Last Round Arthurs (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Y Entonces, Fue Olvidada

Parte 2

“?!” La mandíbula de Rintarou cayó al suelo.

Sin embargo, ella parecía tan segura y lista para algo que él inmediatamente se despertó y la miró.

“Y luego, al final de la cita, te lo contaré todo… ¿Cómo suena eso?”

Tenía que ser sincero si ella estaba siendo sincera.

“Okay, yo—”

Rintarou no dudó en intentar aceptar…

THUMP, THUMP, THUMP, THUMP, THUMP, THUMP, THUMP, THUMP.

Alguien corría por el pasillo. Los pasos se acercaban.

¡BAM! La puerta de la sala del consejo estudiantil fue pateada.

La chica de pie en la puerta era…

“¡Rintarou! ¡¿Estás aquí?!”

… Luna. ¿Quién más?

“¡Gah! ¡¿Luna?! ¡¿No estabas ocupado poniéndote del lado bueno de las chicas populares en la escuela?!”

“¡Ha! ¡Están ocupados saliendo con los chicos más atractivos que pude contratar usando nuestro dinero de tesorería! Ahora están todos envueltos alrededor de mi dedo meñique. ¡Son tan simples! ”

“¡¿Eso es lo que estás haciendo con nuestra tesorería?!”

“¡Oh, olvídalo! ¡Escucha esto, Rintarou!” Luna corrió a su lado.

Nayuki discretamente abrió un camino para ella, alejándose de Rintarou.

Luna tiró al chico molesto por el cuello de su camisa, sacudiéndolo con todas sus fuerzas.

“¡El Comité de Ética ha estado respaldando en secreto a un candidato que es mi oponente directo! ¡Itsuki Amakawa de la clase 3! ¡Dotado! ¡Genuino! ¡Bien! ¡Ha ganado popularidad, según la encuesta del club de periódicos!”

“Whoa. ¿Ese tipo? Parece que finalmente ha llegado el momento de pagar tus cuotas”.

“¡E-Esto no es un asunto de broma! ¡¿Qué pasa con él?! ¡Me niego a creer que alguien sea tan perfecto! ¡Es como si hubiera nacido para dominarnos! ¡No hay rey mejor que yo!”

“El hecho de que ‘te niegues a creer’ en ciudadanos íntegros lo dice todo…”

“Esto es malo… ¡Esto es realmente malo, Rintarou! Los otros candidatos no son nada, ¡pero Itsuki Amakawa es un contendiente realmente fuerte! ¡¿Incluso podría revocar mi administración…?!”

“¡Eso sería sorprendente! ¡Oh, Itsuki Amakawa, te deseo suerte!” Rintarou sonrió de verdad.

“¡De todas formas!” Luna apretó su agarre y comenzó a arrastrarlo lejos. “¡No hay nadie en este mundo que no tenga debilidades! ¡Tiene que estar envuelto en algún tipo de escándalo…! ¡Y lo vamos a descubrir ahora mismo! ¡Entonces lanzaremos una campaña de difamación! ¿Entendido?”

“¡No! ¡Esto es horrible! ¡Eres en serio el peor tipo de ser humano!” Luna tiró de Rintarou mientras él continuaba desafiándola.

“Es posible que no quieras escucharlo de mí, pero ¿no puedes luchar contra él de frente?” gritó. “¿Qué pasa si no podemos encontrar nada sucio en él?”

“¡Oh, tonto conejo! No encuentras escándalos, ¡tú los creas!” “¿Escribes para una revista de chismes de los medios o algo así?” Rintarou finalmente se liberó del agarre de Luna y saltó lejos de ella.

“¡Tengo planes importantes! ¡No tengo tiempo para complacerlos hoy! ¡Hazlo tú misma!”

“¡¿Queeeeee?! ¡Nuh-uh! ¡De ninguna manera voy a hacerlo sin ti! Quiero decir, ¿a quién más puedo culpar de estas fechorías, si no a ti?”

“¡Debes tomarme como secretaria de un político, Luna, si crees que puedes culparme y arrinconarme para que me quite la vida! ¡Ya he terminado contigo!”

Realmente se equivocó cuando se decidió por una facción a la que unirse…

Rintarou se arrepintió de todo.

