

“¿Luego…?”

Aria dudó por un momento, haciendo que Rio la incitara a continuar.

“Umm, en realidad no le he informado a Su Majestad sobre esta parte, pero el santo descubrió el secreto de Lady Liselotte. Al parecer, escuchó el nombre de un producto al llegar a Amande y se dio cuenta de la verdad. El santo aparentemente sobresale en la lectura de labios”.

“Ya veo…”

“Después de que ella sacó a relucir el secreto de Lady Liselotte, los dos comenzaron a interrogarse uno al otro por turnos. Lady Liselotte preguntó principalmente sobre los antecedentes de la santa, pero la santa solo preguntó sobre asuntos triviales como su nombre y edad de su vida pasada, dónde vivió, y así sucesivamente.”

“¿Hubo algo que te pareció extraño en esa conversación?”

“Cuando el tema cambió al secreto de mi maestro, la personalidad de la santa de repente… Se suavizó hasta que ella era como otra persona, como una mujer con una personalidad brillante y cálida… Dijo que ese era su verdadero yo antes de convertirse en una santa.”

“Su verdadero yo antes de convertirse en santa…” Algo de eso le pareció extraño a Rio.

“Dijo que estaba creando un mundo sin debilidades y que, para hacerlo, estaba creando una democracia del pueblo, para el pueblo, por el pueblo. No sé a qué se refería, pero dijo que era parte de su gran venganza.”

“Gran venganza…”

Eso no sonó muy pacífico.

En cuyo caso, algo debe haber sucedido después de que ella viniera a este mundo después de todo. Algo tan severo que le arrebató sus valores pacíficos como japonesa… Dado que avanza bajo la bandera de la abolición de las monarquías, supongo que debe ser un rencor contra las personas en el poder.

El mismo Rio se había ensuciado las manos con venganza a pesar de sus recuerdos como alguien de Japón. Por supuesto, aquellos que fueron transferidos aquí eran diferentes de los que renacieron aquí, y fue su juicio como Rio lo que tomó la decisión final, pero ciertamente experimentó un conflicto interno que no habría sentido sin los recuerdos de su antiguo yo.

Amakawa Haruto solo había podido disfrutar de sus valores pacíficos como japonés porque Japón era pacífico. Después de experimentar personalmente la forma en que la dignidad humana y la vida fueron despreciadas en este mundo, esos valores pacíficos se vieron naturalmente sacudidos. Rio también estaba consciente de eso.

¿Y si la santa hubiera experimentado algo lo suficientemente horrible como para buscar venganza y crear una revolución? Esa era la suposición de Rio, pero…

No tiene sentido hacer más hipótesis en este punto.

Decidió dejar de pensar en la situación de la santa. Quería obtener una foto de ella antes de intentar rescatar a Liselotte, pero convertirla en una persona emocionalmente identificable basada en especulaciones no parecía inteligente.

“Por lo que escuché, parece que ella ve a las figuras de poder como sus enemigos… Pero como secuestró a Liselotte después de esforzarse por reclutarla para el poder del Gremio Ricca, no parece que vea a Liselotte. Ella misma como blanco de su resentimiento. Sin embargo, su voluntad de hacer lo que sea necesario para lograr su objetivo es algo preocupante…”

Si quisiera la cooperación de Liselotte, no recurriría a medios violentos de inmediato. Eso significaba que estaría a salvo en el futuro cercano, supuso Rio.

“Sí. Sin embargo, esa mujer simplemente parece tener una personalidad incoherente y contundente. Creo que en realidad es tranquila y astuta, calculando todo cuidadosamente antes de actuar”.

“¿Estás diciendo que ella está actuando de esa manera a propósito?”

“Sí. Puede parecer tonta, pero no lo es de ninguna manera. Por su forma de hablar y su conducta, está claro que ha recibido una educación adecuada. Incluso dijo que ella misma era una erudita de algún tipo en su mundo original.”

“Ya veo… Si la serie de eventos fue completamente calculada, es muy probable que ella secuestró a Liselotte para librar la guerra en el Reino de Galarc. No parecía tener ninguna intención de negociar desde el principio, y la declaración que hizo antes de abandonar el castillo solo lo respalda.”

“Por supuesto. Llegué a la misma conclusión después de ver su actitud en el castillo. Ella tampoco parecía tener ninguna intención de negociar con Amande”.

“Lo que no entiendo es por qué el santo desea ir a la guerra con Galarc. No importa cuánto odie a la monarquía, debe tener una razón para ir directamente a la guerra con un reino importante. De lo contrario, sería autodestrucción”.

