Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 7

Interludio 3: El Fracaso, Incapaz De Resistir El Mal

“¡María! ¡María! ¡¿Dónde estás?!”

Los gritos de Lizer rebotaron en las paredes del palacio. “¡Huff… Huff…! ¡María…! ¡María…!”

Asquerosos recuerdos inundaron su mente. Esto fue como la última vez. Como el día que perdió a María. Ella no estaba por ningún lado.

¡Debería haber estado en el palacio! Debería haber estado a su alcance. Se había asegurado de que ella no pudiera huir a ningún lado, sin embargo…

“¿Eh? ¿Su Alteza? ¿Por qué te ves tan asustado—?”

“¡Muévete! ¡Fuera de mi camino!” Lizer había empujado a un oficial civil que se acercaba, un niño pequeño.

Después de aterrizar sobre su trasero, comenzó a llorar, aterrorizado por el estallido repentino. Sin embargo, Lizer lo ignoró. Era como si el niño ni siquiera existiera.

Abandonó al niño que lloraba y continuó su búsqueda de María.

Una voz repugnantemente melodiosa estaba detrás de él. “Eso no fue muy agradable, ¿verdad? ¿Te asustó? Ya, ya.”

Lizer se congeló en seco antes de darse la vuelta.

…El diablo estaba arrodillado con una sonrisa en su rostro, acariciando la cabeza del niño caído.

“No pareces herido. Estas bien.”

Mephisto podría haber sido confundido con un ángel… pero el niño debe haber sentido su verdadera naturaleza. Se puso de pie con una expresión temerosa y retrocedió como en busca de un escape.

“Heh-heh. Ver a todos estos niños felices calienta mi corazón. ¿No estás de acuerdo, Li—?”

El puño de Lizer chocó contra la mejilla de Mephisto, y su pequeña figura tomó aire. Se estrelló contra una pared y se deslizó hasta el suelo.

“Ohhh, qué miedo”. Mephisto se rio mientras se frotaba la mejilla herida. “¿Qué pasa con tu disonancia cognitiva? Dices que vives para los niños, pero aquí estás, derribándolos. Afirmas que eres un buen general, pero has recurrido a la violencia. ¿De dónde vino esto? ¿Pasó algo malo?” Mephisto preguntó con una inclinación de cabeza y su enferma sonrisa permanente.

Lizer se acercó a él con furia loca y lo agarró del cuello. “¡¿Dónde está María?!”

La mayoría de la gente se encogería ante un estallido de esta magnitud, pero Mephisto lo tomó con calma y siguió sonriendo.

“Ahora. Estás actuando como si yo fuera el responsable de esconderla de ti. ¿Cómo podría hacer tal cosa? Nunca secuestraría a alguien tan querido para ti…”

Lizer lo interrumpió a mitad de la oración con otro puñetazo lleno de energía. El impacto envió a Mephisto al suelo, pero su sonrisa no se fue a ninguna parte. De hecho, se hizo más profundo.

Parecía implicar que encontraba muy entretenido el comportamiento del anciano.

Eres exactamente quien predije que eras, Lizer. Mientras la raíz de tu ira y frustración siga siendo la misma, María te dejará. Después de todo, ella no tiene ninguna razón real para que le gustes. De hecho, no me sorprendería si ella odia…

Una vez más, Lizer no esperó a que Mephisto terminara su oración antes de patear su cuerpo.

“¡¿Qué sabes de María?! ¡Ella nunca me traicionaría! ¡Nuestro amor es inmortal!”

“¿Oh sí?” La sonrisa de Mephisto pasó de la burla al desprecio, una sonrisa que decía que acababa de ver a través del engaño de Lizer y se burlaba de él por ello. “Me pregunto por qué no le revelas la verdadera naturaleza de este mundo transformado. ¿No le mostrarás el otro lado de tu pequeña utopía?”

Un nudo se formó en la garganta de Lizer. La mueca de Mephisto se profundizó.

Lizer. Tu corazón ha sido deformado a través de una red de mentiras y contradicciones. Proclamas que aprecias a los niños, pero los desechas con facilidad. Dices que confías en la que más quieres, pero al mismo tiempo, no confías en ella en absoluto. Estás ciego a tu propio engaño. Crees en una realidad que no existe”.

El diablo trabajó en sus caminos. Cortó hasta el centro del corazón humano y jugó con él.

“Estás convencido de que tú y la pequeña María se están conociendo mejor y comparten una conexión mutua, pero nadie más comparte esa versión de la realidad. Tu idea del amor está centrada toda en ti. Siempre ha sido unilateral: solo te preocupas por ti mismo. Y el hecho es que no la entiendes en absoluto. No amas a María. Te encanta amarla…”

Lizer no pudo soportar escuchar más. Si Mephisto seguía adelante, tenía la sensación de que algo precioso dentro de él se rompería. Y así castigó al Dios Maligno.

“¡¿Argh?! ¡Gah-gah-gaaaaaaaaaaaaaaaagh!”

Con solo levantar la mano y dar sus órdenes, Lizer podría infligir una terrible agonía a Mephisto. El diablo era su sirviente. Y Mephisto nunca podría desobedecer la orden de su amo. Así eran las cosas ahora. Lizer tenía el control total.

“No tengo intención de entretenerte. Trae a María de vuelta aquí. Si me fallas…”

El dolor de Mephisto se intensificó. El demonio se revolvió frente a Lizer como un pez varado. “¡Gah! ¡G-gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!”

Retorciéndose de dolor, Mephisto gritó. “¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡P-Por favor perdóname! ¡Por favor!” suplicaba entre sollozos, vomitando esporádicamente.

Lizer observó su vergonzoso estado con oscuro deleite y comenzó a sonreír—

“¡Ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha- ha-ha!”