Pero una vez que Luna comenzó algo, fue imposible hacer que se detuviera.

Bueno, ¿qué podía hacer él?

Tuvo que elegir entre Luna y Nayuki…

Su elección no tuvo ninguna consecuencia real, pero hubiera preferido no

hacer la llamada en absoluto…

Nayuki lo llamó. “Um… no me importaría hacer las cosas en otro momento, así que ¿por qué no vas con Luna?”

“¡¿Eh?! Bueno, pero… estábamos a punto de… ”

“Está bien, de verdad. Tienes que asegurarte de vigilarla de cerca… Si la dejas en paz, ¿quién sabe qué podría pasar?”

“Uh, tienes un punto…”

Le dolía admitir que tenía razón.

Estaba garantizado que Luna haría algo por su cuenta si él la dejaba con sus propios dispositivos. Alguien tenía que ser su guardián para asegurarse de que no cruzara ninguna línea… aunque no sabía lo útil que podía ser.

“Entonces, ¿por qué no vas con Luna por hoy?”

Si Nayuki lo estaba instando a hacer eso, no tenía espacio para discutir.

“Caray…” Rintarou suspiró y se volvió hacia Nayuki. “Perdón. Bueno, sobre esa cosa… ¿Funcionaría mañana? ”

“Si, está bien.”

A ella no parecía importarle, lo que lo hizo sentir peor. Inclinó la cabeza en señal de disculpa.

“Lo siento… Justo cuando estabas lista para hablar de eso… Es culpa de esta idiota”.

“Oh, eso no es cierto. Como que simplemente se lo dije… Además, quería estar un poco más preparada mentalmente…” Nayuki agitó la mano como para disipar el mal aire que los rodeaba. “Así que lo haremos mañana. Solo nosotros dos.”

“Sí.”

“¿Mmm? ¿De qué están hablando ustedes dos?”

“Cállate. No es asunto tuyo. Es entre nosotros dos”, le espetó Rintarou a Luna. “Adelante. Lidera el camino”.

“¡Haha! ¡Ese es el espíritu! ¡Ahí está mi vasallo!”

Rintarou caminó penosamente tras Luna. “Un escándalo, ¿verdad? ¿Qué estás tramando?”

“¡Tengo un plan! Imagina esto: el tren está lleno. Estoy de pie junto a Itsuki Amakawa. Me giro, agarro su mano y la levanto por encima de mi cabeza. ‘¡Me acaba de manosear!’, Grito. ‘¡Ayuda!'”

“No te atreverías. Si haces eso, te degollaré, sin preguntas”.

“F-Fue una broma – ¡una broma! No me mires con tus ojos de miedo… lo siento, ¿de acuerdo? Lo siento mucho… ¡Ow! ¡¿Ow-ow-ow?! ¡Aléjate de mí cuello!”

Rintarou y Luna se acercaron a la puerta de la sala del consejo, donde se detuvo para ofrecer una mirada de disculpa a Nayuki.

“Nos vemos, Nayuki… mañana.”

Y luego salió de la habitación con Luna.

“Sí… Nos vemos mañana”.

Nayuki los miró con una sonrisa de labios apretados.

…

“… Mal Nayuki,” susurró para sí misma, dejando que sus palabras resonaran en la habitación vacía.

Ya estaba oscuro afuera, casi al anochecer. La escuela había terminado por un tiempo.

Nayuki permaneció en su lugar después de despedirlos… negándose a moverse de su lugar.

“Apesto… ¿Por qué no… solo le pedí que viniera conmigo…?” Su expresión estaba oculta por las sombras. “Hoy… fue mi última oportunidad…”

Algo en su tono parecía melancólico.

El silencio era sofocante.

La oscuridad pareció enroscarse a su alrededor. Nayuki continuó murmurando para sí misma.

“… Pero esto fue lo mejor, ¿no es así…? Le hice algo imperdonable a Rintarou… a Merlín… Creer que podría haberme perdonado sería egoísta…”

Nayuki levantó la cabeza como si hubiera cambiado de opinión. Desde hacía un rato, había sentido que algo se arrastraba por su alma, acercándose más: el final de estos días felices, la desaparición de su sueño efímero.