Además, Galarc no era una nación importante normal: era una nación importante con un héroe. La existencia de Satsuki debería haberse extendido por todo el mundo desde el banquete. Si estaba al tanto del Gremio Ricca, también debe haber sabido sobre Satsuki.

Comenzar una guerra con Galarc sin saberlo fue irreflexivo, pero hacerlo a sabiendas parecía suicida. Era inimaginable para el representante de toda una nación que cargaba con el destino de su pueblo. Sería una cosa si quisiera llevar al país y a su gente a la ruina a propósito, pero…

¿Podría su razón para querer vengarse en realidad ser…? No, no debería ser… Eso es demasiado improbable.

La posibilidad de que ese camino de destrucción fuera la venganza exacta que buscaba pasó por la cabeza de Rio.

Sin embargo, la idea era tan absurda que terminó descartándola. Era exactamente lo contrario de la salvación que, según ella, estaba trayendo a los débiles. Ella era la santa que había liderado la revolución y establecido un país. No había ninguna razón para que ella volviera a destruirlo, eso significaría que estaba engañando a las personas que acababa de salvar. Que se fue…

¿Tiene ella una carta de triunfo bajo la manga? Algo que la hace absolutamente segura de su victoria contra una gran nación. Algo que le da la confianza para iniciar una pelea.

Por la cantidad actual de información que poseía, no tenía idea de qué tipo de carta de triunfo le daría tan altas perspectivas contra una nación importante. Rio sintió una inquietud incómoda al respecto.

“Por cierto, ¿el santo llegó a Amande solo para negociar?” Rio preguntó de repente después de suspirar para expulsar sus preocupaciones.

“Sí. Al igual que en el castillo, esa mujer apareció sola en Amande y pidió una reunión. Luego, de manera prepotente, nos impuso sus opiniones sin escucharnos”.

“Ya veo… Parece que dejó a Liselotte en manos de un escuadrón diferente después de secuestrarla, luego apareció en el castillo sin un solo guardia. En cuyo caso, probablemente no quería que fueran obstáculos.”

O eso, o asistir sola a la negociación le dio la capacidad de inventar lo que había sucedido tanto como quisiera. Esta santa era adorada como representante de una nación extranjera, por lo que nunca se dudaría de sus palabras. Si quisiera iniciar una guerra, podría hacerlo en cualquier momento. Esa era otra posibilidad.

Lo único que se puede decir con certeza es que la santa busca la guerra con Galarc…

Rio miró en dirección a Santa Erica en la distancia, considerando la probabilidad de una guerra con una expresión severa.

“¿Ocurre algo, señor Amakawa?” Aria notó la mirada sombría en el rostro de Rio y ladeó la cabeza confundida, pero Rio la ignoró con una sonrisa y cambió de tema.

“No, es nada. Cualquier cosa más allá de esto es mera especulación, y analizar demasiado las cosas no ayudaría. ¿Hubo otras cosas que notaste?”

“Déjame pensar… No sé por qué, pero la santa dijo que necesitaba mantener en secreto su condición de heroína. En la última pregunta que se hicieron los dos, ella respondió para confirmar y de repente atacó”.

“¿Ella necesitaba mantenerlo en secreto? Así que tenía una razón por la que no podía declararse heroína. Si tuviéramos que interpretarlo claramente, significa que ella debe haber tenido planes para anunciarlo en un mejor momento…”

“Eso, o si ella ya estaba planeando agravar el Reino de Galarc en ese momento, simplemente tomó la primera excusa para atacar. Por supuesto, ella también puede haber tenido la intención de anunciarlo en un momento más beneficioso…”

“Realmente no podemos especular demasiado, ya veo. Está bien, dejaremos los objetivos del santo en eso. Todo lo que queda son sus habilidades, pero…”

Rio casualmente miró el rostro de Aria mientras la cargaba. Dado que ella había estado presente en la reunión entre ellos, eso significaba que la santa había secuestrado a Liselotte independientemente de la presencia de Aria. En otras palabras, Aria había sido superada por ella. Dado lo bien que Rio conocía las habilidades de Aria, se preguntó cómo habían ido las cosas.

“Si solo fuera en términos de combate cuerpo a cuerpo, sus técnicas no eran demasiado impresionantes. Era como un aficionado blandiendo un arma a ciegas, solo que el arma se encendió dramáticamente con solo sostener las Armas Divinas”, dijo Aria, recordando la pelea con una expresión de dolor.

“Aun así, ella no habría sido un oponente para ti, ¿verdad…?”