Antes de que Lizer pudiera estallar en una sonrisa completa, escuchó una risa enloquecida detrás de él.

“¡Keh-keh, keh-keh-keh…! Oh, lo siento. ¡Simplemente no pude contenerme! ¡Eres tan gracioso! ¡—Hee-hee-hee-keh-keh-keh-keh-keh- keh-keh-keh-keh-keh—ah-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha- ha-ha-ha-ha!

Mephisto Yuu Phegor, el diablo, estaba parado detrás de Lizer, agarrándose el estómago de la risa.

Entonces, ¿quién era el que se retorcía en el suelo?

“Heh-heh-heh-heh … Perdóname, Lizer. Tu locura es incorregible. No puedo creer que de verdad destruyas lo que más amas.”

El corazón de Lizer se sentía como si estuviera siendo aplastado. Justo delante de él, Mephisto, el que se derrumbó en el suelo, se transformó en alguien completamente diferente.

La figura de la joven que significaba el mundo para él. “Ma… Mari… ¡Mariaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!”

Gritó mientras corría hacia ella. Cayendo de rodillas, la sostuvo en sus brazos. Su respiración era débil.

“Hee…hee…hee-hee…”

Tal vez el dolor le había roto el corazón. Una risa forzada chirrió de su garganta.

“¡A-agh…! ¡¡Aghhhhhhhhhhhhhh!!” Lizer gritó, las lágrimas corrían por su rostro.

Entonces, frente a él…

“ Ahhh, te engañe de nuevo”.

Los labios de María se torcieron en forma de media luna, rompiendo en una gran sonrisa. Como un demonio.

“¿María…?”

“¡Bzzzt! Adivina otra vez, Lizer. La respuesta es: Yo.”

Mephisto arrancó la cara de la niña para revelar su verdadera forma… y los dos demonios comenzaron a reírse al unísono, cacareando.

“Aha-ha-ha-ha-ha-ha. Eres tan estúpido, Lizer.”

“No desperdiciaría la vida de María rompiéndola psicológicamente por una escena de esta magnitud”.

“María es un miembro importante del reparto. La parte del chasquido viene después”.

“Además, heh-heh, me encantaría mostrarle esa estúpida mirada en tu cara hace un momento.”

“Vamos a hacerlo. Tomé una foto”.

“Oh, bueno. Tengo una buena cabeza sobre mis hombros”.

“Heh-heh. Apenas puedo esperar. Va a ser muy divertido. ¿Cuándo deberíamos mostrárselo?”

“¿Tal vez justo antes de dar el golpe psíquico final?”

“Oh sí. Podemos mostrarle a María justo cuando está a punto de morir de desesperación”.

“Me pregunto qué tipo de expresión hará”. “Hmmmmm. Cada vez que lo imagino…” ““ No puedo parar de reír.””

Sonrisas infernales se retorcieron en los rostros celestiales de los dos Mephistos.

En ese momento, Lizer abandonó todo.

Tengo que destruirlo. Él no puede existir.

Hacerlo significaba perder su mejor arma, pero a Lizer ya no le importaba. Usaría su rabia desquiciada para eliminar a Mephisto de este mundo.

Para hacerlo, solo tenía que extender la palma de su mano hacia su enemigo y desear que desapareciera. Esta simple tarea enviaría esta pesadilla de regreso a la oscuridad eterna.

“¡Desaparece! ¡Mephisto Yuu Phegor!”

Ahora, este capítulo se cerraría, o debería haberse cerrado de todos modos.

En realidad, sin embargo, solo desapareció el parecido a María. Quedó el otro Mephisto. Se paró allí casualmente y continuó riéndose a carcajadas.

“Eso no puede ser…”

Desaparece. Desaparece. Desaparece. Desaparece.

Mephisto no fue a ninguna parte, aunque Lizer deseaba que algo sucediera.

La pesadilla se negaba a terminar.

“Planeaste mantenerme bajo tu control con el Cubo Extraño, pero me temo que te equivocas. Ese pedazo de basura nunca podría detenerme”.

Esa era la verdad. Era un hecho sólido. Aun así, Lizer no se rendiría. Extendió la palma de la mano para infligir más dolor y…

“Oh, sobre eso. Estuve fingiendo todo este tiempo. Heh-heh. Estoy bastante orgulloso de mis habilidades de actuación. Tengo una oportunidad de alcanzar el estrellato, ¿no crees?” Mephisto dijo mientras enderezaba su espalda.

Lizer solo podía mirarlo, y las palabras de Alvarto pasaron por su mente. Sus advertencias eran ciertas.

“El monstruo no debe resucitar, sin importar las circunstancias”.

Lizer no pudo contener este mal. Ahora se dio cuenta de su propia estupidez. Sus acciones habían sido por el bien de sus seres más queridos, pero al final, destruiría todo con sus propias manos.

“Bueno, entonces, creo que ya es hora de que comencemos a prepararnos”.

Mephisto se acercó a él, casi flotando, con los pies rebotando. Lizer ya no tenía la energía para huir. Sabía que sería inútil.

“Oh, Lizer. El verdadero espectáculo apenas comienza”, dijo Mephisto con una sonrisa uniforme. Era como un sol negro. La sonrisa del mal. “Como nuestra estrella principal, tendrás que trabajar el doble de duro. Trata de mantenerte unido hasta el final, ¿de acuerdo?”

Como un niño pequeño que busca un juguete, Mephisto Yuu Phegor le tendió las palmas a Lizer. Estaba proclamando que la pesadilla estaba a punto de comenzar.

“Dibujaremos un bonito y limpio camino hacia el amor, el destino final. Y asegurémonos de que todos se rían mucho mientras estamos en eso”.