“Rintarou… Merlín está bien ahora”, dijo como si tratara de convencerse a sí misma. “Rintarou tiene a Luna, un verdadero rey al que servir.

“Él es lo suficientemente fuerte como para enfrentarse al destino ahora.

Todo saldrá bien. Estoy segura de ello.

“La predicción de las tres diosas no se hará realidad.

“Las cosas no saldrán de la forma en que ese malvada hechicera lo previó.

“Estoy segura de que pueden superar cualquier cosa.

“Y… podrán salvar a la humanidad de la Catástrofe… seguro”.

Ella puso su fe en ellos.

Nayuki salió de la sala del consejo estudiantil, con expresión clara mientras caminaba por el pasillo oscuro y liberaba todo el maná de su cuerpo. Se envolvió en partículas radiantes, dejando que su apariencia se transformara. Su sedoso cabello negro se transformó en un azul brillante en la oscuridad. Su amable iris negro se inundó de azul, reluciente. Su atuendo parecía un vestido delgado que había sido tejido con alas de hada.

Al manifestar su poder como Dame du Lac, Nayuki se deslizó por la entrada… y entró en el patio de la escuela.

“Y… esto es algo que tengo que resolver por mí misma. No puedo permitir que nadie más se mezcle en este lío.”

Se preparó mientras se detenía en el patio de la escuela.

Una mujer estaba de pie en el extenso campus, esperando a Nayuki.

Cabello del mismo tono de azul, ojos azules brillantes y el mismo atuendo.

Ella era la líder de la Dame du Lac, Vivian.

Nayuki la enfrentó, colocando una docena de metros entre ellos. Sin pronunciar palabra, dejó que sus ojos se posaran sobre Vivian, que la había estado esperando.

“Ha-ha, ha pasado un tiempo, Nayuki Fuyuse… o debería decir, Nimue”, dijo Vivian, con una mirada inescrutable en su rostro.

“… Lady Vivian. Viniste,” respondió Nayuki, como si se hubiera resignado. “Sabía que no podía ocultar el hecho de que deshice los lazos de mi poder como Dame du Lac para la batalla… después de haber estado sellada durante tantos años…”

“Obviamente… imagino que puedes adivinar por qué me he revelado a ti hoy. Traidora. Ramera. Has hecho un gran lío”.

Cuando sus labios se rompieron en una sonrisa, la mirada de Vivian atravesó a Nayuki, sus ojos se volvieron oscuros como el abismo.

Continuó desapasionadamente. “En la era legendaria, obedeciste mis órdenes, te acercaste a Merlín… y lo sellaste, matándolo así. Te lo daré”.

“…”

“La Dame du Lac arma nuestro encanto para llevar a los hombres por la nariz y controlarlos… ¡Pero pensar que fuiste tú quien sedujo a Merlín! ¿Una chica enamorada que recorre el mundo en busca de la forma reencarnada de Merlín, lanzando Enmascaramiento para dejar nuestra organización? Incluso yo no habría podido localizarlo. Después de todo, ¿quién sabe dónde podría reencarnarse un alma? Estabas buscando una aguja en un pajar”.

“…”

“Sabes, si te hubieras detenido allí, no te habría culpado. Merlín se habría debilitado considerablemente al ver cuántas lunas han pasado desde su muerte.

“No habría sido un problema si hubiera vivido como un humano. Incluso si hubiera metido las narices en la batalla de sucesión, habría muerto de ser tan débil. En el peor de los casos, lo habríamos tratado con nuestros propios métodos.

“Si no me hubiera causado ningún inconveniente… podría haberlos dejado vivir juntos si lograron tropezar con su forma humana reencarnada… ¡Pero lo ayudaron a recuperar su poder original!”

Vivian sonaba como si fuera una magistrada de la corte del infierno declarando un veredicto de culpabilidad.

Nayuki lo aceptó en silencio. Estaba en el corredor de la muerte, resignándose a recibir su castigo.

“¡¿Entiendes la gravedad de tus acciones?! ¡El niño bastardo debería haber sido encerrado y asesinado de nuevo! Debido a que volviste a despertar el poder dentro de él, el curso del destino ha cambiado, ¡para cumplir la profecía del fin del mundo! ¡Cómo te atreves!”