“Todo fue provocado por mi negligencia. Pensé que la había neutralizado con un fuerte golpe, pero no lo hice.”

“¿Aplicaste suficiente fuerza para neutralizar al oponente promedio?”

“Considerando cómo su cuerpo fue mejorado por las Armas Divinas, la golpeé en el abdomen con suficiente fuerza para enviar a un soldado fuertemente armado a través de un escudo. Seguí eso con una patada aún más poderosa en la misma área. Cuando confirmé que había caído al suelo sin vida, asumí que había caído inconsciente”.

“Eso significa que incluso si tuviera una poderosa mejora que solidificara su cuerpo, debería haber recibido daño…”

A diferencia de la magia, que solo podía mejorar las habilidades físicas de uno, la hechicería de las espadas encantadas y las artes espirituales podía reforzar el cuerpo físico mismo.

La fuerza de esa mejora dependía de la competencia de la espada o del taumaturgo, pero generalmente eliminaba el dolor de acciones como golpear una roca o un hierro con los puños desnudos, y reducía en gran medida el daño de las armas contundentes contra áreas desprotegidas.

Sin embargo, si alguien mejorado de manera similar sufriera un fuerte golpe, sería extremadamente difícil reducir ese tipo de daño a nada.

“Era como si esa mujer estuviera completamente ilesa. Ella fingió caer inconsciente para atraparme con la guardia baja, usando esa abertura para hacer su movimiento. Como dijiste, sus Armas Divinas pueden haber aplicado una poderosa mejora física. Su velocidad no era impresionante, pero su fuerza definitivamente lo era”.

“Ya veo…”

“La última habilidad para notar es probablemente otro efecto de sus Armas Divinas: pudo atacar mientras creaba fenómenos que se parecían a la magia de la tierra. Si alguna vez tienes que enfrentarte a ella, ten cuidado con eso”.

“Entendido.” La expresión de Rio se endureció mientras asentía.

***

Al mismo tiempo, en los cielos sobre las afueras de la capital de Galarc…

Mientras Rio y Aria perseguían al santo desde la distancia, alguien más los perseguía desde muy atrás. Era Reiss; había estado rastreando a la santa desde su visita al Imperio Proxia. La había visto secuestrar a Liselotte en Amande y marchar sola hacia el castillo de Galarc, aunque no tenía idea de hasta dónde estaba dispuesta a negociar con el reino.

El hecho de que el Caballero Negro haya comenzado a perseguirla significa que la relación de la santa con el Reino de Galarc está acabada. Qué giro ideal de los acontecimientos.

Reiss analizó la situación y sonrió espeluznantemente.

El Caballero Negro partió al mismo tiempo que una poderosa presencia espiritual desaparecía del castillo, lo más probable es que ese espíritu humanoide cambiara a forma espiritual para seguir a la santa. Y ahora mismo, Celia Claire y sus allegados están en el castillo. Con los dos más problemáticos siguiendo al santo, deberían estar cortos de personal en este momento…

Reiss miró hacia atrás, a la capital más allá del horizonte. Con Rio y Aishia desaparecidos, ¿no sería está la oportunidad perfecta para tomar un rehén? Ese era el pensamiento que pasaba por su mente.

Sin embargo, nuestra respuesta futura dependerá en gran medida de qué tan bien la santa pueda usar sus poderes de héroe. El Caballero Negro y su espíritu de contrato son los sujetos de prueba perfectos para eso. No puedo dejar pasar la oportunidad de que nuestras dos mayores molestias se eliminen entre sí; tendré que asegurarme de que tengan la oportunidad de enfrentarse entre sí…

Era una oportunidad única en la vida. Para aprovecharlo al máximo, no podía permitirse el lujo de perder de vista a Río y tenía que comportarse con cuidado.

No puedo arriesgarme a que noten mis movimientos y desconfíen del Imperio Proxia. Por ahora, continuaré siguiéndolos mientras pienso en un plan. Tiene un rango de detección bastante temible, así que debo tener mucho cuidado…

Con ese pensamiento, Reiss continuó su búsqueda.

***

Mientras tanto, en el Castillo Galarc, Celia y Miharu habían regresado a la mansión de Rio en los terrenos del castillo con Satsuki y Charlotte, donde explicaron lo que había sucedido a Latifa y a los demás que esperaban en la sala de estar.

Compartieron que Liselotte había sido secuestrada por un héroe que se hacía llamar santo, y que Rio, Aria y Aishia la habían perseguido. A Charlotte le pareció extraño que Aishia no estuviera presente, pero le explicaron que Rio la había llamado sin detenerse a explicarle las cosas. La parte de la telepatía no se mencionó a propósito.