“Eso es…”

“Incluso después de que pasaste por todo eso para encontrarlo… ¡la destructora de hogares ya se había dirigido a su lado! Tu alma desafortunada. Ni siquiera puedo reírme de tus circunstancias. De hecho, te compadezco”.

“… ¡Maestra!” Nayuki chilló, incapaz de soportarlo más. Ella miró a Vivian. “¡Estuvimos equivocados! Incluso si las tres diosas predijeron este destino… ¡no justifica robarle un futuro a Merlín!”

“… ¡¿Qué?!” Los ojos de Vivian se abrieron levemente. No esperaba que Nayuki levantara la voz. El Nimue que conocía no era del tipo que afirmaba su propia opinión.

“Hmph. Pobre de mí. Dicen que el amor es ciego… No puedes tomar ninguna decisión de manera tranquila y lógica”.

Esto no disuadió a Nayuki. Le imploró a Vivian: “¡Podría decir lo mismo de usted, Maestra! ¡¿Por qué dejas que ocurra la catástrofe?! ¡¿Por qué estás concentrada en salvar el mundo después de que la humanidad sea destruida?! ¿Estás seguro de que tienes tus prioridades en orden?

“¡Deberíamos intentar prevenir la Catástrofe!”

“…………” Vivian se quedó en silencio.

“¡¿Crees que no lo sé?! Las tres diosas le dijeron a la Dame du Lac: ‘¡La catástrofe caerá pronto sobre la humanidad y la cortina de la conciencia se derrumbará, marcando el fin de la humanidad!’… ¡Pero nos mostraron otro posible futuro!

“¡El destino puede ser alterado si Merlín sirve al verdadero Rey Arturo!” ¡¿Por qué insistes tanto en eliminar a Merlín y revivir al Rey Arturo para salvar al mundo después de que sea destruido?!”

El semblante de Vivian cambió. Su porte y expresión de dama se disolvió por completo. Sus ojos se volvieron tan vacíos como los pozos del infierno, y había algo oscuro y frío en su aire.

“Hee-hee-hee… Qué extraño… Con la excepción de las tres diosas del destino, yo debería ser la única al tanto de la última parte de la predicción, como la elegida para ser el oráculo directo… Me había ido intencionalmente que fuera. ¿Cómo se enteró? ¿De dónde y de quién obtuviste esta información? ”

“… ¡¿Oh?!”

Esto provocó que un recuerdo resurgiera en la mente de Nayuki.

“Hee-hee, Nayuki Fuyuse… ¿o debería llamarte Nimue? Ha sido un tiempo.

“¿Deseas verlo? ¿Quieres disculparte? ¿Quieres expiar tus pecados? “Dirígete a la isla artificial de New Avalon, que está a punto de completarse.

“Sí, el lugar de la ceremonia que la Dame du Lac está organizando entre bastidores.

“Seguramente podrás reunirte con él allí”.

“¡Soy yo el que hace las preguntas, Maestra! ¡Por favor respóndeme! ¡¿Por qué demonios tú…?!”

Vivian se rio fríamente en medio del apasionado interrogatorio de Nayuki.

“¿No es obvio? Es porque los humanos son tan débiles… Es porque son frágiles e incapaces de vivir una vida digna sin nuestra protección”.

“¡¿Eh?!”

“¿Por qué no repasas esa segunda profecía de nuevo después de refrescarte la cabeza? ‘El destino se puede alterar si Merlín sirve al verdadero Rey Arturo’. Podemos ‘alterar’ el futuro… pero no podemos evitar que suceda”. Vivian se rio entre dientes como si esto fuera un jaque mate. “’El fin de la humanidad’ es un resultado seguro. Mientras tanto, la otra profecía es vaga… ¿Quién puede decir lo que significa?

“A lo largo de la historia de la humanidad, las tres diosas han ofrecido ciento treinta y siete profecías. Y solo se han equivocado cuatro veces. ¿No ves que la predicción inicial es prácticamente inevitable? La desaparición de la humanidad no se puede prevenir”.

“Pero… ¡no es absoluto!”

Vivian ignoró su desesperada súplica. “Y Merlín es un peligro potencial… No puedes hacer la vista gorda ante eso. Sabes que Merlín es “el que matará al Rey Arturo”. Nació con este destino como el bastardo de un dios maligno. Por eso te ordené que lo eliminaras en la era antigua. ¿No accedió a realizar este trabajo?”

“¡P-Pero…!”

“¿Cómo podría el asesino del rey Arturo servir al verdadero rey? Eso es imposible. Incluso si se les promociona como héroes, el Rey Arturo y Merlín son humanos, cuando se trata de eso. Ningún humano puede alterar el curso del destino. Es por eso que necesitamos eliminar a Merlín para proteger al Rey Arturo en la era moderna y salvar al mundo después de la Catástrofe”.

“¡¿Qué?!” Nayuki se sintió impotente.

Se dio cuenta de que nunca estarían en la misma página, incluso si intentaba razonar con Vivian.

“Deja de aferrarte a un rayo de esperanza… ¿No es más constructivo prepararse para salvar el mundo después de la Catástrofe? El único para el trabajo es el Rey Arturo. Él gobernará a la gente como rey y les ayudará a ver que este mundo es suyo. Esa es la razón de la Batalla de Sucesión del Rey Arturo. Estoy tomando las acciones necesarias para este mundo y la humanidad. Mi trabajo sería más fácil si lo entendieras. Eres como un perro en celo”.

“Yo…”

Fue correcto en cierto modo. Para que el Rey Arturo salvara a la humanidad, necesitaban eliminar al asesino, Merlín. Vivian no se equivocó en eso…

“Pero, Maestra… estás equivocada”, dijo Nayuki con firmeza. “¿Necesitas que la humanidad sea destruida para salvarla? ¿Abandonarás todas las posibilidades de evitar ese colapso? ¡Ese es un argumento erróneo!”

“No. No sabes nada sobre el carácter absoluto de las predicciones de las tres diosas…”

“¡No! ¡Solo quieres seguir controlando y gobernando a la humanidad por ti misma!”

La ceja de Vivian se movió. Parecía que Nayuki había tocado un nervio.

El porte de Vivian se transformó para volverse aún más pesado, agudo y oscuro. Con un brillo frío y cruel, sus ojos atravesaron a Nayuki, asesinos.

Nayuki siguió adelante como si estuviera haciendo una acusación. “¡Es cierto que nosotras, como Dame du Lac, hemos intervenido en el mundo humano para manipular su destino y su futuro!

“¡Nos hemos encajado en el liderazgo internacional para controlar a la gente! No comentaré sobre la ética de estos métodos, ¡pero los hemos estado ayudando a prosperar! ¡Quizás los humanos son débiles! Dudo que uno pueda defenderse de un monstruo de clase baja, ¡y siempre parecen ir por el camino equivocado! Esa es exactamente la razón por la que tuvimos que protegerlos con la Cortina de la Conciencia: ¡para guiarlos!

“¡Pero la humanidad ha evolucionado a lo largo de miles de años! Y han comenzado a alejarse de nuestro alcance. Han dejado el nido, por así decirlo. Tal vez no sean totalmente confiables… y tal vez se desvíen de sus caminos… Pero han comenzado a caminar por su cuenta, hacia un futuro mejor.

“¡Ya no es necesaria la Dame du Lac! …¡Se acabó! ¡Pero no puedes aceptar eso! Quieres ser la reina que gobierne el mundo para siempre… ¡¿Me equivoco?!”

“………”

“¡Por eso dejarás que este mundo se acabe…! ¡Quieres restablecer a la humanidad para que vuelva a depender de la Dame du Lac…! ¡Dime que eso no es cierto!”

“………”

“Maestra… quiero decir, Vivian, no eres un protector de la humanidad. ¡En este momento, eres solo un monstruo patético obsesionado con controlar a los humanos! ¡Te niegas a discutir abiertamente la posibilidad de la verdadera salvación! Cuando ignoraste esa opción, ¡te convertiste en una bestia! ¡El enemigo de la humanidad!”

“Ha—”

Vivian se echó a reír…

“¡Ah-ha-ha-ha-ha… ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha!”

Sus carcajadas sonaban como el gorjeo del enloquecido presagio de la calamidad.

“Vaya… has aprendido a decir lo que piensas, Nimue”, observó Vivian con frialdad.