“No puedo creer que tal cosa haya sucedido…”

Las chicas espirituales estaban claramente en estado de shock.

“¿Por qué un héroe haría tal cosa…? ¿No están los santos destinados a ser buenas personas? ¿Por qué secuestró a Liselotte?” Latifa cuestionó con una mezcla conflictiva de preocupación e ira en su rostro.

“No sé sobre qué base se seleccionan los héroes, pero supongo que esto significa que no hay garantía de que las personas convocadas sean buenas. Tampoco se sabe qué tipo de persona era ella en su mundo anterior…”, dijo Satsuki con una expresión amarga.

“El título de santo tampoco garantiza una buena personalidad. Especialmente porque ella es solo una autoproclamada en este momento. No es raro que las personas sean aclamadas como santas solo por verse atrapadas en asuntos de política y poder. Me duele decir esto sobre un héroe, pero encontré que sus cualidades distan mucho de las de un santo”, dijo Charlotte, sin andarse con rodeos.

“Argh, solo pensar en ella me está haciendo enojar de nuevo. ¿Cuál era su problema? ¡Todo lo que salió de su boca fue absurdo, y cómo se atrevía a tomar a Liselotte…!” Parecía que la ira de Satsuki había llegado a su límite. Incapaz de quedarse quieta por más tiempo, se levantó de la silla para desahogar su ira.

“Creemos en ellos. Haruto y Ai-chan fueron juntos. Definitivamente rescatarán a Liselotte y la traerán de vuelta”.

Miharu no estaba siendo demasiado optimista de ninguna manera, en realidad ella misma estaba bastante preocupada. Pero debido a que tenía una fe absoluta en Rio y Aishia, pudo calmar a todos los presentes con sus palabras.

“Así es… Estoy de acuerdo con Miharu también”, dijo Celia de acuerdo. “Todo lo que podemos hacer desde aquí es orar por su regreso seguro”.

Sus palabras resonaron en los corazones de todos. “Miharu, Celia…”

Satsuki parecía conmovida.

“Onii-chan y Aishia nunca perderían ante nadie cuando están juntos”. La voz de Latifa era alegre una vez más.

“Cierto.”

“Claro.”

“Por supuesto.”

Sara, Orphia y Alma se rieron de acuerdo.

“Es exactamente como todos dicen. Lo único que podemos hacer es mantener una vida normal aquí para que Sir Haruto regrese. No hay duda de que los nobles de nuestro reino tendrán opiniones divididas sobre este incidente, así que haré lo que pueda para minimizar los efectos en Sir Haruto y Liselotte”, dijo Charlotte elocuentemente mientras expresaba su entusiasmo.

Satsuki fue capaz de recuperarse con eso. “Gracias, Char… Si hay algo en lo que pueda ayudar, házmelo saber. No es mi estilo habitual, pero haré lo que pueda como héroe”.

“Eso sería muy apreciado. Los nobles solo se impacientan más mientras esperan que Sir Haruto regrese.”

“Y no sabemos cuándo sucederá eso…”

Rio había comenzado su búsqueda sin tener idea de la ubicación de Liselotte. La cantidad de tiempo que llevaría rescatarla dependía en gran medida de su ubicación. Podría estar dentro del país, o podría estar lejos en una tierra extranjera.

“Si el regreso de Haruto se prolonga, probablemente deberíamos ponernos en contacto con Gouki en su nombre”, le dijo Orphia a Sara a su lado.

“Estás bien. Se preocuparía si su regreso llegara tarde.” “¿Tenía planes para reunirse con alguien?” preguntó Carlota.

“Haruto tenía planes de reunirse con algunos conocidos suyos. Dado que es posible que no pueda cumplir esa promesa, podríamos dejar el castillo para actualizarlos sobre la situación”.

“Ya veo. Avísame cuando necesites irte. Le explicaré las cosas a papá por ti.”

“Muchas gracias.”

“No es un problema. Regresaré al castillo ahora.”

“Oh, ¿ya te vas?” Satsuki preguntó mientras Charlotte se ponía de pie.

“Sí. Necesito preguntarle a Padre sobre nuestros planes para el futuro. Les avisaré si sucede algo nuevo, para que todos puedan relajarse aquí”.

“Ya veo… Gracias, Char”.

“Este es simplemente mi deber como realeza. Déjamelo a mí.” Con esas palabras, Charlotte salió de la habitación.