Detrás de ella, una columna de agua se disparó hacia el cielo. Crujió y se congeló para transformarse en una montaña de hielo. Era la especialidad de Vivian: magia de agua para hadas.

“¿Quién hubiera imaginado que una cabeza hueca sería tan proactiva…? En ese entonces, te reviví como mitad hada, mitad humano como una broma, cuando estabas plagado por la espiral inmortal, reducido a un trapo de humano en tu lecho de muerte … Me alegro de que hicieras ese voto de silencio … ‘Nunca decirme nada inconveniente delante de los demás’ … Incluso un peón requiere un mecanismo de seguridad … Ha-ha-ha…”

“¡Vivian…!”

“¡Tu travesura termina aquí! Imagino que sabes por qué estoy frente a ti hoy: para castigar con la muerte a un traidor ingrato”.

Su cuerpo comenzó a irradiar un poder tremendo. El maná de Nayuki no se podía comparar en cantidad, densidad, en todos los demás sentidos.

La hermosa mujer parecía un gigante que se avecinaba. Esta era Vivian, la líder de Dame du Lac, la organización mitad humana y mitad hada. Poseía el poder de alguien con un pie en el mundo ilusorio.

“… ¡Gh!” Nayuki liberó su maná, sintiéndose casi abatida.

Con un cántico mágico, transformó el frente frío a su alrededor en una espada de hielo. Sus poderes eran asombrosos. Los otros miembros de la Dame du Lac nunca podrían soñar con superarla.

Sin  embargo,  su  magia  no  le  ofreció  ningún  consuelo  contra  Vivian.

Estaban en ligas muy diferentes. Ni siquiera sería una pelea justa.

Pero… ¡si sobrevivo aquí… si tengo una oportunidad mañana…!

Cierto hombre de sus afectos apareció en la mente de Nayuki.

Sabía que nunca llegaría a él. Sabía que él nunca sería suyo. Pero pensó

en la sonrisa del hombre que había amado durante más de mil años…

Nayuki preparó su espada de hielo.

Vivian se rio entre dientes de manera relajada. “Oh, Nimue. ¿Olvidaste quién te enseñó a luchar con una espada y a usar la magia? ¿Crees que puedes ganarme? ”

Vivian irradiaba una naturaleza amenazadora y enemistad. Su ilusión se disparó a varias veces su tamaño, amenazando con aplastar a Nayuki.

“Para empezar, la ‘Dame du Lac’ originalmente era un término que se refería a mí. Después de todo, los demás eran subordinados a los que doté con mi poder… Eres solo una imitación, una réplica inferior”.

“… Ah…” La frente de Nayuki se llenó de sudor cuando la fuerza de Vivian se apoderó de ella. Ella tembló, debilitándose las rodillas.

Se dio cuenta de que iba a morir aquí. La iban a matar.

Pero no puedo perder… ¡no quiero morir todavía…! ¡Rintarou… yo… yo…!

Trató de evitar temblar, se lanzó del suelo, envuelta en una ventisca, y preparó su espada de hielo mientras comenzaba a cargar contra Vivian.

“¡Aaaaaaaaaaaaah!” gritó, como para regañar a su tímido corazón.

“Oh por favor.” Vivian se rio de nuevo. “Con tu cara valiente, pensé que habías mejorado. Nimue, ¿esto es todo lo que tienes?”

Ella sonrió, cruelmente.

En el momento siguiente, Vivian manipuló un torrente de agua como un tsunami detrás de ella. Su frialdad pareció atravesar a Nayuki, arremolinándose a su alrededor.

Varios miles de lanzas de hielo brillaron sobre la cabeza de Vivian.

…

El día después…

“¡Está bien, está bien, está bien! ¡Sigamos con el buen trabajo!”

“”””¡Whoooo-hoooo!””””

Durante el almuerzo en la Escuela Camelot, el salón de clases se llenó con los gritos enérgicos de Luna y los miembros del consejo estudiantil en funciones.

“Continuaremos con las actividades de la campaña de ayer, ¡repartiendo folletos sobre mi programa! ¡También cuento con estudiantes afiliados!” Luna les estaba instruyendo, entusiasmada desde la mañana.

“Ayuda que Kay y Emma llamen la atención”.

“¡Uh huh! ¡Todos los alumnos se llevan los volantes, hipnotizados por su belleza! ¡Es muy efectivo!”

“Emma es linda y Kay es genial, ¡y ambas son populares entre todos los géneros!”

“Son una formación de batalla impenetrable, ¿eh?”

Todos reunidos en la sala del consejo estudiantil (también conocidos como lacayos de Luna) estaban exaltando a Sir Kay y Emma con elogios.

“Ah… um… ¿Luna? ¿Porque estoy…?”

“Acabemos con esto, Emma…”

Los disfraces del día eran de enfermera atrevida y chica de pozo. Hubo tantas quejas. ¿Por dónde empezarían?

Felicia se levantó de su asiento. “¡L-Luna! ¿Realmente recibimos cinco centavos por cada volante distribuido?”

“¡Tienes razón! ¡Alto rendimiento! ¡Esta es tu oportunidad de ganar algo de dinero!”

“¡Muchas gracias! ¡Siempre estaremos en deuda contigo!”

“¡Esto es asombroso, mi Rey! ¡Creo que podríamos sobrevivir para la cena!”

La pobre Felicia y Sir Gawain estaban extasiados y se tomaban las manos con júbilo.

“Sí. La estudiante transferida y el nuevo maestro han estado subiendo el listón”.

“Quiero decir, ¡no tienen ninguna vergüenza! Rogarán de rodillas para que los estudiantes tomen un volante… Me sentiría muy mal por irme con las manos vacías… ”

“Uh-oh… estoy empezando a llorar…”

Los miembros del consejo estudiantil miraron a Felicia y Sir Gawain con miradas de lástima.

“¡Rintarou! ¿Has terminado el artículo de la campaña de difamación de Itsuki Amakawa? ¡Quiero hacer circular eso con los volantes!”

“¡Eres tan mandona! Estoy trabajando en eso ahora mismo…”

Rintarou se enfrentó a una computadora, chasqueando, mientras Luna colocaba sus manos sobre sus hombros y miraba el monitor. A pesar de que pesaba mucho, la dejó quedarse allí mientras escribía.

“¿Oh? Se ve bastante bien. ¡No debería haber esperado menos, Rintarou! No hay mentiras a la vista, simplemente barajando las palabras para cambiar totalmente el significado de las oraciones, ¡convirtiendo a un ciudadano honrado en uno despreciable! ¡Ha-ha-ha! ¡Yo amo el japonés!”

“Algún día obtendrás lo que te viene…”

Rintarou suspiró con ojos muertos, como si hubiera renunciado a la vida.

No pudo resistir su influencia.

“¡Muy bien, pongámonos en movimiento! ¡Por nuestra victoria!”

“”””¡Por nuestra victoria!””””

“¿Es esto algún tipo de culto? ¡Idiotas! ¡Todos ustedes!” Rintarou chilló, la cabeza enterrada entre sus manos mientras los estudiantes permanecían de buen humor.

Comenzaron a recoger sus pertenencias para comenzar sus tareas del día.

“Oh, Luna”, gritó. “Algo me ha estado molestando toda la mañana”.

“¿Qué?”

“… ¿Has visto a Nayuki?”

“¿Mmm? ¿Nah-you-key?” Luna inclinó la cabeza hacia un lado.

“Um… No la hemos visto en toda la mañana. ¿Está enferma hoy?” Preguntó Rintarou.

Iba a mencionarlo antes, pero estaba tan consumido por el trabajo para la campaña que seguía perdiendo la oportunidad de preguntárselo.

“… ¿Has escuchado algo?”

“Entonces… ¿irás a una cita conmigo, los dos? Sólo una vez…” “Sí… nos vemos mañana”.

No pensó que retractara su respuesta… pero por alguna razón, sintió una punzada de arrepentimiento.

Luna parpadeó hacia él. “Um… Uh… ¿Rintarou? ¿Quién es ‘Nayuki’?”

“Haaaah…”, suspiró Rintarou. Ruidosamente. “Deja de hacerte la tonta. ¿Has tenido noticias de ella o no?”

“Um, como dije… ¡¿Quién es ‘Nayuki’?!”

Luna levantó la voz, lo que amortiguó la vibración emocionada de la habitación.

“… ¿Eh? ¿Te escuchas a ti misma? Me refiero a Nayuki Fuyuse. Tú ya sabes”.

“Nah-you-key Foo-you-sea… ¿Quién es esa? ¿Puedes dejar de bromear?” “…Oye. Córtalo. Me estás empezando a poner de los nervios”.

Algo andaba mal… Rintarou estaba empezando a balbucear como para protegerse de este extraño sentimiento.

“¡Ella es la secretaria principal de su consejo estudiantil! ¿Qué? No me digas que tienes demencia”.

“¡¿La secretaria principal?! No hemos tenido un secretaria principal desde… espera, ¿eh?”

Luna se detuvo a la mitad de su oración, inclinando la cabeza hacia un lado antes de volverse hacia los miembros del consejo estudiantil.

“¿Uh, chicos? … ¿Quién es el secretario en jefe de nuevo?”

“¿Eh? Ahora que lo pienso…”

“Luna es la presidenta. Soy el vicepresidente. Mihashi es el jefe de asuntos generales. Rocky es el jefe de relaciones públicas. Rinsha es jefa de auditorías. Um, y luego…”

Comenzaron a recitar sus propias posiciones…

“¿El secretario en jefe…? ¿Quién es ese?”

“¿Mmm? Uh… ¿Quizás la secretaria está ausente? ¿O tal vez nunca tuvimos uno?”

“P-Pero no hay manera. Usted designó todos los cargos cuando fue electo, presidenta Luna… ”

“¿Mmm…?”

El nombre de Nayuki Fuyuse nunca surgió.

Hubo un silencio incómodo. Rintarou no recibió el menor indicio de que estaban tratando de hacerle una broma.

“Oye… Felicia. Esto es extraño…” Rintarou estaba empapado en sudor cuando se volvió hacia ella.

“Um… lo siento, Rintarou. No conozco un ‘Nah-you-key Foo-you-seh'”. “¿Qué pasa, Rintarou? ¿Le pasó algo a esa chica?” Felicia y Sir Gawain actuaban de la misma manera.

Comenzando a darse cuenta de que algo andaba mal, Rintarou se acercó a Sir Kay y Emma. Sin embargo, sacudieron la cabeza en señal de disculpa, señalando que estaban igual de perdidos.

“Oye, espera un segundo…”

Sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies y estuviera flotando.

Finalmente, Luna decidió que estaban perdiendo un tiempo precioso.

“¿Quizás cometí un desliz y nunca nombré a nadie? Está bien. Me ocuparé de eso cuando sea reelegido. Dime, Rintarou, ¿quieres ser el secretario?”

“¡Ni soñarlo! Quiero decir, ¡ese no es el problema aquí!” Gritó Rintarou. “… ¿Qué está pasando? Esto no puede estar pasando… ¡¿Por qué te has olvidado por completo de Nayuki…?! ¡¿Qué pasa con ustedes?!”

“¡¿Por qué estás clavando tus talones?! ¡¿Hay algo mal contigo?!” Rintarou sintió escalofríos cuando Luna lo miró.

“… ¿Por qué no me das más detalles sobre este ‘Nayuki Fuyuse’, Rintarou?”

“¿Eh?”

“¡Obviamente es una chica! ¿Tienes el honor de servir al mejor señor de la historia y me estás engañando con otra chica? ¡Yo-yo nunca te perdonaré!”

“…”

“¡Bueno, supongo que no estamos saliendo! ¡Eres libre de estar con quien quieras! ¡No me importa en absoluto! ¡Pero soy tu señor! Lo que significa… tienes que pedirme permiso… ¡Uuuugh! ”

Luna debió haber entendido mal algo, porque lo estaba mirando con lágrimas en los ojos.

“— ¡Gh!” Rintarou salió corriendo de la sala del consejo estudiantil, ignorándola.

“¡¿Rintarou?!”

“¡E-Espera! ¡¿Qué diablos te está pasando?!”

La escuchó gritar desde atrás.

“Oye… ¡¿Qué clase de broma enfermiza es esta…?!”

En su prisa, Rintarou separó a los estudiantes que caminaban por el pasillo.

“… Nayuki… ¡¿Qué te pasó…?!”

No estaba dirigiendo su pregunta a nadie en particular.

De todos modos, no había nadie alrededor para contestar.